Partida Rol por web

La actitud del guerrero hacia Morgan hizo que ésta se preguntase si se habían visto antes o si le habría hecho algo en otra vida; a pesar de no conocerlos, como bien apuntaba el humano, en ningún momento había reclamado oro por su participación en la búsqueda del carromato, si no que había pensado que un par de días de ejercicio le vendrían bien; y los motivos para no querer hacer un juramento eran personales, y a nadie debían importarle. Estaba por responderle cuando éste se alejó rápidamente a por mas bebida, la guerrera decidió dejarlo pasar achacando lo dicho al cansancio y al alcohol.

Sonrió ante las palabras de Benen, seguro que sus habilidades vendrían bien en mas de una ocasión. Pero en el fondo de su mente seguía dándole vueltas al nombre que Rivoel y Códice habían propuesto para el grupo, como bien dijo el mediano, a Morgan le sonaba muy rimbombante, a pesar de no conocer los motivos del nombre parecía que lo importante era la pluma blanca, se le ocurrió algo y lo estaba diciendo antes de darse cuenta.

- Y qué tal "Los siete de la Pluma Blanca"... - cuando se dió cuenta de su indiscreción, intentó quitarle importancia a lo dicho - o los seis, o bueno... Lo que os parezca bien.

Se levantó y se alejó un poco del fuego, había pensado que en este grupo tan dispar podría tener cabida, pero las palabras del humano habían dado al traste con las esperanzas que se había hecho.

El paseo por la armería no fue demasiado bien visto por su encargado, pese a las ordenes explicitas de armarnos bien pareciera que el grupo estaba robando a punta de navaja  por las miradas furibundas que dirigía a unos y a otros, al final, entre los enseres de los aprendices y escuderos Ladfiena encontró un arco a su medida, cuando vio salir a Códice con la ropa tan ajustada que parecía una "mujer de moral distraída" no pudo evitar hacer un comentario al respecto cosa que hizo que Códice rasgara la ropa en algunos puntos mejorando un poco la imagen general.

Cuando Rivoel propuso lo del nombre de la compañía no entendió para que era necesario tener nombre ¡ella ya tenía uno! sin embargo lo de las altas esferas le extraño ¿que son esas altas esferas? ¿donde estan?

-Tampoco yo las veo.-Respondió Benen al comentario de Ladfiena aguantando una carcajada.-Deben de estar tan arriba que solo los altos las ven. 

Siete?? acaso quieres unirte a esta compañia y acompañarnos hasta el final de la busqueda?? pense que solo querias algunas monedas para poder marcharte a prestar servicios en otras villas..acaso no eres una mercenaria?...como dices que te llamas? me recuerdas a una guerrera que nos presto ayuda en la lucha contra unos orcos mientras cumplia una mision oficial...aparecio del bosque y se lanzo a la batalla como una bestia feroz...y luego se marcho sin decir palabra alguna....

Pequeña amiga- dijo Rivoel dirigiéndose a Lafdiena- Las altas esferas están allá donde vive la gente influyente y poderosa. Además de castillos, torres y palacios existen también las altas esferas, donde coinciden las personas importantes. No tienen un lugar fijo y son imposibles de ver para la gente de a pie, pero en ellas se tratan los asuntos  de gran relevancia, como el futuro del Valle de la Daga. Seguro que tu amiga tiene la suya. (dice el bardo mientras disimuladamente señala con la mirada el lugar donde está la pluma blanca de la mediana).

Lance, seguro que Morgan estaba pensando en Klain.... ( digo mientras le  guiño el ojo a la casihumana). No creo que debamos poner un número al grupo. Alguien más puede añadirse a él, como la paladina en cuanto aparezca. Y también se puede renegar del grupo por alguna razón.... De ahora en adelante se nos conocerá por..... LOS COMPAÑEROS DE LA PLUMA BLANCA... Pronuncio en alto y solemnemente . Y bueno, nuestro emblema está claro, verdad...?  

-Si, un oso pardo a la pata coja.-Dijo el mediano asintiendo aguantando una sonrisa de oreja a oreja e intentando aparentar seriedad. Esperaba que el bardo no se lo tomase a mal, pero la había dejado botando, alguien tenía que hacer la broma. Con suerte, además, suavizaría la reacción de Lance.

La guerrera se había alejado del grupo, pero no lo suficiente como para no oir la pulla del otro guerrero; sus ojos brillaron con furia por un instante, mientras se giraba para encarar el problema el bardo se interpuso y le guiñó un ojo, apartó la mirada de ambos y miró al mediano.

