Entré al hospital buscando a alguna guardia para preguntar sobre el hombre al que tenía que interrogar. Finalmente encontré una. -Disculpe.- Le dije al tiempo que sacaba la placa. -Policía de la Provincia. ¿Podría usted decirme la habitación de un paciente? Se apellida Robledo.-
La enfermera de guardia, una veterana treintañera, mira la placa y consulta en una computadora.
-Un momento por favor.... Robledo... tenemos varios ingresados con ese apellido. ¿Nombre de pila?
Hice un esfuerzo por recordar. Había oido el nombre del conductor en algún lado... pero, ¿dónde? Abrí la libreta para fijarme, pero tenía la costumbre de anotar solo los apellidos de las personas para abreviar, por lo que no lo tenía ahí. -Dejeme pensar.- Le dije a la enfermera. Estuve un minuto que casi tuve que rendirme. -Tal vez la mujer me pueda decir el nombre si le digo por qué fue ingresado.- Pensé. Estaba a punto de hacer eso cuando me fijé que la enfermera tenía sobre el escritorio un diario, una copia del Litoral de hoy.
Entonces recordé: el noticiero. -Hernan.- Dije automáticamente, acordandome de repente. -Hernan Robledo.-
Me tomé una libertad con eso del diario para poner de excusa que mi personaje no recuerde el nombre. Más que nada para rellenar un poco el post, que los estaba haciendo muy cortos hasta ahora.
Espero que no moleste.
-Ah si... +comenta, mirando la pantalla unos instantes.+ Esta en cuidados intensivos... Va a tener que hablar con el doctor Verana para ver si esta en condiciones de recibir visita. Deme un momento que le averiguo donde anda...
Toma un telefono y marca varios numeros. Espera...
-... hola, Cheli? Si, decime, esta Verana ahi?... ah bueno bueno, listo, gracias.
-Parece que el doctor esta en la oficina ahora. +te indica luego de colgar, apuntando a un ascensor que hay enfrente+ Tercer piso, puerta 24.
Tirada oculta
Motivo: ofi o ter
Dificultad: 5
Tirada (1 dados): 1
Éxitos: -1 Pifia
lo dejare pasar... esta vez.
Luego de darle las gracias a la enfermera seguí el pasillo hasta el ascensor para subir al tercer piso. Una vez ahí me encaminé por entre las puertas hasta que encontré la que tenía el número 24 en ella. Toqué dos veces y esperé para oir la respuesta.
El tercer piso es bastante mas callado que la planta baja. El ascensor te deja en el extremo de un lago pasillo, bastante austero y poco ornado. Ni tan siquiera hay sillas de espera. Solo oficinas, a derecha e izquierda, cada una con un numero y una plaqueta identificando al dueño. De algunas se oyen voces, otras estan en silencio. La que buscas esta casi al final.
Como varias otras, no tiene ruido dentro. La plaqueta sobre la puerta de madera informa que la oficina pertenece a
"Dr Oscar Varana, psiquiatra"
Al golpear, notas que la puerta esta entreabierta.
Tirada oculta
Motivo: mmm
Dificultad: 6
Tirada (1 dados): 3
Éxitos: 0 Fallo
A pesar de que la puerta estaba entreabierta, decidí no irrumpir en la habitación. Odiaba cuando la gente hacía eso en mi oficina, por lo que evitaba hacer eso. Me irritaba especialmente cuando lo hacía alguien de mayor rango al que no le podía decir nada (el comisario), que era casi siempre.
En lugar de eso, me limité a llamar al hombre desde el otro lado del umbral. -¿Doctor Verana?
No hay respuesta. Quizas salio un rato. En el pasillo estas solo, si bien es evidente que otras de las oficinas si estan ocupadas por los ruidos que se oyen. Hay que apechugar entonces, o entras, o esperas afuera o volver a la guardia a que te lo localicen mas efectivamente.
Al esperar un par de segundos y ver que tampoco contestaba, decidí que esta vez si era momento de abrir un poco la puerta. -¿Doctor?- Volví a llamar mientras la puerta se abría. No volví a llamar antes de entrar a la habitación. No tenía punto: obviamente no estaba. No se bien por qué entré. Supongo que pensé que encontraría el número de la habitación del paciente que buscaba o alguna otra solución mágica que me permita seguir avanzando.
