Partida Rol por web

A medida que fueron llegando hasta el almacén, pudieron comprobar que ya había luz fluorescente en su interior, acompañada del característico zumbido de las mismas. Todo seguía como la primera vez que estuvieron allí, mobiliario viejo y la típica suciedad de un almacén largo tiempo cerrado.

Allí estaba Peter, esperando a que todos llegaran, pues sí, todos ellos habían contactado con él y él, preocupado por alguna razón que desconocían, les había citado de forma inmediata en su centro de operaciones. 

El primero en llegar fue Zoddert, a quien no dio ninguna explicación sobre las marcas que lucían en su rostro. Tenía el labio partido, una ceja rota y un ojo morado. Además, cojeaba de la pierna derecha y se sujetaba el lado izquierdo del cuerpo, como si le doliera al moverse. La ropa estaba limpia y las heridas suturadas con tiras adhesivas. 

Luego llegó Frank, a quien casi se la cayeron al suelo los donuts que había comprado de camino y los tres cafés que portaba. Por suerte Zoddert pudo ayudarle en el último momento a que su merienda no acabase en el suelo. Lyara llegó justo después y s sorprendió tanto o más que los dos orcos y finalmente fue Celarian quien hizo aparición en escena en aquel almacén.

- Ahora que estamos todos... - Frunció el ceño y se apretó el costado dolorido. - ...es hora de dar novedades. - Dijo no sin esfuerzo. - Tenemos un problema. - Dijo finalmente. - Casi me matan esta tarde. - Explicó con un hilo de voz. - He tenido suerte y he podido escapar. - Tosió y cerró los ojos dolorido. Segundos después se repuso y trató de continuar. - He pedido ayuda a mi contacto en el Escudo de la Luz, pero... - Resopló. - No puedo ponerme en contacto con éste. Es como sí... - Hizo una pequeña pausa. Se le veía preocupado y a punto de desfallecer. - ... es como si hubieran desaparecido.

Cuando llegué, todos estaban allí, para mi sorpresa. Yo no había acudido a ninguna reunión informativa del equipo, sino para hablar con Peter, y de repente me encontraba con que todos habían sido convocados al mismo tiempo. No, eso no me gustaba en absoluto.

Llegué con cara de mala uva y el cuerpo tenso, y no tuve más remedio que esperar a que Peter hablara, pero no dejé que nadie añadiese nada más.

-No, ese no es el problema -le dije, malhumorada, acercándome a él hasta encontrarme a escasos centímetros -. El problema es que han raptado a Claire y ELLA NO FORMABA PARTE DE ESTO. ¿PERO QUÉ MIERDA DE SEGURIDAD TENÉIS? Me da igual la misión o cualquier otra mierda, pero lo primero de todo es Claire. Si van a empezar a quitarnos lo que queremos... no... no podemos...

De nuevo la angustia me superó y tuve que hacer un esfuerzo enorme para no echarme a llorar allí mismo, delante de todos.

Entendía que no había sido culpa de nadie, salvo mía por haber entrado en aquella estupidez, pero ahora no podía parar, no podía dejarlo como estaba y pensar en otra cosa.

Quizás los demás no lo entendiesen, así que me volví hacia ellos.

-Alguien se llevó a mi novia de casa esta noche. No sé ni quien ni cómo fue posible, solo que según la idiota de mi vecina lo hizo un tío calvo y que estaba buenísimo. Ahora mismo la misión me importa una mierda y lo único que quiero es encontrar a Claire.

Me volví de nuevo hacia Peter.

-Y no hay nada más, Peter. ¿Me entiendes? Ni encuentros, ni búsqueda de información sobre esta gente... nada más. 

Me tomé un pequeño respiro para intentar ordenar mis ideas.

-Sugiero que vayamos a golpear unas cuantas puertas a ver qué encontramos y que abandonemos todo el cuidado que estábamos teniendo, puesto que no ha servido para una puta mierda, y podemos empezar por el local en el que estuvimos Lyara y yo, puesto que sabían quién era yo y aprovecharon la ocasión.

