Partida Rol por web

Al regresar al poblado, solamente vieron a Baern afanado con el libro el resto aún no había regresado. Pronto Cáledan expuso lo que habían visto en las ruinas. Hasta Blür, describió detalladamente como era aquel artefacto, para que el mago pudiera realizar mejor su cavilaciones.

Cuando el pirómano expuso lo que en el libro decía que era la única solución contra los ataques, el joven explorador se puso muy nervioso, dando voces y andando de un sitio a otro de la tienda.

Por su similitud en habilidades y por todo lo vivido, el bárbaro había creado un sincero lazo de amistad con Cáledan. Por ello no soportaba verle de esa forma.

_ Intenta calmarte, amigo. seguro que encontramos una solución a todo esto. Blür, se apoyó contra un pilar de madera y llevándose una mano a la cabeza, permaneció callado unos segundos.

_ Ya lo tengo, podríamos tallar unas rocas enormes y empujarlas hasta los pozos, bloqueando así la salida. Si no pueden salir, no hay que pueda afectar a estas gentes. Estaba claro, que aportar soluciones lógicas no era el fuerte del nómada, pero su intención era buena. Cualquier cosa por tranquilizar a su compañero de exploración.

_ Y llegado el caso, podríamos decirle a Erik que allí abajo hay unos baños estupendos con aguas calientes y jabonosas. ¿Existe algo que excite mas a un paladín que sacrificarse por el bien? yo creo que no... Una sonora carcajada salió de las fauces del gigantón.

Se acerco hasta el, y señalando al mago le dijo: _ No te preocupes, sois personas inteligentes, sobretodo el. Míralo, lleva todo el día con los ojos clavados en esos dibujos y está encantado. Seguro que entre todos obtenéis una solución.

Y como decía mi sabio padre, Dhür ghun Fhenix: "Ante cualquier problema, uno nunca debe preocuparse. Pues si tiene solución, encuentrala y ejecútala y el problema quedará resuelto. Y si el problema no tiene solución, para que has de preocuparte, si no hay nada mas que hacer. Así que asegúrate de encontrarla o si no... Y separándose y desenvainando su espada y alzándola al cielo, continuó.

... DERRAMA TODA LA SANGRE QUE PUEDAS Y QUE TU CADÁVER QUEDE EN LO ALTO DE UNA PILA DE MUERTOS, PARA QUE LOS HIJOS DE LOS HIJOS DE TUS ASESINOS, NARREN TU BATALLA!!!!

Bajando la espada, y con una amplia sonrisa en la cara le dijo._ Vamos, seguro que en un sitio como este alguien tiene algo decente que beber. Aunque sea leche fermentada de cabra. Pero por todos los dioses nos hemos ganado un trago. Disfrutemos de la vida, mientras latan nuestros corazones!!

El grupo es reunido al pleno en el comedor común. La cena es un estofado de carnero con guisantes, todos vais cargados de novedades.

Haciendo caso del bárbaro acudimos al comedor para disfrutar de la cena. Mi mirada seguía lúgubre cuando nos encontramos con nuestros otros dos compañeros.

- ¿Habeis tenido suerte con los archivos del viejo? - les pregunté en voz baja, para ver si alguna buena noticia podía alumbrar este día tan oscuro - Yo he conseguido algo de información, y ellos parece que han encontrado algo interesante, pero será mejor que os lo cuenten por sí mismos - les dije serio, para no quitarles el protagonismo del hallazgo.

Sin esperar respuesta, continué.

- Por lo que he descubierto estos ataques llevan tiempo produciéndose, más o menos cada cien años. Este pueblo aguantó durante veinte años luchando cada noche de manera encarnizada sin que hubiese el más mínimo cambio. Pero... parece ser que hay una manera de que cesen... por el momento. - los miré a todos, en especial a Erik y Yusuf, a los cuales aún no se lo había contado - si un guerrero entra voluntariamente en las ruinas para sacrificarse así mismo... los ataques pararán, al menos hasta dentro de cien años más. 

Negué con la cabeza ante la mirada de todos

- Pero tiene que haber otra forma, estoy seguro... quizás en los archivos secretos del jefe de la aldea

Esperanzado, esperé a que alguien más hablase para continuar mis cavilaciones.

