Partida Rol por web

Peligro en Desembarco del Rey

LLEGADA A DESEMBARCO DEL REY

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22/07/2014, 13:10
Alan Flanders

Al subir a la habitación veis a Alan Flanders medio adormilado junto al lecho del mercenario herido.

Al llegar, Alan despierta y os cuenta.

Ha tenido mucha fiebre toda la mañana, dudo que se recupere, y además no recupera la consciencia, os dice.

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22/07/2014, 16:46
Nymeria Bredford

Nymeria suspiró, y no emitió palabra. Solo volvió a bajar hacia la barra donde estaba el Tabernero.

- Necesitamos los servicios de un maestre. Donde podemos encontrar uno?

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22/07/2014, 17:41
Albian Maredson

Miro con preocupación al hombre mercenario que había intentado cuidar para que no muriese, pero parecía que todo esfuerzo era en vano. 

-Disculpe Alan... ¿no se pueden usar medicamentos para que baje la fiebre?, ¿hay algún sauce cerca? Quizás podamos preparar algún remedio con la salicina que contiene... o guayaba... ¿venden en alguna tienda? O flores...- me llevo la mano a la barbilla pensativa, intentando recordar cuál era la flor que salía en el libro que me llamó la atención hace tanto tiempo. Choco el puño izquierdo en la palma de la mano derecha recordando al fin de cuál se trataba -Viola tricolor, podemos hacer infusiones de las dos últimas cosas si encuentro. 

Aguardo a la espera de indicaciones. Si era posible encontrar alguna de las tres cosas (o las tres) quizás podríamos bajarle la fiebre y que mejorase... 

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22/07/2014, 20:09
Alan Flanders

Alan permanece unos instantes pensativo y al rato comienza a hablar:

- Ahora que lo dices sí que conozco un maestre, tiene un pequeño comercio cerca del septo de Balor, y puede que tenga algunas medicinas para este pobre desgraciado.

Hace años sufrí de un fuerte dolor de estómago y me vendió unas hierbas que en infusión me calmaron ese mal.

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23/07/2014, 00:52
Ragar Silox

Al parecer Nymeria había decidido que yo no acompañaría a Ser Joris. Me pareció una decisión muy sensata, ya que si de una trampa se tratase al menos se aseguraba de que yo aún pudiese representar a nuestra casa.

Aunque ayudar a detener a un rebelde…

Mientras le daba vueltas a la idea de acabar con un fugitivo perseguido por la corona escuchaba de forma parcial lo que Nymeria y Albian hablaban con el mercader.

Por unos momentos, en donde mi mente abandonó los pensamientos sobre el rebelde, mis ojos se fijaron en el moribundo, su frente perlada de sudor y su rostro fruncido y desmejorado eran claras señales de que el Desconocido esperaba pacientemente tras cada una de sus desesperados y forzosos suspiros.

Las palabras finales de Alan me quitaron del hipnótico transe que consistía en observar al moribundo alejarse de este mundo con cada segundo…

Un Maestre nos será de mucha utilidad en este momento…

-Nymeria-La llamé en tono calmo- ¿Quieres que vaya en busca de el Maestre?-Le pregunté con el mismo rostro con el que preguntaría qué  había tomado por desayuno.

Esperaba que su respuesta fuese afirmativa, no tenía ganas de hacer de hacer de soldadito del enfermo, no por hacerlo en sí, no me opondría en cualquier otro momento, pero estaba distraído, y deseaba despejar mi mente, pensar en como me desharía del “Hijo” que me habían agenciado era algo que me preocupaba un poco, no por el pobre muchacho, sino porque me intrigaba saber quien lo había convencido de aquello, y sobre todo, con qué fin.

Mis ojos observaron de reojo al mercenario. No vivirá si no le conseguimos ayuda, y rápido…

Desviando mi mirada observé a Nymeria, esperando su decisión.

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25/07/2014, 20:40
Albian Maredson

Asiento pensativa con la cabeza mientras esbozo una suave sonrisa a Alan -gracias por la información. Ragar, me imagino que podrás buscar a un maestre mientras yo voy a la farmacia a que me vendan medicina. Mientras encuentras a alguien que esté a la altura de ser maestre yo podré hacerme cargo de él- señalo al hombre que sigue debatiéndose a causa de la fiebre -No tenemos mucho tiempo, y coger a cualquiera como maestre no es buena idea... Aunque no lo parezca, tengo buena mano con el cuidado de las personas- acompaño estas últimas palabras con una amplia sonrisa confiada mientras me señalo con el pulgar.  