Lyara frunció ligeramente el ceño al ver la situación en la que se encontraba Peter, y las posteriores revelaciones por su parte y la de Celarian no mejoraron la situación. Estaba claro que los Inferni iban más de un paso por delante y eso iba a complicar mucho las cosas, tanto que ahora encontraban la vida de diversos seres queridos comprometidas.

 —Mal asunto, y parece que quieren quitarnos de en medio rápido. ¿Alguna idea de cómo conocen tanto de nosotros? Si sabían de nosotros, que acabamos de incluirnos en esto... debía haber un topo. —comentó frotándose el cuello con incomodidad.

—¿De verdad quieres hacerlo así, Celarian? Si hacemos ruído lo primero que harán es usar a Claire de escudo. No digo que debamos ser particularmente sutiles a estas alturas, pero deberíamos actuar con un objetivo claro. ¿Buscar a Elderen? —inspiró profundamente según trataba de ordenar sus ideas, luego dirigió una mirada a los orcos como si esperara que hubieran sido más afortunados y tuvieran un hilo el que tirar.

Al llegar, Frank depositó sobre la mesa los dónuts y los tres cafés que había comprado para que sus compañeros pudieran servirse de ellos si quisieran. No obstante, al escuchar las palabras de Johnson y las elfas, supo que los tres habían tenido complicaciones similares a las que habían vivido Zoddert y él la pasada noche.

-A nosotros nos atacaron tres tipos en los almacenes donde habíamos comenzado a trabajar -expuso Jefferson, revelando lo que ellos también habían tenido que enfrentar-. Eran tres rateros sin más. Los derrotamos, obtuvimos información y les dejamos marchar. Nos dijeron que les habían contratado para "darnos un susto". Y nos dieron una descripción muy exacta de quien les había contratado. Encajaba a la perfección con Calanthir Celegron, pero cuando le enseñamos una foto de él... -El orco hizo un gesto amargo-. Ninguno de los tres estaba seguro. No pareciera que hubieran visto a ese elfo en la vida. Como si fuera un truco de magia.

Lyara había dado con la clave. Si alguien sabía sobre ellos tan pronto, aquello solo podía significar que había un topo en el grupo, alguien que hubiera delatado sus movimientos prácticamente a la vez que ellos cuatro estaban actuando.

-Quienes atacaron sabían de antemano donde iban a encontrarnos y, hasta donde sé, hasta el momento los únicos que sabían que trabajábamos en los almacenes eran unos orcos llamados Kanj y Koddos -explicó Jefferson, encogiéndose de hombros-. Por suerte, pudimos colocar cámaras de seguridad en el edificio, aunque esos cabrones son listos. No creo que vayan a hacer nada ilegal por una temporada.

El orco recordó entonces que quizá hubiera un hilo del que pudieran tirar. Kanj no parecía saber nada, pero el jefe de seguridad en cambio había demostrado tener cierto poder sobre el orco, quien teóricamente estaba al mando. ¿Y si sabía más de los inferni de lo que parecía y por eso se las había apañado para despedirles cuanto antes?

-Hay un tipo, un humano... Se llama McKenzie, aunque todos lo conocen como El Apache. Es el jefe de los seguratas. El tipo tiene que estar pringado en todo esto -indicó Frank, convencido de ello-. Cuando rechazamos el ataque de los tres ladrones, McKenzie dijo que no quería problemas en los almacenes. Nos pagaron por una semana y nos han despedido. Fue muy raro, como si no quisiera que husmeásemos por allí...

Zoddert se extrañó del estado de su antiguo jefe, eso sumado al ataque sufrido la noche anterior le mosqueó. Una vez llegado su compañero con el avituallamiento pensó que podrían empezar, pero no, ese día no había hecho más que empezar, sus compañeras llegaron también, con Vaamar con peor humor del normal...

