Partida Rol por web

Las noticias no eran realmente buenas, pero al saber que Lu estaría pendiente me tranquilizaba. Después de terminar con la llamada me dirigí al coche de Blas y suspiré, al menos tenía unas cuantas horas para intentar despejarme y pensar en cualquier otra cosa.

- Bueno... vámonos, ya estoy lista. - dije mientras me ponía el cinturón de seguridad.

Me dispuse a rezar en mi interior, sin pronunciar palabra y, aunque no creyese que fuese a hacer ningún efecto, al menos habría cumplido la palabra con Lu. 

Los leves viajes en coche me tranquilizaban un poco, ver el paisaje, que me de el aire en el rostro...

La quinta de Blas no decepciona. Sin ser un derroche de lujo, es amplia, con un gran predio bien cuidado. Tiene piscina, quincho para asados, cocina, baño, living-comedor y 3 habitaciones.

-Papapa-rece ggrandde vivistte.... Ee el abbuelo tetenia idea dede haacer tipo camppping. +sonrie con timidez. Durante el trayecto no hablo, al notar tu carita preocupada, dejandote que te relajes en el verde paisaje costero, pero al llegar no puede evitar intercalar un bocadillo. Se le nota interesado en saber que pasa, mientras estaciona en la calle y entran. 

Traté de relajarme aunque realmente solo logré distraerme algunos minutos pero demasiado poco. La quinta de Blas no estaba mal, casi hasta me habría tirado a la piscina de cabeza, pero no era el momento. Decidí contarle a Blas lo que ocurrió con Ángela y traté de no llorar, aunque un par de lágrimas si escaparon.

Aunque quedaban horas aún para regresar a clase, no tenía ganas alguna de ello. Supuse que Blas se iría a dormir, tal y como había dicho. En ese caso yo me quedaría en la terraza, quizás hasta me bañaría, quién sabe. Pero no podía parar de darle vueltas a la situación, esperaba realmente que Ángela se recuperase. Antes de que Blas decidiese irse o responder de algún modo me sequé las lágrimas.

- Gracias... por escucharme.

-Dede nada... Ennn estas cocosas eees mejojor no guguardadarselo... hace mal. Yy vovos tennes quue estatar bien para aapoyar a tutu amiga qque te nene.. necesita. 

Sonrie levemente y sus brazos pasan sobre tus hombros, estrechandote contra el, a la vez que sus manos te frotan la espalda con suave tacto. La barbita te roza en la sien, pero el gesto esta muy claro. Al cabo de unos segundos, retrocede, subiendo las manos a tus hombros. Te acaricia el cuello, frotandolo con los pulgares, lo que relaja los musculos del costado.

-Nono nose... si quequeres dammos una vuvuelta papara que te rerelajes o hacer algo. Coconta conmigo.

No podía aguantar más, necesitaba una distracción, cualquiera... cualquier... distracción... Miré a Blas con los ojos aún bañados en lágrimas y me acerqué lentamente, abrazándole y dejando un suave beso en el cuello.

Quizás fuese una locura, pero era la única distracción que podría llegar a tener en ese momento y seguro dejaría de pensar en todo... 

Fue solo un segundo, un simple segundo en el que mi cabeza desconectó y mis labios conectaron con los de aquel chico tartamudo. No dije palabra alguna, ni deje que él dijese absolutamente nada. Directamente empecé a dejar pequeños mordiscos en el cuello a Blas y esperé la respuesta que cualquier chico podría dar ante eso.

La primera es estupor... Se queda unos instantes sin saber como reaccionar, los ojos azules muy abiertos, pero tus mordiscos no permiten que ese encimismamiento dure demasiado... Desliza las manos por tus costados, hasta unirlas en la cintura. Ladea la cabeza seguidamente y te besa en la mejilla, una vez... dos veces... cada vez mas cerca de tus labios, buscandolos sin prisa, mientras te estrecha contra si, brindandote su calidez...

Me dejé llevar totalmente, me daba igual lo que pasase, solo quería dejar de pensar en todo lo malo que estaba ocurriendo. Dejar de pensar. Esta vez me dejé hacer, aunque a mi mente venían opiniones fugaces de que eso no estaba bien, que no debería estar haciendo lo que estaba haciendo. Quizás Blas luego se encaprichase demasiado y yo no quería nada de eso. Pero ¿Qué otra cosa iba a hacer ahora? No había nada peor que cortar algo de golpe... pero, por otro lado, tampoco era algo realmente malo, yo iba a estar bien, demasiado tiempo sin hacer nada, y eso me iba a distraer, independientemente de lo que pensase o sintiese Blas. ¿Estaba siendo cruel? Realmente, me daba totalmente igual. Mi conciencia quizás me perturbaría más tarde. O no. Nunca se sabe. Pero lo cierto era que necesitaba ese momento y no me importaba absolutamente nada.

Mis manos se dedicaron a acariciar el cuello de Blas, mis labios esperaban a los suyos y fue entonces cuando mi mente desconectó totalmente y mi ansia de calor humano empezó a enloquecer. Acabando por quitarle la camiseta a Blas y mordiendo nuevamente su cuello.

