Partida Rol por web

Una vez más, el rayo de fuego fue devorado por la niebla helada y una vez más las oscuras y garras de una de las sombras atravesaron el cuerpo de Lynariel y la dalishana perdió por completo la capacidad para soportar el peso de su armadura. De no ser porque estaba enmarañada en la telaraña, se habría caído como un fardo al suelo.

De hecho, casi ni le quedaban fuerzas para respirar.

—¡Por las Fauces de Hakkon! —tartamudeó Hroldar.

El augur avvarita pensó a toda velocidad. No había ningún hechizo en su repertorio que le permitiera salvar a Lynariel. Lo único que podía hacer es darle una oportunidad. Lanzó un nuevo encantamiento, debatiéndose en la tela de araña. El aire centelleó en una miríada de destellos allá donde el avvarita recordaba que estaba la elfa, que cubrieron a las sombras (y a Lynariel) de un polvo resplancediente.

Las sombras se agitaron cuando el manto destelleante cayo sobre ellas y sobre Lynariel pero no emitieron ni un solo sonido que indicara que se encontraban furiosas, frustradas o algún tipo de derivado... lo cual resultaba irónicamente inquietante.

Hroldar lanza Partículas Rutilantes en GH 10-11. Las tres sombras fallan la TS y quedan cegadas pero Lynariel debe lanzar TS Vol CD 15 o le ocurrirá lo mismo.

Iniciativas

Sombra H9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color], Lynariel [color=#BF0000](-15 FUE, enmarañada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]  y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra G11 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Sombra G10 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#008000](Inf.Valor+2, Furia 9/9, volando)[/color]

¡Turno de Paexter!

La condenada criatura de insustancial bruma verde seguía lanzando sus maldiciones a sus compañeros, incluso aunque estuviesen perdidos en un mar de hebras y filamentos pegajosos. Tras su pesado resoplar, fruto, sin duda del estado belicoso en el que se encontraba, que le permitía canalizar su ira de forma que conseguía proezas aun mas temibles, podía escuchar los gritos de esfuerzo, dolor y desesperanza de sus compañeros atrapados.

Eso hizo reforzar su determinación, así que el enano, con las trenzas golpeando su espalda mientras se desplazaba flotando por el aire, apretó los dientes y nudillos por igual y, localizando la posición de espectro a través de las hebras de la telaraña, se dirigió lo mas raudo que pudo al encuentro de su oponente. No pudo por menos que maldecir a la magia, pues no le permitía correr por el aire, aunque el movimiento "normal" que le permitía era sensiblemente superior al que podría desarrollar con la roca bajo sus pies.

Y mientras volaba, con los nudillos blancos apretando el mango de su hacha, solo repetía una y otra vez la frase que reavivaba el fuego de la furia contra la criatura espectral:

- Acaba con él y quizas tus re cuerdos vuelvan de nuevo al lugar en tu memoria...

Los cobardes reclutas que habían venido a buscar osbservaban todo desde su fortaleza mágicas, asistiendo, impávidos, al tremendo despliegue mágico en el que, al menos de momento, las tornas pintaban francamente mal para el grupo de guardas grises.

Y el enano solo esperaba el momento en que estuviese lo suficientemente cerca para poder cargar contra la criatura, esperando, con fervor casi enfermizo, poder enterrar el mágico filo de su hacha en el pecho del fantasma de luz verde....

El conjuro de Hroldar privó a las sombras del mundo que las rodeaba, de elegir nuevas víctimas a las que atacar. Pero por desgracia, las criaturas ya sabían que tenían una víctima delante, una a la que estaban dispuestas a consumir hasta la última gota.

Y asi fue.

Un último zarpazo atravesó a Lynariel llevándose con él las últimas fuerzas que quedaban en el cuerpo de la dalishana, las que había estado empleando para que sus pulmones respirasen y su corazón latiese. La elfa no cayó al suelo puesto que estaba pegada a la telaraña, pero quedó inerte sobre ella y lo último que percibió fue que el mundo pasaba de un brillante gris plateado a sumirse en la más profunda oscuridad.

Pero el horror para sus compañeros aun dio un paso más allá: En segundos, el cuerpo comenzó a ennegrecerse como si se tratara de una flor marchitándose.