- Sí, por Klain. Bonito emblema. A veces sobran las palabras; a veces el oro no vale nada. Buenas noches.

Y sin mas apartó la mirada, que había mantenido fija en Benen, y se dirigió al barracón para dormir. A veces, cuando canta el metal, sobran las palabras; a veces, cuando habla el corazón, el oro no vale nada..., murmuró ya lejos de todos, a veces, cuando el espíritu se eleva, la vida parece vacía. Recitó las estrofas de la epopeya con nostalgia.

El guerrero miro sorprendido al bardo...la verdad no tenia la intencion de ofender a la gruñona...solo le habia dado curiosidad..pero depronto el tono de sus palabras causo aquella reacción....Acaso la ofendi??? solo queria indagar acerca de sus intenciones en esta aventura -levanto los hombros- creo que tengo que aprender a manejar la lengua como tu, Rivoel...

Se fue detras de la ofendida, quien susurraba palabras en voz baja, como si estuviera recitando algo...acaso sera una conjuradora, preparando un hechizo para maldecirlo?? - sera mejor no tenerla de enemiga...o hara que todos mis ataques se vuelvan torpes...esta tipa me empieza a dar miedo...hey!, no te marches!, siento haberte ofendido, no tienes por que enfadarte!

-Un ¿Que te trae por aqui? Habría sido más sutil.-Respondió el mediano.-Aunque Rivoel sabe más de esas cosas. Dime, ¿De donde es eso de que el oro no vale nada?.-Preguntó a la semiorca siguiéndola.-Suena a poesía.  

Fewyhn llevaba mucho tiempo callado, demasiado... Su silencio parecía como los chasquidos de un látigo y sus miradas no eran menos descaradas. La presencia de aquella orca en el grupo no era bienvenida para el explorador oscuro. El cual si detestaba a un orco, imagínate ahora a dos. No ocultaba las malas caras, ni las miradas llenas de odio y asco. Alguna se escapaba a Códice y pronto suavizaba el rostro.
La conversación tampoco ayudaba. Aquello era una pajarera, sus compañeros se convertían en unos charlatanes insufribles. Sobretodo aquel semielfo bocazas... Pluma blanca...Ohj...  pensaba el semidrow. No se dignó a contestar acerca del juramento se dedicó más bien a mirar el armamento que le ofrecían. Mientras de vez en cuando negaba con la cabeza a los comentarios de sus compañeros. Todo parecía que le molestase, parecía que lo odiaba todo... incluso aquellas armas eran poca cosa para el explorador. Las miraba y las dejaba como si le hubiesen faltado a respeto.
Finalmente se acercó al resto de compañeros para escuchar lo que tenían que decir. Fewyhn se quedó mirando el fuego con gran odio. Iba recordando como aquella... FURCIA! le había encandilado. Le había engatusado y ahora sentía como si le hubiesen quemado el pecho. Sentía todo su sudoroso y negro pecho arder. Sentía como se despellejaba su piel y se abría. Rompiendo todas sus costillas. Eran los latidos de su corazón, el odio por sentirse menospreciado, pro sentirse apartado. Sentia como aquel Cabroncete... Quería escapar de su pecho. Estaba en llamas. Y Fewyhn no podía soportar aquel dolor. Por ello estaba tan fuera de sí.... Era mejor no entablar conversación o... o quien sabe lo que podría hacer aquel oscuro ser.

La noche pasó sobre la cómoda litera de los barracones. El semiorco fue el primero en levantarse, antes de que el primer rayo del sol pisara las verdes praderas de fuertenuevo. Acudió a la pequeña iglesia local donde cruzó palabras con Héctor el bondadoso y Códice pudo comprobar el porqué de su sobrenombre. Juntos precidieron los primeros rezos del día junto a los acólitos y después las plegarias fueron dirigidas a Chauntea en honor al visitante que iba de paso. Héctor aceptó enviar el mensaje a Bistro sobre la dama que había quedado atrás y sobre su estado actual.

Cuando regresó al fuerte, el sol ya se asomaba en el horizonte opuesto a las montañas y sus compañeros ya se encontraban fuera esperándolo. Klain salió a despedirlos una vez más y reiteró su promesa de buscarlos cuando cumpliera con su cometido. Alonso, desde una ventana de la torre observaba como los compañeros de la pluma blanca partían de sus dominios siguiendo el curso del río hacía el oeste, era mucho más de lo que en circunstancias normales ese hombre hubiera hecho, era bastante probable que a sus oidos hubiera llegado el chismorreo de la canción que compuso Rivoel en su nombre.

