Partida Rol por web

La Familia: Secretos Inconfesables

Ristorante Plugia

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25/10/2010, 21:41
Director

El Plugia es un viejo restaurante del Little Italy. No es un lugar elegante. Simplemente una vieja pizzería - fundada en 1919 como le gusta presumir a Giussepe - con fama de hacer la mejor pasta de todo Nueva York. Pero muchos vienen interesados, sobre todo, por hacer una visita a la trastienda los jueves por la noche, cuando se juega 'la partida'. En esa timba de poker se vió a Enrico Tagliatela perder su fabuloso cadillac cuando se emperró en que su trío de ases ganaría. Por un momento lo vio todo perdido cuando Nico Montara sacó un poker de ases. Si no fuera por la rápida intervención de Willem Lacosta aquello habría acabado muy mal. Finalmente Nico tuvo que compensar a Enrico por su burda trampa y la cosa se recuerda ahora como 'la noche de los siete ases'.

Por el día el lugar está tranquilo. De vez en cuando algún comercial de paso por la zona se para a comer durante el descanso matinal. Por la noche la cosa se anima un poco más con parejas de jóvenes tortolitos y gente mayor que sabe disfrutar de lo bueno.

Y luego están, claro, los chicos de los Terrasini. Giussepe es un viejo protegido de la familia y el bar se suele utilizar como punto de encuentro para quedar, charlar... A veces incluso para algún trapicheo de la familia. Cuando se trata de trapicheos los de la familia suelen salir a la terraza - aunque sea pleno diciembre - y puede vérseles hablando con pañuelos tapando la boca. Últimamente el FBI anda jodiendo mucho...

Giussepe es un hombre alto y fornido del cual se dice que puede, fácilmente, comerse una docena de pizzas sin rechistar. Y que demonios ¡está en su pleno derecho! No se mezcla con los asuntos de la familia y sabe mantener las distancias. De vez en cuando los Terrasini tienen un detalle con él por su 'alquiler' informal de local.

Estamos en octubre de 1970. Los ánimos del país andan caldeados con la inacabable guerra de Vietnam.Los hippies empiezan a sentir su declive de popularidad debido a los asesinatos conducidos por Charles Manson, que conmocionaron a américa el año pasado y al que han relacionado con este movimiento. El espiritismo y el fenómeno OVNI tiene más adeptos que nunca. Pero esas cosas importan poco a los hombres de la Familia, que están demasiado chapados a la antigua como para preocuparse de los tarados de la nueva década...

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26/10/2010, 15:17
Renato Terrasini

Renato entra callado como siempre, junto con sus secuaces, una pareja de individuos que le ayudaban con "la limpieza" de gente no grata, siempre pulcro, con su traje oscuro que constrastaba con su gabardina Gris, un pelo extrañamente echado a un lado y con esa mirada perdida y penetrante.

Nada mas entrar saludo a Giuseppe con una leve inclinacion de la cabeza, este al ver a Renato , ademas de sus compañeros Patriccio , un hombre alto, muy delgado, casi en extremo, pero que parecia mentira que comiera tanto y tuviera tan buena punteria con las armas de fuego, tambien acompañaba a Renato y Patriccio la inagualable Olga, una jovencita de unos 24 años, pero que era bien conocida por su gran y robusta fuerza, debido en parte a sus padres rusos y años participando en Lucha Femenina Grecorromana, olga aunque era atractiva, no se le acercaba los hombres por dos razones, 1 temian que ella les partiera la cara a golpes y 2, no le gustaban los hombres.

 

Notas de juego

Patriccio

Olga

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26/10/2010, 15:57
Jack Terrasini

- Ponme otro, Milo, dice Jack mientras señala el vacío vaso de whisky con los restos del habano que sostiene entre sus gruesos dedos. Las manchas de la nicotina en su piel son como marcas de humedad en un viejo papiro; marrones, de distintas tonalidades, irregulares.

Las marcas de la edad son también claramente visibles en el cabello cano, las venas salidas de las manos, las huellas en la cara. Y es que Jack, de 54 años, pasada la flor de la edad y "en caida libre", como le gusta decir, ha visto con esos ojillos duros, oscuros y pequeños muchas cosas. Mucha sangre, mucha pólvora, mucha mierda.

