Partida Rol por web

Al notar la explosión del fuego, intente apartarme hacia un costado, pero no lo logre, por lo cual me cubrí con las manos, sintiendo como el calor de las llamas me alcanzaba, rugí de dolor pero apreté los dientes, al menos la she-demon había logrado cruzar para darle caza a la criatura y evitar que de la alarma... 

El estallido del fuego tomo por sorpresa al cazador quien se encontraba apunto de salir disparado en busca de su presa, las llamas lo envolvieron abrazando su piel y sus escasos ropajes.

Mientras el salvaje se revolcaba intentando sofocar las llamas, la guerrera roja no dudo un instante y como una saeta partio tras el gnoll, espada en mano. Parecia como si directamente atravesara el fuego aunque a quien hubiera podido seguir sus pasos se movia con la gracia de un demonio, sorteando las lenguas de fuego aqui y alla, saltando y agachandose en el momento oportuno de tal manera que al continuar su marcha por las escaleras descentes su piel apenas estaba caldeada y algo oscurecida por el hollin. Su enemigo corria apenas un metro por delante y la empinada pendiente le obligaba a disminuir su marcha, al ver aparecer a Red Alice se detuvo y saco un arco que traia cruzado a su espalda para depositar una flecha en él. 

En la garita de la guardia Roargh consigue deshacerse de las llamas que quemaban su piel, pero comprueba que el panorama es más desalentador, el fuego ha ganado intensidad y los focos aislados poco a poco han ido unificandose practicamente bloqueando la salida hacia las escaleras.

El maldito fuego me tomo por sorpresa, engulléndome y dañando mi cuerpo, fue gracias al frio de la tierra que pude extinguir las llamas y levantarme, pero notaba como el daño hizo mella en mi cuerpo, pensar que había caído en una trampa tan sucia e inesperada me daba rabia y todavía mas rabia contra mi mismo por no haberlo visto venir.

Apreté los dientes con furia, ya no veía mas a Red Alice y confiaba en que hubiera dado caza de alguna forma a aquella maldita criatura, por mi parte se que no volvería a tentar a las llamas, el fuego era destrucción y pocas veces purificación, mas valía respetarlo y buscar otro camino por la puerta que tenia cerca...

Korgoth no tuvo tiempo a indicar que no le parecia la mejor de las ideas aquello, le habria gustado antes cerciorarse de con cuantos se enfrentarian y como era aquella puerta, pero Azrael impelido por el impetu de las llamas del infierno no se detuvo a esperar la opinion de su compañero, con toda la cautela que pudo intento empujar la puerta de madera hacia dentro, pero está, vieja e maltrecha por las inclemencias del tiempo y la humedad recidente en el interior de la torre, chirrio como si fuera una aguda alarma. 

Una voz se alzo y casi parecio un ladrido, en la oscuridad el Caballero oscuro pudo ver como una figura volteaba hacia la puerta en medio de la oscuridad, se encontraba a no más de 100 pasos de la puerta, más alla pudiste adivinar unos bultos pertenecientes a otros tantos, posiblemente 3 o 4. 

Korgoth ni bien lograste abrir una rendija en la puerta se colo dentro con el arco preparado, aunque la oscuridad del lugar no le favorecia en absoluto pero quizas pudieran usarla a su favor...

Sabía muy bien que la oscuridad podría llegar a ser un problema para su compañero, por lo que decide actuar en consecuencia. Corre a toda prisa mientras su colmillo demoníaco resplandece momentáneamente con las llamaradas azulinas que la caracterizan. Azrael pisa firme y contorsiona su cuerpo para efectuar un poderoso corte incendiario contra su objetivo, y aprovechando la inercia de la carrera para impactar con toda la furia de su espadón.

Su idea era simple, intentar incendiar a su objetivo con su fuego infernal para que Korgoth tenga un objetivo claro a quien apuntar. 

El caballero continua su carga hacia adelante en dirección de los otros bultos. 

Roargh se lanza a toda velocidad contra la puerta, casi derribandola en su camino para eludir las llamas. Ante si se extiende un pasillo completamente a oscuras en el que gracias a las llamas a sus espaldas logra divisar unas figuras moviendose. El olor inconfundible de los gnolls se entremezcla con la pudredumbre y humedad del lugar, pero casi que podria sentir el miedo en esas criaturas y aun no habian probado su hacha.

Hasta donde su vision le permite ver hay al menos 5 Gnolls, parados a mitad de pasillo y dos de ellos estan equipando una flecha en un arco dispuestos al parecer a dispararla contra un objetivo que aun no logras divisar. Se encuentran a aproximadamente 300 pasos de la posicion de la puerta. De los 5, uno se voltea a mirar hacia donde estas y notas como su expresion cambia al detectarte, parecer rugir algo en su idioma precario. 
El pasillo hasta donde podes ver tiene el ancho suficiente para que deambulen tres personas juntas sin problema y alcanzas a distinguir los huecos de lo que podrian ser 3 puertas o arcadas a intervalos irregulares.
Finalmente tu agudo olfato te hace sentir la presencia de otra media docena de gnolls aunque no podes precisar su posicion y tambien podrias asegurar que se encuentra Azrael, lo cual se confirma al aparecer de la nada una intensa llamarada azulina en lo profundo de la oscuridad del pasillo.