Sus manos te toman de los muslos y te alzan sobre la mesa, emparejando alturas... Puedes sentirlas enseguida comenzando a buscar la forma de desprenderte de tus ropas. Aunque torpe en el habla, no lo es tanto con los dedos. Te besa en la boca mientras lo hace, llevandote hacia atras para acostarte sobre superficie. 

Pocos segundos despues, tu sosten esta al descubierto, y el aferra tu seno con suavidad, apretandolo. Los besos se tornan mas espaciados, mientras juega con tus labios, ora tirando del superior, ora succionando el inferior, o deslizando la lengua entre tus dientes para entrelazarla con la tuya. Los rizos se le desordenan, pero controla su respiracion, disfrutandote en cada caricia, cada mimo, dando lo mejor de si... El esta para ti.

Al parecer mi idea estaba funcionando tal y como había previsto. No creía que fuese a rechazarme y evidentemente no lo hizo. Mis manos empezaron a bajar por su torso hasta llegar al pantalón y mis dedos desabrocharon el cinturón con gran habilidad.

No podía parar ahora, ya todo me daba igual, solo quería dejar de pensar y lo estaba consiguiendo, soltando leves gemidos por el deseo de llegar a algo más, aunque él parecía tomarse su tiempo. Acerqué mis labios a su oreja suavemente y le susurré.

- No digas nada, solo quiero que me lleves a tu cama... 

Volví a besar suavemente sus labios antes de que tomase ninguna decisión.

Sus manos te toman desde abajo, como todo gesto de asentimiento que necesita. A pesar de ser delgado, la emocion del momento le ayuda a encontrar la fuerza para cargarte sin problemas... Una cama de dos plazas los recibe entre besos. 

Despacio, empieza a bajar sus labios por tu cuerpo lentamente, besando tu vientre... mas abajo... mas abajo. En su momento, llega hasta tu sexo, donde su lengua hace lo que debe...

Nadie los interrumpe. El ocaso es bueno, calido y brillante, pero dentro del cuarto no se ve nada de eso, solo estan ustedes dos... Al final, puedes encontrar paz y olvido ahi, entre sus brazos.

Dejé que pasase lo que tenía que pasar, entregándome totalmente a Blas. Por suerte fue suficiente como para olvidar absolutamente todo. Todo. Me sumergí con tranquilidad en mi mente en blanco, totalmente en blanco, y simplemente cerré los ojos. Me daba igual.

Pasó la tarde y ya casi era hora de marchar. Había quedado abrazada a Blas y decidí marchar. No podía saltarme la clase.

- ¿Nos vamos? Te recuerdo que tenemos clase... y no quisiera faltar, además... luego debo ir casi enseguida al hospital y no quiero demorarme.

Blas suspira, sonriente. Fue un amante suave y gentil, quizas no el mas dotado pero muy bien dispuesto a complacerte, lo cual ayudo bastante a tu relax. Ahora esta muy amodorrado, cuesta sacarlo de ese estado. Finalmente, no obstante, parece comprenderte.

-Da-dale... Bañate si queres, primero. Yo pre-preparo algo de merendar. ¿Si?

Notas que ahora, relajado, casi no tartamudea. Por otro lado, la idea es buena, para no ir sudada y oliendo a sexo a clase... Encima toca Latin, con el profesor Nitri, famoso calenton veterano, que seguro se alborota. Mejor evitar eso. Asi que podes dar un buen uso a la ducha mientras el hace unos cafes, y saca unas galletitas de miel. No hay mucho que charlar, salvo que no te olvides nada, pero mientras meriendan el te da un abrazo muy cerrado, reconfortante.

Cuando estan con la pancita y el alma algo mejor, emprenden viaje a la Uni. La clase esta bastante abarrotada. Noelia y Yuliana han venido, pero por desgracia en lugar de la alegre Julia esta Belen, una fria flaquita superdotada, la unica que saca mejores notas que vos en la clase.

Finalmente cedí a ducharme, lo cual me sentó bastante bien. Merendé con Blas y los problemas volvieron a surgir en mi mente. Está bien, Elizabeth, es hora de irse... deja de pensar. A pesar del abrazo reconfortante no tenía la cabeza del todo tranquila. Quería que llegase ya la hora. Miré el teléfono y suspiré.

- Vámonos... - besé suavemente a Blas y nos dirigimos a la universidad.

La clase estaba bastante llena, pero no tenía problema alguno por ello. Me senté cerca de Noelia y Yuliana y las saludé levemente, no podía fingir felicidad. Dejé las cosas en el pupitre, dejándolas caer pero sin hacer demasiado ruido. ¿Cuantas horas me quedaban para volver al hospital? Realmente tenía miedo... No quería saber qué iba a ocurrir... únicamente rogaba en silencio a Dios para que salvase a Ángela.

