Partida Rol por web

Silvia acompaña a Alvaro para que llame a Laura. Entran los dos en la cabina, y la joven espera apoyada en uno de los laterales. Tras unas cuantas señales se escucha su voz soñolienta.

La joven no puede evitar sonreir al ser consciente de que acaba de despertarla. Ahora que piensa, sabe que la gente que como ella curra de noche, a las 9 es cuando estás en lo mejor del sueño... Se queda escuchando la conversación de ambos...

-Alvaro vuelve a lamentarse por haber molestado a Laura -Laura, perdona por despertarte ... ultimamente siempre te fastidio cuando te llamo- es una situación extraña, Silvia está escuchando la conversación y Alvaro sabe que está mal lo que está haciendo a la pobre Laura -necesito un favor, no sabemos absolutamente nada de como va lo de Silvia y tú dijiste que habías hablado con un policia ... ¿puedes enterarte de que se comenta sobre la investigación por la comisaria?-

- Tranquilo Álvaro...no pasa nada...comprendo la situación...pues sí hablé con un policía, el que quita las multas del local cuando nos pasamos con el ruido o cerramos demasiado tarde...si quieres hablo con él en cuanto pueda y te comento de noche...

Hace una pausa, seguramente para saber si tiene algo importante que hacer esta tarde.

- Hoy no abrimos así que sobre las ocho de la tarde puedes llamar o pasarte por casa, ¿vale?...Por cierto ¿qué tal estás? Tienes la voz algo ronca, no debiste dormir mucho...

El volumen de ese teléfono está bastante algo, y Silvia escucha perfectamente cada una de las palabras de Laura. Mira a Alvaro con la ceja levantada... ¿Qué pasará por su mente? Se pregunta la joven sin hacer comentario alguno. Casi aguanta la respiración mientras espera la respuesta del joven.

-Ya te puedes imaginar, nos echamos a las 5 y a las 8 estabamos en marcha, pero no te preocupes... estoy bien ...- la última frase le sale sola y se averguenza un poco, sin querer mirar a Silvia. Esta primera era la parte facil, Laura acababa de proponerle quedar a la tarde y Alvaro está completamente acorralado, con Silvia delante escuchandolo todo, el chico decide salir por la tangente y poner una escusa sin concretar demasiado, empieza a sentirse realmente mal con la situación ya que es incapaz de decidir que hacer -Ya veremeos a ver si puedo pasar, vamos a intentar ayudar a encontrar a Silvia... Bueno Laurita ... un beso ¿vale?-Alvaro cuelga el telefono visiblemente contrariado y sale de la cabina a tomar el aire.

Silvia mira extrañada a Alvaro. Por su actitud al hablar con Laura parece que está más colgado de lo que había querido admitir. Pero entonces... ¿Por qué se había liado con ella? Bueno, ese es su problema... Se dice encogiéndose de hombros y saliendo tras él. Se queda por un momento detrás suyo, sin saber qué hacer... ¿Se acerca y coloca su mano en su espalda? O ¿Se queda sin hacer nada, esperando a que reaccione?

- Venga, ¿vamos a dar una vuelta? - Le pregunta finalmente acercándose con un suspiro, y colocando su mano de forma cariñosa sobre su brazo.

El chico obedece y comienza a caminar hacía la moto, intentando apartar algunas ideas de su cabeza, al final, decide cambiar de tema y le preguntar a Silvia -¿Que hacemos ahora? falta un rato para que sea la hora en la que hemos quedado con Xabier y Diego- Alvaro piensa entonces que si van a salir a carretera con la moto van a tener que abrigarse mejor de lo que lo han hecho esa misma mañana -Antes de irnos hemos de pasar por casa para coger ropa de abrigo, no podemos irnos así o nos congelaremos ...-

- Yo la verdad, no tengo muchas ganas de hacer nada. No sé... Con todo lo que ha ocurrido... - Silvia se mete las manos en los bolsillos de su chaqueta. Es bastante gruesa, pero quizás insuficiente para ir en moto.

