Partida Rol por web

Los compartimentos tenian unos comodos asientos de color rojizo y espacio tanto debajo como encima para colocar cosas. Pegada a la ventana había una mesita que se podia entender para el uso de todos o mantener encogida para no molestar, sobre ella había una lamparita anclada.

Las ventanas tenian unas cortinas color violeta para correrlas si el sol era demasiado molesto o alguien queria dormir o intimidad, al igual que en la las puertas de los compartimentos tampien había cortinas que podian correrse para que nadie viera el interior o los del interior no vieran el pasillo.

"Pero que..." Antes de que pudiera enterarme que habia pasado, cai al suelo y por alguna estaba tumbado sobre el suelo bajo una chica de mi edad. Por alguna razon que no llegaba a comprender del todo, me puse rojo como un tomate idiota, en cuanto se levanto y giro la vista al compartimento, me di dos bofetadas en un intento fallido de receder la sonrojez."¡Argh, no te portes como un idiota, o se reiran de ti de aqui al fin de curso!"

-Esto, errr, disculpas aceptadas.- Dije mientras me incorporaba con ayuda de la chica, un poco demasiado tarde para mi gusto, mientras luchaba porque mi cerebro se reiniciara y funcionara bien de nuevo.

Recogi mi jaula, Lucero aun durmiendo como si no hubiera pasado, y me adentre dentro del compartimento para colocarlo sobre la mesa. Igor sin pedir permiso, ya se coloco y se acurruco en un rincon del sofa, estirando las patas antes de acurrucarse y dormitar.

-Esto... ¿Tu eras la chica de las grageas, verdad?¿Liz?- Pregunte, aun algo avergonzado y torpe, mientras hurgaba en el interior de uno de mis bolsillos interiores, y sacaba una pequeña bolsa conteniendo un monton de dulces negros.- Gracias por compartir antes. Son diablillos de pimientas ¿Quiere probar uno?- Le ofreci, despues de todo, ella habia hecho lo mismo con sus dulces.

En un intento de ocultar mi sonrojo me giro para guardar mi mochila bajo el asiento y me acomodo en el asiento libre frente al niño que ya había en el compartimento.  Ben acepta mis disculpas y me llama por mi nombre. ¡Sabe mi nombre! Asiento repetidamente cuando me pregunta si es Liz mi nombre. Solo me llamaban así mis hermanos, pero a él no pensaba corregirle. ¡Es tan mono!

Saca unos dulces de su bolsillo y me invita a probar uno. -Vale- tomo uno sonriéndole. –Igneus…- digo pensando en voz alta en su apellido, recordando cuando se presentó en el andén. – Tu padre trabaja en el ministerio junto al mío. Un día vino a mi casa. Se nos coló una plaga de boggart y mi padre andaba fuera por trabajo.- le explico poniendo una mueca de horror al recordar los fatídicos días que se nos aparecían alguno.

-Me divertí mucho con él.  Ridiculizó  boggart como hombre lobo poniéndole falda – Sonrío recordando como el señor Igneus trataba de hacernos reír a mí y a mis hermanos cuando nos enseñaba la forma de combatirlos buscando algo divertido para ridiculizarlos. 

Miro al otro niño y directamente le pregunto – ¿Tu padre también trabaja en el ministerio?- integrándole en la conversación.

Cuando entre vi que el compartimento ya tenia gente dentro. Me había entretenido en los aseos.

-Hola. Comente mientras entraba. No sabiendo muy bien que decir las personas no eran lo mio la verdad. Soy Merlinda. Comente educada mientra colocaba mis cosas en el compartimento y tomaba asiento con un libro del colegio en la mano.

Cuando entrasteis todos el niño dejo de saltar contento y os miro a todos con suma atención - ¡Hola soy Daniel! ¿Vosotros sois hijos de Magos? - Pregunto con muchísima curiosidad - Yo me entere este verano de que todo esto existia mis padre me compraron en el callejon un libro que hablaba del colegio pero era un muermazo aburrido - Si, parecia que al menos aquel alumno tenia mucha energía.

