Partida Rol por web

Asiento ante las palabras de Dariel.

- Es cierto, vayamos a por Julian.

Sin más palabras entro en la tienda de Noah buscando al armero. Al encontrarla vacía, recuerdo que iba a transportar cosas con los chicos de Qing y me dirijo de vuelta a la clínica. Entro y veo al doctor ayudando a los heridos. Al fondo escucho a Noah y ruido de cajas y cruzo entre los clientes sin pararme demasiado a mirar. Cuando paso la puerta me encuentro que han llevado hasta allí la caja sorpresa y no puedo evitar sonreír.

- ¿Te importa? - digo señalando a la caja.

No espero respuesta y tiro de la tapa arrancando los clavos. Seguro que hay algo de diversión ahí dentro.

-Toda tuya- decía Noah mientras se apartaba de la caja y se acercaba a la puerta que daba a los túneles de servicio, impidiendo que ésta se cerrara. -Considéralo un pequeño regalo por permitirme viajar en vuestra nave, aunque a decir verdad, no se que es lo que contiene- No sabía exactamente qué contenía, pero si podía hacerse una idea, dadas las dimensiones de la caja y de su peso. Podía deducir que tras descontar la madera y el serrín que contuviese para proteger el objeto, el arma debía pesar alrededor de 5 kg.

-¿Donde esta Dariel? Lo mejor es que nos vayamos por aquí- indicó los tuneles -Si algo ha explotado en el pasillo comercial, seguramente ya este lleno de feds y de carroñeros de la triada- Eran estos segundos a los que Noah temía más.

Sigo "escondiéndome" detrás de Julian. Al fin y al cabo, él es el capitán. Y estoy en esta situación por "su" culpa, indirectamente. Y, joder, que yo soy el médico. Si disparan al médico, ¿quién le cura? ¿Eh? No, no.

- Yo no lo conozco, pero tampoco me conozco a mí por lo que... -Suelto una risilla floja. Si hasta me dá miedo hablar. Joder, joder, que no nos maten. Me vuelvo a "esconder" detrás del capitán, intentando no destacar. Cual estatua. Por favor.

El gesto de asentimiento hacia Cassia de Wladimir
confirma que está de acuerdo con su decisión, y también aliviado por su buen
juicio, que, aunque no tenía porque dudar de él, recordaba su época de joven e
imprudente, arriesgándose quizás por alguien que le importara.

Lo único que cuenta es
sobrevivir

Lo había dicho antes y ahora lo confirmaba. Los ojos de Wlad la siguieron con la mirada
mientras subía la escalera, no pudo abstraerse totalmente de su cuerpo, pero
desde luego que no era lo que más le había llamado la atención de aquella
mujer.

Se agachó a continuación, sentándose junto a Eileen y cogiendo su mano con
delicadeza, levantó la otra mano y agarró la barbilla de la chica, girándola
suavemente para que ambas miradas se encontraran. Pudo entender a la perfección
lo que reflejaban los claros ojos de la chica, y aquello le alteró mucho más
que la explosión de hace apenas unos momentos.

-Eileen- habló
con voz queda y pausada -¿es esta la nave en la que viajas? No la conozco,
necesito que me acompañes y nos aseguremos que la gente que está dentro se
encuentra bien- necesitaba que le pequeña se moviera, darle algo en que pensar
diferente a lo sucedido fuera, intentar que por lo menos se alegre un poco al
ver que sus compañeros estaban bien.

El problema era si no lo estaban, pero no ese era un riesgo
que no le quedaba más remedio que asumir. 

Sophie mira de nuevo a Rousseau, con cierta simpatia.

-Me caes bien, sólo por eso te dejaré vivir, que mejor ganancia que esa. Vive hoy para poder apostar mañana, Caballero- responde ésta con dulzura. Acto seguido baja el cañón de su arma y dispara contra el hombro de Jack. Sophie no tiene intención de matar a Wolf, no ahora, sólo retrasarle hasta que llegase la compañía adecuada.

Mientras Sandy y Candy, van sacando bolsas oscuras llenas de algo pesado, presumiblemente llenas de fajos de créditos de 500 y bajo la estricta vigilancia de los otros armados, se dirigen hacia la entrada del local.

