Partida Rol por web

Ni idea de cuánto hace que llevas recorriendo las carreteras pegada a tu moto. Has perdido la cuenta de los días, y al final, también de las semanas. Has recorrido la Costa Oeste de arriba abajo, o eso te ha parecido. Y aún no has podido asentarte. Qué difícil es con lo que tienes dentro. Si cada vez que te enfadas tienes a...eso en lo que te conviertes a flor de piel, muy jodidamente vas a encontrar donde quedarte. Y más si sigues en la carretera, que sólo hay camioneros y furcias. En ningún sitio ibas a poder trabajar tranquilamente. ¿Qué harás?

Te encuentras en la 101, siguiendo la costa. Según te han dicho, es la mejor carretera para perderse y encontrarse. La verdad es que puedes llegar a apreciar la sensación de libertad que ofrece el camino, con la moto debajo y el cielo encima. El viento oceánico, del Pacífico, que te hace pensar en lo que has dejado atrás, y la cálida brisa del desierto del este, que te habla del provenir. En muchos sentidos, esta vida es una maravilla. 

Mientras conduces durante el ocaso por una carretera desierta, te encuentras con un pesado camión de frente. Va follado; lo bastante rápido para descarrillar y estamparse como no tenga cuidado, ¿de qué va?

Pasa de largo, y ves que gira en dirección al interior, alejándose del mar. Pero hay algo que te llama aún más la atención, algo que hay pintado, o grabado, en la lona trasera. Un símbolo que, por algún motivo, te es familiar. Un águila negra.

¿Qué tiene la imagen para evocarte una sensación tan extraña de familiaridad? ¿Seguirás al camión? ¿O es mejor continuar tu camino?

Jung In  iba montada en la moto, la que ahora era suya y que en cierta forma le recordaba el pasado que había tenido nada más llegar a ese país, por suerte había conseguido librarse, pero había caído en otra prisión por así decirlo, ya no podía ser nadie, tenía que seguir siendo nadie, su naturaleza no le dejaba ser una persona normal, ni siquiera podía entregarse a las autoridades tras lo sucedido, que les diría, que se convertía en una mujer lobo? eso era una locura y una tontería, la tratarían de meter en un manicomio y ella se enfadaría y ya sabía lo que pasaba cuando se enfadaba, era peligrosa, demasiado peligrosa para cualquier que estuviera a su lado, lo único que podía hacer era eso, seguir en la moto, de vez en cuando parar para conseguir algo de dinero y continuar con su camino.

Iba inmersa en sus pensamientos mientras el aire le golpeaba en la cara, lo cierto es que esa sensación era agradable y placentera cuando pudo ver un camino a toda velocidad, el vehículo iba tal vez demasiado rápido y no sería extraño verlo volver, que clase de loco llevaba un vehículo como ese a esa velocidad, pero algo le llamo la atención, un logo, o tal vez un emblema, algo le decía que le sonaba, pero como podía sonarle.

Jung in en una decisión tal vez irracional comienza a seguir el vehículo, desde hacia un tiempo había decidido seguir su instinto que fue el que le dio la libertad en realidad y algo le decía que tenía que saber de qué le sonaba ese logotipo, por lo que sin dudarlo dirige su moto hacia el camino dispuesta a averiguar algo mas

Sigues el camión a cierta distancia. No es que puedas disimular demasiado, la verdad, la carretera está vacía y has tenido que girar para ponerte detrás. Además, va a toda velocidad y tienes que seguir el ritmo, lo que canta aún más. Afortunadamente, cuando pasa una media hora, empiezan a aparecer vehículos a vuestro alrededor. Entre la luz del crepúsculo y las rancheras, motos y otros camiones, con un poco de suerte, se olvidará de ti.