Milo, el alto y palido mesero de Guissepe, se acerca con la bandeja, el vaso con un solo hielo, como Jack gusta, una servilleta blanca almidonada impecable y un cenicero vacío. En silencio cambia la mesa y deposita el vaso sobre la servilleta. No es necesario preguntar; los Terrasini son amigos de la casa, y Jack lleva viniendo al bar... desde que abrió, practicamente.

Al gordo Jack le cae bien Milo. Es eslavo, o algo así; alguna vez Guissepe le dijo que era de uno de esos paises de mierda fuera de Rusia, que pretenden ser europeos pero ni siquiera son sudamericanos. Pero Milo es callado, atento, rápido, y tiene mano con los cuchillos... como aquella vez en el callejón cuando dos muchachos de los Grazia emboscaron al pequeño Stephen y lo hubieran cosido a puñaladas si no fuera por el machete de cocina del camarero.

Renato entra con la marimacho esa y el flaco alto. Jack sonríe tras el cristal bicelado... a Renato le gustaría ver lo que Milo puede hacer con un cuchillo... o haber estado presente esa noche. Los Grazia buscaron a sus muchachos durante un mes, sin atreverse a preguntar mucho porque claro, eso hubiera sido reconocer que iban tras un Terrasini. Durante todo un puto mes; lo cual era gracioso, porque los muchachos de los Grazia dieron de comer a los perros del barrio durante mas o menos ese tiempo, prolijamente cortados y procesados.

Los Gracia, pensó Jack, deberían haber buscado a los primos en donde todos iban a terminar, seguramente. La mierda de los perros de la calle.

 

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26/10/2010, 18:13
Jan Clemenzza

 Para variar, el sonido del camión da paso a la entrada triunfal de Jan, aquel robusto hombre envuelto en una capa de sudor que cargaba a sus espaldas tres cajas repletas de "material de cocina". Desde hace varios años, este miembro de la familia se había dedicado exclusivamente a hacer de transportista para que el negocio siguiera adelante, lo curioso era que no siempre lo que se movía de un lugar a otro eran ingredientes para sus pizzas o pasta de su tierra, si no buenos cargamentos de droga y otras sustancias ilegales.

Como bien saben todos por allí, Jan no era de muchas palabras, su rostro siempre se tornaba enfadado pero no por ello se negaba a saludar inclinando su grueso cuello ante cualquier miembro que pasase a su lado.

- Aquí está el cargamento de siempre, más vale que la próxima vez traigas a gente competente para ayudarme, uno de ellos se ha cagado en sus pantalones al ver al FBI rondando por las cercanías - dije recriminando la "escolta" que le habían acoplado.

Jan no es demasiado observador, sabía que como siempre, el local estaría abarrotado de personas del mundo de la mafia y algún que otro cliente habitual, sin embargo siente como poco a poco se va alejando de los negocios importantes.

- A ver cuando me das un trabajo de verdad - le comenta al dueño - Echo de menos las peleas de barrio a la vieja usanza, ni siquiera hay combates de boxeo decentes - no había duda de que Jan era un hombre de acción, pero seguramente su rudeza y poca agilidad mental le impide llegar todo lo alto que se merece.

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26/10/2010, 20:18
Giussepe

- Ma bambino... Sei diventato un pazzo?*- le dice Giussepe malhumoradamente a Jan saliendo de la cocina - ¿A qué viene eso de hablar de los del FBI? A esos ni los mentes que traen mala suerte.

Giussepe mira alrededor constatando que a estas horas sólo están algunos de los hombres de Terrasini y un par ladronzuelos de poca monta que a veces también hacen de vigilantes para la familia.

- Anda para adentro y deja las cajas en el trastero. Y si quieres algo de buen trabajo aprende a mantener la boca callada y habla con Roberto. ¿No es él quien se encarga de reclutar? Pero cuidado: a ver si te va a dar un buen trabajo y luego lo lamentas.

Notas de juego

* Traducción del italiano: ¿Te estás volviendo tonto?

