Muy bien, tenéis hasta el domingo 14 a las 22:00 para jugar, alargar, dar forma a esa bola de nieve tanto como queráis.
¡Que disfrutéis de este segundo reto!
Ups. Voy a leer más, que no entiendo lo que hay que hacer, ¿bola de nieve de palabras? Reviso en Avisos.
:)
La Cosinerra se llevó una mano al mentón, pensativa. Una mano completamente llena de nata y harina, lo que le dejó una bonita y sabrosa barba a la que no prestó atención.
-Mmmmmm.... Una bola de nieve de palabrrras... Empieso yo, Mr. Teapot, que le veo muy de pitorrrreo... Veamos...
"Viajé"
Creo que hay que ir alternando palabras para formar una frase, o historia, o algo a medias, tan larguicorto como se nos presente, y tan lococuerdo como se nos ocurra. Creo Crrrrrreo.
No creo que la bola de palabras sea asi, Cosinerra,
Una letra la primera, dos la segunda, tres la tercera.
Así la bola va creciendo poquito a poquito,
Hasta que sea tan larga que quite el hipo.
O eso he entendido, no soy un sabueso,
¿Qué opina usted, que tiene más seso?
-¡Ah eso sí que tiene sentido! ¿Seso? No tengo más seso. ¡Querrá desir cabesa! Tengo más cabesa, eso seguro, sobrre todo si el gorro cuenta, ¡jajaja! Vaaale. Me gusta, sea o no sea lo que hay que haser me parrece muy diverrtido. ¡Empiese! ¡Venga! Se lo ha ganado, caraloza, que lo ha casado a la prrimerra. Yo le sigo, crreo. O algo, ¿si? ¡Venga!
¡Pues claro! :D
Comienzo yo, sin más dilación,
¡Ya me embarga la emoción!
Elijo, me gusta que sea la O,
la letra con la que todo empezó
-¡Ah! Digo, ¡Oh!. Es desir, o. O.
Cosinerra sacó la lengua despreocupadamente y se lamió la barba, un poquito, hasta donde llegaba.
-Pues me toca desir una nueva palabrra, jajaja, una de dos letrras, dos. Dos. ¿No? Sí. Ah. Ya. Yo. No tú. Digooooo....
....
....
mi.
Esto va a ser más difícil de lo que pensaba
dijo con gesto pensativo
No se podrá hacer en una sola sentada!
¿Qué tal un aperitivo?
Aprovechó un momento de despiste,
Para poner una carita algo triste.
Ya se imagina. No tengo, normalmente,
ocasión de hablar con tanta gente.
Ni con la Cosinerra, ¡Oh! ¡Me muero!
¡Es conocida usted en el mundo entero!
Una hoja de arce pasó, chocando de sopetón
Con Mr. Strafford, que cambió su expresión.
Pues era de dura, vítrea y rígida porcelana,
No cambiaba de gesto cuando le daba la gana.
—Ala —dijo finalmente, con mucho afán,
no le fuesen a tildar de holgazán.
-Mmmmm... "O mi ala..." Menuda bola de nieve estamos montando, mi querrido Sr. Jarra de Té. -Se detuvo de pronto, se le acababa de ocurrir una idea.- ¡Por sierto!, lleva usted una tasa en la mano, ¿se la lleno? Esto de ser una tasa y llevar otra es muy bueno, porque puede llenarse usted de Té, y beber Servessa a la vez. ¡Jajaja! ¡Té y Servessa! ¡¡Jajajaja!!
Se partió de risa con la idea, e iba dando palmadas a sus muslos mientras reía.
-Perrdón, perrdón. La bola. La palabrra. Mmmmm...
Levantó una ceja y una cuchara, todo a la vez, y sentenció muy seria:
-Bate.
Asintió de un cabezazo.
-Las alas baten, y las cosinerras también. Sólo que el ala bate el airre y Cosinerra la nata. ¡Jajajaja!
Tiene un humor peculiar, cocinerra,
me parece que es algo gamberra.
Pues no se si se habrá fijado,
pero el brazo lo tengo pegado.
Mr. Strafford no parecía nada molesto,
acostumbrado estaba ya a todo ésto.
Sigamos con la bola de nieve, señora
que enseguida nos va a dar la hora.
El sombrerero con cara de pasmo,
¿Nuestra bola le dará un orgasmo?
¿Que le quite pronto el disgusto?
Porque merendar así es injusto.
Suspiró Mr.Strafford y la tapa tintineó y giró con ganas.
¿Había comentado que el viejo tenía dos caras?
Dos caras idénticas salvo por algo importante,
podía estar triste por un lado y reír por delante.
Rauda, bate el ala - dijo con voz profunda.
Sigamos para que éste juego nos cunda.
-¡Tiene pegado el braso! ¡Qué inconveniente! ¡Tener la servesa a tocar y no poderla catar! ¡BUAAAAAJUAJUAJAAA!
En realidad no lloraba, reía, aunque hacía un poquito de ambas cosas, lloraba de tanto que reía.
Cuando se calmó arrugó la nariz. Y asintió vehemente.
