Partida Rol por web

Torre en brumas

Torre en brumas

Cargando editor
20/11/2014, 02:03
Director

La pequeña bola de fuego de Aleera acertó a la criatura en el rostro, quemando su resistente piel con tanta facilidad como si fuera papel. Aturdida y cegada, la criatura finalmente sucumbió ante el golpe de Zz'pora. Se derrumbó como vencida y, sin embargo, antes de que su cuerpo tocara el suelo se había convertido en una forma gaseosa que escapó como pudo, flotando torpemente hacia la espesura de la que había venido.

La segunda mujer no-muerta rugía furiosa desde encima del árbol. La manada de lobos, que se había retirado asustada, aullaba a la muerte.

Cargando editor
20/11/2014, 09:06
Trixa

Trixa contempló como huía la mujer desnuda, convertida en gas.

—¡También tenemos cosas para tu amiga!— gritó empuñando el arco, cargando y soltando una flecha, de esas de plata que había comprado que eran tan bonitas.

Pensé que con ellas parecería mucho más aventurera, que la gente las vería como mágicas... ahora van a servir de verdad para luchar contra el mal

- Tiradas (2)
Cargando editor
20/11/2014, 11:46
Iseo de Candelero

Iseo apretó los dedos de su mano libre alrededor de la empuñadura de su daga de plata. La había comprado para una ocasión como aquella, cuando se viera enfrentada a una criatura a la que no pudiera detener. Ahora le parecía ridículo. Si hubiera tenido que enfrentarse a la criatura por sí misma, ya sería un cadáver, o algo mucho peor.

Herida por numerosos cortes y golpes, la vampira se desmaterializó en una nube de vapor. Pero no estaba sola. Otra de su especie gruñía como un depredador, encaramada a la rama de un árbol, que la sostenía sin dificultad, como si su peso fuera el de una niña.

Levantó el símbolo hacia la segunda criatura y se adelantó hasta tener al inconsciente Sadon a sus pies.

- Tiradas (1)
Cargando editor
20/11/2014, 18:25
Director

La mujer sobre el árbol estaba solo vagamente iluminada por la hoguera, pero Trixa disparó hacia la forma más oscura que las ramas y hojas de la copa y estuvo bastante segura de acertar. Aleera, que no hubiera necesitado más que la luz de la luna para distinguir con detalle al engendro, vio cómo la saeta clavada en el hombro creaba una herida negra, como una quemadura. La plata sin duda había funcionado.

El símbolo sagrado de Iseo tampoco gustó nada a la criatura. Herida por plata y superada, la vampira se convirtió de nuevo en humo negro. La flecha que había estado clavada quedó libre y cayó al suelo golpeando algunas ramas en su camino. La forma gaseosa huyó en la misma dirección que la otra lo había hecho. Palabras de un idioma desconocido (seguramente maldiciones) flotaron en el aire hasta que todo quedó de nuevo en silencio.

- Tiradas (1)
Cargando editor
20/11/2014, 22:42
Zz'pora

Zz'pora jadeó unos momentos por el esfuerzo, mientras se aseguraba que los jirones de niebla en los que se habían convertido las vampiresas no volvían por ahí.

—¡Tu vampírica madre! —contestó a la retahíla de maldiciones en aquel idioma desconocido.

Gruñó y caminó de nuevo hacia la hoguera.

—Bueno, ya sabemos a qué temen los lobos de este bosque, ¿hmm? —comentó con tono jocoso mientras pasaba junto a Aleera.

Cargando editor
21/11/2014, 02:41
Iseo de Candelero

Las vampiras se perdieron en la noche. Iseo soltó el puñal y bajó el símbolo sagrado. El ataque había terminado, estaban a salvo. Sin embargo, se sentía peor que instantes antes.

—No estoy convencida —replicó la clériga, aprovechando el comentario del hombre lagarto para camuflar su miedo con verborrea—. Los vampiros están ligados a sus lugares de reposo, por lo que sus zonas de caza deben por fuerza ser limitadas. Suponiendo que fueran depredadores de lobos, la manada, habrían abandonado esa zona para buscar otra más propicia, donde fueran ellos de nuevo los cazadores.

Se dejó caer de rodillas junto al cuerpo inconsciente de Sadon. La firmeza del suelo sujetó sus temblores. Un golpe como el que había propinado Zz’pora al guardia podía provocar daños permanentes en una persona. El símbolo sagrado permanecía en su mano, horadando la piel de la palma. Musitando una plegaria distraída, tocó el amasijo de sangre bajo la cabellera y dejó que la energía curativa fluyera, cerrando la herida y reparando los tejidos de alrededor.

