Partida Rol por web

Zombis 1: Éxodo

03 Monasterio de Páramos

Cargando editor
23/10/2019, 09:25
Narrador

Ante vosotros el Monasterio de Páramos, a la izquierda de la carretera, que pasa justo por delante. Un alto muro de piedra de cientos de años de antigüedad lo rodea. En el interior asoma el tejado de una pequeña iglesia, y su campanario, y muchas pequeñas cruces de piedra a un lado, debe ser el cementerio. Una pesada verja de hierro es el acceso. Estelvio desciende y la abre, y hace indicaciones a Gaspar para que avance. Aparcáis en el patio, y Estelvio cierra tras de sí.

El interior es estrecho. Todo es muy antiguo, de piedra. La iglesia en el centro, a la izquierda un edificio, a la derecha el establo, con un sólo caballo, tras la iglesia debe estar el cementerio, y alcanzáis a ver unos huertos. Todo está en silencio. De la puerta del edificio principal sale otro monje, más viejo, debe ser el Abad.

entorno del Monasterio de Nuestra Señora de Páramos

Cargando editor
23/10/2019, 09:30
Abad Bitio

- Sed bienvenidos al Monasterio de Páramos. Soy el Abad Bitio. -me presento, serio. Estelvio se acerca a mí y me besa la mano.

Cargando editor
23/10/2019, 09:32
Director

Notas de juego

Podéis seguir escribiendo en la escena anterior, un último comentario para cerrarla; y luego ya por aquí.

Cada uno tenéis 1 punto para asignar a cualquiera de vuestros Atributos y 1 punto para Habilidades.

Cargando editor
23/10/2019, 09:33
Director

Notas de juego

Vosotros tres (por vuestra interpretación y fidelidad al personaje), además, tenéis 2 puntos adicionales para Habilidades.

Cargando editor
23/10/2019, 10:43
Sunhee

Cuando bajé de la furgoneta y vi todo aquello, no pude evitar que se me escapara un «¡oh~!» de admiración. Era un monasterio bonito, ¡y bien protegido!, aunque pequeñito. Era normal, después de todo, solo lo habitaban tres personas. Estuve segura de ello en cuanto vi el establo con un solo caballo y ni un alma en los alrededores. Estevio no nos había mentido.

Cuando vino el abad, le miré esbozando una sonrisa que contrastaba con su semblante serio.

—Hola. Yo soy Sunhee —saludé—. Gracias por dejarnos entrar en su casa. ¡Es muy amable de vuestra parte!

A pesar de que el camino en la furgoneta había llegado a ser un suplicio en más de una ocasión, y a pesar de mi desconfianza hacia nuestros recién conocidos, estaba de buen humor. Estelvio había hablado de cena, ¡y eso no podía ser menos que buenas noticias! Me moría de hambre... y más pensando en que, con suerte, hoy comeríamos carne caliente (de caballo) y no una de esas latas insípidas...

—Es muy bonito el monasterio —añadí después.

En el fondo, no me importaría vivir allí... si finalmente nos habíamos equivocado con ellos y sus extremas creencias religiosas no eran incompatibles con nuestra forma de ser, claro.

Cargando editor
23/10/2019, 19:16
Jose

Me acerco al Abad imitando el saludo de Estelvio si, en efecto, el Abad me extiende la mano para que la bese.

Gracias por su hospitalidad Abad. Esperamos ser merecedores de ella. Mi nombre es Jose.

A continuación, doy un paso atrás para dar espacio a que se presenten mis compañeros.

Alla donde fueres haz lo que vieres. Lo leí en alguna parte, pero no recuerdo donde. No lo había entendido hasta ahora, hasta que he tenido que fingir que me importa una mierda su religión y su dios. La teología no trae mas que problemas. Y me da igual si se trata de Cristo, de Ala o de cualquier otro dios.

Pero bueno, ya estamos aquí, veamos que podemos sacar de todo esto.

Cargando editor
23/10/2019, 22:30
Nara

¡No puedo creerlo!

Miroanonadada los edificios de piedra al salir de la Pulga. Jamás había visto algo con tanta historia, tanta vida, tantos siglos... Y aún en pie. Me quedé unos segundos mirando alrededor, en éxtasis, admirando por primera vez algo tan valioso y preguntándome cuánta gente habría vivido allí durante los siglos.

Me sorprendió tener de repente delante a aquel hombre y escucho a mis compañeros presentarse...  Esto me despierta y asumo una pose firme frente a él.