La oficina dentro es bastante amplia y bien amueblada. Hay filas de archivadores nuevos a un lado, un gran escritorio con 3 sillones y un divan muy clasico... El piso esta alfombrado con gusto, dandole pinta elegante. Las paredes estan pintadas en color crema. Cosa rara en un medico, no estan llenas de diplomas, sino solo 3 o 4, y un par de cuadros sencillos de paisajes. Tiene las ventanas cerradas y el aire acondicionado prendido, lo cual provoca que halla dentro un agradable frescor. Otra puertita interna en un costado parece indicar un baño.
No hay rastros del psiquiatra. Tampoco hay mucho donde agarrar. El escritorio solo tiene una computadora, algunos utiles de libreria bien ordenados, un pendulo, y un par de fotos familiares.
Empecé a caminar por la oficina, mirando a todas partes. Me paré detrás de la silla del escritorio y miré la pantalla de la computadora, esperando encontrar algo de utilidad. Solo rezaba por que no llegue el psiquiatra y me encuentre revisando su PC.
Solo hay un indicador que pide "contraseña", y detras el logo de la ventanita que dice Windows. ¿Que tal se te da intentar meterle mano al trasto?
ahora seria un buen momento para tener al menos 1 punto en informatica.
¿Contraseña? ¿Qué era eso? A mi dejenme con el Word para hacer los informes y listo. A veces también jugaba solitario si estaba aburrido en la oficina.
Un poco frustrado, decidí dejar la computadora y volver a la recepción, pues al parecer no iba a obtener nada ahí. Bajé con el ascensor otra vez hasta que encontré a la enfermera. -Disculpe.- Le dije. -No pude encontrar al Dr. Verana. Su oficina estaba vacía.-
Si, pero cuando necesite investigación me voy a reir yo.
-Mmm... puede que halla ido a comprar algo de comer entonces. Fijese en la cantina. +te indica la mujer, despues de pensarlo un poco+ Siga aquel pasillo. Derecho, pase al otro edificio, ahi esta. Es un hombre de barbita y lentes, medio calvo pero joven.
-Gracias.- Le dije antes de partir hacia la cantina. Había un par de doctores y enfermeras, pero creía que si me fijaba bien podría distinguir al hombre. De última me pongo a preguntar por ahí.
La cantina esta donde la mujer dijo. Es un modesto bar realmente, con bastantes mesas y sillas como para 60 personas, pero solo hay unas veinte actualmente. Ademas, no hay muchos doctores merendando a esta hora, tal vez media docena con uniformes mecidos. Solo un par responden a la descripcion. Una rapida pregunta en la barra, identifica a Varana enseguida, hablando con una enfermera seriamente mientras toman unos cafes en el costado,
Me acerqué al hombre al que me habían señalado. -Disculpe, Dr. Varana.- Lo llamé. Al ver su cara me fijé que el tipo era todo un estereotipo a los psiquiatras: el rostro, el pelo, la forma de sentarse. Le presenté mi placa. -Policía de la Provincia. ¿Puedo hablar con usted unos momentos?
Mira la placa un instante. Hace un gesto a la enfermera, que se levanta, saluda con la cabeza y se retira, mientras el hombre te indica el asiento frente a el, ahora desocupado.
-Buenas tardes, oficial. ¿En que puedo servirle?
Luego de llevar a parte al docor le conté por qué estaba ahí. -Estoy buscando por un paciente suyo, que fue internado por un accidente. Hernan Robledo. Necesito saber si está en condiciones para hacerle unas preguntas.-
Escucha, y al nombre del sujeto, se acomoda en la silla, sentandose hacia atras.
-sssshh... si, Hernan Robledo.+sisea, asintiendo+... ingreso hoy despues de un accidente de transito. Es todo un tema. No esta muy lastimado, mas alla de algunos cortes, fisicamente esta en condiciones aceptables. Pero me temo tiene uno de los peores casos de shock post-traumatico que he visto. Francamente, lo tenemos atado, por su propio bien. No esta en condiciones de ver ni hablar con nadie.