Las chicas te saludan tambien, y recibis un par de miradas curiosas al venir con Blas.  Pero no da tiempo a socializar que entra el profesor con su "cancha" habitual, saludando. Algunas de sus favoritas, en primera fila, ya hasta con un beso en la mejilla. Es un tipo bajito, que no llega al metro 70, pero fibroso y delgado. Lleva el pelo rubicundo, lacio y abultado, sin la menor señal de calva que muchos otros a su edad o menores incluso, van primereando.

Rapidamente saca fotocopias, dejando varios montones en los primeros bancos, que empiezan a ser repartidos hacia atras.

-Et in studis, ut amor, labore patienter e vi... En los estudios, como en el amor, hay que obrar con paciencia y vigor. Señoritas, caballeros, esta noche vamos a trabajar en un ejercicio intenso de traduccion. En las hojas que estan repartiendo hay varias citas del famosisimo "Discurso del metodo", escrito por el gran Descartes. 10 citas en total. El valor de cada una es de un punto. En las 2 horas que restan, van a dedicarse a traducirlas con exactitud. Recuerden, cuenta mas hace las cosas bien que hacerlas rapido... Al terminar ese tiempo me lo entregan. No hay ninguna presion,... salvo que la nota de este trabajo es una de las 3 que contaran..

Esto levanta algunos murmullos, rapidamente acallados con un gesto imperioso de la mano.

-Sin quejas, ya saben como es esto. +Nitri usa el sistema de trabajos para calificar. Ofrecio esa alternativa a principios de año. Podian tener un examen bimestral, y un final al terminar el semestre, ordenaditos y a rajatabla. O 3 trabajos durante el semestre, con carpeta y libro abiertos, pero en fechas sorpresa. La mayoria se decanto por el libro abierto... claro que nadie se lo esperaba tan pronto. + A escribir!

A pesar de ser buena estudiante también me quedé algo asombrada con la decisión del profesor Nitri. Era demasiado pronto para empezar ya con algo así ¿o no? Bueno, en todo caso, él era el profesor y nosotros debíamos acatar las normas... simple. Jodido, pero simple. En cuanto repartieron las hojas me puse a ello, siempre se me había dado bien todo lo relacionado con los idiomas, pero a ver cómo me saldría esta vez.

Me puse a ello, analizando cada parte de la oración, recordando que el verbo en latín está al final de la frase. Conjugar los verbos... amo, amare, amavi, amatur.... Realmente Descartes no es que fuese mi punto fuerte, el filósofo tenía sus pros y sus contras, pero la filosofía no me acababa de gustar. Aun así, hice lo que pude por analizar y traducir todo, aunque la última frase me lo puso difícil de narices.

Las hojas empiezan a ser arañadas furiosamente por las lapiceras mientras los estudiantes ponen lo mejor de si. Casi todos.

Yuliana tiene cara de fastidio y va muy lenta. Noelia a su lado parece sufrirlo bastante por su expresion... Ninguna de las dos tienen pinta de que lo logren. Blas va algo mejor, pero no mucho. El amable rubio duda bastante, e incluso revisa mientras hace, rehaciendo sus cosas... El resto del grupo en general no van mucho distinto, es evidente que nadie se esperaba algo asi tan pronto. Pero entregar en blanco el primero seria igual a darse por vencidos, y es mejor un 1 al menos que un 0.

Vos por tu parte, en cambio, vas muy bien. Tu facilidad con los idiomas se hace notar, y de hecho terminas media hora antes del tiempo limite. Los 10 ejercicios estan completitos. Aunque no sos la unica... La petisita Belen acaba al mismo tiempo que vos, alzandose apenas deja la lapicera para ir a poner primera su hoja frente al profesor, su "marca" de que es la mejor de la clase.

Hoy me daba igual todo realmente, así que no me importaba ni nunca me había importado que alguien fuese mejor que yo en cuanto a notas. Siempre habría alguien mejor, eso está claro. Pero no por eso era menos buena en lo mío.

Esperé a que la clase terminase para marcharme cuanto antes, quería preparar las cosas para la larga noche que me esperaba en el hospital... y no podía dejar de pensar en ello. ¿Cómo seguiría Ángela? Supuse que igual... sino Lu me habría llamado... En fin... quería que todo pasase lo más rápido posible y que en un futuro quedase como un mero susto.

El profesor no da nada mas que el trabajo en la clase de hoy, supervisando. El tambien nota que terminaste antes, asi que mira tus hojas apenas las entregas, asintiendo al leer rapido los primeros parrafos.

-Bien, Lindermann, bien. +dice, poniendolo adelante+ Mas tarde se lo corrijo, pero a simple vista se nota que le agarra facil la mano. ¿Digame, le interesaria ganar un par de puntos extras en la nota final?

Me sorprendí ante la propuesta del profesor Nitri... ¿puntos extra? ¿Quién no querría puntos extra? El caso era... que no me fiaba mucho, debido a la reputación del profesor... pero realmente no me importaba intentarlo, siempre venían bien los puntos extra.

- Bueno, estudié latín en los años anteriores, por lo que no tengo problema alguno. Y los puntos extra... claro, profesor ¿por qué no? Solo debe darme las instrucciones de lo que debería hacer para conseguirlo.