Tras meditar nervioso la nueva información y relajarse un poco tras las tranquilizadoras palabras del bárbaro y sus bromas, siguió su consejo sin dudarlo, y fueron a comer. La verdad es que tras la exploración y el viaje tenía bastante hambre y sentándose junto a sus amigos empezó a comer como si no hubiera mañana, de hecho puede que no lo hubiera para él, mientras el mago los introducía ante los demás. Una vez que este terminó su explicación se limpió un poco la boca con el antebrazo, para proceder ahora él a contar sus noticias, y levantándose dijo:

- Blür consiguió descubrir la fuente de la luz plateada - dijo denotando que su aportación había sido más bien escasa - dicha luz se extiende más conforme atardece y creo que es lo que hace que los engendros se levanten y ataquen, los cuales parece ser que salen de los pozos y simas que rodean al castillo. La luz sale de un farol que se alimenta de magia al parecer, yo creo que si se destruye el farol se acabaría también con el problema. Aunque claro, si nadie lo ha conseguido todavía es porque debe haber un motivo bastante importante que lo impide - dijo taciturno para luego volver a sentarse y afanarse con su plato, mientras seguía dándole vueltas al asunto y esperaba la información que pudieran darle el paladín y el ladrón.

El gigantesco nómada, interrumpió la narración del explorador golpeando con furia la mesa.

MIGR NOMBBBREGR ES..._ Espetó con la boca llena, y tras tomar un largo trago de su copa ... BLÜR GHUN DHÜR!!! No "Blüüür._ Soltó en tono burlesco, por lo dicho por Cáledan.

Cáledan miró al bárbaro divertido no solo por la burla, sino por el cómico espectáculo que daba intentando decir su complicado nombre con la boca llena de comida, para luego, intentando ponerse serio pero traicionado por una media sonrisa en su rostro, le dijo tras terminar su bocado:

- Venga amigo, ponte en nuestro lugar, si nos pusiéramos a decirte siempre Blür gum Dug- le dijo sin saber decirlo bien debido a la falta de práctica - acabaríamos con dolor de lengua todos jajaja - dijo ya riendo abiertamente - no nos lo tengas en cuenta - terminó diciendo mientras le ponía una mano en el hombro en gesto amistoso.

No pude evitar reirme con la broma de Blür y con la respuesta de Cáledan. Después me volví a poner meditabundo, uniendo cabos de la información que acababa de obtener de mis compañeros.

- No es mala idea intentarlo... pero habría que hacerlo durante el día cuando esos seres no están despiertos. Esta noche seria mejor que... - me di cuenta de la hora que era, pues estábamos disfrutando de la cena - comamos rápido - les apremié - si no hay nubes esta noche no van a tardar en venir. 

- Bueno, antes de nada ¿algún voluntario para sacrificarse por este pueblo? - le pregunté a mis compañeros con autosuficiencia.

Al llegar al comedor veo que estamos todos presentes, escucho atentamente lo que han descubierto, aunque me desagrada un poco eso del sacrificio. Nadie debía ser sacrificado para saciar la sed de sangre de otro ser, superior o no.

- Bueno, por nuestra parte, y sorpresa, hemos tenido éxito al hablar con el monarca de estas tierras, ya que se ha visto predispuesto a abrirnos las puertas de los archivos para buscar lo que necesitemos. El único requisito es que todo lo que encontremos y leamos que no tenga relación con el problema que enfrentamos, no salga jamás de nuestras bocas. Así que mañana a la mañana podremos dedicarnos a leer y ver si eso del faro y lo del sacrificio tienen sentido real o si hay otras cosas más que puedan ayudarnos a resolver estos ataques. 

Tras escuchar las últimas aclaraciones de sus amigos, al explorador le alegró en parte saber que al menos la investigación del asunto iba bien, aunque de momento las soluciones propuestas no parecían contentarle del todo, por lo que dijo en tono serio:

- Nadie de está compañía será sacrificado a ningún Dios sediento de sangre, ¿entendido? - dijo mirando especialmente al paladín y al mago por haberlo sugerido - Esta noche habrá pelea y podremos averiguar en persona más cosas de esos seres, mañana por la mañana tras leer los archivos, tomaremos una decisión final, y si la única opción es el sacrificio que lo haga alguno de estos pueblerinos - dijo esto en voz baja para no llamar en exceso la atención sobre ese tema - si todos hemos acabado, vayamos al sendero y asegurémonos de que hay buenas defensas para resistir el ataque - dijo finalizando la conversación y esperando que sus compañeros lo siguieran o escucharlos por si tenían algo que añadir.

Ante el comentario del sacrificio entorné aún más los ojos. 

- No creo que el sacrificio de un pueblerino sirva de algo... los sacrificados siempre han tenido un rango alto. En todo caso quizás podríamos convencer al jefe, viendo el éxito que han tenido con los archivos todo es posible - dije en voz baja también para que no se nos escuchase. 

Bebí y comí hasta estar totalmente saciado. Esperé revisando mi libro de conjuros a que mis compañeros terminasen para salir fuera y ver si esos seres pensaban atacar esta noche.

El ladrón observó con ojos abiertos como platos. interesante la historia. Estaba de acuerdo que debía de haber otro modo de solucionarlo sin sacrificar a nadie.
- Estoy de acuerdo, es una posibilidad - dijo al fin - Quizás destruyendo la fuente de luz acabemos con la maldición, y sino funciona siempre se puede ofrecer a Blür ghun Dhür como sacrificio - bromeó el vissirtaní.