—Además, si actúan de noche —añadió—, es de esperar que aprovechen eldía para descansar, y fue antes del anochecer cuando las encontramos asustadas. Tampoco explica qué ha sido de los machos.

Y no ha acabado. Habían comprobado que no eran presas fáciles. No se atreverían a atacarles de nuevo. A menos que la necesidad fuera más fuerte. Si permanecían en el área y no había otras presas en las cercanías, regresarían con un plan.

—Su cuerpo se regenerará —informó a los demás—. Si seguimos su rastro hasta su lugar de reposo, podemos liberarlas de la no muerte. Y evitar posteriores encuentros indeseables.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Curar heridas leves por orden imperiosa a Sadon. 7 pg.

Cargando editor
21/11/2014, 03:15
Sadon

Shou, la hermana de Borin, había corrido a asistir a Sadon, y cuando los dones de Iseo curaron la herida, el hombretón se levantó.

—Ou— su cabeza todavía dolía un poco, y el brazo izquierdo tenía quemaduras que no recordaba haber sufrido. Aun más difícil de explicar era por qué uno de sus pies estaba casi fuera de la bota.

—¿Qué ha pasado? ¿Dónde han ido...

Recordaba la presencia de dos mujeres muy atractivas, apetecibles, se le habían antojado, pero los detalles estaban borrosos.

Cargando editor
21/11/2014, 15:21
Aleera

Alera no tenía ánimo ninguno para reirse. Con un suspiro apagó la llama que le quedaba en la mano y apoyó ambas manos en las rodillas, con la tontería aquello agotaba lo suyo.

«Si es que existe tal lugar en este bosque» pensó sobría cuando Iseo hizo el razonamiento sobre que lo lógico sería que la manada de lobas hubiese cambiado de zona. La erudita no estaba diciendo ninguna tontería pero después de todo las leyes de la lógica parecían tomarse sus licencias en aquel sitio.

Ni hablar, deberíamos centrarnos en buscar a Nikander—resopló tragando saliva para humedecer la garganta por culpa de los jadeos—. No tenemos ningún motivo para seguir a esos bichos a donde sea que hayan ido, y cuanto más tiempo pasemos en este bosque, más peligroso será. ¡Para empezar no sé ni por qué hemos
traído... !

¿A quién? ¿A una niña? ¿A personas que lo máximo que habían esgrimido en su vida era una aguja de coser? No podían garantizar que los pudieran proteger a todos eternamente.

Reusó a terminar la frase e hizo un gesto con la mano como quien pide un segundo mientras se pellizcaba el puente de la nariz con la otra. Era cierto que le importaban más bien poco los habitantes de la torre, no les conocía de nada, pero tampoco es que fuees una miserable que se fuera a quedar mirando cómo una criatura supraterrenal destripaba a una cría sin mas. Todo aquello eran problemas, problemas que no había pedido. Y su propia preocupación la hacía enfadarse consigo misma.

—Garm, ven...

Se sentó en la piedra junto a la hoguera en la que había estado antes con Zz'pora haciendo guardia para recuperar un poco el resuello y de paso asegurarse de que su lobo estaba bien.

Cargando editor
21/11/2014, 16:28
Zz'pora

—Si las lobas no se las hubieran visto antes con vampiros no hubieran huido nada más verlas, sino que se hubieran enfrentado a ellas como hicieron con nosotros —razonó Zz'pora—. Vosotras sabéis más que yo de estas cosas, pero yo creo que reconocieron el olor de las no-muertas como peligroso y por eso no se acercaron.

El Caballero de Chelimber se encogió de hombros.

—Yo creo que la druida tiene razón —dijo limpiando las cuchillas de obsidiana—. No sólo deberíamos seguir la pista de Nikander antes de que se enfríe, es que no sabemos qué podríamos encontrarnos en el lugar de descanso de esas dos. ¿Y si hay toda una nidada de esas criaturas? Hemos podido con dos, pero dudo que pudiéramos matar a una o a dos docenas nosotros solos.

Cargando editor
21/11/2014, 17:23
Xander

El clérigo de Ilmater se había enfrentado a muertos vivientes con frecuencia, y sabía de las artimañas de los más poderosos.

—Terminar con esas criaturas es lo correcto, y lo sensato.

Asintió vehementemente a la opinión de Iseo.

