Partida Rol por web

Su brazo libre contornea tus hombros, apretandote contra el con suavidad. Mantienen este abrazo calido e intimo por varios segundos. Luego la otra mano baja por el costado hasta que acaricia tu mejilla suavemente, rozandote las orejas primero, el costado, y hasta la barbilla y los labios al final, con delicadeza. Un mimo simple y sencillo, pero que trasmite mucho del afecto que siente por ti... Repite el gesto dos veces, antes de ayudarte a recostarte de nuevo, apoyando tu cabeza con suavidad sobre la almohada. Sus labios rozan tu frente. 

-Buenos dias. +susurra, antes de retirarse a su cama.*

El dia esta lleno de horribles sueños, de gritos, del prisionero sufriendo atrozmente en tus manos. Pero lo que mas aterra, es tu cara de placer, de como disfrutas infligir ese dolor... del monstruo en que te haz convertido.

El amanecer les despierta casi simultaneamente. Alfredo se reanima algo mas pronto, mientras tu te despejas.

-Voy a bajar a desayunar con Hector, y ver algunas cosas de lo que estuvimos averiguando anoche. ¿Prefieres reunirte con nosotros, o pido que te traigan algo de desayunar y te busco mas tarde?+pregunta mientras se viste.

¿Qué significan esas dos chinchetas? - dice señalando la chincheta amarilla junto a una roja, en uno de los puntos limítrofes del mapa.

O sea, que dicho de otra manera estamos minoría en contra de lo que tiene nuestro enemigo.¿ No se puede pedir ayuda a otras criaturas que no son vampiros? - decía con tono extraño. - La verdad que siempre he pensado que los vampiros son leyenda, ahora que soy una, estoy abierta a creer casi en todo.

Pienso que si hacen tanto mal el Sabbath, habrán otras criaturas que estén en su contra..¿ no ? .Ellos tienen las cosas esas extrañas que nos atacaron en el cementerio.¿ hay algunas criaturas que se puedan unir a la causa de ir contra ellos? - su voz era mas curiosa y llamativamente abierta a creer en casi todo.

-Esas cosas eran ghouls como mis hombres... solo que el Sabbat tortura y deforma a los suyos hasta convertirlos en monstruos. +explica con paciencia el primogenito.+ Podemos reclutar algunos mas entre los mortales de las fuerzas armadas locales, pero siempre es un riesgo.  En cuanto a otras criaturas para aliarse, hay tanto licantropos como magos en el principado, pero no funcionara. Los licanos no diferencian un vampiro de otro, todos somos aberraciones a sus ojos. Se los puede utilizar como arma desesperada en caso que debas huir..., nada mas. En cuanto a los magos, no suelen ser partidarios de involucrarse con nosotros. 

Asiente con ligera pesadumbre, inteviniendo pausadamente..

-En efecto, hay un par de Cultistas del Extasis en Santa Fe. Pero aun en el caso que los alejemos de las drogas lo suficiente para que entiendan lo que queremos, es improbable que accedan. Aunque podria hablar con Victor, no se pierde nada si el les habla. 

Luego responde a tu duda sobre las chinches juntas.

-Esto es el Palmar, una gran reserva natural. Los sabbat solian realizar muchos de sus ritae alli, alejados de la gente y en comunion con el bosque. Ahora es dominio de Natalia, la muchacha que supuestamente estaba de parte de Orlando, la unica Gangrel independiente aparte de el que puede ayudarnos. Aqui, en Diamante y en este otro (señalando la chinche roja libre, mas al sur que el resto) son los unicos lugares donde tenemos certezas de presencia Sabbat en tiempos pasados.

¿ el resto de la gente que se les encomendó, investigar sucesos extraños han dicho algo ? - había permanecido muy atenta a las explicaciones del Sr. Fernández y el Sr. Villarin.

Después de escucharlos y preguntar, ojea de nuevo el mapa.

En estos casos.. ¿ que medidas toman y que hacen ? - no lo decía en tono de no haber entendido nada, sino de afirmación para pensar en todos los hechos.

