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Torre en brumas

Torre en brumas

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02/12/2014, 01:12
Aleera

Aleera acarició distraídamente con un dedo la cabeza del cuervo, estaba acostumbrada a que los animales se acercasen a ella con facilidad.

No—respondió a Iseo—. Pero puedo hacerlo en cuanto queráis, ¿hay algo en concreto que queréis que les pregunte? Es decir, aparte de si han visto a un mago humano...

 

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03/12/2014, 00:24
Iseo de Candelero

Que el conjuro permitiera comunicarse con las lobas no haría que desarrollaran la inteligencia suficiente para que los mensajes fueran coherentes. Aun así, merecía la pena intentar extraer toda la información que fuera posible.

—Qué ha pasado con los machos, qué las ha asustado y si saben de otros seres como nosotros viviendo en las cercanías.

Iseo desvió la mirada hacia los demás, por si querían añadir algo más.

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03/12/2014, 02:21
Trixa

Trixa no pensaba que las lobas supieran mucho de Nikander, pero había algo que sí podían preguntar. 

—Si puedes preguntar donde hay más humanos o elfos o enanos o lo que sea, estaría bien. Supongo que lo sabrán, zonas con fuego y casas y eso— dijo de repente.

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05/12/2014, 06:55
Xander

Xander sabía algo de los exóticos poderes de druidas elfos, pero no estaba seguro de que los lobos fueran una buena fuente de consejo. Durante años, el clérigo había vivido sin dudas ni dilemas, con una respuesta clara para cada situación y un camino señalado por su dios. Salir de ese mundo de certezas absolutas se sentía como estar ciego y sordo en un lugar desconocido.

Tan desesperados estaban que pedir opinión a unos animales salvajes parecía una idea razonable. Sin duda, Xander lo prefería a tener que confiar en su propio confundido criterio.

—Los animales deberían saber qué peligros podemos esperar en el bosque. Como... los muertos vivientes de anoche.

Estaba tan agotado que no creía que resistiera otro encuentro como el reciente.

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05/12/2014, 23:33
Aleera

Por lo que a Aleera respectaba, la única culpable de que Xander estuviera tan cansado era su propia estupidez.

Ella, como elfa, sólo había necesitado descansar cuatro horas y el resto de la noche lo había pasado de guardia sin problemas. No entendía a santo de qué el ilmaterino se había empeñado en repetir la suya. Hacerse el martir podría quedar todo lo bonito y heróico que quisiera pero desde luego no aportaba nada práctico en aquella situación.

«Más problemas innecesarios... » suspiró para sus adentros

—Está bien. Dadme un momento.

Se acercó a una de las lobas y se acuclilló junto a ella dejando que la oliese, luego le acarició el cuello y la cabeza mientras emitía una mezcla entre gruñido y resoplido por la nariz bastante parecido a alguno de los sonidos que bien pudiera hacer el propio animal, cosa que hizo que la loba alzase las orejas con atención.

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05/12/2014, 23:47
Aleera
Sólo para el director

Por favor, necesito vuestra ayuda—dijo la elfa en aquel lenguaje que solo la madre naturaleza entendía—. Necesito que me digáis si habeis visto a un humano vestido con pieles largas. Un humano que puede crear luces extrañas y fuego.

Había pensado en un par de términos sencillos que pudieran definir "túnica" y "magia" para poder referirse a un mago y que la entendiesen.

¿Sabeis si hay más humanos por esta zona?—añadió, asumiendo que la diferencia entre elfo y humano no era un detalle muy grande para un animal—. ¿Y qué ha pasado con vuestros machos? Este bosque tiene pinta de esconder muchos peligros... ¿sabríais cuáles podríamos encontrar?

Hizo una pausa y añadió con media sonrisa acariciándole una oreja.

—Y me alegro de que vuestra hermana se sienta mejor.

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06/12/2014, 01:13
Loba

Parte de la manada se había alejado durante la noche, pero a Aleera no le costó atraer la atención de un par de ejemplares jóvenes que, curiosas, estaban deseando oler de cerca a esa elfa y saber si de verdad era una de las suyas. La loba herida, por supuesto, estaba también cerca, muy recuperada y con actitud amistosa hacia la druida y su lobo.