—Pero tampoco podemos dejar a inocentes y niños durmiendo sin protección. O recogemos campamento y vamos todos— dijo mirando a la familia de habitantes del castillo —o nos separamos y algunos se quedan aquí a montar guardia.

No hizo falta decir que él se ofrecía voluntario a ir tras los monstruos. Miró alrededor tratando de orientarse. Nikander había estado viajando hacia el noreste mientras que las vampiras habían huído en dirección norte. El desvío podía no ser importante, pero la pérdida de tiempo y la posibilidad de perder la pista eran reales.

Cargando editor
24/11/2014, 13:31
Trixa

Trixa no sabía que hacer, no tenía demasiado interés en acabar con las mujeres. Pero ahora que lo pensaba, serían un peligro para ellos mismos o parra otros viajeros.

—Yo creo...— todavía asombraba a la jovencita que valoraran su opinión— que debemos llevar a todos nuestros compañeros a la torre de vuelta. Ahí estarán a salvo— más a salvo que entre nosotros al aire libre, desde luego —y luego ya podemos pensar en hacer lo que sea con Nikander. Acerca del rastro de las criaturas... bueno, no podemos, porque nadie puede seguir a una niebla. 

—Yo diría de volver a la torre, y escalarla. Desde allí igual podemos ver casas y caminos en los alrededores. Y podemos irlos registrando o pensar en otro plan. 

Cargando editor
24/11/2014, 18:09
Borin

—Acataremos la decisión que tomen. Al fin y al cabo, de haber estado solos ya habríamos muerto— mirando en la dirección en la que se alejaban las sombras, Borin tuvo esa afirmación muy clara.

—Pero sé que ninguno de nosotros se sentirá a salvo en la torre. Si pudiéramos llegar a una aldea o ciudad fuera de este bosque nos las apañaríamos solos y buscaríamos ayuda para los otros.

El herrero y su familia seguían, sorprendentemente, dormidos profundamente. Los tres guardias parecían compartir opinión. Pero claro, ellos llegados al caso al menos morirían con una espada en la mano y sin niños a su cuidado. En todo caso el destino de los habitantes de la torre estaba en manos de los aventureros, de una forma u otra.

Cargando editor
25/11/2014, 01:46
Iseo de Candelero

—Puede ser —reconoció a Zz’pora—, pero eso no implica que sean las vampiras lo que inquietaba a las lobas lo bastante como para atacarnos cuando las encontramos.

Sadon se alzó tan repentinamente que Iseo estuvo a punto de caerse de espaldas. Echando los brazos hacia atrás por instinto, consiguió mantenerse en equilibrio sobre las nalgas, con las rodillas hincadas en las costillas.

—Eran vampiras —explicó, poniéndose en pie también—. Te han hechizado y hemos tenido que dejarte fuera de combate. Oghma me ha concedido el don de la sanación, pero todavía tienes un bonito chichón. Todo está bajo control; vuelve a sentarte antes de que el vértigo te haga caer.

Se sacudió la tierra que se había pegado a las calzas de montar y el abrigo, dejando en los tejidos tres manchones negruzcos y húmedos. Se encontraba más tranquila, pero todavía le temblaban las rodillas y los hombros, como si la sacudieran diminutos escalofríos. Solo había algo que la ayudaba a apartar su mente del peligro pasado: hablar en voz alta.

—Todavía desconozco tus motivos para buscar a Nikander —dijo a la druida, aunque nos has dejado claro a todos que no es por un motivo trivial, pero los nuestros pasan por devolver a toda esta gente a casa. Nos siguen porque nos consideran su mejor opción.

»No conocemos lo suficiente sobre este lugar y esta situación como para determinar el curso óptimo—razonó—. Una torre aparecida donde antes no había nada puede atraer atenciones indeseadas, o puede atemorizarlas y mantenerlas alejadas. Dejar a las no muertas con vida para seguir el rastro de Nikander puede provocar que nos sigan y, esta vez, esperen a atraparnos de uno en uno. O puede que no sepamos más de ellas y buscarlas sea un riesgo absurdo. Seamos honestos con nosotros mismos y no tratemos de convencernos de lo contrario.

Trixa zanjó la posibilidad de seguir el rastro de las vampiras. Sabían hacia dónde se habían marchado y cabía la posibilidad de que hubieran hecho al menos una parte del trayecto en forma material. Al alba, las posibilidades de que hubiera un rastro suficiente para alcanzarlas no parecía muy probable.