El tipo no se detiene. El verano hace que el ocaso te ampare durante horas, claro, pero ya llevas tres detrás de el y empiezas a preguntarte si tu determinación no será en balde, ¿Y si te imaginas cosas? ¿Cuánto te has desviado de 

Ante ti aparece un cartel que indica que os acercáis al pueblo de Winters. Eso está en los valles del interior, si recuerdas bien los mapas de carretera. Joder, ha sido un viaje largo, pero la verdad es que se disfruta bastante. Algo dentro de tu alma ha saboreado la anticipación, la persecución. La caza...el lobo en el que a veces temes convertirte lo está pasando bien. Incluso puede que sea lo que te espolea. El camión aminora. ¿Se detendrá a cenar antes de que se haga de noche?

¡No! Su más lento recorrido le lleva a las afueras del pueblo, al parecer, a un pequeño...desguace. Es el típico sitio donde van a morir los coches viejos y donde duermen los mal aparcados. 

¿Te atreverás a entrar ahora que empieza a caer la noche? ¿El camionero sabrá que la estás siguiendo? ¿Irás a saco haciendo rugir la moto o irás con cuidado?

El viaje fue largo y en muchas ocasiones la chica se preguntaba qué era lo que estaba haciendo siguiendo ese camión, realmente no sabía porque lo hacía, pero lo estaba haciendo, acaso era cosa de su instinto, del lobo que tenía en su interior y que temía tanto? no lo sabía, solo sabía que el viaje en el fondo le estaba gustando, era como si estuviera cazando aquel vehículo. Pronto se dio cuenta que aquello le gustaba más de lo que ella misma quería admitir, pero en realidad no le importo, solo se concentro en disfrutar del viaje a fin de cuentas no tenia ningún destino prefijado, solo quería marcharse, viajar, poder seguir siendo libre y no tener cerca a esos hombres que sin duda la buscaban.

Fue entonces cuando llegaron a una ciudad, no le gustaban mucho las ciudades, o mejor dicho, había aprendido a que no le gustasen las ciudades pequeñas a fin de cuentas todo el mundo se conocía y ella era una chica asiática en una moto, demasiado llamativo por lo que procuraba no estar demasiado en las ciudades pequeñas, su esperanza estaba en las ciudades grandes aunque realmente no terminaba de creerlo.

Por fortuna el camino se dirigió a un desguace un lugar bastante solitario en donde seguramente no habría nadie, con precaución la mujer aparca su moto en un lugar donde no se vea demasiado y donde sea rápida de sacar y camina por la zona con cuidado, su intención es clara, la de acercarse disimuladamente al camión y tratar de ver que era lo que llevaba, su curiosidad podía mas que otra cosa y aunque el dicho decía que la curiosidad mato al gato, a ella le daba igual, a fin de cuentas era como si hubiera muerto hace varios años, cuando intento suicidarse por primera vez.

Te acercas con cuidado a la parte trasera del camión. Escuchas la puerta del conductor abrirse y cerrarse, y unas voces que saludan. Los pasos de los hombres que conversan (no escuchas ninguna voz femenina) se dirigen hacia un punto que no identificas, pero que está alejado de tí, más adelante del camión. Escuchas una puerta con musiquita, así que deduces que debe haber una oficina en el desguace y que el conductor ha entrado en ella a hablar con quien quiera que le haya recibido. 

Y mientras tanto, tú contemplas la efigie del águila. No sabes por qué te resulta tan familiar, maldita sea. Pero, por algún motivo, agita lo que llevas dentro. No te enfurece, no. El símbolo no provoca que te enfades, pero hay algo relacionado con él que hace que algo te pique y no puedas rascarte, que se te haga un nudo en el estómago...nae ttal-i idonghasibsio haja...¿Qué es eso? ¿"Dejad ir a mi hija"? ¿Qué significa esa frase? ¿Por qué viene ahora a tu mente?

Te dispones a abrir el camión, o a darle un zarpazo, no estás segura, cuando una lucecilla aparece justo a tu lado. Es verde y brillante. Sabes lo que es. Un láser. Te están apuntado. De hecho, te están avisando de que te están apuntando. Es como si te exigieran que estuvieras quieta.