Algo motivados por sus nuevas pertenencias caminaron por el lindero del río, se detuvieron un instante cerca de solana (mediodía) para atrapar algún pez y cangrejo de río para almorzar, un fuego en esa zona no llamaría mucho la atención. El sendero que seguían no era más que una linea de tierra y yerba muerta por las pisadas de viajeros, pero los pastos habían empezado crecer por el desuso, sin un monasterio que abastecer, el sendero era inútil.

Poco a poco el terreno se volvía más escarpado y empezaba a ascender, primero suavemente y posteriormente empezaban los terrenos empinados.

Era la tarde y el sol se escondía detrás de los picos de las montañas boca del desierto, el ocaso se aproximaba cuando se fijaron en un detalle: 
Unos escombros de madera se apilaban a un costado del sendero; El Carromato que buscaban yacía derribado, con el eje de sus ruedas rotos. Un ligero olor a descomposición invadía el aire y apenas quedaban los huesos de dos criaturas grandes cerca del carro, muy probablemente los restos de un par de caballos. Algo grande y peludo se encuentra olisqueando sobre los huesos, está de espalda al grupo pero parece un oso pardo vestido con plumas grandes sobre sus hombros y cabeza. Un osobúho!

Desde donde se encuentran no se puede distinguir mucho más y tendrán que acercarse si desean obtener más información, pero correrán el riesgo de ser percibidos por el animalejo.

¿Esperarán a que el bicho se largue para acercarse?¿Se lanzarán al ataque contra el bicho?¿Se devolverán a fuertenuevo y abandonarán la misión e Shaibar?¿Enviarán a la nueva en primer lugar como carne de cañón?.... Es su decisión!

Cuando estaba cerca de la puerta notó que alguien le había seguido, se paró un momento y se giró, el guerrero estaba a varios pasos.

- Yo no me vendo por dinero, trabajo en lo que creo oportuno. - puntualizó muy seria antes de continuar un poco mas relajada - Todo olvidado; será mejor descansar, mañana puede ser un día movido.

Se iba a girar de nuevo para entrar a dormir cuando la voz inconfundible del mediano hizo que se diese cuenta de que él también se había acercado.

- Otra noche con mas tiempo quizás te la pueda recitar entera.

Le respondió con un tono mucho mas ligero, la verdad es que en esos momentos no se acordaba de todo; puede que me haya precipitado, con una media sonrisa en los labios se giró y se preparó para una buena noche de descanso, quizás la última de verdad en varios días.

Mientras Códice marchó para hacer sus rezos matutinos, como había dicho que haría la noche anterior, Morgan aprovechó y se dió una última vuelta por el pueblo; quería saber exactamente qué había pasado con los hobgoblins de Puente de la Serpiente. Antes de salir les comentó a sus nuevos compañeros lo que se proponía hacer, no esperaba demorarse demasiado pero no quería que se marchasen sin ella, y si alguno quería acompañarla era libre de hacerlo.

Preguntando aquí y allá se enteró que nadie había expulsado a los humanoides, antes de poder hacerlo los exploradores vieron como éstos huían hacia las colinas, muy raro, pensó mientras volvía al fuerte para partir, pudieron enterarse de que iban a atacarlos y se marcharon antes, pero entonces ¿para qué tomar el pueblo? ya sabían que los humanos se organizarían para expulsarlos.

- Quizás han ido a unirse a ese rey orco en el Castillo de la Daga. - murmuró para sí misma en el trayecto de vuelta.

Al poco de regresar apareció el clérigo, llevaba buena cara, eso de rezar a su diosa en un templo le debe haber sentado bien, se despidieron del enano de nuevo y emprendieron el camino al monasterio. Morgan iba pensando en las frases que había dicho la noche anterior y en como era la totalidad del fragmento, pues quería estar preparada para cuando Benen le volviese a preguntar por ella; a pesar de eso no perdía de vista los alrededores y estaba atenta a cualquier sonido inusual, había decidido que no preguntaría mas, cuando quisiesen decirle lo que le ocultaban se lo dirían, hasta entonces iban al rescate de los ocupantes del carromato.

