Partida Rol por web

El hombre que mira a Sarah, solo menea la cabeza negativamente a la muchacha. Hay lastima en sus ojos azules, pero apenas una pizca. Se encoje de hombros con indiferencia.

-Cree lo que desees. +responde en ese tono suyo, suave y calmado.

Mira a un lado en eso. La camioneta esta viniendo despacio entre las tumbas, con cuidado, pero Javiera viene a pie, corriendo con rapidez."-Alfredo, rápido, hay que cargarlos." +exclama la chica. Nota que no ha arrimado los demas cuerpos y Sarah sigue alli tirada, con sus heridas sin cerrar. No sera de ayuda. Villarin, tranquilo como siempre, hace una seña hacia el costado.

-Trae a la mujer... No olvides la cabeza. +le indica, mientras el va por los soldados que faltan.

Asiente sin rechistar, como si se tratara de una niña buena - se escuchan sirenas - acota, en un rápido  murmuro, aunque imagina que ya las debió escuchar. Va donde habían combatido antes, y busca la cabeza de la araña y la recoge de los cabellos, nunca imagino que tendría tal indiferencia a esas cosas, a seres cortados, a sangre y vísceras,  pero la condición de vampiro había templado sus sentimientos y emociones.

Ahora se devuelve y llega donde está Sarah y la jala de un brazo simplemente - debemos irnos- esperaba que no comenzara a protestar, o hiciera uno de sus números,  ella misma no estaba de humor para ese tipo de cosas. Paso el brazo de ella por sus hombros, y la sujetó, veía como tenía que sostener sus vísceras y se preguntó si un vampiro podría vivir sin ellos,  quizás sí. La condijo hacia el auto.

- ¿donde está don Orlando? -  pregunta en voz alta a medida que se acerca a donde estaba la camioneta a punto de partir, y se preguntó donde subir a Sarah, temía que le hiciera daño al profesor si se quedaba demasiado cerca de él.

Trae arrastrando al soldado que le dieran en la cabeza, el ultimo. Dista mucho de ser un espectaculo agradable. Con poca ceremonia lo deposita junto al vampiro estacado, mientras el profesor termina de arribar, con la camioneta de cola. 

-Sigue cazando al tirador, al parecer... +responde+ No importa, no podemos esperarlo, y de todos modos no se me ocurre quien podria desenvolverse mejor por su cuenta en esta zona. En fin, ve cargandolo todo... 

Va por el ultimo soldado, el que cayera junto al otro mausoleo y se le escucha maldecir levemente. Se lo calza al hombro al traerlo, de la misma forma que tu a Sarah.

-Este todavia vive...+murmura. En efecto, el militar tiene un feo dispero en el pecho, pero es arriba de la zona vital. Todavia respira entrecortadamente. Javiera lo reconoce como el mismo soldado que acabara con la mujer-araña. Alfredo le apoya contra la camioneta y con los dientes se abre la muñeca, dejando fluir la sangre. Apoya luego la herida en los labios del tipo+ Traga muchacho, traga...+le ordena suavemente, ayudandole a abrir la boca.

Tragó saliva observando la escena, era la adrenalina - figurativamente hablando - eso impedía que gritara como una histérica o algo asi por ver esos cuerpos despedazados y la sangre corriendo, pero ahora que veía a Alfredo alimentando al soldado, se preguntaba si lo estaba transformando o sólo lo estaba sanando, ¿cual era el límite?, ella no recordaba mucho de su propio abrazo,sólo la luz intermitente del foco que fue perdiéndose mientras la vida se le iba.

- bebe de mí - le dice a Sarah, y la apoya en la camioneta - es la única forma que te recuperes - llevo su muñeca a sus labios para morderla y la acercó a los labios de la vampiresa - bebe y salgamos de aquí...

Al otro lado, el soldado tose un poco al principio, atragantado, pero pronto esta bebiendo con desesperacion la vitae que le aporta Alfredo, mientras su herida se cierra lentamente... Ahora todos escuchan con mayor claridad el eco de las sirenas reverberando en la noche costera.

El profesor se ha bajado del auto por su cuenta, mientras los dos Brujah tratan de sanar a los heridos, y de alguna forma el hombre mayor se las arregla para subir el cuerpo del primer soldado al baul. Pero se hace patente que no van a entrar todos en el cofre la 4x4... El de la mujer araña vale por dos y el de la armadura tambien es algo mas que la media. Tendran que ocupar los asientos.

