Partida Rol por web

Aguas Nuevas: La Conquista de Maztica

*19: En el nombre de Aguas Profundas

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26/05/2011, 11:40
Lynn Moeve
Sólo para el director

Ya llevaba una temporada por allí, al menos, la suficiente como para conocer el paraje y saber dónde tenía que acercarme para poder entretenerme un rato y quizás, seguir con mi recopilación de historias que tan bien iba, pues lugar que pisaba lugar en el que me contaban algo interesante y ya comenzaba a tener un exceso de pergaminos en el libro.

Sí, ya me había planteado eso de acudir a la tienda de algún mago a ver si tenía alguna clase de objeto que pudiera servirme para guardar todas aquellas hojas en el menos sitio posible, pero por el momento, necesitaba algo más de disposición monetaria para poder pagar aquellos servicios.

Me eché el laud a la espalda, y tras arreglarme como si fuera a una fiesta, como solía salir habitualmente quizás pecando un poco de vanidosa, decidí acercarme a uno de los muchos lugares de reunión, allí donde pudieran estar con algo medianamente entretenido. Como si de una taberna se tratase.

Mis ropajes eran de color rojo, de esos que no dejan a nadie pasar inadvertido, pues ese era mi trabajo, llamar la atención y que todo el mundo se fijara en mí, aunque de vez en cuando, dependiendo lo que necesitase hacer, podía pasar algo desapercibida, pero eran las menos.

- Seguro que esta noche va a ser más divertida de lo habitual.

Para mí, mi vida era algo así como ir de fiesta en fiesta, conociendo gente, recorriendo un camino que me llevara a otro lugar similar. Viajaba sola, pero siempre me había gustado el contacto, el conocimiento de aquello que no todo el mundo sabe y la música, sin duda, pues el conocimiento sin ella no tenía ningún sentido dentro de mi cabeza.

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26/05/2011, 14:17
Orlamm Blim

Orlamm lleva ya un tiempo bajarando la idea de reservarse un espacio para montar una especie de jardín botánico donde meter una planta de cada tipo y un mini "zoológico" donde meter bichos varios para su crianza y alimentación de los colonos. Obviamente, parece que los lagartos esos no son lo más adecuado. Tiene que haber algún tipo de caballo, cabra, jabalí o algo por el estilo para montar una granja.

Orlamm se lo queda mirando un buen rato. Este bicho es carnívoro señala sus dientes-, y no me creo que viva de comer huevos, como sé que hacen algunos lagartos. Esas zarpas son para excavar. Quizá sea alguna especie de depredador de conejos, perdices otros topos o incluso cosas más grandes, a saber qué. Me parece obvio que la zona en la que ha sido encontrado es su terriotorio de caza, donde encuentra su alimento. reflexiona. Si fuéramos por allí, con el debido empeño, podríamos encontrar lo que sea de que se alimente y montar una granja o algo así, para alimentarnos. No sería agradable que por circunstancias bélicas perdiéramos a unos cuantos clérigos y tubieramos que racionar lo que es insuficiente para todos.

Si os parece bien... comenta podríamos hacer un tablón de anuncio, o varios, en los que ofrecemos algo de oro por cada alimaña viva que los colonos sean capaces de traerme. Incluido de estos -señala al lagarto - Puesto que ahora somos los nuevos depredadores, hay que eliminar competencia. concluye.

Cuando consigamos algo, alguno de sus obreros Grower podría encargarse de fabricar alguna especie de recinto con jaulas o algo así, aun que dependerá mucho de qué clase de animales vayamos encontrando. reflexiona.

En cuanto al lagarto... si me dais un ratito, lo dibujo y podemos comerlo. Saca un libro con páginas en clanco y un carboncillo, y se sienta frente a él. No parece en absoluto que se vaya a moletar por que estéis por allí. Hay que ponerle nombre, ¿cual os gusta? ¿Hacéis los honores? sonríe.

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27/05/2011, 00:30
Grower Hightower

Ante los comentarios de Oropher, Grower no pudo por más que replicar - Pues por muy buen aspecto que parezca tener, yo, en cambio, no pienso comer de ese "bichejo" mientras aún nos quede cerdo del que trajimos. - Era un mediano de edad ya madura, de ideas conservadoras, y todo lo nuevo le poducía rechazo.

Luego, Hightower escucha las explicaciones de Blim sobre el animal con evidentes muestras de falta de interés. No parece que las cuestiones sobre alimañas llamen mucho su atención. - Sí , sí, sí ... - Simplemente afirma ante todo lo que el gnomo dice, bostezando.

Ante la idea de Blim de un reciento para "criaturas", Hightower enarcó una ceja y frunció la otra. Más aún cuando Blim añadió que necesitaría a algunos de los obreros para el trabajo. Hightower no dijo nada.