—¿Eres capaz de trepar la torre? —peguntó, haciendo una mueca al visualizarse a sí misma intentándolo—. Supongo que podrías salir por la ventana, con una cuerda… Aunque puede que no sea necesario. Aleera, antes me dijiste que podías intentar comunicarte con los lobos. ¿Podrías hacerlo también con otros animales que pudieran guiarnos hasta un asentamiento?

Encontrar un lugar habitado podía traer nuevos problemas consigo. Desconocían el tipo de gente que poblaba aquella tierra, y cómo reaccionarían al toparse con un nutrido grupo de forasteros armados. Pero era una de las mejores opciones de las que disponían para garantizar la seguridad de las niñas y los sirvientes.

La presencia de vampiras con forma humana era un indicio de la existencia de otros humanos, así como de que se encontrarían lo bastante cerca como para que pudieran cazarlos.

Cargando editor
25/11/2014, 20:51
Aleera

NO—había acotado Aleera a las palabras de Xander—. No es lo correcto, es la estupidez más grande de la historia. Zz'pora tiene razón: pueden ser dos o pueden ser dos millones.

Ya bastantes problemas tenían como para ir ellos solitos a buscar aún más. Aquel no era definitivamente el momento de convertirse en los paladiens del bien y la justicia. Iseo sin embargo llamó su atenció enseguida. La druida apretó un poco el músculo de la mandíbula y desvió ligeramente la vista cuando le preguntó por sus motivos para ir tras Nikander. No le caía mal la erudita pero... le costaba confiar en la gente que acababa de conocer.

La mejor opción que tienen es quedarse en la torre, no que nosotros los llevemos de paseo por la boca del lobo—masculló al final. Luego se llevó la mano a la frente e inspiró despacio—. Sería mejor volver y que nos esperen allí. Ahora sabemos cómo se las gasta este sitio así que podríamos salir de la torre con tiempo y preparados a buscar al maldito mago. Si llevamos al cuervo, en cuanto estemos cerca debería poder sentirlo.

«Si es que sigue vivo, que más le vale... »

—Y sí, puedo hablar con cualquier animal... pero necesito un conjuro para ello—contestó a la pregunta—. Si queréis lo preparo al amanecer y les pregunto a las lobas antes de volver a la torre.

Cargando editor
25/11/2014, 21:12
Zz'pora

—¡No! —dijo Zz'pora a Xander, diciéndolo a la vez que Aleera.

Al hombre lagarto le hizo gracia y la dejó continuar antes de seguir.

—Borin, no sabemos si hay alguna ciudad en millas a la redonda, y si existe, si serán amables con los extranjeros —replicó al guardia—. Y señorita del sombrero hermoso, otra opción que no has mencionado es que Impúdica y su amiga se topen con Nikander y se maten entre sí. ¡Jajaja, y asunto resuelto! Salvo lo de hacer preguntas, claro, si Nikander no puede con ellas.

El Caballero de Chelimber hizo un gesto elocuente con su mano escamosa.

—Yo creo que la idea de Trixa es excelente. Ojalá se nos hubiera ocurrido antes. Si tenemos una idea de lo que hay alrededor, podremos despejar nuestras dudas sobre nuestro siguiente movimiento. Y si no sacamos nada en claro, siempre tenemos al pajarraco de Nikander para localizarlo, ¿no?

Cargando editor
25/11/2014, 21:28
Xander

El ilmaterino no necesitó estar de acuerdo para asentir a la propuesta. Lo correcto para el elegido de una deidad del bien (y Xander quería seguir pensando en sí mismo como tal) era aniquilar a esos engendros. Darles reposo a muertos vivientes era un objetivo digno en sí mismo, pero además evitaría que más inocentes sufrieran por ellos.  

El clérigo todavía estaba estirando los músculos de la empatía tras su llegada a este lugar, pero creía entender que otros priorizaban las vidas propias, o aquellas cercanas a ellos mismos, sobre vidas anónimas y sufrimiento futuro. 

—Si vamos a dejar a esas criaturas campar por el bosque, yo haré el resto de las guardias.

Xander dudaba que él solo pudiera acabar con las vampiras, incluso si no habían otras en su nido. Pero eso no quería decir que fuera a descansar a la sombra de este bosque maldito mientras otros estaban en peligro. Se sentó junto a la hoguera con las piernas cruzadas y el mangual sobre su regazo. Sus ojos estaban tan abiertos como si no tuviera planes de dormir en las siguientes semanas.

