Partida Rol por web

Los compartimentos tenian unos comodos asientos de color rojizo y espacio tanto debajo como encima para colocar cosas. Pegada a la ventana había una mesita que se podia entender para el uso de todos o mantener encogida para no molestar, sobre ella había una lamparita anclada.

Las ventanas tenian unas cortinas color violeta para correrlas si el sol era demasiado molesto o alguien queria dormir o intimidad, al igual que en la las puertas de los compartimentos tampien había cortinas que podian correrse para que nadie viera el interior o los del interior no vieran el pasillo.

Al entrar una de las chicas, del último grupo en llegar ya estaba sentada.

Entré con una sonrisa, mientras decía.- ¿Puedo sentarme aquí?... El chico del compartimento I ha empezado ya la fiesta antes de llegar y creo que Sephora no soportaría mucho ajetreo sin hacer alguna de las suyas.

Al instante Sephora sobrevoló de mi hombro al descansillo para los equipajes superiores, mirando la ventana desde el interior, donde la luz de la tarde se dormía en un perpetuo azul.

Esperaba su respuesta, y mientras tanto extendí mi mano y dije: Soy Adrien... encantado.

Evelyn entró exclamando algo y con una sonrisa en su rostro. Se la veía muy animada por el viaje, y al parecer era de las más dicharacheras, puesto que todos eran muy tímidos aún. Le vio y se quedó de pie en la puerta, sin pasar. Carraspeó un momento, bajando el nivel de entusiasmo.

-¡Hola! He visto que estabas solo, así que pensé en hacerte compañía. Pero no quiero molestar, así que si prefieres estar solo no me importa ir a buscar otro vagón... ¿Adrien, Cierto?-preguntó mientras le sonreía desde delante de la puerta, a un lado.

Quería hacer nuevos amigos, pero no a la fuerza.

Cuando entro Adrien casi pudo ver como la niña suspiraba aliviada - Si, algunos tiene demasiade energia de mañana... - Le comento en respuesta a lo que le dijo, pero poco despues aparecio otra niña que parecio ignorarla por completo - Y yo soy Aleksa Flyderman - Se presento sin mas desde su asiento al lado de la ventana.

Los Flyderman eran una familia muy adinerada de Inglaterra que habian conseguido un gran imperio a base de la creacion y exportacion de pociones por todo el territorio Europeo.

Sobre el regazo de la niña de vestido blanco descansaba una gata atigrada blanca de ojos amarillos.

Con sumo cuidado abro la portezuela y con algo de vergüenza mirando a los que hay dentro:

-¿Se puede? - era una pregunta algo retórica porque viendo que había un hueco libre paso primeramente la jaula con mi águila que miraba extrañada a algunos de los allí presente y se asustaba un poco, tras cerrar la puerta tras de mí cojo con mi mano izquierda como me habían enseñado algo de comida y se la tiendo a través de los barrotes- Ya sabes que en cuanto partamos te dejaré salir un rato- añadía como tratando de excusar por tener a Trueno encerrado de aquella manera. Viendo que el vagón no era demasiado espacioso me senté en el único asiento libre y deposité a Trueno junto a mi pies mientras interiormente estaba algo nervioso ¿Por qué no cogí el otro que estaba más vacio? Jodida moneda...  Me fijé en aquella chica pelirroja tratando de buscar algún rasgo que me sonara familiar... Estaba claro que conocía a los McIntyre y alguna fiesta cuando mis padres vivían habíamos compartido juntos en Escocia, pero eso había sido hace ya mucho tiempo, pues desde la muerte de mi madre y la huida de mi padre toda mi vida había cambiado, aún así me sonaba haber jugado de pequeño con aquella chica, ¿o sería mi imaginación?

Justo al entrar se estaba presentando la chica de los Flyderman, parecía de porte señorial y bien educada así que sonreí y asentí con el gesto, pues aún no entendía muy bien porque se presentaban con su apellido... igual era una costumbre que tampoco se me había enseñado, aunque ahora tendría que hacer lo propio:

-No se si me presenté antes- realmente se me había olvidado- Soy David Smith.