-Rauda, me gusta. Mucho, mucho, me gusta mucho. A ver como sigo. "O mi ala bate rauda". Una cosa, Señor Teapot. Esa "O", es una disyuntiva, no una exclamasión. ¿O hasemos dirrectamente trampas? Nos hasemos los tontos, jisjis. "¡Oh, mi ala bate rauda!" Por que si la hache es muda, ¿cuenta? ¿no cuenta? ¿O estamos ante una frase que irrá por un doble camino? "O mi ala bate rauda...o..." perro no podemos, porque una bola de nieve palabril no puede volver a inisiarse con una sola letrra, ¿no? O serría en respuesta: ¡Vas a llegar tarde! "O mi ala bate rauda, largos caminos cruzando, tormentas ignorando tercamente..."
La Cosinerra se dejó caer, vencida, en una silla que crujió con su peso soltado de golpe.
-Bufff... Es difísil. Va, mi palabrra: azules. Eso es, azules.
"O mi ala bate rauda azules..."
-!qUÉ AlEgrÍa, qUÉ AlbOrOtO! ¡qUÉ dEspIlfArrO dE cOrdUra! qUE hAstA mE EstÁIs dAndO tErnUrA -dijo la liebre más payá que pacá.
-¿Os crEcEn hAchEs cOmO chAmpIñOnEs... jIjAjOjE...- Y se quedó un poco pensativa. Pero reaccionó pronto y sin miramientos porque marzo estaba a la vuelta de la esquina y ya sabéis... -lAs hAchEs sOn cOmO lA pEnIcIlInA... tE quItA lAs pEnAs... jIjOjEjA... -y se fue enajenada tal como vino sin saber, ni importarle, si su intervención había sido útil o frustrante.
Qué importa, interjecto o disyuntivo
¡Si no vamos a acabar en la vida!
No hay en las bolas más motivo,
que hacer la merienda entretenida.
Un reflejo inoportuno
en una cucharilla de plata,
ocultó como ninguno
un nuevo cambio de cara.
Sonrió Mr. Strafford con sorna,
que sólo rimaba con horma.
Pues de su zapato lo era,
sin duda alguna, la cosinerra.
Me restriega, jojojojo, por la cara
su dominio de la letras
Pero para la séptima palabra
Elijo la siguiente: sierras
.
-¡Otrra cosa te voy a restrregar yo a ti por la carra, jarrita! -Respondió enfadada Cosinerra, blandiendo su cuchara llena aún de cremosa nata- ¡Mirra que desirme esas cosas, yo no domino nada, y las letrras menos, como no sean en la sopa!
Luego su expresión cambió. Quizá precisamente eso era lo que el buen Strafford quería, y no se atrevía a pedir.
-¿Quierres nata, Teapot? ¿O algo de comerr? ¡Clarro! Siemprre bebes, siemprre bebes. Esperra, esto sí que te va a gustar.
En un momento batió la nata con fresitas diminutas, y un poco de azúcar. Le añadió un chorrito de suave licor, sólo un toque, y lo sirvió en el interior del compañero de loza británica. Sonrriendo de oreja a oreja, aliviada de haberle entendido por fin.
-Es un postrre más frransés que inglés, perro segurro que te gusta. ¿Sí? ¿sí?
Mientras esperaba la reacción de su interlocutor, ladeó la cabeza.
-La bola. No descuidemos la bola. "O mi ala bate rauda azules sierras..." Una palabrra de ocho letrras, toca ahorra. Crrese, crrese, la bola. -Se rascó la cabeza apartando un poco el gorro, mostrando algo más de su cabello dorado.- Mmmmm.... ¡Ventosas! Me gusta esa palabrra, tiene dos significados, y los dos son diverrtidos. Una sierra de montaña serría ventosa de viento. Y azul, puede serlo, si está nevada y refleja el sielo. Perro una sierra de cortar... con ventosas... ¡es rarra rarra!, ¿eh? ¡Jajajaja!
Mr. Strafford tembló de miedo,
Cosinerra alzó la cucharra.
Era menos chungo un torpedo,
que los golpes de un macarra.
Vio a la señora ufanarse,
cocinando algo sabroso.
Luego la vio acercarse..
¡La denunciaría por acoso!
¿Qué me hace con la mano?
Protestó al abrirle arriba
¿No le parecería un marrano
si le desnudara la barriga?
.......
Admito que está muy rico
-Dijo pasado un buen rato.
Lo dijo con voz de pito,
no quería ser ingrato.
Tómese usted un té caliente,
seguro que la conquisto.
Solo le advierto, sea prudente,
tiene un efecto imprevisto.*
Sigamos con nuestra odisea,
la de las bolas de nieve.
Me gustaría que ahora sea
nuestra palabra "indeleble"
-¡Jajaja! No me sea usted pudorroso, mi querrido Teapot. Me satisface que le guste mi postrre.