Sin embargo, cuando Orlamm saca sus hojas de dibujo y su carboncillo, Hightower cambia su actitud. Se sitúa detrás del gnomo para poder contemplar con mejor perspectiva cómo éste realiza su trabajo. Luego, permanece callado en señal de respeto mientras el gnomo realiza su obra. Por alguna razón, este acto ha llamado su atención.

Ante la pregunta de Orlamm sobre el nombre, Hightower solo añade - Póngale el nombre que usted desee, señor Blim. Al fín y al cabo, usted y los otros especialistas son los que van a realizar el trabajo de catalogar a todos estos bichos, así que tienen el derecho de llamarles como quieran. Si no se le ocurre nada, podría preguntarle al obrero herido cómo desea llamarlo. Al fín y al cabo, fué él el que lo descubrió ... aunque después de morderle no creo que el hombre le de un nombre agradable a la criatura.  - Entonces recordó algo:

- Por cierto ¿los miembros de su raza no eran capaces de comunicarse de animales pequeños como este? -

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27/05/2011, 10:00
Pimer Oficial Tanders

 
Tanders suspiró.

Algo sé, sí. De hecho la flota está 'en alerta'. Mientras que colonos han bajado a tierra, los marines y marineros hacen turnos para mantener los barcos bien dotados de tripulación precisamente por si recibimos un ataque sorpresa. Esperemos que no intenten ninguna estupidez, desconocemos la potencia naval de Nueva Amn pero posiblemente sea superior a la nuestra, llevan más tiempo aquí y fletan muchos barcos anualmente hacia sus colonias.

¿Aún piensa darle ese puesto? Por informar al Almirante...

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27/05/2011, 11:56
Brynhildr Vanissar

- Entiendo. Me parece muy apropiado estar alerta. Es posible que, llegado el momento de la verdad, contemos con ayuda, pero por ahora hasta aquí puedo leer, Primer Oficial. - sonrió la Defensora, para luego asentir. - Sí, sigo pensando en darle ese puesto. Si el almirante tiene algún problema con la decisión puede venir cuando quiera a hablar de ello. -

Se esforzó por que el tono de la última frase fuera lo más amable posible, para no dar pie a malinterpretaciones.

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27/05/2011, 10:58
Director

 
El campamento aún tenia movimiento a primera hora de la noche, y los colonos se dedicaban a charlar, comentar o soñar despiertos mientras les entraba el sueño. 

Buscando algo de entretenimiento, se acercó a una fogata desde la que se oían risas y canciones desafinadas que seguramente podría mejorar. Apartándose de allí, un grupo de tres personas vestidas con ropajes de calidad aunque no ostentosos y algunas armas medianas (sin ocultar) como mazas o espadas, se retiraron del grupo metiéndose en una única tienda de campaña... asegurándose de que nadie de los que estaban junto a la fogata les veía entrar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 
La tienda de campaña está a unos diez metros de tí, y a otros diez o quince más, en la misma dirección, está la fogata. Debe haber reunidas unas veinticinco personas o así.

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28/05/2011, 02:02
Oropher

 - Si estás dispuesto a dejar que me quede con algún ejemplar a mi gusto, estaría encantado de poder echarte una mano con alguna que otra trampa inofensiva para capturar ejemplares del lugar y darle algo de vida a tu proyecto.

 Veo que por aquí sois bastante capaces, ¡pero la ayuda siempre viene bien! ¿O no?

 Con una gran sonrisa y ladeando ligeramente el rostro Oropher siguió mirando al animal. Su oído estaba bien atento esperando la respuesta por parte de su amigo Orlamm, era un individuo peculiar, y eso a Oropher le encantaba. Hightower tenía muchas singularidades, y aunque en principio pudiesen parecer menos agradables, eran igualmente estimulantes.

 Acariciandose la nuca con el dedo índice y peinando uno de los mechones de su dorada cabellera aportó una observación.

 - Será mejor que alguien esté pendiente del estado del obrero herido. Dependiendo de lo que coma este pequeño puede que una mordedura sea bastante molesta y propensa a infecciones.

 vaaya...¿De veras os habeis fijado en el tamaño de esos dientes?

 Exclamó de forma terriblemente inocente.

 Esperaba con mucho gusto a poder hablar con Hightower en su tienda, pero si Orlamm aceptaba el trato propuesto, puede que pudiese dedicar su tiempo allí en algo útil sin arriesgarse a meterse en demasiados lios.

 Un momento...¿de verdad quieres evitar meterte en lios?

 ¡No te lo crees ni tu!

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28/05/2011, 05:13
Pimer Oficial Tanders

 
Tanders asintió.

