Partida Rol por web

Al ver como el grupo quedaba libre de oponentes Galmor pronunció : Es el momento de ponernos a salvo!!! Son demasiados para hacerles frente!!!! Corred!!! Yo os cubriré la huida!!!!

Y con un gesto señalando el camino por el que venían , Galmor empezó a recular sin perder de vista a sus enemigos para ver lo que hacían.

En un instante, el mediano recogió las dos dagas que había lanzado y salió corriendo por donde sus compañeros indicaban que se debía huir.

-Sabía yo....-Pensó.

Cuando Blaid atacó al hobgoblin que Amra tenía delante y le seccionó la yugular, y el restante huía hacia el puente, ésta se preparó para lanzar un hechizo que esperaba inmovilizara a los que se acercaban. Extendió el brazo con la palma hacia abajo y, mientras pronunciaba las palabras, giró ésta y la convirtió en un puño.

- Rañar amné.

Vió cómo la vegetación comenzaba a retorcerse y agitarse hacia sus objetivos, y oyó a Galmor gritar, eran demasiados para ellos cuatro, se giró y comenzó a alejarse en dirección opuesta manteniéndose al lado del guerrero. No se le olvidó llamar a Blaid con un silbido para que acudiese a su lado.

- Sevelsa dirèhra ruc. - con el enano al lado murmuró las palabras para ejecutar el hechizo de sanación mientras posaba la mano en el robusto hombro - Algo es algo. - le dijo cuando sus heridas comenzaban a cerrarse un poco - Ahora, a correr y a despistarlos.

En cuanto acabó de hablar hechó a correr para buscar un buen lugar donde alejarse del camino si ser detectados.

De repente, los árboles empezaron a mover sus ramas, los arbustos a desplegarse y las raices a salir de la tierra, todos ellos con un objetivo: Ayudar a la cidadora de los bosques a escapar.

Los pies de los Hobgoblins y goblins quedaron atrapados, su atención se centró en intentar escaparse de tal maraña natural que los había vuelto presos en lo que ahora era su hogar, un hogar arrebatado a los campesinos que exiliaron, pero que al menos no masacraron.

El sendero por el que venian marcaba la huida, las manos prodigiosas de Amra se cargaban de energía natural y se la transmitía hacia el Enano guerrero, llenándolo de vigor y cerrando parcialmente su horrible herida en la espalda. Corrieron lo más que pudieron hasta poder ver un sendero casi imperceptible que se adentraba hacía el oeste.
Por ahí se adentraron hacia la llanura boscosa, esperando que los Hobgoblins no los persiguieran y no los rastrearan, sin embargo, Amra se quedaba por momentos intentando borrar rusticamente las huellas dejadas por las pesadas botas Enanas.

Siguieron caminando después que no pudieron seguir corriendo y poco a poco empezaban a llenarse de un sentimiento de seguridad que al pasar de los minutos y las horas se fue incrementando, hasta volverse una certeza de que ya no estaban siendo seguidos ni perseguidos.

Volver al puente quizá no fuera una buena elección, la guardia estaría más alerta y los hobgoblins mejor preparados y jugaban una carrera contra el tiempo para evitar que ese carromato llegara al monasterio antes que ustedes. Otra opción podría ser seguir el curso del río por la rivera sur y esperar encontrarse un vado cerca de las montañas o algún otro puente hace tiempos olvidado!!

La noche llegaba rápidamente y se volvía necesario encontrar algún refugio seguro antes del anochecer, afortunadamente, Amra se movía en ese entorno como un pez lo hacía en el oceano y rápidamente encontró una caverna excavada sobre el rocoso terreno, afortunadamente esta vez, la caverna se encontraba vacía......

Allí pasarían la noche y allí podrian tomar desiciones; ¿Se retirarán de la empresa?¿Se devolverán hasta el puente y contratacarán a los invasores?¿Se devolverán hasta Hondonada de Anathar y reportarán el incidente?¿Avanzarán hacía las montañas con la esperanza de encontrar un paso sobre el río?...... Es su desición, y su turno.

Täril, con visibles síntomas de fatiga, se sentó en una pequeña roca y se recostó en la fría pared de la gruta. Aún jadeante, se apoyó en su martillo y pronunció con la voz entrecortada y quebrada por el cansancio: Nos hemos librado por poco. Gracias Amra por tu ayuda. Sin ella no habríamos podido evitar el combate y nos triplicaban en número…. Dudo que hubiéramos salido con vida. Siendo tantos y bien pertrechados, me sigo preguntando por qué los goblins no utilizaron la fuerza para conquistar el pueblo. Sin duda debe haber una razón. Aunque después de lo ocurrido, no creo que tengamos más opción que cruzar el puente por la fuerza. En todo este tiempo habrán terminado de montar las tiendas y estarán guardando su paso. Los que podéis deberíais acercarse sin ser vistos e intentar averiguar algo más sobre los goblins. Al menos cuántos son en total. Creo que bien preparados podríamos hacer frente a los que vimos, pero si fueran muchos más ya no sé si podríamos superarlos.

