Partida Rol por web

El resoplido de la mujer se oye en todo el bar y los pocos que la miraron, al igual que  a la entrada, vuelven pronto a sus asuntos.

- ¿E alora que hacemos? - pregunta a Jack como quien pide consejo a algún sabio en la asignatura de la vida - Si le dejamos andare solo volverán a meterse en problemas

Niega dándose por vencida.

- Ah Jack, muchacho... - deja caer mientras se levanta - ... qué será de la Famiglia cuando no estemos - se dirige a la puerta esperando que el hombretón termine la bebida y le ofrezca el brazo

Jack se esfuerza por no tambalearse, ofreciendo el brazo a la Mamma y dirgiéndose con ella hacia la puerta.
Con mano libre se encasqueta el sombrero.

- No lo sé, Henrietta; pero como sigan con tonterías como cultos en vez de prestar atención a las sobrinas, pocos Terrasini vendrán a reemplazarnos.

Ella sostiene a Jack, más que agarrarse a su brazo

- Ay Jack, Jack, Jack, por más que me pese, cuanta razón tienes, muchacho. Son otros tiempos. E los raggazos de hoy no piensan en lo que deben, perpetuar la famiglia. ¿A dónde vamos a llegar?

Camina pesarosa diciendo bien claro y alto lo que piensa. Más de uno allí es de la nueva escuela, pero ella opina como siempre, que todo hombre está donde debe en el hogar, llevando el dinero y satisfaciendo a su esposa. No como su Ennio que jamás cumplió su parte en eso que debía cumplir como esposo.

- Las generaciones venideras acabarán con todas las tradiciones y si no al tiempo, muchacho

Rico abre la puerta con rapidez, evitando cualquier regañina por parte de una abuela susceptible.

"Nico" termina de apañarse el capuchino que tanto disfruta (y que a su entender, no es superado por ristorante o café de cualquier otro punto del ancho mundo) antes de agradecer sin aceptar el cigarro.

-Gracias parienta. Me guardo el "faso" para otros momentos.

Comenta sin darle mayor importancia. Con semblante más alegre agrega:

- Evidente es que no podrá cambiar vuestro padre sus costumbres en lo inmediato, pero se agradece que esté mejor. Supongo que tenerte...Tenerla aquí es algo que le aminora las cargas.

Sonríe ameno.

-Sobre mi aporte a la fundación...

Se encoje de hombros alzando las cejas, con una mueca pícara que ha tenido desde niño en el rostro, guardada para estas situaciones

-...Todo Terrasini tiene un corazón, verdad? hehe, está eso, y que es una arista interesante del ámbito contable-legal.

Luego ve entrar al local a Ezzio y evalúa su andar, sacando las mismas conclusiones tiene el saber popular sobre ese tipo duro.

-Hay movimiento en el ambiente, no le parece parienta?

Pregunta retóricamente. Luego, más serio y confidencial

-Dígame, Roberta... ¿No le da la extraña sensación de que... Bueno, de que... Encaja solo en parte?

Alzando un dedo como quien apunta al cielo agrega

-...No me malinterprete. Quiero decir, seguramente en su campo del saber hay innumerables estudios sobre la conformación de grupos, subgrupos y demás...

Comenta algo molesto consigo mismo por la indiscreción.

Porqué no me habré hecho hippie. Piensa.

Roberta cruza las manos y se acomoda mejor en el asiento mientras el nuevo visitante entra en el restaurante, y es que este lugar nunca irá a la quiebra y de sobra es sabido el porque. Es irónico comprobar como este negocio desde su creación ya contaba con clientes fijos.

-No se primo a que te refieres con no encajar. Cuando eres un Terrasini ya sabes que encajas quieras o no, ademas es la familia, hay que quererlos tengas tiempo o no para ello-

Mira fijamente a su pariente para contestarle sobre su padre y su participación en la fundación.