No creo que el Almirante se entrometa en las tropas de tierra igual que usted no lo hace con los marinos. Se lo comentaré de todos modos, por si quiere decir algo al respecto.

Sintiendo que no tenía mucho más que aportar, se levantó de la silla recogiendo su sombrero, sin ponérselo aún.

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28/05/2011, 05:14
Soldado de Infantería

 
Un soldado se acercó al grupo con paso ligero, algo cansado y con evidentes ganas de terminar lo que fuera que le hubiesen mandado.

Resoplando molesto, su expresión cambió a una de alivio cuando vio a Oropher hablando con los dos "pequeños", y se dirigió hacia él. Aquella noche, el elfo parecía estar bastante solicitado.

¡Eh, pst! ¡Caballero...! ¿Oropher, no? La Comandante quiere hablar con usted... Así que dése por avisado.

Con un bostezo nada disimulado, se giró para marcharse por donde había venido.

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28/05/2011, 10:46
Brynhildr Vanissar

Brynhildr respondió al gesto del Primer Oficial con uno similar. - Lo agradezco, aun así, dígale que si tiene alguna sugerencia o idea al respecto, estaré encantada de escucharla. - dijo, acompañándole a la salida de su tienda. - Nos vemos, señor Tanders. -

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28/05/2011, 13:05
Grower Hightower

El mediano miró hacia el cielo, y se sorprendió al descubrir que, con tantas idas y venidas, ya había anochecido.

Al escuchar la solicitud del soldado hacia Oropher, el ingeniero se dirigió al apuesto elfo: - ¡La Comandante Brynhildr le reclama! Entonces será mejor que se de prisa en acudir, señor Oropher. - Y añadió con sarcasmo: - Las mujeres nunca sobresalen por su paciencia y, además, no es de buena educación hacer esperar a las damas... -

Luego se giró hacia el gnomo... - Vaya, vaya, vaya ... Curioso que la Comandante no le haya hecho llamar a usted también ¿No cree señor Blim? Si no me equivoco, creo recordar que usted también, en su momento, le ofreció a la Comandante sus servicios en caso de batalla.-

 - Diría que por alguna extraña razón que no logro comprender ... - Hay cierto retintín en estas últimas palabras del mediano - ... la señorita Vanissar prefiere los "servicios" del señor Oropher a los suyos. - Hightower termina de decir esto con los brazos cruzados en la espalda y una sonrisa en los labios.

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28/05/2011, 15:30
Orlamm Blim

Desde luego no me cabe duda de que la Comandante llama a Oropher para alguna batalla sonríe el gnomo. En cuanto a lo que antes me ha comentado -se gira al elfo- Claro, no hay duda de que tu ayuda será de gran valor. Y si quieres quedarte algo de lo que caces, por mí no hay problema...

orlamm ya asume que finalmente no va la comandante a contar con Orlamm para la batalla contra los centauros. Ella sabe más que él de estas cosas, así que no la culpa. Tampoco se moría de ilusión.

Contesta a la pregunta del mediano los gnomos sólo podemos hablar con mamíferos de madriguera. Pero gracias por la idea. De todas formas no creo que algún animal que capturemos esté muy dispuesto a conversar con nosotros...

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28/05/2011, 15:42
Oropher

 - No te preocupes Orlamm, estoy seguro de que aún no se ha dicho la última palabra sobre vuestra participación en la batalla.

 Además, aún tienes que contarme algo de tu estilo de combate. Si se me requiere para la guerra estoy seguro de que vendreis conmigo. Y no podría pensar en mejor compañero. Aunque entre nosotros, no soy un elfo al que le guste pelear en el campo de batalla...más bien...en otros lugares. - No habría dudas a aquellas alturas que por la mente de Oropher estaba pasando un lecho con un hombre o una mujer. Y era una batalla realmente...dura.

 Observó las tiendas tratando de memorizar su posición estudiando los diversos puntos que pudiese tomar como referencia, y asintió al soldado antes de que se desvaneciese. Todos debían de estar bastante cansados...la noche ya había llegado. ¿Es qué la comandante no duerme? O quizás desee....oh...dioses.

 - En ocasiones, Señor Hightower, no es mala estrategia hacerse un poco de rogar. Aunque en esta ocasión tomaré al pie de la letra vuestro consejo y partiré enseguida.

 Tened cuidado con las fauces de ese animal y no lo tortureis demasiado. No debe de estar siendo un rato agradable para él. - Se solidarizó con la bestia, aunque no del todo convencido. Después de todo, había expuesto su intención de cenarselo.

 - Nos vemos luego. - Y con una palabra en élfico, suave y fresca como una brisa proviniente del norte, se despidió tras mostrar sus respetos a ambos con una ligera reverencia.

 Partiría sin demora en busca de Bryn. Aunque intuía exactamente para que le requería...