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28/10/2010, 10:57
Jan Clemenzza

Jan sonríe sarcásticamente a las palabras de Guissepe mientras termina de depositar las cajas en el local. Las palabras, como siempre, eran dagas ardientes que se clavaban en su espalda, de ahí que siempre decidiera no hablar demasiado, todo lo que saliese por su boca iba a ser utilizado en su contra, al igual que el código policial. No había duda de que a veces sentía que el mundo estaba en su contra, por eso, lentamente y con paciencia iba a buscar la manera de realzarse como persona y como ente del crimen organizado, pero tan solo necesitaba más tiempo.

- Roberto ¿eh? supongo que nunca me dará mejor trabajo que el que tu me das - dijo más serio casi arrepintiéndose de aquellas palabras ya que estaba aumentando las posibilidades de que recibiera otro contra ataque por parte de Giussepe.

Finalmente, una vez acabada la tarea, se dedicó a buscar a Roberto, igual hoy era de esos días en el que Roberto estaba de buen humor y aceptaba intercambiar experiencias con Jan y darle información significativa para otras labores de la familia.

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28/10/2010, 15:28
Henrietta "La Mamma" Corozzo

En ese momento, se abre la puerta y entra ella. Como siempre, viste una blusa de algún color indefinido, ancha e informe. Lleva el pelo recogido en un moño austero y una sonrisa amable... hasta que hace pasar al muchacho a collejazos.

- Me tienes cansada. Nunca serás nada de provecho - ¡zas!, otra torta en el cuello.

El chaval de unos 11 años, se encoge, esperando que las orejas de soplillo reciban la mayor parte de la golpiza.

- Sei inutile come tuo nonno - dice en un italiano muy castizo y perdido, con un acento, totalmente Newyorkino.

¡Zas!, otro más, esta vez en la cabeza. Y el muchacho, ágil como gamo, pasa corriendo por entre las mesas, para buscar un lugar donde sentarse, lejos de la ira de su abuela.

Todos saben el significado de esas palabras. Ennio Terrasini había sido la vergüenza de la familia. Enclenque y pusilánime. Sólo tuvo el tino de hacer una cosa bien en su vida: casarse con Henrietta.

Lo que se rumoreaba sobre ella es verdad. Todo y peor.

Que venía de Sicilia, que era una de las principales mafiosas del barrio donde nació, que había pasado tiempo en la cárcel por haber matado a un rival. Todo lo que se decía y lo que se ocultaba.

Todo.

Y todos lo sabían. Incluso el bueno de Jack temblaba al verla y se quitaba el sombrero, cuando lo llevaba. Todos la temían al verla avanzar cual diva de opereta, con los jamones enfundados en esa falda marrón de matriarca.

Pese a tener esa apariencia bonachona, Henrietta es una señora oronda que ronda bien pasada la cincuentena y cuya mala ostia es legendaria. A nadie engañaba ese sonreir beatífico. No por nada la llamaban "la Mamma"

Notas de juego

*Eres tan inútil como tu abuelo.

 Las cosas que van en pasado es porque son en un pasado que se prolonga al presente. El resto lo he modificado hasta el presente.

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28/10/2010, 16:50
Jack Terrasini

- Mamma, mia querida, se levanta Jack rápidamente con el vaso de whisky en la mano. Ven y comparte mi tabola, que este lugar es un agujero inmundo sin tu clase.

Luego, con una sonrisa, señala rápidamente a Milo que sirva lo que la Mamma tome. Y al niño ponle un refresco, agrega, señalando al chiquillo de cara hosca.

Notas de juego

Mamma, recuerda que se nos pidíó escribir el presente...

Milo:

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28/10/2010, 20:48
Renato Terrasini

Renato se levanta cual resorte pero con tranquilidad, seguido de sus dos compañeros.

- Mia mamma... -

Dice con elegancia y porte , dispuesto a besarle la mano.

- Veo que el pequeño anda haciendo de las suyas, podemos enseñarle un par de cosas para que aprenda rápido, si asi lo deseas Mamma...

Dice pasando su robusta mano en la cabeza del chico, despeinándolo un poco..

