Partida Rol por web

-No hay ningún truco amigos mios, lo juro por el apellido de mi familia y por todo el panteón, es solo que ... No pudo evitar vaclar unos instántes -Es un libro muy importante para todos nosotros, los de mi familia, es una reliquia de nuestros antepasados! Ya les dije que les pagaría lo que les mencioné por traerlo sano y salvo!

Sin más explicaciones, se retira de la posada y concluye con unas secas palabras -Los veré al alba en este lugar! Y se pierde en la oscuridad de la noche del exterior.

Galmor se relajó con un baño caliente y todos bebieron unas pintas de aguada cerveza y comieron carne seca, pan seco y queso rancio con vegetales antes de irse a dormir, un placentero sueño luego de un viaje largo y tedioso, ya habían pasado varios días que no dormian y comían decentemente.

La noche pasó sin sobresaltos y un nuevo sol se elevó sobre el cielo.

Uno a uno fueron bajando a desayunar una sopa aguada con algo de carne de dudosa procedencia y pan del dia anterior, en la sala ya estaba el Semielfo esperando.

-Bueno amigos mios -Dijo cuando estaban todos listos -La ruta del carromato es cruzar el río en el puente de las serpientes y de ahí, seguirlo al oeste lindando el río, hasta las montañas, luego, sigue el sendero hasta llegar al monasterio de los quebrantados. Fácil, ¿no?. -Sonrie ligeramente -Necesitan algo para esta empresa?, con gusto la suministraré!!

Galmor bajó tan enfurecido hasta su aposento que apenas se fijó en la construcción de piedra, aunque a simple vista parecía de manofactura enana. Antes de cerrar la puerta, asomó su cabeza por el marco y le dedicó a Twin un mal gesto con la cara, a la vez que resopló airadamete. Seguidamente dió un portazo tan fuerte que la madera  cruijió  y los cimientos de la posada temblaron de terror. Tras eso see despojó de su armadura, sacó el tabaco y su pipa y se sentó en el catre a fumar hasta que su baño estuvo preparado. Ya en el barreño,  Mientras disfrutaba del agua caliente y de su pipa, se puso a pensar lo mucho que echaba de menos  su clan y a los suyos. El humo y el calor le hicieron recordar los momentos en su fragua, forjando armas para sus congéneres. Pocas cosas le gustaban más en esta vida. Sin embargo sabía que debía acostumbrarse a su nueva situación. Su lugar estaba ahora junto a Twin, protegiéndole allá donde fuese  y por más que le pesase, pues era lo que su clan esperaba de él. Se prometió   reprimir sus enfados, pues nadie más que él, Galmor Martillodeplata, tenía que pagar por su destino...

Pero esto qué es!!!!! Nos prometió comida caliente!!!!!  Gritó airadamente y refunfuñando  cuando le sirvieron la comida seca...

Him se levantó un poco más tarde de lo que estaba acostumbrado, pero gracias a eso, se sentía completamente recuperado y bajó ansioso por comenzar el viaje. Cuando llegó a la planta baja encontró a uno de los enanos quejándose de la comida y pensó para su interior: Vaya... parece que este compañero cumple con todos los tópicos enanos... fanfarrón y gruñón... Espero que también mate orcos tan bien como dice. Se sentó a su lado y le dio los buenos días.

Galmor madrugó más que el sol. Si iba a combatir, aunque fuera contra miserables orcos, tenía que limpiar su armadura del polvo y barro acumulados por tantas semanas de viaje. Quedó impoluta después de que el enano repasara cada centímetro de metal.
Subió a desayunar orgulloso de llevar por fin su armadura reluciente. Tomó asiento y cuando le sirvieron la comida puso de nuevo mala cara. El  elfo se  ofreció a darles lo necesario, cuando Galmor pronunció:
Pues podrías empezar por suministrarnos un buen desayuno, porque con un caldo y cuatro migajas no se puede emprender misión alguna… Dijo el enano mientras meneaba el tazón buscando algo más consistente entre la sopa.

El monje se sentó al lado del enano dándole los buenos días y Galmor le contestó: Serán para tí, que estarás acostumbrado a un desayuno austero, por no decir pobre… Y el enano se cruzó de brazos esperando a que le sirvieran  algo más suculento.