Yo soy Nara - me agacho levemente con cortesía, no quería besarle la mano ni tampoco saludarle sin más- y le agradecemos enormemente su hospitalidad. Venimos de Santiago... De dentro. Estelvio nos ha contado que la información que podemos ofreceros os será de mucha utilidad. -​​​​​​-le doy un respiro en mi discurso y miro a Sunhee - Antes de seguir, quiero extender mi más profundo arrepentimiento por el accidente ocurrido con el caballo de vuestro hermano. No sabéis cuánto lo siento. Espero podáis perdonarme - y vuelvo a agacharme en una pequeña reverencia de súplica.

Me quedo mirándole seria y sincera, sin apartar mi mirada de la suya mientras me la mantenga.

Cargando editor
23/10/2019, 22:47
Nara
Sólo para el director

En cuanto todos se vayan a dormir, voy a registrar este lugar hasta que no quede una sola esquina sin revisar. Este sitio fascinante debe albergar mil tesoros y sitios que descubrir. Seguro que aprenderé de ellos para conocerlos mejor y no ser manipulada mañana.

aparte, necesito urgentemente salir al huerto a buscar ramas para fabricar me flechas... Tengo que que inventarme algo. 

Cargando editor
24/10/2019, 00:19
Narrador

Tras presentaros, Estelvio explica al abad por qué os ha traído aquí. Le cuenta también lo ocurrido con el caballo de André, quien aún no ha regresado. El Abad parece enfadado, se muestra muy serio, pero no dice nada. Se limita a escuchar a Estelvio con atención y paciencia. Luego le susurra algo al oído y entra en el edificio sin decir nada más. Muy serio.

Cargando editor
24/10/2019, 00:22
Estelvio

- El Abad quiere ser cortés con vosotros y me ha ordenado que os muestre vuestra habitación. Poneos cómodos; aún queda algo de tiempo hasta la cena.

Cargando editor
24/10/2019, 00:23
Narrador

Os conduce por la misma puerta por la que acaba de entrar el Abad, que da a un pasillo con puertas a ambos lados, y os guía pausadamente por la segunda puerta de la izquierda, a una habitación amplia con literas a ambos lados. No hay nadie, el lugar está desierto. En el muro de la derecha hay dos ventanas que dan a un patio. Hay cuatro literas a cada lado, aunque parece que hace muchísimo tiempo que no se usan. Al fondo hay otra puerta, cerrada, al otro extremo exacto de la puerta de acceso.

Notas de juego

Podéis preguntar lo que queráis.

Cargando editor
24/10/2019, 10:06
Sunhee

Por supuesto, el abad no parecía nada contento por lo del caballo. Era de esperar... pero al menos no nos había mandado a freír espárragos a la primera de cambio. Por el contrario, nos cedió alojamiento, algo que... dada la situación y las formas en las que nos habíamos conocido, dudaba que fuera posible. 

Cuando llegamos al dormitorio, mi sonrisa... que ya era grande por saber que hoy cenaríamos bien, se ensanchó aún más al saber que hoy, además, dormiríamos bien.

—¡Me pido la cama de arriba! 

Lo dije, mientras iba directa a la escalera de una de las literas, la subía usando únicamente mi brazo sano y me tumbaba bocaarriba. No era la mejor de las camas, más bien era similar a las del refugio, pero... ¡ah! Mucho mejor que dormir en la Pulga. Y eso que a la Pulga le tenía mucho cariño, pero donde haya una cama que se quite todos los sofá-cama del mundo entero.

—¡Qué bien~! —exclamé, luego... tras varios segundos disfruntado de aquello, me puse en posición sentada y miré a Estelvio desde allí arriba. Había una pregunta que llevaba tiempo que quería hacerle—. ¿Lleváis mucho tiempo en este monasterio? El abad no parecía sorprendido de vernos... ¿hay más grupos de personas a parte de nosotros por el mundo?

Cargando editor
24/10/2019, 15:37
Gaspar

Todo el trayecto hasta el monasterio voy inquieto, me remuevo en el asiento, me acomodo y vuelvo a acomodar. Constantemente miro por el espejo hacia atrás, y cuando no lo hago siento como si una mosca me zumbara detrás de la oreja. Intento seguir la conversación pero me siento aturdido. Voy espiando lo que hacen atrás cuando raspo el esqueleto de un vehículo cruzad en el camino.

