Partida Rol por web

El agreste valle

Aventura | 4. Qark

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25/08/2014, 17:20

Un nuevo día llegó con un agradecido sol en el cielo cubierto de algunas nubes. Los héroes fueron despertados a primera hora del alba por los molineros y una enorme rodaja de pan para que compartieran entre si.

Luego de una despedida, más amable por parte de unos que de otros, decidieron retomar el camino hacia el norte no sin antes realizar la promesa de volver al molino para ayudar como pudieran en agradecimiento por la hospitalidad. Códice rezó sus plegarias matutinas y bendijo la tierra circundante para que la cosecha fuera mayor este año.

Poco a poco los que se volteaban a ver atrás, veían como el imponente molino se iba volviendo un punto lejano en el horizonte ondulado. Aquella reunión había significado un respiro en medio de tantas cosas por las cuales preocuparse. El día no solo llegó y continuó con un clima agradable, sino que el semblante de todos era igualmente positivo y alegre. Bailecitos de la mediana mientras cantaba Rivoel, Fewyhn ocupándose de la caza, Benen en sus propios asuntos, Morgan sonriendo al lado de su semejante y Códice devolviendo la sonrisa fue lo que dominó a lo largo de ese día de viaje.

Otra noche llegó y en medio del terreno escarpado, la compañía de la pluma blanca logró encontrar una caverna de una sola entrada y poco profunda donde pudieron encender un fuego y pasar una noche sin más complicaciones que los ronquidos del clérigo.

El nuevo día llegó, pero llegó en contrapeso al día anterior: Una ligera lluvia abrió la mañana en un cielo gris cubierto completamente de nubes oscuras. Ladfiena y Fewyhn coincidieron en que llovería todo el día, y así fue.
La caminata se volvió tediosa y lenta, como si el tiempo se hubiera detenido y el terreno cada vez más escarpado y difícil no ayudaba en absoluto. Solitario había sido el día y hasta los depredadores habían permanecido ocultos.

La noche cayó, pero la fastidiosa lluvia no cesó, era una lluvia ligera pero constante y las ropas y el equipo estaba completamente mojado. Como si hubieran sido besados por Beshaba (Diosa del infortunio y la mala suerte), no encontraron un lugar propicio para dormir alejados de la lluvia. Nadie descansó bien esa noche con el agua cayendo incesantemente, pero nadie se quejó tampoco.

Un nuevo día llegó y el viaje se reanudó con la molesta lluvia persiguiéndolos a medida que avanzaron. El día anterior había sido un carnaval en comparación con el nuevo día de viaje, no se pronunció palabra alguna y todos estaban deseosos de alcanzar cuanto antes su destino.

No se sabe si era la tarde o el ocaso, el cielo estaba igual de gris, pero finalmente tras escalar un risco, Qark se encontraba a un par de millas adelante, fuegos protegidos de la lluvia empezaban a encenderse en algunas partes del poblado que limitaba con el río Tesh. Se logró identificar un molino en la parte baja cerca al río, cerca del molino, una estructura más grande y elaborada que las rusticas casas que la rodeaban daba la impresión de ser un punto de encuentro común: Una taberna. En la parte alta del poblado, Códice logró identificar el símbolo del Dios Enano de la minería y la extracción: Dumathoin.

Habían escuchado que Qark era peligrosa y más aún para los extranjeros, pero los corazones descompuestos y los pies mojados pedían a gritos entrar a Qark para comer algo decente, secar las ropas y calentar los cuerpos.

¿Entrarán a Qark en cuando ya culmina el día?¿Acamparán afuera y esperarán a primera hora para ingresar?¿Cómo se presentarán una vez entren a la villa?¿A dónde se dirigirán?..... Es su turno y su decisión.

Notas de juego

Próximo turno: Jueves.

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25/08/2014, 18:27
Sólo para el director
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25/08/2014, 19:32
Códice [PNJ]

Mientras todos oteaban desde el mirador natural que era aquella formación rocosa en medio de la llanura, Códice alargó su brazo y señaló hacia la parte alta del poblado.

—Enanos —aclaró. Se giró a sus compañeros—. Aquel templo pertenece a Dumathoin, su dios minero.

Volvió a mirar hacia la villa. Algo entre un gruñido y un suspiro salió de su pecho. La primera de muchas veces que echaremos en falta a maese Robleoro, se lamentó. Tras observar durante unos segundos más, Códice decidió que era ya hora de aclarar el asunto de la “tapadera” que adoptarían para moverse por Qark. Calado hasta los huesos, como todos, descendió unos pasos, carraspeó levemente y dijo:

—Compañeros, creo aún que la mejor forma de movernos por Qark sin atraer a los pajarracos a nuestro sembrado es fingir que somos aventureros interesados en la nueva mina. —Pausa para leer las caras de los demás. Al momento, prosiguió:— Al fin y al cabo, si la noticia se ha extendido ya por los valles, deben de estar llegando forasteros al pueblo con cierta frecuencia: unos pocos más no deberían llamar la atención. —Se tomó unos segundos antes de seguir.— Una vez dentro (mientras mantenemos la mascarada, claro), alguno de nosotros puede fingir, como quien no quiere la cosa, estar buscando... no sé... —Miró al suelo por un segundo.— ...libros de las ruinas enanas de Tethyamar, por ejemplo. —Se encogió de hombros, como invitando a hacer nuevas sugerencias.— De este modo, tal vez algún puma nos vea como potenciales compradores de libros y nos lleve hacia el fruto que buscamos...

