Partida Rol por web

Un vuelco al corazón. La sensación tras haberse desintegrado, volviendo a aparecer en un lugar completamente diferente, acelera a una velocidad endiablada el pulso... Pero la voz de la muchacha alerta los cinco sentidos, y Czigany se vuelve para hacer frente a la desconcertante imagen, erizándosele la piel...:

- ¡¡¡¡¡...HERK!!!!! - fue lo primero que exclamó, mirando al lituano con los ojos brillantes. Algo extraño, diferente, se intuía en el joven que ahora resultaba enfermizamente cambiado y hermoso a ojos de la muchacha, quien lo observa con aire anhelante dando unos pasos en su dirección, como hipnotizada... Quizás había pasado más tiempo del que creía, pero ahora no era eso lo que más importaba...

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Al oir aquello se detuvo, desviando la vista a la chica, al lisiado de Art, y por último a Reisel, entreabriendo los labios presa de una confusión muy jodida. Se apartó las gafas, dejando ver un rostro horrorizado y unas pupilas contraídas como agujas, clavadas en la banda de la joven. Que su novio pretendiera obedecerla no auguraba ningún sentido a la escena, ya que algo prometía ser debastador...

- ¿...Qué es todo esto? - se le cargaron los ojos, frunciendo el ceño sin desviar la atención de su chico y el arma... Por mucho Madhatter que hubiera, aquello hubiera sido lo último que se esperara esa semana - ¿Qué haces, Herk? Baja el... arma, por dios... - esbozó una leve sonrisa, nerviosa, negando con la cabeza. Debía de ser una broma... O eso o debía ser cosa del demonio.

En mi defense dire que yo no soy ningun asesino o ningun Chuck Norris, es mas, hasta ahora lo unico que he matado ha sido el sabor de alguna pizza y alguna cucaracha. Pero la situacion en la que estabamos, teleportados de la entrada de la casa de los Drydens hacia un garaje con personajes que parecian sacados de un personaje de Quentin Tarantino y rodeado de miles de coches lujosos y caros, hacia que mi juicio se nublara y... Ah mierda, ¿A quien intento engañar? La culpa de la precipitada accion de la cual iba a tomar no era ni los coches, ni la inmediata cambio de escenario, o la vision de aquella extraña o de nuestro Art mutilado y moribundo. La culpa era de Herkus.

Sabia bien de que Herkus no tenia buenas intenciones, o por lo menos sospechaba de que no iba a utilizar esa espada para en el ultimo momento matar a la extraña y luego decir que era agente doble. Herkus iba a usar sus poderes y esa espada para provocar nuestras muertes a todos, incluido Lex, y teniendo en cuenta que la ultima vez que uso sus poderes casi quema Lex inscocientemente, miedo me daba de pensar lo que podia hacerle a ella, teniendo en cuenta el tiempo que habia usado Gelus Virica para lavarle el cerebro y enseñarle como usar sus poderes para matar.

Asi que me quedaba tres opciones, la primera era esperar a que Herkus atacara y nos matara a todos al instante, la segunda era intentar a atacar a Herkus y arriesgarme o acabar como un asesino delante de Lex o que Herkus usara su buena suerte y me atravesara el corazon con la espada, y la tercera, la cual elegi, era atacar a la extraña y rezar por que fuera Madhatter controlando a Herkus. Asi que aprovechando que no me habia contado en el lote de gente a quien matar y pasaba casi desapercibido, salte a su cuello con una ferocidad sobrenatural dispuesto a morder su yugular y matarla al instante. Como he dicho, no soy un asesino, pero si odio que hagan llorar a la mujeres que quiero a muerte.

Herkus no huele como debería... No eres capaz de relacionar su olor con la condición humana... En su lugar percibes el espeso y férrico olor de la sangre humana fría y muerta fuera de un cuerpo. Algo ha cambiado mucho... Herkus ya no tiene nada de lo que fuera antes, sólo su rostro más pálido y, quizás, sus poderes.
En cambio Dorothy desprendía un hedor enfermizo. No sólo el característico de la enfermedad, sino el de la proximidad a otro can... Un macho, lo cual te provoca gran inquietud. Hueles que ese perro que debe ser la mascota de Dorothy debe ser un macho inmenso, más aún de lo que es un lobo negro...