- ¿Que es un Boggart? ¿Diablillos de pimienta? - Pregunto mirando a Elisabeth como si estuviera hablando en chino - Mi padre es dentista y mi madre enfermera. - Pero claramente por lo que dijo del mundo Muggle.

Cuando el tren se puso en marcha no habian pasado aun ni diez minutos y llamaron a la puerta. 

Una mujer mayor que tiraba de un carrito lleno de dulces y otras comidas, dejo a un lado en un asiento un periodico del Profeta y os miro con una afable sonrisa - ¿Quereis algo niños? - Os pregunto con su amable sonrisa - Tengo píldoras ácidas, Grageas de Todos los Sabores de Bertie Bott, Bolas de chocolate, Ranas de Chocolate, Droobles, Varitas de Regaliz, Varitas de chocolate - Hizo una pausa antes de proseguir - Cerveza de mantequilla, Zumo de calabaza, Jugo de arándanos, Bollos de Bath, Pastel de calabaza, Pasteles en forma de Caldero y Tritones de Jengibre.

En la portada del periodico que es lo unico que se veia sin abrirlo ya podiais ver una fotografia de vuestra compañera de primer año y su nombre y apellidos en letras bien grandes, sin duda le costaria bastante pasar desapercibida si es lo que buscaba.

Mires sorprendida cuando escuche la voz de un chico.

-¿Y este de donde sale? ¿Tendra una capa de invisibilidad? No le habia visto al entrar y de pronto zas ahí estaba.

-Hola dije. Le mire sorprendida. ¿Un libro que habla de Hogwarts como va a ser aburrido? Pregunte en un tono de sorpresa absoluta. Si mis padres son magos ambos.

Cuando llego la señora con el carrito de gominas sonrei. No es que comiera mucho pero a nadie le desagradaba un dulce.

-Hola. Yo quiero cuatro varias de regaliz y un zumo de calabaza. Gracias. Comente educada pagando a la señora. Cuando tenia los bastones en la mano y la señora del carrito se fue ofrecí al grupo. Mi madre me dio mucho la tabarra con que fuera social Y hubiera sido poco cortes ofrecer con la señora delante parecería que no quería que vendiera gominolas .¿Queréis?

Cuando vi el periódico lo mire enseguida fijándome en la portada.

-Vaya no creo que la pobre pase muy desapercibida. A mi no me gustaba nada ser el centro de atención y que alguien pudiera tener tanta me turbaba de solo pensarlo.

-¿Hombre Lobo con falda.- Dije, haciendome memoria, hasta abrir la boca y chocar palmas, al recordarlo.- ¡Ah, los Rochesters! Es verdad, mi padre me ha hablado de vosotros una vez, me conto que erais una familia muy respetable, orgullosa y de buen gusto.- "Aunque tristes." Pense, pero no añadi en voz alta, desviando la vista. Esa noche, mi padre repitio mil veces lo dichoso que era de aun poder estar en compañia de mi madre.

Uno a uno mis compañeros se presentaron, y cuando me entere de que era un Hijo de Muggles, perdi la cabeza, llevandome las manos a la mejilla y dando un grito ahogado.

-¡Oh dios mio, eres un hijo de Muggle!- Dije sin controlar mi tono de voz, alucinando.- ¡Tengo tantas preguntas que hacerte! Pero antes ...

Al igual que hubiera hecho Merlinda, compre cuatro ranas y cervezas de mantequilla para los cuatro, dando las gracias y el dinero, y una vez se fuera, me dispuse a compartir con todos, junto un puñado de diablillos de pimientas.

-Un boggart es una criatura que se transforma en lo que mas teme. Si sabes tratar con ellos, son solo una molestia, pero si no, pueden ponerte el pelo blanco en segundos. Y un diablillo de pimienta es...- Lance una de las chocolatinas a mi boca, la agarre con los dientes, mastique y trague. Y de inmediato, lance una llamarada al techo que casi no prendo fuego las cortinas de mialgro.- ¡A que mola!- Dije, lanzando una ligera bocanada de humo.

Me alegró saber que el padre de Ben le había hablado de mi familia. Me pregunté si le habría hablado de mí. Sonreí aún sonrojada por el encanto personal que proyectaba sobre mí. Pero cuando el otro niño habló presentándose y delatándose como un hijo de muggle no pude reprimir mi cara de sorpresa. – Un sangre sucia – mascullé apenas sin vocalizar.