Nada más dichas estas palabras, Códice se percató de que había apoyado accidentalmente su mano en la cabeza de su maza. Mientras acariciaba el emblema, en su rostro se dibujó la preocupación. Se apoyó con el culo en el árbol que tenía a la espalda y, cogiendo una roca del suelo, comenzó a rascar el grabado en el metal.

—¿A alguien se le ocurre cómo quitar de nuestros aperos la marca de lord Alba? —dijo tras unos segundos.

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26/08/2014, 15:46
Morgan, alias Shea

El ánimo de Morgan había decaído bastante, hacía ya algún tiempo que estaba por estas latitudes y seguía sintiendo lo mismo que el primer día que había tenido que combatir entre al agua que caía y el fango a sus pies, no le gustaba la lluvia. Hacía que toda su ropa pesase mas y se le pegase al cuerpo, y el barro se enganchaba a sus botas con lo que cada paso era el doble de costoso; encima después de dos días de incesante lluvia y de viajar hacia el norte la temperatura había descendido varios grados y sentía que estaba calada hasta los huesos y que no volvería a entrar en calor nunca. Tenía unas ganas tremendas de llegar a algún sitio donde poder desprenderse de las pesadas ropas y secarse al calor de un buen fuego.

Cuando tras uno de los riscos por fin se divisó una población, la mestiza dejó escapar un bufido, tanto para expresar que por fin habían llegado como para expulsar el agua que chorreaba por su cara y se le metía en la nariz. Escuchó las palabras del clérigo y asintió para sí misma anotando mentalmente la situación del templo, entonces Códice propuso una tapadera para su presencia en Qark; Morgan estaba de acuerdo en no aparentar algo demasiado diferente de lo que eran en realidad y cambiar solo el motivo de su presencia.

- Por mí de acuerdo.

Sentenció la mujer con un encogimiento de hombros y sin apartar la mirada de su destino, ante la nueva pregunta del mestizo giró la cabeza en su dirección para entender a qué se refería. Cuando lo vió rascando con una piedra una parte delimitada de su maza, giró de nuevo la cabeza hacia el pueblo minero mientras contestaba.

- Eso llevaría demasiado tiempo. - desechó con la mente ya en un sitio a salvo de la lluvia, aunque nada mas decirlo se dió cuenta de que podía haber sonado demasiado brusco y añadió - Si alguien pregunta podéis decir que os gusta demasiado vuestro pellejo como para tener que ir a la guerra.

Morgan esperaba que no se demorasen mucho mas, cuanto antes entrasen en Qark y averiguasen dónde estaba el libro antes podrían salir de allí.

- ¿Vamos?

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26/08/2014, 16:35
Fewyhn Drazth

El elfo oscuro parecía empezar a tolerar la presencia de Códice, aunque sus ronquidos bien le mereciesen la muerte. No sería Fewyhn quien se la trajera en forma de regalo. El grupo parecía molesto, pero había algo que le había calado. La compañía de la pluma... Un nombre ridículo... y aunque ridículo le gustaba pensar que formaba parte de algo. ¿Sería posible? Fewyhn el repudiado parte de un grupo de aventureros. Aquellos días de lluvia le habían hecho pensar y pensar mucho. 
Por supuesto que Ladfiena era el regalo de Eilistraee. La promesa que su diosa le hizo bajo las estrellas, en aquel lago plateado en el que su silueta corría por todo el paraje. Su odio amainaba, su parte drow cicatrizaba y se cerraba produciendo dolor, pero un dolor placentero. Incluso Morgan le parecía menos despreciable. Las canciones de Rivoel y sus rimas le habían sacado una sonrisa. La ilusión que brotaba de Ladfiena parecía un río del cual se había sorprendido más de una vez bebiendo. 

Incluso el elfo oscuro había sorprendido a todos al volver con una pluma blanca. ¿Cuánto tiempo había estado bajo la lluvia para encontrar una simple pluma? Eso daba igual... El explorador se la adornó en sus ropajes, donde todos pudiesen verla. Resaltaba en su oscura indumentaria.

Y aunque el elfo no habría boca si que empezaba a sentirse libre. La caza era buena y la lluvia agradable... los habitantes de la superficie nunca entenderían el milagro que era aquella agua que caía de los cielos. Lágrimas de su diosa, portadora de vida, capaces de hacer olvidar todos los pecados que cargaba el elfo oscuro.

A la pregunta que se hicieron Fewynh contestó con una afirmación con la cabeza, se había aficionado demasiado a hacer gestos. Culpa de aquella chiquilla y su insaciable curiosidad, le habían vuelto más retraído, pero aunque por extraño que pareciese también más cercano. Se le veía estudiando a los demás aventureros. Callado, como si aprendiese de ellos.