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25/07/2014, 21:28
Ragar Silox

-De acuerdo-Digo al tiempo que hago un movimiento afirmativo con mi cabeza. Nymeria parecía abstraída en sus pensamientos, por lo que le pido Albian un puñado de monedas, solo por si el Maestre se negase a venir sin un “incentivo”.

-Volveré lo antes posible-Dije antes de abandonar la habitación.

Iría a buscar a ese Maestre que Alan había indicado, esperaba encontrarlo rápidamente, sin duda las habilidades de Albian eran muy buenas, pero un Maestre tal vez podría evitar que el mercenario se recuperase para poder llevar a los culpables a la justicia después de todo.

Estaba en mi camino en busca del Maestre mientras mi mente divagaba.

Un extraño pensamiento me asaltó de pronto.

La Casa Dannett y la Casa Bredford están enfrentadas.

Un grupo de mercenarios intentan matarnos, uno de ellos confiesa que fueron contratados por el mismo Lord Dannett, pero su descripción no concuerda para nada con la verdadera descripción de Lord Dannett.

Los mercenarios son engañados prometiéndoseles más refuerzos que los que en realidad tenían. Si Lord Dannett nos hubiese querido muertos hubiese contratado a mas mercenarios, a menos que contase con que nosotros derrotásemos a los mercenarios al mismo tiempo que los mercenarios nos derrotaban a nosotros, cosa sumamente improbable, y además una jugada terriblemente estúpida para un señor.

A menos que se beneficiase de que derrotásemos a los mercenarios, cosa que pasó, y capturásemos uno con vida, cosa que pasó,  y se asegurará así que llegué a nuestros oídos quien los había contratado… pero ¿por qué?  

Con cada pensamiento estaba más seguro que los Dannett no tenían su horrible hocico metido en todo esto.

Los Dannett nos culpan a nosotros de matar a su pueblo, nosotros a ellos de intentar matarnos, nuestra prueba se basa en la palabra, si es que vive, de un mercenario de mala reputación. ¿En que se basará la de ellos? Obviamente no habíamos matado a los granjeros que los Dannett alegaban, así que tal vez, solo tal vez, ellos no habían enviado aquellos mercenarios.

Se arriesgarían mucho al intentar matarnos, no iban a dejar al azar la posibilidad de que viviésemos.

Con cada pensamiento surgían más hipótesis…

Si nosotros sostenemos que los Dannett intentaron asesinarnos, y ellos que nosotros matamos a su pueblo no habrá más que consecuencias negativas.

¿Quién se beneficiaria de ver mermada la paz del Rey?

-Por supuesto-Pensé en una voz demasiado alta. Debía llegar rápido a con el maestre. Puede que  tanto Nymeria como Albian se encontrasen en peligro.

El mercenario era un arma de doble filo, ahora entendía, había estado planeado que nos dijese esa información, quien lo contrató se vería beneficiado tanto si lo usábamos como prueba, o si moría sembrando la duda y discordia entre Bredford y Dannett.

Solo alguien podía verse beneficiado por crear discordia entre las Casas leales al Rey, alguien que en verdad buscaba mermar la paz del Rey.

Maldito, maldito, maldito…

El caballero zorro estaba detrás de aquello. Enfrentando nuestra Casa con la Dannett se encargaría de que ninguno pensase en otro posible perpetrador.

Estaríamos tan enojados los unos con los otros que no importarían las incongruencias, nosotros nos encargaríamos de hacer a los demás culpables.

Así se encargaría de minar las relaciones de paz de los vasallos del Rey para debilitarlo.

“Divide y reinarás”  Maldito “Divide y reinarás” 

Ahora todo parecía más claro para mí, no estaba completamente seguro de lo que pensaba, por los siente, ni siquiera sabía si había perdido la cabeza. Pero aquello era la pizca de lógica a la que podía aferrarme en tanta intriga e incertidumbre…

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26/07/2014, 09:45
Nymeria Bredford

- Albian quédate aquí con nosotros. Ser Ragar volverá pronto con el Maestre, no es necesario que salgas. Es mejor que nos quedemos juntas. Luego nos abasteceremos de hierbas para mas adelante.

Apenas salió Ragar Nymeria trancó la puerta por dentro, y se sentó pensativa al lado del comerciente. - ¿Qué sabes del caballero Zorro Alan? Has escuchado algo en tus viajes?

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27/07/2014, 12:25
Narrador

Ser Ragar se apresuró en la busqueda del maestre, aunque no era tan fácil orientarse en esa ciudad llena de callejuelas y callejones y gente variopinta por doquier.