Osea que casi se cargan a Johnson, a nosotros nos intentan intimidar tres matones y han secuestrado a la novia de Vaamar. Dijo con cara estupefacta de que alguien aguantara a tal elfa. Ah y tu contacto debe estar indispuesto, encerrado en algún almacén o criando malvas en el rio...

Pues pinta a que nos han quemado... y eso que acabábamos de empezar,... a ver Johnson, desembucha, algo no cuadra, a quien distes parte de que empezábamos en este curro que aquí algo no cuadra.

Creemos que el almacén donde trabajamos anoche fue usado para trasladar la varita, los otros seguratas nos dijeron que por la noche hace unas semanas se presentaron un comando de seguridad escoltando una pequeña caja, a ellos les mantuvieron a parte,... nosotros pretendíamos revisar en el papeleo del Apache para ver si el hilo llevaba a alguna parte, pero nos echó de ahí pasando por encima de mi colega, el cual en teoría era el jefe, así que ese humano no es trigo limpio tampoco.

-No, ese no es el problema. El problema es que han raptado a Claire y ELLA NO FORMABA PARTE DE ESTO. ¿PERO QUÉ MIERDA DE SEGURIDAD TENÉIS? Me da igual la misión o cualquier otra mierda, pero lo primero de todo es Claire. Si van a empezar a quitarnos lo que queremos... no... no podemos... Alguien se llevó a mi novia de casa esta noche. No sé ni quien ni cómo fue posible, solo que según la idiota de mi vecina lo hizo un tío calvo y que estaba buenísimo. Ahora mismo la misión me importa una mierda y lo único que quiero es encontrar a Claire.

- Evidentemente que eso no era parte del... - Resopló. Hablar con Celarian en esas condiciones iba a ser difícil. - ¿Un tío calvo? ¿No tiene más datos?

-Y no hay nada más, Peter. ¿Me entiendes? Ni encuentros, ni búsqueda de información sobre esta gente... nada más. 

- No, ahora lo importante tiene que ser Claire. - Dijo con sincera pesadumbre. - Claire y nosotros... creo que estamos en peligro real.

-Sugiero que vayamos a golpear unas cuantas puertas a ver qué encontramos y que abandonemos todo el cuidado que estábamos teniendo, puesto que no ha servido para una puta mierda, y podemos empezar por el local en el que estuvimos Lyara y yo, puesto que sabían quién era yo y aprovecharon la ocasión.

Peter fue a intervenir en ese momento, pero se le adelantó Lyara.

Mal asunto, y parece que quieren quitarnos de en medio rápido. ¿Alguna idea de cómo conocen tanto de nosotros? Si sabían de nosotros, que acabamos de incluirnos en esto... debía haber un topo. 

- Efectivamente. - Confirmó Peter. - Sospechaba eso ya cuando vinieron a por mi, pero ahora es más que evidente.

¿De verdad quieres hacerlo así, Celarian? Si hacemos ruído lo primero que harán es usar a Claire de escudo. No digo que debamos ser particularmente sutiles a estas alturas, pero deberíamos actuar con un objetivo claro. ¿Buscar a Elderen? 

- Si, Lyara tiene razón. - Intervino Peter. - Son gente peligrosa y con recursos. Fácilmente se desharían de nosotros si entramos a las bravas.

Fue entonces cuando Frank acabó de contar lo sucedido en el almacén y añadió la existencia de un posible hilo con los inferni, el tal McKenzie.

-Hay un tipo, un humano... Se llama McKenzie, aunque todos lo conocen como El Apache. Es el jefe de los seguratas. El tipo tiene que estar pringado en todo esto. Cuando rechazamos el ataque de los tres ladrones, McKenzie dijo que no quería problemas en los almacenes. Nos pagaron por una semana y nos han despedido. Fue muy raro, como si no quisiera que husmeásemos por allí...

- Podría ser una coincidencia. Que simplemente no quisiera más problemas. Puede que sospechara que estabais metido en algo y que por eso se produjo el asalto al almacén, pero... - Chasqueó la lengua y sacó si pitillera poniéndose un cigarrillo en los labios. - ...después de lo de Claire y del asalto que sufrí. Creo que descarto la casualidad...