Esta claro que debemos buscar al resto de gente para que se una a la causa.Pero parece que el Sabbath ande un paso por delante.. ¿ por qué? - dice con claro tono de duda.

Cuando fuimos al cementerio, nadie lo sabia.En cambio esperaba un francotirador.Me imagino que como en las películas, los vampiros tienen lo que llamais Ghouls, asi que las cosas extrañas con las que nos encontremos, tiene explicación. - dice meditando las palabras... - ....pero, es demasiada casualidad que también nos esperase un francotirador.

¿ quienes sabían que íbamos a ir al Cementerio ? - su voz era honesta, buscando respuestas.

Duerme, no han sido sueños tranquilos, al contrario, y en esas pesadillas se ve así misma en esa fase que no conocía de sí misma, y le daba miedo. Ser vampiro no te transforma en sí, sino que aumenta tus propios defectos y virtudes, entonces ¿esa crueldad ya existía? Javiera  se daba vuelta en esas pesadillas descubriendo su aspecto más oscuro, más terrible hasta que logró despertar. Era de noche nuevamente y la voz de su sire la despierta, ya estaba vistiéndose.

- eh... - parece distraída y lleva sus manos a su cara para despejarla - me gustaría poder enviar al profesor a comprarme ropa y zapatos más adecuados - le dice encogiéndose de hombros, respondiendo otra cosa nada que ver con lo que preguntaba - y... prefiero..- no sabía que preferir, estaba aún muy ida - iré contigo, solo dame un poco para vestirme - va al baño cogiendo los enormes pantalones entrando al baño. Ahí mojaría su cara y se miraría al espejo, no podía reconocerse. Se puso los pantalones  y los sujetó con una mano, quería hacer un berrinche por las ropas, siempre le había molestado vestirse mal...

- estoy lista - se ató el cinturón y caminó descalza a la puerta.

Una vez abajo, encuentras que Hector y un par de sus hombres ya estan reunidos frente a un gran mapa de la region, en el cual hay un buen numero de chinchetas clavadas, mayormente verdes y amarillas, pero tambien 3 rojas. Tienen ademas varias botellas en una mesita del costado, de las cuales sirven en copas para desayunar. Ahora te quitas la curiosidad, en efecto es vitae, de un aroma intenso a la par que delicado. El coctel vampirico...

Alfredo te indica que vayas primero con el profesor a hacer tu encargo. El buen hombre esta en la cocina, picoteando una cena normal con el cheff, y escucha tus pedidos sin problemas. Todavia tiene algo de tiempo antes que las tiendas cierren, asi que sale pronto. Al volver a la sala, descubres que Sarah ya esta tambien alli, hablando con los dos antiguos, ambos cuales le responden con fria profesionalidad sus dudas.

En eso viene Javiera de la cocina, encontrandose al resto en torno a la mesa y el mapa. Hector no le hace ningun caso, contestando a Sarah informativamente, reforzando sus palabras con señales en las zonas que habla.

-Hay algunos datos recabados por los otros grupos. Al parecer todo apunta a la periferia de Santa Fe y Parana principalmente, como indicios de que se prepara una cruzada. Siempre han sido zonas conflictivas pero ahora hay varios casos de muertes sospechosas, desapariciones, e incidentes que pueden ser rupturas de la Mascarada. Por otro lado, hay muchas zonas de las cuales no sabemos nada. Es un terreno demasiado amplio. Si una banda sabbat ataca alguna granja, mata a todo el mundo y la vuelve su base, podrian pasar meses hasta que alguien note algo sospechoso. Mas ahora que tienen ayuda Gangrel. 

Al decir esto ultimo hay un ligero tono en su voz, que bien podria tomarse como recriminacion velada o acotacion severa. Nada de extrañar teniendo en cuenta el tipo de sangre de la muchacha.

