Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[ICEHOTEL] - Pasillos

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11/10/2008, 08:50
Dama Isenhall

Hugo, Rewell y Dale salieron finalmente de la habitación, y la puerta se cerró tras ellos. Hanne parecía palidecer aún más, incluso marearse, cuando de su boca manó un vapor que la envolvió y la convirtió en aquella extraña figura antropomórfica que recordaba al invierno entero. Flotando de forma etérea sobre un trono de vapor improvisado en la cama, la diosa sonreía, con dientes blancos e hirientes a la vista, como un paisaje que sólo fuese blanca y pura nieve reflejando luz...

- Me gustas, sajón... Si tuvieses un espíritu más guerrero y tu naturaleza no se confundiera tánto, serías el humano masculino perfecto... - el vapor se formó al lado de Dryden y un dedo helado humedeció su mejilla al acariciarle - Apuesto, astuto, inteligente, joven, fértil, divertido, espectacular, creativo, despiadado, decidido, ágil - aquellas palabras sonaban como si vinieran de todas partes, y a la vez de ninguna - , consecuente, buen amante, buen orador... Diría que buen estratega... - volvió a materializarse en su trono frente a él, concluyendo aquella ruleta de halagos - Una pena tu falta de valor, de fuerza, paciencia, constancia e interés, además de ese exacerbado orgullo y seguridad que, a buen seguro, podrían ser la causa de una muerte prematura. Si mejoraras esos defectos no tendrías esa fama de "inútil" que amablemente te ha eclipsado Hugo en su última misión... Si él muere... Tú serás el capitán.

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11/10/2008, 09:22
Hanne Lundquist

Antes de que Donovan pudiera reaccionar a aquellas palabras, el espectro de fría niebla se había esfumado, rodeándole hasta juntarse en una nube tras él, de la que al disiparse volvió a surgir Hanne, cuya espalda estaba pegada a la de él. Así, espalda contra espalda, aún con aquella voz entre monstruosa y angelical, la muchacha "normal" que era Hanne, preguntó:

- ¿Qué querías, Donovan?

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11/10/2008, 10:45
Hugo G.Seras (Carroñero)
Sólo para el director

-Pues esto, veras...

Neuronas funcionando a toda potencia. Falken parece en tratamiento, mala cosa, Sven me esta preguntando ¿Le incluyo? Es medico y veterano, asi que es posible que nos ayude con sus conocimientos medicos, aunque no estoy seguro de si analizar el cuerpo de un humano y un vampiro sean algo similar. No importa, mejor que le hable antes de que se cruze alguien por el camino y haga preguntas.

-Tenemos una urgencia en el almacen y necesito que vengais tu y Falken.- Dije levemente nervioso mientras miraba por los lados, comprobando si habia alguien espiando.- Ya te lo explicare ahi, ahora mismo es... Demasiado peligroso hablarlo aqui.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Influ - Anda, ven, si te va a gustar, tonto.
Dificultad: 100-
Resultado: 69 (Éxito)

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11/10/2008, 15:38
Sven S. Lockhart

- De acuerdo - fue fácil, quizás demasiado - Cogeré a Falken e iré para allá. ¿De qué se trata? - tras hablar con su tono neutro de siempre, empezó a ordenar su maletín para cerrarlo - ¿Quién más va a al almacén?

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11/10/2008, 17:01
Hugo G.Seras (Carroñero)

Le espero fuera, junto al marco de la puerta mientras compruebo que no hay mirones. Realmente me gustaria explicar en detalle lo que pasa y dejarme de tanto secretismo, pero si Isenhall se entera de que siquiera alguien mas ha descubierto sobre los vampiros, bien podia fastidiarnos y mandarnos de inmediato a Siberia sin dejar siquiera que nos vistamos para la ocasion.