Sonreí al ver entrar a la chica de pelos rojos. Creo que gracias a ella aquella vergüenza se podría disipar, pues sin darse cuenta había obviado a la chica del último grupo que había entrado antes que los demás.

Le sonrío y digo.- Si, Adrien... Y para nada, me encanta estar acompañado. ¿Verdad Sephora?.- La lechuza moteada miro virando su cabeza a gran distancia y ululo a modo de respuesta, para luego volver su rostro hacía la ventana otra vez.

La chica del vestido blanco, por fin se presentó. Su porte era distinguido como de gran renombre, su apellido me sonaba por alguna cuestión, no sabía si era por algo relacionado con el ministerio y el tio Thob, o o por las excursiones donde nos enseñaba a Rob y a mi todo cuanto nos rodeaba.

Tras Evelyn llegaba David, el chico del halcón... era imponente saber que alguien podía manejar aquel ave imperial, mientras que yo a duras penas controlaba el carácter errático de Sephora.

Por un momento todos permanecimos callados y había que romper el hielo, y tomando fuerzas pensé que por un momento debía hablar yo.

Miré por la ventana para escudarme un poco en mi reflejo, y me perdí entre los bosques que iban pasando a gran velocidad bajo los raíles, el cielo estaba despejado y entonces sin querer la pregunta salió de mis labios.

¿Algún día imaginasteis que todo este día sería así?... - Mi pregunta era un poco demasiado abierta, lo cual me llenaba de rubor pero intentaba explicarme un poco más.- ... Quiero decir... siempre me daba un poco de miedo este día, pero ahora es como si todo ese miedo desapareciese mientras siento que nos esperan más alla.

Sonrío al ver lo tonto de mis palabras en la vida de otros y digo.- Siempre me ha evitado, y ahora siento como ella me esperase en verdad. Lo que no sé si me da más miedo o es que algo empieza a cambiar.

Sin darme cuenta me había abierto a los demás en tan sólo una mirada al camino de Howgarts, extendí la mano y volví a acariciar a Nairna. La primera vez que la toqué me relajó, y solo esperaba una reacción igual.

Al mirar por la ventana desde el pasillo no había visto por el ángulo a aquella niña, y una vez dentro se sintió mal por no haberla visto. Se enrojeció visiblemente, contrastrando con sus ojos azules, y juntó sus manos en su regazo, inclinándose en disculpa. Algo harto ceremonial, pero actuó como reflejo de los modos aprendidos en casa al escuchar su apellido.

-Perdona, no te ví y pensé lo que no era-se disculpó, al incorporarse respiró y conservó la calma pero aún estaba sonrojada. Sus ojos se fijaron en el gato atigrado y sonrió de nuevo-Aceptad mis disculpas si os he interrumpido-se explicó. Luego vio que Nairna ya se acomodaba en el compartimento, así que se sentó. Justo entonces entraba otro chico... ¡el del águila!

-¡Hola! Un placer-Saludó con una sonrisa cuando entró. Habia bajado su entusiasmo por el corte de su mala educación al no haber visto a la hija de los Flyderman, pero no perdía su sonrisa. Se quedó en silencio unos momentos y miró a Nairna, quiene staba siendo atendida por Adrien, y sonrió. Justo él habló.

-La verdad es que sí, mis dos hermanos mayores me han explicado ya muchas cosas sobre Hogwarts y todo ésto... pero es realmente diferente el vivirlo que imaginarlo. Tengo muchas ganas de llegar-explicaba balanceando los pies en su asiento. Notaba como David la miraba de vez en cuando y, lejos de incomodarla, le intrigó. De hecho, su apellido no le sonaba tanto como otros que habían nombrado, pero por seguro no era la primera vez que lo escuchaba.