Escuchas de nuevo cómo se abre la puerta de la musiquilla. Pasos apresurados. Un montón de tacos atropellados que se dirigen a donde te encuentras. Joder...

Jung In sentía un escalofrió al ver ese camión, realmente no sabía porque sentía esas cosas, podría ser? podría ser algo que vio cuando era pequeña, no, no podía ser, aunque esas palabras entonces susurra

- abeoji

Ella misma se sorprende al escucharse decir aquello, porque le vino a la cabeza su padre en esos momentos, niega y se dispone a abrir la puerta cuando ve algo, se trata de una mira laser, como podían haberle visto y porque con una mira laser, realmente aquello no era bueno, no porque pudieran detenerla o hacerle algo, sino por lo que ella podría hacerle a ellos.

Jung in mira hacia los lados, tratando de ver si puede esconderse de ese laser, pero entonces escucha esos sonidos, tipos corriendo y saliendo de allí, acaso le habían visto? pero como le habían visto? no podía quedarse ahí, tenía que huir y marcharse, no podía dejar que la atrapasen, por lo que trata de salir corriendo lo mas rápido que puede para llegar a su moto mientras maldice

Saltas y echas a correr. No sabes por qué aún no te han disparado, si te están apuntando, pero en cualquier momento esperas sentir la quemazón de una bala en la piel. ¿Serán verdad los cuentos de sobre los hombres lobo? ¿Rebotarán las balas en tu cuerpo? ¿Sólo podrá matarte una bala de plata? Tienes que averiguarlo...

¡clac!

No has escuchado estampido alguno, ni has visto ningún fogonazo, pero ves el humo en el asfalto frente a ti. Aún te queda para salir de la chatarrería. Ha sido un disparo de advertencia, por lo que parece.

- ¡No suelo fallar dos veces, becaria de ninja! ¡Quieta! - grita alguien 

Los pasos vuelven a agolparse detrás de ti.

Jung In se gira cuando escucha el disparo, no tenia en la mano ningún arma, pero tenía el cuchillo bien escondido y la pistola en su lugar bien guardada, se detiene y se gira a mirar a los tipos, realmente se encontraba nerviosa, aquello no le gustaba nada, no quería tener que terminar de forma violenta, no sabía realmente que hacer ni como podría actuar.

- No, Jung In contrólate... no debes de enfadarte, si te enfadas ya sabes que es lo que va a pasar... no sería la primera vez... mierda quien me manda venirme aquí... mierda...

Trata de mirar a los tipos que le persiguen mientras se gira y les mira seria tratando de saber quién es el jefe, con un poco de suerte puede que pueda librarse de ellos antes de que se enfade realmente ya que ni ella era capaz de saber que sucedería cuando se enfadase demasiado, puede que lo que había escuchado de que no le afectaban las balas fuera cierto, pero fuera así o no prefería no tener que comprobarlo, no por ella, sino por esos tipos, no quería volver a matar de esa forma

Los pasos se dividen en dos, te rodean. Uno de ellos va por la derecha. Lo escuchas, golpea tus oídos, aguzados por la Rabia que empieza a poseerte. Te esfuerzas por controlarte. Pero sientes presencias, sientes peligro, hueles adrenalina...y eso te pone aún más nerviosa.

- ¡Quieta, chica!

Dice una voz a la derecha mientras escuchas el característico sonido de un arma alzándose para apuntar. Luego un pitido, abre el comunicador.

- ¿Será de los Wyld Ones?

Los pasos de la izquierda son más pesados, y traen consigo el chasquido de un cargador, de algo grande, encajando en su ranura. Las botas emiten un sordo retumbe que crea una cacofonía digna de Jumanji en tu cabeza, al borde del colapso. Hacen demasiado ruido...