Le guiñó un ojo, estaba contenta, quizá había sido atrevida al levantarle la tapa al caballero de loza, pero ya estaba hecho, y que él hubiera admitido que le había gustado la mousse de fresas era una satisfacción. Lo de tomarse un té era una buena idea, aunque lo del efecto imprevisto era una incógnita. No tan rara, sus tés casi siempre tenían efectos imprevistos, aunque en la Merienda no había servido ninguno de esas características. Aún.
La palabra que pronunció entonces Mr. Strafford fue "indeleble". Asintió, bien, bien.
"O mi ala bate rauda azules sierras ventosas indeleble"
-Veamos, empesemos a colocar comas, si le parrese bien. Entrre ventosas e indeleble podemos colocar una, ¿vale? Y yo añado mi palabrra: "torbellino". ¿Le gusta, le gusta? ¡Torbellino! Me encanta...
"O mi ala bate rauda azules sierras ventosas, indeleble torbellino..."
Sin problema con la coma,
es más, yo pondría otra.
Tras rauda quedaría mona.
(Esto es ingenio, no potra)
Poco a poco se advertía
que pese a ser un gruñón,
con un poco de compañia,
mostraba un buen corazón.
Ya que estamos, de paso
¿Y si corregimos una cosa?
La 'O' primera, un fracaso
La 'Y' queda maravillosa
La liebre pasó rápidamente
saltando sobre la mesa.
Fue entonces seguramente
que cambió esa cara tan fea
Ahora se reía, el muy pillo,
una sonrisa grande y jocosa
Nunca tuvo tanto brillo
ninguna pieza de loza.
Se me ocurre una buena
sin recurrir a ningún tónico.
Niegue que parece amena:
El torbellino es supersónico
PLAS PLAS PLAS PLAS!!!
Cosinerra aplaudió y aplaudió, entusiasmada.
-¡¡SÍ!! La "Y", es marravillosa, ¡¡perfecta!!
No sabía por qué razón no la habían cambiado antes, la oronda mujer había pensado que una vez iniciada la bola ya no admitía cambios, pero eso era una tontería, porque aún no la habían lanzado. La bola de palabras era como una bola de nieve, pero no se amasaba igual, sólo se lanzaba igual. ¡Pues claro!
-Erres muy hábil y listo, Teapot. Y desde luego, "Supersónico" es un adjetivo que le va a la bola también de marravilla. Me encanta como está quedando, mirra, esperro que tú la lances, y parra ello voy a haserte un complemento perfecto, vas a ver...
Se puso a trabajar de nuevo, trasteando en su cocina con harina, azúcar...
-Por sierto, cuando me tome tu té prropuesto, ¿cuál va a ser el efecto imprevisto? No me lo has aclarrado. Mientras, sigo pensando, ¿eh?, que una palabrra de dose letrras es complicada parra que encaje en nuestra bola.
O no...
-¡"Sobrevolando"! ¡Jajajaja!
"Y mi ala bate rauda, azules sierras ventosas, indeleble torbellino supersónico sobrevolando..."
Podemos añadir otrra coma trras supersónico, o no, según tú sigas mi querrido caballerro de loza.
Gracias, gracias por sus halagos
dijo con voz satisfecha,
Cuando uno no tiene brazos
tiene que usar la cabeza.
Dudó Mr. Strafford si explicar
a la cocinerra el efecto.
Pero la comenzaba a apreciar
y le tenía cierto afecto.
¿Qué hay en el té que ofrezco?
No es para nada imprevisto.
Fíjese bien en lo que parezco.
Cada vez que hablo, conquisto
Empezará a hablar al instante
en rima en vez de en prosa.
No me niegue que es brillante
No podrá ser más chisposa.
Calló entonces un momento
esperaba la respuesta
Iba hirviendo muy lento,
¿Se atrevería ésta?
A ver, ¡la treceava palabra!
Se animó a sí mismo, ufano
Escasa queda abracadabra,
voy a elegir antediluviano
-¿Es sierto eso? ¡Jajaja! ¡Veamos!
Cosinerra se llevó a los labios la taza de té que Mr. Strafford le indicaba. Hervía, casi, así que tuvo que poner morritos, soplar y luego sorber de un modo bien sonoro.
-¡Shurrrrrrrruuuup!
No sintó nada, en absoluto. Así que levantó las cejas, intrigada.
-Mi querrido señor,
me temo que no ha funsionado.
Aparte del calorr,
yo nada he notado.
Calló de golpe, y sacó la lengua, mirándosela con curiosidad, bizqueando.
-¡Oh, perro madrre mía!
¡Qué estupenda emosión!
Lo digo desde el corrasón,
que late con algarrabía!
Se acercó al hombre-jarra y le dio un achuchón que casi enterró al pobre en su pechera inmensa.
-Me gusta esta trriquiñuela,
nunca habrría sospechado
que trras normal haber hablado
lo harría como mi tatarrabuela.
Imagino, buen caballerro
que con el parreado me quedo,
parra al soneto llegar
mucho té he de trragar...
Pero estaban a lo que estaban, y era momento de aportar su palabra.
-El tiempo corre y se acaba
prronto mi palabrra he de desir.
mmmm... "transatlántico" encaja
parra a "antediluviano" seguir.