Partida Rol por web

Merlinda salió Detrás de Faria y vio a varios niños en el pasillo y escucho a un chico Rubio y mono hablar sobre la angitguedad del tren

-Los trenes de vapor casi habían desaparecido en la década de los sesenta para pasajeros y a principios de los setenta para mercancías su mantenimiento es muy caro comparado con el rendimiento de las locomotoras diésel o eléctricas . Merlinda se dio cuenta que estaba hablando de más y estaba dando datos que seguramente no interesaban pero la mayor parte de su tiempo la pasaba leyendo.Será cosa de magia y río nerviosa intentando no parecer un bicho raro.

Eric miró con curiosidad a todos los que habían salido de sus cabonas. Sus ojos, de color verde ojo como su pelo, analizaban a sus compañeros como si fueran los seres más interesantes del mundo, en especial a Faria. Cuando la chica rubia se puso a hablar no pudo más que reprimir una sonrisa y mirar a William.

Parece que tienes competencia. Decía su mirada.

William puso unos ojos como platos al oir a la chica alta ametrallar sin piedad a la concurrencia. La última vez que había escuchado arrojar tal cantidad de datos por segundo, había sido hacía cinco minutos, mientras hablaba con Eric. Del discurso de la chica, solo una cosa encontró lamentable: no haberlo pronunciado él. Deseó con todas sus fuerzas que, si había un grupo de debate, esta chica no estuviera en el equipo rival.

Se sentía algo cohibido. Había mucha gente a su alrededor. Estaba Eric, aunque se sentía cómodo en su compañía. Casi le dio un vuelco el corazón cuando vio a la chica de los lunares de la tienda de varitas. Le costó esfuerzo controlarse. Setenta quilos de amor, a los once años, no los detiene cualquiera. Pero como un caballero, logró guardar la compostura. Luego estaba el joven Ravenclaw. Si el sombrero seleccionador no enviaba al heredero de la casa a Hufflepuff, cosa que encontraría suficientemente cómica como para estar riendo hasta el solsticio de primavera del año 2031, era probable que terminasen bajo los mismos colores. Y luego, para terminar, la chica morena que había ubicado en Oriente Próximo, pero sin poder concretar más. Y eso le recordó..

- Este.. ¿alguno de los presentes puede traducir hebreo? - preguntó en general a los compañeros del pasillo.

Merlinda miro al chico que acaba de hablar,

- Yo no. Solo hablo Ingles y Latin casi todos los textos importante se tradujeron hace siglos a ese Idioma siendo el que mayor cultura denotaba en la edad media-Callate que estas hablando de mas ,penso para si-. Aunque bueno si quieres traducir algo siempre puede utilizar el telefono y un traductor. O supongo que si tienes suficiente habilidad algun hechizo. Dijo de carrerilla sin tomar tiempo para respirar.

- Los árabes nos pateaban el culo sin ponerle demasiado empeño, en la edad media. Estaban a eones de nosotros en matemáticas, astronomía, ciencias, medicina.. Hasta el renacimiento no nos comimos un colín. Quizá se hicieran traducciones al latín, pero buena parte de ellas estaban sesgadas. No son todo lo fiables que debieran. Los traductores no siempre querían compartir todo el saber, y no olvidemos el poder de la iglesia. Las traducciones, a mi modo de ver, dejan bastante que desear - dijo William.

- Lo de los teléfonos móviles podría ser buena idea - prosiguió - pero no creo que cubra mis necesidades. En cambio, lo de la magia, ya me llama un poco más. Aunque me da algo de reparo, ya que no quiero que el texto me explote en las manos, o peor aún, en la cabeza. Creo que voy a esperar a poder hablar con alguno de los profesores. Alguno habrá que pueda ayudarme.

- Por cierto, soy William. William de Northingshire - añadió presentándose a la chica de ojos esmeralda - y espero que el sombrero nos ponga en la misma casa - concluyó.

-Uhm tienes parte de razón en eso pero los principales Magos estaban en Europa.Pero supongo que eso daría para un largo debate mira a todos los presentes. Que podría aburrir a mucha gente.sonrio nerviosa.