-Lo que se hace en estos casos es formar pequeños grupos en torno a los puntos importantes y esperar. Siempre es mas facil defender que tomar la ofensiva. Tenemos la ventaja del terreno y los contactos con la sociedad mortal para manejar las situaciones donde la Mascarada. Solo hay que esperar a que salgan al descubierto y les marquemos. Pueden tener la ventaja belica, pero eso no sirve de nada si un comando de la policia entra durante el dia a allanar tu refugio.

-En cuanto a lo de anoche...+dice, mirando a Javiera e indicandole las botellas y las copas, para que se sirva+ eso lo aclaro el prisionero durante el interrogatorio del que no participaste. Cuando fallaron en el ataque a Orlando se dispersaron. Sabian que los buscarian en sus refugios conocidos y por eso nos esperaron con el potencial de fuego que consideraron adecuado para la emboscada de 2 o 3 vampiros...  De no haber tenido el respaldo de los hombres de don Hector, es probable que hubieran conseguido su objetivo. Subestimaron la ayuda local, uno de sus errores mas comunes. 

Al parecer todo lo tenéis bajo control, debería de no haberme "sobresaltado" en el cementerio, y esta "gangrel" haberse largado con Orlando a perseguir al prófugo - sin más que decir, se acerca a la mesa a tomar un trago, sabía que era sangre, pero que demonios, como si bebiese una copa de Whisky, necesitaba beber algo.

Había que tener narices, encima que la transforman a la fuerza, para que encima el pitorreo de "gangrel" en ese tono que bien conocía, pero cambiando "gangrel" con mujer.En las oficinas mas de una vez se las tuvo que ver, con hombres que decían "agente mujer" o "mujer", del mismo tono que el señorito Héctor Fernández había dicho "Gangrel".

La verdad que le daba una rabia tremenda ese comportamiento de los hombres en contra de la mujer, encima  que la transforman a la fuerza, encima era de un clan, grupo, secta o lo que quiera que le llamen, que parecía no tener "muchos amigos" entre los suyos. Hasta ahora , los pocos Gangrel que había oído hablar, estaban distanciados de todos los demás, incluso Orlando vivía aislado y solo lo respetaban, por lo que hizo en el pasado. Ahora tenía que cargar con otra carga mas, con el tema de ser una "Gangrel", como dice Héctor, que no era tan querido ese clan. A este paso la mataría la misma rabia, antes que cualquier otra cosa, ya sea vampiro, sabbath , sol o lo que leches sea.

Con una mirada deceptiva, mira a Javiera, mientras coge una copa de sangre y se la bebe como si ello fuera whisky, al poco dice una cosa a Javiera y permanece en silencio.

Tienes suerte de ser un Clan " Querido" - dice a Javiera después de tomarse una primera copa de Sangre -

Se encuentra con el profesor y le pide que le compre ropa si puede, que no puede seguir con esos atuendos tan incómodos, si hasta sin zapatos andabas y parecía una  chico de la calle,  con esas ropas tan grandes y descalza, el profesor le sonrió con un gesto muy afable, casi paternal y le dijo que le traería ropa, incluso le pidió un brasier porque ni eso tenía en ese momento, el hombre asintió y  comió un poco más de pollo lamiéndose los dedos y saliendo al trote, antes de que cerrara todo, Javiera sentía vergüenza de tener que hacerlo, pero el profesor ya había demostrado tener mucho tino con la ropa y calcular muy bien su talla.

Ya pronto volvería con las nuevas ropas, y vuelve a la sala, quedándose alejada del grupo, escuchando algunas frase al boleo de su conversación, más bien, el final de su conversación. El militar ni repara en ella, y Alfonso se muestra más protocolar de lo acostumbrado, Javiera se cruza de brazos, y espera poder seguir su camino hacia la habitación con una de las bolsas de sangre en las manos, debió dejar que Alfonso le llevara la comida a la habitación más cuando se da cuenta que la demente de Sarah está ahí, bebiendo sangre. Chasqueo la lengua y va a la mesita del costado, no la han llamado ni nada, apenas han reparado en ella, así que es mejor tomar eso, y desaparecer, cuando la chiquilla de don Orlando se mueve hacia ella para hablarle. Javiera levanta las cejas y suelta un suspiro, sirviéndose una de las copas con sangre. "piensa lo que quieras", se dijo mentalmente, dejando en evidencia la manera en que la ignoraba.