-Basicamente, Isenhall me ha encargado una investigacion con el plazo de tiempo hasta mañana, si la pifio pasaran cosas malas para todos y necesito vuestra ayuda.- Dije por lo bajo y cateuloso de que no se oyera por todo el pasillo.- Ademas me ha dicho que no puedo revelar la naturaleza de esta a nadie aparte de los veteranos, Dale, Donnie y Rewell. Asi que por ahora vamos evitar llamar la atencion y solo estar cinco personas, nosotros tres, Dale y Milo.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Influ - Vamos, que no tenemos todo el dia.
Dificultad: 100-
Resultado: 75 (Éxito)

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11/10/2008, 20:28
Taylor Hawkins

- El Faraón Verde...¡mierda!...ya casi lo había olvidado.- dice realmente excitado, como una colegiala a la que le cuentan el último chisme del instituto. Sin embargo, casi al instante, la garganta se le hace un nudo y tanto Lex como Antti pueden observar cómo palidece. Zann permanecía en su cabeza, latente. Un recuerdo que Taylor se había esforzado en podar a ras de suelo...pero cuyas raíces crecían fuertes, palpitantes dentro de su confundido cerebro.

- Tengo...tengo un montón de piezas, pero no sé cómo carajo unirlas...Gabriel Zaan, las motos del Faraón...¡cojones!- gruñe bajando la voz, agrietada cuando pronuncia el nombre de la criatura perfecta. No lo hará más. No volverá a salir de mi boca- se promete, deseando verlo con todas sus fuerzas...y, a su vez, temiendo ese momento como si de las puertas del mismo Infierno se tratase.

Así, con el corazón latiendo como una fábrica en Detroit, y ligeramente aturdido...Taylor asiente al consejo de Lex y se deja llevar.

- Tenemos que ir a por Vic. Sin ella no habrá nada que pueda contaros...

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13/10/2008, 14:23
[Lex Czigany]

Alex, mosqueada, le dió un par de palmaditas en la espalda al neoyorkino, que perdía color:

- Tranquilo... Pasemos por el cuarto de Arthur Dryden. Quizás esten allí - miró a ambos músicos de reojo, volviendo la vista al frente, como si nada... No sabía a coño se referían con el Duende Verde y las motos. Pero le sonaba a rollo extraño peliculero... A una mezcla macabra entre Spiderman y Batman. Los acompañó por el pasillo, pero no tardó en hacer la pregunta del millón...:

- ¿Alguno sabe dónde esta la habitación de Arthur Dryden?

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13/10/2008, 14:58
[Isabella Tarin]

No se que es lo que hago en este lugar, con toda esta gente... si recapacitas... no, no entiendo porque, se que alguien me salvo la vida, alguien de este lugar seguramente y me trajo aquí pero no entiendo los motivos del encierro o el porque de el, un sudor frío me recorre al pensar en la simple parte del asesinato de la muerte y de la descripción de las torturas por parte de la Diosa...

Dios, ¿estas segura de que quieres hacerlo? me pregunto para mi misma tratando quizás el subconsciente de avisarme que no debería... Si, de alguna forma tengo que hablar con esa mujer, con Isenhall, sea quien sea... sea una Diosa o sea una farsante... Tengo que saber cuales son los motivos...

Hundida en mis pensamientos, camino por los pasillos del helado hotel, hasta que mis propios pasos me llevan hasta las puertas de la última estancia en donde pude ver a esa mujer... quizá con un poco de suerte, la pudiera encontrar en el altar...

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13/10/2008, 14:43
Antti Koivusaari

Tras pasar Isabella Tarin junto al pequeño grupo, Antti contesta...

- Yo lo sé. Estaría bonito que no supiera ni eso, joder - suspiró de nuevo, echando a andar por el pasillo en dirección a la habitación de Dryden. Tocó un par de veces, pero nadie respondía - Es ésta. Os lo juro. La única con chimenea y una ventanita, total nada... Se nota que ha soltado... - hizo un gesto para recalcar que la suma de dinero había resultado tremenda, chocando el dorso de una mano contra la palma de la otra un par de veces, agitándola después - Debe de estar en la habitación de Jolene. Ahí están las cosas de las crías...

El finlandés se dirige a la habitación de al lado, donde toca...

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13/10/2008, 15:03
[Arthur Dryden]

Aunque no inmediatamente, Arthur acaba abriendo la puerta de esa habitación. Las niñas, sentadas en la nieve, juguetean con peluches, una más enérgica que otra, como es obvio.

- Hola de nuevo - saluda el impecable Dryden desde la puerta - ¿En qué puedo ayudarles? - no obstante, no ofrece entrar en la habitación.

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14/10/2008, 12:10
[Lex Czigany]

¿Ha soltado un pastón por una suite estando como estamos? Cómo... Odio a los ricos...

