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Warhammer 30.000: La Gran Cruzada

Trasfondo

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24/05/2018, 14:08
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Serna d´Angelus tenía unos aposentos lujosos con olor a todo tipo de óleos y pinturas. Había lienzos por todas partes; algunos de ellos eran famosos en el Imperio, y muestraban la victoria de Jrun, el acatamiento de Tanith o el encuentro de Eon con la Araña de Marte en las lunas Júpiter. Los más recientes eran mucho más inquietantes. Corsarios Estelares combatiendo a monstruos serpentinos; Eon de Sycorax son una luz extraña en los ojos que parece seguir a quien los contempla; piezas abstractas que sólo podían ser el Empíreo.

La pintora era hermosa, de facciones delicadas, aunque cubiertas de sombras.

-Yo... mi señor- se arrodilló ante Vulkor, asustada-. No me atrevía a esperaros...

Tiembla, helada por la situación.

-Si vos estáis aquí él sabrá que os he ayudado. Llevadme con vos, por favor, o me matará. Llevadme a vuestra nave -dijo mirando a los legionarios, esperando una escolta.

-Vuestro hermano está en la cámara contigua, Magnar Vulkor. Si puedo pediros algo... no lo matéis. 

 

 

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24/05/2018, 14:16
(Legio XVI) Eon de Sycorax

POCO DESPUÉS

Eon estaba resultando muy escurridizo. Los Portadores de la Agonía habían aprovechado su red de contactos en el Apotecarion de las legiones, pero ni siquiera los Corsarios Estelares parecían saber dónde estaba su primarca. Qyl Aman, su legendaria fortaleza pirata, estaba vacía según los rumores. Si había partido hacia el infinito, tenía la Galaxia entera y toda la astucia de un pirata para esconderse.

Eon, a quien Aegror había visto hacía tan poco, se había convertido en un fugitivo. En un renegado. ¿Qué consecuencias tendría algo así para el Imperio? ¿Significaba aquello que la esperanza del Corsario se había apagado del todo? ¿Se había convertido en un loco como Elan o Artanius?

Y luego estaba el sueño...

Aegror detestaba a los alienígenas. Pero por algún motivo seguía soñando con esa ciudad dorada, con esa puerta sobre la que se encontraba el Emperador, desde la que dirigía a sus legiones a través de unos corredores que apestaban a xenos. Las naves se movían por los pasadizos etéreos de aquella... Telaraña. 

¿Qué era aquel sueño?

En una de las duermevelas del primarca, Aegror escuchó una voz susurrándole. Una voz familiar.

-Señor de las Máscaras, hermano mío. ¿Por qué no regresas? ¿Por qué no juegas al juego de Padre en Ullanor? ¿Por qué me sigues?

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24/05/2018, 14:26
(Legio XVI) Eon de Sycorax

ESA NOCHE

En los breves sueños intranquilos de Duncan, llenos de fantasmas de hijos muertos, los ojos verdes de aquella criatura le seguían, vigilantes. Era una presencia antigua, protectora y triste. Con un poder similar al de los psíquicos, pero más puro, sin manchar por las tinieblas del Sha´eil, como lo llamaba Eon.

Estaba en una cañada, en el bosque más verde del País de las Brumas. La niebla era densa, pero dejaba ver los troncos, las enredaderas y las hojas, la vida fluyendo por todas partes.

Y aquellos ojos verdes seguían al primarca mientras caminaba por aquel hogar onírico.

Una voz familiar cantaba entre los árboles; un susurro psíquico que penetraba en las defensas de Duncan, pues apelaba a su corazón.

-Isha vela por ti, hermano. Ha llorado a toda su raza y entiende tu tristeza. Ella me ha dado la fuerza para poder alcanzarte. Duncan, ¿me oyes?

 

 

 

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24/05/2018, 14:50
Vulkor Señor del Legado Oscuro

Magnar asintió más para si que para aquella mujer, no pensaba matar a su hermano pequeño en parte se sentía culpable. Tal vez hubiera sido su charla anterior en el Observatorium la que había alimentando la malsana curiosidad del navegante, quien habría metido las narices más allá de los limites de su mente. El Empíreo no responde ante quien le observa sino que se habría nutrido en los miedos e inquietudes que anidaban en la mente de su hermano.