Finalmente encontró el lugar indicado por Alan Flanders, y tras un acuerdo gracias al sonido del metal, el maestre acompañó al caballero de vuelta a la posada.

Una vez allí, examinó con parsimonia al enfermo y tras unos instantes pensativo, sólo acertó a dar un veredicto;

- Este hombre está muy proximo a la muerte, mis señores. Denle estas medicinas y quizá recupere la consciencia en unas horas, pero no creo que dure más de uno o dos dias a lo sumo. Sus heridas son importantes y se han infectado, quizá pudiera haber salvado su vida si lo hubiera atendido antes, os comenta.

¿Puedo hacer algo más por vosotros?

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27/07/2014, 13:40
Ragar Silox

El veredicto del Maestre: No viviría más de dos días.

Aquello era bastante desalentador. Pero por alguna extraña razón ya no sentía que aquél hombre fuese una pieza clave.

Creo que tengo la forma de solucionar las cosas con los Dannett. Por lo menos tendrán que retirar sus acusaciones.

Lancé a Albian y a Nymeria, una mirada inquisitiva. Quería saber lo que pensaban. Tenía mucho que decirle. No estaba seguro de nada de lo que había pensado, pero no por eso dejaba de ser una posibilidad factible.

Observé al Maestre que preguntaba si podía hacer algo más por nosotros.

No…-Estuve a punto de decir, pero un:

-Sí-Salió de mis labios al tiempo que recordaba el extraño vial que se había encontrado dentro de aquella daga.

-Puede identificar un vial por nosotros-Observé a Nymeria y a Albian, tratando de dilucidar cuál de ellas tenía el vial.

-Albian, Señora Nymeria-Dije formal, no quería que luego me reprochase falta de modales frente a los habitantes de desembarco.

Acompañé mis palabras con un gesto de la cabeza en dirección al hombre que esperaba un espécimen para identificar.

¿Qué será?...

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28/07/2014, 02:22
Albian Maredson

Me había quedado de mala gana en el lugar. Si por mí hubiese sido no habría dudado en ir a por las medicinas necesarias, y ya de paso ver un poco por mi cuenta cómo se distribuían las cosas en el lugar... Aunque no había rechistado, simplemente había aceptado las órdenes de mi prima. 

No tardan en llegar Ragar con el nuevo Maestre, a quien no puedo evitar mirar con cierta desconfianza. Nada de lo que ha estado ocurriendo desde la llegada a Desembarco ha llegado a gustarme demasiado. Pero pronto, toda desconfianza queda tapada por una preocupante noticia. 

-No...no puede ser...pe-pero... yo... me encargué de curarle las heridas y de que sobreviviera... Lo hice como buenamente pude, debía sobrevivir hasta que llegásemos a Desembarco... ¿y ahora dice que las heridas se han infectado?- rabia e impotencia luchaban por apoderarse en ese momento -disculpe, ¿puedo ver sus heridas? Quizás estemos a tiempo...

Un profundo suspiro sale de lo más hondo de mi ser. Para algo que creía que hacía bien... Definitivamente era una completa inútil. Me restriego los ojos para que cualquier posible lágrima no llegue a salir, y cuando oigo mi nombre me giro hacia Ragar con gesto de desconcierto, hasta que recuerdo lo ocurrido con la daga, el misterioso paquete... Cruzo la mirada con la de Nymeria después de mirar a Ragar, gesto más que suficiente para señalar que era ella la que debía llevar el vial. 

 

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28/07/2014, 10:00
Nymeria Bredford

La vida de aquel hombre ya no valía nada- Solonecesitaban lograr despertarlo para poder interrogarlo una vez mas y luego dejarlo morir. Al fin y al cabo no era mas que un asqueroso asesino.

- Has hecho un buen trabajo Albian. No te reproches nada. Pasó la mano por la espalda de la jçoven para tratar de tranqulizarla un poco.

Un pequeño haz de luz rebotó contra el vidrio del vial mientras Nymeria extendía su mano hacia el maestre - Qué puede decirnos de esto?

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29/07/2014, 21:40
Narrador

El maestre no puede evitar mirar con ternura a la joven; Has hecho un buen trabajo, gracias a tus cuidados este hombre no ha sufrido. De no ser por tí ya estaría muerto, y seguro que su agonía hubiera sido insufrible. Si quieres que te sea sincero, no sé si yo hubiera podido salvar su vida, asiente conciliador.

Tras coger el vial y analizarlo, olerlo y volver a mirarlo con parsimonia, os da un veredicto.

