Partida Rol por web

Him no recuperó la conciencia del todo, ni siquiera consiguió abrir los ojos, pero su cabeza comenzó a bambolearse. Notaba como si todo su cuerpo estuviera siendo azotado por el viento en medio de una gran tormenta.

Además sentía un extraño calor en sus mejillas, dado que el resto del cuerpo estaba entumecido y frío.

De repente el bamboleo se hizo más tenue...

 Tras la reprimenda de sus compañeros de viaje Twim dejó de intentar reanimar al hombre desvalido y decidió cargarlo a sus hombros hasta que encontraran un lugar en el que cobijarse. Al poco empieza a caer una leve lluvia y Galmor empieza a refunfuñar cosas inentendibles.

- Al pobre no le gusta la lluvia, normal que esté así, aún no sé para qué ha venido conmigo, no va a hacerme cambiar de opinión por muchos años que lo intente.

Su grupo avista una pequeña aldea y lo que parece ser una posada y decidieron entrar, Twim les siguió, cómo no, con el hombre inconsciente cargado de su hombro. Al intentar entrar por la puerta se escucha un fuerte golpe contra el bastidor de la misma y Twim nota una pequeña resistencia en su paso, ¡había golpeado al pobre hombre en la cabeza contra el bastidor!

 - Diantres, ¿no pueden hacer las puertas lo suficientemente grande para que pase un enano con un hombre cargado del hombro? ¡Si es que parece hecho a posta! Y encima de lado tampoco cabemos... ¡GALMOR CÓGELO!

 Tras el grito, y sin que nadie lo esperara, Twim había arrojado al humano sólo porque no sabía como pasar la puerta con él en hombros... "¿Pero está loco o qué le pasa?" Piensan todos.

Täril no daba crédito, por un momento se quedó sin habla. Se esperaba cualquier cosa de Twin, pero nunca lo que acababa de hacer. Por fortuna para el humano TÄril es fuerte y con  buenos reflejos. Logra coger el cuerpo antes de que caiga al suelo y colocárselo en el hombro con un solo movimineto, limpiamente. Permaneció un instante en la entrada intentando asimilar lo sucedido y pronto la ira empieza a correrle el cuerpo. las venas del cuello brotan como rios, la de la sien se expande en un segundo y  una palabra sale de de su boca como rujido de oso enfurecido...

TWIM!!!!!! INSENSATO!!!!!!!! Por las garras de mil trolls!!!!!! querías salvar a este pobre hombre pero al final tu torpeza va a acabar matándolo. Moradín !!!! apiadate de él, dale algo de conciencia antes de que tengas que castigarme por dañar a uno de tus hijos. Por las barbas de Clanguedin, que la ira no me lleve. darme paciencia dioses míos, darmela os ruega este fiel servidor vuestro.... Continua refunfuñando entre dientes Galmor mientras entra sin problemas cargando al hombre y se dirige hacia el posadero.

¿ Conocen a este humano? estaba inconsciente en el camino a poco de aquí y necesita descanso. Dígame donde quiere que se lo deje antes de que la torpeza de mi compatriota le cause algún daño mayor.

La cabeza de Him no paraba de dar vueltas... Y un par de sacudidas fuertes hicieron que las pocas fuerzas que le quedaban se le fueran en provocarle un amago de vómito...

-¡ES UNA TRAMPA!-Grito desde la piedra sin siquiera levantarme ni poder contener la risa.

-No, pero podría haberlo sido. Jajajaja.-Añado casi al momento tirado por los suelos. Mis compañeros probablemente no valoren la broma, pero está en mi carácter ese tipo de cosas.

Después de ver como Twim golpea al humano inconsciente en la cabeza, con el marco de la puerta, la cara de Amra se contrajo un poco por el dolor que debió de suponer, después de eso seguro que ya no se entera de nada. Justo entonces el cuerpo saltó por los aires desde los brazos del fuerte enano, advertido por el grito, Galmor tuvo el tiempo justo de cogerlo antes de que cayera al suelo y entró limpiamente a la posada.

La mandíbula de Amra estuvo a punto de desencajarse de incredulidad, por suerte reaccionó a tiempo y apretó los dientes. Con paso seguro se introdujo en el edificio mirando para todos los lados, Blaid conmigo, tenía un mal presentimiento, si no fuese por ellos el sitio estaba demasiado en calma.

Cuando Benen gritó, Galmor se aferró a sus armas mirando hacia todos lados, esperando la llegada de los asaltantes. Al percatarse de la broma, se acercó al mediano, se quedó mirándolo fijamente y  mientras el pequeño se revolcaba por el suelo muerto de la risa el enano le increpo:

Maldito mediano!!! Ya veremos  que pasa el día que nos asalten de verdad… entonces gritarás para que vaya en tu ayuda y te pasará como en el cuento del lobo, que no te haré caso. Veremos entonces si te hace tanta gracia…

Y Galmor volvió junto a Twim y comenzaron a avanzar por el camino…

El lugar se encontraba muy calmado, apenas un par de humanos comiendo en una mesa en el rincón, una mesera semielfa y el tendero, también un semielfo de cabello negro y corto.