La sombra comenzó a buscar incluso a tientas más fuerza vital con la que saciar su hambre.

—Vaya—comentó en ese momento Nirasha de un modo tan anecdótico que casi parecía que no se había esperado eso . Entonces miró hacia abajo—. ¿Nada que decir ahora, bardo? ¿Ninguno de esos ridículos discursos heróicos con los que tanto os regodeábais antes en vuestra superioridad moral? ¿Ninguna bravata rimbombante y vacía para la ocasión?

Se dio unos golpecitos en la barbilla con un largo dedo y terminó alzándolo como quien acaba de tener una idea.

—¡Espera! Ya lo tengo: "En la muerte, sacrificio".

En esa ocasión sí se echó a reir de un modo que erizaba la piel. La sala se llenó de carcajadas siniestras, frías, oscuras, crueles. Carcajadas que parecían esuqeléticas mandíbulas incorpóreas, capaces de deshacer en pedazos cualquier esperanza.

—Valya... —carraspeó la recluta de la espada templaria tragando saliva con nerviosismo—. Los está matando.

La recluta elfa seguía concentrada, salmodiando con los brazos en altos. Miró por encima de su hombro, entre un sortilegio y el siguiente.

—No nos han dejado más opción —le recordó a su compañera—. Mantén tu posición.

Paexter se ha podido desplazar hasta I6

La Sombra de H9 ataca a Lynariel y por desgracia, acierta. Ya sabeis lo que eso significa. Luego se mueve aleatoriamente y termina en O9.

Iniciativas

Sombra O9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra G11 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Sombra G10 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#008000](Inf.Valor+2, Furia 8/9, volando)[/color]

Turno de Jarlath y Enansal en cualquier orden.

Lo sabía.

Eso fue lo primero que Jarlath pensó cuando, aterido y debilitado por el conjuro de muerte de Nirasha, vio cómo Lynariel moría sin poder hacer absolutamente nada. Sabía que aquello iba a ocurrir desde el mismo instante en que sus compañeros sellaron su destino al negarse obcecadamente a ceder, a forjar una alianza con los reclutas. Por algún absurdo y mezquino sentido de la superioridad moral, decidieron que sacrificar sus vidas a cambio de nada era mejor que dejarse guiar por el sentido común. Los Guardas Grises habían jugado con ellos. Los habían enviado a la batalla sin conocer toda la información. Eso les habría dado cierto margen de maniobra para manejarse en aquella situación, un terreno gris en el que habrían podido tomar el camino más sensato.

Pero no.

Paexter, con su suprema arrogancia y su aparente desinterés por todo lo que tuviese que ver con el autocontrol, se había dejado henchir por sus ansias de gloria y sus delirios de grandeza. Hroldar, en su infinita sabiduría, había decidido ceñirse literalmente a un mal entendido sentido de la lealtad y a preservar la situación inalterada, en unas circunstancias que claramente requerían un cambio de planes. La siempre inescrutable Enansal, cuyos motivos para posicionarse como lo había hecho eran una incógnita. Incluso la propia Lynariel, a la que menos le costaba comprender, se había mostrado indecisa, dejándose arrastrar por el peso de voces más fuertes que la suya, y ahora pagaba las consecuencias. Una muerte más que lamentar, y con ella, Jarlath se sentía un poco menos parte de aquel grupo de egoístas. Solo seguía sintiendo cerca a la pequeña y dulce Selene, de voz temblorosa y difícil de oír, que sin embargo albergaba más verdad que todos los demás juntos.

Cuando Nirasha se mofó del dolor que había provocado, atacándolo directamente a él, Jarlath ni siquiera contestó. El odio, la impotencia y el profundo resentimiento que lo envenenaban solo se hicieron patentes en un fugaz destello en sus ojos. Sabía que, si los reclutas no los ayudaban, serían masacrados del primero al último. Si eso ocurría, el único consuelo de Jarlath sería saber que, en el último momento, todos sabrían que habían cometido un terrible error.

Pero no pensaba permitir que ocurriera, aunque solo fuese por Selene.