- Vale, vayamos a buscar algo más de abrigo. - Dice con un escalofrío. - Pero después, ¿qué hacemos? ¿dar una vuelta con la moto? - Le pregunta mirándole fijamente con sus grandes ojos castaños. Una sonrisa tímida asoma a sus labios... La joven a estas horas está acostumbrada a estar durmiendo. Menos los días que tiene clases a primera hora, esos son los peores... Pero la imagen de su cama ahora se le hace muy apetecible... Aunque en su fuero interno sabe que sería incapaz de dormir.

-¿Vuelta con la moto? te vas a cansar de moto por la tarde, Si quieres podemos descansar un rato en mi casa hasta que se haga la hora ... nos vendrá bien- propone Alvaro también sin demasiadas ganas de moverse sin rumbo fijo por Santiago sabiendo lo incomoda que era su moto cuando la vuelta era un poco más larga de lo normal, además, ya estaban haciendo averiguaciones para ver que era lo que sabía la policia, por la noche iban a ir al lugar del crimen y habían quedado para dentro de un rato para lo de los carteles, no había mucho más que hacer -y así también podremos comer algo ... mira, te invito a comer ... -dice alegremente pensando en lo largo que iba a ser el día y en que les harían falta las fuerzas ...

Silvia asiente con la cabeza. Únicamente había comentado lo de la moto, porque a la joven siempre le habían gustado, y nunca había podido tener ninguna. No cree que pueda cansarse... Pero no insiste ya que la moto es de Alvaro, y si no tiene ganas... Además, es verdad que se siente muy cansada, así que su propuesta se le hace apetecible.

- De acuerdo, acepto que me invites a comer. - Dice con un guiño de ojo y empieza a colocarse el casco sin apartar la mirada del joven.

Alvaro pone de nuevo la moto en marcha y dirige el rumbo a su casa, donde no tardan en llegar y aparcar en el garaje. Cuando cesa el estruendo producido por el motor, Alvaro le aclara a Silvia -Si vamos a ir por los alrededores de Santiago tenemos que abrigarnos bien, tengo algunos pares de guantes y una cazadora para el viento- Los chicos suben en el ascensor y Alvaro se vuelve a encontrar con esos ojos que tantas cosas le dicen, no sabe muy bien como actuar con ella en esa situación y menos con todo lo que está pasando con su amiga o la conversación con Laura, por un momento está tentado de besarla pero no hace absolutamente ningún gesto y desecha la idea.

El ascensor llega a su destino y Alvaro abre la puerta, coge el casco de Silvia y va a dejarlo a una de las dos habitaciones que tiene el piso. Al volver la chica está en el salón, el piso está medio ordenado gracias a que Alvaro no pasa demasiado tiempo en casa -Deberiamos descansar un poco, después prepararé algo- el chico no quiere mirar a los ojos de Silvia, sabe que si lo hace no tendrá muchas opciones de resistirse a sus encantos y la situación no es la más propicia.

La calidez del apartamento de Álvaro os hace daros cuenta del frío que hace realmente fuera. El tiempo se está enfriando y empieza a notarse que el invierno se acerca.

Álvaro le muestra su piso, realmente es pequeño pero tiene todo lo que necesita y encima le sale gratis ya que es el Autos Lobelle el que le paga la estancia mientras juega para ellos en el equipo B. El chico se decide a encender un poco la calefacción ya que había dejado las ventanas abiertas para ventilar el piso. 

Finalmente llegan al piso de Alvaro. Mientras el joven va a guardar los cascos, Silvia se queda en una sala sin moverse, pero sus ojos curiosos lo observan todo.

Cuando el joven vuelve, ella lo mira a los ojos. No sabe como actuar tras lo de anoche. Ella desearía que la abrazara, quitándole ese frío que todavía siente en la boca del estómago. Pero, se da cuenta como el joven rehuye su mirada, así que baja la cabeza y asiente ante su comentario.

