Partida Rol por web

Pues gracias a Annie no puedo alcanzar la x asi que me muevo una al norte y giro hacia el oeste, haciendome un petardo mientras la milf despeja el paso.

Un segundo zombie aparecio doblando la esquina de la casa, asi que Paco llego a la conclusion de que, en estos momentos, su unica posibilidad de sobrevivir era entrar en la casa. Asi pues cambio la direccion de su marcha para dirigirse directamente a la puerta.

Ejem, Agente Parsons le toca actuar... o se le comen los zombies.

Tras lo dicho al chaval, salí escopetado hacia la entrada lateral de la casa para refugiarme.

-Sobreviviréééé, ehhhhhhh! buscaré un hogar!!

Fui cantando mientras corría.

Seguí al agente que había empezado a entonar una alegre tonadilla ¿Se habría vuelto loco?

Un destello. El espacio parece curvarse sobre si mismo y un instante después Annie ya no está ahí. La chica rubia ha desap...

¿Qué rubia? Nunca ha habido una rubia. El estrés debe estar afectándome. —Piensan los supervivientes.

¡Menuda mierda! No se porque he tomado un camino tan largo para ir hasta el garaje. —se queja mentalmente CM Punk— ¡Pero si podía haber llegado hace un rato!

Otro destello. La misma sensación extraña en el aire. Todo sigue igual... ¿o no?

Pero... ¡si estoy aquí al lado! Debo dejar los porros... —suspira algo preocupado por sus despistes, pero sin embargo contento por no tener que andar tanto.

A lo lejos, a la linde del bosque desde donde puede divisarse toda la explanada que lleva hasta la casa, una figura ríe mientras se afana con un aparato de extraña manufactura.

—¡Muahahahhahaha! Uno menos, quedan cinco. ¡Nadie podrá con el Dr. FrankenZombie!

¡No paran de llegar!

Es lo único que los supervivientes pueden pensar cuando miran a la creciente marea de muertos que se les echa encima, cual autómatas controlados por una voluntad superior. Y maligna, de eso no hay duda: cada uno de los supervivientes ha visto las atrocidades de las que son capaces los no-muertos.

Los pensamientos son interrumpidos por el ruido de cristales al romperse. ¡Los zombies están dentro!

1 punto Examino la casilla, 2 giro al Este, 3 avanzo al Este, 4 giro al Sur

Lo primero que percibe CM Punk al abrir el baul del garaje es un repentino olor a limón que asalta sus fosas nasales. Lo segundo son los pasteles de los que proviene tan rico olor. Lo tercero, que no hay nada más.

Si la vida te da limones... —suspira echando mano a los dulces.

Mientras tanto, al otro extremo de la casa, el agente Parsons avanza con seguridad portando su flamante espada. El aire parece rielar de nuevo, como hace unos instantes, casi imperceptible excepto para el ojo aventajado de un policía experto, esta vez alrededor del arma. En el intervalo de unos segundos el mandoble pasa del plateado añejo al rojo óxido, para después deshacerse en un montoncito de polvo rojizo.

Una risa maquiavélica recorre la escena:

—¡¡¡¡Muahhahaahahahahha!!!!

Cuatro exclamaciones, signo inequívoco de locura extrema.

Al norte de la vivienda Paco comienza a escuchar una melodía que aumenta según se acerca a la puerta trasera. Le resulta muy familiar, aunque el nerviosismo, exaltado por la cercana presencia de los zombies que se acercan, le impiden recordar el nombre de la canción.

Más y más zombies aparecian por el lado opuesto de la casa. Uno de ellos incluso se habia metido de cabeza por la ventana.

La situacion llevaba a replantearse la seguridad del edificio, y siendo realistas, Paco nunca se habia considerado un valiente, asi que literalmente dio la vuelta y salio por patas de ahi

-What the fuck???- digo en inglés, demasiado nervioso para traducir por haber perdido el arma... mi arma. ¿Y ahora qué? Ahora nada, vuelvo a estar como antes y soy demasiado chulo para morir, desde luego. Sigo mi recorrido hacia la casa, en parte tranquilo, pues, aunque lo diga mi voz en off, aún no sabía que la casa estaba infestada de zombies.

-Vamos chico, cúbreme con el arma, que algo le ha pasado a la mía.- Lo normal es que intentara buscar las respuestas al por qué desaparecen las armas y tengo vagos recuerdos de una rubia que no existe, pero soy americano, un hombre de acción al que todo le importa un rábano.

Empiezan a suceder cosas extrañas: armas que se rompen, vagos recuerdos de una rubia y ahora encima parece que la casa era del señor Jackson y que no está muy contento de vernos. Sigo pegado al policía mientras veo a un hippie revolver entre los trastos del garaje.

-Agente, quizás debieramos buscar en el garaje nosotros también. Parece que la casa está un tanto atestada y es mejor entrar preparados, ¿no cree?

Los zombies no parecen tener fin y más están por llegar: en la ladera que lleva a la casa apenas puede verse el suelo, tapado por cientos de cuerpos andantes.

Poco a poco, los primeros en llegar van vertiéndose dentro de la casa como una marea incontenible.

Ey tios! Id con cuidado! Voy armado con un pastel de limon!

Les grito a los dos tios con los que me cruzo alsalir del garaje.

4 al sur (4AP)

Mientras volvia sobre sus pasos, Paco vio varias formas mas entre la niebla a su izquierda. Al principio penso que se trataba de mas zombies y acelero el paso, pero luego oyo una voz viniendo del garage gritando algo sobre un tarta de limon (tal vez habia oido mal y hablaba de "escopeta" o "lanzallamas...)

Incluso si estaban como una cabra y se preocupaban por tartas de limon en lugar de los zombies, eran los primeros humanos que veia en mucho tiempo, asi que se puso a correr hacia ellos agitando los brazos para hacerse notar.

- SOCORROOO!!, AYUDAAAAA!!!!  LOS ZOMBIES VIENEN A POR MIIIIIIIIIIII!!!

Iba a ir heroicamente hacia la casa, a buscar armas y tapiar todo, pero unas voces zombificantes hizo que arruinara mi pañal nuevo... ¿pero qué digo? ¡Si soy un héroe!... No, si dirigí mis pasos hacia el garaje en vez de hacia la casa fue porque me lo dijo el chico deportista.

-Vale, chaval, pero tarde o temprano tendremos que ir a la casa. Quizá los que estén armados deberían ir antes.

-¿Está loco? No pienso meterme ahí yo solo.