Sonreí cálidamente a las palabras de mis nuevos compañeros, algunas habían sido algo más raras que otras pero lo peor de todo es que los entendía perfectamente, gracias a sus palabras mi timidez natural fue abandonándome poco a poco pues parecían que ellos estaban igual que yo:

-La verdad ... es que desde esta mañana estoy bastante nervioso... no se como explicaroslo... es como cuando es vuestro cumpleaños y aun a sabiendas de que os van a regalar algo estás a la espera y cuando te lo traen y empiezas a desenvolverlo... ese gusanillo en el estómago, ese nerviosismo- estaba hablando demasiado y no quería aburrirles con mis pensamientos y liarla como ya lo había hecho por no tener cámara. Así pues cogí mi mochila y saqué de esta un guante completamente rojo muy llamativo y algo de comida.

Me dirigí a la ventana y con la mano que tenía desnuda la abrí completamente, llevaba un día sin sacar a Trueno y los lugares cerrados le molestaban en exceso así que me pareció buena idea dejarla campar a sus aires, teníamos una especie de sincronía bastante buena y no se alejaría en exceso de mí, igual cazaría algo y volvería al salir del tren.

Tomé el guante con la intención de dárselo a probar a alguno de mis nuevos compañeros pero no me fiaba de que Trueno no lo aceptara y pasara una desgracia, eso si que sería empezar mal el camino.

-El es trueno- dije mientras acercaba suavemente jaula a la ventana- No os picara, no os preocupeis, lleva conmigo desde que nació y es como un hermano para mi- añadí tratando de dar seguridad a mis compañeros de vagón mientras con la otra mano le iba dando algo de comer- ¿Queréis acariciarlo? A mi me relaja...- añadí mientras me quedaba muy quieto no pensaba acercárselo a nadie, debía ser algo voluntario pues sabía que no a todo el mundo le gustaban las rapaces como a mi.

Finalmente tras unos instantes en los que cualquiera pudo acercarse a tocarlo me acerco a la ventana y lo suelto con gran esfuerzo, pues prácticamente tenía que coger el guante con las dos manos pues Trueno ya pesaba lo suyo... justo antes de soltarlo añado:

-No te alejes demasiado...

Me sentía un poco indeciso, los nervios de ver a mi abuela esta vez, me llenaban de dudas por su reacción, durante mucho tiempo coincidiría con ella, y creo que eso era lo que me hacía más dudar.

Si sería capaz de asumir todos los rechazos seguidos, sin parar.

Pero para consuelo, siento como el resto también están expectantes, cada uno por su motivo, pero de igual modo que yo. Lo que me hacía sentirme igual a los demás, con mi propias dudas, pero igual..

En ese momento Evelyn hace aquel saludo sobre Aleksa, lo que me hace dudar si debía de conocer aquel nombre. Cuando todo estuviera más calmado preguntaría por su familia y demás.

David sacó a su águila de su jaula, la cuál imponía. Dude por un momento en que Sephora se precipitara, pero cuando el chico se levantó hacía la ventana, fue ella misma la que aleteo dentro del compartimento para dejar espacio hasta posarse sobre el antebrazo de Evelyn y alisar su pico contra sus dedos de forma suave para luego mirarme antes de de ulular.

Era una especie de reproche por mis caricias sobre aquel gato, al parecer no miraba por la ventana, sino que nos observaba desde el reflejo del cristal.

Aquella actitud me hizo soltar una carcajada mientras me cruzaba de brazos sin poder aguantar la risa y dije refiriéndome a mi rapaz.- Pero mira que eres celosa... 

Me giro hacia David y le digo.- Si llego a tocar a tu halcón lo mismo me deja hasta de hablar... -Sonrío y prosigo comentando.- La verdad impone que alguien como nosotros pueda manejar a un halcón, creo que eres un chico con grandes dotes para las criaturas. Si necesito apoyo en esa asignatura ¿Te podría preguntar... ?