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29/05/2011, 10:33
Lynn Moeve
Sólo para el director

Tampoco se veían excesivos ánimos o muchas ganas de jolgorio por el  campamento, al menos, no por la zona que yo había recorrido, pero al menos, aquellas notas desafinantes habían llegado a mis oídos y pensando que necesitaban a alguien que no destrozara un instrumento sólo con tenerlo entre las manos, me aerqué hacia el lugar.

Aún no había llegado cuando vi algo que llamó mi atención, pues el disimulo con el que aquellas personas intentaban desaparecer hizo que quizás fuera más evidente que estaban tratando de que nadie les viera y eso, hizo que mi atención y mi curiosidad no pudieran centrarse en otra cosa.

- ¿ Qué estarán tramando?

No iba a poder contener y eso que mi curiosidad innata ya me había metido en más de un problema, pero era como una especie de pasatiempo en aquel lugar así que aún sin acercarme del todo, entre varias tiendas, comencé a entonar una suave canción, en un murmullo apenas audible para alguien que no fuera yo y en seguida, el cojuro hizo efecto, haciéndome totalmente invisible.

Con el camuflaje que me otorgaba la magia, me acerqué a aquella tienda tratando de ser sigilosa y tras ello, me planté en la puerta, a ver si les escuchaba desde ella o tendría que plantearme entrar dentro, pero eso lo vería desde allí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro para el conjuro por la armadura.

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30/05/2011, 14:43
Director

 
El guardia de la puerta de la tienda de la Comandante dejó pasar al esperado elfo solar sin hacer demora. El elfo encontró a la comandante cómoda sin la armadura, sentada al otro lado de una mesa práctica y sólida.

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30/05/2011, 14:46
Director

 
Lynn se acercó a la tienda de campaña sin levantar sospechas ni por supuesto ser vista. Fue suficientemente sigilosa como para que tampoco la oyesen llegar, y pudo escuchar lo que tramaban. Se sorprendió un poco al ver luz de repente: habían encendido una vela y hablaban entre murmullos alrededor de ella.

Los conocimientos de Lynn sobre religión y credos eran escasos, pero aquellos murmullos tenían toda la pinta de ser rezos, desgraciadamente no entendía el idioma en que estaban hablados. Al poco de estar allí se pudo dar cuenta de cierta pauta: A menudo uno de ellos hablaba y el resto continuaban o respondían, para luego seguir todos hasta terminar los versos, y vuelta a comenzar.

- Tiradas (4)
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30/05/2011, 15:30
Lynn Moeve
Sólo para el director

Me quedé allí quieta, pues cuanto menos me moviera menos probabilidades había de que alguien me escuchara, sabiendo que el conjuro me hacía invisible, pero no que caminara como si fuera una pluma llevada por el viento.

- ¿ Y esto..?

No daba crédito a lo que estaba viendo.

- ¿ Por que se esconden para rezar?

Era como algo verdaderamente absurdo, tando, que era de esas cosas que te hacían pensar que había algo más tras ello, porque sino rozaba lo ridículo. La pena era que no entendía lo que estaban diciendo, pero me encantaría poder hacerlo.

Por suerte, volvía a tener otro as en la manga, aunque estaba viendo que aquel día estaba usando más la magia que en los otros muchos anteriores. Me ahorré lo de cantar, sabiendo que con gesticular en aquel lugar sería suficiente y volví a lanzar un conjuro. Me encantaba poder hablar todos los diomas de aquella manera y sonreí, pues sin duda mi escaso repertorio de conjuros siempre me resultaba útil.

- Tiradas (2)

Notas de juego

El éxito de conocimiento de bardo es porque me olvidé de quitar el 10, eso a tu elección xD

Uso comprensión idiomática.

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30/05/2011, 15:12
Brynhildr Vanissar

Brynhildr estaba recta, con los ojos cerrados. Pensaba en el combate del día siguiente, en cómo actuar y qué hacer. Se preguntaba cómo continuarían las relaciones con los nativos y cómo sería aquella líder aún desconocida, la tal Virstania. Muchas preguntas recorrían la cabeza de la Defensora, pero prácticamente todas podrían responderse en los días sucesivos.

Escuchó al guardia dar paso a Oropher y abrió los ojos según este entraba. Esbozó una sonrisa y le hizo un gesto con la mano hacia la silla que había al otro lado de la mesa. - Bienvenido, Oropher. Siéntate, por favor. -

Una vez el elfo se hubo sentado, se aclaró la garganta para centrarse en los ojos del elfo solar. Era fácil notar cuándo actuaba de una manera u otra, no se molestaba en ocultarlo, y sólo con mirarla era obvio que la que iba a hablar era Brynhildr Vanissar, Defensora de Ultramar, y no Brynhildr, a la que el elfo había acompañado en su primer contacto con Jaina y los suyos.