La miro con desprecio.

- Si tanto te gusta, bébetela tu. Eso es asqueroso.

Me apoyo en la camioneta. Y ahora que quiere ¿no podría irse a freir monas? Observo al tipo este... ¿qué hace el soldado?

- ¿Por qué tenemos prisa ahora?

- ufa... que testaruda eres, comprende que eres un vampiro, y sólo con sangre te curaras esas heridas- exclama y se pone de pie, que muchacha más insoportable - se escuchan sirenas, debemos partir, sube al auto, o te quedarás aquí- le ordena de nuevo y va donde Alfredo para ver si puede ayudarlo en algo.

Saco las garras y trato de darle un garrazo donde pille. 

- ¡No vuelvas a darme una maldita orden! - cabreada y al borde del frenesí.

La garra de Sarah alcanza a cortar un tajo en el pantalon de Javiera, aunque sin lastimarla por los pelos...

Siente el rasguño, y se gira, la loca la había atacado, y su cara mostró la más pura furia, pero debía calmarse, si perdía el control, sería un problema para todos- imbécil ¡¿estas loca?! - exclama  dando unos pasos hacia atrás, se juró así misma que si volvía a hacer algo así, la dejaría atada a algun árbol para que viera el amanecer.

- Alfredo, encárgase  de esta demente por favor, me acaba de atacar - llamó a su sire, y llevó su mano a su cuchillo sacándolo y colocándose en posición de defensa, hasta donde sabía era aliada, pero de eso, poco tenía.

- ¡Pues no vuelvas a darme una órden, idiota!  - echo la mano a la pistola para defenderme. Maldita sea, había logrado sacarme de mis casillas. ¡Que se meta su sangre por el culo!

- Eso llama a tu papaito - mirandole y controlando a ambos. Estaba demasiado cansada para discutir, pero esta tipa me había tocado la moral. Alguien debía bajarle los humos.

Alfredo deja al soldado, el cual esta murmurando por lo bajo "gracias, gracias", con una pelmada en el hombro... Da la vuelta a la camioneta y ve a Sarah apoyada tratando de echar mano a su pistola, mientras Javiera esta a un par de pasos con el cuchillo en mano. Nota brevemente que hay un desgarro donde antes no, en el pantalon de su chiquillla. Las dos parecen listas a comenzar una pelea entre ellas, a pesar de las heridas de la primera y la situacion en que se estan metiendo...

-Por Dios...+masculla+... esto es inconcebible.

Con paso firme avanza, mirando a Sarah con seriedad. Sus ojos brillan en un rojo furioso. Algo en el interior de la malherida muchacha se estremece ante la presencia del vampiro mas adulto...

-Deja eso y comportate, niña! +dice con una sequedad que incluso sorprende a Javiera.

Iba a darle una bofetada a la mujer, a ver si así entraba en razón de que debían irse de ahí y que bebiera sangre, tampoco es que lo fuera a hacer de manera amable, porque la chiquilla de don Orlando no se lo merecía por su constante actitud peleonera, Pero javiera no se dejaría atacar, y al ser apuntada con el arma llevo su otra mano a su arma para también apuntarle, pero su aire apareció y puso esos mismos ojos que viera antes de ser mordida, pero esta vez no estaba así por el hambre, sino por el hastío de la malcriada actitud de la mujer. En silencio guardó sus armas y se puso al lado de Alfredo.

- ¿están todos arriba? - le preguntó de manera de dejar ver que había temas más importa es que pelear con una mujer que mostraba una actitud tan pueril, aunque le dejaba el beneficio de la duda, podría estar histérica por lo que habían vivido, y de ahí que se comportara así. 

Javiera fue donde el soldado que había sido tratado por Alfredo, dando por terminada la conversación con aquella mujer, y ayudó al hombre a subir a la camioneta. tendría que irse al medio, cerrando el paso a Sarah del soldado y de Barros. 

- ¡Pues dile que no vuelva a tratar de darme una orden o la proxima no respondo! - le contesto de mala gana al tipo ¿qué es lo peor que puede hacerme? ¿Matarme? No se atreverá.

-Obedecerás cuando se te lo solicite. +responde cortante+ Tu existencia depende de la utilidad que demuestres tener, así fue decretado. Si te vuelves un problema, como tal seras tratada.

Hace un gesto corto y directo hacia el hombre con la estaca en el pecho. Luego apunta al profesor y Javiera, pasando de Sarah para enfocarse en la circunstancia mas apremiante.