Sin más hizo un gesto a la mujer para que se retirara junto a los lealistas y ordenó a los suyos que esperasen fuera, solo acudirían a su llamada mediante una palabra clave por mucho que oyeran. Con esto Magnar se adelantó para entrar en la estancia en busca del corsario, primero quería ver si podía salvar como mínimo su alma. Miró por ultima vez los cuadros en busca de un patrón o una pista sobre lo que pudiera estar afectando a Eón.- Hermano, he venido a verte pues temo por ti¿qué te ocurre?-se presentó sin más, no quería sorprenderle ni asaltarle sin previo avisa. Quería dejarlo hablar para tratar de comprender el mal que le afligía.

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24/05/2018, 17:12
Duncan Thorne Brodie

Duncan caminaba por las frondas, intranquilo y con peso en el corazón. El peso de hijos y hermanos perdidos, de fracturas que profundizaban con fuerza entre los primarcas y que no sabía como podía sanar. En el paisaje onírico, recordatorio de los bosques druidicos del hogar, donde los psíquicos que adoraban a los espíritus de la naturaleza realizaban sus rituales, donde él cazó, rió y luchó contra cosas que no deberían existir y sus siervos, escuchó aquella voz.

Alarmado, miró a un lado y a otro.

-Te escucho, pero no te veo. ¿Qué es esto?

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28/05/2018, 14:56
Uliq deNugnat

La conquista de Ullanor Prime

Uliq lo observaba todo desde la nave Shirnak. Desde la órbita de Ullanor Prime la visión de cuatro legiones casi al completo era impresionante. Un contingente formado por los Corredores del Sol, los Portadores de la Agonía, los Caminantes Silenciosos y por supuesto la Tempestad Imparable.

Los Primarcas habían dejado todo en mis manos y no podíamos fracasar. El plan trazado por Radius estaba extremadamente estudiado. Nada debía fallar. Cuando las naves empezaron a descender el ojo biónico de Ulriq empezó a captar multitud de señales, parecía que los informes no eran del todo completos. El color del agua que inundaba los mares tenía un cierto toque verde como si esos sucios seres habitaran también las profundidades. –¡Hay más de los previstos! –gritó por el comunicador, ya no podían echarse atrás.

La sonrisa iluminó el rostro de Ulriq cuando los satélites defensores comenzaron a actuar de manera extraña, algunos funcionaron mal, otros se disparaban entre ellos, las bajas antes de aterrizar fueron mínimas. Ulriq descendió junto a sus tropas con un puño de combate en la mano. Cientos de sargentos capitaneaban las tropas en el mayor despliegue que la humanidad había realizado en ningún planeta hasta la fecha. La casi totalidad de la Tempestad Imparable estaba presente en el planeta, si algo iba mal podía ser el fin de la legión, aun así, Ulriq había dispuesto las tropas para que las mayores bajas las sufriera su legión. Una cosa era contar con apoyos y otra sacrificar tropas de hermanos.

Los gritos de guerra de la legión acompañaban su avance entre todo tipo de disparos –¡Emperador! ¡Crea! ¡Destruye! –se oía por todos lados. Nunca se habían visto tantos orkos, llevaban máquinas de guerra tan grandes como titanes. Había decenas de millones, más de los previstos. Uliq tragó saliva, esperando que el plan de Radius causara su efecto final. No había tiempo para pruebas –¡ahora –gritó el Primarca mientras sus soldados avanzaban destrozando todo cuanto les rodeaba. Los orkos se encontraban completamente descoordinados, confirmando que el plan de Radius había tenido efecto.