Ashton se hace el desentendido o el loco, y nunca mejor dicho, ante las primeras preguntas de Ivy. Sólo permanece quieto en el suelo, tratando de fundirse con la alfombra moquetada y no llamar la atención.

-Sshhhhh...- le susurra finalmente -Cállese, pronto se irán. Y sí, claro que hay una tienda de armas, es una Skyplex comercial!- incluso con todo lo susurrado y en voz bajita que lo dice, llega a los oídos de Steve y Ivy ese rintintin de autosuficiencia y enervación que tienen las personas que les disgusta tener que explicar cosas evidentes a niños pequeños o palurdos ignorantes.

Esquivo cadáveres y sigo la ruta de Kratos de retorno a la clínica china. Entro dentro hasta llegar al despacho, donde Noah nos está esperando con un regalo, un ENORME regalo. Enarco una ceja.

-Un lanzagranadas. Bien. Creo que vamos a patear algunos culos feds...- murmuro, hipnotizado, sonriendo algo demencialmente- Hoy es el Día Perfecto para asaltar un Cuartel!- digo entusiasmado.

-K. Todo tuyo. Cuidalo como si fuera un hijo tuyo- le digo a Kratos, respecto al lanzagranadas. Por suerte, aunque siempre registran a todo el mundo en las Skyplex, las armas no están prohibidas, sólo se dejan en depósito en la entrada de determinados locales para evitar líos, pero no era un problema para el resto de la estación. Aunque normalmente nadie en su sano juicio se dedicaba a disparar en medio de una estación espacial, pero claro, tampoco es que justamente K o yo mismo seamos los tipos más juiciosos del Verso, que digamos.

-Vamos a rescatar al Capi- digo muy seriamente.

Hago un gesto con la mano a Noah.

-Usted guía Sr. Gordon. Creo que va a empezar a ganarse su pasaje antes de lo previsto- sonrío maliciosamente, por unos segundos.

Henry, algo acojonado, simplemente les sigue como un corderito, con su PDA, esperando ser de alguna utilidad.

-Creo que eso son conductos viejos de ventilación no? Me parece que puedo conseguir unos planos antiguos, de cuando construyeron la Andromedes, puedo encontrar un atajo hacia el cuartel...- se ofrece éste, aunque no está muy seguro de si alguien le va a hacer caso, dado que él es de esos tipos cuyo mejor amigo es una pequeña caja metálica y el armero parecía saber manejarse, así que al final se calla y les sigue, confiando en que de algo les podrá servir.

Reconozco que aunque tengo el juego, el sistema no lo controlo muy bien... lo compré más por la ambientación que para jugar... :$

Me parece entender, que puedo hacer una sola acción como respuesta, ya sea esquivar, atacar, o similar... he encontrado unas reglas para acciones múltiples (-1 categoría de dado a cada acción por cada acción por encima de la primera) y también he visto que la Defensa Innata no cuenta para el número de acciones, por lo que podría intentar hacer una defensa innata, (Agilidad d10) y a la vez hacer otra cosa...

¿Es así?

Es que ahora mismo tengo dos ideas
- Idea conservadora: Tiro por esquivar (d10 + d8), y me quedo a la expectativa
- Idea divertida: Me dejo de tonterías, confío la defensa innata (d10) y hago un ataque de Desarmar o Forcejear aprovechando que Sophie está entretenida y que los demás parecen muy ocupados llevándose las bolsas...

Cojo el lanzagranadas con las dos manos. Lo levanto con delicadeza. Los ojos se me vuelven acuosos, estoy a punto de llorar.

- Oh, pequeña, ¿cómo puedes ser tan bonita?

Acaricio el arma, casi tengo ganas de abrazarme a él. Lo analizo cuidadosamente, si tuviese tiempo lo desmontaría para que nos conociésemos mejor.

- Vamos a pasar grandes momentos juntos, Jessy - sí, es un buen nombre para ella. - Tú y yo, de la manita, ¡daremos caña a esta estación! - Vuelvo a acariciarlo - Dariel, puedes estar tranquilo, no creo que mime tanto a mi hijo como lo haré con esta preciosidad.

Vuelvo a rozar con los dedos el metálico cuerpo de Jessy una última vez y luego me lo echo al hombro, colgándolo de la correa.

