Partida Rol por web

De la colaboración e interés abierto a la impertinencia y amilanamiento, en tan solo un segundo. Curioso. La clérigo se sintió, al menos, satisfecha de no haber revelado de inmediato todo sobre el asunto a una persona tan veleidosa, que en un momento parecía querer ayudar y en el siguiente no tenía intención alguna de inmiscuirse.

- Os agradecemos vuestra ayuda y sinceridad, sierva de Aruna - agradeció a modo de despedida -. Que la bendición de Ishtar quede con vos - dijo mientras miró significativamente a sus compañeros, viendo como había terminado todo de golpe.

Cuando pretendió marcharse se giró levemente hacia la sacerdotisa y se dirigió a ella por última vez.

- No, mi señora. Nosotros creemos qué puede ser bueno para la ciudad. Pero lo que es innegable es que no es un asunto nuestro. Es asunto que, tarde o temprano, atañerá a TODOS. Buenos días.

- No señora, quizas mis palabras no fueron las más adecuadas. El caballero suspiró levemente, Pero mis viajes y la mano de Varuna me han permitido observar situaciones similares. Hizo una pausa mirando a la sacerdotisa a los ojos.

- Situaciones que en las que una intervención decidida y a tiempo han ahorrado muchos problemas y dolor. El caballero coloca sus palmas mirando al techo mientras se mira las manos, Si no el desorden, el mal y el caos ganan la partida y el sufrimiento es generalizado, y la gente maldice a aquellos que tuvieron la oportunidad de evitar el mal.

- No creais que hemos puesto los temores que oscurecen nuestros corazones en vuestras manos porque creamos que son nimiedades que puedan ser solucionadas con una simple intervencion de la guardia de la ciudad. Deja flotar sus palabras con una pausa, mientras deja de mirar a sus manos y vuelve a mirar a la sacerdotisa a los ojos

- Algo extraño esta pasando en Valle y temo que las cosas solo podran ir a peor si el mal no es atajado a tiempo.

¿Por qué, oh dioses élficos y humanos, la suerte nunca se pone del lado de los justos? -se preguntó el elfo mentalmente, razonando sobre la situación en curso- Ah, sí, porque la gente es imbécil en general.

Durante muchos, muchos años, Ulthor había optado por labrarse con esfuerzo y tesón un camino propio, en el que no dependía de nadie, donde cada reconocimiento que recibía se debía sólo a su capacidad, sobradamente demostrada. Cuando uno aspira a que le brinden ayuda de forma desinteresada lo normal es que le defrauden. Ulthor era de los que prefería sorprenderse gratamente. Este no era el caso.

Hubiera recomendado al grupo abandonar aquel templo, donde básicamente habían perdido el tiempo, cuando los compañeros se le adelantaron. Siguió a Saphia sin dudarlo, de hecho adelantándose a ella un par de pasos cuando ella se detuvo un momento. El caballero acabó soltando toda una retahíla de palabras que seguramente caerían en saco roto. Tal vez se equivocara y la sacerdotisa abriera el templo para ellos. Tal vez él mismo recibiera un ascenso por sus méritos. Sí, tal vez... el elfo se dispuso a abandonar definitivamente el templo.

Al parecer las palabras de Ser Talisker entraron por un oído de la sacerdotisa y salieron por el otro. Dejó bien claro que tenía interés en saber sobre ese tipo de cosas pero que, si existían riesgos y sacrificios que hacer, prefería ser la mujer más necia e ignorante del mundo.

Decepcionada, Saphia siguió a sus compañeros. Una vez en las escalinatas externas del templo, tomó la palabra.

- Mi intención sería continuar la búsqueda, pero esta vez en un mapa - expresó la clérigo -. Yo avocaría por visitar los registros de la ciudad o al gremio de limpieza y pedir consultar los mapas de alcantarillado, ya que sospecho que ahí abajo puede haber algo- dijo admitiendo dejarse llevar por su intuición -. Trantor, el decano del sanatorio, ya nos avisó que no sería algo fácil de obtener. Pero antes de recurrir a ayuda externa, como pudiera ser Lady Miriel, me gustaría intentarlo por nuestros medios - comentó abiertamente -. Ulthor, si logramos mirar esos mapas, me gustaría que cotejaras los lugares de los asesinatos del "Asesino del Farol" con los accesos al alcantarillado - inquirió al oficial. Tras exponer sus intenciones y dejando al resto exponer las suyas, la mujer se dispuso a andar. Dio dos pasos, se detuvo y se giró preguntando a los presentes.

- ¿Alguien sabe donde quedan esos registros o el gremio de limpieza?