Yo soy Merlinda Galbraith. pensó en la palabras de su padre y pensó en que estaba segura de que casa era la que quería para ella ,pero no estaba segura de que fuera lo que ella quisiera. Claro pero  la verdad no se como funciona exactamente el sombrero si nos lee la mente y elige o se guia por otras cosas.

Reed se había quedado asombrado con la respuesta de la chica a su comentario del tren.
Y no pudo hacer otra cosa que sonreír y rascarse el pelo como intentando disimular su asombro.

Gracias.

Fue lo único que dijo, de repente, empezó una batalla dialéctica a la que sin duda le costaba seguir el ritmo.

Al menos frenaron lo justo para poder decir algo más.

Bueno, el sombrero, tiene que ser bueno, porque aun no conozco a nadie que haya acabado en una casa que lo le gustara.

También era cierto que solo conocía a adultos, y estos estaban todo el tiempo ocupados con sus cosas, así que era probable que no pararan a decirle si les había gustado estar en una casa o en otra.

Pero aunque no salgamos todos en las mismas casas, seguro que tendremos clases juntos, además de un buen número de años de estudio.

Trato de sonar más alentador, pero el último comentario sonó un poco lapidario. Así que se metió las manos en los bolsillos del pantalón, y espero a que la conversación se fuera por otro derrotero al tiempo que buscaba la mirada cómplice de su amiga Alma.  

-Claro supongo que que aunque no todos acabemos en las mismas casas no implica para que no podamos llevarnos bien o ser amigos. La verdad mentiría si no dijera que estoy algo nerviosa. Vamos a Hogwarts hogar de magos importantes y un sitio donde han ocurrido un montón  de sucesos importantes para el mundo mágico. Estoy deseando empezar las clases.-respira se dijo a si misma , siempre tendía a hablar demasiado y demasiado deprisa-.

Saliendo al pasillo,y  luego de haberle dicho a Pericles que volvería en un tris, hablándole como a un niño - lo que el gato no acusó recibimiento, sólo movió indolente su cola de un lado a otro, afirmando que le daba igual que su ama tardara o no, seguramente sólo le importaba que estuviera ahí presente cuando le diera hambre - Alma arregló su vestido  y cogió la maleta en donde estaba su uniforme.

Caminó al lado de Reed, echando un vistazo en cada uno de los compartimientos buscando a su amigo Luke, pero no tenía suerte, el chico quizás fue en otro vagón, se preguntó cuando se encontró con la cháchara de todos esos chicos que por lo que hablaban era muggles de tomo y lomo. Alma se encogió de hombros, no sabía de que estaban hablando, a excepción del hebreo, que era una lengua que su tía Aghata,  la esposa de su tio Ed, estudiaba, para aprender antiguos hechizos, lo demás se le hizo verdaderamente chino. 

Alma rodó los ojos, se encontró con el mismo chico de la tienda las varitas que hablaba mucho, la chica perdió el hilo de la conversación de pronto, en su cabeza solo bailaba un monito, aunque a ella la consideraban una chica lista, a esas horas y con la emoción del viaje, no tenía cabeza para seguir conversaciones demasiado profundas. 

- esa cosas muggles no funcionan en la escuela - acotó mirando el aparato que la chica rubia que se llamaba Merlinda. Alma se encogió de hombros, su voz salió apenas en un murmullo, otra vez se comportaba muy tímida - y este tren no funciona como... lo has dicho... de hecho... se siguen usando varios trenes, - se mordió el labio inferior - aunque con la red flu, son bastante... lentos, - infló sus mofletes, y bajó un poco la cabeza, había que considerar que el hechizo de Deferatur te hacía llegar a cualquier lugar en un abrir y cerrar de ojos.

- y el sombrero no lee la mente, sino.. ve en tu alma cuales son tus mejores opciones, en qué te destacas... y si ese mérito que tienes, te hace más de una casa o de otra.. incluso puedes escoger en realidad, el sombrero... sólo lee tu corazón - sonríe hablando sobre el sombrero, su padre le contó como fue cuando él se puso bajo el sombrero y lo nervioso que estaba, le contó sobre la conversación con él y lo que le dijo. El destino se lo hace cada uno.

- Reed- llamó a su amigo, tomando de su manga y jalándolo un poco - no encuentro a mi amigo...¿me acompañas al baño para cambiarme de ropa? - le susurra, sonrojada ligeramente, no le gustaban las multitudes, y ese grupo de chicos eran muchas personas.