- Me hablaste en el viaje de tus capacidades para el subterfugio. Bien, quiero que me des ejemplos que respalden eso que dices ser. Cuéntame cosas sobre tu pasado, cómo tienes las habilidades que tienes. ¿Que fuiste un ladrón? ¿Que eras un asesino? No saldrá de este lugar, así como no saldrá lo que hablemos a continuación. Pero para ofrecerte o no lo que quiero hacer debo saber con quién me voy a encontrar cuando conozca a Oropher el explorador por más tiempo. - dijo la mujer de corrido. - Todo esto, por supuesto, si me lo quieres decir. Si prefieres guardar esa parte de tu pasado en la intimidad, puedes irte y no volveré a preguntarte sobre el tema. Podrás continuar como has estado hasta la fecha. Hasta que no aceptes mi proposición, si la efectúo, tienes tiempo a echarte atrás. -

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30/05/2011, 17:35
Oropher

 Oropher se adentró en la tienda echando a un lado el mismo la tela con la diestra, ligeramente inclinado no aprovechó aquel gesto para presentarse ante la comandante, sino que hizo énfasis una vez en el interior en el protocolo. Con el puño a la altura del corazón se inclinó manteniento los tobillos a escasos centímetros el uno del otro. Su cabello estaba suelto, dada la hora, era posible que Oropher ya se dispusiese a descansar. Aún así era lacio y estaba en un perfecto estado, era de un rubio dorado que aunque no deslumbraba por su brillo si lo hacía por su agradable color y su natural comportamiento.

 El oscuro tatuaje de su sien y su mejilla resaltaba en su rostro otorgandole a su belleza élfica un toque salvaje, puede que rebelde. era una marca que llevaría, quisiera o no, de por vida. Su mentón era amplio, masculino, y aunque muchos elfos parecen delgados y poca cosa comparados con un humano, Oropher, sin distanciarse de sus hermanos de raza mostraba una constitución envidiable. Era un individuo terriblemente sano y en sus expresiones faciales se dejaba entreveer una confianza plena en sí mismo.

 Aceptó de buen grado tomar asiento, y como en lo que quedaba por responder, no se haría de rogar...

 - Mi Estimada Comandante. - dijo con una voz que resaltaba por su sensualidad y un toque neutral que la ocultaba parcialmente al final de cada palabra, jugando a un juego dificil de seguir. Trataba de jugar con los límites de la razón y la paciencia, pero siempre desde una clara legalidad.

 - Me honrais con vuestra curiosidad. - advirtió sin mostrarse confundido en ningún momento - Pero me haceis parecer más importante de lo que seguramente soy. ¿Cómo podía ignorar la evidencia que si estaba allí era sólo para ser el medio de algún fin en la mente de la comandante? ¿Habría de rebelarse contra un insulto como aquel o simplemente aceptar que los dioses habían hecho de él una herramienta, y lo mejor era ser blandida por las manos correctas? No me importaría que me blandiese con sus manos...

 Tras una mirada sugerente pero discreta prosiguió:

 - No rechazaré la oportunidad de contaros alguna de mis historias. No dudeis en detenerme si profundizo en los detalles, y disculpad, de antemano, que salte otros que no considero importantes para el relato. Puede que no sea tan bueno como un bardo, pero creo que me defiendo bien contando mis aventuras, que, reconozco, ¡no han sido precisamente pocas! - Oropher se mostraba más que abierto a hablar de su pasado, no tenía inconveniente en hablar de sus hazañas y sus aventuras, era toda una oportunidad.

 De repente, enmudeció y miró a los lados con picardía.

 - Del mismo modo, espero que Narina no haya utilizado algún hechizo de invisibilidad para escuchar a escondidas. - Advirtió suspicaz. - ¡No me gustaría perder la ocasión de contarselas yo mismo! - Una estrategia que en Bryn serviría más bien de poco, hablar de otra mujer. Pero Oropher sabía lo que se hacía...después de todo estaba en su tienda aquella noche.

 - Hum...dejadme pensar... - aunque parecía que sabía exactamente la historia que iba a contar, no era una de sus preferidas, pero se ceñía bastante a la petición de la comandante. Acarició su mentón con la diestra, cruzado de brazos y mirando hacia el techo de la tienda aprovechando para recorrer toda ella hasta detenerse en los ojos de Brynhildr, que había evitado directamente hasta el momento. Era pura estrategia, ella estaba preparada para recibirle, pero con el paso del tiempo su fortaleza se debilitaría y sería más vulnerable a las capacidades del elfo solar, una capacidad a la que nunca renunciaría...hacer que el corazón de un hombre o una mujer de un vuelco.

