Partida Rol por web

Groth se planta ante el ogro cubriendo con su cuerpo a Vaerles, pero antes de poder hacer nada, el monstruo exhala un vómito espantoso que le alcanza de lleno. Su escudo, el brazo que lo sostiene y parte del pecho son inmediatamente consumidos y el humakti cae tras un alarido de dolor.

Lo último que ve cuando sus ojos se cierran es a su archienemigo flotando, más lejos que nunca. La sangre que mana por su brazo destruido le matará en segundos.

Estaba tan cerca...

Bosporus justo cuando llega a ponerse delante del portador de la muerte es cuando acaba de decir sus ultimas palabras del hechizo y al momento, vomita sobre Groth que interpone el escudo pero de nada sirve, pues el acido que sale de su boca podria disolver una armadura de placas. El viejo Khan le lanza un golpe tremendo desde el suelo con una furia incrementada despues de ver como Danegar cae consumido por el acido salido de la boca del "mercader". Pero Garan desvia el golpe con maestria aunque la fuerza del golpe hace que de un paso atras, justo el paso necesario para tomar el impulso necesario y avanzar lanzando un tajo certero y decapitar a Holger. Justo despues Vaerles embiste al "mercader", pero el mercader es una mole tremendamente fuerte y aguanta sin caer al suelo. Ahora mira a Vaerles y le dice - Ahora te toca a ti. 

El siervo de Mostal intenta en vano aplicarse el ungüento curativo que saca de su mochila. Sus conocimientos sobre venenos de índole física no son gran cosa, pero siente que está condenado. Ver caer a Groth y seguidamente a Holguer no le hace albergar muchas esperanzas. El humakti agoniza en el suelo con el brazo destrozado, convertido en una masa de tendones y carne burbujeante, y solo Vaerles armado con una simple daga permanece desafiante al corpulento mercader que ha resultado ser otra pieza rota de la Maquina que debe ser arreglada. Pero está claro que no será el pequeño Argörath quien lleve a cabo esa tarea.

Y mientras, el mago flota en el aire, libre ya de la terrible flecha, y Argörath comprueba con horror como su herida se va curando por momentos en cuanto el astil de la flecha abandona su carne. Sin duda una mutación del Caos, como ya ha visto el mostali de plata en alguna ocasión.

El traidor ha desatado un torrente de furia mortífera nacida del Caos al que sirve. El anciano Khan de las Tempestades ha caído bajo el filo de su espada, y el humakti agoniza tras haber sido rociado por el vómito ácido que el dios caótico al que el falso mercader sirva ha hecho salir de su garganta. El hechicero mostali ha descubierto con horror que ha sido envenenado por la ponzoñosa daga del hechicero albino, y quizá le quedan tan solo unos segundos de vida. Tan solo Vaerles se alza desafiante frente a Bosporus, armado tan solo con su daga, bajo la curiosa mirada de Samaliman, recuperado de su herida al parecer, y entonando un nuevo conjuro.

Las muertes de Holguer y Groth pesan en el alma de Vaerles como dos montañas. Durante unos instantes, piensa en salir corriendo y dejarlo todo atrás, pero la sonrisa de Bosporus le hace cambiar de opinión.

Etyries -reza rápidamente el mercader-, ha sido únicamente mi orgullo quien ha matado a mis compañeros, permíteme ahora enmendar mi gran error... ¡o llévame a tu seno tratando de repararlo!

-¡Yaaaaaah! -grita mientras se le echa encima aprovechando que el ogro tiene la estatua a su espalda, tratando de usar la daga de modo que el ogro no pueda usar bien su espada de mayor alcance.

Bosporus ve como Vaerles se le echa encima para acortar distancia, pero Garan ignora el ataque del mercader y le ataca con la espada.

Bosporus al ver la intencion del mercader intenta mantener la distancia pero la estatua le molesta, ignorando el ataque del mercader intenta golpearle con la espada.

El mostali de plata, sabiendo que su suerte está echada y el veneno que se mueve por las vetas que recorren su materia formadora le matará sin que pueda remediarlo si sus conjuros de fortalecimiento no son lo suficientemente poderosos, se arrastra hacia Groth para comprobar si en efecto está muerto, con un conjuro preparado en sus labios que corte la hemorragia de su destrozado brazo.