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26/08/2014, 23:23
Ladfiena Correestepa

Ladfiena paseaba cabizbaja y malhumorada, su animo no había decaído como su humor sin embargo la lluvia incesante provocaba que uno de sus mechones se interpusiese una y otra vez ante sus ojos enrojeciendoselos, para evitar esta molestia continua lo había intentado todo, atarse el pelo de nuevo una docena de veces, poner un pañuelo incluso quiso cortárselo en un par de ocasiones cosa que no le permitió su amigo Fewyhn de modo que el único modo de evitar que el pelo se le metiese en los ojos era ir cabizbaja dejando que el agua resbalase en una pequeña cascada - odio esta lluvia, odio esta lluvia, odio esta lluvia - sus dedos se movían con ligereza para comunicar el mensaje a  Fewyhn el cual respondió con algo de milagro que no alcanzo a entender por culpa de la dichosa lluvia, no entendía como el elfo conseguía leerle en ocasiones sin ni siquiera mirarla, ella no lo lograba aunque si había logrado hablar de forma inteligible y con pocos errores aún le costaba leerlo con poco luz y a determinadas distancias soplo al mechón de pelo que se levanto un instante dejandole ver por delante para un instante después inmisericorde volver a su posición conduciendo el agua en una pequeña cascada delante de sus ojos, con un resoplido resignado continuó avanzando  cuando el Códice dijo algo de borrar la marca de lord Alba miro su propio símbolo bordado en sus ropas ¿porque quieres quitarlas?

Notas de juego

hablo con el idioma de dedos drow de modo que ni dios se entera xD, lo último si lo digo que todo el mundo lo entiende

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27/08/2014, 00:17
Rivoel Docanto

  Rivoel se despidió amablemente de los habitantes del molino no sin antes recitarles el poema dedicado a Escudocuervo. El viaje empezó con buen tiempo y el bardo lo acompañó con alguno de sus cánticos alegres y divertidos.
Morgan pidió explicaciones y Códice se las dio. Rivoel solo habló  respondiendo al  por qué la bella maga no intervenía directamente… Posiblemente no actúa para no llamar la atención sobre el libro. Si lo hiciera sus enemigos pensarían ¿Qué hace preocupándose por un vulgar libro…?
 El tiempo cambió y empezó una incesante lluvia que fue mermando el ánimo de Los Compañeros de la Pluma Blanca. Pero el  bardo no callaba ni debajo del agua ( nunca mejor dicho), que continuó cantando y recitando historias para animar el paso de sus agotados compañeros.
A pesar de las miradas e incluso comentarios desafiantes de algunos miembros de la compañía en contra de las cantinelas del semielfo, nadie consiguió intimidar el espíritu del bardo, que continuó con sus cánticos e ingeniosas prosas…
Finalmente el grupo alcanzó a visitar la ciudad de las minas. Todos necesitaban un cálido descanso bajo techo y Rivoel asintió cuando Códice hizo su propuesta
Claro, vayamos a esa posada. Seguro que allí podéis descansar mientras intento obtener algo de información sobre los pumas y quién sabe si también sobre el libro.  Cuando el sacerdote cayó en la cuenta de los escudos de Sir Alba, el bardo los miró durante unos instantes y luego pronunció:  Pues yo creo que estos emblemas nos pueden ayudar a que encontremos a Los Pumas. Mejor dicho a que ellos nos encuentren a nosotros…  'Uno no busca a los pumas negros, ellos lo encuentran a uno' es lo que suele decirse sobre ellos. Y con un ademán invita a sus compañeros a continuar hacia la taberna
 

Notas de juego

¿Lo de los emblemas está en todas las ropas, armas, armaduras, etc? será por el tiempo transcurrido, pero no sabía que lo que nos entregaron tuviera marcas, o al menos no lo recordaba....

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27/08/2014, 19:45
Códice [PNJ]

Códice no estaba seguro de haber entendido lo que había dicho Morgan: ¿estaba sugiriendo la guerrera que se hicieran pasar por desertores? Al clérigo no le gustó mucho aquella idea, pero mientras no pudieran quitar el grabado de las armas* era lo mejor que tenían. Antes de contestar al comentario del bardo, Códice respondió a Ladfiena:

—Si este pueblo está controlado por ex-zhentarim, el emblema de lord Alba puede traernos problemas.

Luego, trotó hasta Rivoel, que ya empezaba a descender la loma en dirección al poblacho.

Señor Docanto, eso es precisamente lo preocupante: ¡la atención indeseable que estas insignias pueden atraer sobre nosotros! —exclamó. Sin embargo, Códice no quería que su crítica fuera mal recibida, así que cambió rápidamente el tono.— Ciertamente, reconozco que no tengo experiencia en este tipo de empresas "de espionaje", pero creo que lo más prudente sería que tratásemos de pasar lo más desapercibidos posible mientras tratamos de descubrir el paradero del libro...

Un movimiento percibido por el rabillo del ojo hizo que el religioso girara la cabeza, sólo para descubrir que se trataba de Fewynh, que estaba inusualmente callado y no-antipático desde que dejaron el molino. “¿Qué le sucederá?", se preguntó Códice. "¡Aunque bienvenido sea el cambio...!” Lance, que iba unos pasos atrás, estaba también muy callado, pero, en su caso, era algo preocupante. Códice decidió buscar un momento para hablar con él cuando llegaran al mesón.

Notas de juego

Vamos a la posada.