  Es cierto que la cena no era lo esperado, les habían prometido una buena comida caliente, no aquella cena tan... insípida, por llamarla de alguna manera, las quejas de Galmor al bajar a su habitación tenían su fundamento y en cierta medida Twim las entendía, pero las habitaciones eran agradables y el precio de la posada no era tan caro, así que tampoco veía mucho motivo de queja, sin embargo prefirió no hablarle a su compañero enano, seguía enfadado con él.

  La noche fue agradable, hacía tiempo que no dormía en una cama como aquella, la habitación le recordaba mucho a las típicas enanas, subterráneas, cubiertas de piedra, mas que habitaciones parecían cuevas, y eso siempre era agradable. Aunque no le gustara vivir con sus semejantes siempre le gustaban las viejas costumbres.

  A la hora del desayuno les volvieron a servir comida que no valía un pimiento, les habían prometido buena comida, no esa bazofia, y de nuevo Galmor empezaba a refunfuñar, seguñia teniendo toda la razón del mundo, pero Twim no soportaba escuchar tantos quejidos a tan temprana hora. Hasta que finalmente, Twim, acabó entrando en cólera también.

  - ¡Galmor, para ya! Sabemos que tienes razón pero quejarte no arregla las cosas. - Entonces Twim miró enfurecido al posadero, se llevó la mano a su hacha y le advirtió. - Será mejor que nos compense por esta estafa, no soporto que nadie me engañe de esta manera, así que o nos trae comida de verdad o me devolverá parte del dinero que le he pagado, y lo mismo para el resto de nosotros si así lo exigen.

Cuando Twin terminó su  bronca Galmor se levantó como un resorte, alzó su brazo con la mano abierta y la dirigió directa hacia su compatriota. Justo antes de impactar, la barba de Galmor no pudo ocultar una sonrisa de oreja a oreja y una sonora palmada en la espalda se oyó en todo el comedor.

JOJOJOJO...!!! Así se habla!!! Dormir en las habitaciones de los enanos te ha sentado muy bien. Esperemos que no sea ascua de un día. Posadero 2 jarras de cerveza para celebrarlo!!!! Y por supuesto haz caso a mi compañero si no quieres tener a dos enanos enojados en tu posada!!! JOJOJOJO!!!!!!

-Qué gente tan ruidosa.-Pensó el mediano mientras saboreaba aquella pobre comida.-Sé que no es gran cosa, pero al menos nos invitan a comer. Por otro lado yo pensaría en si no quieren ahorrar en cebo para los futuros fiambres. Total, si nos manda a diñarla yo tambien racanearia con el alimento.

Mirando hacia todas partes y hacia ninguna en particular, el mediano pasaba el tiempo hasta la hora de marcharse. 

Haladar enarca una ceja y lanza una mirada expectante al posadero. No mucho tiempo después, aparece con una pata asada de cordero, pan, queso y pasteles con algunos frutos y verduras, con una cerveza más espesa y de mejor calidad, un desayuno 'de Enano' propiamente dicho!.

Las jarras de cerveza se esfuman en un dos por tres al son de una buena conversación con Haladar, un poco de la historia y costumbres de Hondonada de Anathar.

Al cabo de un rato los héroes ya se encontraban a la salida de la villa, acompañados del Semielfo, les entrega un pergamino, con un dibujo de la carátula del libro y se despide con grandes expectativas en sus ojos.

Ahora, el camino se encontraba enfrente de los pies de los viajeros y una misión que cumplir, bastante sencilla y con buena paga, un golpe de suerte sin duda alguna, de no retrasar demasiado tiempo el paso, ni siquiera tendrían que lidiar con los orcos del monasterio!

El clima era agradable; una fresca brisa soplaba desde el norte enfriando las mejillas y a su vez el sol se posaba tímidamente tras las espesas nubes blancas, impidiendo que el frío penetrara hasta los huesos.

Media jornada transcurría cuando decidieron hacer un descanso relativamente largo para almorzar y seguir su camino, con suerte llgarían al anochecer al puente de la serpiente.

Terminaban de almorzar cuando en el horizonte, hacia el norte y por el camino, aparecen varias sombras humanoides caminando en su dirección, con algo de curiosidad y mucha desconfianza se alistaron para cualquier imprevsto indeseable, pero a medida que las sombras se acercaban, las siluetas se convertían en gente común y corriente, dos docenas de personas caminaban a paso lento y cabeza gacha hacia el sur.
Al pasar por donde descansaban, apenas voltearon la cabeza para mirarlos y sin decir palabra alguna siguieron su camino.

