Partida Rol por web

Tal y como acordaisteis os reunís en un pequeño salón que pertenece al ala donde se guarece la casa Arryn.

Allí los siervos de Lord Arryn os han preparado vino especiado y unos suculentos entrantes.

Me despierto y noto el pequeño cuerpo de Ramiel a mi lado. La noche anterior había sido larga para los dos pero había que levantarse para acudir a nuestra cita con Gaheris. Paso mi mano sobre su cabello para despertarlo y le doy un beso en la frente.

-Será mejor que nos demos prisa o llegaremos tarde a nuestro compromiso.-le digo cuando veo que ha abierto los ojos.

Sin más dilación me preparo dándome un baño y poniéndome un vestido resplandeciente que acentúa mi figura. Tras los últimos retoques salimos de la habitación para ir hacia un pequeño salón que ha sido preparado para la ocasión. Sonrío al ver a Gaheris allí de pie esperándonos.

-Sir, espero que disculpeis la tardanza.- le digo invitándole a que se siente para empezar a comer-Durante la noche, Ramiel me ha contado maravillas de usted. Creo que ha sido una buena influencia para él y espero que lo siga siendo. Mientras no tenga a su padre aqui usted es lo más parecido que tiene-añado algo vacilante-espero que eso no le incomode. Por el momento no tiene usted hijos ¿verdad? Yo no sé que haría sin los tres que tengo, son mi razón de vivir, cosas de madres me imagino.- me rio al decir las últimas palabras mientras me sirven la comida.

 Cuando mis anfitriones llegaron, les dediqué una reverencia y una sonrisa amistosa:

 - No os preocupéis, señora, acabo de llegar. - Le respondí, tratando de que no se sintiera mal por hacerme esperar.

 Mientras nos sentamos, hablamos de mi relación con mi escudero:

 - Es fácil ser bueno con él y quererlo, es un buen chico, casi un hermano pequeño. - Le respondí con sinceridad. - Mi esposa y yo hace poco que estamos casado y todavía no hemos concebido ningún hijo, pero espero que eso no tarde, la verdad es que os envidio, señora, de que tangáis los vuestros y podáis sentir amor y orgullo de madre.

-Aun sois jóvenes, seguro que su esposa le dará esa alegría en cuanto vuelva a casa...debe ser duro estar lejos de ella en los tiempos que corren-digo casi perdiéndome en mis propios pensamientos-Pero bueno, no quiero entristecerlo con esas cosas.

Miro a Ramiel mientras desayuna y le dedico una sonrisa aunque al final la preocupación se refleja en mi rostro.

-Sir Gaheris, ayer de noche también nos dio tiempo a hablar de otros asuntos y hay uno en particular que me preocupa.-le comento-Ramiel me contó que fueron atacados y...-bajo la voz-que había hombres con las ropas de mi casa...-luego vuelvo a hablar en tono normal mientras vigilo que nadie nos haya escuchado-¿Tiene sospechas sobre quién ha podido ser el culpable? Le aseguro que por mi parte será castigado con todo el peso de la ley, la vida de mi hijo es lo más importante. Esto me lleva a darle las gracias de nuevo por protegerle y estoy en deuda con usted.-añado mirando a Gaheris a los ojos, firme en mis palabras.

 Asentí, aceptando su gratitud, para luego respondedle con sinceridad:

 - Lo ignoramos, pero en mi opinión parecían mercenarios contratados disfrazados. Logramos capturar a uno de los lideres, pero no hemos sacado nada de él. En cualquier caso, ¿Recibisteis algún ataque similar de camino a aquí?.

Ramiel escuchaba como siempre la conversación de los mayores con mucha atención, sin intentar interrumpir, hasta que era realmente necesario su intervención .- yo creo que eran bandidos... que iban vestidos con ropas de diferentes casas robadas de cadaveres, son gente del pueblo desesperada, la cual no tiene ni donde caer muertos y atacan contra cualquier muestra de poder, el cual seguramente, creen que no les representa, hay que encontrar a alguien capaz de dar la sensación de que si representa a todo Poniente.-

 Negué con la cabeza mientras le respondía con calma a mi escudero:

 - ¿Un enorme grupo de bandidos con el mismo tipo de uniforme?. Tendrían que haber matado a una enorme cantidad de soldados de vuestra casa para lograrlo, y creo que tus padres hubieran notado la desaparición de un grupo tan elevado. No, esto me suena más bien a una conspiración para emboscarnos y  que los supervivientes culparan de ello a los Arryn.