* En efecto, sir Edrick: las armas y armaduras están marcadas. Recuerdo que Kamro nos lo dijo.

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28/08/2014, 17:14
Rivoel Docanto

Estimado Códice. Por lo que tengo entendido esta ciudad no está contralada por ex -Thentarim.  Más bien al contrario, es desde aquí desde donde Sir Alba inició la lucha contra ellos. De no haber sido por el hierro encontrado en sus minas no habría logrado expulsarlos del valle... Supongo que algo quedará de aquella avanzadilla.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Mi afirmación se basa en la descripción sobre la ciudad que el máster ha añadido recientemente en la escena de Ambientación.

Dejo hecho un tiro de historia por si me vale para saber quien y cómo gobierna esta ciudad, pero por el resultado más bien pienso que está gobernada por un tal Rajoy.... jajajajaja.

(la segunda tirada ha sido por error)

 

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29/08/2014, 02:51

Todos estuvieron de acuerdo en que tenían que pasar desapercibidos. Aunque Lance no pudo evitar refunfuñar ante la idea de quitar el emblema de las armas y las armaduras, era un guardia orgulloso de su profesión, pero no era estúpido, y aceptó pasar desapercibido junto al grupo, nadie lo sabía, pero por su mente ya pasaba la idea de abandonar al grupo para ir a cataratas de la daga, lo suyo no eran las aventuras y ya había sido suficiente por todo lo que había pasado.

Avanzaron cubriendose el cuerpo totalmente con las mantas invernales, las armas que habían sido regalo de EscudodeCuervo las intentaron esconder lo mejor que pudieron. Cuando llegaron al poblado, el cielo ya era negro y la lluvia había empezado a caer más fuertemente y amenazaba en convertirse una tormenta.

La gente ya no deambulaba en las calles, o estaban dentro de sus casas, o emborrachándose en el edificio que pensaban sería la taberna, lugar donde se dirigieron, afuera de la edificación solo había una mula amarrada a una columna de madera.

El lugar no tenía puerta así que entraron directamente, casi todos al mismo tiempo: Era una gran habitación adornada con unas pocas mesas y una barra. Una chimenea, varias antorchas, pero sobre todo el humor de la gente, calentaban el lugar para el placer de los recién llegados. Olía a sudor y vómito seco, y estaba completamente atestado el lugar.

Al entrar, notaron como todas las miradas se dirigieron a la entrada, miradas severas y algún gruñido se escapó de entre la multitud. El borracho que estaba cantando se calló y el lugareño que contaba una historia también lo hizo, de repente el silencio absoluto e hizo presente en la taberna, solo se oía el crepitar del fuego consumiéndose la leña de la chimenea. El ambiente se tronó muy tenso, fácil de cortar con una daga desafilada.

En una esquina, lograron ver una mesa con un solo comensal (Lirian) un hombre armado, concentrado en su plato de comida, evidentemente era el único forastero en la taberna y el resto eran lugareños. Poco a poco la gente empezó  volver a sus asuntos con cierta suspicacia y elevando una que otra mirada a los recién llegados.

El lugar estaba atestado y no había lugar para sentarse salvo la mesa del forastero. ¿Se acercan a la mesa del hombre?¿Intentan integrarse con los lugareños?¿Van directo con el tabernero en busca de información? Ciertamente ese no era el lugar para hablar de algo sin que algún oído lo escuchara.... Es su turno!

Notas de juego

30 px para todos excepto Benen por postear.

Próximo turno: Lunes.

Ya en sus posts se incluirá a Lirian.

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29/08/2014, 04:03

El viaje había sido tedioso, demasiado tedioso y peligroso, casi mortal.

Como guardaespaldas independiente, decidiste atender una nota en la posada 'El brazo del Vado' en Cataratas de la daga, en ella un mercader solicitaba ayuda para llevar un par de carromatos con herramientas simples hasta Qark, la paga era mala y el camino era peligroso, pero trabajo y monedas escaceaban por igual, así que decidiste aceptar, quizá en Qark habría algo de trabajo.

Partieron al Alba y antes del ocaso ya estaban en Duvik, clima agradable, todo presagiaba un viaje placentero y tranquilo, pero solo duraría un día dicha sensación.
El segundo día del viaje bordearon el bosque hacía el sur, acamparon en la noche y no hubo percance alguno, el clima ayudó.

Pero como si cayera un beso de Beshaba, una pequeña lluvia empezó a caer al amanecer del tercer día y no cesó nunca. Se adentraron por el sendero del bosque y en la tarde, tuvo lugar una emboscada: Elfos salvajes y hostiles empezaron a atacar la caravana con flechas. El grupo de vigilantes era robusto, pero fueron diezmados rápidamente con los ataques que recibían constantemente, ataques rápidos y fortuitos y tácticas de guerrilla. Poco podían hacer un grupo de guerreros contra unos ágiles Elfos que conocían el entorno.

Forzaron la marcha durante la noche y más de un caballo murió por el esfuerzo, al medio día del cuarto día llegaron a su destino. Veinte habían partido y menos de la mitad había llegado a Qark, pero la paga permaneció igual.

