Partida Rol por web

Entro en la sala del altar. Voy vestido para no pasar frio de negro con la bufanda y todo, con mi gata en brazos envuelta en una manta blanca y acojona de frio.
Como veo que no hay nadie miro el sitio y me siento lo mas lejos de la pared que pueda.

María y Alexa entran cogidas del brazo compartiendo risillas de adolescente. Nada más poner un pie en la estancia, la húngara nota como el frío desaparece y pestañea un par de veces, asintiendo:

- Yeeey - alza el pulgar a Ortíz, satisfecha, para volverse a Balaguer - Hola, Balaguer... ¿Qué tal? ¿Ya te has instalado? - se acerca a éste, con María cogida.

Jolene llegaba con Renka al lugar. La preciosa madre adolescente, al igual que Lex, había perdido su apariencia inhumanamente hermosa, pero seguían resultando despampanantes* tanto una como otra, aunque Jolene no tenía en absoluto buena cara... Sus ojos estaban enrojecidos a pesar de un maquillaje bastante acusado en la zona de los ojos que pretendía disimular aquel hecho.
Vestía como una muñeca antigua, sin dejar de lado ese aire de "Lolita" suyo, encumbrando el peinado con una boina negra francesa hacia atrás. Parecía más tímida de lo normal, con las manos cogidas sobre la falda.

Renka por su parte se había vestido de foma mucho más informal aunque no menos rebuscada, dejando al descubierto unas buenas piernas y habiéndose maquillado de forma quasi profesional, pero discreta. Su look parecía mucho más "neo-gangster" y veraniego que el de su compañera...

Al ver a los otros tres, Jolene preguntó, ansiosa pero con la voz suave y bastante cortada:

- ¿Habéis visto a mi hermano y a mi hija...?

Tras ellas llegó Alice, vestida al más puro estilo "princesita de las nieves", con aire algo impactado, como quien ve algo inusual.
Renka se sienta sobre una de las pieles junto con María. La nipona se ha puesto sandalias y aún tiene nieve entre los agarrotados dedos de los pies. Musita alguna maldición al frío en japonés.

- Hola a todas. Que guapas. Tu hermano se debe estar vistiendo, y va con Amber que estaba muy contenta de ver a los perros de los trineos.
Dejo a mi gata encima de las pieles envuelta en la manta y cojo de las manos a Jolene y la sonrio
- Pareces una muñeca antigua, vas super guapa, no se porque lloras... Todo va bien.
La abrazo y le paso la mano por la espalda para que se calme.
- Seguro que la dama esa no es tan terrible. Nos ha pedido que nos pongamos guapos... A lo mejor va a hacer alguna fiesta de bienvenida, no se.

El doctor Lockhart entra en la sala trajeado de un sobrio negro, con el pelo suelto y aire grave. Del brazo lleva a una preciosa joven de unos veintidós años, una rubia que realmente quita el hipo. Él parece muy atento a ella, y ella se pasa una mano por la cara, no parece encontrarse demasiado bien.

- Te has empeñado en venir... Me parece bien, pero en cuanto ésto termine te vuelves a tu habitación a guardar reposo... - le dice él. Parece que al mirar a la chica, su inexpresividad se anula un poco, dando paso a una mirada tierna y ciertamente encandilada - Y tampoco es que necesites un vestido así para estar guapa y elegante...

Ella asiente con la cabeza y se le apoya en el hombro, sonriendo a los presentes.

- Buenas tardes. Ella es Elodie Quernadelle, discúlpenla... Está un poco débil tras su última salida. Su afonía no le permite hablar.

Ella hace un gesto de disculpa llevándose una mano al pecho.

Arthur, vestido de riguroso luto con una trenca negra y sobria amén de pantalones y zapatos de vestir, llega acompañando a una muchachita que bien podría ser una ratita de biblioteca, con sus gafas negras de pasta, su elaborado moño en lo alto de la cabeza y sus labios pintados de marrón.

Al ver a toda la gente se para a saludar uno por uno a todos, dándoles dos besos, estrechando sus manos y demás gestos según tradición, a cada uno en su idioma.

- Soy Victoria Kramer, la psicóloga, encantada... Un placer conocerles.

- Buenas... ¡Qué guapas! - sonríe Lex (que parecía eufórica al verse, por una vez, tan arreglada) a las chicas sin una pizca de malicia, especialmente por la pérdida de poder de Dryden, quien parece habérselo tomado un poco mal... Aún así, y siendo bajitas, iban preciosas, y Alice sin duda parecía sacada de un cuento, acercándose a ésta para decirle:

- Heeeey, Alice, vas monísima ¡Voy a robarte para mi colección de muñecas! - bromea, echándose a reir... - No sé cómo lo hacéis las inglesas pero parecéis muñecas... Qué envidia - ríe encantadora la húngara, que dada su altura, sólo podría parecer una Betty Spaghetti...