La muchacha siguió al finlandés como un patito a mamá pato hasta dar por fin con el distinguido patriarca. La verdad es que así pillado de frente el caballero demostraba ser un maldita mole, casi tan alto como Koivusaari (de algún sitio tenía que salir Rew). Y la verdad también sea dicha: no sabía qué demonios hacía ahí tan pancho soltando pasta después de que su mujer...

¿...Su mujer "qué", Lex? No la llegamos a encontrar... Alguien se la había llevado antes que nosotros. Pero claro, yo no tengo ni puta idea, sólo soy miserable carnaza. Me extraña. No sé que hago que no estoy haciendo el pino ahora mismo en el pico más alto y accidentado del Machupichu, tarareando Carmina Burana, por ir a rescatar a la señora. Que no es que me importe echar una mano... Pero SIEMPRE me juego el pellejo por esta gran familia, y me devuelven el favor votando porque posen mis pulmones sobre mis hombros. Un detalle. Gracias, familia Dryden...

Y así se quedó. Un rato en blanco hasta que agitó la cabeza y atendió finalmente a la pregunta del caballero, fijándose en las niñas... Ahora se arrepentía de haber ido a buscarla. Las crías parecían pasarlo bien...

- Eeemm... - torció la boca, mirando a Taylor de reojo. Al fin y al cabo era su hija... Y ella no era precisamente la más indicada para "recogerla" en público - Taylor quería estar con su hija un momento... - explicó a Arthur - Ya esta, siempre tienes que soltarlo tú, SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE.

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14/10/2008, 13:30
Taylor Hawkins

Taylor se coloca en retaguardia. Por delante, a un par de pasos, Lex y Koivusaari le dan la espalda...y al abrirse la puerta cree escuchar una fanfarria: el Real Big Dryden surge con su pose natural, elegante, sobria...y Taylor le compara automaticamente con el puto Senescal de Gondor.

Se pone de puntillas, asomándose con dificultad por encima de los hombros del triplete hasta dar con las niñas. Suspira aliviado, poniendo de nuevo todo el pié sobre el suelo y, sin querer realmente, acaba por fijarse en el paquete del Gran Hombre. ¿Qué clase de espermatozoides albergarían aquellos cojones?, se pregunta..y la imagen de un ejército de Worms inflados de esteroides con la cara de Arthur Dryden le asalta por un segundo. Misterios de la genética.

Guardando las distancias, precavido ante un posible contacto accidental, Taylor retrocede un paso más hasta casi poner la espalda contra la pared contraria. Asiente agradecido a Lexy.

¿Cómo...cómo está?- la voz suena quebrada por un ramalazo de angustia y ,quizá, culpa. Ese tipo, al que en ciertos aspectos conocía mejor que sus propios hijos, hacía de niñera: un trabajo del que él debía hacerse cargo. Es más, era algo que quería, que necesitaba hacer. Pasar más tiempo con ella.

¿Había algo más importante que eso?.

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14/10/2008, 13:57
[Arthur Dryden]

Se dio la vuelta sin mediar palabra y se dirigió a las niñas.

- Victoria - se acuclilló ante ellas, hablando con aquel tono magnético y paternal, pasándole una mano por una de las coletas a la niña, alisándola - Tu padre quiere estar un rato contigo, ¿quieres ir?

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14/10/2008, 13:59
[Amber Daelyn Dryden]

- ¡No! ¡Los papás y las mamás son malos! - espetó Amber, previniendo a su recién "adquirida amiga", ante la atónita y silenciosa mirada de ésta - Tú comigo, con Maía y con el auelo - le cogió las manos, decidida a no dejarla irse.

Un escalofrío hizo convulsionar el cuerpo de la enferma chiquilla al entrar en contacto tan directo con Amber. Quizás viera que los padres, efectivamente, no merecen la pena todo lo que deberían... Pues se quedó mirando a Amber, inmóvil y con los agrietados labios entreabiertos, momento que Arthur aprovechó para cogerla de debajo de los brazos y llevársela a su padre, para a continuación llevar en brazos a su nieta.

- ¿Qué es eso de que los papás son malos, Amber? ¿Tu papá es malo...? - preguntó, interesado. Victoria, desde los brazos de Taylor, negó con la cabeza, todavía en shock.