Al siguiente día, los que llegaron volvieron a marcharse, pero con la intención de rodear el bosque y no adentrarse en él, el bosque era peligroso ahora. Pero a pesar de tanta insistencia, tú decidiste quedarte en Qark, aún cuando te advertían que los forasteros no eran bien vistos, ser mal visto no era lo peor comparado con lo que habías pasado a lo largo de tu vida.

La tarde llegó y decidiste ir acompañado de tu mulo a la única taberna del lugar, quizá allá podías encontrar trabajo o alguna buena oportunidad para aumentar la escueta bolsa de monedas que cada vez se hacía más escuálida. Te sentaste en una mesa cuando la taberna aún estaba sola. Solo agua especiada pedías mientras poco a poco veías el lugar abarrotarse hasta que caída la noche, no cabía un alma más.

Y los lugareños hicieron sentir la suspicacia que tenían sobre tí: Tu mesa, con espacio para varios, permaneció vacía y nadie se te acercó para hablarte, parecías un oasis aislado en medio de un desierto de desprecio.

De repente, algo interrumpió el bullicio del lugar: dos medianos, un hombre, un semielfo, dos semiorcos y un elfo oscuro entraron al lugar completamente cubiertos por su respectiva manta invernal y completamente empapados. El borracho que estaba cantando se calló y el lugareño que contaba una historia también lo hizo, de repente el silencio absoluto e hizo presente en la taberna, solo se oía el crepitar del fuego consumiéndose la leña de la chimenea. El ambiente se tronó muy tenso, fácil de cortar con una daga desafilada.

Alzaste la mirada y tan rápido como un parpadeo, volviste a concentrarte en tu plato de comida: Un insulso caldo de pescado acompañado de patatas y zanahoria. 

Por ahora comes, pero algo presagia movimiento durante la noche.

Notas de juego

Próximo turno: Lunes.

Incluye en tu post al resto de personajes!

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29/08/2014, 12:50
Morgan, alias Shea

Ante la pregunta de la mediana, Morgan se sorprendió - ¿eso son las proverbiales ganas de hablar de su raza o realmente no sabe el motivo? - se preguntó; en otra ocasión, con mejor humor, posiblemente le hubiese contestado aunque fuese de forma escueta, pero la verdad es que no tenía ganas de mas charla. Cuando el bardo también estuvo de acuerdo en entrar sin mas en la villa, en la mente de Morgan se formó la imagen de una cálida habitación y empezó a andar pero no había dado ni dos pasos cuando se detuvo ante las siguientes palabras del elfo. Se giró y lo miró a los ojos, un brillo feroz iluminaba su mirada mientras asentía imperceptiblemente a las palabras del clérigo.

- Como bien dice el hermano, los motivos por los que te busquen han de ser los correctos. Sería mejor que os creyesen desertores o embaucadores, al menos así estaríais en ‘su bando’. - puntualizó.

Después de ese último comentario, la mestiza volvió a reanudar la marcha con pasos lentos y pesados. No es que no se sintiese parte del grupo, aunque todavía veía miradas torvas por parte de alguno de sus miembros, es que ella no portaba dicho emblema y por eso no se incluyó. 

Al llegar por fin al poblado la lluvia arreciaba y todo estaba desierto, sin hacer caso de nada mas que no fuese su destino a salvo del inclemente tiempo, la otrora guardaespaldas entró en la gran edificación que presuponían era la taberna. El silencio se hizo en la sala pero la guerrera apenas dedicó una mirada torva a la concurrencia y se dirigió a la barra, enderezándose y yendo hacia donde estaba el tabernero.

- Por fin un lugar a salvo del tiempo. - murmuró al llegar - Tabernero, comida caliente para ocho y bebida para todos. – dijo con su voz grave y poniendo varias monedas, que esperaba cubriesen su demanda, sobre el mostrador; ella estaba segura de poder comer por tres.

Ahora que el calor del ambiente empezaba a calentar sus músculos por fin dedicó una mirada mas pausada a la estancia, solo había una mesa que estaba mas o menos libre, pues un solo hombre la ocupaba. Morgan enseguida pensó que se trataría o bien como ellos de un forastero o de alguien no deseable, pero en el segundo caso seguro que ya se hubiesen ocupado del problema los lugareños por lo que apostó por la primera opción. Por lo demás era una típica y ‘acogedora’ taberna de pueblo con su borracho incluido; le dedicó un poco de mas atención al hombre, pues es bien sabido que a los borrachos se les suele ir la lengua, pero de inmediato su vista fué hacia el fuego en espera de algo que llevarse al gaznate.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro para ver si el borracho lo está realmente y qué tipo de vibraciones me produce. Y por si hay algo inusual en la sala.

P.T. No sé por qué he hecho dos si me sale lo mismo XDDD

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29/08/2014, 15:44
Lirian Ventormenta

Vaya...aventureros o cazarrecompensas. Espero que lo primero...aunque la diferencia a veces no está muy clara - Meditaba Lirian a medida que el peculiar grupo se apelotonaba en la entrada de la taberna aumentando el charco de agua que allí se había ido formando con la contribución de cada nuevo cliente. El serrín esparcido por el suelo como medida para evitar estos charcos servía de poco en días como éste; a lo sumo como manera rápida de ensuciar las botas con el pegajoso serrín empapado.