- eh... por... por cierto, mi tio Agata habla hebreo, cuando lleguemos puedo enviarle una carta con lo que quieras traducir, si quieres - le dice al chico de los anteojos, sonriendo aún cohibida, se gira hacia Reed, -¿vamos? 

Reed asiente ante las palabras de Alma, aunque no estaba seguro de que todo lo que decía fuera cierto, era verdad que los objetos muggle no eran muy efectivos en entornos puramente mágicos.

La explicación sin embargo del sombrero le gusto bastante. Estaba claro que leer un corazón era mejor que leer la mente.

Incluso cuando uno pensara que lo que debía de escoger era otra cosa. Así debía de ser el corazón.

De nuevo, le tiraron de la manga,  y ahora Alma quería ir al baño a cambiarse. Le pareció una estupenda idea, siempre que el no tuviera que ver como se cambiaba, así que asintió, y se movió sonriendo a todos los presentes.

Seguro que serán un estupendo grupo de estudiantes. Quizás alguno sea el nuevo Potter.  

- Hombre, eso de que los principales magos estaban en Europa, es afirmar mucho. No olvidemos la tradicion taumatúrgica oriental, de escuelas milenarias, por ejemplo, con sus onis, sus espíritus, su tradición astrológica... O la magia árabe, con los djinns, o los derviches sufís. Y eso, sin contar con los magos del Nuevo Continente, con su magia shamánica, o las prácticas rituales centro y sudamericanas. Por no hablar del vudú.. Y si nos ponemos a hurgar en África Central o Sudáfrica, con su tradicional magia de sangre, apaga y vámonos. No creo que los principales magos estuvieran en Europa. Creo que son los magos que conocemos, pero eso no quiere decir que fuesen los principales. -discrepó William sin apartar la vista de los ojos de Merlinda.

William era un chico de naturaleza tímida, pero cuando lograba abstraerse de su entorno, podía pasar horas y horas conversando sobre su tema favorito: la magia. La vivía como el niño que era, descubriéndola con curiosidad, dejándose sorprender por ella. La necesitaba como el aire que llegaba a sus pulmones, de una forma vital y dependiente . La saboreaba como los dulces de los que se atiborraba bajo el pretexto de que eran gasolina para su cerebro: goloso, paladeando y saboreando cada micra de quintaescencia.

- ¿Cómo va a aburrirse nadie hablando de magia, Merlinda? - preguntó con unos ojos tan brillantes como si anidaran dos o tres galaxias de tamaño medio en ellos.

El chico de las gafas ignora sus palabras, Alma se encoge de hombros, y da un paso para atrás, escondiéndose tras de Reed, abrió un poco más sus ojos y decidió que antes que le replicaran las cosas que había dicho, era mejor recular.- sí.. no  sé donde están, deberían estar cerca del comedor - señaló, y se echó a andar hacia adelante del tren, buscando donde poder cambiarse de ropa.

Estaba escuchando a Alma hablar y se fijo mas en ella tenia una piel perfecta casi parecia de porcelana y un pelo como recien planchado el de ella tendia a rizarse si no tenia cuidado.

-Gracias por la informacion sobre el sombrero realmente es un tema que me preocupa bastante.

De pronto William comenco a hablar y dejo a Merlinda  sorprendida por unos instantes. Desde luego ella hablaba mucho y rapido pero William la ganaba por muchos cuerpos de diferencia.

Claro si hay que tenerlo encuenta todo ,pero ya tendremos tiempo en la escula. Logro decir abrumada por la cantidad de palabras que habia escuchado en un momento, ya lo hablaria con calma tenia un gran memoria se podria decir que Eidetica pero no pensaba que seria lo mejor ponerse a hablar de magia y parecer una cerebrito por mas que lo fuera Douglas le habia dicho que intentara relacionarse con la gente y no aburrirla. Alma si quieres Faria y yo podemos acompañarte tampoco nos hemos cambiado y bueno teniendo encuenta que Reed es un chico y tu una chica no creo que pueda acompañarte al baño. O si no se , yo no querio decir nada mas. Se callo pensando que asi estaria mas guapa como se suele decir.