Patriccio y Olga tambien besan la mano de la Mamma, con elegancia, seguido de unas palabras que le decian que podian contar con ellos cuando lo deseara.

Al ver como el veterano de Jack se acercaba a la Mamma, con su familiar vaso de whisky en la mano, esa porte robusta y pasada en años, no puede evitar emitir algo parecido a uno sonrisa, para seguir con las siguientes palabras...

-Veo que Jack ya te tendra en buenas manos, volveré con su permiso a mi mesa con Patriccio y Olga, mientras hablamos de los ultimos asuntos, si necesitan cualquier cosa andamos cerca, que aproveche... -

Esperando la aprobación de Mamma y Jack, se vuelve a la mesa.

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28/10/2010, 22:49
Jack Terrasini

- Renato, crío... dice Jack tras un leve sorbo y apartar una silla para la Mamma. Me contaron ayer de tu trabajo en Rivera... muy bueno, muchacho, muy bueno. Ojalá hubiera más como tú. Prolijos.

Su mirada, sin embargo, se desvía hacia las compañías de Renato. Una mirada claramente desaprobadora.
- Aunque no sé qué utilidad ves en llevar una muchacha de aquí para allá. Con disculpas de Mamma; una mujer debe estar en la casa, ya sea ordenando a los criados u organizando los asuntos. Las calles son para los hombres.

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29/10/2010, 00:00
Renato Terrasini

Renato sonrie ante el comentario de Jack...

- Olga puede llegar a ser muy capaz en cuestion de "limpieza" , sobrepasando a muchos hombres de otras familias, ademas, Olga disfruta con su trabajo....¿verdad olga? -

Olga sonrie cogiendo su puño y crujiendo los nudillos...

- La verdad, que mi trrabajo me encanta, suelo serr muy meticulosa con la limpieza, no dejando mancha alguna o cabos sueltos, soy a mi manerra muy buena con la limpieza -

Renato sonrie...

- ¿ ves a que me referia Jack ? , Nosotros nos encargamos de cuidar a los " crios" descarriados, siempre nos tomamos muy en serio los trabajos de limpieza, solemos ser muy buenos amos y amas de casa -

Dice sonriendo renato.

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29/10/2010, 03:37
Jack Terrasini

El viejo Jack asiente brevemente, un movimiento seco de la cabeza. Termina el whisky, da una pitada al habano aunque este se ha apagado, y coloca una manaza pesada en el prolijo hombro del impecable traje de Renato.

- Los tiempos cambian, supongo... a tu edad, la limpieza nos importaba bien poco. ¿Quién iba a meterse en los asuntos de los Terrasini? ¡Con solo nombrarnos el jefe de policías se cagaba en los pantalones! 

Vuelve a la mesa con pasos lentos, medidos. Exteriormente tal vez parezca una persona major, vencida por los traspies de la familia en estos últimos años, el declive de la que fuera una de las organizaciones más poderosas e impunes de New York. Pero se estarían equivocando con el viejo, fofo, tonto Jack. Cada paso es justo, ni más allá, ni más acá. Cada gesto es intenso, calculado. Cada palabra carga el significado justo de quien sabe, sin dudas, moverse como un pez en las turbias aguas del hampa.

Vuelve a la mesa, entonces, mientras le sirven otro whisky, con un hielo como a él le gusta, se sienta haciendo crujir la silla, y empina el codo. - A tu salud, Mamma... por que nunca pierdas tu belleza. Y por los viejos buenos tiempos, que mierda.

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29/10/2010, 11:14
Jan Clemenzza

 Jan también saluda a la mamma con respeto, pero su objetivo ha sido y siempre será si hijo. Aquel pequeño hombre estaba viviendo desde muy temprana edad el mismo trato que el sintió cuando era joven, eso hizo que se estableciera un vínculo empático muy fuerte que siempre lleva al grandullón de Jan querer proteger a aquel crío.

- En poco tiempo dará un estirón y le sorprenderá querida mamma - dijo mientras le pellizcaba con suavidad la blanda y sonrosada mejilla del chaval, poco después le guiñó un ojo para que supiese que podía confiar en él.