El norteño, que con su silencio era cómplice junto al resto de parroquianos de acrecentar la incomodidad del ambiente, lanzó miradas fugaces entre cucharada y cucharada para examinar a los extraños. Por lo que veo no he sido el único que ha tenido problemas. Dedujo por las caras de cansancio y las ropas de los recién llegados. Además, para una persona como él, era fácil descubrir cómo la tensión de los combates se reflejaban en los cuerpos, y más concretamente en los ojos, de los contendientes; incluso varios días después de estos. Con disimulo posó sus ojos azules sobre cada uno de los integrantes para intentar discernir si alguno de aquellos podía tratarse de un peligro potencial. Entonces lo vio. Bajo aquellas desgastadas mantas descubrió unas manos y rostro oscuros; mucho más de los de un Calishita. Un drow!!! Por todas las truchas de jarrete del Maer Dualdon! Un drow! ¿Aquí? Y entrando tan campante! - Se sorprendió Lirian, quien inconscientemente detuvo la cuchara a pocas pulgadas de sus labios y la mantuvo ahí mucho más tiempo del deseado. ¿Será el famoso Drizzt Do'Urden? No, no puede ser, no se ve con él al señor del clan Battlehammer. - Comprendió al instante el guardián de caravanas, quien en su juventud se había acercado junto con su padre a hacer tratos de comercio con el clan Battlehammer allá en el lejano norte. Sin pretenderlo, observó a su alrededor las reacciones de la clientela por si habían sido conscientes de aquel detalle nada desdeñable. 

Pegó la cuchara a sus labios y procuró sorber con lentitud aquella sopa de pescado, donde encontrar un trozo de éste era tan difícil como que aquel semiorco que se acercaba a la barra pasase desapercibido entre la multitud. ¿Semiorco? Por todos los dioses... Es una mujer. - Volvió a sorprenderse de nuevo cuando reconoció el sexo de aquella imponente figura que se había acercado al posadero a pedir algo de comer y beber. Extraños e incómodos pensamientos acudieron a su mente concernientes a su anatomía. Con una leve sacudida de cabeza apartó aquellas ideas y se concentró en los posibles problemas inmediatos.

Al ser consciente de que en la mancebía no había más asiento disponible que los que se encontraban junto a su mesa, temió por un instante que se acercasen hasta él en busca de conversación. Sólo había mantenido una ligera charla con el tabernero en tono bajo y esto fue porque cuando llegó no había ningún paisano en el interior y no le quedaba más remedio si quería conseguir algo con lo que mitigar los incómodos rugidos de las tripas. Automáticamente las manos, tal y como había temido, comenzaron a sudarle a raudales tan pronto como ese pensamiento acudió a su mente. Mierda... - Con la punta de los dedos buscó las botas, las cuales se había descalzado cuando llegó con el fin de calentar un poco los entumecidos pies, e intentó calzárselas sin tener que utilizar las manos para ello. Mejor que me pillen con las botas puestas si esto se pone feo... - Pensó mientras apuraba el último trago de aquel agua con extraño sabor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lanzo percepción para justificar mi examen de cada uno de los recién llegados.

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29/08/2014, 17:54
Códice [PNJ]

Al entrar, mojado y agotado, en aquella posada desconocida, el recuerdo de un momento idéntico afloró de pronto en la mente de Códice: en aquella ocasión, semanas atrás (que ahora le parecían años), la posada no estaba en Qark, sino a la entrada de Cataratas, y el letrero sobre la puerta decía “Los Brazos del Vado”. El recuerdo, por lo demás, era agridulce: ese día, Códice había conseguido el permiso de lord Alba para erigir en la ciudad una capilla a la Gran Madre y se sentía pletórico; sin embargo, también fue la noche en que el malvado Sok Ul Makum y sus criaturas no-muertas atacaron el pueblo; la noche en que Códice, Ladfiena y Fewyhn (así como Klain, Abrahel y Beleg) habían combatido juntos por primera vez e intentado sin éxito que aquellos monstruos no se llevaran a ningún aldeano; la misma en que los seis aventureros se habían embarcado, inconscientes e ilusos, en aquella empresa que alguno no había tardado en pagar con su vida... Códice suspiró, apesadumbrado. Ay, Gran Madre... Protégenos.”

En esto pensaba cuando Morgan pidió comida y bebida para todos. ¡Gracias a los dioses! Porque yo no tengo ni un miserable pulgar...”, pensó avergonzado. Aquel gesto de la hembra no podía quedarse sin alabanza, incluso ante aquel público tan hostil, y Códice ya se disponía a desearle a su compañera la bendición de la Diosa, cuando algo le detuvo. “¡No lo hagas, mentecato!”, le dijo su cerebro. Si un sangreverde clérigo de Chauntea ya es una cosa rara de ver, uno que además ande metido a soldado es... ¡Como un soberano* en un pajar!” Fue de esta forma que Códice decidió ocultar también ese aspecto de su identidad en Qark y, aprovechando la cobertura de la manta, colocó su símbolo divino bajo las ropas. Cuando se acercó a Morgan, el fraile se quitó de encima la manta, revelando sus armas marcadas a la parroquia. “No podemos llevar las mantas encima todo el tiempo sin levantar sospechas.” Como el hermano Bistro siempre decía, “acepta la menor, niega la mayor”.