Okay, comprendido. En cuanto pueda emprender otra accion y Hugo aun siga vivo, posteare en base a esa informacion.

Por cierto,¿En la accion de atacar a Dorothy no se puede sumar el bonificador de allegado para salvar a Lex? Porque me vendria de perlas unos 5 puntos de bonificador para no fallar la tirada de Cac.

De momento no sabes qué armas tiene Dorothy ni qué sabe hacer, lo que no coloca a Lex en una situación de vida o muerte clara : D

...Y aquello terminaba por colmar el puto vaso. Había intuído algo, y ahora lo comprobaba con pavor: era un pelele, manejado por unos acontecimientos que lo superaban. Durante unos segundos, deja de respirar y sus músculos se disponen en "rigor mortis", adelantándose quizá a lo que estaba a punto de suceder.
No es la afónica voz de esa chica lo que le horroriza. Tampoco es el rostro de Herkus, al que parece faltarle la sangre y la cordura. Lo que de verdad le hace temblar de puro miedo es el brillo de aquella espada y el cuerpo mutilado de Arty.

Alguien se equivocó con Taylor Hawkins, alguien la cagó metiéndole en esto...y ese alguien debería haberlo dejado morir de Ignea, rodeado de un equipo médico de 12.000 dólares por día, enganchado a unas bonitas máquinas de crioterapia y pregúntandose ¿por qué se me está cayendo el rabo a trozos?.
De todas formas, aunque ahora mismo no lo piense, él sabe la verdad: era una muerte horrible, pero de no haber recogido ese sobre que una vez Lior le arrojó a los pies..., su final no hubiese sido, ni mucho menos, la envidia de Leah Roe.

Me cago en Dios, Lex !!!- grita preso del pánico, tratando de colocarse justo detrás de Rewell.-Apártate!! ÉSE TÍO NO ES HERKUS !!!

Noto como poco a poco algo me ocurre, como parece que estuviera desapareciendo o... yo que se, pronto la lluvia deja de empapar mi cabeza y mis ropas, para ser yo el que comienza a llenar de agua el suelo de un ¿garaje?, ¿donde coño estamos?, porque hemos aparecido en una feria del automóvil?

No tardo en reparar en la extraña muchacha de extrañas deportivas y que hablaba, ¿Permiso para erradicar? Miro a Tylor, miro a Lex, los otros dos que había nombrado realmente no me importaban para nada... Connor en el suelo no tenía buena pinta, y Herkus, la última vez que lo vi... ¿ese es Herkus?... porque tenía entonces la cara tapada cuando lo vi, no esta infectado, ¿se ha curado?

Desde luego sus intenciones no parecen muy nobles... sea como sea no dejaré que haga daño a mis... amigos.

Vale, es cierto que saltar la valla no había sido la mejor idea del mundo, pero teniendo en cuenta cómo estaban las cosas por aquí últimamente no creo que vaya a sorprender a nadie. Si la policía no ha llegado ya es por algo, y no creo que vayan a empezar a hacerlo. Ya me disponía a encaminar al grupo hacia la puerta de servicio de la mansión cuando algo ocurre. Algo que jamás había sentido antes en toda mi vida... Y verlo a través de los cuerpos en proceso de desintegración de mis compañeros no resulta más agradable, por supuesto. Nada más volver a recuperar la consciencia me coloco en posición de combate, en una postura defensiva de boxeo. No me fío ni un pelo, aunque reconozca el lugar en el que nos encontramos...

