Partida Rol por web

Miré a mi alrededor, aquel lugar no estaba del todo mal. Seguí a Ángela y nos sentamos, hacía una brisa agradable y eso se agradecía. Llegó el camarero y Ángela pidió un cono de chocolate y dulce de leche con caramelo, yo me mantuve pensativa por un leve momento.

- Yo un cono de nata con limón, por favor. - miré a mi compañera y sonreí - Sí, realmente se agradece un poco de fresquito, sobretodo en estos días. Bueno ¿Y cómo llevas el trabajo?

Se estremece levemente y su sonrisa se apaga.

-Terrible. Cada noche alguna cosa... Antes de ayer, accidente de moto, fracturas dobles expuestas en ambos brazos, parecia que tenia 6 codos ese pobre chico... Anoche, una chica jovencita, con un balazo en la nuca y desangrandose. Te hace pensar..., ¿que pasa con este mundo?¿Donde estan los padres, la seguridad...?

Suspira, cruzando los brazos y abrazandose.

-Casi me da miedo ir ya, no se que nuevo horror voy a encontrar. Pero por otro lado, te hace valorar mucho mas los momentos como este, estar con los amigos, la familia, hacer lo que te gusta... disfrutar la vida. Algo tan hermoso y a la vez, tan fragil. Alguna noche, si queres, acompañame en una guardia. Te aseguro que cambia tus perspectivas.

Mientras Angela habla, la camarera trae los pedidos, servilletas, y tambien un par de botellitas de jugo no ordenadas, dejandolos prolijamente en la mesa.

Miré boquiabierta a Ángela ¿realmente eran tan horribles las urgencias? Sentí algo de pena por ella, debía estar pasándolo mal con todo aquello. Al menos haber salido le había sentado bien.

- Uff, no creo que quiera ir a una de tus guardias, me temo que no podría aguantar eso, suficiente es imaginarlo. Además, al no poder hacer nada me sentiría peor... - cuando llegó la camarera y dejó todo en la mesa miré extrañada a Ángela - ¿tú pediste jugo? Quizás se equivocó de mesa, voy a decírselo.

Esperé una respuesta de Ángela antes de levantarme e ir a comentárselo a la camarera.

-No, yo no pedí nada de tomar. +responde, sorprendida. Mas enseguida se relaja.+ Pero deja, esta bien, si nos da frio en la nariz ayuda jaja +rie en voz baja, para luego empezar su helado, sin darle importancia al asunto.+ Mmm... que deliciaaaa!

Miré a Ángela antes de levantarme para avisar a la camarera del error.

- Voy a avisar a la camarera, si luego quieres te invito yo a un jugo, pero prefiero pagarlo que tomar el de alguien que estará esperándolo desde hace rato. Si no es equivocación y nos invitan, genial y si lo es, pues nada, al menos no habremos gorroneado.  - guiñé el ojo a Ángela.

Levanté la mano para que la camarera se acercase y comentarle lo del juego, creyendo que era un error. Mientras venía empecé a comer mi cono de helado, adoraba el cono de nata y limón.

La chica te hace seña de un momento, dice algo al mostrador y luego se aproxima, con la bandejita delante.

-Si, señorita, se le ofrece algo más?+pregunta con educacion, inclinandose levemente. 

Miro a la camarera y le sonrío.

- Disculpe, pero me temo que nosotras no pedimos ningún jugo, solo quería avisarle por si se habían equivocado. Y, si es posible ¿Podría traerme un batido de chocolate? - miré a Ángela  - ¿Tú quieres algo más?

Esperé la respuesta de ambas mientras continuaba comiéndome el cono y saboreando el sabor del limón.

-Los jugos son una atencion, señorita. Me pidieron que lo deje así. En cuanto al licuado, ningun problema, enseguida se lo traigo. +contesta sencillamente, asintiendo al pedido y anotandolo en su libretita.

Guarda silencio, comiendo un poco de lo suyo.
-No, estoy bien asi, gracias...+niega simplemente ante la idea de aumentar el pedido, para luego mirar a la mesera+ pero, mmm... aclarame, te pidieron que no nos digas de quien vienen los jugos de regalo?

-Correcto. Enseguida le traigo su licuado, señorita. +aclara, para luego retirarse rapido a la barra.

-¿Un poco raro para ser un gesto de ligue, no? +comenta en voz baja cuando la mesera va a buscar el pedido. Ahora si tiene algo de curiosidad en su expresion+ ¿Digo, como le vamos a agradecer si no sabemos de quien viene?

De reojo mira a las demás mesas, como buscando algo disimuladamente. 

Escuché extrañada a la camarera, yo apenas conocía a gente de allí como para que nos invitasen... quizás algún admirador de Ángela. Igualmente yo ya había pedido un batido, por lo que no iba a tomarme el que nos habían "regalado".

- Realmente sí, es extraño... pero yo ya pedí un licuado, por lo que no voy a tomarme este. Si se ofende, que se ofenda, haber dado la cara. - me quedé pensativa un momento - Además, mis padres me enseñaron a no fiarme de desconocidos, así que creo que será lo mejor...

Esperé el batido mientras me terminaba el cono de limón.

-Jaja... esta bien, es cierto que no hay que fiarse, pero no voy a despreciar el regalo,... me da curiosidad. A lo mejor espera que lo tomemos para venir. Vos cuidame, ¿si? 

Sonrie con suavidad, tomando un trago del jugo. Asiente aprobadora, al parecer esta bueno. No obstante, nadie se les aproxima, salvo la mesera con el licuado para Elizabeth. Pueden terminar las bebidas sin ser interrumpidas nuevamente. Angela deja un par de billetes en la mesa despues de esto, y toma la tuya de jugo para llevarsela.