Comieron bien y Rivoel amenizó el rato con varias canciones entonadas entre bocados, reanudaron la marcha y conforme avanzaban y el terreno ascendía los comentarios de Ladfiena fueron siendo menos, ya que tenía que reservar el aliento para la ardua ascensión; empezaba a decaer el sol y los ojos de la guerrera ya buscaban un lugar para pasar la noche, cuando por fin encontraron lo que habían ido a buscar y se detuvieron todos. Un poco más adelante se hallaban los restos del carromato y de los equinos, aunque no estaban solos; lo que parecía un gran oso con plumas estaba olisqueando la zona.

Morgan analizó la situación con celeridad, dadas las armas que sus compañeros habían cogido de la armería se pudo hacer una idea de que había más tiradores que combatientes cuerpo a cuerpo, se plantó delante del grupo y se preparó para la embestida de la bestia cuando ésta notase que era atacada.

~~Al día siguiente, Rivoel se levantó especialmente alegre. La noche en la posada le había hecho volver a ser lo que desde hacía tiempo no era… un auténtico bardo. Su brillo en los ojos era difícil de disimular y el bardo no hacía ningún esfuerzo por conseguirlo. Se despertó con el sacerdote y se abstuvo de gastar ninguna broma más a Códice, visto que no le sentaba muy bien (aunque seguramente le costó trabajo hacerlo). Se paseó por el pueblo en busca de unas cuantas plumas blancas olvidadas en algún corral o gallinero.  Al volver al campamente, el bardo  siguió con sus cánticos, el primero de ellos dedicado al amanecer. Cuando Klain se despidió de nuevo, Rivoel le felicitó por ser miembro de Los Compañeros de la Pluma Blanca, le explicó que ahora tenían ese  nombre y le entregó una de las plumas para reconocerle como uno de sus miembros. Antes de partir buscó a Paike para informarle de que de ahora en adelante, el agradecido grupo respondería al nombre de LOS COMPAÑEROS DE LA PLUMA BLANCA y que informara a su señor, para que de esa forma  nos nombrara ante Sir Randal Alba (pues esperaba que le hablara de nosotros).

ya Por el camino Rivoel, en contra de todo pronóstico, no lo amenizó con sus canciones, sino que se interesó por la poesía que Morgan había dejado a medias la noche anterior. Quería conocerla, saber su origen, autor… y ese tipo de cosas que solo interesan a los bardos. A cambio, engatusó a la mediohumana con otro poema  de mayor belleza. Conforme pasaba el día, un pálpito  crecía en el pecho del bardo. Desde el día anterior intuía que encontrarían el carro por el camino, como así adelantó a sus compañeros. Y La intuición del medio elfo se transformó en los claros restos del carromato.  Lo sabía, ahí lo tenéis…
Pero Rivoel contuvo su curiosidad al observar como una criatura mitad oso mitad búho rondaba el carro en busca de algo que él no quería ser. Por un instante se le ocurrió engatusarlo con alguna canción o carantoña, pero intuyó que la criatura querría algo más que jugar con él. Haciendo caso a su intuición y al ver que Morgan tomaba una actitud tan defensiva como bélica, el bardo retrocedió hasta estar detrás de sus compañeros, esperando a que el encuentro se resolviera de algún modo lo más ortodoxo posible en el que él no fuera el protagonista.
 

Agradeció las palabras de la orca con un asentimiento profundo. Acto seguido se fué a dormir.

La noche fué tranquila y cómoda. Finalmente Benen había encontrado la tranquilidad y el reposo que buscaba. Tras un plácido y descansado sueño que logró conciliar mientras no apartaba la vista de sus nuevas armas, el mediano despertó fresco como una rosa. 

Mientras unos rezaban y otros hacían sus cosas, salió con la semiorca en busca de información. Por el camino preguntó por el fragmento de poesía que había escuchado la noche anterior indicándole que se tomase su tiempo si lo prefería. A veces la poesía se resistía a ser recordada, no convenía forzarla.

Caminó junto al resto del grupo en una posición más o menos central. No le apetecía arriesgarse en caso de ataque y sus sentidos no eran lo bastante buenos para ser de ayuda rastreando, así que permaneció tranquilo caminando con el resto.

Al llegar a la escena, quedó enmudecido al ver el osolechuza que tenían delante. su sentido común le instaba a esperar, sin embargo probablemente una bestia de ese tamaño les atacaría en cuanto los viera. En fin, había llegado la hora de estrenar las dagas. 