Cuantos más orkos caían, más orkos se rendían y más crecía el fervor de los astartes. Los Caminantes Silenciosos avanzaron despedazando a sus rivales de una manera sobrecogedora, casi inhumana. Ulriq avanzaba junto a los suyos, no era habitual ver al Primarca en el campo de batalla pero esta vez actuaba impulsado por una necesidad. La sangre verde inundaba su puño de combate y su arma echaba humo. De pronto, una vez hubieron cercado la capital mandó detener el avance.

Informad que despejen la base militar capital –por indicación de Ulriq las cuatro legiones formaron un perímetro alrededor de la base militar. El bastión defensivo final se encontraba ahí, un titán más grande que el que hubiera visto nunca protegía la zona. –En silencio, los Grakt –indicó el Primarca por su comunicador. Varias lanzaderas oscuras, sin ningún tipo de distintivo, sobrevolaron la zona. Varias estallaron en el aire, pero muchas otras lograron aterrizar y despejar sin ser derribadas. Los soldados de la Tempestad formaban un enorme perímetro de millares de soldados apuntando hacia el bastión. Tras unas pocas horas, el titán pareció perder fuerza en sus apoyos y se desplomó derribando varias cúpulas, cientos de explosiones parecieron mandar algún tipo de señal solo conocida por la Tempestad Imparable. –Informad al capitán Benz’ma que bombardee la base militar hasta su desaparición completa –informó Ulriq al sargento Doe.

Ulriq abrió la comunicación para que todas sus tropas le oyeron –Ullanor Prime es nuestro –comunicó a todas sus tropas, le gustó decir la palabra “nuestro”. El grito entre la legión es unánime mientras el recluta Bale hace hondear el estandarte del águila. –El trabajo no ha acabado, asegurad la zona –hasta dentro de unos días el planeta estaría vedado al resto de legiones. La Tempestad agradeció el trabajo de sus hermanos y los observó marcharse antes de comenzar las tareas.

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28/05/2018, 15:02
Uliq deNugnat

Aegror parecía comprender perfectamente la preocupación de Ulriq.
No parece contaminarse a otra fauna que no sea el ser humano… o astartes. Es muy virulento así que por desgracia es fácil de encontrar alguien contagiado –me volví de espaldas y tecleé en la pantalla –parece que tenemos ahora mismo seis hombres y tres mujeres en aislamiento, en mayor o menor grado de contaminación –.
No me volví, seguí tecleando… –a veces… –tragué saliva, aquel pensamiento era peligroso –a veces pienso que todo está creado con algún propósito y no es necesario erradicar, quizá contener podría ser otra palabra usada, quizá convertir también. Si lo pudiéramos contener y usar… a lo mejor no hablaríamos de contaminados y no contaminados, sino de soldados de un tipo u otro… –tras acabar la frase me volví.
El ojo biónico relució fuertemente y tras unos largos segundos continué –al servicio del Emperador, claro –. El discurso con menos oídos presentes había cambiado ligeramente.

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28/05/2018, 21:21
Aegror (Legio IV)

Los sueños, predicciones, visiones... todas esas cosas incomodaban a Aegror. Los poderes psíquicos eran un hecho, eso no se podía discutir, pero había una base científica y lógica en ellos. Y eran fáciles de clasificar, por mucho que la gente se empeñara en rodearlos de un aura de misticismo y magia. Resultaba fácil determinar el alcance de los poderes de un individuo en cuestión, y así tener una idea bastante aproximada de su poder.

Estos sueños... esto era diferente. No se parecían a las visiones o pensamientos que transmitían los psíquicos. Al fin y al cabo el mismo Emperador tenía poderes mentales, y todos los primarcas estaban acostumbrados a las sensaciones que producían incluso aunque ellos mismos no tuviesen esas capacidades.

Llevaba tiempo intentando encontrar a su hermano Eon. Había utilizado todos los medios disponibles a su alcance, todos los conocimientos, estrategias o incluso argucias y engaños de los que se había valido en tantos años como científico y político... y aún así  no había resultados. Eon seguía desaparecido, como desvanecido en una de esas fantásticas historias que tanto le gustaba contar.