Herkus, un mutilado Art y una extraña jovencita de aspecto febril e intimidante, igual que su voz... El peligro y la tensión surcan el aire, capaces de ser cortados... Y realmente Herkus parece él mismo, pero no lo es. No puede serlo. Esa actitud, las ropas... Nada es propio de él. ¿Quién es la chica? ¿Madhatter, tal vez? Podría serlo, ya lo creo... Lo que está claro es que no es momento para pensar, sino para actuar...
Una repentina explosión de llamas esmeralda consume carne, piel y pelo, pero no ropas. Ahora ya no tengo miedo de usarlo, porque yo tengo el control. Es más, no es que yo tenga el control, es que Emmerald y yo somos la misma cosa, un mismo ser... Y esto es algo que por fin logro entender.

Ante la amenaza clara de la muchacha extiendo ambos brazos, rodeados de llamas, frente a Lex y Taylor, protegiéndoles frente a Herkus, sin dejar de observar su espada ni por un instante. Sé que las potentes llamas que me protegen de todo daño serán fácilmente atravesadas por ella... No puedo dejarme golpear y debo proteger a mis dos amigos. Abro la boca, dejando escapar una leve llamarada que asciende a través del resto de llamas que rodean el cráneo hasta perderse en el aire en un tétrico suspiro. Y la gutural voz de Emmerald, que antes sonaba enloquecida y descontrolada, surge ahora con inmensa tranquilidad y normalidad (si tal cosa es posible):
-ÓRDENES CAPITÁN... -pregunto, observando con las cuencas vacías a cada uno de los que van a ser por ahora nuestros enemigos. Ahora soy un soldado, debo acatar las órdenes al pie de la letra.

Esa sensación, me es familiar, me estoy teleportando, pero no a voluntad, no con mi poder, o por lo menos es algo parecido, sigo sentado en el suelo, las manos apoyadas en el suelo y la espalda levantada, mirando confuso en la dirección de Herkus, esperando una respuesta a mi pregunta que parece que no va a llegar, y una voz detrás de mí, que empieza a decir cosas que tampoco tienen mucho sentido.

No veo a Patrick, en cambio, hay otros, los recuerdo si, Taylor, claro, y Lex, ella es novia de Herkus, él intentó ayudarme, dos veces, Rewell, el esqueleto, el perro y el niño que intento dañar al bebé, ¿qué cojones es todo esto?, ¿qué puta pesadilla?, todos conocidos menos la chica esa, pero en realidad, Herkus, es el único del que me fio, si, él, ¡la mujer!, aún vivía, teníamos que ayudarla, por mis cojones que no entendía una puta mierda.

¿Qué ese no es Herkus?, Taylor es un pirado, seguro que va hasta arriba de cualquier mierda, claro que es Herkus.

Necesito una puta explicación, y alguien me la iba a dar, la que tenía permiso para erradicar era la más indicada, yo no lo necesitaba para hacerlo, no tenía piernas útiles, pero no las necesitaba, aún puedo hacer algo sin ellas, justo encima de ella, tenía que apresarla, tenía que hacerla hablar, desaparezco de mi posición, y justo en la espalda de aquella chica, con mi brazo aferrado a su cuello, usando sus piernas, mi fuerza aún sigue intacta, no quiero partírselo, no hasta que haya hablado.

¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO AQUÍ?, !HABLAD MALDITOS CABRONES! había cierto tono de desesperación en mi voz, que no presagiaba nada bueno.

Hugo ya se había lanzado contra la desconocida muchacha, Art se había teleportado a su espalda y el peso del enorme neoyorkino la tiró hacia atrás instantáneamente, cayendo los dos al suelo...

El ataque repentino de Hugo, las advertencias de Taylor, la explosión en llamas de el monstruo en el que se convertía Rewell, los gritos desesperados de Art... Alex se llevó las manos a la cabeza, desorientada y alarmada, con los labios temblorosos. Demasiada información defectuosa en tan sólo un par de minutos... ¿Dónde coño estaban? ¿Se los había tragado una ilusión o aquello era real? ¿Por que Taylor y ella...?

- ¡¡¡¡¡SKULL, NO!!!!! - exclamó horrorizada y de manera inconsciente viendo a semejante criatura envuelta en fuego de cara a Reisel. Costaba horrores apartar la imagen del hombre a quien se lo había entregado todo y al cual llevaba buscando... Tenía que ser él, pero...