—¡Por favor! —exclamó, intentando que su voz llegara a los hombres y mujeres que se parapetaban tras el muro mágico de Valya—. ¡Ayudadnos! Ya sabéis qué sucederá si no lo hacéis. ¿Es eso lo que queréis? Si realmente el código de los Guardas Grises ha significado algo para vosotros alguna vez, os suplico que escuchéis a vuestros corazones y hagáis lo que sabéis que debéis hacer. Por favor…

Inconsciente del drama que sucedía  unos pasos más allá, Enansal solo escuchaba la melodía de las hebras, tañidas como las cuerdas de un láud por los esfuerzos de sus compañeros, la canción de Jarlath, interrumpida de improviso para pedir la ayuda de los reclutas, las pullas del demonio. Algo había sucedido, donde la telaraña le impedía ver.

Una nube de vapor surgió de su garganta. Su sudor se volvió helado. La gelidez repentina penetró incluso hasta sus pensamientos, arrebatándole el ánimo tal y como el demonio le había robado los recuerdos. Demonio de la desesperación, lo había llamado Selene. Comprendía ahora que había motivos para tal nombre.

Cerró los ojos, se quedó quieta en su diminuto calvero y llenó su mente con el familiar toque del Velo, relegando todo lo demás a rincones recónditos, buscando de nuevo a la criatura que había llamado a su lado el día previo.

Enansal comienza a Invocar monstruo III: thoqqua, aka "gusano de las profundidades", en M15.

El conjuro del asalto anterior (kuo-toa skin) libera a Enansal de la condición enmarañada, por cierto.

pg: 40/45.
pc: 29/34.

Otra de las sombras se desplazó por la sala con las tenebrosas garras extendidas en busca de nuevas presas a las que consumir, cuando topó con una pared, cambió de dirección.

Nirasha se apartó fugazmente del enano volador que tanto se le había acercado y sacudió el brazo con un gesto seco que hizo sonar la tela de la manga, como si fuese un ilusionista que quisiera hacer caer algo de esta o algo así. Aunque la cuestión es que no cayó nada.

Lo que sí hizo fue lanzarle a Paexter un dardo de luz verdosa que abrasó la piel del enano al impactar y... le hizo sentir un estremecimiento sobrenatural que le puso la piel de gallina.

La Sombra G11 deambula a ciegas y termina en C9

Nirasha "vuela" un paso de 5' a K5 y le lanza un conjuro desconocido a Paexter haciéndole 11 puntos de daño. Paexter está estremecido. (Con. Conjuros CD 17 para saber qué conjuro es)

Todos los de la telaraña menos Selene recibis 6 puntos de daño por frío. (Enansal tiene que hacer una tirada de Concentración CD 16 para no perder el conjuro)

Iniciativas

Sombra O9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Sombra G10 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](estremecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 8/9, volando)[/color]

¡Turno de Selene!

Concentración: +11 - 2 (estremecida) = +9.

CD 16, resultado 20.

En la muerte, sacrificio.

Selene se estremeció, pero no a causa del frío del que su capa le protegía. El demonio no hablaba de Elietta, sino de alguien más. La maga oteó entre las hebras de seda, pero no lograba distinguir bien lo que había al otro lado. ¿Lynariel? ¿Había podido caer la seria y valiente elfa en manos de la sombra? ¿O había sido Paexter, el implacable enano, el que había sido herido por el hechizo de Nirasha? No creía que los demás se encontrasen en peligro, pero ¿y si la niebla fría había drenado sus fuerzas?

Únicamente Jarlath se encontraba a su lado, y le lanzó una mirada angustiada mientras se encaraba con los reclutas, tratando nuevamente de atraerlos a su causa. Se sentía impotente, incapaz de soltarse de esa cárcel que la aprisionaba, y no sabía siquiera a dónde apuntar en caso de poder lanzar algún hechizo. La desesperación, además, se le filtraba en el corazón, arrebatándole toda voluntad.

Tanteó en su mochila, buscando entre los objetos que llevaba algo que le pudiera resultar mínimamente útil en la situación en la que se encontraban, hasta que sus dedos rozaron la cinta de un pergamino. Todavía no sabía que ponía en ellos y dudaba que tuviera tiempo para descifrar ahora su escritura... pero era mejor que no hacer absolutamente nada y esperar la muerte.