Lo que faltaba, ahora la señorita Javiera me ignora... - deja la copa con un golpe algo violento, pero sin querer romper la copa, en un tono de voz que solo escuchara la señorita encantadora y afortunada.

Al poco se acerca muy disgustada, pero intentando controlarse, hacia los señores Villarin y Fernández.

Esta visto que aquí no soy bienvenida, aun cuando quiero adaptarme. Me gustaría volver con los "mios", por llamarlo de alguna manera. Lo mismo entre "Gangrel" estoy mucho mejor y soy de mayor utilidad.- dice con un tono lo mas educado y tranquilo posible.

Si me dicen donde mas o menos puede andar Orlando, iré en su busca. Me imagino que tendré algo llamado "instinto", logrando encontrar a quien me creo, me imagino.- dice algo mas tranquila, pero aun disgustada.

Estaba claro la manera en que llamaba "Gangrel" a su persona, incluso el pasotismo de la señorita encantadora y afortunada, era mas por ser Gangrel que la manera en que había actuado. Estaba claro que su carácter chocaba, pero, ¿ que demonios ?, ¿ que esperaban de una mujer que ha tenido que abrirse paso en un mundo de Hombres,y en el FBI ?. Ella intentaba comprender en lo que le habían transformado ahora, ¿ pero ellos ? , ninguno, querían entenderla a ella. Solo la veían como " la nueva de la clase" y encima de un Clan no muy querido.

No entendía porque tenían tanta mania a los Gangrel. La única persona con la que había estado a gusto, era con aquel chico, ¿ se llamaba Bruno ?, aunque no recordaba el clan, era algo como Ventrue o algo así.

"¿en serio? no puede ser tan cara de raja" piensa Javiera, es que tampoco puede pretender que le rinda pleitesía luego de que intentara atacarla cuando intentó ayudarla. Que no joda y que no se haga la víctima, porque ni disculpas ha pedido por su intento. Javiera entornó sus ojos, y luego los hizo girar en sus cuencas para mirar a otro lado, debía recordar que la ignoraría, que la ignoraría, aunque ahora veía que estaba bebiendo sangre, al parecer por fin estaba reconociendo el cambio de su condición. "por fin", exclamó para sí, bebiendo un poco de su copa, sin acercarse al grupo, igual tenía algo de miedo de que el general le llamara la atención por andar cual niño vagabundo por su casa, pero la conversación era interesante y hasta que no llegara el profesor, no tendría  motivo para irse.

Javiera bebió un poco más de su copa de sangre, esperando que pudieran responder sobre el paradero de don Orlando, aunque quizás ya hubiera llegado, tampoco hablaban sobre doña Mercedes. AH!! cuantas cosas!!  exclamó para sí, aunque la joven mantenía una estoica postura en un rincón, atenta a los movimientos de los presentes.

Entrecierra levemente los ojos, poniendo ambas manos en la espalda en actitud contemplativa.

-teniendo en cuenta que la mayoria de los Gangrel de la provincia hoy son parte del enemigo, la unica utilidad que podria tener contra ellos sera enfrentandolos, jovencita. En cuanto a lo otro, por desgracia, no es el caso que dispongamos de tal sentido. Pero algunos de mis hombres han vuelto al cementerio durante el dia y esperaran a don Orlando, el cual seguramente habra dormido bajo tierra. Tan pronto lo encuentren le traeran de regreso. 

Sus claras pupilas se tornan frias de improviso.

-De momento, vuestro proximo cometido sera llevar al prisionero a Santa Fe, Diego querrá verlo. Ustedes 3 estan adjudicados a su dominio, por lo que tambien a su grupo. Si se les asigna pertenecer a las unidades de defensa o de control de daños, sera alla.