Se sorprende al ver la espectacular entrada del grupo, queda boquiabierto al ver como zarandeaban como su de un bulto se tratase al pobre hombre inconsiente. Cuando el Enano le pregunta si lo conoce, el semielfo se queda unos instántes en silencio, como si estuviera viviendo un sueño surreal. Luego contesta algo inseguro -Ehhmm... a mm no, no cnocemos a rste hombre! Aghaza, -Grita a la camarera -Tú conoces a este hombre?. -La camarera se acerca y le observa el rostro, -Pobre hombre, no lo conozco, jamás lo había visto! Se levanta y se adentra al interior de una habitación, detrás de la barra.

Luego de salir de su estado, el camarero levanta la cabeza y se dirige al grupo -Señores... y señorita, les damos la bienvenida a Hondonada de Anathar, los viajeros siempre son bienvenidos. Desean una comida caliente y algo de bebida? -Sonrie ampliamente, sabiendo la respuesta antes de que los héroes pudieran siquiera abrir los labios. -Por cinco monedas de plata, podrán comer todo lo que deseen y beber toda la cervza de casa que les que.... quepa en la barriga -Vaciló al decir esto último tras ver a los dos Enanos -Además, tendrán un lecho decente donde podrán pasar la noche! y para ustedes -Vuelve a dirigirse a los Enanos -Por otras cinco monedas de plata pueden acceder a las habitaciones privadas de los Enanos, son subterráneas y los hará sentir como en casa.

La camarera sale de nuevo, cargando un balde de madera con unos trapos de lino en su mano. se sienta junto al inconciente hombre y empieza a remojar los trapos con el agua, luego empieza a remojarle la frente y el cabello. Poco a poco Him recupera el conocimiento, al principio se siente sorprendido y desubicado, pero poco a poco se calma, y aunque se encuentra muy débil, ya puede hablar y contestar preguntas.

¿Him responderá las preguntas con la verdad? ¿Los Enanos accederán a las habitaciones Enaniles? ¿Seguirá Twim golpeando al pobre Him aún después de despertar? Es su turno.....

Galmor deja al humano en manos de la camarera para que le atienda. Y cuando el camarero termina su diiscurso de bienvenida el veterano enano pronuncia:  Para hacerme sentir como en casa solo hay una cosa que se puede hacer, que es llevarme a mi casa. Pero bueno, al menos yo probaré esas estancias excavadas en roca que tienes, a ver si son dignas de un enano. Lo que no me parece bien es que tengamos que pagar 5 piezas de plata más por ellas, pero mira, hoy estoy de buen humor y no voy a discutir por eso, me las cobraré en comida y bebida.

¿ Queréis que me sienta como en casa? pues que me vayan preparando un baño bien caliente en mis aposentos para quitarme todo este polvo que llevo acumulado en mi cuerpo por el viaje. En las cavernas que habito no hay ni una mota de polvo. La piedra es piedra y nada la deshace, no como la tierra esta de la superficie vuestra, que se te pega por todas partes...

Y dicho esto Galmor se dispone a dirigirse hacia su cueva para desprenderse de su pesada armadura y darse un buen baño.

Tras recobrar el conocimiento, lo primero que vio Him fue el hermoso rostro de una dama elfa (o eso le pareció a él). Intentó articular palabras, pero su voz estaba apelmazada. Al darse cuenta, su curandera le ofreció un cuenco de agua y, gracias a él, su voz volvió a fluir, débil pero firme. Estaba recuperando las fuerzas poco a poco.

-Gracias, mi señora, creo que ya estoy bien... - dijo mientras intentaba levantarse. Quería parecer más recompuesto de lo que en realidad estaba y sus pretensiones le costaron un fuerte traspiés que casi lo deja inconsciente de nuevo. Pero se mantuvo en pie.

Al ver al grupo al que había pedido ayuda en el camino en esa posada, no tuvo que atar muchos cabos para deducir que lo habían llevado hasta allí. Aunque uno de los enanos ya se retiraba hacía su habitación, intentó agradecerles su gesto: Gracias por haberme traído hasta aquí. Si no hubiera sido por vosotros, habría muerto. Si alguna vez puedo, compensaros, a cualquiera de vosotros, estad seguros de que lo haré. - dijo lo más solemnemente posible, dado que aún se tambaleaba un poco y su cabeza no terminaba de asentarse.

-Yo tambien quisiera uno de esos cuartos subterráneos.-Digo acercándome al posadero.-En mi región de procedencia vivimos en una confortable vivienda subterránea, mi familia y yo, claro, y si es posible... estoy más habituado a ese tipo de estancias.

Después de un primer vistazo al lugar, Amra se relajó un poco y siguió las conversaciones de todos con interés, mientras Galmor se dirigía a las habitaciones, el humano gracias a los cuidados de la camarera semielfa llamada Aghaza, recobró el conocimiento. Se acercó hasta donde se había puesto en pie y se tambaleaba un poco, y después de escuchar sus palabras asintió con la cabeza.