Mediante la magia druídica, las lobas entendieron perfectamente a Aleera. Los animales no hablaban con palabras, claro, pero a través del conjuro y con ayuda del rico lenguaje no verbal y de gruñidos de las lobas, Aleera fue capaz de recibir la respuesta en forma de sensaciones, imágenes e ideas.

Tenían un recuerdo reciente de un humano con largas pieles del color de la sangre. La túnica roja de Nikander. No relacionaban al humano con fuego ni luces, y solo lo veían como una presa. Una presa que sorprendentemente había escapado, pero presa al fin y al cabo. Si Nikander había usado magia, que parecía haber sido el caso, la manada no era capaz de decirlo. Lo seguro era que lo habían visto, no mucho antes de que llegara el grupo.

Sabían lo que Nikander (o Trixa, Xander o cualquier otro humano del grupo) era. Tenían experiencia con hombres y mujeres, pero ninguna razón para temerlos. Las "manadas" de humanos estaban al noroeste, un territorio sin interés para los lobos, y cuando ocasionalmente uno se internaba en el bosque se convirtía en buena caza.

El lenguaje no verbal de las lobas hacia Garm daba mucho en qué pensar. No estaban sorprendidas por el macho, ni se sentían amenazadas. La manada sí que tenía machos, pero estaban subordinados a las hembras, que eran las cazadoras. Aunque Aleera sabía de animales que tenían diferenciación de roles como esta, en lobos era inaudito. Lo único que sacaba en claro de esto era que se encontraba en un mundo distinto, solo superficialmente igual al suyo propio. ¿Cuántas otras cosas cambiarían?

Como Aleera había sospechado, estos animales sabían qué era el miedo. Cualquier peligro para una gran manada de lobos como aquella fácilmente podía serlo para el grupo. No habían visto antes muertos vivientes, ni lo habían necesitado para saber que eran algo a evitar. El antinatural olor a muerte y maldad era innegable. Aleera miró interesada a Kra. Las lobas conocían a pájaros como aquel, y desconfiaban de ellos. Eran criaturas ladinas, que en grandes bandadas resultaban peligrosas para lobos enfermos o jóvenes. Más sorpresas. Aunque los cuervos, en grupos, podían ser enemigos a considerar, este no era su comportamiento habitual.

Había una criatura, en todo caso, que era la misma definición del peligro para la manada. Era a los lobos lo que estos eran a un conejo o ratoncillo. El verdadero depredador del bosque era un felino. Un gran felino, tal como las lobas lo recordaban, parecido a los leones que Aleera sabía habitaban regiones cálidas, pero más grande y agresivo. Había algo antinatural en este ser, igual que lo había en las vampiras, pero este solo olía a muerte cuando la daba.

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07/12/2014, 14:18
Aleera

Aleera frotó el cuello de la loba con agradecimiento y rozó la nariz contra la del animal en un gesto que los propios lobos hacían cuando interactuaban con un miembro amigo de la manada. Le sonrió al animal y luego se levantó.

Han visto a un humano vestido con largas pieles del color de la sangre, es decir, la túnica roja de Nikander. Y fue poco antes de toparse con nosotros—dijo—. En su momento lo vieron como una presa que sorprendentemente escapó a ellas, pero no recuerdan luces extrañas ni fuego así que asumo que utilizó magia para huir. Pero no magia ofensiva de esa que llama tanto la atención.

Se pellizcó el puente de la la nariz un momento. Después de haber mantenido una conversación en lenguaje animal siempre le costaba "traducir" al Común. A su hermana era algo que le hacía mucha gracia pero a ella la frustraba, especialmente cuando lo usaba para pincharla preguntando retóricamente si eso la hacía más animal que elfa.

Hay manadas, digo... hay... —pensó un instante— ...grupos de humanos al noroeste, un territorio sin interés para ellas. Y en cuanto a los machos, sí que tienen machos, solo que están subirdiandos a las hembras que son las cazadoras. En resumen, que si necesitábamos una referencia de que nos encontramos en un mundo distinto, es esta, ese comportamiento es antinatural en lobos.