 La encaró con una mirada distante, que, a medida que sus pupilas crecían, se hizo profunda. No importaba la luz, aunque contribuiría el hecho de que fuese tenue y anaranjada, algo que fomentaba la exótica belleza del elfo. Trataría de adentrarse en ella y robarle el corazón.

 No fue capaz de calcular el tiempo, posiblemente se quedó así más de un minuto. Pero podría pasarse horas observandola.

 - ¿Cuál es la esencia de una buena historia?

Bueno...supongo que lo que importa de una buena historia es que haya un poco de todo. Una pizca de dramatismo, en su justa medida, algo que haga al que la está escuchando empatizar profundamente con el héroe o el personaje principal del relato. Pero también tiene que ser divertida, para que no se haga aburrida.

 Quizás...que acontezcan una muerte o dos, de personajes importantes. Que parezca que ha tenido trascendencia más allá del tiempo y no es una simple historia, sino...algo más. Un pasado que ha quedado grabado a fuego en la historia de los pueblos.

 Quizás algún día haya un bardo que narre la vida de aquel huérfano y sepa, en cada momento, que detalle contar para que se cumplan con los condimentos exactos y necesarios de una gran aventura. Mi historia, me temo, tiene sobretodo momentos que muchos considerarían dramáticos. Intentaré no hacerla llorar, mi querida Comandante.

 Sonrió de medio lado con el ceño ligeramente fruncido. Disfrutaba hablando de sí mismo, aunque no tanto como para que fuese una debilidad evidente. Tenía la oportunidad...y la aprovechaba. De eso se trataba después de todo, Oropher era un oportunista, y no podía desaprovechar aquello así como así.

 - Cuando apenas era un crio un gremio de ladrones, asesinos, y la peor calaña que pueda imaginarse, me tomaron como su aprendiz forzado. Esto no quiere decir que no sea un explorador y haya mentido, asique ruego que no se precipite en sus conclusiones. Si fuera un mentiroso me cuidaría de contarle mi historia, aún cuando me lo pidiese.

 Todos hemos oído hablar de los bandoleros que asaltan a los comerciantes y los viajeros en los bosques. Y también de los crios que te roban lo que quiera que se lleve en los bolsillos en las calles de las grandes ciudades.

 ¿Qué puedo decir? ¿Tenía otra alternativa?

 Siempre existe la opción de tomar otro camino, pero no siempre lo vemos con tanta claridad. Con tan pocos años lo único que deseaba es poder llevarme un trozo de pan a la boca al final del día, lo que, por otro lado, era bastante poco frecuente.

 No se precipite, nuevamente. Siempre me hacía con algo, pero no todos los otros huérfanos, incluso los que me superaban en edad y experiencia, eran tan diestros como yo. Aprendí que ganarse la lealtad de aquellos que se convirtieron en mis hermanos forzados era crítico para sobrevivir, aunque eso supusiese llevarse algún que otro latigazo por ellos, compensar sus errores o quedarse sin comer durante unos cuantos días.

 Pase mucho tiempo en el bosque, pero aún más en las calles de la ciudad.

 no voy a engañaros, aquello apestaba, pero al menos me hice con un repertorio bastante amplio de aptitudes, a veces no muy loables, con las que sobrevivir a los tiempos que corren.

La mayoría de mis habilidades las aprendí entonces, las restantes, en los años venideros, e incluso hoy en día, sigo en busca de nuevas formas de sobrevivir. Nunca sabes lo que podrá serte útil.

 El relato de su infancia no se prolongó mucho. Pronto se haría evidente que Oropher no mencionaba ningún nombre, salvo quizás el propio. Sería fácil de entender si se prestaba atención, siempre había valorado la lealtad y decir el nombre de sus camaradas sería una traición en toda regla a su pasado. Muchos ya estaban muertos, porque no habían sabido llevarlo tan bien como el elfo solar. Finalmente, cualquier pregunta pudo quedar cerrada cuando relató como perdió el contacto con su pasado cuando escapó de sus captores.

 sería horrible imaginarse como Oropher mató a sus propios hermanos y a alguna de sus figuras paternas para escapar. Pero no sería más que imaginación, pues en el relato de Oropher no había asesinatos, sólo golpes de suerte que le procuraban una vía de escape rápida, un golpe bien dado que dejaba inconsciente a alguien que después de aquello decidía no volver a perseguirle, y otro cúmulo de circunstancias que, aunque muy creíbles y que encajaban perfectamente en todos los detalles de la historia, parecían extremadamente dificiles para un mocoso de orejas puntiagudas.