Notas de juego

Como no he sabido como integrar en el relato el momento “error de racord” de sir Edrick, lo he ignorado! ^^U

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30/08/2014, 00:43
Rivoel Docanto

De camino a la posada Rivoel fue pensando que la idea de pasar desapercibidos que  proponía Códice parecía la más sensata, de manera que tomó su manta y cubriose con ella todo el cuerpo, quedando ocultas todas sus pertenencias.

Una vez entraron en aquel cálido lugar el semielfo se sintió mucho mejor. No vio nada ni notó nada que no hubiera visto y notado en el resto de tabernas que solía frecuentar antes de unirse a sus nuevos compañeros. Rivoel parecía flotar entre las miradas y gruñidos de desconfianza de los lugareños como pez en el agua, nadando sobre ella  con su eterna sonrisa y ese  brillo en los ojos que desprendían amabilidad y simpatía a raudales. 

Un esperado silencia se hizo cuando el grupo entró y fue el momento elegido por Rivoel para empezar a ganarse la confianza de los lugareños con unas simpáticas palabras y alguna broma...

Amigos... No era nuestra intención interrumpir sus historias y cánticos. Sigan, sigan... seguro que han visto salir de las minas de su ciudad cosas peores  que un grupo de viajeros embarrados hasta las orejas... (y el bardo se las hurga cómicamente haciendo el típico gesto para desatascarse los oídos). Vaya... (dice Rivoel refiriéndose al borracho) creo que aquí  tenemos al causante de tal diluvio... Sigue amigo sigue, ahora ya estamos a salvo de la lluvia...

El bardo aprovechó esos instantes para observar el lugar y a la concurrencia. Tras escuchar como Morgan pedía comida y bebida para todos Rivoel añadió -Ruego nos disculpen. Si no les importa nos retiraremos a esa mesa a comer algo para que puedan seguir con sus asuntos. Intentaremos no volver a interrumpirles con  los ruidos de nuestros deseados sorbos y ansiosos mordiscos.  Y el bardo se dirige hacia la  única mesa libre y saludando a su único ocupante, avanza hasta sentarse a su lado. El corpulento hombre parecía ser forastero y por la expresión de su cara estaba  bastante asombrado. Rivoel se preguntaba si sería por ver a una semiorca, o a un drow, o a una mediana y un semielfo acompañando a un drow,  o ( Códice se retiró su manta) por ver a una semiorca, un drow, una mediana y un semielfo acompañados  por un semiorco portando los emblemas de Sir Randal en la ciudad probablemente con más ladrones y malhechores de todo el valle…
Saludos buen y gran hombre, esperamos no molestar… Dijo Rivoel mientras ayudándose de sus pies, le acercaba las botas al sorprendido humano. Y con una complice sonrisa continuó - Tranquilo, en cuanto nos sentemos aquí ya nadie se fijará en vos…

Notas de juego

Ese Códice ahí, amante del riesgo a tope!!!!!!!

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30/08/2014, 11:35
Ladfiena Correestepa

¡Fuego! exclamo Ladfiena con alegría dirigiéndose a toda velocidad a la chimenea donde se quito la manta dejándola a su lado y empezó a recibir el calor de las llamas, cuando se encontraba de esta guisa arrugo la nariz puag, que mal huele a pesar de ello no se movió y por fin el rebelde mechón permaneció en su sitio al no tener la ayuda de la lluvia para seguir entrometiendose en los ojos de la mediana no fue hasta que hablo Rivoel que se dio cuenta del silencio reinante, de todos modos habituada como estaba a esas reacciones cuando iban solos Fewyhn y ella sin embargo lo miro extrañada ¡yo no hago ruido al comer! mientras seguía secándose a la lumbre y mirando a la mesa que señalaba Rivoel para unirse tan pronto hubiese comida en la mesa.

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30/08/2014, 19:35
Fewyhn Drazth

El Semidrow cerró los ojos al escuchar la palabra Desertor... No era la primera vez que la escuchaba y el mero hecho de pronunciarla en su presencia le erizaba la piel, le traía lejanos recuerdos. Un amargo pasado. Yo no diré que sssssoy un dessssertor! dijo Fewyhn con la cara un poco agriada. Las primeras palabras en dekhanas y fueron para lanzar una queja. No renegaré de la pluma blanca. Drazth no podía creer lo que acababa de hacer. Sentimientos encontrados la compañía no debería importarle, pero en ella estaban gente a la que comenzaba apreciar...

La entrada en el pueblo le hizo revivir antiguos rencores y odios. Su ceño estaba fruncido y su labio se levantaba en señal de hostilidad. El silencio de la taberna le hizo cerrar el puño con demasiado odio. Sólo la intervención de Ladfiena le hizo suavizar un poco los rasgos. Aquella chica siempre tenía el don de la oportunidad, además la intervención de Rivoel hizo que los habitantes dejaran de centrarse en los aventureros, pero la tranquilidad le duraría poco... Un aventurero posaba sus ojos sobre Fewyhn Drazth casi podía oír sus pensamientos, sus ojos le juzgaban. Los dientes del semidrow se apretaban con fuerza de la rabia, un mechón de pelo caía a un lateral de la cara. Su rostro desencajado dejaba entrever la furia guardada durante años de uno hijo de la infraoscuridad, pero nuevamente el bardo quitó tensión al ambiente comenzando el diálogo.