- ¿Qué coño va a ser una Wyld One? Es asiática, joder, será una espía de los charlies

Cuando aquel hombre le dice que se detenga le observa, sentía en su interior como iba enfadándose, era realmente una sensación que ya no le era extraña, sabía que pocos segundos después podría venir esa transformación, realmente no quería que pasara de nuevo, pero según escuchaba a los hombres más lo sentía, como algo que nacía en su interior y que luchaba por salir, Jung In cierra unos segundos los ojos para tratar de tranquilizarse un poco cuando hablan de los Wyld Ones, realmente no sabe que son y tampoco esos Charlies, asegurándose que sus manos están visibles iba a empezar a hablar, pero entonces siente como la sangre le hierve, nota como está a punto de llegar, mira a los hombres, nota la adrenalina, pero no la suya, es como si su nariz pudiera percibir la adrenalina de esos hombres, incluso siente como si las armas y la pólvora de las balas oliesen, sudorosa por el esfuerzo dice:

- No... se quiénes son esos ni los Charlis ni los Wyld Ones...

Mira a los hombres y dice mientras señala el camión y el símbolo que tenia dibujado:

- Yo... quienes sois? ese símbolo... porque me suena y me resulta tan familiar ese símbolo?

- Joder...

Notas la gran tensión en esas palabras. El tipo de la derecha da varios pasos hacia atrás sin dejar de apuntarte.

- ¡Está en fusión del reactor! - le oyes gritar por el comunicador - ¡Se va a poner el abrigo de piel!

Luego sientes más que ves que hinca la rodilla en la tierra. Extiende una mano, pero no aparta la izquierda del gatillo. Lo sabes, no notas en el aire y en el ambiente. Quiere acercarse a ti, pero no lo bastante como para no pegarte un tiro, por lo que parece.

- Chica, cálmate...

El tipo del otro lado también se mueve hacia atrás, pero este está aún en mayor tensión. Listo para saltar a un lado...¿Es posible que sepan lo que eres? Están tomando distancias, como si fueras explosiva o...o supieran que puedes ser más grande, más rápida y más mortífera de lo que pareces.

- Mierda - le oyes decir -. Jackie...no te quiero presionar, pero tienes un tiro antes de que nos mate y vaya a por ti, por tu puta madre, no falles

Habla hacia lo lejos, crees, hacia arriba. ¿El tipo que ha disparado al suelo, quizá?

Sentía el peligro, lo sabía, sabía que estaba en peligro, que aquellos tipos se habían dado cuenta de lo que ella era en realidad, pero como podían saberlo?, apenas podía contenerse cuando el primer tipo hinca una rodilla en el suelo pero no suelta el arma, le dice que se calme, ella notaba como la rabia le decía que tenía que lanzarse, apenas podía ya controlarse cuando le habla, sudando y casi jadeando dice:

- Yo... como sabéis... porque sabéis esto...

Entonces escucha lo que dice el otro tipo, estaba diciendo que iban a acabar con ella?, Jung In estaba realmente tensa y aquel comentario no hizo más que ponerla aun más tensa, dice ya notando como estaba a punto de transformarse y dice:

- No quiero... hacer daño a nadie... no... yo...dejadme ir...

Respiraba con fuerza, sabía que en la próxima palabra o movimiento amenazante iba a cambiar, no quería, no quería volver a descontrolarse y matar

- Eh...chica - el tipo de la gorra baja el arma y da un paso hacia ti -. Estás a punto de estallar, tienes que relajarte

Habla para el cuello de la camisa, susurra. Deduces que no quiere que te enteres, pero lo haces. Ahora mismo estás sobreexcitada sensorialmente.

- Creo que es una callajera

El otro tipo no se relaja tanto. Sigue tenso y apuntándote. Puede que sepa lo peligrosa que eres, pero eso no le impide en absoluto intentar freírte si cambias. Hay cierto valor en ello, te parece. Le matarás, pero intentará ponerte como un colador para que otro termine contigo. Un soldado.