-Mi padre es una buena persona, y si es cierto, supongo que mi presencia le hace bien pero le iría mejor si dejara de estar siempre tan encima de todo lo que le rodea...Si eres tan bueno como dices sacaremos adelante nuestro proyecto y además disfrutaras con ello. Los niños son una fuente inagotable de bondad y buenos propositos-

Asevera sonriendo mientras levanta la mano para indicarle a Giuseppe que les traiga mas de los estan bebiendo los dos. Piensa un momento en como conocio a Ezzio Landore y se muerde un labio, un escalofrio de terror la recorre, por suerte esta en otra mesa hablando con otro

-Bueno primo si vamos a trabajar juntos deberiamos conocernos un poco mas. Para empezar dejame de llamarme de usted y para seguir ¿Tienes familia, novia, hijos o algo parecido?-

Se acerca un poco mas a Nicola sonriendo ampliamente pero tensa.

Frank sonríe sin mirar a Ezzio cuando éste se sienta en la mesa, masticando con ganas el filete. Cuando levanta la mirada para cruzarla con Ezzio, empieza a cortar otro trozo con parsimonia.

- Da, ieso me gusta, jefes bien informados. Uno no tiene que perder tiempo hablando de si mismo y vendiéndose como vulgar trapero. Da, busco patrón, y ofresco iesperiensia. ¿Quieren lo que ofresco?

Se mete el trozo de carne recien cortado en la boca, y lo mastica lentamente. Echa el cuerpo hacia atrás y mira a los ojos a su contertulio. Su ya característica sonrisa consigue que un gesto desafiante quede en una simple declaración de intenciones: Frank no se achanta por cualquier cosa, y eso es útil si se sabe explotar.

El homónimo del otrora Don de la familia asiente.

-Claro prima. Mis padres aún viven. Al igual que mi abuela materna. Todos aquí en el barrio... Mi hermano Enrico, bueno él está en las fuerzas armadas. Por lo demás, me temo que nada aún... Así como lo hace la mamma! Es que, bueno, al volver cerré capítulo con mi vida de estudiante, y la gente de Conecticut.

Mira a los parroquianos

-Por supuesto que uno encaja aquí, pero bueno...

Se corta.

-Giussepe, el nota sabe lo que hace como el que más... Bueno, toma y dacca no? Qué hay de ust...Ti prima?

Nicola se pregunta muchas veces si lo aprendido de parte de su padre sobre armas de fuego le coloca en posición de buen tirador, y si esto es signo de que podría apañarselas con "trabajos"... Aunque ese no haya sido hasta ahora su norte...

-Bueno me alegra saber que valoras tu familia, yo tambien tengo lo mismo...familia, y por lo demas, bueno hubo alguien pero al igual que tu quedo atras cuando volvi aqui-

Se nota que es un tema que la entristece pero cambia de expresión

-No sabía que tu hermano trabajase para las fuerzas armadas, es algo ironico...La verdad es que te voy a ser sincera..Lo que yo busco para colaborar en mi fundación no es el típico guardaespaldas de los Terrasini sino alguien que realmente quiera involucrarse en este proyecto..¿Lo entiendes Nico?-

En realidad parece que fuera una entrevista de trabajo pero aunque sea idea de su padre y tenga que aceptarlo eso no quita que intente que se desvirtue lo maximo posible.

Nicola piensa un segundo en su arma, casi de adorno entre tanto tipo duro, y luego sonríe a su prima.

-Roberta, ya que estamos en plan parientes, he de decirte que mis amigos y cercanos me llaman Nico. Espero no te moleste llamarme de ese modo.

Guiña un ojo amigable, sin segundas intenciones en absoluto.

-Has de saber que, si fuera un guardaespaldas, quizá no sería yo el individuo sentado de este lado. Por el contrario... Pero en caso de ponerse las cosas feas, cosa que suele  suceder por estos lares, supongo que tengo mis recursos. Debo advertirte sin embargo, y en honor a la "buena vibra" , como se suele decir por estos días, que le imprimes a tu gestión en la Fundación... Al respecto de que en una auditoría a fondo podríamos encontrar blanqueo de fondos y evasión de impuestos con donaciones fantasma, mi estimada. Hasta donde sé compartimos las mismas lealtades, y  por tu formación sé que evaluarás a fondo lo que se llama escala de grises.

Carraspea un instante, observa otros comprobantes sobre la mesa

-Ya dirás cuando podemos ir al nudo del asunto...