Conforme van entrando saluda a los presentes, mostrándose sorprendida al ver a Kramer, cuyo aspecto recordaba de forma vaga...:

- ¡Victoria! ¿Qué tal? - saluda, quedándose alucinada al ver su conjunto - Qué guapa vas...

Así que esta mujer era la tal "Kramer" de la que se hinchaban a preguntar... ¡Quiero ver a mi novio! ¡Quiero ver al pincel de mi novioooooooh! Dios, quiero paciencia ¡Y LA QUIERO YA!

Entro en la habitación acompañado de Taylor, recorro con la mirada al resto de los allí presentes, algunos de los cuales me cuesta reconocer debido al cambio de look. Joder, esto parece una puta fiesta de disfraces, mejor me ahorro los comentarios sobre los modelitos de algunas, que podían haber sido sacados de las historias que escriben algunos en Playboy.

Mejor me centro en fijarme en la estancia, porque como me pare a mirar mucho a Jolene y Alice la cosa va a terminar en algún nuevo lío. Con curiosidad observo a la tal Kramer, por fin una chica normal, bueno no, que es psicóloga, parece que Lex ya lo conoce, me siento en medio de una jodida fiesta de esas que organizan los ricachones para la beneficencia, para decirse unos a otros lo cojonudos que son.

Saludo con la mano a Sven y Balaguer, el primero anda con una chica nueva, ¿quién será?, en fin, que más da Venga tío, a ver que nos cuenta la Dama digo buscando con la mirada la clásica mesita con las bebidas, decepcionado al no encontrarla.

Justo a los 20 minutos aparezco por el pasillo vestido con un impecable traje oscuro y comienzo a saludar a casi todo el mundo, presentandome a las nuevas piezas del grupo con mi mejor sonrisa y sin poder evitar ciertas discretas aunque valorativas miradas a la mayor parte de las mujeres presentes asi como a Lockhart y Balaguer

Señoritas, nos van a dejar mal a todos, creo que jamas habria esperado en estas circunstancias una recepcion asi, que deja pequeñas a la asistencia de todas las fiestas en las que he estado nunca

Jolene sonríe levemente a lo dicho por Michael, habiéndose dejado abrazar anteriormente por Balaguer y estando aún pegada a él cogida de su cintura.

Victoria Kramer por su parte se permite saludar a Lex con un abrazo.

- Ah, Alexa, hogy van baratomke?

Conforme los demás van llegando se va presentando con un apretón de manos, utilizando la lengua de cada uno para referirse a ellos.

- Un placer, soy Victoria Kramer.

Sven por su parte devuelve saludos haciendo inclinaciones cordiales de la cabeza desde su asiento, con la muchacha rubia, Elodie, apoyada en el hombro con aspecto de no encontrarse demasiado bien. Él la rodea por los hombros y de cuando en cuando le acaricia el pelo y besa la frente.

Junto a Art aparece un tipo vestido con un impecable traje negro y camisa de seda del mismo color. Su gesto es grave y su mirada nerviosa recorre la estancia, evitando a Balaguer y Michael...y deteniéndose especialmente en la féminas (veteranas y noveles) del grupo. Los dientes apretados hacen que se le marquen los músculos de la cara.

Colocado medio pasito por detrás de Arty, el nuevo y reluciente Taylor entra en la sala, con más miedo que vergüenza.

¿Donde está "La Diosa"?- se pregunta, buscando a la Jolene que había conocido. A Cenicienta se le han jodido las ruedas del carromato y le han metido con una calabaza en el ojo. Ya no destaca entre las chicas, al menos no de forma tan...embriagadora.
Incluso Renka parece en condiciones de competir, con ese muslamen al viento...y Alice, y la chica nueva con problemas de afonía, María también, la Kramer...Ummm!
Esto va a ser duro vaquero,...muuy duro.- piensa imaginándose una orgía con las Princesas Disney.

Pero al observar a Lex, no tiene más remedio que detener el examen. Sucede en ella algo parecido al cambio que percibe en Jolene, pero aunque su belleza ha perdido el halo sobrenatural que todos conocen, es más madura y más interesantes a los ojos de Taylor.
Sin decir palabra, la mira como quién vé a "su chica" al recogerla en su casa para el baile de fin de curso.
Guardando las distancias, en silencio y con una tenue sonrisa, asiente sin dejar de mirarla a modo de saludo.