- ¡Pues hazle la puta pregunta de control, Dan! - se indigna, luego se dirige a ti: - Chica, ¿Qué Luna tienes?

Imaginas que hay una respuesta correcta y muchas incorrectas, será un santo y seña. ¿Si te equivocas te dispararán?

Jung in realmente no sabía qué hacer, se notaba realmente nerviosa y ansiosa, iba a explotar cuando ve como el primer hombre parece en una situación mas "pacifica" se relaja un poco, entonces pregunta si es una callejera, ella se muestra sorprendida, realmente no sabe a qué se refieren con eso y entonces el otro tipo que tenía el arma preparada dice algo.

Lo que dice de la luna le sorprende, ella no sabe a qué se refiere, una palabra le pregunta que luna tiene, ella realmente esta extrañada, se siente demasiado excitada, a punto de cambiar, se resiste como puede y trata de responder la pregunta:

- Luna?...yo solo sé que mi nacimiento fue durante la luna llena

Decía mientras respiraba agitadamente, realmente no sabía de que estaban hablando y se sentía cada vez más nerviosa y angustiada, se mira las manos, sabe que solo unas pocas palabras podrían bastar para cambiar y no quería hacerlo

El que aún te apunta baja un poco el arma. Por primera vez no parece dispuesto a hacerte un traje de plomo.

- Está bien, cálmate - dice -. Si eres Luna Llena es normal que pierdas el control al principio, o eso decía mi abuelo...

También él extiende la mano. No deja el arma tampoco, pero deja de ser una amenaza inmediata. No quieren luchar. Pero ¿Y del de arriba? El que te puede volar la cabeza en un segundo no habrá bajado el rifle ni mucho menos. ¿Sabrán como matarte? Parece que saben lo que eres. ¿Necesitarán balas de plata como en los cuentos?

- Escucha, chica, estás a salvo - dice el grandullón -. No hagas tonterías, relájate y te daremos un café o una cerveza

A salvo...pero sin poder hacer "tonterías", ¿Como en Corea del Norte?

Realmente no sabía qué hacer, se encontraba aturdida, parecía que las intenciones de esos hombres empezaban a no ser violentas, sin embargo, aunque aquel hombre tambien bajo el arma el tipo del fusil no dejaba de hacerlo, Jung In mira a los dos hombres y dice casi gritando:

- Y porque él no deja de apuntar con el arma?

Entonces en su mente viene una imagen de cuando era pequeña, era su casa, unos hombres entraban y le decían que no pasaba nada, le dican lo mismo que estaban ellos diciéndole ahora a ella, realmente se estaba poniendo nerviosa y no podía controlarse, esa imagen, la imagen de esos soldados entrando y sacándola diciéndole que no pasaba nada, que estaría bien, pero que le llevo a vivir la vida que había vivido, ya no podía controlarse, realmente y grita:

- Dejadme y marchaos!!

Mientras empezaba a notar el cambio que tanto temia

- Pero si...¡Te has colado tú aquí! - protesta el tipo de la derecha, notas cierto temblor en su voz, ¿diversión?

Escuchas ese sonido por lo bajo. La risa. El de la izquierda ha resoplado, que será su forma de indicar que se divierte. Incluso escuchas amortiguadamente una risa entre dientes, sin duda del tipo que te apunta. ¿Lo pasan bien? La sensación de entusiasmo contagiosa de la risa...apaga tu enfado, te hace querer ser parte de la diversión. Será porque los lobos son seres sociales.

Pero al mismo tiempo, sientes la humillación, ¿se ríen de tí? ¿Es que no saben por lo que has pasado? ¡Estos idiotas se ríen de tí!

Estás en una debacle y puedes optar, te das cuenta. La carcajada que dejará salir el enfado, y la Rabia ciega que te llevará a enfrentarte a quienes se burlan de ti. ¿Qué debes hacer?