Sin más opciones, un día el primarca de los Portadores decide usar la única pista que tiene, y habla en sueños con su hermano:

-No hay castigo ni agresión en mi búsqueda, hermano. Sólo necesidad de conocer la verdad. ¿Dónde estás? ¿Qué es tan importante que te ha apartado de todo y de todos? Déjame entender el porqué.

Notas de juego

Coñe, que no había visto el post. Siento el retraso.

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28/05/2018, 21:31
Aegror (Legio IV)

Todo puede ser contenido o usado si se entiende apropiadamente. El peligro no es el conocimiento, sino el no estar preparado para usarlo. Las palabras de Aegror son completamente neutras, carentes de cualquier emoción. Constata hechos, como suele gustarle hacer.

Si sólo se transmite a humanos entonces el enfoque debería ser ligeramente diferente. Quizás podríamos encontrar alguna mutación o variante que afectase sólo a orkos, o a eldar, y tendríamos un arma importante en el caso de enfrentarnos a alguna de esas razas. Quién sabe cuántos orkos infestan la galaxia, y cuándo se decidirán a atacar... Aunque no se le puede ver la cara es bastante obvio que Aegror teme que la cruzada encuentre fuerzas alienígenas muy superiores.

Me gustaría ver de cerca a alguno de los sujetos infectados. Especialmente a aquellos en los primeros estados, los que se encuentran en mejores condiciones, y si son humanos normale mejor. Veamos cómo les afecta y cómo describen ellos mismos lo que les está pasando.

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29/05/2018, 07:50
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Eon estaba equipado con su armadura de bronce y azur, con una capa de escamas irisadas que había arrancado a los laer que él mismo había exterminado y con su espada-sierra, Tempestad. Parecía totalmente preparado para la lucha, y en sus ojos brillaba la decisión.

-Defenderé mi vida si debo hacerlo, hermano, incluso de ti -dijo-. No soy Artanius; no me dejaré matar como un pielverde descerebrado. 

Se movió por la sala como un gato, como una serpiente, como un tiburón que busca el mejor ángulo en el agua turbia.

-Magnar Vulkor, me dijiste que siguiera a mi corazón, ¿esto es lo que vale tu palabra? ¿O es que tu corazón te dice que debes ser el perro de presa de Padre?

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29/05/2018, 07:54
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-Esto es tu mente, por supuesto -respondió la voz de Eon-. Profunda, vibrante y viva. Protegida por las brumas y las tormentas. Sólo Isha, que comprende el dolor que te nubla, sabe cómo navegar en esta penumbra. Sólo su nombre me ha permitido encontrarte en el Mar de Almas.

La voz de Eon cambió de posición. Dejó de susurrar desde un lado para hacerlo desde las espaldas de Duncan.

-Tearlach, Niall, Eachann, Balloch, Ewart, Lachlan, Cruim, Alick, Breac, Fingal, Damhan, Iomhar, Morven, Ranald...

Los nombres de los muertos en V´run. Tal vez extraídos de la mente del propio Duncan, tal vez leídos en un informe de bajas. El Corsario comienzó a recitarlos todos, mientras, un nuevo soplo de su voz apareció entre los árboles.

-Niños del País de las Brumas sacrificados en la Cruzada. Entiendo que me culpes de sus muertes, Rey de la Tormenta.

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29/05/2018, 08:03
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-Sé que no eres el sabueso de Padre, hermano -incluso en sueños, Eon parecía sonar sonriente-. Aún así, ¿qué hay al final de tu búsqueda? Si me hallas y me llevas de vuelta, me espera el castigo de Padre. Si me resisto, nuestras legiones sangrarán. No quiero eso para tus hijos, que tanto han auxiliado a los míos; ni para mis Corsarios, que ya han asesinado a suficientes astartes. Si huyo hasta los confines, me buscarás hasta que eso te consuma. Pregunta a esa mente brillante que tienes, Aegror, ¿qué hay para ti al final de esto?

La imagen cambió. La conciencia onírica de Aegror se internó en la puerta dorada. Más allá estaba la ciudad, en un lugar que no era un lugar, en un tiempo que no venía de ningún pasado ni caminaba hacia ningún futuro. En aquel mar de luz que no poryectaba sombra, se alzaba el guerrero dorado. El Emperador.