-Terminemos de subir los cuerpos a esta. Ustedes dos y el hombre de Hector vuelvan en el auto. +indica, volviendo a hablar en un tono de voz mas normal en el, aunque todavia autoritario. Seguidamente se pone con el de la araña, el mas grande, apartando a Sarah para meterlo no en el baul sino en el asiento trasero de la 4x4.

NI eso intimidaba a la chiquilla de don Orlando, Javiera debió volver a optar por la táctica de antes, ignorarla, sí, simplemente ignorarla, porque tomarla en cuenta, en ese momento, no era provechoso para nadie, pero si le dio miedo como le habló Alfredo, considerando que si ella actuara de esa manera, sería tratada de la misma manera, y con lo que ya había estudiado de su nueva condición más la instrucción de su sire, se daba cuenta de lo sencillo que sería terminar con la vida de un neonato. Así que sin más asintió a su sire, y lo ayudó con los cuerpos que faltaban y fue donde el soldado herido para subirlo al auto, esta vez, adelante, aún no se confiaba de la posibilidad de esa resistencia de la chiquilla de beber sangre, y no quería que le saltara al cuello al pobre hombre. Si hasta a ella le daba hambre tenerlo cerca.

Agarró y ayudó al hombre, y lo sacó del cementerio, el podía caminar, era asombroso lo que podía hacer la sangre de los vampiros en un humano. Abrió la puerta del copiloto, y subió al soldado, y ella se subió al automóvil, dejando en evidencia que no iba a volver a  ayudar a la mujer a subir al auto, ella se había quedado en el cementerio, cerca de la 4x4, por ella, que se quedara ahí, con sus tripas al aire. 

- ¿te encuentas mejor? - se inclinó hacia delante preguntándole al soldado - ya saldremos de acá - era curioso, ya en ese momento se había olvidado que esa persona tenía las ropas de los hombres que tanto odiaba.

Asiente quedamente, apoyando la cabeza en el respaldar. Todavia se tapa la parte superior del pecho con la mano, como conteniendo una hemorragia, pero esta mucho mas consciente y tranquilo.

-Si... +su voz es joven, cosa que la cara pintada no permitia saber+ ... me salvaron. Gracias. Muchas gracias...+dice. Seguidamente pregunta, con apenas un temblor en la voz+ ¿Los otros muchachos,... y el enemigo? Vi los cuerpos pero no los conté...

Mientras habla, Barros se acomoda de nuevo en el asiento del conductor, algo agitado, empezando a trastear para arrancar. Pero sus miradas van hacia el cementerio y la 4x4, esperando por Alfredo al parecer...

Se encogió de hombros, y llevó su mano a su hombro, masajeándolo un poco, a veces era agradable darse cuenta que su condición humana no se ha extinguido del todo, aún puede sentir compasión hasta aprecio por un humano, aunque no en la misma intensidad ni en el mismo nivel que antes, era más bien como un recuerdo que era recreado en esos momentos.

- los enemigos fueron... fueron abatidos, pero creo que de tus compañeros eres el único que sobrevivió - le sonríe en un verdadero gesto de pesar, quizás eran amigos, colegas, y lamentará sus muertes - lo lamento mucho..- apretó un poco más su hombro y se separó de él para ver hacia atrás, esperaban a Alfredo, o  la misma Sarah, porque no sabía quién iba a conducir la 4x4.

- ¿esperamos a Alfredo? - preguntó al profesor, volviéndose a girar para mirar hacia tras, ya quería irse, no sabía cuanto demorarían en llegar los policías. Luego se dio cuenta que de seguro esperaban ver las luces encendidas para ya comenzar a avanzar.

- Y una mierda voy a obedecer y menos a esa rata de biblioteca - señalando a la chiquilla - No es más que una recién creada y lo escuché en la conversación en el Teatro - altanera - No responderé a sus órdenes y si vuelve a hacerlo, se quedará sin cabeza.

-Entonces te destruiré. Aunque considerando que esa "rata de biblioteca" lucho mejor e incluso te salvo, dudo que deba preocuparme. No eres una amenaza para nadie, solo para ti misma. +indica despectivo, mientras sube a la camioneta y se pone al volante. La unica puerta que ha quedado abierta es la de atras, con el deforme cadaver decapitado de lo que al parecer era una mujer. No parece que vaya a ayudarte a llegar al otro lado, aunque en el de acompañante esta un bolso, como asi tambien las armas de los caidos.