Partida Rol por web

- Miren, no me gusta cómo la trata. Pero nosotros no tenemos derecho a entrometernos. Especialmente si Bruela no nos ha pedido ninguna ayuda. Por otro lado, la magia no es algo que pueda ayudar aquí e incluso si hiciéramos algo por otros medios hoy seguramente nos marchemos de la ciudad. Qué sucederá entonces con Bruela? No podemos llevarla con nosotros y ni siquiera sabemos si tiene alguien más que su esposo en la ciudad. Enfoquémonos en lo que vinimos a hacer, esta vez lo mejor será ser pragmáticos.

Disculpad, me entró un ataque de positividad y quería resolver pequeñas y hermosas cosas como el amor. Pero una propuesta, asumamoslo como hace la mayor parte de la sociedad. de la misma manera que yo nunca aceptaría acabar mis días junto a un hombre. Desde ese punto de vista muchos antes o después reconocerán que el problema de este matrimonio es culpa de ella por no cuidar mejor a su marido para que él pueda ser más cariñoso con ella. 

Si le podemos inducir a ella ciertos patrones de comportamiento podríamos hacer que Rey repare en ella, y si ella acede a que hagamos esto con magia, una vez el hechizo termine ella solo tendría que esforzarse en continuar haciendo lo mismo por voluntad propia. 

Si os parece demasiado, me callo y aguardamos a que llegue Rey. 

- Por los dioses Ada! - exclama Jared algo escandalizado - No estarás hablando en serio? Vamos, si alguien tiene un problema aquí de seguro es Río. No debería tratarla así, si le molesta su comportamiento entonces que la deje pero que no la maltrate. - Jared niega con la cabeza mientras habla - No, no. Mejor lo dejamos así. Supongo que no podemos entrometernos. Además, ya sabes qué pienso de la magia, algo así sería abusar. Nada, olviden que lo mencioné.

Enosh se encoge de hombros, de seguro la culpa es compartida y el rechazo de Jared por usar magia siempre fue exagerado.

- Ada, se llama Río. Río Real. No Rey. No sea que le digas Rey frente al rey y alguno se ofenda.

Habiendo decidido dejar pasar la situación que envuelve a la pareja, se quedan a la espera de noticias del rey. Pasa otra hora y el enano regresa a su casa.

- El rey desea hablar con ustedes. Si no están dispuestos a dejar sus cosas conmigo entonces Alarido, uno de sus consejeros, será su portavoz. Hasta ahí es lo que él ha dicho. Ahora lo que yo aconsejo. Vayan los 3 a hablar con el rey, guarden sus objetos mágicos en algún sitio seguro si es que tienen uno o dénmelos a mi. Esperaré fuera de la sala cuidando de ellos. Podría tomarse la negativa a hablar con él como una ofensa y aunque no actuará contra ustedes haría que tuvieran pocas posibilidades de conseguir su ayuda.

De nuevo llevas toda la razón Enosh, se me enreda la lengua cual si padeciese de afasia. -dice ante la corrección de su buen amigo. 

Al la oferta que el rey da mediante Rio Real -Sois generoso por vuestro ofrecimiento para custodiar vos mismo nuestras pertenencias. No puedo negarme ante tan generosa oferta. -con dolor la elfa acepta aunque para dentro piensa que preferiría ir desnuda a sin sus protecciones. -En tal caso no hagamos esperar a su majestad. 

Rió os acompaña y os lleva por palacio. A estas horas la actividad es intensa pero nadie os molesta de camino.

Cuando finalmente llegan a destino el enano se detiene. Frente a ustedes hay una gran puerta de dos alas que suponen da al salón real. A los lados hay dos guardias bien pertrechados. También se pueden ver varios baúles de una calidad estupenda cerrados con grandes candados y adornados con distintas runas. Un leve brillo alrededor de las runas muestra de forma obvia que han sido encantados. 2 de estos candados se encuentran cerrados, los demás, otros 5 están aún abiertos.

- Pueden dejar las cosas en los baúles o dármelas a mi, el rey me dió permiso para quedarme fuera si así lo deseara. Los baúles son seguros, encantados para que solo aquel que lo cierra pueda abrirlo y están separados en dos. Un espacio normal y otro interdimensional donde se pueden guardar las cosas más grandes. Como ustedes prefieran, no tengo problema en cuidar lo que me dejen si no confían en los baúles. Dentro el rey espera para darles una respuesta.

No se trata de confianza, es solo que la magia a través de los objetos no solo hace que sean más poderosos, también nos trasforma en medida de su intensidad y naturaleza a los portadores. Entendemos el mundo en la manera en que nos relacionamos con él. Por lo tanto no se ve de la misma manera portando una espada llameante que un cetro de bendiciones. 

Después empieza a deshacerse de sus objetos mágicos colocandolos en la bolsa de contención, y una vez están todos juntos entrega la bolsa al enano -Confío en vos 

Enosh te imita dando sus objetos mágicos al enano en una bolsa de contención. Jared sin embargo deja lo suyo en un baúl, ya los usó la noche anterior y no ve razón para dar a Río la responsabilidad de sus bienes.

Ya con los artefactos fuera de escena el enano da la orden para que os dejen pasar.

Uno de los guardias abre la puerta y se interna en la sala con velocidad. Apenas logran ver algo en el interior, algunas voces que no logran distinguir llegan hasta ustedes demostrando que entre otras protecciones la sala cerrada es a prueba de sonido. Algo que imaginan sirve para ocultar lo que allí se discuta pero también hace que los gritos de un rey siendo asesinado no sean escuchados por sus guardias.

El guardia no demora en regresar y abrir la puerta para que puedan pasar. Río se queda atrás para cuidar las cosas de Ada y Enosh.

Al pasar por la puerta sienten un pequeño cosquilleo por el cuerpo, los pelos de la piel se erizan mientras los conjuros protectores de la sala hacen efecto.

Dentro, la sala es realmente grande. Un cuadrado de 20 metros de lado y unos 10 metros de altura. Prácticamente no hay muebles, tan solo una larga alfombra que llega hasta el trono del rey y un enorme reloj de agua junto a este.

El rey es un humano joven, de no más de 20 años de edad. Lo flanquean dos grandes hombres de complexión corpulenta y aspecto violento. Visten ropas ligeras y no parecen llevar armas encima. El rey por su parte tiene una gran espada a su lado apoyada sobre el trono. Delante de estos se encuentra el gnomo Lionit. Junto a Lionit hay una elfa y un anciano humano.