- No... Papá no... Mamá... - dijo la pequeña Dryden entonces, arrebujándose contra el pecho de Arthur, que miró en ese momento a Hawkings, sabiendo que él tenía una explicación.

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14/10/2008, 18:26
Taylor Hawkins

Con su hija en brazos, Taylor exhibe un gesto de profundo alivio. Acomoda a su hija en su regazo y le besa la mejilla..., sonriendo a Amber.

Amber...

Cita:

No... Papá no... Mamá...

Por un instante, Taylor entrecierra los ojos y se encoge de hombros. Su mirada pasa de Arthur a su nieta. Luego a Victoria..., hasta posarse de nuevo en Dryden. Algo va mal. Algo...

Oh, Dios mío...- suspira con amargura, nombrando a un Dios del que ha renegado tantas veces, en el que se ha cagado en tantas ocasiones...Cierra los ojos.

Todos dentro, vamos.- levanta la cabeza y niega con ella.

El futuro estaba empezando a cambiar de nuevo. Y, como de costumbre, con malas noticias.

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14/10/2008, 19:13
[Lex Czigany]

Lex agrió su expresión. No le había gustado nada la explicación que había dado Amber a su abuelo, no después de haber visto a su madre llorar como una magdalena por el simple hecho de no verla... Tragó saliva, frotándose la frente con una mano, y miró preocupada a Taylor después de observar a Vicky en sus brazos.

Pobre criatura...

Cita:

Todos dentro, vamos

Alzó las cejas, alternando la vista entre los caballeros y esperando una invitación por parte de Arthur Dryden para entrar.

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15/10/2008, 17:54
Taylor Hawkins

Desde luego no era la mejor forma de hacerlo, pero Taylor no podía esperar más. Alterna la mirada entre Lex y Arthur, cada uno en su sitio, sin entender la gravedad de aquello. Era una orden, si. Tal vez brusca, de acuerdo. Pero no motivada por el capricho.

Pone la mano sobre la cabecita de Victoria, acomodando sobre el hombro la pequeña barbilla.

Es hora de que pasemos un rato juntos, ¿eh, Vic?.

Caminando hacia atrás, Taylor se aleja unos pasos del grupo en dirección a su habitación. Con los ojos puestos sobre los de Lex, asiente...y pone la distancia para no verla sufrir...

Sé fuerte, mi Musa...

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15/10/2008, 18:04
Taylor Hawkins

Aquellas últimas palabras de Hawkins actuaron como bombas succionadoras. No fué rápido. Tampoco doloroso, al menos por el momento.

Todos los estímulos que Lex a Antti recibían a través de los sentidos se fueron apagando, extiguiéndose como la luz de una vela sin aire. Aún con los ojos abiertos no veían nada. Ni siquiera habrían notado el contacto de otro cuerpo, un roce, una caricia, un golpe...Nada. Sólo un fundido en negro que se extendía hasta llenar cada hueco de la mente...y una voz, susurrante, conocida...

¿Puedes oirme?

A fogonazos se sucedían los recuerdos de otro. Retazos, jirones...aquí y allá: una niña con el cuerpo muerto y la sonrisa viva,...la mujer que esa chiquilla quiere ser...

Sé que puedes...

..., el dolor de quién pierde lo que más ama. El olor empalagoso de la muerte...

Esto no es como ver la puta televisión, Lexy...

...la ilusión que se escapa. El deseo, la mujer que nunca será suya...Los recuerdos de él. Sus miedos. Su esperanza: Taylor Hawkins no estaba loco.

Un preludio...

Es tu vida, tu elección...y tu hogar.

La oscuridad se vió interrumpida por la risa. Una risa cristalina, una risa familiar... Poco a poco, aquella oscuridad se difuminó sobre un bonito y cálido salón:

- ¡Vas a parecer su abuelo...! - Lex caía sobre el sofá, tirando consigo a Antti.
- ¡Joder, nena! - Antti había hecho malabarismos para no caerse sobre ella, mirándole el vientre, plano y perfecto como siempre, aunque no resplandecía de aquel modo sobrenatural y angelical - ¡Ten más cuidado! ¿¿Qué pasa si lo aplasto?? Qué barbaridad... Estás loca de remate... - giró sobre sí mismo, cayendo de rodillas al suelo y cruzándose de brazos sobre el sofá al lado de ella - Y no voy a parecer su abuelo... Cabrona - rió - . Sólo el hermano mayor de su padre - concedió, dándole un beso en los labios y acariciándole la mejilla.
Ella sonrió. Radiante, aunque de otra manera.
- Por fin, Esa...
- Ha costado mucho, ¿eh? Pero te dije que lo lograríamos... ¿Estás contenta...?
- Es perfecto...
- ¿De verdad...?