No se que estoy pensando porque le saco a ella seis años, es muy joven pero parece que la vida la ha hecho crecer a palos. Le echo un brazo por los hombros y le doy un beso en la cabeza cuando se me coge a la cintura. Esta histerica porque su hermano no aparece con su hija, y le han quitdo su poder, se tiene que ver fatal y es una mierda cuando te miras al espejo y no ves lo que quieres ver.
Saludo a Michael cuando me mira y veo con mala cara como entran Taylor y su perra.
Pues la perra no pero el puto pestoso se podria quedar olvidao en un pozo, igual que el mierda ese que se pega a Mara
No se me nota que los miro porque llevo las gafas de sol. Aun asi les saludo por que la educacion yo no la pierdo por un subnormal, aunque se haya puesto "guapo".
- ¿Quieres que esperemos fuera a tu hermano Jolene?

Alice se presenta a Elodie y a Victoria - Soy Alice Doyle, un placer - Dice sonriente a las desconocidas.

Se dirige hacia Lex y María, riendo coqueta por el comentario de las muñecas de la húngara - ¡Vais guapísimas! Ese vestido es impresionante, Lex - Dice examinándolo con la boca abierta.

Arthur, que no se había sentado, mira a Balaguer y a Jolene incómodo, removiéndose un poco.
Finalmente coge a Kramer del brazo y le susurra algo. Ella asiente con la cabeza y el chico se marcha.

- ¡Gracias! - le responde a Alice con chiribitas en los ojos. Aquello era lo más "cool" a lo que podía optar...

Pero Alexandra parece ver el cielo abierto cuando le hablan en su húngaro natal... Ese idioma que parecía imposible que alguien pudiera hablar:

- Én finom, köszönöm... Hogy van? Mindenki keresztül érted, nem tudtam -a keresztnév... - ríe rascándose tímidamente la nuca. Cuando Victoria saluda a los recién llegados, Lex alza las cejas con los modelitos de Art y Taylor, tras reir con el cumplido del francés: uno los había tenido cuadrados por presentarse así, y el otro... Sencillamente era una trola. No debía ser el batería de antes...

- Buenaaas. No parecéis vosotros - bromea, toqueteándose la trenza con los dedos - No sé cómo has podido andar así por los pasillos, Art... Qué valor tienes - ríe - María y yo hemos montado un espectáculo para venir...

Un poco sorprendido al ver acercarse a la preciosa húngara de forma tan amigable, claro que ella no presenció el “incidente del pueblo”, devuelvo la sonrisa, Un poco de frío después de todo el calor que he pasado en los últimos días es hasta reconfortante, además, ya nos dijeron que aquí haría buena temperatura como si ella fuera muy tapada, si es que, me alegra ver que aún tiene ganas de bromear, su risa es realmente franca, es agradable escucharla.

¿Cómo estás de la pierna? pregunto con interés, no me ha parecido verla cojear, supongo que Balaguer la habrá curado, ese tío tiene un poder realmente interesante, me atrevo a mirar los ojos de la chica, ahora si, parece más real.

Lex se agarra el final de la falda, levantándola levemente para dejar ver unas botas negras que deben llegar hasta la rodilla...

- Se me ha quedado una cicatríz un poco feucha... - ríe con las cejas enarcadas, encogiéndose de hombros y agitando un poco el pie curado - Gracias a dios con esto no se ve... Pero bien, prácticamente no me duele- deja la falda como estaba, dando un par de palos a la tela para evitar ningún doblado - ¿La tuya bien? ¿Te sigue doliendo?

Una cicatriz un poco feucha, ya, si es que hasta seguro que le da el encanto de la imperfección, no puedo evitar sonreír al ver como se levanta la falda para mostrarla oculta por las botas, es curioso el gesto, busco con la mirada a Taylor para enseguida volverla a la chica.

Cojeo aún un poco, pero nah, comparado con como estaba, Balaguer ha hecho un buen trabajo, la verdad es que fue impresionante verlo muevo las manos como si estuvieran entrelazando algo ya sabes, todos esas venas renaciendo, los músculos cuando me doy cuenta de que me estoy liando al hacer tantos movimientos extraños con las manos me quedo callado de repente, para luego reírme Bueno, tú ya me entiendes

Mi cabeza se gira por un instante hacia la psicóloga, ¿La conocías de antes?, ¿ya habías estado por aquí? pregunto volviendo a centrarme en ella.

A Taylor parece que se le salen los ojos cuando Lex se agarra de la falda. La muchacha ha tenido que agacharse un poquito para hacerlo, y los globos oculares del californiano están a punto de salir despedidos para colarse en el generoso canalillo de la húngara.

Bonita cicatriz.- dice mirándole descaradamente las tetas.

Cuando ella alza la mirada, Taylor no aparta inmediatamente la vista del escote, sino que la mantiene un segundo para luego subir lentamente los ojos hasta encontrar los de Lex. Suspira y sonríe, completamente ajeno a la conversación.

Cruza los brazos y se acerca a la chica, susurrándole algo al oído. Sin esperar respuesta, se gira y camina hacia donde se encuentra Victoria Kramer...no sin antes dar una palmadita amistosa sobre el hombro de Arty.