Era extraño ver a tanta gente viajando sin carromatos ni nada m's de lo que podían cargar a cuestas. ¿Preguntarán que sucede?, ¿Ignorarán a los viajeros pensando que son zombies ultramejorados con maquillaje? ¿Empalarán a Galmor por quejarse por todo?..... Es su turno.

Amra se despertó con los primeros rayos de sol y se tomó un tiempo para prepararse para el nuevo día bajo la atenta mirada de Blaid, cuando estuvo lista salió de la austera habitación y bajó hacia el comedor. Unas voces llamaron su atención, los enanos estaban disgustados con el desayuno y reclamaban una comida decente o la devolución de parte del dinero, pensó en la cena de ayer y no pudo más que darles la razón, con interés en saber cómo acababa aquello y en si tendrían un buen almuerzo para comenzar la misión, siguió bajando hasta llegar a la sala.

Saludó a todos los allí reunidos y observó como el dueño apareció con lo que ya sí se podía considerar un buen desayuno, la elfa comió con todos, observando y escuchando sin decir palabra, y en poco rato dieron cuenta del ágape y estuvieron dispuestos para partir, Haladar les acompañó hasta la linde del poblado y Arma no perdió detalle de las últimas indicaciones que les dió. El camino fué tranquilo, una parada para reponer fuerzas a mediodía y se dispusieron a continuar la marcha cuando aparecieron unas sombras en el horizonte.

Con un rápido movimiento Amra se levantó y echó mano a su arma a la vez que indicaba a Blaid que estuviera atento, pero al acercarse las figuras pudo observar que eran humanos, su vista se paseó por ellos y sus posesiones, eran bastantes pero no llevaban nada más que lo podían llevar encima y con la cabeza agachada pasaron por su lado sin dedicarles más que alguna mirada aislada.

La elfa salvaje, inexperta en temas de sociabilidad, se quedó callada mirando a la gente pasar sin saber qué decir ni qué hacer, lo suyo no eran las palabras y no sabía casi nada de esas tierras, pero no le parecía normal ese éxodo.

Galmor disfrutó del desayuno, repelando bien los huesos y mojando el pan en el caldo del asado hasta que todas las vasijas quedaron bien limpias. Tanto comió que al terminar tuvo que aflojarse las correas de su coraza para que no saltaran las hebillas. Durante la conversación con Haladar, Galmor le preguntó por los enanos que viven allí, interesándose por sus costumbres, profesiones, dioses…

Y con el estomago lleno, como tiene que ser, se inició la marcha. Cuando el semielfo mostró el dibujo,  Galmor se fijó bien para poder reconocer el libro cuando lo viera sin necesidad de consultar el pergamino.

El grupo inició el viaje y el enano se dispuso el primero. No tenía prisa. No le importaba llegar a encontrarse con los orcos, incluso lo prefería. Después de dormir entre rocas y desayunar como mandan los cánones de los enanos, solo le faltaba oler a sangre de orco para sentirse completamente feliz, como hacía mucho que no lo estaba.... Solo de pensarlo a Galmor le brillaban los ojos.

Tras el almuerzo, al ver algo en la lejanía el enano se puso en guardia martillo en ristre, esperando poder saciarse con despreciables orcos. Pero cuando vio la comitiva de desvalidos humanos que se acercaba, apoyó el mazo de su martillo en el suelo y los observó. Justo cuando la mitad de los viajeros los estaban rebasando, Galmor pronunció: Mira Him, parece que no has sido el único que se ha quedado sin nada. Estos compatriotas tuyos también parecen haberlo perdido todo. Me pregunto si habrá sido cosa de los orco que arrasaron tu monasterio…

Y con la cara llena de lástima miró a Twim. Esperaba y sabía que su protegido no los dejaría pasar sin más.

  Al parecer el posadero entro en razón y empezó a sacar la comida buena, estaba intentando estafar a Twim y a sus compañeros, y eso para el joven enano era inaceptable, no iba a perdonar algo así, se comió la comida de buen gusto, - ¡Deliciosa! - Pero eso no era impedimento para dejar reflejado su enfado a la hora de marcharse de la posada, antes de salir miró mal al dueño y al resto de trabajadores de la posada por haber intentado engañarles. - Si alguna vez vuelvo espero que no volváis a hacerlo, podría acabar mal si intentáis engañarme una segunda vez. - Les dijo.