- Mamma, espero que hayas pensado la oferta que te propuse semanas atrás, ya te dije que si dejas al crío a mi cargo le haré un hombre obediente y fuerte - comenta a la vez sigue cargando nuevas cajas para dárselas a Guiussepe.

No había duda que su tarea era dificil, quería instruir a aquel niño para que fuese alguien importante en la familia, no el punching ball desgastado de adultos que no están conformes con su vida, tan solo esperaba que no cometiese el error de cogerle suficiente cariño al hijo de la mamma.

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31/10/2010, 14:21
Henrietta "La Mamma" Corozzo

Mamma entra al bareto que le recuerda cariñosamente, a alguna de las tasquillas de su Sicilia natal.

- Ah Jack, querido, siempre tan educado y correcto. ¿Qué sería la familia sin ti, mio piccolo? ¿Que sería de las nuevas generaciones? - sonrie y se deja agasajar por el hombre maduro. Es más que evidente que le gusta la gran presencia de este hombre. Le tiende la mano que él besa - No como este niño - empieza a alterarse de nuevo

- ¡Ma Nonna... per favore...!- comienza a decir el niño enclenque.

- Né la nonna, né per favore, sei una vergogna. Ah! Se tuo nonno alzò la testa solo per sentire il perdono!* - exaltada va a ir hacia el chaval que se refugia detrás de Jan - Ay, Jack, ¿sabe que ha tenido la indecencia de sugerir este nieto que no es mío? No tiene perdón... ¡Que quiere ser policía! ¡NINGUN NIETO MíO SERÁ POLICÍA!

La Mamma avanza hacia el muchacho, apartando las sillas cuando se calma por las palabras de Jack y Renato. Conocen el temperamento y sus arranques de furia; al muchacho le espera una buena tunda cuando estén en privado.

- Mei figli, sono la speranza della famiglia... - cuando se altera y se pone melancólica, olvida ese americano barriobajero que aprendió hace más de treinta años a la llegada a la ciudad, en un carguero ilegal. Su mirada pasa hasta Jan -... per questo mio nipote.... ¡Ay! - se lamenta - Me matará a disgustos. Como su madre y como el padre de su madre. Ma... ¿que hice para merecer semejante desgracia?

Se sienta pesarosa en la silla que le ofrece Milo.

- Voy a tener que aceptar tu oferta, muchacho. Este criajo necesita un correcional, alguien como tú, que lo haga un hombre de verdad. Esta oveja descarriada - mira con respeto a Jan - Tu padre está tan orgulloso de tí. ¡Que pena que no hubieras sido hijo mío, muchacho1. Habrías sido tan de provecho - pasa de la ternura al más duro de los tonos cuando vuelve a mirar con fiereza al nieto - ¡Rico! ¡Ven y tráele a tu abuela una bebida! ¡Vamos, muévete! ¿ A qué estás esperando?

Enrico Terrasini, no se levanta, vuela. Sabe que no es el momento de provocar a la Mamma.

- Renato, he escuchado al bueno de Jack... y algunos otros informadores. Hay que reconocer, bambino, que tienes buen gusto y que tus chicos - mira a Olga y Patriccio - saben bien lo que hacen. Sigue así - palmea el hombro del joven adulto, como si fuera uno de sus hijos de seis años - Llegarás alto. No como esa piltrafa que tengo por nieto...

Rico pone el vaso para su abuela y se aparta, otra vez junto a Jan.

- ¡Eso! Toma ejemplo por una vez de alguien que merezca la pena - va a levantarle la mano de nuevo - Colmas mi paciencia...

Da un trago al limoncello que le ha servido Milo y levanta el brazo para brindar.

- Ma e... niños. ¿Como va el negocio? - pregunta a los tres reunidos con ella.

Desde la muerte de su única hija y su esposo en un accidente de tráfico bastante sospechoso, ella se ha encargado públicamente de los asuntos que son de importancia para los Terrasini. Entre ellos de Rico, el futuro heredero del negocio. El hermano de Jack, Ennio, era un auténtico estorbo para la Familia y todos ahí presentes lo sabían, incluso Milo. Por suerte la mano dura de Henrietta le ha valido, ganar el apodo de Tatcher entre algunos miembros fuera del Clan. Sobre todo entre algunos no afines, diciéndolo eufemísticamente.