¿Qué os pasó? ¿Os atacaron? No se le daba bien eso de irse por las ramas, lo suyo era ir directo al grano y con poco tacto.

Sí, nos atacaron. Pero no es tan sencillo como suena.- Suspiró hondo y continuó: Para comenzar, he de decir que pertenezco a una orden... - Las palabras se le atragantaron y reflexionó: Mejor dicho, pertenecía a una orden de monjes seguidores de las doctrinas de Ilmáter. Salí de allí para cumplir una misión y cuando volví, mi hogar y todos mis hermanos habían sido masacrados por una banda de orcos, o eso creo que eran... Sólo unos seres como ellos serían capaces de clavar todas las cabezas de las personas que acaban de masacrar en picas alrededor de su propio hogar... - Him reprimió un escalofrío que nacía en la parte baja de su espalda...

Tras eso, intenté bajar de las montañas y buscar ayuda para limpiar la impureza que habita ahora en el templo de Ilmáter. Pero en los bosques me esperaban otro tipo de imprevistos que casi me cuestan la vida, como ya sabéis... Una mueca de dolor se atisbó en la cara de Him. Aún no estaba del todo recuperado y su cabeza no hacía más que darle vueltas tras el esfuerzo de mantenerse de pie tanto tiempo. Cogió un silla de la mesa más cercana y se sentó un poco.

Los orcos son capaces de eso y mucho más. Por eso son enemigos ancestrales de mi raza. Si osan acercarse aquí sabrán como se las gasta un Martillodeplata.

Por fin el misterioso hombre que tantos dolores de cabeza les había traído estaba despierto y empezaba a contar su historia, la verdad es que por lo que había contado era bastante coherente, pero a Twim no le parecía encajar del todo.

- ¿Cómo es que sabías que eran los orcos? ¿Y qué podrían buscar ellos en aquel lugar? No pienses mal, no es que no te crea, sino que me parece que haces demasiadas suposiciones, normalmente los orcos no suelen dejar el lugar sin arrasarlo por completo, ¿no?

Amra escucha atenta la explicación del humano de lo que le pasó a su hogar, un atisvo de melancolía se instala en su corazón, si volviese a La Alta Danza y me encontrase con un panorama así...

Cuando se refiere a los problemas que tuvo en los bosques, el cuerpo de la elfa se tensa y no hace caso ni del dolor que refleja la cara del hombre ni de las preguntas sobre orcos de los enanos. Una cosa es un ataque en las montañas, a un templo solitario, por supuestos orcos, pero un ataque en los bosques de las inmediaciones ¿Qué imprevistos? ¿Qué os ha pasado en los bosques?

Una punzada de dolor se le hendió en el costado. Tras aparecer una mueca, inspiró hondo para intentar no pensar en el dolor. En mis años de preparación en el monasterio, me enseñaron lo suficiente del lenguaje orco como para entenderles y llegar a comunicarme con esa raza en caso necesario. Hizo una pausa al recordar la imagen que presentaba su hogar tras el ataque. Mi mente no recuerda con claridad todo lo que encontré, pero creo que hablaban orco o quizá mi mente me engañó y recurrió a la primera lengua conocida que tenía en mente... No lo sé, no os voy a engañar. Tras responder al enano, me dirigí a la elfa y le dije: Nunca pensé que encontraría tantos problemas en el bosque, pero unas arañas gigantescas me emboscaron y pude escapar de milagro... pero esas arañas no fueron lo peor. Una extraña presencia, una sensación extraña no me abandonó tras el ataque mientras huía lo más rápido que podía... Quizá fuese una mezcla de miedo, rencor o incertidumbre por la reciente pérdida de mis hermanos o... Las ideas de Him se nublaron una vez más. No sé qué pudo ser, estoy demasiado cansado para pensar con claridad... Him se llevó las manos a la cabeza intentando que dejara de darle vueltas y se echó hacia atrás en el respaldo de su silla.

Yo también puedo comunicarme con los orcos en el único idioma que entienden, el de la sangre !!!!!

 - Galmor para ya de ser tan violento y hablar de querer matar orcos y otros seres que no te caigan bien, estamos en una taberna compórtate. - Inmediatamente le da golpe en la cabeza con el mango de su hacha que resuena por todo el lugar al dar contra su casco de metal.

 Twim se dirige ahora hacia el humano. - Tranquilo muchacho nosotros te protegeremos mientras podamos, ya estás a salvo, como buen clérigo de la diosa Sharindlar cuidaré de tus heridas y no dejaré que nadie te inflija daño alguno, ni siquiera Galmor. - Dice mientras mira al otro enano de reojo.

¿ Violento yo? Galmor le da un capón al casco deTwim

Tu si que eres violento, usando las armas en la posada. Eres tú el que tiene que comportarse. Him, reza lo que sepas para que mi compatriota no tenga que ponerte la mano encima. No es muy sutil tratando heridos, como habrás podido comprobar.

Galmor se cruza de brazos y le da la espalda a Twin, aunque lo vigila de reojo por si sigue con la regañina.