Me doy cuenta de mi entusiasmo y digo con algo de vergüenza.- Perdona... no sabemos ni siquiera si estaremos en la misma casa y ya empiezo a necesitar ayuda...

Cuando el tren se puso en marcha no habian pasado aun ni diez minutos y llamaron a la puerta. 

Una mujer mayor que tiraba de un carrito lleno de dulces y otras comidas, dejo a un lado en un asiento un periodico del Profeta y os miro con una afable sonrisa - ¿Quereis algo niños? - Os pregunto con su amable sonrisa - Tengo píldoras ácidas, Grageas de Todos los Sabores de Bertie Bott, Bolas de chocolate, Ranas de Chocolate, Droobles, Varitas de Regaliz, Varitas de chocolate - Hizo una pausa antes de proseguir - Cerveza de mantequilla, Zumo de calabaza, Jugo de arándanos, Bollos de Bath, Pastel de calabaza, Pasteles en forma de Caldero y Tritones de Jengibre.

En la portada del periodico que es lo unico que se veia sin abrirlo ya podiais ver una fotografia de vuestra compañera de primer año y su nombre y apellidos en letras bien grandes, sin duda le costaria bastante pasar desapercibida si es lo que buscaba.

La chica os miraa sin dejar de acariciar el gato como analizandoos y cuando llego la señora con el carrito y dejo a un lado el periodico puso los ojos en blanco suspirando.

- Yo solo espero que podamos tener una vida en la escuela normal como han tenido todos, mi familia dice que fueron de sus mejore años, pero algo me dice que los nuestros pueden ser muy distintos - Claramente se referia a que vosotros siempre estariais en el mimso año que estaria la chica que ahora mismo estaba en la portada del periódico en letras bien grandes y con una fotografía.

- ¿En que casa os gustaria estar? - Pregunto mientras negaba con la mano la oferta de la mujer del carrito, pues ella no queria nada.

Estaba un poco dañado por pensar que aunque me sintiera bien en aquel vagón, todo podría ser diferente al llegar.

En ese momento llega la mujer del carrito de comida y decido, que a pesar de todo debemos vivir el momento y disfrutar. Alzo la mano y le digo a la mujer desde mi asiento.- Cuatro bollos de Bath... por favor.

Los recojo y tiendo a la mujer el dinero suficiente, y al instante desplazo uno para cada uno de nosotros y digo con una sonrisa a Aleksa que por las noticias del periódico parecía un poco baja de moral.- Todo depende de si te rindas a que todo salga mal... mi tío siempre dice que si algo sale mal, hay que luchar para que salga bien.

Cojo el periódico antes de responder su pregunta y decir: Mi tio y primo han sido elegido por el blasón de Ravenclaw, al igual que un día mi madre. Papá creo que es un Gryffindor. Todo depende de ese sombrero... aunque sea de la casa que sea me encantaría conocer a la Dama Gris, el tío me ha contado que a pesar de parecer triste sus historias son de lo mejor.

Cogí mi bollo y dije a los demás.- Que aproveché... - Partí unos trozos que desmenuzados pongo en mi palma y tiendo a Sephora, que aún seguían junto a Evelyn mientras entre cada bocado voy cruzando las hojas de aquel semanal, y entonces la noticia de un hombre que parecía vociferar me llama la atención.

Detengo la pasada de hojas y miro el nombre que no me decía nada y pregunto a los demás con dudas.- ¿Sabéis quien es él?... - Dije apuntando con mis dedos la imagen rodeada de las palabras asesino y mortifago, enclavada bajo una urgencia por encontrarlo.

Sonreí a las palabras de Adrien aunque me escamó de sobremanera que se refiriera a Trueno como un halcón cuando era claramente un aguila, sin embargo no quería empezar mal con él de ninguna de las maneras, ¡igual podíamos compartir hasta habitación! Además el solo quería romper el hielo no insultar el emblema de mi familia que siempre había sido un aguila, igual es que no era de escocia donde se conocía a nuestra casa como El Águila de Escocia.