-Ahh, que lindo!!! Me siento mucho mejor! ¿Te parece si vamos al centro ahora? Debe estar todo cerrado todavía, pero miramos un rato...

Miré a Ángela algo extrañada y dejé yo algo de propina para la camarera.

- Está bien, vayamos a mirar, pero el jueves pago yo lo que tomemos ¿De acuerdo? - quedé pensativa un momento - querría mirar un par de zapatos lindos y si nos gusta mucho algo podríamos hacer tiempo hasta que abran ¿no? -sonreí dulcemente, el batido de chocolate me había sentado de maravilla - ¿te parece bien? Vamos, será divertido y así despejamos nuestras mentes con el paseo y las ideas que podamos tener para distintas cosas que veamos en los mostradores.

Me puse al lado de Ángela y empezamos a andar hacia las tiendas. Aún me parecía algo raro lo de la persona que nos invitó a los jugos pero no le dí más importancia, no creía que la mereciese.

Angela acepta, aunque te avisa que si Lu viene con ustedes no podes arrepentirte de los gastos extras... Realmente no importa pero para joder un rato en su nombre.

Caminan solo unas 8 calles hasta el centro, el cual en efecto esta bastante vacio. 

La vieja peatonal santafesina, con sus palmeras antiguas, y edificios de estilos mixtos... aqui lo nuevo y lo viejo se mezclan. El Banco Nacion, la Iglesia, y otros edificios centenarios junto a tiendas de zapatos, ropa o joyas muy modernas. 

Tambien hay bares de estilo y precios subiditos. Muchos tienen sillas y mesas sobre la misma peatonal, protegidas con sombrillas. No obstante, a esta hora todo se encuentra bastante vacio. El calor, sumado a la ausencia de comercios abiertos, mantiene a la clientela alejada. Los mas que hay es algunos chicos escapados de la escuela o bien universitarios, tomando algo fresco. 

Dado que 2 de cada 3 tiendas son para accesorios femeninos, tienen mucho por donde mirar y relajarse. Angela se muerde el labio inferior con picardia ante algunas lencerias breves y sensuales que exhibe una tienda, en que estara pensando? Lleva en la mano la botellita sobrante de jugo, por si la caminata les da sed. 

Me encantaba pasear con Ángela, yendo paso a paso y tranquilamente por la calle, relajándonos y observando cada escaparate que nos llamase la atención. Pude ver cómo Ángela observaba con atención y mucho interés las prendas de lencería y reí levemente.

- ¿Quieres lencería? - la miré con una mirada picarona - ¿Quién es el afortunado en poder verte en esos hermosos conjuntos? ¿eh? ¿eh? - la golpeé levemente con el codo, tratando de sacarle algo de información.

Seguí mirando alrededor mientras andábamos y esperaba la respuesta de Ángela.

Tenes una sensacion rara... alguien te miraba? Al fijarte no ves a nadie conocido o que particularmente parezca estarte observando, solo algunos paseantes, pero el recuerdo de la sensacion entre tus omoplatos queda.

Angela te distrae de eso sonriendo, y sacandote la lengua levemente.

-aaa, secreto. Ya vas a saber, según como se den las cosas. Vamos, quiero mirar en Fravega cuanto estan los calefactores mas o menos... tenemos que aprovechar ahora, antes de que se venga el frio.

No es chiste seguramente. Los santafesinos sienten mucho el frio y a vos misma te llamo la atencion, el invierno pasado, tu primero en la ciudad, el brusco cambio. De veranos infernales con mas de 30 grados desde tempranito, a temperaturas bajo 0 no muy distintas a tu Quebec. Lastima que aca no hay nieve...

Miro a mi alrededor de nuevo, aquel lugar me resultaba algo interesante. Sonreí a Ángela y quedé pensativa, realmente el invierno me encantaba, aunque aquí no era tan frío como en Quebec, pero se agradecía algo de calor en casa.

- Está bien, vamos. Siempre es de agradecer algo de calorcito en casa cuando es invierno ¿No crees? - reí levemente.

Sonreí a Ángela de nuevo y me dispuse a empezar a andar hasta llegar a esa supuesta tienda de calefactores. Mientras tanto, mi mente se quedó pensando en los fríos inviernos de mi ciudad natal, el paisaje blanco y alegre de los campos nevados... cuanto echaría de menos aquello... pero al menos en Argentina tenía buena compañía y no me sentía mal.

En Fravega esta la reja bajada, pero ven unos cuantos split... Hay uno en particular, bastante grandecito para el departamento. Sale 2000, pero entre todas lo juntan y es frio/calor... mientras que uno solo calor sale 1200. Angela toma nota, para hablarlo con Lu. 

Despues de eso siguen hasta el final de la peatonal, apreciando las tiendas, que mientras mas avanzan parecen ser de mayor costo y seriedad. Tambien hay edificios oficiales, como la Bolsa de Comercio, pero son mas que nada contrastantes. El final de la peatonal es donde mas se nota la mezcla. De un lado, el centenario Teatro Municipal, frente al cual esta una linda plazoleta para niños, y al otro lado de la calle, las centrales de Movistar y CTI, dos de las empresas de telefonia mas importantes de la ciudad. Lo cultural y familiar contra lo moderno y comercial...

Lu hace un gestito desdeñoso a estos ultimos, negandose a seguir. En su lugar mira la cartelera de teatro. La figura de una fibrosa rubia en traje de bailarina, y el nombre "Ave de Fuego" copan la misma.

-Esas pobres chicas del ballet... lo que sufren en los huesos, no te das una idea. Pero que lindo se ven, no?