Ante su aclaracion sobre su nombre se sonroja ligeramente

-Soy consciente de la situacion de la fundación ,en un lugar como este era mucho pedir que estubiera completamente limpia...No te preocupes Nico si yo viera que necesito "amigos con armas" ya se lo hare saber a mi padre, en ti no quiero eso. ¿Estas de acuerdo entonces? Pues tu me dices por donde quieres empezar...-

Beba otro sorbo mas de la copa y se da cuenta que el vino comienza a subirsele.

Nuevamente la puerta del restaurante se abre y una figura jadeante cruza el umbral. Se detiene unos segundos dejando que la puerta se cierra a su espalda y, de paso, intentando calmar su respiración. El hombre, que rondará la treintena, viste ropa completamente informal empezando en las botas oscuras que calza y terminando en la blanca camiseta con manchas de sudor por una larga carrera. Colgando de la espalda lleva una bolsa marrón que deja en el suelo antes de quitarse un gorro de lana que ocultaba una media melena de pelo castaño, muy enredado y apelmazado.

- Hola, Giussepe. - Saluda al propietario y señala una puerta, los lavabos. - Una cerveza, bien fría, que ahora vuelvo en un momento.

De camino a los lavabos observa a los allí reunidos. Todos miembros o cercanos a la Familia, no podía ser de otra forma. Pero él a penas llevaba un par de meses bajo su sombra, como aquel que dice. Trabajo duro, esfuerzo, sudor y nunca un "no" por respuesta a los señoritos, ese había sido su día a día desde entonces. No se quejaba y siempre se ofrecía, no había trabajo duro, sucio o cargante que deshechase. La valía se tiene que demostrar desde lo mas bajo.

Un par de minutos después salió del lavabo, habiéndose cambiado de ropa por otra limpia, mas apropiada para las faenas. Las mismas botas negras, un pantalón de gruesa pana con tirantes y una limpia camisa blanca que lleva arremangada. El pelo, ligeramente mas ordenado, cae en una corta coleta como el rasgo mas distintivo. Ciertamente un hombre con el pelo largo es algo prácticamente insólito pero con el conjuto de sus ojos resulta una magnífica elección.

Se sentó en un taburete en la barra, todavía no había sido llamado nunca a una mesa y, por lo que a él respectaba, aún no se había ganado esa confianza. De la bolsa sacó un pequeño cuaderno, un fino librito y un lápiz.

- Aquí tienes. - Sirvió Giussepe la cerveza, una gélida y deliciosa Moreti.

- Muchas gracias, Guissepe. - Dejó el pago en la barra antes de dar cuenta de casi la mitad de la cerveza de un largo trago.

Acto seguido se concentró en sus útiles, con el cuaderno al lado del librito y el lápiz realizando lentos y esforzados recorridos mientras Ezequiel fruncía el ceño, concentrado.

Esta tarde el Plugia era un hervidero de actividad. Los lunes solían ser tranquilos pero, por un motivo u otro, por allí estaba pasando mucha gente conocida y varias caras nuevas. Ajeno a las demás conversaciones Ezzio se inclinó hacia Haram:

- Sí. Estamos interesados en tus servicios. Trabajaste para Koshak ¿verdad? 

Haram levantó la mirada. Koshak era un corredor de apuestas de origen soviético que, como otros tantos, había llegado a América huyendo del telón de acero. El caso de Koshak era el de la típica fuga de talentos: jugador de ajedrez internacional había pedido el asilo político nada más poner un pie en los EEUU. Ahora se ganaba la vida llevando todo tipo de apuestas y montando de vez en cuando partidas de póker donde había gente que perdía hasta el alma. En poco tiempo había amasado suficiente dinero como para contratar un grupo de matones personal a tiempo completo, pero en sus inicios Haram le cubrió un par de veces las espaldas. El viejo Koshak: con su aspecto de profesor universitario recién licenciado y un refinamiento en sus modales que lo hacían parecer un pobre pardillo. Menudo lobo con piel de cordero.

- Está montando una partida. Una grande. Tenemos a unos amigos que vienen de Chicago y quieren jugar... ¿puedes transmitirle nuestro interés?