Pues pinta a que nos han quemado... y eso que acabábamos de empezar,... a ver Johnson, desembucha, algo no cuadra, a quien distes parte de que empezábamos en este curro que aquí algo no cuadra.

- Además de mi contacto... - Se detuvo a pensar. - Sólo O'Malley, Courier y Raynor sabían algo de... - Negó con la cabeza. - Pero no les dije nada. Sabían lo mismo que vosotros antes de nuestra reunión en el almacén... - Se encendió el cigarrillo y dio una profunda calada. - No pueden ser ellos... - Miró a sus compañeros con los ojos llenos de dudas. - ¿Verdad?

Creemos que el almacén donde trabajamos anoche fue usado para trasladar la varita, los otros seguratas nos dijeron que por la noche hace unas semanas se presentaron un comando de seguridad escoltando una pequeña caja, a ellos les mantuvieron a parte,... nosotros pretendíamos revisar en el papeleo del Apache para ver si el hilo llevaba a alguna parte, pero nos echó de ahí pasando por encima de mi colega, el cual en teoría era el jefe, así que ese humano no es trigo limpio tampoco.

- Esa es otra pista importante. - Asintió con la cabeza. - Tenemos al elfo ese del que ha hablado Lyara y tenemos lo del almacén. - Soltó el humo del tabaco. - Y podríamos tratar de ir a casa de mi contacto por si pudiéramos averiguar algo. ¿Se me escapa algo?

No podía creérmelo. Toda aquella maldita misión se había ido a la mierda desde el principio y todo porque alguien, una persona de confianza, como siempre, no era quien decía ser.

Yo estaba demasiado nerviosa por lo de Claire, demasiado alterada, y comprendía en el fondo que debíamos actuar con lógica y calma, pero resultaba tan complicado para mí que necesité más tiempo que nadie para poder controlar mis reacciones y hablar con relativa tranquilidad.

-Vamos a ver. Lo primero creo que es descubrir quién nos ha traicionado. Todo lo demás no servirá de nada si seguimos confiando en alguien que se va de la lengua. A estas alturas, es evidente que ya saben detrás de lo que vamos y que van a intentar adelantarse a nosotros. La única manera de descubrir a quien lo haya hecho es tender una trampa y como no sabemos quién es, tendremos que tender varias y esperar a ver quién avisa a nuestros "amigos". Somos cinco. Establezcamos cinco puntos a lo largo de la ciudad y digamos a cinco contactos o personas de confianza que algo grande va a suceder en ellos. Después nos separamos y esperamos. En donde aparezcan esta gente... tendremos a nuestra rata.

Había hablado desde la pura lógica policial, a pesar de que por dentro ardía en deseos de dispararles a todos cuantos había en la sala de fiestas y sacarle la localización a golpes. Ese era mi estilo, no esperar, pero por una vez, quizás Claire no corriese peligro inmediato. Si la habían raptado, como parecía, sería para ejercer presión, no para matarla y despertar mi ira.

Pero la idea de que pudieran estar haciéndole daño... me corroía.

-No puedo; no soy capaz de mantenerme calmada con todo esto -dije, hundiéndome en un sollozo a duras penas contenido. De nuevo tardé un poco en recuperar el control de mis emociones, pero también, otra vez, logré hacerlo -. Perdonad. No estaba preparada para algo así. Aceptaba que hubiese un riesgo contra mí, pero contra nadie que me importase. 

Entonces, miré con dureza a los demás.

-Hay que dar con la rata.

Entiendo que para ti es personal y que ahora te costará pensar con claridad, pero las cosas están pasando muy rápido y tender cinco emboscadas a ciegas igual tardará demasiado, además que pueden vérselas venir! DEMONIOS casi nos matan a Johnson y sin él esto se va a la mierda!!! Dijo tratando de no sonar condescendiente.