Por mi no hay pegas, pero soy turista a efectos.No se donde están muchos sitios.En cuanto al prisionero, atarlo muy bien.Y también hacer algo para evitar transformarse ya sea en niebla o animal, como las antiguas películas.Creo que algo me comento Guzmán sobre eso. - dice ya mas tranquila, pero algo molesta por el trato que le daban.

Yo estoy lista para salir, en cuando se asegure al prisionero.No me gustaría llevarme una desagradable sorpresa a mitad viaje.¿ se han asegurado sus hombres que no tenga ningún dispositivo de seguimiento?.La verdad que no me fio mucho que sorpresa nos pueda dar el prisionero, en su camino para que lo vea Diego. - ultima al decir.

Ella lo sabia muy bien.Muchas veces soltaban a un sospechoso libre, pero con algún dispositivo de seguimiento o una patrulla que lo seguía, para descubrir a donde iba o con quien se encontraba.

Los antiguos solo sonrien enigmaticamente. Parece que eso no les preocupa demasiado... Asi que en pocos minutos estan en el patio, donde dos de los soldados sacan al gangrel. Su cuerpo desnudo presenta numerosas manchas, aunque pocas heridas visibles, un recordatorio de sus poderes. Las excepciones son las poderosas marcas de garras que dejo Orlando en su pecho... y una estaca que le atraviesa el corazon. Es la misma tecnica usada para traerlo. Aparentemente tienen mucha confianza en la misma, puesto que no le han añadido esposas ni cadenas. De hecho el prisionero esta totalmente paralizado, casi como una tabla, y debe ser manipulado como tal por los hombres. No hay rastros de que en sus ojos brille la conciencia ni nada parecido.

Barros apenas alcanza a volver cuando le encajan el prisionero en su baul. Ninguno de los hombres paranaenses les acompañara en el regreso, asi que Alfredo, Javiera y Sarah deberan volver juntos en el auto del profesor. Este ya tiene algunas prendas de las encargadas pero tendran que esperar a cambiarse en Santa Fe, hay prisa. El Principe esta esperando esta entrega...  Asi que pronto parten, con apenas una despedida seria de aquel hombre que les produjera encontradas emociones, Hector. La ciudad de Parana queda pronto atras bajo la experta guia de Barros, y enfilan por la oscura carretera hacia Santa Fe, una vez mas...

En poco mas de una hora, llegan a la ciudad. Pero esta vez no van al teatro. En vez de eso, Barros dobla en los puentes hacia la derecha, yendo por una bella costanera junto a la laguna. Finalmente dobla de nuevo por una calle llamada Javier de la Rosa, avanza otras calles y detiene la marcha. A vuestra derecha esta un imponente edificio, que ocupa toda la manzana. Su fachada no deja lugar a dudas sobre que es.

Las imagenes de los santos y la Virgen les observan mientras descienden del auto. La basilica es enorme en alto y en ancho, pero tambien impone en algo mas. Quizas sea vuestra imaginacion, pero es como si el lugar... repeliese vuestra naturaleza. Pero si se supone que las cruces y eso no funcionan... ¿no? Al ver de nuevo la Iglesia y la cruz en lo alto, algo os hace pensar lo contrario

Subieron a esa criatura  al baúl del automóvil, volverían donde el príncipe y no había que ser demasiado listo para saber porqué razón el primogénito de su casta no iría, no se fiaba de nada, ni ella tampoco. Antes de irse lo queda mirando, pero no dice nada más, sólo se cruza de brazos y camina hacia el auto subiéndose detrás. Ese hombre había sacado lo peor de sí misma, lo más oscuro y siniestro.