  Una vez Galmor terminó de intentar memorizar el pergamino, Twim lo cogió para llevarlo consigo, en su mochila y a buen recaudo. Y emprendió el camino con sus compañeros, el camino fue tranquilo y no tuvieron problemas, pero hubo algo que llamó su atención, un grupo de humanos que andaban cabizbajos y sin posesiones, parecían realmente desolados, y como no, eso llamó la atención de Twim.

  - Disculpen buenas gentes, ¿Puedo preguntarle qué les sucede? - Preguntó Twim con voz muy alta, cualquiera que no lo conociera diría que podría parecer que en un tono altanero, pero nada mas lejos de la realidad, era la forma de hablar de Twim, tenía la idea de que si su tono de voz parecía seguro y claro, los demás confiarían más en él. - ¿Por qué andan tan cabizbajos? ¿Y cómo es que siendo un grupo tan grande no tienen posesiones consigo, o víveres para el camino? Eso es bastante sospechoso...

El día apenas si había empezado y las perspectivas no eran para nada halagüeñas. La compañía había partido temprano y ya aparecían caminando los primeros signos de que algo no iba bien... Algo olía mal en aquella expedición, pero no se atrevía a decir nada en voz alta. Los dioses sabían que pocas cosas podían atraer más la mala suerte.

Sin decir nada, el mediano se escabulló entre los presentes mirando al lugar del que procedian aquellos asaltantes por si veia algo.

Aún después de que Twim preguntara, los aldeanos seguían su camino ignorando por completo a los aventureros, fue uno de los últimos campesinos de la marcha quién se acerca al Enano.

-Sómos de puente de la serpiente y nos han desterrado, los Goblins nos han desterrado!. -Es lo único que dice antes de continuar su camino, ignorando las preguntas que dicha afirmación generaba. Algo estaba pasando en la aldea Puente de Serpiente eso era seguro y su camino los llevaba allá.

Con muchas dudas y preguntas en la cabeza, continuaron el viaje y no tardaron en darse cuenta a lo que la gente se refería.

El sol se posaba en el horizonte listo para ocultarse cuando los héroes alcanzan las cercanías de la aldea de puente de serpiente.

A la distancia se observaban varias casas abandonadas, atravesando un puente de piedra que cruza el río de la daga. Parecía completamente desolado excepto por seis humanoides que instalan un par de carpas rusticas antes de cruzar el puente, no eran humanos, eran algo más grandes y musculosos.

¿Se acercarán para saber que sucede? ¿atacaran a los humanoides sin más reparos? ¿Intentarán dialogar? ¿Buscarán otra forma de cruzar el río? ¿abandonarán la misión?... Es su turno.

Los humanos desterrados pasaron de largo sin dar más explicaciones y seguimos la marcha. Durante el camino Galmor comentó: Es intrigante que unos goblins hayan desterrado a un pueblo, pero no parecen haber causado daño a la gente. No parecían maltrechos. Y dijeron que los habían "desterrado" y no "atacado" o "masacrado". Parece como si no hubieran usado la fuerza para echarlos de sus casas. No se qué pensar.Si veo unos goblins no creo que pueda reprimir el odio que les tenemos los enanos por todo el mal que han causado a nuestra raza...

Y Galmor continuó el viaje pesativo, como si algo no  encajara en sus pensamientos, esperando que alguno de sus compañeros pudiera aclararle las ideas. AL llegar al pueblo y ver las figuras humanoides, el recio enano se ajustó el escudo, tomó uno de sus martillos ligeros y con voz de pocos amigos pronunció:

Ahí los tenéis, pero no los distingo bien. ¿ Alguien puede decirme de que raza son esos humanoides? si son orcos o goblins ya podéis darme una buena razón para que no les haga probar mi martillo sin ni siquiera mediar palabra.

Mientras espera la reacción de sus compañeros, Galmor se fija bien frunciendo el ceño, intentando distinguir la raza a la que pertenecen las 6 figuras que impiden el paso por el puente y si hay signos de  combate en el pueblo ( casas quemadas, cuerpos por el suelo...)