¿Qué te ha pasado...? ¿Qué...?

Y con efecto inmediato en situaciones de emergencia, el cerebro trabaja a velocidad de vértigo para señalar al máximo culpable: La extraña pelirroja que podría tratarse de Madhetter. Pero...

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Maldita niña sabionda que no especifica... La húngara dejó caer las gafas al suelo, crucificando a Dorothy con la mirada... ¿Funcionaría? Su rostro angelical dejaba entreveer que no estaba muy segura de lo que hacía... pero inmediátamente volvió toda su atención al mostranco de Rewell. Por muy honesta que fuera su acción no iba a dejar que comenzara una batalla campal contra su novio...

Todo acaba de comenzar... pero, a quien debo atacar ahora?, se supone que ese tío de la espada ¿es el novio de Lex? porque la apunta entonces... no no puede ser, John se ha transformado y se va a enfrentar a él... al menos le ayudaré.

Levanto mi mano enfocando mis intenciones hacia su espada, aunque parece que no surge efecto... ¿Que está pasando porque no funciona? vamos tengo que quitarle la espada para que no pueda hacernos daño... algo está pasando, porque no funciona... ¡¡¡¡ Vamos ahora no !!!!

De las manos de Herkus sale despedida la espada, pero al contrario de ir dirigida hacia uno de los laterales como pretendía parece que se descontrola y termina hundiéndose en la carne del capi, espero que hoy no haya pincho lobuno para cenar.

Lo que sucede es algo demasiado rápido e incontrolable. Herkus ni siquiera estaba mirando a Hugo cuando su espada se precipitó contra él, rasgando el aire con su filo y atravesando el muslo izquierdo del español, que desde el suelo se convirtió de nuevo en ser humano al quedar inconsciente, con la pierna atravesada por la hoja de aquella extraña espada de Herkus...

Herkus sonríe...

No puedo decir que me desagrade el resultado...

Salvo Art y Lex, todos empiezan a sentir una sensación de torpeza que les envuelve...
No obstante, sin poner cuidado en esquivar a Rewell o cualquiera de los que le acechan, Herkus le levanta el mentón a Lex, perdiéndose en sus preciosos ojos, cuando le dice, con la voz cargada de sensualidad:

- ...Fríe a Rewell con tu agresión psiónica, cariño.

Todo ocurre asquerosamente rápido... Derrepente, Hugo esta tendido en el suelo con su forma humana con nada menos que una espada incrustada en el muslo. Inconscientemente, algo volvía a marcar a Marcos como protagonista de dicha metedura de pata.

Lex retrocedió dos pasos, abriendo los ojos horripilada y llevándose las manos a la cabeza, a punto de sufrir un ataque de ansiedad. Entonces ve acercarse a Herkus, y ésta sólo presta atención exclusiva a sus palabras cuando la coge del mentón, a sus ojos y a sus labios...

Mierda...

Sólo fue un instante, sólo le echó una mirada de reojo a Rewell para que éste recibiera la brutalidad de un ataque invisible...
Después, y casi hipnotizada, volvió a encararse a Reisel como si esperara una nueva orden, horrorizada por lo que acababa de obligarla a hacer... Sí, la chica estaba completamente entre la espada y la pared. Y aún no se creía lo que ambos acababan de hacerle a Rewell...

- ¿Qué has hecho...? - musitó, negando con los ojos llenos de lágrimas, sin separarse un centímetro de él...

En un primer momento había extendido un brazo hacia Art, pretendiendo hablar con él. Parece sacado de sus cabales, como es normal teniendo en cuenta lo que le ha pasado... Pero todo es demasiado rápido... Ni siquiera soy capaz de reaccionar, pero en un instante Hugo queda fuera de combate. En un movimiento reflejo me había ido a lanzar sobre la espada, pero ni por asomo podía alcanzarla, tal era su velocidad y la sorpresa... Y mi acción había sido lo bastante torpe como para dejar a Herkus rienda suelta para que alcanzase a Lex... y le ordenase que me friera el cerebro. La voz de Emmerald surgió un momento antes de que ello ocurriera:
-¡¡¡LEX, ESP... AAAAAAAARRRRRGH!!! -ambas garras, huesudas, se lanzaron hacia el cráneo negro, cuyas llamas desaparecieron de pronto. Un momento después todo el incendio esmeralda desaparece, dando lugar una vez más a la carne, el pelo y la forma de Rewell.