Arriba el automóvil, estaban las ropas que había pedido al profesor, y se cambio de ropa ahí mismo, incluso con Sarah a su lado, y dijera lo que dijera, le daba exactamente lo mismo, Se colocó los pantalones más apretados y que eran de su talla,  sin sacarse la polera que llevaba se colocó sel sostén y luego se puso, el peto de color azul que le había comprado el profesor, también le había traído un par de zapatillas "chapulinas", el profesor recordaba como se vestía en la universidad sin lugar a dudas. Eso le causó gracia, que recordara como era cuando era joven. Se ata el cabello con la liga que siempre tenía, además, tanto roce con niñas le había mejorado mucho el gesto con la ropa.Ya lista, miró de reojo a Sarah que seguía con la mis ropa del ejercito, y se recostó en el asiento a ver el camino. No podía alejar de sí las pesadillas y lo que pensó en esa noche, lo que hizo, esos pensamientos la atormentaban. 

Llegando a Santa Fe, esperaba llegar al teatro, pero no fue así, era la catedral, la cual observó desde el auto hasta cuando salieron se pararon ante ella. No pudo negar que era inquietante pero al bajar del automóvil, respiró el aire  puro de  la noche, estirando un poco sus músculos. La inquietud se detuvo y estaba listo para entrar.

- ¿cómo lo haremos entrar? - preguntó a su maestro, siempre manteniendo distancia de la  chiquilla de don Orlando, estaba preocupada del guacho que no tenían noticias de él aún.

-Las puertas estan abiertas... +dice, mientras va al baul y lo abre, mirando al gaucho estacado adentro con un suspiro. Se cruza de brazos, reflexivo.+ Es un monumento historico, pero tambien mucho mas, y por ende esta bajo control... incluso es un Eliseo, lo mismo que el teatro. Aunque no lo creas, no son pocos aquellos de los nuestros que buscan paz mental en la religion, asi que esta, la mayor iglesia de la ciudad, fue declarada asi para que puedan venir a rezar sin problemas.

Parpadea levemente

- ¿Da para pensar, no?. Despues de todo, nosotros existimos, los licantropos, los magos, y segun dicen tambien los fantasmas, demonios y otros seres miticos... ¿Porque no va a existir Dios entonces? Hay que coincidir en que incluso el racionalismo mas ferreo se tambalea luego de ver cuantas cosas sobrenaturales resultan ser verdad.

Sarah veía como sacaban aquella criatura , que mas que a lo que se enfrentaron antes, daba la impresión que era un maniquí, de lo rígido que estaba. No dijo ni hizo comentario de mas, cuando mas pronto lo llevaran, mas pronto, podía terminar todo.

Al llegar al auto, aun dudaba si la dejarían entrar con ellos. Con Javiera, su "maestro2 por así llamarlo, pero ya tenia clara dudas que no fuera algo mas para la encantadora. Sus ropas permanecían siendo las militares, pero mas limpias y al parecer le quedaban mejor. No perdió detalle de lo que comentó el señor Villarin, sobre Dios y las criaturas paranormales o sobrenaturales, solo pudo decir por debajo, "¿ por qué no ?".

El viaje parecía el mismo de cuando fueron al teatro, aunque con la variación de que no se dirigían hacia allí, sino a una inmensa catedral. Le daba la impresión que se iba a sentir incómoda, al recordar las viejas películas. Pero no, se sentía bastante aliviada y tranquila con esa visión.

Barros queda afuera otra vez. Al parecer, es noche de solo-vampiros. Alfredo saca el cuerpo del baul y lo deja en el suelo. Por un asunto estrictamente protocolar, son ustedes dos quienes deben cargarlo. Ser mujeres no las exime de pagar piso como cualquier otro...

La basilica esta abierta en efecto, aunque ya mas cerca de la puerta principal, notan a dos de los "monos" de negro, los guardias de Diego, vigilando el lugar con sus armas automaticas. 

No tienen problemas al franquear la entrada. Adentro, la enorme basilica se encuentra casi desierta. Las largas hileras de bancos desocupados se extienden por varias decenas de metros, hasta la gran nave y el altar al fondo. El lugar huele a incienso, lavanda y frescos productos de limpieza. Todo resplandece en su blancura santa. Pero aqui van 3 condenados por el pasillo principal, cargando a un cuarto desnudo e incapacitado, como si nada...