Escucho las palabras de los dos hombres mientras le doy vueltas a la cabeza, aquello sigue sin gustarme y aunque no deba comienzo a dudar sobre si realmente eran o no gente de nuestra casa pero...¿Por qué iba a hacerlo?...

-Bien, si fue así podré enterarme si han sido robados algunos uniformes sino...no sé que ha podido pasar pero llegaré al fondo de este asunto.-miro a los dos aun pensando en algunas posibilidades que me aterran de sólo imaginármelas.-¿conociais a alguno de los atacantes o recordais si alguno os llamó especialmente la atención?- les pregunto intentando obtener toda la información posible.

 - Capturamos al que parecía ser el lider, pero no logramos sacarle nada. - Le respondí.

Hmmm...bien, intentaré conseguir información también sobre ese hombre-digo aun meditando sobre el tema.- Y... decidme Sir Gaheris, ¿Se le ha ocurrido durante la noche algún plan para salir de aqui cuando empiece la guerra?- le pregunto mientras sigo desayunando con tranquilidad.- Yo me he dado cuenta de que siempre me han educado en muchos asuntos pero flaqueo en la lucha, si lo necesitara espero que me ayude a enseñarme aunque sea lo básico en defensa personal. Mi hijo ha comentado que es un gran maestro.-añado con una dulce sonrisa.

 Le dediqué a la dama una dulce sonrisa, a juego con la suya:

 - Será un placer para mí enseñaros a defenderos, mi señora. En cuanto al prisionero, fue llevado a Roca Casterly, pero os informaré con mucho gusto sobre cualquier información que podamos sacar de él. Sobre como salir de aquí cuando empiece la guerra, ¿os refería a una ruta de huida en caso de asedio y que las defensas se vean superadas?.

Aiento a la pregunta realizada por Gaheris.

-Si, Sir, aunque confio en que mi marido pueda conseguir que Lord Quentyn cambie de opinión...me gustaría tener una ruta de escape para poner a Ramiel a salvo si las defensas de la ciudad caen.-comienzo a comentar-Nuestros castillos ya no serán seguros asi que deberemos trazar algun tiepo de plan para poner a salvo a nuestras familias ¿no crees?

Me giro hacia Ramiel

-Hijo, también quiero oir tu opinión. Desde ayer eres parte de esto asi que también serás escuchado si consideras que tienes algo que decir.

 Miré a Ramiel con una sonrisa entre tierna y divertida:

 - Cierto, ¿y este silencio?. Si hay algo de lo que acusarte es de no tener pelos en la lengua, joven...

Ramiel sonrió ante las palabras de su Madre y Ser Gaheris .- yo aun soy un niño y debo aprender de todos vosotros sobre este juego al que jugáis, si queréis oír mi opinión diré que debemos huir antes de que empiece la batalla si llega a producirse, ya que si esta empieza ya no habrá vuelta atrás, sobretodo si somos derrotados.-

El comentario de Gaheris hacia Ramiel hace que me ría, sin duda el tiempo que han pasado juntos ha servido para conocerse muy bien y para que cierta complicidad se cree entre ambos. Miro a mi hijo sabiendo que está preocupado por aquella situación pero como él dice, es el momento de que aprenda asi que sonrio hacia sus palabras.

-Sin duda tu estarás a salvo pero no podemos irnos de aqui sin presentar batalla...no creo que Sir Gaheris esté dispuesto a irse con nosotros en caso de ataque, ¿o me equivoco?- pregunto mirando al caballero.

 Sonreí a la dama:

 - Decís bien, mi señora, soy un guerrero, mi lugar está en el campo de batalla. Solo abandonaría mi puesto si me lo ordenaran o una muy buena causa. ¿Y tenéis alguna idea para esa ruta de escape?.