Caigo sobre el suelo, con el dolor de cabeza más fuerte que he sentido nunca atacándome directamente en algún punto del interior de la frente. Jadeo con fuerza, desesperado, intentando enfocar la visión sin conseguirlo demasiado. Ese ataque ha sido... Sí, como el de Sven en el tren. Odio ese puto poder. Es como... como si te abrieran un agujero en el cráneo e introdujeran un palo a presión. No se me ocurre nada mejor para describirlo. Todo el cuerpo me tiembla, estoy sudando... Mi transformación ha remitido a causa del terrible dolor y no me veo capaz de volver a manifestarla. Entre toses y jadeos, intento hablar, que es lo único que siento que puedo hacer ahora mismo.
-He... Herkus... Tú... Tú no eres así... Estás... te están controlando, joder... ¡Cof! -me derrumbo sobre el suelo, apoyando la frente en el antebrazo. Me tomo unos segundos para respirar-. Tú... no intentes decir que no, hostias... vi cómo te brillaban los ojos al ver a Lex... Sigues ahí dentro... tienes que salir... ¿O es que vas a matar a Lex ahora, como te ha ordenado esa... esa zorra? -me sorprendo a mí mismo de mi propia osadía... Más aún teniendo en cuenta que estoy al borde de la muerte. Alzo, sin embargo, la mirada para enfocarla sobre la suya. La mía, febril y enrojecida por el ataque reciente. La suya... Ni sé cómo debe ser la suya ahora mismo.

De cualquier modo, mis palabras no suenan todo lo poderosas que me gustaría. Es lógico cuando te acaban de hacer el cerebro moco de tusken... Así que me decido por actuar, reuniendo fuerzas de flaqueza. Conteniendo un grito de rabia, me lanzo entre ellos, apartando a Lex de él y colocándome nuevamente entre Herkus, Taylor y ella, temblando por el esfuerzo.
-No vas a hacerlo, joder... No puedes hacerlo... Despierta, hostias, despierta... O te arrepentirás el resto de tu vida... -y no es una amenaza, sino un hecho. Si acaba con la mujer que ama... No quiero ni imaginar qué será de él.

Nadie me contestaba, a nadie parecía importarle, pero yo seguía sin tener nada claro, Lex grita, ¿el niño había lanzado la espada contra el perro?, lo había visto manejar cuchillos de esa forma en la caravana, y luego Herkus, sus palabras resuena en mi mente, no quiere hacerle daño a su novia, y ella le ha hecho algo a Rewell, que grita incoherencias, ¿no es Herkus?, ¿Herkus no es así?, Taylor también había dicho lo mismo.

Las dudas asaltan mi mente, y agarrado a esta desconocida no iba a solucionarlas, no soy un inútil, todavía no, joder, un apretón rápido, con la fuerza justa para dejarla inconsciente, me habían enseñado a hacerlo, de algo tiene que servir lo que aprendí, la siento desvanecerse y aflojo el abrazo, se arrepentirán de haberme ignorado, hay que detener toda esta locura, nadie más debe morir, la imagen de John sangrando en el suelo, atacado por Lex, pero esta lloraba, Herkus parecía el único en condiciones de hacer más daño, sonreía, ¿por qué?, no podía ser un cabrón…era…su hijo.

Un nuevo salto en el espacio, nunca en mi vida he agradecido más este maldito poder, nuevamente buscando la espalda del lituano, y un nuevo agarrón al cuello de aquel hombre, sujetándolo con fuerza.

!PARAD!, ¡PARAD TODOS! un nuevo grito, una nueva llamada, ¿todo esto es real?.

