Partida Rol por web

Me quedé mirando al resto de compañeros, la mitad estaban dormidos y los que no, no tenían muchas ganas de ir a clases. De hecho, no veía a ninguno salir a pesar de las horas que eran. En fin, era mi primer día y tenía la excusa de estar perdido. Por una vez no pasa nada. Pensé, así que me senté de nuevo para seguir hablando. Además, a Eve le interesaba mi vida y siempre he tenido debilidad por las chicas guapas. Que va. Mi padre cultiva Olivos y trigo. Y bueno, mi madre cultiva todo tipo de plantas. Es herbolaria. No quería decepcionar a Evelyn sabiendo que no era esa la respuesta que buscaba. Aunque bueno, también tenemos un pequeño corral de Joberknolls, son muy bonitos.

El chico nuevo se deslizó por el banco dejando sitio para Liz pero aun estaba tapándole los ojos a su amiga y no quería estropear la broma. El chico se presentó y explicó porque no había podido ir antes al colegio. ¿Xabier que más? Estuvo a punto de preguntar para conocer si su familia era reconocida en el mundo mágico. Pero su amiga Eve sugirió bromeando que era una Pixie.

– Ehh!- se quejó fingiendo estar herida para luego reírse divertida por la ocurrencia. Se dejó caer sobre el banco entre su amiga y el chico nuevo y finalmente le contestó. – Me llamo Elizabeth. –

-¿Tan difícil es de creer que se cayó sola?-  preguntó con una expresión de inocencia poco conseguida. -Y ya me han castigado. Mi hermana – señaló con la mirada a la prefecta de Slytherin, Anne Rochester.- me ha obligado a desayunar con ella junto a un discurso de 30 minutos de la importancia del reconocimiento de los Rochester….bla bla bla..- puso cara de aborrecimiento- ¿Bueno nos vamos?- preguntó cambiando drásticamente el tema.

Su amiga le hizo cosquillas recordándole que siempre se quedaba dormida. – ¿¿Qué?? Es tu culpa!! Prometiste desperaajskfhjajajaj –las cosquillas interrumpieron sus palabras. Pero una vez liberada de su amiga puso rostro amenazante mientras se untaba la mano de chocolate. -¡Ahora verás!-  y salió corriendo tras su compañera con la mano impregnada de chocolate para manchar a su amiga y terminar de decorar su rostro ya manchado de cacao.