Tras el pequeño discurso, el enano sacó su odre de cerveza echó un largo trago esperando mientras la opinión de sus compañeros.

Espero haber hecho todo lo posible porque no nos encuentren, pensó la elfa cuando entraba la última en la cueva después de haber vuelto, por última vez, para borrar el rastro dejado por el grupo. Cansada se dejó caer cerca de la entrada para vigilar el exterior y dejó que Blaid saliese para que inspeccionase la zona, si había algún problema cerca, el lobo se lo haría saber con uno de sus aullidos. Amra escuchó en silencio y recobrando el aliento, cuando el guerrero acabó de hablar dió su opinión sin apartar la mirada del exterior.

- Si vuestro compañero no se hubiese lanzado al combate como una piedra sin sentido, - no se dirigió a Twim directamente y se podía apreciar en su tono que estaba muy molesta - nada de esto habría pasado. El tiempo de las preguntas pasó, el tiempo de la lucha pasó, sólo queda escurrirse sin ser vistos.

Acabó de hablar y se puso a montar su arco para salir a por algo para la cena.

-Una opcion es entrar a saco al amparo de la noche. Yo que soy algo más sigiloso podría intentar colarme aprovechando las luces del campamento y las estrellas. Una vez dentro, bastaría con rematar a algunos de los goblins y sabotear sus arcos o quemar sus tiendas para acabar de una vez con ellos. 

Tras decir esto, el mediano sopesó las palabras de la druida.

-Un arco y flechas podrían venir bien, un asalto desde fuera, obligarlos a salir del campamento y acabar poco a poco con ellos o emboscarlos. Como bien has dicho, ya no podemos hablar.

La opcion que nos resta es buscar ayuda o tratar de vadear el río más al sur.

Galmor escuchó con atención. Después volvió a tomar un trago y dirigiéndose a la elfa pronunció:

Amra, desde que la piedra es piedra, la raza goblin nos ha masacrado allá en lo más profundo de nuestras cavernas. los hemos mantenido a raya siempre que hemos podido, pero nos ha costado muchas vidas. Todas enanas. Y gracias a eso, las razas que veis el sol apenas habéis sufrido la lacra de estas malvadas criaturas. Lo que ha sucedido tiene su justificación, no nos maldigas por ello.

Lo de escurrirse  sin ser visto... Quizás un gusano, pero lo veo muy difícil para un enano con armadura pesada.

Me uno a Benen en su idea de derrotarlos. Si los dejamos aquí pronto empezarán a causar daños a los habitantes de este valle. Y no podemos permitirlo.

La noche pasó tranquila, se hicieron los turnos de guardia respectivos, las primeras cuatro horas vigilaron los Enanos y el Mediano en turnos de un poco más de una hora cada uno. El resto lo vigiló Amra completamente descansada.

El nuevo día llegaba y antes de que el sol saliera, partieron rápidamente decididos a ejecutar el plan que habían trazado la noche anterior: El mediano se escabulliría e intentaría recolectar la mayor información posible acerca del campamento, a partir de esa información, intentarian tomarse el puente y cogerlo como cuello de botella.

Marcharon al puente que se encontraba a unas cuantas horas de viaje, los cuatro, con el impetu y la desición de no dejarse amedrentar por los Hobgoblins. Tenían una misión y estaban perdiendo el tiempo al regresar, pero valdría la pena devolverle a los aldeanos sus tierras tomadas injustamente por estas criaturas.

De repente un sonido interrumpió la marcha, un silbido que se acercaba peligrosamente desde uno de los flancos, ¿podrían ser hobgoblins exploradores? era muy probable, pero todo ocurrió muy rápido, no tuvieron tiempo de ocultarse ni de prepararse, tan solo desenfundaron las armas cuando un Elfo, de cabello oscuro portando un Arco salió de la espesura a su encuentro casual. Parecía sorprendido también de haberlos visto!.

Un viajero errante, un cazador furtivo, un explorador y arquero. Eso era lo que eras.

Viajabas de valle en valle, aceptando trabajos menores y cazando animales de la espesura, para comer y para vender su carne y sus pieles. Los castores eran los más valiosos, pero también los más difíciles de encontrar.

Habías escuchado rumores de que el Valle de la daga necesitaba mercnarios, guerreros o aventureros y que el señor del Valle, Randal Alba, pagaría muy bien por ello.