El lugar me inquieta aún más, lo encuentro gris y me produce una idea de encierro. Resoplo y me sobresalto al escuchar caer la verja. Algo no anda bien. Me mantengo en silencio y apenas saludo con la cabeza al Abad. Nunca dejo de mirar a Estelvio. Cuando llegamos a la habitación me tranquiliza que no traten de separarnos. Me quedo parado en el centro del lugar.

- ¿Quién revisará el brazo de mi amiga? - Me limito a decir serio.

Cargando editor
24/10/2019, 16:33
Nara

Al ver a Sunhee subir a la litera, sonrió levemente y me doy cuenta... Realmente no somos más que unos niños jugando a ser adultos.

Gaspar está muy serio, me preocupa que pueda actuar impulsivamente. 

Sunhee, descansa un poco, que luego tengo pensada una aventura para nosotras - le guiño el ojo, queriendo ser misteriosa.

Me siento en una de las camas frente a Sunhee, suelto mi mochila (pero no mis armas) y miro alrededor, pero no puedo estarme quieta.

Ahora vuelvo chicos - y me dirijo a la puerta decidida.

Notas de juego

¿Estelvio sigue en la habitación con nosotros?

Cargando editor
24/10/2019, 17:01
Jose

Debíamos andar con pies de plomo. Un paso en falso y podrían considerarnos herejes o algo por el estilo. Yo no sabia mucho sobre el bautismo, pero tenia entendido que era una ceremonia cortita y absurda donde te echaban agua por la cabeza y poco más. Si nos habían dicho que duraba días… temía que tuviesen su propia versión del bautismo y podría no gustarnos ni un pelo.

También había leído cosillas sobre creyentes que se flagelaban para eliminar sus pecados de sus cuerpos en procesiones y no se que historias más. Cruzaba los dedos para que todo eso no fueran más que cuentos.

A mí también me gustaría saber si podéis atender la herida de Sunhee. Temo haber hecho una chapuza y no querría que le sanara mal.

Cargando editor
24/10/2019, 17:01
Estelvio

Mientras escogéis cama y dejáis vuestras cosas, permanezco de pie en la puerta, observándoos. Sunhee y Gaspar me preguntan:

A Sunhee: - Claro que hay más grupos de personas. Hay muchas. ¡Miles! La mayoría vive en asentamientos cerca de la costa, pero ahora descansad, ¿vale? -respondo sonriendo, sin asimilar aún que de verdad hayan estado completamente aislados toda su vida- Este monasterio llevará ocupado unos diez años... antes este territorio estaba maldito, lleno de muertos, hasta que lo reconquistamos... pero ya hablaremos de todo esto, tendremos tiempo.

A Gaspar y Jose: - El Abad se ocupará del brazo de Sunhee, supongo que en un momento... -viendo que los chicos sienten cierto recelo hacia el Abad- es alguien muy serio y reservado. Pero también muy sabio... y prudente. Ha vivido muchas cosas... Estoy seguro de que tu intervención ha ayudado a tu amiga, no te preocupes, Jose. -intento tranquilizar al chico.

En esto Nara se levanta, diciendo algo de una aventura, y despidiéndose de sus compañeros se queda frente a mí, esperando que la deje salir de la habitación: - Ehh... espera. -digo a Nara, y me quedo quieto en mitad de la puerta, impidiendo el paso- No podéis salir de la habitación... no os está permitido. -luego intento explicarme- Hay partes del monasterio que os están prohibidas, y además antes tengo que hablar con el Abad y explicarle todo lo ocurrido, con André, con Jaril, con vosotros... Por el momento podéis permanecer aquí, dormir, descansar, tomar una ducha... -señalo a la puerta del otro lado- luego vendremos a por vosotros y os guiaremos hasta el Refectorio Menor para la cena. Pero mientras tanto, permaneced aquí.

Cargando editor
24/10/2019, 17:21
Narrador

Te das cuenta de que las dos ventanas de la habitación tienen rejas, unas rejas muy bonitas y ornamentadas, de hierro fundido, de siglos de antigüedad seguramente.

Cargando editor
24/10/2019, 17:23
Narrador

Ahora sí que te sientes atrapado.

Cargando editor
24/10/2019, 17:24
Narrador

De pronto te sientes una presa acorralada a punto de ser capturada.

Cargando editor
24/10/2019, 17:24
Narrador

De siempre los monasterios han tenido zonas separadas para los monjes, los novicios y los visitantes. Zonas completamente vetadas a unos, y otras zonas mixtas, o limitadas en horario (por ejemplo los monjes cruzan este pasillo antes de maitines y los novicios después). Los recorridos de pasillos, escaleras y salones son complejos e intrincados por este motivo.