 Aunque había huído al bosque, el elfo solar pronto encontró refugio en casas de putas y tabernas de mala muerte, vendiendo sus habilidades al mejor postor. Había conocido todo tipo de razas, había participados en cacerías, si bien no de dragones, si de bestias que aterrorizaban a aldeas enteras. Aprendió a trabajar solo, pero nunca logró encontrar esa armonía con la naturaleza que tienen algunos otros. Se consideraba un explorador, y lo era...aunque exploraba el mundo y todas sus posibilidades por duras que parecieran en un principio.

 - Recuerdo... - proseguía aguantandose una risa refrescante y sincera - una vez, con un grupo de gente que, como yo, se había visto obligada a ganarse la vida. Un enano más terco y desvivido que Gargun, bueno..quizás eso haya sido decir mucho. - Alzó las manos metiendose cariñosamente con su amable compañero de la Revivida - un semielfo de tendencias....digamos que no se despegaba de mi espalda.

 ¡menos mal que estoy acostumbrado!

 Y un humano bastante inteligente...de hecho se consideraba el lider del grupo. El asunto fue que yo tenía otro encargo, de un patrón local. Estabamos acampados en el bosque y tuve que retirarme durante unos minutos. ¡todos pensaban que les iba a traicionar y cobrar las recompensas que...como no, había sobre cada una de sus cabezas!

 Lo curioso fue que...¡en efecto! ¡Les atacaron para apresarles! ¡pero juro que no tuve nada que ver! ¡que yo me fuese sólo minutos antes fue una coincidencia! - a lo largo de aquella historia las coincidencias de aquel tipo se producían cada poco, Oropher parecía un elfo más que afortunado, pero trataba de contarlo con gracias, y no parecía esforzarse en mentir o inventarselo.

 - Cuando regresé sólo quedaban unas ascuas débiles en la hoguera y las tiendas intactas.

 Siguiendo el rastro de sus captores por tooodo el bosque, di con una torre de vigilancia repleta de soldados.

 No me fue fácil conducir a uno de ellos hasta detrás de un matorral y entonces.... - guardó silencio con una gran sonrisa - bueno, saltemonos esa parte.

 Lo interesante es que usaba una talla terriblemente amplia de armadura. Yo, por supuesto, me la puse encima y traté de hacerme pasar por uno de ellos.

Entre en la torre sin demasiados problemas. Por lo que oí habían llevado a dos de los prisioneros a una cámara bajo la torre, una camara de...tortura. Y a otro, a lo más alto de la torre.

 Decidí comenzar por la parte de abajo. Tuve que entretener al guardia con unas cuantas adivinanzas y apuestas. En particular le aposté unas cuantas piezas de oro a que uno de los soldados que hacía guardia fuera aparecería en calzoncillos durante la mañana.

 Sea como fuere, mientras hablabamos acabé robandole las llaves de las celdas. En cuanto se despistó le di un buen golpe y liberé a mis compañeros el enano y el semielfo.

 Lamentablemente se presentaron voluntarios para subir a lo alto de la torre y yo, incapaz de decirles que no a un enano tan feo y a un semielfo tan apuesto, acabé atado y amordazado de pie y manos en lo alto de aquella misma torre.

¡Resulta que era nuestro compañero perdido en lo alto el que nos había vendido a todos!

 ¡y no sólo eso! ¡todos pensaban en hacerse conmigo y cobrar una....bueno, una pequeña recompensar que habían puesto por mi en una aldea cercana...

 Como ves, puedo hablar durante tooda una noche. De modo que los guardias empezaban a quedarse dormidos. Creo que era más por las horas que por mi conversación...la verdad, porque suele ser genial escucharme. - Dijo riendo, quien sabe si irónico o completamente en serio.

 - en uno de los cambios....

 bueno.

 Resumiendo.

 Días más tardes acabé en la aldea que habían puesto precio a mi cabeza, con el dinero que gané por la apuesta con el guardia y..algo más. Limpiando mi nombre en aquella región, y no sólo eso, ofreciendo una recompensa por todo el que fastidiase a aquellos malditos truhanes.

 Ah...los buenos tiempos...

 Dijo acariciando los reposabrazos y sonriendo ampliamente con cierta sofisticación y orgullo. Después, algo más relajado, clavó su ambarina mirada en Bryn, y le dio algo de tiempo para asimilarlo todo. Quizás, aquello no fuese precisamente lo que buscaba como respuesta.

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30/05/2011, 21:02
Brynhildr Vanissar

La Defensora le observó actuar como actuaba. Le observó presentarse, supo advertir ese jugueteo que la propia mujer no alcanzaba a comprender (y que le sabía tan extraño). También le observó bromear, fardar, desviar la atención, centrarla... y ella se permitió sonreir frente a algún que otro comentario jocoso del elfo. Oropher, como bien decía él, no sería un bardo, pero contaba historias como uno, y no sabía si le preocupaba más la posibilidad de que así fuera o de que realmente el elfo solar estuviera diciendo la verdad.