Te dirigías a la capital del valle, la villa de cataratas de la daga para probar tus habilidades y ganar buen dinero por ello, pero la primera piedra en el camino había aparecido: Solo había una forma conocida de atravesar el río de la Daga, mediante el puente conocido como el puente de la serpiente. Te dirigiste a ese lugar para encontrarte con la sorpresa de que unos Hobgoblins se encontraban custodiándolo. Mala idea intentar atravesarlo solo!

Empezabas a pensar en las desventajas de andar solo por la espesura pero no podías quedar lamentándote, decidiste coger camino río arriba y buscar algún modo de cruzarlo, quizá un vado o algún puente olvidado y en desuso.

Ibas caminando confiado, con el arco en tu mano y el carcaj a tu espalda, cuando de repente te encuentras con cuatro sujetos, parecían aventureros: Una Elfa (Amra) vestida con ropas sucias y deslegajadas, parecía estar en contacto con la naturaleza a juzgar por los parches de excremento de pájaro que decoraban su túnica, venía acompañada de un lobo y dos enanos (Galmor y Twim) vestidos con armaduras metálicas y de aspecto de..... bueno, Enanos!. Un mediano (Benen) vestido en cuero tachonado los acompañaba enfundando una daga en su pequeña mano.

Al igual que tú, parecían sorprendidos de verte.

Galmor no tuvo un sueño muy reparador. La tensión del peligro y la herida en la espalda le impidieron dormir a pierna suelta. Se despertó en mejor estado, pero el golpe recibido seguía doliéndole. La brecha era profunda y costaría de cicatrizar. Al poco de despertar, una vez vestido con su armadura, el enano hincó una rodilla y apoyado en su martillo de guerra,  rezó a Moradin para que le asistiera en el que podría ser su último combate. Todos quedaron impresionados no solo por las palabras de Galmor, sino por como resonaron en aquella cueva. Como si decenas de enanos le acompañaran rezando a la vez.

Emprendieron el camino y Galmor abrió la marcha, ansioso por llegar y demostrar  que los enanos eran los legítimos hijos de la roca y no los hoggoblins. Aunque de tanto en tanto le venía a la cabeza la duda de porqué no atacaron a los aldeanos y los dejaron marchar…

En ese pensamiento estaba cuando un ruido se oyó. Apenas pudo sacar el martillo antes de que un elfo apareciera en el camino, tan sorprendido como ellos lo estaban. Tras un instante de tensión en el que nada sucedió, Galmor  decidió esta vez hablar antes que atacar y  dijo con tono amenazante: Si buscáis algún problema importunando a un grupo de aventureros… lo acabáis de encontrar.

Y  el enano aferró su martillo a la espera de lo que el elfo pudiera hacer con su arco.

El curso de acción se decidió, no querían arriesgarse a avanzar y no encontrar ningún paso más adelante, volverían para pasar por el puente; si para ello debían caer unos cuantos hobgobilns que así fuese. A la druida no le acababa de gustar aquella decisión pero si la zona era tan peligrosa seguir sola no era una opción, aceptó la voz de la mayoría y salió a cazar algo para alimentar sus cuerpos.

Después de una frugal cena se establecieron las guardias para vigilar, a Amra, dada su natural habilidad para descansar con poco tiempo, le tocó al última y más larga; se durmió en un instante y cuando la despertaron para hacer su turno se levantó con las fuerzas renovadas. Le gustaba la noche, esa calma aparente, los sonidos tenues de las criaturas que poblaban la oscuridad, la luz de las estrellas y la luna iluminando todo con su resplandor difuso; cerró los ojos un momento y absorvió la esencia del mundo, la simplicidad de la naturaleza, la grandeza de la vida y la fuerza del destino.

Cuando llegó el momento acordado fué hasta sus compañeros y los despertó, asistió seria al rezo del guerrero y partieron en cuanto todos estuvieron a punto. El amanecer los cogió ya en camino, con paso regular fueron avanzando hasta que del bosque circundante salió un elfo, no lo he oído, pensó contrariada la elfa deteniéndose y llevando su mano derecha a la honda, con la izquierda mandó a Blaid mantenerse en alerta, pero con el ruido de los enanos no es de extrañar, se recriminó mentalmente por haber sido tan descuidados, a pesar de estar todavía lejos de los hobgoblins deberíamos haber tomado precauciones.

Amra oyó al enano dirigirse al extraño mientras cogía con fuerza su martillo, no se podía decir que sus palabras habían sido muy amistosas, todos estaban tensos pero si hubiese querido atacarles uno de ellos ya estaría muerto, por lo que la elfa intentó rebajar la amenaza.