El mago sigue levitando concentrado, recitando todavía un largo conjuro mientras gesticula con sus manos, como haciendo llegar hasta Vaerles algo invisible con sus movimientos suaves y precisos.

El enano rodea el combate de Bosporus y Vaerles por detrás de la estatua, arrastrando su pierna maltrecha, y entrecerrando los ojos por el dolor. Se arrodilla sobre Groth y toca su brazo mutilado, comprobando que ahora es una masa de carne, tendones, hueso, cuero y bronce. Murmura unas palabras en su propio idioma para despedirse del valeroso guerrero, y luego se gira, viendo como Vaerles se transforma en una criatura acuática y cae al suelo retorciéndose y saltando mientras pugna por respirar. Sonríe amargamente, pues sabe que el mercader morirá preso en su nuevo cuerpo en menos de un par de minutos fuera de un medio acuático.

Entonces siente a la Muerte aferrándose a sus entrañas, llevada al interior de su cuerpo por la ponzoñosa daga del hechicero humano de piel lechosa. Apenas tiene tiempo de murmurar unas palabras:

- Soy ya una pieza rrota, perro La Máquina me rreciclarrá sabiamente... vosotros no corrrerreis la misma suerrte engendrros del Caos... morrirréis prronto por el... hierrro de Mostal... y nada... quedarrá... de vosotros.

Argörath se desploma con los ojos muy abiertos y queda boca abajo junto al cuerpo de Groth.

Bosporus ignora el ataque de Vaerles al ver que entra en distancia de cuchillo, pero en vez de sentir una puñalada lo que ve es una torpeza propia de alguien no ducho en el combate, en ese momento Garan sonríe y luego lanza un pinchazo al mercader que con suerte defiende con la daga, con lo que no le atraviesa el brazo, pero si se lo hiere. Pero justo después ve como Vaerles se empieza a transformar en un pescado, es entonces cuando su sonrisa se convierte en risa y se da la vuelta buscando al enano y ve como se arrastra junto a Groth para finalmente desplomarse junto a él.

- ¡Qué rápido ha pasado todo! ¡¡¡Ja ja ja ja!!!

Vaerles cae al suelo, sin comprender qué le ocurre. Su cuerpo cambia y se deforma, se empequeñece, las extremidades se acortan y empieza a ahogarse. Tendido en el suelo, solo piensa en que debe haber sido el hechicero. En todo caso, un oportuno castigo para su osadía. Tendido en el suelo, ve al enano agonizante, ya no podrá ayudarle... Todo está perdido. Solo le queda reunirse con su diosa.

Ya solo queda Bosporus en pie. Bosporus y el mago. Samaliman flota en el aire y su pierna se cura a ojos vista, cerrándose la herida poco a poco de manera antinatural. Tras finalizar el poderoso conjuro que ha trocado en pez a Vaerles, parece observar suspicaz al ejecutor de los asaltantes, que con brutal eficacia ha acabado con el decidido ataque que interrumpió su ritual. El enorme pez todavía colea en el suelo intentando respirar futilmente cuando el hechicero comienza a hablar.

El mago, flotando a más de cinco metros de altura, parece decidir si atacar o no al traidor entre las filas de los asaltantes.

- Tú... ¿eres el último de los asaltantes?, ¿quién eres y por qué has traicionado a tus compañeros?

Pero antes de escuchar la respuesta, añade otra pregunta, que parece más urgente:

- ¿Y han caído los enanos de los que me hablaron mis hombres? solo veo uno aquí... y no parece ser el más peligroso.

Bosporus contesta rapidamente al hechicero que esta flotando - Aun quedan mas enanos armados hasta los dientes, que no deben tardar mucho en llegar. Mientras le contesta pone el libro que desplazo el humakti en el sitio que corresponde. Y sigue diciendo - El Cacodemonio se sentira orgulloso de su Garra si terminas tu ritual. Asi que apresurate. Y luego pasa por la espada a cada uno de los cuerpos que estan en el suelo, clavandola en el cuello del que aun tenga.