Este líquido es un misterio para mí, no tiene color ni olor, podría ser cualquier cosa, os dice. Si quieren me lo puedo llevar e intentar analizarlo, aunque me llevará un par de dias, quizá menos, y tendría que usar una parte del liquido para su análisis.

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30/07/2014, 03:43
Nymeria Bredford

- Umm... interesante... podría ser algún tipo de veneno? Y por otro lado, podrías decirnos algo acerca de esta daga? Le acercó el extraño objeto que habian dejado allí para ellos.

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30/07/2014, 21:20
Narrador

El maestre toma la daga y la observa con detenimiento:

No soy un experto en armas, pero podría deciros que es antigua, ciertamente no es de fabricación reciente, dada la rareza del huesodragón. Aunque su antigüedad real no queda clara, como mínimo tiene un par de siglos o más. No hay marcas ni otros adornos que permitan saber quién fabricó la daga o a quién perteneció.

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30/07/2014, 23:14
Nymeria Bredford

- Gracias por sus servicios. Llevaos el vial. En dos dias paremos a buscar una respuesta. Nymeria se sentó, pensativa, mirando la ventana. Siempre disfrutaba de laa sensación del sol en la piel. La calmaba, y la ayudaba a pensar.

Cuando el Maestre se retiró, rompió el silencio, mientras jugueteaa con la daga.

- Que piensas Ser Ragar? Que harías en esta situación?

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31/07/2014, 00:21
Ragar Silox

Mi mente divagaba por extraños y oscuros rincones que, afortunadamente, no había tenido que recorrer en la calma del castillo de los Bredford.

Ragar ansiaba actividades más acordes a su experiencia, que las simplicidades de un castillo tranquilo en épocas de paz, pero eso no significaba que desease inquirir en los complicados entramados de mentiras que eran una moneda corriente entre los altos señores.

Estoy hecho para luchar, conozco de espadas, lanzas, estrategias, organizar los ejércitos, esas son cosas que me gustan, cosas con las cuales estoy seguro.

Tampoco me las apañaba mal para manejar las palabras, y sin duda sabía que eran tan peligrosas como las mismas espadas. Pero la incertidumbre sobre lo que te rodea, las redes de intrigas y mentiras, bueno, eso era algo de lo que comprendía hasta cierto punto, y me gustaba tanto como a un Lord servir en el muro. Había algo acerca de ellas que me preocupaban, el enemigo, una batalla, eso era lo que preferiría, acero contra acero, voluntades enfrentadas en un duelo por el honor… y la vida.

En las malditas intrigas el enemigo está oculto en las sombras, y en estos casos una espada es tan útil como una flor para matar a un dragón…

No veo la hora de tener la cabeza del que está detrás de esto en una pica.

 Preferentemente, mía...

Ni siquiera despedí al Maestre cuando se alejaba de la habitación. ¿Cómo sabemos que podemos confiar en él?

 Alan nos lo recomendó-Recordé-Pero ¿Quién nos asegura que podemos confiar en él, al fin y al cabo?

La voz de Nymeria rompió con mi ensimismada actitud.

-He estado pensando…-Comencé dubitativo, aún sin saber que decir… ¿En que había estado pensando?

-He pensado algunas cosas que me han resultado… inquietantes, por decirlo de alguna forma-Le comenté para que entendiese la forma en que iba a planteárselo.

-Escuchen: La Casa Dannett y la Casa Bredford están enfrentadas.

Un grupo de mercenarios intentan matarnos, uno de ellos, el que “casualmente” está en esa cama-Dije alzando un dedo en su dirección- Confiesa que fueron contratados por el mismo Lord Dannett, pero su descripción no concuerda para nada con la verdadera descripción de Lord Dannett  ¿Cierto? Y es lógico ¿Qué señor iría personalmente a contratar mercenarios para cometer un crimen? Bueno, lo más razonable sería que enviase a alguien a contratarlos, pero… ¿Por qué, si este emisario tenía como fin disuadir la implicancia de los Dannettt, se presentaría como el mismo Lord Dannett? ¿He incluso firmar un contrato? Por más falso que sea, un envido de los Dannett no haría eso…

Además, los mercenarios fueron engañados, si lo piensan, los hombres esperaban más refuerzos, él mismo hombre que ahora agoniza en esa cama lo dijo con una espada en su cuello, ¿Qué beneficio tendría en mentir, si eso podría derivar en su muerte?

Si Lord Dannett nos hubiese querido muertos hubiese contratado a mas mercenarios, a menos que contase con que nosotros derrotásemos a los mercenarios al mismo tiempo que los mercenarios nos derrotaban a nosotros, cosa sumamente improbable, y además una jugada terriblemente estúpida para un señor.