Desenvainó una y, tras esperar las reacciones del resto, colocado junto a morgan, la lanzó contra el osolechuza. 

La noche paso rápido, demasiado rápido quizás para la pequeña Ladfiena que caminaba junto a sus compañeros entre bostezos sin embargo la caminata no tardo en disipar el sueño y al poco se veía correteando de un lado a otro mirando las flores y disfrutando de la naturaleza, un largo trecho mas tarde por fin dieron con el carromato no siendo los únicos -¿un osobuho! se adelanto un par de pasos ¡hola pequeño! un gruñido del animal le indico que el grupo no era muy bien recibido

Fewyhn vio un monstruo en el camino, sus compañeros intentaron comprender al monstruo, pero era inútil para el semidrow intentar comprender a ese bicho. Lo mejor sería matarlo y antes de empezar a moverse se escucho un Grr... que demonioshh! antes de ponerse en movimiento girar y lanzar una flecha en dirección a la criatura....

No le parecia buena idea atacar al osobuho, el guerrero preferia esperar a que terminara...o ahuyentarla de algún modo...sin embargo, al ver que sus compañeros empezaron a lanzar ataques a distancia contra la bestia, el guerrero apartó a la mediana y se puso en frente de ella, desenfundo rapidamente su bisarma y al igual que la semiorca, esperó a la reacción de la bestia, pues si esta se acercaba estaria dispuesto a lanzar su ataque instantaneamiente...

El grupo se acercó un poco a la criatura que intentaba alimentarse de los restos casi desaparecidos de los caballos.

Morgan plantó su lanza y clavó uno de los extremos en el suelo en una posición defensiva y firme esperando la carga del animal.
Rivoel inmediatamente intuyó la intención de sus amigos y retrocedió un par de pasos.

La pequeña mediana, ingenua y confiada pensó que manejar a esa criatura era igual a como con su carisma salvaje influía el comportamiento de pequeños pájaros y liebres sivestres. Se acercó a la bestia y esta se volteó con un gruñido. La mediana siguió insistiendo pero el animalejo empezó a mostrar un lenguaje corporal agresivo, defendiendo su comida de posibles rivales.
El SemiDrow observó el comportamiento de la bestia e inmediatamente disparó una de sus flechas, ya sabía de antemano que el osobúho iba a tornarse agresivo.

Efectivamente el animalejo lanzó otro gruñido y se lanzó contra el grupo, desafortunadamente la primera que encontró en el camino fue la pequeña mediana que había intentado calmarlo sin éxito. La diferencia de tamaños, la agilidad de ladfiena y la suerte que acompañaba al grupo bastó para que la poderosa garra del osobúho rozara la pequeña cabeza de la alegre mediana. El ataque había sido impetuoso y vehemente y ante el fallo, dejó al osobúho con la defensa abierta.

Benen no tuvo tiempo para ocultarse del olfato de la criatura y lanzó su daga contra él, pero apenas y rozó al animal que ni cuenta se dio.
Lance por su parte, se lanzó al cuerpo a cuerpo para defender a la mediana o buscar su propia gloria, quién sabe. El caso es que la bisarma alcanzó  abrir el costado del animal. Chilló de dolor y observó con odio a su atacante y era claro quien iba a ser la victima de su siguiente ataque.....

Mientras la guerrera sintió como Rivoel, que había caminado a su lado interesándose por el fragmento escuchado la noche anterior, se alejaba del frente una sonrisa de cazador asomó a sus labios; ahora sólo quedaba que el animal se fuese o se empalase. No había contado con cierta alegre mediana, la que en un bicho que le triplica el tamaño y tiene un pico capaz de arrancarle la cabeza, no ve amenaza ninguna; ante la desencajada mirada de la mestiza, la mediana se adelantó tranquilamente, como si fuese a presentarse.

- ¡Ladfiena NO!

Tarde... La acción se desató rápidamente, como las aguas contenidas durante demasiado tiempo que logran por fin vencer la resistencia que las sujeta; el gran animal se lanzó a la carga como Morgan había previsto que haría, pero no lo hizo contra ella, lo hizo contra quien se hallaba mas cerca.

- ¡Por todos los sapos cornudos!

La guerrera dejó la lanza plantada en el suelo y, desenfundando la gran espada que portaba, rápidamente se acercó a la criatura que se encontraba encarada a Lance. Intentó hacerlo por alguno de los ángulos muertos que un bicho tan grande debía tener y se dispuso a asestar un golpe.