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31/08/2014, 07:05
Lirian Ventormenta

Lirian bajo la cabeza al ver acercarse a aquel risueño semielfo fingiendo concentrarse en la sopa. No...no...no - Pedía a Güeron Viéntrom a medida que la sombra de aquel hombre se acercaba más y más. Tan pronto notó la presencia del extraño a su lado el norteño tensó todos los músculos de su cuerpo. Con disimulo bajó las manos y las restregó contra los pantalones a fin de secar el sudor de las palmas. Sa...sa...saludos buuuen hombre. -Saludó pronunciando con dificultad mirándolo de soslayo. Maldita sea...-  Se lamentó al no poder controlar ese maldito tartamudeo que tantos problemas le había traído. En ese momento notó cómo las botas se movían bajo la mesa haciendo que fuese más fácil calzárselas. No, no, no mo...molestan. - Contestó con parquedad.  Sus mejillas adquirieron un color rojizo fácilmente distinguible debido al color pálido de su piel..

Gracias. Pa...parece que queee han te...tenido un mal mal viaje. Yo tam...también he llegado ho...hoy. Pe...pero parece que que los forasteros noooo son bi...bienvenidos aquí. - Contestó esforzándose superar su timidez. Sin soltar la jarra de sus manos, la cual ya estaba vacía, se la llevó a los labios e hizo incluso el gesto de tragar. Con ese movimiento aprovechó para seguir con la mirada al resto de los componentes del extraño grupo.

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01/09/2014, 00:35
Códice [PNJ]

No acababa de llegar Códice junto a Morgan cuando el bardo comenzó su función inaugural.

¿Pero qué...? —pudieron escuchar los más próximos al tiempo que el semiorco se giraba.

Incapaz ya de detener a su compañero, el clérigo se limitó a mirarle ojiplático, sus garras clavadas en la madera de la barra, aterrorizado ante la idea de que Rivoel pudiera soltar alguna información delicada. Cuando el bardo parecía estar a punto de acabar sin deslices y Códice ya se reprochaba su desconfianza, Rivoel tomó asiento en una mesa junto a uno de los parroquianos y comenzó a hablarle. "¡Ay, Señora...!", se lamentó mientras se revolvía incómodo en el sitio. "¡Que nos busca la desgracia!" Observaba la escena y, por momentos, buscaba furtivo las miradas sus compañeros.

Tan preocupado estaba Códice por las posibles indiscreciones del bardo que dejó de prestar atención a Ladfiena, principal objeto de sus preocupaciones de camino a la taberna, pues era la más parlanchina de todos. (Por suerte, parecía que la mediana estaba bastante ocupada secándose.) En cuanto a Fewynh, su oposición a la idea de Morgan lo hacía impredecible, pero Códice no tuvo tiempo de fijarse en él: ¡el aventurero solitario había comenzado a hablar a Rivoel! "¿Qué le estará diciendo?" Códice decidió que en cuanto les sirvieran, se uniría a la pareja.

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01/09/2014, 02:00
Rivoel Docanto

   El forastero empezó a contestar al bardo, pero sin duda parecía nervioso. Sin embargo, aunque las siempre erguidas y puntiagudas orejas de Rivoel escuchaban lo que decía, la atención del semielfo estaba con la reacción de los lugareños a la llegada del grupo, sobre todo cuando Códice se retiró la manta que le cubría y dejó a la vista los emblemas de Sir Randal que portaba.  Ni la presencia de los recién llegados ni que, al menos uno, llevara símbolos de los hombres del valle… pareció importar mucho  a los clientes de la posada...A todos excepto a uno. El individo no tardó en escabullirse y salir de la taberna de un modo que no pasó desapercibido para el perspicaz Rivoel, que envió una furtiva y cómplice mirada  a sus compañeros para cerciorarse de que ellos también se habían percatado de ese pequeño detalle. Pero el bardo tampoco le dio mucha importancia, pues ya contaba con que algo así sucediera y para evitar que alguien del grupo estuviera tentado en salir tras el “ sujeto sin identificar”, hizo un ademán con la mano invitando a todos a sentarse alrededor de la mesa que recién había invadido y tomado, eso sí pacíficamente, al peculiar forastero...
Vamos amigos, sentaos de una vez, por fin nos llegó el momento de descansar nuestras posaderas y calentar nuestros estómagos…
Y dirigiéndose ahora hacia el recién conocido humano pronunció – Tranquilícese amigo…, mis compañeros y yo tan solo buscamos cobijo y comida decente. Aunque parezcamos capaces de  hacerlo, no solemos comernos a los humanos ¿ Verdad amigos? Y Rivoel se vuelve hacia sus compañeros  con una cómplice sonrisa…
Conozco pocos lugares donde los forasteros sean bien recibidos… y si además hay minas de oro cerca… con más razón… jajaja  dice terminando con una risa afable… ¿ o a caso lo decís porque habéis tenido ya algún problema? susurró interesado el semielfo
 

Notas de juego

Antes de que el "sujeto sin identificar" salga de la posada, me fijo bien en él ( complexión, vestimenta, pelo, pertenencias… para poder reconocerlo en caso de volverlo a ver)