Tu contacto. Dijo mirando al maltrecho humano. Si no es él igual ya está muerto, vayamos a ver si queda algo de hilo del que tirar. cogió un donuts y uno de los cafés de Jefferson, sin duda necesitarían energía en lo que quedaba de día. 

-Bueno, es altamente improbable que O'Malley, Courier o Raynor pudieran saber detalles como que Zoddert y yo íbamos a trabajar en los almacenes, ¿no? -planteó Frank, encogiéndose de hombros. No creía que sus antiguos compañeros pudieran estar al tanto de aquellos detalles-. Y no sé hasta qué punto has tenido a tu contacto al tanto de nuestros movimientos...

Todas las fichas de Jefferson estaban apostadas en el contacto de Johnson. Lo más probable es que el tipo estuviera ya muerto o secuestrado, y que fuese él quien les había delatado. Era la única explicación racional que tenía, aunque considerando que los rateros de la noche anterior parecían no haber reconocido a quien les contrató, como si estuvieran afectados por un hechizo, le hacía pensar que tal vez debieran plantearse otras hipótesis. Celarian se mostraba muy tensa por el secuestro de su pareja, pero lo de plantear cinco emboscadas a la vez tal vez no fuese lo más efectivo en ese momento.

-Deberíamos ir a visitar a tu contacto -le sugirió a Johnson, viendo que se trataba del mejor hilo y el más directo del que tirar-. Nos han jodido a los cinco a la vez, y eso implica que quien ha ido tras nosotros no lo ha hecho por un chivatazo de alguien a quien Zoddert o yo o cualquiera pueda conocer. No. Tiene que haber sido alguien que esté al tanto de todo lo que cada uno de nosotros íbamos a hacer.

—Estoy con ellos, la mejor baza es el contacto. —dijo tras sopesar las posibilidades por un momento— Habiéndose lanzado a la caza estarán esperando a que contraataquemos, y aunque nuestros otros posibles objetivos estuvieran mejor definidos... imagino que habrán tomado precauciones a estas alturas. —suspiró, frotándose el cuello como ya resultaba habitual en aquellas reuniones.

No parecía que tuvieran una salida clara a aquella situación, y que contaran con rehenes complicaba aún más las cosas. La peor parte es que no tenían ninguna garantía de que Claire fuera la única que secuestraran.

—Lo único que puedo deciros es que el elfo con el que tratábamos era... muy persuasivo. —miró momentáneamente a Celarian antes de volverse hacia los demás. Nunca había visto a su compañera tan centrada en obedecer en el pasado.— Así que tal vez tuvieran la capacidad de sonsacarle la información a cualquier implicado con facilidad.

—Si investigar al contacto no da frutos, tal vez podríamos fingir buscar negociar con él. Al fin y al cabo sería una reacción plausible dadas las circunstancias. —dejó caer los hombros.

- Sí... - Dijo Peter cabizbajo. - Cinco emboscadas simultáneas son... - Negó con la cabeza. - Son una temeridad. Aunque entiendo que lo primero para ti ahora sea encontrar a Claire a toda costa. - Comentó compungido. - No creo que debamos separarnos más a no ser de que sea estrictamente necesario. - Asintió varias veces con la cabeza. - Podemos ir a casa de mi contacto. No vive demasiado lejos de aquí. En unos quince minutos estaríamos allí. Aunque... - Dio una nueva calada a su cigarrillo, lo hizo de forma compulsiva, tanto que casi consumió medio cigarrillo de una sola calada. Se le veía afectado y un tanto paranoico en sus gestos, pues no paraba de mirar a un lado y a otro, como si estuviera siendo vigilado. - ¿Y si nos están esperando? Es como sí... supieran de antemano todos nuestros movimientos... - Dejó escapar el humo por su boca y nariz y tragó saliva.

Bueno, no creo que eso sea un problema, ya sabemos que nos metemos en la boca del lobo... Dijo el orco mientras se acababa el Donuts que le había traído su compañero.

