Saphia asintió ante la última información del clérigo. No había cementerio que mirar. Su rostro se tornó grave cuando le comunicó su intención de desaparecer, pero volvió a asentir, comprendiéndole.
- Gracias por todo, Varmis. Seguiré donde tú lo has dejado. Si tengo progresos y aun rondas por aquí, los consultaré contigo. Si no, buen viaje compañero - deseó con una suave sonrisa y extendiéndole la mano.
Despidiéndose de derthelita Saphia abandonó los aposentos de Varmis, en el templo de Derthelas, y se encaminó al Bastión de la Justicia.