- eh.. eh...- se gira y mira a Reed, las mejillas de Alma se encienden ligeramente, aunque en realidad si fuera otra persona, estarían encendidas de par en par - yo decia que Reed estuviera fuera, igual debe cambiarse - se muerde el labio inferior - pero... me.. me parece bien... - ¿de donde conocía su nombre?, no se lo había dado, ni Reed, ¿será una legeremaga?, no, es muy joven para eso.

Alma tragó saliva y quedó aún más escondida entre sus hombros, por un momento, la idea de algún mago que sepa legeremancia, le erizó el vello de la nuca y borró de un solo golpe el rojo de sus mejillas, y caminó con las chicas hasta el final del pasillo, donde había un pequeño cuarto, en el que salía "camarin", Alma entró primero, y tardó exactamente tres minutos, saliendo con su uniforme puesto.

Ya lista, salió y arregló su cabello, y su falta, guardando la varita de color verdoso que tenía, en la manga de su brazo derecho, miró a las chicas, y le sonrió tímidamente.

- a..adelante - dio unos pasos hasta donde Reed,  agitándose un poco su capa aún sin los colores de su casa, que serían entregados cuando el sombrero seleccionador la envíe a una casa - pensé que me quedaría grande - indicó, menos mal que al final Alba convenció a su mamá de comprarle uniforme nuevo, porque su mamá quería que usara el uniforme viejo de ella.

Eric estaba muy atento a lo que decían sus compañeros, como un niño que escucha un cuento. No se perdía detalle de lo que pasaba a su alrededor, pero tampoco intervino, por miedo a cortar a los demás y perderse cosas de lo más interesantes.

Parecéis saber mucho! Que envidia! Yo ni siquiera sabía que existía la magia fuera de mi bosque... Espero no empezar demasiado atrás en el colegio, tal vez debí leerme algún libro del temario antes de venir. Pero no lo iba a hacer. No era el estilo de Eric. Había hojeado un poco los libros y se había enterado de ciertas cosas gracias a ello, pero sus conocimientos eran claramente inferiores a los del resto.

Merlinda y Faria siguieron a la hermosa joven y por el camino pararon en su habitaculo para cojer su uniforme. Esperaron a que se cambiaran y luego se cambiaron ellas. Merlinda tardo algo mas de tres minutos.

El uniforme le sentaba bien, puede que no tan bien como a Alma pero es lo que tenia ser alta y delgada. A pesar de que su padre habia insistido en que se lo arreglara un sastre para su padre todo tenia que ir perfecto y la ropa no escapaba. Intento colocar su pelo lo mejor que pudo y salio.

-Te queda muy bien.

 guardo en el bolsillo interior una larga Varita de madera de Vid con decoraciones en rojo.

y volvieron con el resto.

Merlinda ya cambiada miro al chico de cabello verde y mirada vivaz.

-No te preocupes gran parte de la magia es talento aunque leer mucho ayuda si te enviaron la carta es por que piensan que eres merecedor de estar en Hogwarts.

Noto que el chico del pelo verde estaba algo fuera de lugar, y se le acerco para comentarle algo.

No te preocupes, la mitad de lo que hablan yo tampoco lo entiendo.

Reed aprovecho la ausencia de las chicas para ponerse lo que le tocaba del uniforme, y luego volvió para ver cómo estaba Alma.

La chica estaba preciosa, pero si algo le gustaba de ella, era la espontaneidad de sus gestos. Serian sin duda alguna muy buenos amigos.

Te queda perfecto Alma. A ti también Merlinda…. ¿Tu nombre tiene algo que ver con Merlin?

Pregunto un poco forzando la conversación a cambiar de derroteros.

El chico que le cansaba un poco era el rubio de las gafas. No paraba de hablar, y aunque en cierta manera sus temas de conversación eran interesantes, lo cierto era que sobrecargaba el aire con tanto dato.

Puede que los demás estuvieran procesando perfectamente todo lo que pasaba, pero él prefería desconectar el oído cuando hablaba y centrarse en otras cosas.

Los uniformes estaban bien, pero aun faltaban los colores de las casas, y para él, sería un chance complicado pasar por el sombrero.

Y si no lo elegían para la casa Ravenclaw, que dirían sus progenitores.