Con el ceño fruncido, Nico observa los papeles que su prima le acercara.

-Pues, me insteresaría hacer una auditoría física de cuanto papel quedó en las oficinas. Y, con tiempo, ver todos y cada uno de los "expedientes" de cada niño... Si hay una cuestión legal por atender, qué se puede hacer y qué no. Quiero decir, visitar las instalaciones. En la medida de lo posible, dependiendo de tu agenda Roberta, quiciera ir en horario de trabajo, ver a quienes allí curran, y para el control fisico de papeles hacerlo fuera de horario.

Nicola sonríe y se afloja un poco la corbata

-Qué va, creo que la jornada laboral fue productiva, y mejor terminarla aquí! Veo que disfrutas de esas cepas, y yo a puro capuchino hehe...

Hace un gesto a Giussepe, dado que el mozo está ocuado, para que le acerque otra copa.

-Es un cosecha tardía?

Pregunta.

Roberta se demora un segundo en contestar

-Bueno la verdad es que no lo se, me vas a perdonar, ¡Pero no soy muy entendida en vinos!- Rie cristalina

-En cuanto a lo que nos atañe y a modo de final, te dire que en todo lo que pueda tendras carta blanca, habra algunos problemas de tipo legal para que accedas a algunos lados pero ya me las ingeniare. Como ves voy a confiar plenamente en ti, y en cuanto veas algo que no es bueno...hazmelo saber...-

Termina su copa mientras observa como los congregados hablan, la mayoria por lo bajo, y resopla sabiendo que estaran haciendo cosas sumamente ilegales

-La mafia siempre extendiendo sus tentaculos, hay algo que me gustaria saber Nico...¿ Has hecho algo para ellos alguna vez o tienes pensdo hacerlo?-

Saca otro de sus pitillos mentolados y espera que le rellenen la copa

Con la botella ya en la mesa, sirve a su prima

-Sí, es cosecha tardía.

Dice como respuesta a la pregunta de los servicios mafiosos

-Roberta, poco y nada he realizado en tales ámbitos... Pero si te interesa saberlo, he de hacer lo que deba por mi familia.

Luego con una sonrisa en el rostro completa

-Vaya que le das al vicio prima! jeje por cierto, donde cursaste tus estudios prima?

Sonrie algo tontamente y dandose cuenta de ello trata de volver a recuperar un poco la compostura antes de perder el control

-Claro, la familia lo merece todo..- Tono dubitativo, dudoso, que el interlocutor lo valore

-Hice la carrera en Londres, y me encanto hacerlo, Europa es todo un mundo diferente , limpio, amplio, un lugar donde ser uno mismo sin miedo a...a nadie... Y ¿Tu nico? ¿Donde estudiaste? ¿Por que volviste?-

Mira la copa de nuevo llena y se pregunta si cuando se levante sera capaz de irse a casa sola o tendra que llamar a papá. La sola idea le revuelve el estomago.

Nico hace girar el vino dentro de la copa, mirando el color cuasi dorado de tamaña exquicites

-En Yale. Conectticut. De hecho, una vez finalizados mis estudios de grado, continué con un postgrado de penal económico, mientras trabajaba en el estudio Fernandez&Escudero... Un estudio de renombre, el ingreso, como pinche, fue cortesía de la familia... Luego me hice mi camino.

Sonríe algo triste quizá, consecuencia del vino? No.

-Verás prima, yo también conocí una persona especial. Pero, evidentemente lo nuestro no fue realmente profundo y puro... La propuesta de volver a trabajar aquí, con la familia, le pareció inaceptable. Pues bien, lo primero es la familia. Borrón y cuenta nueva.

Roberta parece tranquilizarse tras la charla con su primo, el ambiente desde luego no lo propicia pero esta pasando la prueba y hasta parece buena persona.

-Bueno, solo se enamoran las personas nobles, ese es un punto a tu favor... Aunque me llama la atencion saber el porque no fue tan puro. Bueno, no quiero parecerte indiscreta, por mucho que haya sobrepasado mi limite alcoholico por hoy aun continuo siendo educada...-

Rie mas distraida y eso deberia anotarselo como un punto Nicola

- Claro que puedo, patrón. Pero conosco a Koshak, y no le bastará con una referensia de humilde servidor.