Notas de juego

*Ni abuela ni porfavor, eres una verguenza. ¡Ah! Si tu bisabuelo levantara cabeza ¡La perdería con sólo escucharte!

** Hijos mios, sois la esperanza de la familia... porque este nieto mío..

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01/11/2010, 13:31
Jack Terrasini

Muchos, muchos años atrás, la Mamma le hechó la bronca a Jack; y el hombre lo recordó con una sonrisa. Estar en los zapatos de Enrico ahora mismo era terrible, pero él ya lo había sufrido.

Cuando Jack tenía 12 años, descubrió a aquella muchacha... ah, dolce amore! Claro, Romeo y Julieta era una gran lectura, pero una pésima lección de vida. Sus ojos, su cara, sus pechos... ehem... la muchacha, de nombre Hilary y de apellido Townson, era de una familia ilustre newyorkina. Pura estirpe de los Padres Fundadores.

El nombre Terrassini era como un insulto en su casa, y para ella.

Es por ello que Gianpiero Terrasini, cuando fue consultado su nombre aquella deliciosa tarde en que conoció al ángel de Hilary, dijo Jack. Con tan mala suerte que su hermano mayor, Ennio, lo oyó.

En fin, para hacer la historia corta, fue la broma de la Familia por mucho tiempo, varios años. Ennio lo molestaba con el nombre, diciendo que quería renegar de la familia. La Mamma, otro tanto. Sus primos... tres costillas rotas, el brazo un mes en cabestrillo. Pero sus propias acciones, su propio valor, los callaron uno a uno. Y el mote se pegó, tanto que la propio Mamma ahora lo llamaba Jack, como todos. El Jack Terrasini.

Jack guiña el ojo a Rico, y le hace señas a Jan que se lleve al mocoso. Inútil o no, su sobrino sabría entretenerlo. Milo, discreto como siempre cuando se habla de asuntos privados, se retira a la barra nuevamente; el lugar está bastante vacío y nadie se encuentra cerca, pero aún así Jack habla en tono bajo, tanto que Renato se ve forzado a sentarse a la mesa y acercar el oido para oir lo que el viejo cuenta.

- Las cosas no están bien, Henrietta. Mira a Jan, un muchacho en la flor de la edad bajando cajas en un bar! No, no están bien. La influencia de los Terrasini se diluye... - sus manos se crispan sobre la mesa, hasta anclar en el ya vacío vaso de whisky.

- El cargamento de Cuba de la semana pasada nunca llegó al puerto. Las inversiones van bien, eso no me preocupa, y podremos mantener la cabeza a flote, pero no podemos vivir solo de las monedas que sacamos por protección. Ese cargamento era una inyección de adrenalina a nuestra vida, y la hemos perdido. Los pequeños negocios son eso, pequeños...

Con sus manos gruesas toma el periódico y lo abre, por la página tercera. Su dedo aprieta una foto, borrosa, en la que el Alcalde sonríe en la acera. Pero no apunta el político, sino a un hombre enjuto, de traje y bombín, detrás de él.

- Lucca Santoro. Él tiene lo que nos pertenece. Los Santoro nos han ido devorando poco a poco, y la Familia lo consiente, Mamma. No podemos seguir así, y te imploro: esta vez déjanos darle un golpe. El resto me escuchará si tú le das el visto bueno; y piensa por favor en esto una vez más: debemos recordarle a New York que los Terrasini aún existimos.

La Mamma tuerce la boca... Jack insiste con lo mismo hace meses... pero desatar una guerra contra los Santoro, siendo ellos ahora tan influyentes, podría ser catatrófico para los Terrasini si no es ejecutado con maestría. La idea probablemente no le gusta, pero es cierto que se están ahogando, y las opciones son cada vez menores. Cada vez menos negocios para ellos, si los Santoro acaparan todo.