Lex le pasó la mano por el rubio cabello a Koivusaari.

- No podría haberlo imaginado mejor... Aunque... ¡Quizás habría estado mejor Alexandra Koivusaari que Alexandra Holopainen...!

- ¡Oh...! - se hacia el ofendido él, sin mucho éxito - ¡Eres lo puto peor, mujer! Si no tuvieras dentro a mi vástago... - apoyó su frente en la de ella - Te ibas a enterar... - ésto último lo susurró de forma algo más sensual, empezando a besarle el cuello lentamente...

- ¡Mierda! ¿Y porqué no me puedo enterar? ¡Éste hijo tuyo empieza a dar problemas desde bien temprano...! - reía, rodeando con un brazo la nuca de él...

...

Y aquello, efectivamente, no era como ver la puta televisión. Era real. Era estar ahí, viendo los cuerpos, oliendo la madera, escuchando las risas, notando la alfombra bajo los pies...saboreando el regusto amargo de una traición aún no consumada...El salón se desmorona, las paredes se quiebran, el techo se hunde en cenizas y todo vuelve a la repugnante y dolorosa negrura....hasta que la verdad vuelve a abrirse.

Encara a tu enemigo, Lexy...

- Encantadora... Todavía tienes fé... - Herkus pasó sus frías manos sobre la mejilla de ella, suavemente, acariciándole... - María: Hugo vendrá, ya lo verás... ¡Te quiere tanto como a mí Lex! Ya ves qué pronto se han juntado esos dos... Y ya ves cómo se esforzaron en rescatarme, el digno entierro que le dieron a Marcos... ¿Y qué, María? ¿Quién está a tu lado ahora? Llevas sola toda tu vida... Desde lo de... - aquella versión vampirizada de Herkus, pálido y más hermoso, vestido con esa extraña indumentaria, se sentó junto a Mara en la cama, cogiéndole una mano y acariciándole la muñeca - Dime... ¿A quién prefirieron antes que a tí? ¿Por quién diste la vida ésta vez...?

María apartó la mirada hacia la ventana, cerrando los ojos bien fuerte.

- ¿Hugo? ¿Donovan...? - prosiguió Herkus - ¿Esos que te abrieron de piernas y se olvidaron...? Querida, te lo diré sinceramente: Lex siempre estará por encima de tí. Aunque ella mate y tú salves...

- Donovan no... - Mara no pudo terminar de defender a su amigo, pues Herkus se echó a reír.

- ¡Es cierto, es cierto! Se me olvidaba Dale. En el mundo hay dos tipos de hombres, Mara: Los que prefieren a las muy guapas y no tan listas y los que prefieren a las guapas listas. ¡Donovan es listo! ¿Acaso has visto a Lantana en sus momentos mejores? Era bastante más bonita que tú... Por eso los Dryden se la rifan: Guapa, famosa y lista. Sólo hace falta un poco de comida... ¿Y tú? ¿Tú qué tienes, cariño? Podrías ser tánto o más deseable que ellas... Sólo habría que deshacerte de esa superioridad moral tuya... Y yo conozco una forma rápida, indolora...

- Ni se te ocurra... - le espetó entre dientes, apartando bruscamente la mano.

- Mara... - de nuevo Herkus se ponía en pié, utilizando un tono dulce, casi fraternal - No te dolerá nada... Será mucho mejor que con todos esos que te han tratado como objetos... Y tú serás mi hermana... Cuidaré de tí...

Inmovilizó a la chica cogiéndole las muñecas contra la almohada y se lanzó sobre su cuello...

La visión se oscureció entonces, dejando en los oídos el eco de los jadeos de ella,...

...y aclarándose de nuevo en las heladas dependencias del hotel de hielo.

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16/10/2008, 01:01
[Lex Czigany]

Como prometía, aquello había resultado ser una puta basura. La muchacha se desplomó cuando el negro fue tiñendo la realidad, perdiendo su percepción, su equilibrio, dándose de bruces contra la nieve que alfombraba el maldito hotel...