-Trabaja en su divinidad mientras hablamos, ¿sabes? -susurró la voz de Eon-. Os ha traicionado a todos. Aunque creo que, cuando lo planeó al menos, fue un acto de amor a la Humanidad.

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29/05/2018, 11:06
Vulkor Señor del Legado Oscuro

Magnar no blandía ningún arma en sus manos, entró con calma y se sentó frente a la única ventana de la estancia aquella que daba a las profundidades del universo.-No vengo en nombre de padre, ni de nadie, vengo por que estoy preocupado por ti. En poco estima me tienes si me crees capaz de matar a mi hermano pequeño a sangre fría, he venido para escucharte quiero conocer lo que tú corazón tenga que decidir y si eres merecedor de la razón entonces seremos dos enfrentándonos a ocho.-el gran primarca parecía sincero y tranquilo, no se le veía predispuesto hacia la rabia o el combate; sin embargo sus ojos mostraban una distante expresión que dejaba entrever preocupación.

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29/05/2018, 12:39
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Meses después, después del desastre de V´run y la conquista de Ullanor. Cuando la desaparición de Eon se había convertido más en una historia para no dormir que en un asunto urgente, un sueño visitó a la Araña de Marte. Un sueño en el que se veía una espada de metal negro con runas extrañas, unas runas que formaban parte del protolenguaje-máquina de Marte y que estaban incristas en torno al área de Moravec. 

Unas palabras formadas por números se incrustraron en la mente de Ark´sul, unos números que tenían voz, la voz del Príncipe Corsario.

-La Hoja del Silencio, que ni siquiera Vaul osó forjar. Creada a partir de la sangre y la ciencia de la raza que consumió a los Ancestrales, forjada con la energía de los soles drenados. Una espada que podría apagar para siempre las luces del Empíreo. La Ruina del Psíquico, la Enlutada. No tiene mente, pero tiene sed; no tiene voz, pero ensordece los cantos del Sha´eil. La Garra del Dragón del Vacío, el Colmillo de la Serpiente de Marte. Ark´sul, hermano, ¿me escuchas allá donde estés?

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29/05/2018, 19:12
Duncan Thorne Brodie

-¿Dónde estás, Eon?-preguntó Duncan, mirando a un lado y a otro-no tienes necesidad de esconderte, no de mi. Y si crees que mi enfado se debe a las pérdidas, es que no has entendido nada-replicó, con ánimo sombrío.

-La guerra es así, es inevitable que haya víctimas... Pero las traiciones son evitables. El único motivo por el que salimos vivos fue que mis muchachos son mejores combatiendo que muchos de sus hermanos, y que los hermanos que allí aparecieron demostraron ser bastante duros. Las pérdidas habrían sido similares de haber estado tu allí, seguramente... Pero al menos habrían sido en hermandad, cumpliendo con la palabra dada.

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29/05/2018, 19:31
Ark'sul

Ark'sul estaba sentado en su nave, revisando una y otra vez todas las posibles rutas en las que su hermano podía haberse perdido o caído, buscando todos los lugares, todas las pistas que todos los servocráneos y sus hijos pudieran recuperar. La frustración acompañaba al primarca del mechanicum y eso era lo peor que podía pasarle en la vida, no estaba acostumbrada a esa sensación y no le gustaba nada.

-Te escucho, hermano -dijo con una ligera incertidumbre- pero no sé como estás comunicándote conmigo. Hablas de Vaul, hablas de Ancestrales, hablas del Dragón del Vacío, del Empíreo, del Sha'eil... ¿Qué es todo eso? ¿Qué te está pasando, hermano? ¿Donde estás? ¿Por qué no acudiste a tu cita con Duncan y los demás? ¿Por qué no te presentaste ante el consejo cuando los Custodios te llamaron? Si no defiendes tu postura no podremos entender nada de lo que ocurre, hermano.