Azrael se lanza al ataque con su espadon envuelto en las llamas del infierno, a su espalda Korgoth prepara su flecha para cubrir el avance de su compañero. 
El corte del colmillo demoniaco separa la cabeza del gnoll de su cuerpo, antes de que este siquiera pudiera intentar responder al ataque, el fuego azul de la hoja cauteriza al instante la herida por lo que el cuerpo de la bestia cae inerte al piso mientras la cabeza de hiena vuela un metro hacia delante donde cae con la vista perdida.

La primer saeta de korgoth pasa por sobre la cabeza de Azrael, peligrosamente a unos centimetros para concluir su trayecto en el corazon de uno de los gnolls que se amontonaban más adelante en el pasillo. Mientras el Caballero oscuro cargaba para salvar la distancia que les separaba otras 4 flechas encontraron su objetivo abatiendo a dos más, uno de ellos un arquero que habia alcanzado a lanzar su flecha aunque sin atinar a ningun objetivo. El otro arquero aun de pie al ver como el demonio se acerca, tira el arco y empuña una lanza aserrada.

Luego de impactar con su fuego infernal, continua su carrera sin perder el tiempo. El sonido de la caída de un peso muerto le indica que el gnoll acaba de caer.

Azrael apenas logra percibir la flecha de Korgoth zumbando a su lado mientras continua con su carrera. A medida que se acerca en una carrera zigzagueante, las criaturas comienzan a caer una por una, víctimas de los ataques certeros de su compañero. Sin embargo las flechas de sus contrincantes parecen no encontrar el rumbo. 

Ya solo queda un Gnoll, y esta es su oportunidad para concretar su plan. Con un paso firme, el caballero oscuro detiene su carrera justo enfrente del Gnoll que lo esperaba con una lanza. Sin embargo su mirada espectral atraviesa el velo de oscuridad y penetra directamente en los ojos de su oponente. Ya es tarde para ti, mejor arroja el arma.

Al ver como aquel Gnoll me divisaba, me lance hacia el para darle con el hacha de costado, a fin de dejarlo agarrado al filo de este y poder lanzarlo contra los que estaban cargando sus ballestas.

-"ROOOOOAAAARGGGGG!!!"- el grito de batalla me animo a girar sobre mi y comenzar a acercarme para atacar a los demás, dándole tiempo a Azrael de hacer su jugada... 

No se como apareciste, pero espero que no hayas destrozado al que estaba en frente mío XD

Ni siquiera tuvo que desenvainar para acabar aquello: fue entrar y limpiar, visto y no visto. Los hombres muertos no cuentan cuentos y los gnoll muertos... tienen dos palmos de madera asomándoles por el pecho. En eso no son muy distintos de otros hombres.

Desmontó el arco y apoyó la bota en el pecho de un gnoll, recuperando las flechas, limpiándolas de sangre y mirándolas con gesto aprobador antes de hacer una muesca con el cuchillo y devolverlas a su sitio. Uno de los que se vieron sujetos a este tratamiento gruñó acercando el arma, pero Korgoth le aplastó la cabeza contra el suelo casi distraído mientras seguía su labor.

-Estos pictos deformes son bastante peores que el original -dijo, volviendo una flecha al carcaj- ¿Crees que te entenderá en cualquiera que sea el idioma de estos engendros?

Preguntó con algo de distancia. Brujos...

Korgoth recorrio los metros que le separaban de Azrael con tranquilidad, recuperando aquellas saetas que aun pudieran ser rehusadas. El caballero oscuro tenia la mirada clavada en el unico sobreviviente de la masacre y este parecia estar debatiendose entre soltar su arma o lanzar un mandoble a su adversario. Era evidente que su voluntad estaba siendo manipulada por el demonio, aunque para su sopresa parecia ser más reacio de lo que esperaba. Quizas el miedo no le afectase o el odio fuera aun mucho más profundo que este.

Entonces fue cuando se oyo el grito de batalla del barbaro Roargh, el guerrero veterano no pudo ver nada en la oscuridad, sin embargo por todo el pasillo el sonido del eco de el hacha golpeando contra la armadura y el rugido de la victima que volaba para caer en medio de un grupo de bestias, genero suficiente jaleo como para que se hicieran una idea de la situacion. 
Para el salvaje el sigilo no parecia ser una opcion a estas alturas, y quizas el caballero oscuro viera estropeado sus planes ante la interrupcion.

Una flecha proviniente de la negrura impacta en la pared a unos cuantos metros de donde se halla Azrael y rebota interte para morir junto a la bota de Korgoth.
La voz de alarma no se deja esperar y uno de los gnolls con su arco destruido por el impacto de otro del que Roargh impacto lanza un aullido gutural que retumba a lo largo de toda la estancia.
- Graaaauuuaaaaaaaaagh!- Acto seguido desenvaina una pesada hacha de dos cabezas de su espalda y se lanza hacia donde korght y Azrael, seguido por otro de sus compañeros portando una lanza. Los otros dos se quedan en su lugar y el que aun tiene el arco en la mano, pone otra flecha y apunta a Roargh mientras el otro se lanza al ataque con una pequeña y oxidada hacha de batalla en mano.