La parte mala de todo aquello, era entonces que no podían presuponer absolutamente nada. ¿Dónde demonios se habían metido? Sabía que, dadas las circunstancias, podía pedirle un favor a la manada pero no quería hacerlo a menos que fuera absolutamente necesario.

Y no es lo único... —suspiró cruzando los brazos lentamente—. Al parecer, las bandadas de cuervos aquí son peligrosas, cosa que tampoco es normal. Aunque en cuanto a peligros gordos en el bosque... dicen que existe uan criatura que para la manada es la misma definición de "peligro". El verdadero depredador de este lugar es un felino, un gran felino, parecido a los leones pero más grande y agresivo. Saben que hay algo antinatural en esa criatura, como lo había en las vampiras... pero es distinto. Ellas olían a muerte por existir, éste solo huele a muerte cuando la da.

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09/12/2014, 02:09
Iseo de Candelero

Aleera traía noticias preocupantes y esperanzadoras al mism tiempo. Y sin embargo, para Iseo solo hacían que la decisión sobre los siguientes pasos fuera más complicada. Si sus compañeros seguían optando por volver a la torre no iba a oponerse, a pesar de sus reticencias.

—Puede que me parta de una premisa errónea, pero supongo que el territorio de la manada es definido y no más amplio de lo que pueden recorrer durante las horas de luz. Si marchamos hacia el noroeste, es posible que lleguemos a esa población antes del anochecer. Por otro lado —siguió enumerando las opciones que se desplegaban ante ellos—, dudo que Nikander haya marchado durante la noche; podemos seguir su rastro y, si comprobamos que es fresco, deberíamos alcanzarlo pronto. La otra opción ya la habéis señalado: escoltar a esta gente de vuelta a la torre, hasta que encontremos otra opción mejor, antes de proseguir la búsqueda.

La mención al depredador monstruoso heló a Iseo hasta los huesos. A qué clase de criatura temía una manada de lobos, en un bosque donde cazaban vampiras.

—No es probable que nos topemos con ese felino en un bosque de este tamaño —dijo en voz alta, más para escuchar su propio razonamiento que para compartirlo con los demás.

Roguemos que no se haya visto atraído por la torre. No podía quitarse de la cabeza la idea de que la misteriosa aparición no pasaría desaparecibida para los habitantes del lugar.

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09/12/2014, 05:53
Xander

Xander compartía preocupaciones con Iseo, pero era incapaz de tomar una decisión. Llevar a los habitantes del castillo a lugar seguro, encontrar al brujo y acabar con las vampiras eran buenas opciones. ¿Cómo elegir una cuando desechar las otras dos podía acabar con muertes de inocentes?

—Volver a la torre solo nos hará perder tiempo, y no creo que estén más a salvo que con nosotros. En todo caso tenemos que tomar una decisión— añadió, esperando evitar ser él el que la tomara.

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10/12/2014, 01:11
Aleera

Aleera descruzó un brazo para llevarse un mechón de las hebras plateadas que le salpicaban el cabello detrás de la puntiaguda oreja con gesto meditabundo, luego volvió a cruzarlo.

Está a algo más de una jornada de viaje. Es decir, el asentamiento—dijo tras interpretar mentalmente lo que le había dicho la loba—. Pero primero, estamos suponiendo que es un agradable e idílico pueblo. Bien podían ser perfectamente bárbaros machacacráneos. Y segundo, el pueblo no va a moverse del sitio, Nikander sí. Y no sé vosotros pero yo no pienso perderle la pista ahora.

Cambió el peso del cuerpo de pierna cuando Xander habló. Por lo que a ella respectaba, ya habían perdido el tiempo por el mero hecho de traer a aquella gente. Seguía sin entender cómo podía haber accedido a tal locura en su momento, muy distraída o con mucha ansia de partir tras el mago la debían haber pillado o no se lo explicaba.