Si de una historia podía suponer todas las cosas que estaba suponiendo sobre él, no se quería imaginar lo que podía llegar a saber si Oropher seguía hablando. Pero no era aquello lo que tenía que tratar. Se encontraban en Aguas Nuevas, al menos de forma temporal, pero Aguas Nuevas al fin y al cabo. Y el nombre de aquel lugar que iban a crear entre todos era bastante autoexplicativo. Aguas Nuevas, un nuevo futuro. No le importaba mucho cuál era su pasado mientras se quedara al otro lado del océano.

No era idiota, sabía que allí habría mucha gente con pasados oscuros. Otros, con una vida mucho más pura, buena. Otros prácticamente sin una vida. Pero, volvió a pensar, se encontraban en Aguas Nuevas. Aquello sería un mundo nuevo... y ella se encargaría de que así fuera.

- Entiendo. - decepcionante o no, fue lo único que dijo respecto a la historia que acababa de escuchar. Se levantó de su silla, y empezó a andar por la tienda, en círculos y a paso muy calmado.

- Como bien sabrás, pese a vuestras capacidades, que nadie pone en duda, todos vosotros, los exploradores, sois leales de nuestro ejército. Sois uno de tantos, uno de los más de 700 hombres y mujeres que forman nuestro cuerpo. Somos un solo cuerpo, Oropher. Cada parte del cuerpo funciona de forma independiente al resto del cuerpo, pero necesita del resto para poder llegar a funcionar. Ése es el espíritu de mi ejército. Un brazo no puede golpear si no tiene un cuerpo junto a él. Unas piernas no pueden correr sin un cuerpo que les de energías para ello. - dijo la Defensora con solemnidad. Tenía un tono de voz un par de tonos más grave de lo que era habitual en ella, y Oropher supo que aquella voz era la de una verdadera líder, una de las razones que explicaban que tuviera aquel puesto que tenía.

- Pero hay una parte del cuerpo que no es tal. Una parte que depende de él, ya que de lo contrario no existiria, pero tan independiente al mismo tiempo que nunca se conoce nada sobre ella. Es la aliada de mucha gente, ella permite que gente como se esconda, sea sigilosa, que robe, asesine... Es algo que nunca dejará de existir, porque está omnipresente, en todas las cosas. Estoy hablando de la sombra. Encender una luz es invocar una sombra, Oropher, y el poderoso cuerpo que es nuestro ejército de Maztica también posee una sombra, una sombra formada a raíz de nuestra propia luz. - continuó Brynhildr, para volver a su asiento y sentarse, clavando la mirada en el explorador. Hasta el momento la mujer siempre había reaccionado de una u otra manera a las insinuaciones del elfo, pero aquella mirada daba la sensación de que, en aquel momento, ni todas las tentaciones de esta parte del océano y de la otra podrían quebrar su determinación. - Una Sombra no es tangible, pero está en todas partes. Una Sombra, amigo, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso te he llamado hoy aquí. Cuando formé a mi ejército y lo dividí como está ahora, hubo gente a la que le resultó graciosa la forma en la que llamé a algunos. A otros les pareció incluso ofensivo. Pero a casi nadie le acababa de gustar, teniendo ahí a los amnianos, que llamáramos a nuestro cuerpo secreto las Sombras de Maztica. Pero es un nombre muy apropiado, pues no hay mejor lugar para esconderse que en la sombra de alguien. -

- Lo he notado en ti, y tus palabras solo han confirmado mis sospechas. Eres alguien que sabe aprovechar el filón que una sombra puede dar. Por eso, repito, te he traído aquí esta noche. Quiero que dejes de jugar con las sombras... y que pases a SER una Sombra. Si aceptas, actuarás tras el cuerpo de Maztica, sin que nadie lo sepa. Si alguna vez tengo alguna tarea que encomendarte, no la harás en nombre de Aguas Nuevas, pero sí para Aguas Nuevas. Algunas veces esas tareas no serán agradables, éticas o dignas de contar. Créeme, para bien o para mal el honor es importante para mi y nada me pesa más que tener que actuar así en algunas ocasiones, pero el honor no debe coaccionar nunca a un buen comandante, y menos a la Defensora de Aguas Nuevas. - siguió la mujer, con seriedad. - Si aceptas, no podrás decirle a absolutamente nadie qué eres, ni qué haces, has hecho o harás. Harás lo que haces hasta ahora, pero si llegado el momento necesito a las Sombras, tú atenderás también la llamada. Los únicos que sabrán tu posición serán tus compañeros, pues formáis parte de una sola sombra, la Sombra de Maztica. Si no te interesa... ya he dicho que puedes negarte, levantarte e irte. No te reprocharé nada por ello. -