Deja un par de segundos de silencio, para expresar con el rostro la seriedad del asunto. Su sonrisa desaparece y ladea ligeramente la cabeza, acercándola a Ezzio. Suelta tenedor y cuchillo, y junta las manos encima del plato, frente a la boca, como si orase.

- Nesesito saber quien será persona de contacto, si yo o alguien de familia, para iel día del asunto. Número de invitados, cuanto quieren jugar, y si puede ser, referensias o nombres. Si son profesionales. Y sobretodo, nesesito saber si hay cuentas pendientes entre ajedresista y familia.

Se echa hacia atrás, coge otra vez cuchillo y tenedor, corta un trozo de carne, la sonrisa vuelve.

- Hay cosas que me pedirá iél, otras son para posible negosiasión si resela, tener margen, engatusarle, iesas cosas.

Guiña un ojo.

- Por supuesto, no tengo porqué desirle lo mismo, puedo adornarlo y olvidar cosas, si patrón quiere. Pero mejor no dar demasiado margen a imaginasión, no sería buena idea tener malentendido.

Se introduce el trozo de carne en la boca y lo mastica. Mientras lo hace, señala con el tenedor al hombre del pelo largo que está sentado en la barra, concentrado en un librito.

- Me vendría bien iese caballero para causar impresión agradable en ajedresista. ¿Ies parte, ne? Si no iestá ocupado, claro, y si patrón lo acepta.

Ezzio sonríe ante la claridad de la propuesta de Frank. Luego se vuelve hacia la barra y mira a Ezequiel. En cuanto éste levanta un momento la vista del bloc de notas en el que garabatea el lugarteniente de los Terrasini levanta una mano:

- Eh, tú. Sí, tú... Ven aquí. Trae tu bebida y siéntate con nosotros.

El tono es autoritario, directo. A Ezzio no se le hace esperar. Ezequiel mira a la pareja y tampoco se hace de rogar. Recoge sus cosas de la barra y se sienta sin preguntar nada. Las oportunidades así sólo vienen una vez. Si dudas se desvanecen.

- Sabes de lo que hablas.- Ezzio sonríe a Haram asintiendo. Luego se vuelve hacia Ezequiel y le dice:- ¿Ves a este tipo? Este tipo sabe donde está y lo que es más importante: hacia donde quiere ir. Me gusta. Quiero que seas su sombra y hagas lo que te diga. ¿Podrías hacerlo? Seguro que sí.

Se vuelve nuevamente hacia el yugoslavo. Su sonrisa ha desaparecido. Habla de negocios. Ahora está serio:

- No puedo decirte todavía los nombres de los tipos que vienen. Son dos: tienen dinero y están en el negocio. No son banqueros aburridos o abogados con ganas de emociones fuertes. Queremos ofrecerles un puesto en la partida con todo el respeto hacia Koshak porque sabemos que él no anda con gilipolladas. Es un tío serio, como tú. No hay problemas entre él y nosotros. Un par de veces hemos discutido por alguna partida pero nada serio: lo respetamos y él nos respeta. Eso es lo mejor que puede pasar para el negocio.

Enciende un cigarro y juguetea con el mechero un rato. Hay algo más que añadir, algo que probablemente no le hace mucha gracia. Finalmente lo larga:

- Sabemos que a esa partida irá Vitorino Salieri. Quizás lo conozcas: es uno de los pequeños de los Carveole. Primo por parte materna del mismísmo Lucio. No tengo nada contra él pero... en fin, es un tipo poco práctico. Se deja llevar mucho por su temperamento. Está prometido con la hermana pequeña de nuestro jefe... pero no queremos que nos relacionen con él en el tema de negocios. Ya sabes: una cosa es el amor y toda esa mierda y otra los negocios.- hace un aspaviento con la mano - Por eso no vamos a hablar nosotros directamente con Koshak. Si lo hacemos Vitorino podría sentirse ofendido por no haberle pedido a él el favor. No sé si se me entiende...