Cargando editor
27/11/2014, 03:12
Director

Siguiendo el consejo de Iseo, el contusionado Sadon no durmió el resto de la noche. Curación mágica o no, el guardia había recibido un buen golpe en la cabeza. El clérigo de Ilmater, por su lado, no podría haber sido persuadido de descansar. No volvió a cerrar los ojos esa noche, permaneciendo como silenciosa compañía de los otros encargados de la última guardia.

Cuando, afortunadamente, la mañana llegó sin incidente, Xander parecía fatigado, pero no profirió ni una sola queja. Eligiendo ignorar el silencio de su deidad, todos al despertarse le vieron rezar algo apartado. El pequeño claro bullía con actividad: a los usuarios de magia divina canalizando su poder y los guerreros vistiéndose con sus armaduras se les unían las voces de las niñas y el ajetro de recoger campamento.

La pequeña Anabella parecía evitar a Trixa, aún enfadada por el flechazo a Kra, y jugueteaba con el cuervo en su lugar. Alexia se acercaba tímidamente a Garm, y miraba con interés pero desde una distancia prudente a la loba herida que hoy parecía casi recuperada. El resto de la manada se había alejado, espantados por los muertos vivientes o concentrados en cazar algo comestible.

A la luz del día, el bosque no parecía tan tenebroso, pero ni el canto de los pájaros ni la agradable brisa disimulaban del todo la sensación ya conocida de que este no era un lugar seguro.

Cargando editor
29/11/2014, 13:42
Trixa

Trixa no había dormido precisamente bien, pero todavía no había ocurrido nada trágico, así que todavía conservaba algo de su buen ánimo habitual.

Reunió a todos los miembros del grupo de aventureros que habían entrado en la torre y también a la druida, porque a diferencia de los demás personajes que habían encontrado en la torre, ella no le guardaba ninguna lealtad a Nikander y casi se podía decir que era una más de ellos, todos unidos en su intento de capturar o peor al condenado mago.

—Debemos volver. Sí, Xander, tenemos que volver a la torre. No vamos a dejar a esta pobre gente a morcid de los monstruos. Nosotros somos mejores que Nikander. Volvamos y desde allí, busquemos pueblos o lo que haya en estas tierras. Desde donde poder apañar una búsqueda del brujo. Allí las niñas estarán más seguras. 

—Podemos mirar desde las ventanas de la torre lo que haya fuera cerca. Podemos buscar caminos y rastros. Pero no podemos seguir al mago con toda esta gente. Los matarán. 

Cargando editor
29/11/2014, 21:26
Iseo de Candelero

La oghmita se encontraba sentada junto a un árbol, ofreciendo sus plegarias matinales cuando Trixa la llamó aparte, junto con los demás aventureros. Le divertía que la consideraran una de ellos, cuando se había pasado la mayor parte de su vida entre los muros de una Biblioteca. Ni siquiera los dones que el Atador le concedía servirían para protegerla si no era capaz de superar el miedo y reaccionar ante una situación de peligro.

Para Iseo, la torre era un lugar tan inseguro como cualquier otro en ese lugar. Más, si su aparición había atraído la atención de seres malintencionados como los que les habían visitado durante la noche. No había altos muros que trepar, fuertes portones que derribar ni arqueros recibiendo a los intrusos con una lluvia de flechas. Ni siquiera contaban con la protección del hábito y la norma, como las viviendas humildes de las ciudades. Hasta que no sepamos más, podemos asumir que no existen los lugares seguros.

No iba a pronunciarse en contra esa vez. La idea de buscar rastros de civilización era correcta. Es lo que deberían haber hecho desde el primer momento, sabedores de que no podrían seguir el rastro de Nikander en cuanto anocheciera. A la luz de lo que había descubierto en el diario, lo que pudiera hacer el mago mientras tanto, sin embargo, era preocupante.

Sonrió ante la ironía de las palabras de Trixa. Eran mejores que el mago, y por ello lo mejor sería hacer exactamente lo mismo que él: conminar a todos en la torre hasta que regresaran a por ellos.

—Espero que mis dudas sean infundadas y la torre sea el refugio que esperáis —dijo Iseo—. Aleera, ¿has hablado con las lobas?

Cargando editor
30/11/2014, 10:01
Kra

—¡Brujo!— dijo el cuervo familiar de Nikander en un común torpe y con fuerte acento antes de revolotear para posarse junto a Aleera. Al menos demostró que se estaba recuperando muy bien de la herida, además de que él sí hablaba, con magia o sin ella. No hubiera sido sorprendente que la palabra "brujo" le resultara conocida.