- Sí, descansemos algo... Supongo que nos sentará bien... - Comenta en un susurro, preguntándose qué hace allí. Él se está comportando como un caballero, llevándola a su casa para no dejarla sola, pero se nota la incomodidad que siente. Suspira y vuelve a levantar la mirada... Se saca la chaqueta y le mira con ella en la mano... - ¿Dónde puedo dejarla? -

-Dejala en la habitación que hay libre, tenemos un par de horas para descansar- contesta mientras se sienta en el sofá sintiendose reconfortado al instante. Durante el corto espacio de tiempo que pasa solo en el comedor, Alvaro se pone a pensar en todo lo que estaba pasando, la situación era la que era y los acontecimientos habían hecho que él y Silvia se conocieran en esas circunstancias, pero ... ¿por qué la había llevado a su casa? en el fondo quería que pasara algo y creía saber que ella también o no le hubiera cogido de la mano esta mañana y no buscaría tanto su mirada, la cosa dependía de él pero no quería asustarla y que pensara que la había llevado a su casa para eso, además tampoco sabía lo afectada que estaba por lo de su amiga, no era lo propio buscar sus calidos labios ahora, pero el chico se estaba poniendo nervioso por momentos.

La entrada de Silvia en el comedor lo saca de sus pensamientos y lo sobresalta un poco, el chico enciende la tele para evitar una situación incomoda ...

Tras dejar la chaqueta y el bolso en la habitación que Alvaro le ha indicado, Silvia vuelve al salón. Allí se encuentra el muchacho, por un momento sus miradas se cruzan, y la joven sonríe. Pero rápidamente Alvaro la aparta y enciende la tele.

Silvia se sienta en el sofa. Su mirada se queda clavada en el televisor, aunque su mente está muy lejos de allí, recordando cada momento de la noche anterior, suspira suavemente. Sin hacer comentario alguno se quita el calzado y coloca sus pies sobre el asiento, doblando las rodillas y apoyando sus brazos sobre ellas. La joven había dejado al descubierto unos calcetines bastante coloridos.

- ¿Qué vamos a ver? - Pregunta finalmente volviendo nuevamente su mirada a Alvaro.

-Imaginate lo que están echando a estas horas ...- bromea Alvaro -lo más probable que ocurra es que me duerma- le dice sinceramente al notar lo cansado que está y sabiendo que puede ocurrir a pesar de tener invitados -¿Tú no puedes dormir? Ven aquí anda ...- Decide ofrecer el chico con voz calida al verla ahí sentada y señalandole un sitio en el sofa al lado suyo -Vamos a tumbarnos juntitos un rato-

Silvia sonríe ante el ofrecimiento de Alvaro. Y sin pensárselo dos veces se levanta sentándose junto a él. Siente también mucho cansancio, pero duda de que pueda llegar a dormirse.

Se tumban juntos, ella ocupa poquito y no hay ningún problema de que estén los dos en el sofá. Siente los cálidos brazos de Alvaro rodeándola, y suspira. Se siente reconfortada y apoya la cabeza en el pecho del joven, sintiendo los latidos de su corazón, dejándose arruyar por ese sonido.

La joven hace mucho que no está así con ningún chico. Siempre ha sido reacia, no dejando que se acerquen demasiado a ella. Cierra los ojos con el sentimiento de que posiblemente los acontecimientos de la noche anterior le estén haciendo bajar la guardia... Aunque una dulce sonrisa asoma a sus labios...

Alvaro rie ligeramente cuando ve a Silvia ocupar la nueva posición sin oponer resistencia, timidamente al principio, la abraza con suavidad, los dos se tumban en el sofa y él huele el pelo de ella cuando apoya la cabeza en su pecho, acariciandolo. Poco a poco los pensamientos del chico empiezan a centrarse en el cuerpo de Silvia, tan cerca, ... Alvaro esta bastante excitado y puede que ella lo note, pero se resiste a ir más allá debido a las circunstancias.

De repente, la joven es consciente de lo que le ocurre a Alvaro. Abre los ojos, sin levantar la cabeza, mientras éste acaricia su cabello. Siente como el muchacho se excita con sentir el cuerpo de ella cerca.

En otro momento quizás buscaría ese contacto. Levantaría la cabeza y besaría sus labios, mientras su mano juguetona empezaría a introducirse bajo su camiseta...

Pero siente que eso sería una falta de respeto a su amiga... Además, no quiere que el joven se crea que ella es una buscona, no entiende por qué... Pero no quiere joderla. Así que cierra nuevamente los ojos y se acomoda, dejando que Alvaro continúe acariciándole el cabello...