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29/05/2018, 21:22
Aegror (Legio IV)

La imagen de la ciudad dorada resulta inquietante. Aegror se preguntaba cúanto había averiguado su hermano, cuántas de esas cosas eran producto de su trato con eldars y otros xenos, y lo más importante, si todas estas imágenes en la cabeza de su hermano no eran nada más que una treta, un engaño por parte de los taimados aliens, o si por el contrario había algo de verdad en ellas.

-¿De eso tienes miedo, Eon? ¿De que me desilusione por las acciones de Padre? Hace años hablamos de esto mismo, y ambos coincidimos en que es falible, como todos nosotros. Es difícil verlo como un humano debido a sus enormes habilidades, pero no está carente de defectos.

-Sé que si te encuentro físicamente será un problema para ambos. Se presentaría una situación que nos obligaría a cosas que ninguno queremos hacer. Pero conocer algo no significa vivirlo en persona. Sólo deseo saber cómo estás, qué te ha sucedido y qué planeas hacer. No necesito mirarte cara a cara, siento que estás vivo, pero deseo encontrar algunas respuestas... las que puedas darme al menos.

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30/05/2018, 02:18
Nicola, la Montaña

¿Un nuevo mundo?

... mi vista se nubló y mis oídos fueron colapasados conforme la realidad ante mi se distorsionaba, mutaba y cambiaba hasta otorgarme una vista de Terra, con todos sus habitantes, con el palacio imperial, con Padre sentado en su trono. La gloriosa Terra, la cual de pronto se tornaba en una gran bola de fuego blanco que consumía todo a su paso. Marte y Venus fueron engullidos en apenas un suspiro, poco después el resto de planetas, pero cuando alcanzó el Sol... La explosión que produjo comenzó a recorrer el segmentum, engullendo estrellas con voracidad y ni siquiera los agujeros negros escapaban a su poder, introduciéndose en ellos hasta colapsarlos. Fuera lo que fuera lo que se había originado, acabó con todo el segmentum en apenas un minuto antes de que desbordara por todo el universo y la realidad, esa realidad, volviera a cambiar acompañada del ruido de una risa estridente.

La nueva me mostraba nuevamente Terra, pero ahora me encontraba en su superficie, contemplando un mundo atrasado por la guerra. Los grandes edificios era poco más que ruinas, armaduras de todas las legiones cubrían el suelo dando testimonio de una gran batalla, del palacio no quedaba nada en pie y la cabeza de padre me miraba con ojos vacíos a dos metros de su cuerpo. En esta ocasión no se oía ninguna risa, es más, no se oía nada, como si todo el universo hubiera colapsado por la guerra. Entonces la realidad volvió a cambiar.

Volvia a estar en mi nave y miraba la ¿sagrada? Terra. Entonces mi mano se posó sobre un único botón verde al tiempo que mi propio ser se dividía en dos. Una mitad emanaba serenidad y pureza, la otro odio y corrupción. Ambas pulsaban aquel botón y todas las astronaves de los Legio VII descargaban su fuego sobre la cuna de la humanidad.

En ese momento regresé de nuevo a aquel planeta maldito, pero ahora su atmósfera ya no me oprimía. En lugar de ello, podía decir que me sentía como en casa, sin embargo había algo que debía hacer, por lo que regresé a mi nave, sin percatarme de que algo me observaba desde aquella estructura. Algo con una risa estridente.

Notas de juego

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30/05/2018, 10:26
Director

Notas de juego

¡Ambiguo, que eres un ambiguo!

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30/05/2018, 11:42
Sir Zaifodias de Laumpspur

Una pequeña nave de la III legión contacta con una flota expedicionaria de los Caballeros del Arca. Sus protocolos de seguridad son extremos y parecen temer algo.

A bordo de la nave hay media docena de escuadras de los Caballeros del Emperador. Todos ellos son veteranos de Ullanor y lucen numerosas marcas en sus servoarmaduras. Al frente de todos ellos hay un capitán llamado Zaifodias que exige hablar con alguien de responsabilidad en la legión sobre un asunto "de la máxima importancia".