No pensaba hacer de niñera de nadie y lo cierto es que era incapaz de imaginar cómo iban a estar más a salvo con ellos en medio de un bosque repleto de a saber los dioses qué clase de criaturas sobrenaturales que entre los muros de una torre de piedra. Aquel sitio no era seguro para nadie que no supiera blandir un arma o un grimorio en su propia defensa. ¡Ya bastante peligroso era incluso para quien sí sabía!

Tamborileó con los dedos sobre su propio brazo mientras guardaba un par de segundos de silencio.

Puedo pedirle a la manada que los escolte de vuelta a la torre—dijo al final, un poco a regañadientes. Se sentía mal molestando a las lobas con asuntos que no eran de ellas—. Nosotros podemos ir mientras a por Nikander y así no tenemos que dar marcha atrás ni probar suerte con lugares desconocidos. ¿Mejor?

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11/12/2014, 21:26
Trixa

Trixa nunca había tomado responsabilidad por nadie salvo por si misma, y ahora se sentía un poco perdida. 

—Es verdad lo del poblado, pueden ser cualquier tipo de personas... pero...— se la veía sin palabras. A pesar de que las niñas estuvieran enfadadas con ella, no quería que las pasara nada. Ella misma había estado enfadada muchas veces con su madre. 

—Debemos preguntarles a ellos— terminó por fin de decidirse. —Si quieren volver con los lobos a la torre me parece bien, y nosotros podremos seguir. 

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12/12/2014, 10:36
Zz'pora

—Lo cierto es que una manada de lobas tiene más posibilidades de defenderles que nosotros —meditó el Caballero de Chelimber—. Aleera, sé que son animales salvajes, libres y todo eso. ¿Pero habría alguna posibilidad de que convencieras a la manada para que protegiera la torre? Tanto los animales como esta gente saldría beneficiada.

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12/12/2014, 22:31
Aleera

Aleera frunció suavemente el ceño pero no con desdén, sino con algo parecido al dilema. No quería alterar tanto la conducta de aquellos animales aunque entendía lo que quería decir Zz'pora. Se sentía algo más cercana con otro habitante de los bosques así que quizá por eso relajó el gesto.

Puedo... pedírselo, sí—suspiró finalmente con reticencia—. Pero tenéis que tener en cuenta que mover indefinidamente su territorio es un gran favor y no todas estan presentes. Vigilarán la torre siempre que puedan pero no espereis que estén las venticuatro horas del día haciéndolo.

Alzó y dejó caer los hombros.

Pero en todo caso la manada seguira junta y defenderá su territorio ahí donde esté, así que es mejor que nada—después miró a los susodichos que iban a ser escoltados y volvió a fruncir ligeramente el ceño—. Y vosotros, por lo que más queráis, aseguraos de  dejarle claro a quien quede en la torre que nada de hacer el energúmeno. Si uno solo de los guardias les hace el más mínimo daño, se merecerá todo lo malo que pueda pasarle.

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14/12/2014, 00:50
Iseo de Candelero

Iseo se mantuvo callada durante el intercambio de opiniones, no porque no tuviera nada que decir sino porque dudaba de lo que estaba oyendo. Mientras los demás hablaban, una de sus cejas se mantuvo bien alta, pugnando por ocultarse bajo el sombrero o desencajarlo de su cráneo.

—Si no planeabais responsabilizaros de la seguridad de esta gente, el momento de decirlo pasó hace tiempo —dijo, cuando estuvo convencida de que la propuesta de que las lobas escoltaran a los habitantes de la torre no era producto de una confusión—. De veras que me cuesta creer lo que estoy escuchando. Son lobas, no seres inteligentes. Suponiendo que sean capaces de conducirles hasta la torre, no tienen la capacidad para adaptarse a las amenazas que puedan surgir en su camino. No son druidas, ni siquiera tramperos o exploradores, no hay nadie entre ellos que pueda comunicarse con ellas para coordinarlas.

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14/12/2014, 01:10
Aleera

Esta vez Aleera cruzó los brazos, apretándolos mucho. ¡Como si le hubiesen ido a hacer caso de haberlo dicho antes! Si no lo habían hecho con la sugerencia de esperar al amanecer antes de partir, con aquello dudaba de que hubiera sido distinto.