Durante el viaje, Him había estado más taciturno que de costumbre. Incluso cuando se cruzaron con aquellas pobres gentes desterradas, no había articulado palabra. Se encontraba profundamente ensimismado con sus propios pensamientos, pues el hecho de volver al monasterio y presenciar de nuevo su hogar destrozado no podía ser más desalentador. No obstante, su fe se mantenía inquebrantable y no podía permitir que las gentes del puente de la serpiente sufrieran el dolor de quedarse sin nada por lo que habían luchado tanto tiempo... Debemos examinar la situación con cuidado y retomar el poblado. dijo firmemente mientras miraba de reojo la reacción de Benen, el mediano. Pues sabía que Twin apoyaría su decisión, Galmor estaría encantado de aplastar alguna que otra cabeza y Amra también tenía un corazón puro aunque distante debido a su naturaleza elfa... Pero el mediano seguía siendo un misterio... No sabía si estaba allí por el oro, por la gloria o simplemente porque no tenía más que hacer... Tras unos instantes, dejo de observar al mediano y se concentró en lo que tenían delante... pero una ceguera repentina surcó su mirada... Parece que no estaba del todo recuperado después del esfuerzo del día anterior... ¿Veis algo? Parece que yo aún no estoy en perfectas condiciones...

Amra escuchó a Twim preguntarles a las gentes, sólo uno de los últimos se paró el tiempo justo para decir una frase que les dejó con más preguntas todavía. ¿Los goblins les han desterrado? ¿Sin luchar? ¿Sin un poco de sangre de por medio? Galmor comenta en voz alta lo mismo que ella está pensando y por su parte Him propone retomar el poblado.

- Muy raro es esto, al llegar sabremos más - dijo en respuesta, aunque no estaba segura de que fuese a ser así.

Siguió caminando atenta a su alrededor. Vale que estas personas no son guerreros, pero eso no les importa a los goblins, ellos atacan y lo que tú hagas define cómo acabas. Al cabo de un rato, cuando el sol ya se ponía, llegaron a las inmediaciones de "Puente de la Serpiente". Unas seis figuras, demasiado grandes y musculadas para ser humanas, han montado lo que parecen un par de carpas. ¿¡Goblins montando carpas?! 

- Muy raro, - Amra se detuvo antes de llegar más lejos y que pudieran ser vistos, y aguzó la vista para intentar distinguir algo más. Galmor preguntó qué son y ella se llevó un dedo a los labios - nunca se sabe el alcance del oído de tu adversario - y buscó una buena posición para observar bien la aldea.

Sin ver gran cosa, el mediano permaneció dubitativo.

-Voy a acercarme a ver lo que veo desde un poco más cerca.-Dijo hilando ideas en un torbellino confuso de palabras.-¿Alguien viene? Más vale que sea sigiloso. 

Unos segundos más tarde, se encaminó a algún matorral oculto en alguno de los laterales donde poder despistar a posibles enemigos que lo estuvieran vigilando. Tras esto, reemprendió su avance entre la maleza.

Al escuchar que un grupo de goblins había desterrado a aquellas pobres personas, la cara de Twim cambió drásticamente, su cara de bonachón usual cambió de golpe y porrazo, sus ceño se frunció y sus ojos parecían salirse de sus órbitas, sus dientes parecían apretarse con fuerza.

-¿¡Goblins!? ¿¡Qué unos goblins los han desterrado!? - La expresión del enano era feroz, estaba realmente furioso de escuchar aquellas palabras. - ¡Rápido! Esto no puede quedar así, ¡vamos a acabar con esos goblins cuanto antes!. 

El sacerdote de Sharindlar salió corriendo como alma que lleva el diablo en la dirección de donde provenían aquellas gentes, esperando encontrarse con los goblins para empezar una batalla. - Me da igual si tengo que pelear contra todos ellos yo solo, ¡echaré a esos goblins y vengaré a esas pobres personas! - Al llegar al lugar el enano observó las figuras de unos seres que no parecían ser humanos, parecían ser algo mas grandes y fuertes, no se podía distinguir bien.

-Me da igual lo que sean, ¡voy a matarlos a todos por haber tratado así a esos pobres inocentes! - Twim parecía realmente furioso y ansioso por hacer rodar cabezas con su hacha, y de pronto cargó contra aquellas figuras.