En mi familia no había otra forma de llamarlos. Recordé el consejo que Anne, mi hermana mayor, me dio la noche anterior  “Aléjate de los sangre sucia, son carroñeros de la magia. No son dignos de Hogwarts” me dijo con desprecio, quedándome impactada por su odio. Sin embargo Damien si se relacionaba con mestizos y sangres sucias.

Para mi sorpresa, era la primera vez que tenía uno delante. Y la verdad no supe cómo reaccionar, así que desvié mi atención que por suerte en ese momento vino la señora del carrito de las golosinas.

-Yo no quiero nada, gracias.- y me acerqué a coger El Profeta mientras mis compañeros del compartimento compraban. “La elegida” salía en primer plano con un gran titular con su nombre. La fotografía mágica la había captado con un gesto muy presuntuoso de ella, que en mi opinión se afanaba por ocultar.

Negué al ofrecimiento de Merlinda y Ben. –No creo que ella busque pasar desapercibida.– comenté a todos enseñando la fotografía donde ella salía muy orgullosa.

–Mi padre me contó que los muggle creen en un niño mago que fue capaz de caminar sobre el agua y hacer otro tipo de “trucos”. –Miré por encima del periódico al sangre sucia por si se daba por aludido y continué mi historia.- Ese niño se creía el salvador de los muggles por milagro divino. Pero sencillamente fue un invento para calmar las masas por si algo terrible ocurría. –Seguí contando mi historia mientras ojeaba  el periódico con total sosiego.- Pues bien, mi padre dice que los Collingwood han montado toda esta parafernalia para afamarse como aquél niño mago. –pasé de página-  Oh mirad! Sortean una entrada para el Mundial de Quidditch!! – me afané por rellenar los datos distrayéndome del tema del que hablábamos.

-Equipo favorito, las Arpías de Holyhead sin dudarlo!-me digo a mi misma en voz alta mientras relleno la solicitud.  -Jugador Favorito: Jocelind Wadcock es la mejor cazadora aunque ahora no está en su mejor momento…- quedo dubitativa.

- ¿Porque es famosa? - Pregunto Daniel con curiosidad pero al ver el enfasis que puso Ben cuando dijo lo de "hijo de muggles" abrio los ojos muy sorprendido - ¿Tu a mi? ¡Yo tengo mil preguntas! Aun estoy alucinando, cuando fuimos al callejon a por las cosas de la escuela no sabia ni para donde mirar, pues queria verlo toooooodo - Y con el todo extendio sus brazos haciendo un simbolo de mucho.

Lo miro atento ante la explicacion de que era un boggart pero cuando le enseño lo que era un diablillo sus ojos se abrieron completamente de nuevo - ¡COMO MOLA! - Exclamo sorprendido antes de mirar a Elisabeth con si explicacion y elevar una ceja - Creo que hablas de Jesus y no todos los Muggles creen en el, hay muchas religiones, segun mi madre las religiones e inventaron para que la gente supiera diferenciar el bien del mal, no se para que la verdad a mi me lo enseñaron mis padres - Se encogio de hombros y volvio a mirar el periodico de reojo - ¿La familia esa se invento una religion? ¿Por eso son famosos?

Me encogí de hombros ante el comentario de la chica .

-No lo se yo tengo claro que no querría tantas atenciones. Escuche la historia que decía sobre ese niño mago que caminaba por el agua. Daniel la respondió con un comentario sobre las múltiples religiones que había.

-Si Cristianismo, Budismo, Islamismo. Un montón vamos. Y no la chica esa se supone que es una elegida o algo así. Pero vamos que es una niña normal y corriente como podemos ser los demás.

Mire a Daniel el cual estaba muy sorprendido con todo el tema de la magia. Lo cual tenia logica si era muggle.

-Pregunta lo que quieras. Si somos los primemos Magos y brujas con los que estas es nuestra obligación causar una buena impresión y ayudarte. Mis padres siempre recalcaban lo bueno de ser educada. Y la verdad me gustaba demostrar lo mucho que sabia de todo.