- Y tengo algo en mente... - prosigue Jack, volviendo a pasar las páginas. El Club para Caballeros Sweet Bird Blues, - muestra la noticia. Inaugura el viernes... y es una tapadera del dinero de las importaciones de los Santoro. Yo digo que el club debe cerrar, la primer noche.

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01/11/2010, 14:13
Jack Terrasini

Notas de juego

A ver, armemos el árbol familiar ;)

Yo creo que Jack le dice a Henrietta Mamma más por respeto que porque sea mucho mayor que él, ya que ella tiene una reputación y mano de hierro que pesa en la Familia. Jack es un veterano y probablemente tenga voz en los asuntos importantes, pero no tiene su influencia.

Entonces, Ennio era mi hermano, ya lo establecimos. Yo antes dije que Jan era mi sobrino, hijo del inútil de mi hermano. Lo nombré Stephen, más que nada porque pensaba en yanqui y no en italiano... pero bueno, pasa.

Por regla de tres, y por como has descripto a Ennio, Jan debería ser hijo tuyo XD

Eso, o Jack tuvo DOS hermanos inútiles XD

 

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01/11/2010, 14:21
Jack Terrasini

Notas de juego

Dale, entones podemos decir que hubo tres hermanos en la rama de Jack:

Ennio (el mayor), Gianpiero (Jack), y... Amato. Este último es el padre de Jan.

Ennio se casó con Henrietta, y tuvieron un hijo. Asumo que este hijo está muerto, Mamma? Ponle nombres, que es más divertido XD

Luego, por completar, el padre de los tres es... Tiziano Terrasini. Podría ser el patriarca, aún vivo, qué les parece?


Tiziano Terrasini... ya no ríes como antes, padre...

Luego de algún otro hijo de Tiziano podríamos trazar una línea descendente hasta Renato, que por la edad debería estar a la altura generacional de Jan.

Jack nunca se casó, algo que siempre le reprochan.

 

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01/11/2010, 14:28
Jack Terrasini

Notas de juego

Sigo aportando imágenes que tal vez puedan ser útiles, o dar inspiración:


Il Pappa cuando era joven y los Terrasini eran un imperio... La mia mamma, bella...

Este podría ser Lucca Santoro:

 

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09/11/2010, 16:40
Michael Terrasini

Michael entra en el  Plugia con sus habituales ojeras rodeando sus ojos. Lleva de la mano a su hijo, Homero. Parece cabreado. Cuando Michael está cabreado sólo saluda con la mano. Así lo hace antes de sentarse.

-Giuseppe, una copa de vino para mi y una cola para el ragazzo.

Michael está nervioso y cabreado. Suele tener esa expresión siempre que ha tenido lio con la parienta.

-¿Cuando llegará la mamma, papá?

-Cuando a ella le venga en gana, como siempre.

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10/11/2010, 13:42
Renato Terrasini

Después de varios días sin aparecer por el Restaurante, aparece con una buena pila de libros y documentos, como siempre Olga y Patriccio le acompañan.

Desde la mesa que normalmente ocupa, pero alejado de las ventanas, Renato hace una señal a Giuseppe para que les sirva.

- Giuseppe, en cuando llegué Jan le dices que se acerque a nuestra mesa, debemos de hablar de algunos asuntos que andamos investigando.

Giuseppe asiente con la cabeza, para proseguir en apuntar lo que desean tomar.

- Patriccio a estado bien la información que has recogido, sobre las últimas subastas de estos meses, ando buscando una extraña figura, he de averiguar cuando, de donde y si hay mas de esa clase de figuras.

Patriccio sonrie...

- Es fácil, acuerdate que la mayoría de mis familiares son anticuarios, no me ah costado nada conseguir esa información.

Olga se queda un poco curiosa viendo la conversacion de los dos hombres.

- No entenderrr, el porrrque dre esa mania con las figurras, ¿por que son tan importantes RRenato?.

Renato sonrie a Olga.

- Si te contara, no te lo creerias, he visto cosas raras en mi vida, pero lo que vi el otro día, jamás creiría que lo vería alguna vez.

Olga se queda un poco en Silencio, para hablar al poco.

- Hombrrres, no hay quien os entrrrienda.