- Pero si sólo sois un viajero mas, podríamos compartir noticias.

-Y si sabéis darle uso a ese arco.-Digo señalándolo.-Tal y como parece, quizás podáis hacernos un pequeño servicio. 

No es que fuese una buena idea fiarse de cualquier desconocido, sin embargo dada la situacion, cualquier aliado podía ser útil.

Bienhallados, que vuestras plantas crezcan bien y tengais vidas doradas, viajeros.

Me dirigo a Amra y de fomra respetuosa le digo ya que es quien me ha preguntado:

Señora, Soy un viajero que me dirijo a la capital cuando me he encontrado que el único paso de este rio que hay en varios km a la redonda, cuando he descubierto que hay un grupo de Hobgoblins ocupándolo asi que buscaba una forma de escabullirme.

Ante la pregunta tan directa del mediano me quedo parado un momento antes de responder (nunca me he acostumbrado a la vida ajetreada de las razas con menor esperanza de vida) y respondo:

Maese Mediano que tipo de servicio le podria hacer yo o mi arco...

De modo que no hay ningún paso en varios kilómetros a la redonda.... Pronunció Galmor mesándose las barbas

Eso refuerza la elección de cruzar por el puente, como sea...

¿ Pero qué Servicio ni qué servicio...? Nosotros vamos a cruzar el puente despejándolo de Hobgoblins. Si quieres ayudarnos, tu arco será bienvenido. En caso de botín lo repartiremos a partes iguales entre los que batallemos. Lo único que sabemos de los hobgoblins es que desterraron a los lugareños de sus casas, que son al menos docena y media, que estaban montando una tiendas de campaña a este lado del río y  que ayer eran unos 5 más.

¿ Qué nos dices? Si tienes la cobarde idea de esperar tranquilamente a este lado a que nosotros limpiemos el pueblo de hobgoblins, arriesgando nuestras vidas, para luego  tú pasar   tranquilamente... Ya puedes procurar no volver a cruzarte conmigo, porque  preferirás enfentarte a una docena de hobgoblins que a un enano furioso...

Y el enano apoya el martillo en el suelo mientras continua mesándose las barbas a la espera de alguna contestación...

Maese Enano, no tengo ningún problema en usar mi querido arco y desplegar la violencia cuando es necesaria, pero siempre hay calma antes de la tempestad (y le sonrio lobunamente xD).

Tras pensar un rato mientras acaricio el arco, le sigo diciendo:

No se preocupe se podrá quedar con mayor parte del oro (sólo necesito lo suficiente para vivir) sólo deseo entender mejor la senda del tiro con arco, asi que sólo me interesan los arcos y las flechas.

Después me sale una sonrisa abierta:

Maese Enano, siempre me habían contado la fama de los enanos y es un miembro totalmente ajustable a esa fama, estaré encantado de probar como funciona su martillo junto con mi arco.

Miro a todos y como si fuera algo que se me hubiera olvidado, hago una profunda reverencia a todos:

Bueno soy un poco descortés por no haberme presentado, se me puso el nombre de Elberil Arbolinvierno.

-Benen.-Respondió el mediano con cierta sequedad.-Benen Bajorrama. 

Dicho esto, esperó a ver como acababa aquello y para ver si se ponían en camino para acabar de una vez con los hobgoblins.

Veo que no soy muy bienvenido asi que cual es la situación?

El elfo acostumbrado a la indiferencia, no le dio importancia a la falta de locuacidad del mediado, aunque si reconocía que eran un grupo curioso, ¿qué les movería a andar por aquí?

Si quieres acompañarnos, te informaré de la situación y el plan que pretendemos para derrotar a los Hobgoblins. Nos acercaremos hasta el lugar más cercano posible sin ser vistos. desde allí, Benen el mediano, se acercará sigilosamente para obtener toda la información posible sobre los enemigos. Según lo que descubra actuáremos en consecuencia, pero la idea es que los enanos nos haremos fuertes en el puente mientras el resto os enfrentáis a todos los que queden libres. En cuanto aparezca el jefe todos a por él. Esperamos entre quince y veinte oponentes entre los cuales habrá un jefe y media docena de arqueros. Creo que es fácil de entender....

Es fácil si, que os parece si os cubro a vosotros, una docena de arqueros os pueden dejar como un alfiletero o si pillo en algun momento al jefe me lo puedo intentar cargar de un disparo, si la Diosa tiene a bien

Era lo que se le ocurría al elfo en esos instantes, no le gustaba la idea de tener que decidir todo a un único disparo, en caso de encontrarse con el jefe, pero la senda del arco es como la vida, puede que sólo tengas una oportunidad...