- Vamos, ¡ahora nada evitará que saquemos a Jules de ese agujero!

Jack sigue atento tanto a lo que ocurre a su alrededor, como a lo que está haciendo Sophie, y cuando ve que Candy y Sandy se llevan la saca de dinero, vigiladas por el resto de hombres armados, se da cuenta de que todo está a punto de acabar. En el momento en el que Sophie baja la pistola para apuntarle al hombro se tensa, tanto para prepararse para recibir el disparo como para pasar a la acción.

Cuando Sophie tensa el dedo sobre el gatillo, Jack se incorpora de golpe, derribando la mesa y girando sobre si mismo tanto para esquivar su disparo, como para usar el impulso al girar para bloquear sus brazos e intentar desarmarla antes de que la situación pase a mayores.

Noah escuchó incrédulo las palabras de Dariel. ¿Asaltar el cuartel de los feds? ¿Rescatar al Capi? ¿En qué problema se había metido uniéndose a estos lunáticos?

- Shiong-mung duh kwong-run*, os guiaré hasta el cuartel, pero no creo que sea buena idea asaltarlo para rescatar a ese tal Jules, al menos no de forma agresiva. Los feds estarán todos donde la explosión, quizás podamos entrar al cuartel sin ser detectados y sin derramar sangre- supuso que debía añadir algo más, por lo que se encaró a Kratos -ah, y sin más explosiones.

Sabía que si no sacaban al capitán de la cárcel, no podría salir del Skyplex y las cosas parecían haberse recrudecido tras la bomba. Noah tenía alguna idea de los posibles causantes de los disturbios y no estaba dispuesto a quedarse para saber si estaba en lo cierto.

Echó un último vistazo al despacho del doctor antes de girarse e internarse en la escasa iluminación y el mal olor de los túneles de servicio.

En el interior de la nave, aunque las miradas de Wladimir y Eileen se encuentran, la de esta última parece completamente vacía.
No es hasta pasados unos minutos cuando parece volver en sí y se levanta rápidamente del sitio para ponerse en marcha. Seguramente querría comprobar que el resto estaban bien, como había propuesto Wladimir.

Recorren la nave de arriba a abajo, pasando por ambos niveles de los que está compuesta e incluso por los Bunkers de la tripulación. No encuentran ni rastro de nadie. Son los únicos que se encuentran dentro y teniendo en cuenta lo que acababa de pasar fuera, sin duda alguna no era una buena noticia.

Mientras tanto, y algo más tarde de lo que le habría gustado, en la pantalla del terminal de Cassia aparece un mensaje en el que le dan permiso para enviar el comunicado, el cual será retransmitido en algunas de las pantallas de las que dispone la Skyplex.

En el exterior, la suerte no había acompañado a Amanda Hong y cuando ésta trató de huir al igual que Cassia y Eileen no fue lo suficientemente rápida quedando atrapada entre la muchedumbre, siendo así víctima de la explosión.

No esperaba que me atendieran de inmediato ni nada parecido, pero nerviosa como estaba, lo último que me apetecía era estar mirando una pantalla de espera, quitándome tiempo para avisar a los demás de que volvieran. Incluso tuve tiempo de rezar un poco con mi mala en las manos y sobre mi regazo hasta que no obtuve permiso para grabar el comunicado que enviarían a toda la skyplex.

Enrollo el mala alrededor de mi muñeca y mi mano, tomando una generosa cantidad de aire antes de dar un toque en la pantalla para empezar a hablar. No sé cuánto voy a aguantar lo suficientemente serena como para que no se me note en la grabación, así que intentaré ser breve.

-Firefly Orpheus a la tripulación. Se os ruega-remarco un poco la palabra, y al hacerlo, tengo que volver a coger aire al habérseme esfumado de una sola vez.-regresar inmediatamente a la nave. Uno de los accesos al embarcadero ha sido bloqueado. Repito: -no, mala idea. Se me encoge el pecho al tener que seguir hablando. Al tomar aire ahora lo hago entrecortadamente, y tengo que pasarme la mano del mala por el pecho.-Tripulación de la Orpheus, tenemos que irnos. Tened cuidado.

Con la mano algo temblorosa doy un toque en la pantalla para cortar la llamada y me levanto de un salto para salir de la lanzadera y regresar con Eileen y Wladimir.