Tirada en el suelo, con la mirada muerta sin punto fijo, permaneció durante largos segundos... Hasta que despertó de súbito, apoyando las manos sobre el suelo, sobresaltada, con la respiración acelerada...

Hiperventilaba... El cabello le caía cual cascada junto a la faz, cubriendo casi por completo su rostro pálido, conquistado por una extrema perplejidad... Los ojos brillantes, abiertos de par en par, taladraban el suelo como si en él pudiera encontrar las respuestas a las preguntas. Negó, tapándose la cara con una mano, frotándose pesadamente la frente sin atreverse a alzar la vista, sin atreverse a rozar nada... A nadie... Lo había visto claro, había escuchado su voz, pero no entendía una mierda: Antti... María, los recuerdos del desgraciado Taylor... Herkus... Un bebé... Un bebé de Koivusaari...

¿Qué...? Qué mierda... ¿Qué coño era eso...?

Apretó los dientes y cerró los ojos con fuerza, saltándosele las lágrimas, sujetándose la cabeza con una mano. Sentía que le iba a estallar de un momento a otro... Y no parecía terminar de ponerse en pie. Se había quedado de rodillas sobre la nieve, agazapada, trastornada tras aquello... El pulso le temblaba un poco... Y la respiración no se calmaba.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Equilibrio Menstrual
Dificultad: 80-
Resultado: 15 (Éxito)

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16/10/2008, 10:26
Antti Koivusaari

Antti cerró los ojos y se apoyó con una mano en una de las paredes de hielo, como si esperara aquello, como si fuera pura rutina.
Mientras duraron los fogonazos con las imágenes de la niña, el cadáver y aquella mujer tendida en una cama, el ceño se fruncía tembloroso, hasta que se estabilizó al ver el salón de aquella casa, momento en que su gesto se relajó completamente... Incluso entreabrió los labios, como si estuviese soñando con un mundo perfecto, la maravilla tras la pesadilla... Todo lo vivido y sufrido podía merecer la pena. Aún con los ojos cerrados, se llevó una mano al pelo después de que "Lex le acariciase", intentando atrapar aquella esencia, aquel instante... Y entonces el cielo se apagaba con aquella sonrisa de Reisel.

Koivusaari tenía un buen concepto de Herkus. Lo creía un buen chico, y aunque no deseaba rendirse a la evidencia de que éste se había vuelto loco, así había sucedido... No esperaba ver ahí a María. No le gustaba nada que Herkus pagase sus frustraciones con la española, porque después de todo, fue él quien abandonó a Lex y a todos los demás... ¿Y para qué? Él lo tenía claro: Nunca dejaría tirada a la húngara. Se le caía el alma a los pies cada vez que ella tenía que ir a alguna misión, y no cambiaría el saber que ella está bien ni por todo el oro del mundo... La eterna juventud no era un peso que pudiera cambiarse por una sonrisa de Alexandra... ¿Guapa y no tan lista? O mucho daño quería hacer a María a costa de lo que fuese, o realmente no tenía ni idea de quién era Czigany...

Abrió los ojos pesadamente conforme tomaba aire, y no le dió tiempo a expulsarlo cuando sus claros ojos se desviaron hacia Lex, que caía al suelo en ese momento.
Él la miró, comprendiendo muchas cosas, serenando un arraigado sentimiento en los ojos para convertirlo en racionalidad, en consecuencia de haber visto las visiones de Taylor. El mero hecho de haberlas visto podía suponer que aquel momento idílico no se diera jamás... Pero daba igual, porque en ese instante, en el presente, ella se ahogaba.

Se acuclilló tras ella, llevó las manos lentamente a sus hombros y los frotó hasta los brazos un par de veces.

- Tranquila... - le dijo al fin, llevando una mano a la frente de la húngara para echarla un poco hacia atrás, apoyándole la cabeza en su pecho y apartándole el cabello de la cara para que no se agobiase, volviendo a frotarle los hombros - Lo que sea que quieras evitar, lo evitaremos, Lex... Es lo único que quiero, ¿vale...? Tranquila... - se inclinó entonces, abrazándola desde la espalda - Te vas a ahogar, suéltalo ya...

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: EQM
Dificultad: 81-
Resultado: 3 (Éxito)