- Muy bien señores. Entonces está decidido. - digo mientras me preparo para ir a ver las defensas. - Por ahora tratemos de defender este lugar lo mejor posible, sino mañana no creo que quede mucho por investigar. Por las dudas alguno se debería quedar cerca de los archivos. Si llegan a destruir algo mínimo que nos sea de utilidad puede llegar a ser nuestra perdición. ¿les parece?

El explorador tras ver como sus compañeros terminaban sus platos y se disponían a seguirlo para preparase para le defensa continuó, su camino, pero al escuchar las palabras del paladín le dijo:

- No veo bien que nos separemos esos bichos prometen ser duros y vamos a necesitar a todo el grupo luchando a la vez. Además, ten en cuenta que este no es el primer ataque que recibe este pueblo, y que si esas criaturas no han tocado los archivos hasta ahora, no creo que hoy lo hagan, aunque dada nuestra suerte ... - terminó diciendo con una sonrisa, riéndose internamente por las penalidades sufridas.

Blür terminó de engullir la comida y se levantó junto al paladín para comprobar las defensas del lugar.

_ Bien muchachos se acabo la hora de la charla, hay que preparase. Erik iré contigo, además me gustaría comprobar de que reservas de armas disponen. Yo necesitaré algunas jabalinas y a Cáledan no le vendrán mal unas cuantas flechas mas.

_ Y no se quién preparó las trampas en el fortín de los trasgos, pero si diera tiempo unas trampas cerca de la empalizada no vendrían mal. Habrá que intentar acabar con cuantas podamos a distancia o al menos debilitarlas, para simplificar el combate cuerpo a cuerpo. Sabemos si quiera si disponen de pez o aceite, aunque no haya lugar para arrojarlo podríamos empapar ramas y telas y dejarlas a cierta distancia de la empalizada, para iluminar la zona y con suerte quemar alguna criatura.

_ Bueno Erik, te sigo tu conoces mejor este lugar y seguro habrás ganado amistades con los lugareños.

Las campanas empiezan a tañer, un hombre a caballo irrumpe en el hall, desmonta y corre hacia Gulfhem. Hablan de forma acelerada, aturullada y fugaz en su idioma. Therinya comienza a dar órdenes y sale fuera.

Desde la calle todo brilla con una luz argentea que ilumina la noche. Hileras de luz azul descienden por los senderos. Una nueva batalla para sobrevivir a la noche comienza.

Ante el sonido de las campanas levanté automáticamente la mirada hacia mis compañeros. Escuché las palabras del explorador, el bárbaro, el paladín y el ladrón.
- Tenéis razón, necesitamos saber de qué armas disponemos. Mientras Blür Ghun Dhür y Erik comprueban eso, yo voy a buscar a Therinya para ver qué ordenes hay. - cerré mi libro de conjuros y lo guardé en mi bolsa -yo también pienso que unidos seremos más fuertes. Nos vemos ahí fuera, tengo un par de cosas que conprobar- terminé, saliendo a toda prisa del comedor.

Busco a Therinya a toda prisa entre la desbandada de gente.
- Therinya, ¿cuales son las órdenes? ¿que sabéis de este ataque? ¿cuantos vienen?

- Sí, yo me encargaré de poner unas cuantas trampas en la empalizada aunque una ayuda vendría bien.
El visirtaní no se pierde en palabras y se dispone a poner manos a la obra cuando escucha la alarma. Parecía que no iban a tener mucho tiempo para prepararse y tenían que prepararse para la inminente batalla, todo estaba dispuesto y iban a tener que actuar deprisa.

- No tenemos mucho tiempo.

Cáledan viendo que al parecer sí que iban a separarse, decidió no insistir más en el tema, y tras escuchar el comentario de Yusuf tuvo claro que iría tras el visitarní. Tras su inacabado intento de la otra noche de elaborar la trampa para los trasgos se sintió un poco decepcionado por no haber podido llevarla a cabo y tenía esa espinita clavada, por lo que aquella ocasión le pareció perfecta para redimirse. Por lo que le dijo al ladrón:

- Voy contigo Yusuf, te ayudaré en lo que pueda para elaborar las trampas que podamos con el escaso tiempo que parece que poseemos, vamos rápido - dijo mientras abandonaba el lugar rápidamente siguiendo al hombre de tez oscura.

Therinya desplegaba a sus hombres y mujeres por las puertas. Gulfehm guiaba a su escolta montada hacia el centro del poblado. La pelirroja al ver al mago le dirigió una voz.

Qué tus amigos defiendan el barranco del sendero...es por donde los llevó el guiadice a gritos Son algunos cientos.