Oh, disculpa. Ya que son lobas, quizá prefiráis que se vayan ellos solitos andando hasta la torre—gruñó como si la hubiesen ofendido a ella—. Quizá deberíais dejar vuestros prejuicios a un lado y no subestimar el instinto sobre la inteligencia. No vais a encontrar a nadie que se oriente mejor en el bosque o que se adapte mejor a las amenazas de éste que quien ya vive en él.

Resopló por la nariz con indignación, ella tampoco podía creerse lo que estaba oyendo. Por lo que había podido constatar a lo largo de los siglos, del raciocinio no solo nacían cosas buenas: la traición, la malicia, la arrogancia o el orgullo también venían de ahí, cosas que en el reino animal no existían.

Ahora la manada iba a hacerles un favor enorme y esa era la reacción. Típico de la gente de ciudad que parecía creer que por ser "civilizada" ya estaba por encima de quien no vivía en ella.

—Y si relamente creeis que necesitan que "alguien" las coordine para enfrentar una amenaza, es que la ignorancia habla por si sola.

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14/12/2014, 13:41
Iseo de Candelero

La elfa pareció ofenderse como si ella misma hubiera sido parte de la manada. O al menos, criada por lobos. Algo que era posible, especialmente para alguien con una profunda conexión con lo salvaje, aunque improbable, pues mostraba un comportamiento más civilizado y socializado que el de algunos druidas sobre los que había leído, que dejaban atrás la identidad con la que habían nacido para adoptar la de una especie animal de su elección, o incluso desarrollaban una transversal y fluida.

—Planteémoslo de otro modo —dijo, relajando la expresión—. Confío en la capacidad de la manada para evitar o confrontar las amenazas del bosque. De otro modo, habrían sido expulsados o exterminados. No confío en su capacidad para obrar adecuadamente si son los habitantes del castillo quienes sufren el peligro. ¿Puedes explicarme cómo lo harían?

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14/12/2014, 14:24
Aleera

Aleera se pellizcó el puente de la nariz, obligándose a si misma a inspirar hondo, "eres demasiado impetuosa", eso habría dicho Galatea de estar allí. Y lo peor de todo es que se lo habría dicho sonriendo. Ella y su maldita paciencia infinita; jamás entendería cómo lo conseguía. Más que hermanas parecían polos opuestos.

Del mismo modo que actuaría un guardia—masculló finalmente en el tono más templado que logró reunir—. Si les pido que protejan a los humanos de la torre, alertarán y echarán cualquier peligro o criatura hostil que se acerque a ella.

Para que nadie se pusiera a jugar con el laboratorio de alquimia y lo hiciera saltar por los aires o algo así, ya estaban los propios guardias del interior. Eso, y que la torre al menos ofrecía muros de piedra y portones. Ya era más de lo que tenían allí.

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14/12/2014, 15:54
Iseo de Candelero

Iseo consideró la respuesta de Aleera. No iba a convencerla de que los lobos serían más capaces que ellos de devolver a los habitantes del castillo a la torre. Sin embargo, no eran ella y los dones de Oghma, por sí solos, los que iban a mantener sanos y salvos, sino la pericia en armas y superviviencia de sus compañeros. Y a ellos no podía exigirles que cumplieran un papel que no estaban dispuestos a desempeñar. Al menos, necesitaba confirmar que la elfa era sincera y no trataba de buscar la salida fácil.

—Si los hijos que tuvieres, si es que no los tienes, estuvieran en ese grupo, ¿confiarías de igual manera en la manada de lobos para escoltarlos hasta el castillo?

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14/12/2014, 18:16
Aleera

—Por supuesto que sí.

Aleera no se había parado a dudar la respuesta; para ella era algo que tenía demasiado claro como para titubear. La lealtad de un animal, una vez entregada, era incorruptible.

Ella no tenía hijos, pero podía ponerse en situación o directamente aplicar el ejemplo a sus seres más queridos y aquello no habría cambiado la sinceridad de la contestación. De hecho, había arqueado las cejas inconscientemente, como quien responde a algo tremendamente fácil.