Chalecos, armas cargadas y dividirnos en dos grupos para flanquear el lugar... Y obviamente una vuelta de reconocimiento para descubrir elementos hostiles en el exterior... Con suerte engancharemos a alguien a quien sonsacarle la información, sobre todo dónde está la pareja de Vaamar, que creo que es la prioridad ahora.

Ya algo más tranquila, entendía todas las reticencias a mi propuesta, pero lo importante era que todos veíamos que de verdad, había un problema que resolver y también que de alguna manera, empatizaban conmigo. La parte más lógica de mi mente, sí, había una, aunque no solía utilizarla a menudo, pareció convencer lo suficiente a la parte salvaje para que se calmase y esperase a cursar un medio de acción más adecuado.

Así que me volví hacia los demás.

-Está bien, vayamos a ver a ese contacto y de una manera u otra saquémosle la información que necesitamos. Esto no puede volver a ocurrir, a ninguno de nosotros. Y Peter, está claro que no estáis preparados para esto; si con el primer movimiento de mierda que hemos hecho nos han atacado desde todos los lados, es porque ellos disponen de una red mucho más extensa y compleja de la que suponíais y vosotros no estáis para competir con eso. Tendremos que buscar otra manera.

Incluso Everton dijo que la prioridad era Claire, lo que me hizo volverme hacia él y pensar durante unos instantes cómo agradecérselo. Habíamos tenido tantas diferencias en el pasado, que resultaba complicado acercarme a él, en especial, pero a todos en general.

Pero lo intenté a pesar de todo.

-Gracias, Zoddert. Gracias a todos por... todo -dije, más hundida que rabiosa, aunque sabía que eso también llegaría, que cuando me encontrase cara a cara con el primer problema, sacaría a relucir mi mala leche sin contemplaciones.

Así que después me volví hacia Peter.

-Peter, más vale que hallemos algo pronto sino, tú me conoces y sabes que no me contendré, aunque signifique mi propio final. Ojalá saquemos algo de tu contacto.

Por el momento, estaba bajo control, pero ¿durante cuánto tiempo conseguiría seguir igual?

-No veo otra opción a que nos presentemos en casa de tu contacto, Johnson -coincidió Frank, con sus compañeros, sabiendo que no tenían muchas más alternativas-. Sí, es arriesgado, pero joder, no tenemos otra... Sabemos que alguien nos ha delatado a los inferni, y si ese tipo estaba al tanto...

Jefferson sabía que si los inferni habían intentado matar a Johnson, lo más probable es que el contacto de este no hubiera corrido una mejor suerte. Los inferni eran algo mucho más peligroso de lo que hubiera llegado a suponer en un primer momento y desde luego no podían subestimarlos.

-Aunque tenemos que hacerlo bien -añadió, agarrando uno de los dónuts y dándole un bocado-. No podemos meternos en la casa como pollos sin cabeza. Como dice Zoddert, hay que llevar chalecos antibalas, nuestras armas y estar preparados para lo que nos podamos encontrar.

—No quiero pecar de impaciente, pero estoy conforme con lo que decís y creo que deberíamos movernos cuánto antes. —expuso tras mantenerse callada durante un rato, paseando la vista entre sus compañeros por un momento.— Este asunto se ha complicado demasiado, pero debemos arreglarlo.

Se frotó el cuello según ponía en orden sus ideas, mentalizándose para la misión que ahora los ocupaba y evitando darle demasiadas vueltas a las consecuencias que aquello podría tener en el largo plazo.

- Está bien... - Dijo Peter llevándose la mano al mentón con cierto aire de preocupación. - Iremos hasta allí. - Ladeó la cabeza a un lado y a otro pensativo. - No se si servirá de algo, pero tenemos que intentarlo. - Dijo con poco convencimiento. Se mantuvo en silencio algunos segundos y entonces alzó la voz. - Sí, no queda otra. Tenemos que hacerlo. - Dijo finalmente convencido de sus palabras.