La Sombra que había matado a Lynariel se desplazó a ciegas igual que su semejante... y eligió una dirección aterradora, tan aterradora que pasó a excasos metros de Hroldar, el cual permaneció sabiamente quieto como una estatua.

La criatura halló la pared y se giró de nuevo, deteniéndose justo al lado del augur avvarita... como si pudiera oler que aquello que tanto ansiaba estaba cerca.

Hroldar contuvo el aliento cuando vio aparecer a la sombra a su lado. Esgrimiendo unos nervios de acero increíbles, conjuró justo delante de la criatura, y cuatro dardos refulgentes de energía arcana laceraron el cuerpo de esta, inmisericordes. Su ulular reverberó en la caverna, horrísono y espeluznante.

La Sombra de G10 deambula a ciegas y termina en I16

Hroldar lanza Proyectil Mágico y le hace 16 puntos de daño.

Iniciativas

Sombra O9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, [/color] leyendo 10/10)
Sombra I16 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](estremecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 7/9, volando)[/color]

¡Turno de Paexter!

El gañido, casi inhumano, que emitió Lynariel llegó a los oidos del enloquecido enano casi a la vez que la magia verdosa conjurada por el insustancial Nirasha, y, pese al daño que esta última le provocó en la piel del cuello y cara, no fue nada comparado con el dolor que la muerte de la elfa provocó en su corazón. Él no lo sabía, pero la magia del espectro no se limitaba a hacerle daño, si no que aprovechó el momento de dolor que la pérdida de otro compañero generó en el Hijo de la Roca, para clavar unas garras negras en su corazón, amenazando con apagar el fuego que la furia había encendido. Pero, pese a que Jarlath había dejado de cantar para implorar la ayuda de los renegados traidores que observaban la escena desde su barrera mágica, Paexter aun podía sentir la melodía insuflando fuerza en cada uno de sus musculos:

- Siii!!, gruñó, casi mas para sí que para otros, no conseguirás minar mi determinación, condenando fantasma!! Te mandaré al lugar del que nunca debiste salir!!!

Pasado el momento de flaqueza tras la muerte de Lynariel y la magia desconocida de Nirasha, el enano apretó los dientes, y se dispuso a hacer aquello que mejor se le daba: combatir. Había aprendido de su gente, incapaz de utilizar los poderes del Velo, que no debía de dar un respiro a sus enemigos cuando estos sí podían hacerlo, y a eso se empeñó, en cuerpo y alma, imprimiendo toda la fuerza que fue capaz a sus golpes: - Por Thedas, por la Guardia Gris, y por mis compañeras caídas!!!

Nirasha hurtó primero el cuerpo y luego se echó a un lado haciendo un molino que dejó un rastro de llamitas verdes. Tan rápido que los hachazos de Paexter silbaron cortando el aire.

—¡Eh! ¡Ten cuidado con eso!—protestó como si se sintiera ultrajado—. Podrías hacerle daño a alguien.

La sombra restante pasó por encima del cadaver ennegrecido de Lynariel y cruzó a ciegas  la telaraña como una tenebrosa alma en pena. Hasta que llegó a una pared... que la hizo cambiar de dirección.

A una que por desgracia se acercaba más que alejaba de vosotros.

En ese momento, el recluta que guardaba la puerta a la estancia de los huevos junto a la mujer de la espada templaria miró a Jarlath.

—¡El código de los Guardas Grises parece que significase más para unos simples reclutas que para los propios Guardas!—respondió a las demandas del bardo—. Estos huevos son el legado de la Orden y de toda Thedas, ¡lo que sabemos que debemos hacer es precisamente rescatarlos de la guarida de esta criatura, no dejar que se pudran!

—¡Ayudadnos!—intervino de pronto su compañera—. ¡Dadnos vuestra palabra de que nos ayudareis a devolver los huevos de grifo sanos y salvos a Weisshaupt y uniremos nuestras espadas a las vuestras!

Paexter falla.

La Sombra de O9 deambula a ciegas y termina en R14

Los reclutas esperan una respuesta de todos vosotros.

Iniciativas

Sombra R14 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C9 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](enmarañada, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, [/color] leyendo 10/10)
Sombra I16 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](estremecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 6/9, volando)[/color]

¡Turno de Jarlath y Enansal en cualquier orden!