Noah encabeza el grupo, abriendo la puerta trasera que da a la zona de los túneles de mantenimiento  y ventilación, tal como los ha llamado Miller. Es un laberinto que cruza de parte a parte la Skyplex y es por donde se ocultan y reptan las cañerías que conducen el agua, la energía y el aire por todo el complejo estacional.  Nada más entrar hay una pequeña base enrejada que hace de rellano y da a unas escaleras metálicas que dirigen hacia un piso más abajo, donde empieza propiamente todo el  laberinto de pasillos.  Por suerte, los ayudantes del Dr. Qing suelen usar el lugar porque en la misma plataforma hay un par de lámparas de lava para iluminar el camino o nuestros querido grupo kamikaze se vería realmente en apuros, caminando por un laberinto a oscuras. Aunque claro, a las malas siempre podían usar la PDA de Miller como linterna improvisada…

Los pasillos son túneles no muy amplios que digamos, donde a ambos lados hay tuberías de todo tipo que no parecen tener fin. Algunas gotean, otras no. Pero lo que está claro es que es un sitio oscuro, húmedo y silencioso. Aunque al principio se oye el sonido muy amortiguado de lo que pasa arriba en la zona comercial, a los pocos metros de avanzar, ya el grupo deja de escuchar nada que no sean sus propios pasos avanzando y el goteo incesante de alguna tubería vieja. Es casi un silencio perfecto.

Entre el kaos formado en varias zonas de la Skyplex, de repente se oye un pequeño chirrido en los altavoces generales que hay repartidos por toda la estación. Todo el mundo que ha pasado un tiempo por la Andromedes sabe de su existencia y que está compuesto por cámaras de video de vigilancia, pantallas de publicidad, rótulos de mensajería breve y altavoces. Funciona como  un sistema automático en red, controlado desde una centralita, en la oficina Central del Embarcadero, que permite publicar mensajes informativos para toda la Skyplex a través de las pantallas de cortex y sus altavoces, a modo de llamamiento. Se suelen utilizar para anunciar cosas de todo tipo que van dirigidas a “niños perdidos”, mensajes urgentes, etc. Pero esta vez el llamamiento es algo perturbador…

Se oye la voz de Cassia a través de los altavoces y de algunas pantallas de mensajería. Es lo máximo que le pueden ofrecer ya que las pantallas de cortex están ocupadas por los Feds y sus urgencias inmediatas.

-Firefly  Orpheus a la tripulación. Se os ruega regresar inmediatamente a la nave. Uno de los accesos al embarcadero ha sido bloqueado. Repito: Tripulación de la Orpheus, tenemos que irnos. Tened cuidado.

El mensaje se corta igual de abruptamente que empezó.

Algunas personas levantan la cabeza y escuchan el mensaje, otras parecen alarmarse y muchas ni le dan mayor importancia. Pero en la zona comercial estalla el pánico al oír aquello, es lo que les faltaba ya, tras el atentado. No sólo hay cadáveres y heridos, también hay un embarcadero bloqueado. La gente que sigue en pie, viva, incluso herida levemente, empieza a querer salir del lugar lo más rápidamente posible…

Los dos agentes trajeados se miran el uno al otro, casi como autómatas. No parecen irradiar emoción alguna, casi como si fueran planos, hombres de papel con trajes y corbatas. El primero de ellos, el que sostiene la PDA, gira de nuevo la pantalla hacia él, la apaga y la vuelve a guardar en el bolsillo del interior de su chaqueta.

-Entiendo, ha sido muy amable por su parte- dice éste, mientras el segundo hombre trajeado mete una de sus manos en el interior de su chaqueta y saca lo que parece una varilla azul con las puntas metálicas.

-Gracias por su colaboración- añade, el segundo. Despliega la varilla en posición horizontal y parece que la pone en marcha.

-Pero ya no son necesarios si no saben nada más al respecto.

Los dos feds se quedan mirando la varilla, no comprenden que es aunque no pueden dejar de sentir algo de pánico. Esto no estaba yendo bien pero dudan, no pueden disparar a alguien con un rango más elevado…

-No es nada personal, pero no podemos dejarles deambulando por ahí...- contesta el primero.