Desconcertada, la hermosa muchacha empezó a sollozar nerviosamente creyendo muertos a Hugo y a Rewell, desviando su atención al último cuando aún lo vió capaz de ponerse en pie e interponerse entre ella y Herkus. Pero eso no era todo; Art se interponía también intentando retener al lituano, que parecía haber perdido la razón aún estando muy consciente... - Basta... BASTA... Por favor... Por favor... - secundó a Art, apartando a Rewell con delicadeza. Hugo necesitaba asistencia médica urgente, al igual que Art, al igual que todos a este paso...

- Suéltalo, Art. Por dios... Her... - se quitó la capucha y cuando Art aflojó, lo cogió de la cara con ambas manos, retirándole las gafas hacia abajo para llegar al corazón de unos ojos por los que sería capaz de entregarle el mundo... - Mi vida... ¿Qué haces...? Hemos venido a ayudar... - tragó saliva - No sabíamos dónde estabais, pero hemos venido a ayudar, sólo a eso... ¿Por qué les atacas? ¿Qué te pasa...? Estas pálido... Y frío... - deslizó una caricia por su mejilla. Le temblaban los labios, las lágrimas brotaban sin control... Estaba aterrada. No podía perderle también a él... El Herkus que ella conocía jamás haría daño a nadie... Jamás... - ¿¿Qué te han hecho, mi amor...?? - se perdió en el mar de sus ojos, dándole finalmente un suave beso en los labios, sin poder resistirlo más... En ese momento no existía nadie más que ella y su pareja, por la que luchaba en hacer entrar en razón...

Tras ver como la espada se clava en el cuerpo del lobo, llevo mis manos a la boca, y no puedo sino ir corriendo para socorrerlo, y tratar de sacar la espada, obviando lo que está pasando alrededor... Maldita sea, porque siempre pasan estas cosas !!!

Me acerco a él, y lo miro... parece inconsciente... no se si debería sacarle la espada, quizá, sea peor. Entonces Lex hace algo a John, aunque por lo que parece... PAARAAAA YAAAAAAA grito mirando a Herkus, mientras levanto hacia el mis brazos, tratando de golpearle con alguno de los coches para que dejara de... influir o lo que estuviera haciendo sobre Lex.

Joder... Art se ha vuelto loco de verdad. Habrá que trabajar mucho para que recupere la cordura. No puedo creer que esto se haya ido tanto de las manos... Sólo rezo porque Lex pueda convencer a Herkus de que reaccione... Y porque Arttie no lo suelte y acabe con todos... Pero hay algo que me choca aún más: Marcos. Antes ha hecho algo que ha terminado con Hugo ensartado y muy malherido. Ahora vuelve a levantar los brazos... Pero no me pilla desprevenido. ¿Qué coño hace ahora? ¿Qué se mueve...? ¡¡¡HOSTIA, UN COCHE!!! ¡¡¡ESO NOS MATA A TODOS, ES DEMASIADO GRANDE!!! No... no puedo permitirlo... Me quedaban pocas fuerzas. Practicamente ninguna, después del derrame cerebral... Pero aún tengo algo, y es el momento de sacarlo. Ni siquiera grito previniendo a los presentes, porque no hay tiempo. Doy una zancada, colocándome entre el grupo y el coche que se abalanza sobre nosotros, y el estallido esmeralda vuelve a producirse, aunque las llamas no son tan poderosas ahora... Me siento torpe por algo que ha hecho Herkus... Me siento débil... Pero un coche no es nada, incluso en estas condiciones, para la fuerza de Emmerald.
Estiro los brazos, preparo las huesudas garras... y, simplemente, afianzo los pies en el suelo, deteniendo el rápido movimiento del coche. Las garras se clavan en la carrocería, agrietándola. Los pies derrapan unos centímetros y los cristales estallan con el impacto... Pero nadie ha resultado herido, y eso es lo importante.
-JODER... -es lo único que se escapa entre la permanente sonrisa del cráneo ígneo.