-Vaya... no te lo tomes a mal Adrien, me encantaría ayudarte con las criaturas sin embargo de la única criatura que se algo es sobre las aguilas y no demasiado, aún así cuenta conmigo si lo necesitas- dije mientras le guiñaba un ojo- Además no son para nada fáciles- añadí mientras me quitaba el guante y me levantaba ligeramente la manga del puño revelando algún que otro arañazo en mi antebrazo claro indicio de que Trueno a veces era hasta demasiado para mi- Digamos... que él ha crecido más rápido que yo- añadí riendo, mientras con un ligero cabeceo rechazaba amablemente el carrito de las chuches, pues con un moco de troll había tenido suficiente.

-¿Casa...? No se... la verdad... Mis padres considerarían casi deshonroso que no fuera a Slytherin, aunque espero no ir allí, no porque les tenga manía sino porque quiero ser distinto a ellos... no se si me comprendeis- dije mientras miraba mis rodillas que colgaban gracilmente del asiento sin tocar el suelo y las movía alternativamente. Tras esto tomo uno de los bollos que Adrien había cogido y medio en broma termino por añadir- Espero que este no sea de moco de troll- y tras pegarle el primer bocado concluyo- Bastante más rico, Gracias.

Miró con deleite el águila, disfrutando de su majestuosidad. No era la primera vez que veía una, pero en aquel camarota el águila parecía duplicar su tamaño. Estaba embobada cuando Sephora re-apareció, ésa vez para posarse con ella. Le acarició con una sonrisa cuando Adrien se quejaba de sus problemas de celos. Por suerte, Nairna no era celosa. Ambas se entendían realmente bien.

Cuando apareció la señora del carro negó con la cabeza.
-Yo nada, muchas gracias...-sonrió, a sabiendas que llevaba su propio cargamento de chocolatinas. En cambio si el interés el periódico y miró como lo cogía Adrien, mientras la otra muchacha comentaba su portada-El hecho de compartir año con la Elegida sí que parece añadirle algo de suspense al curso, pero su profecía no tiene nada que ver conmigo. Es ella la elegida, ¿no?-se encogió de hombros, acariciando a Sephora mientras comía Le gustaba la compañía animal, le era cómoda. Luego levantó la mirada, unos ojos seguros de sí mismos-Tengo mis expectativas de entrar en una buena casa. Así que yo me sentiría a gusto en Slytherin, sin duda-sonrió de lado, mirando a David. <Y si acabo en otra casa, pues simplemente mis planes habrán cambiado un poco> Cada uno tenía sus razones. Establa claro que en la familia de Evelyn, mayoritariamente habían sido Slytherins...claro que habían sido los chicos. Su madre había estado en Ravenclaw, e igualmente demostraba una gran inteligencia.

Miraba el periódico en las manos de Adrien.
-¿Cuando termines, me lo dejarás?- le pidió con una sonrisa amable y amplia señalando el periódico. Quien sabe, quizás la próxima vez que le pedía un periódica sería en el Gran Comedor.

- Mi padre hablo con unos Aurores ayer por ese hombre - Comento Aleksa mrando la foto de Tadeo Wilde - Pues la misma noche que escapo de prision nos robaron en uno de los almacenes que tenemos para las pociones y mi padre llamo al Miisterios, estaba enfadadisimo y no hacia mas que decirles que todo era culpa suya porque estaban dando seguridad a lo que no debian dejando al resto del mundo magico sin protección - Para el tema de la casa ella no tenia ninguna duda al respecto.

- Yo espero estar en Slytherin - Respondio con orgullo alzando el menton y sonriendo enormemente de manera que se le vieran los dientes. 

- Si, la profecia habla de ella pero a mi no me gustaria que por ejemplo si atacan el colegio para ir a por esa neniña yo terminara herida o perjudicada, pues teniendola con el resto cualquiera puede salir dañado - Parecia que eso era algo que le preocupaba bastante y en parte no se le podia quitar razón.