Se repartieron en dos vehículos y guiados por Peter, quien conducía con una calma incómoda y velocidad por debajo de lo permitido, se dirigieron hacia la casa de su contacto en el "Escudo de la Luz". Frank y Lyara, que fueron quienes acompañaron a Peter en su coche, notaron que aquel joven parecía inmerso en sus propios pensamientos y algo distanciado de la conversación, respondiendo a sus preguntas con evasivas y monosílabos. No es que pareciera querer ocultar nada o engañarlos, sino que simplemente parecía ausente.

Celarian y Zoddert, que seguían sin demasiada dificultad al coche conducido por el hombre que les había metido en todo aquel asunto, no hablaran demasiado durante el trayecto. La tensión a la que Vaamar estaba sometida podría haberla echo estallar, pues era toda una bomba de relojería y Everton, que la conocía demasiado bien, decidió ser prudente. Ahora que parecía haber sido bastante razonable, no quería enturbiar su juicio. Incluso se mantuvo neutro a los insultos que la ex-policía le dedicó a Peter por su aparente parsimonia al volante.

Una vez llegaron al domicilio de contacto de Peter Johnson, todos descendieron de sus vehículos, aunque lo hicieron a una manzana de distancia para no levantar sospechas. Se trataba de un barrio residencial y por el lujo de las viviendas que se habían edificado en la zona, sin duda un barrio rico. La casa de aquel hombre de nombre desconocido para ellos, no era una excepción. Se trataba de una planta baja, con las luces encendidas y que al menos a la distancia desde donde la observaban, parecía no haber sido objeto de ninguna entrada violenta y es más, hasta parecía estar habitada en esos momentos.

Frank observó que la casa del contacto de Johnson tenía las luces encendidas y que a priori no pareciera que hubiera sufrido una entrada violenta, aunque no podían descartar nada por el momento.

-Parece que aún hay gente en esa casa -comentó el orco, arrugando el ceño, pensando en la posibilidad de que el contacto de Johnson no solo estuviera vivo, sino que además no hubiera sufrido ataque alguno y estuviera tranquilamente en su hogar-. No podemos simplemente entrar como si fuéramos los Hombres de Harrelson, el tipo podría estar reunido con su familia o algo así. Pero usted dirá, jefe, ¿nos acercamos discretamente para comprobar qué pasa antes de entrar?

Finalmente, tocaba ir al contacto. Me parecía que era un plan demasiado simple que lo único que haría sería alargar todos los tiempos, tiempo que no me resultaba fácil de gestionar estando Claire en manos de quien se la hubiese llevado. Seguramente era lo mejor, lo más seguro y razonable, pero me parecía una mierda tener que ir con pies de plomo cuando yo solo quería volar de un lugar a otro para ir en su busca.

Ojalá no le hubieran hecho nada, pensaba durante el camino, mientras me cebaba con Peter por su manera de conducir.

-Joder, una maldita abuela habría ido más deprisa en un triciclo. Coño, tenía que haber ido yo delante -me quejé en una ocasión, descargando parte de la frustración que sentía.

Pero sabía que era una tontería; llegase antes o después, aquella era la jugada de Peter y ninguno de nosotros podía, ni tampoco debía adelantársele; eso lo tenía muy claro.

El lugar en el que vivía el contacto parecía bastante lujoso. No debía ser un cualquiera, alguien que solo había escuchado algo por casualidad, sino que por su riqueza, supuse que formaba parte de algún entramado importante, incluido aquella puta organización.

Decidí mantenerme en un segundo plano y a la espera, en silencio, mientras intentaba contener las ganas que tenía de echar la puerta abajo.

-Peter lo conoce, Peter debería hablar con él, a ser posible, fuera, para poder hacerlo también con nosotros. Quizás podrías sacarlo de casa con cualquier pretexto o entrar y comprobar que no hay moros en la costa antes de entrar nosotros. Es tu jugada, Peter... por el momento.

Y añadí aquella coletilla para que fuese plenamente consciente de que solo disponía de tiempo prestado, que no estaba dispuesta a permitir que perdiese más de lo necesario y mucho menos, sin obtener resultados.