A menos que se beneficiase de que derrotásemos a los mercenarios, cosa que pasó, y capturásemos uno con vida, cosa que pasó,  y se asegurará así que llegué a nuestros oídos quien los había contratado… pero ¿por qué?  

Los Dannett nos culpan a nosotros de matar a su pueblo, nosotros a ellos de intentar matarnos, nuestra prueba se basa en la palabra, si es que vive, de un mercenario de mala reputación. ¿En que se basará la de ellos? Obviamente no matamos a los granjeros que los Dannett alegaban, así que tal vez, solo tal vez, ellos no habían enviado aquellos mercenarios-Hice un instante de silencio, lo suficientemente largo como para que nadie se perdiese en mi monologo de pensamiento, pero lo suficiente fugaz como para no perder la esencia de lo que proferían mis palabras.

Se arriesgarían mucho al intentar matarnos, no iban a dejar al azar la posibilidad de que viviésemos.

Si nosotros sostenemos que los Dannett intentaron asesinarnos, y ellos que nosotros matamos a su pueblo no habrá más que consecuencias negativas.

No puedo entender por qué alguien se beneficiaría de esto, o que ganaría con que acusemos a los Dannett, y más con el mercenario de testigo

¿Quién se beneficiaria de ver mermada la paz del Rey?-Pregunté de forma retórica.

Entonces el mercenario no era solo eso,el mercenario era un arma de doble filo, había estado planeado que nos dijese esa información, quien lo contrató se vería beneficiado tanto si lo usábamos como prueba, o si moría sembrando la duda y discordia entre Bredford y Dannett.

Al final de todo esto ¿Era posible que alguno de nosotros ganásemos algo de todo esto? ¿Bredford, Dannett, o cualquiera? ¿Qué ganarían con nuestra discordia?

Bueno, sí hay alguien…El caballero zorro-Mascullé como si contase un cuento para niños, y acabase de nombrar a los Grumpkins.

-Enfrentando nuestra Casa con la Dannett se encargaría de que ninguno pensase en otro posible perpetrador.

Estaríamos tan enojados los unos con los otros que no importarían las incongruencias, nosotros nos encargaríamos de hacer a los demás culpables.

Así se encargaría de minar las relaciones de paz de los vasallos del Rey para debilitarlo. ¿Quién sabe que conspiración puede estar detrás de esto?-Lo había dicho todo, pero todo aquello me dejaba un amargo sabor en la lengua. Quería saber que pensaban aquellas mujeres acerca de todo lo que les había dicho, necesitaba que alguien más lo escuchase, y ciertamente necesitaba alguien que ilumine un poco la situación ante tanta sombra.

Como odio las intrigas…

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31/07/2014, 01:14
Narrador

Mientras ser Ragar lanza todos sus pensamientos en voz alta, en la posada sigue el alboroto de la gente, ser Gennady, el caballero de Dorne, muestra su bella espada de acero valirio a la que llama escorpion a la joven Lidda, quien, ingenua, se deja seducir por el veterano caballero con la ilusión de que el dorniense la corteje y saque de la capital.

Marita Lugus y su hermano ser Naton Lugus pasan el rato en compañía de varios miembros más de la casa Lugus.

El posadero y las jóvenes doncellas sirven sin parar jarras de cerveza amarga y vino aguado, antesala de la comida que ya se prepara en la cocina para ser servida.

Notas de juego

A Nymeria le es conocida la cara de Lidda, pero no recuerda de donde la ha visto antes. Tira Percepción.

Es pasado el mediodia, faltan unas 4 horas para el banquete inaugural del torneo ofrecido por el rey Robert Baratheon.
 

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31/07/2014, 06:52
Nymeria Bredford

No recuerdas donde ni cuando, pero te es conocida la cara de la tal Lidda que acompaña a ser Gennady.

Quizá ese no sea su verdadero nombre y por eso no recuerdas de quien se trata. Ella al verte, desvia su mirada y sigue coqueteando con el caballero

- Tiradas (1)
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05/08/2014, 23:40
Nymeria Bredford

Nymeria escuchó las palabras de Ser Ragar sin sacar la vista de la joven que estaba en la taberna. - No somos una casa tan importante como para suponer un peligro al poder real de ninguna forma. Si entraramos en guerra entre nosotros sería apenas una confrontación local. Ese Zorro...

Nymeria entrecerró los ojos para ver mejor a la jóven. Acto seguido se acercó al posadero, dejando la conversación sin cerrar, algo le había llamado la atención.

- La chica esa, Lidda, sabes algo de ella?