Partida Rol por web

¡Aquella bestía lo había mirado con odio! ¡A él! Bueno, eso era algo que solía ocurrir muy a menudo. En tabernas, ciudades, calles, colegios de magia, castillos... incluso en aquel torneo que gano. Juraría que el tipo de nobles posaderas le había mirado mal cuando afirmó que se fundiría el premio íntegro en bebida.

¡Era suyo, podía hacer lo que quisiera con él!

Pero volviendo a la redacción principal, aquel animal lo había mirado con odio. Como se citó anteriormente, esto sería normal SI NO FUERA porque a aquel bicho le faltaba medio craneo. ¡Medio craneo! ¡Por el amor de todos los dioses que en sus tronos se emborrachan! ¡¡Le faltaba media maldita cabeza!

- Joder, no voy a dormir bien en una temporada. - Se quejó, ante el ideal de lo ocurrido. ¿Y si volvía por las noches con su media cabeza colgando para darle por culo (no literalmente, claro)? A partir de aquella noche además de dormir con un machete debajo de la almohada, dormiría con la postila.

Por si las moscas.

- Que coño voy a estar bien. - Se quejó cuando le preguntó el elfo. Bueno, el elfo-dos, para ser más precisos. Pero entonces lo vio mirando hacia su herida y se dio cuenta que no preguntaba por su acojone momentaneo. - Ah, furcias, dices la herida. - Con todo el nervio, hasta se le había olvidado. Bajó la mirada para comprobar la herida, que, ahora si, le dolía.

- Joder, no. - repitió, quejándose y tapándose la herida sin siquiera enfundar las armas. - Pero puedo tirar, gracias. - acabó por decir, mientras quitaba la mano y volvía a mirarse la herida. Entonces miró a Valinor (Elfouno) y soltó una carcajada. - Créeme, me lo cobraré. - Aquella había sido más de la mitad de la motivación para zurrarle a los bichos. Además, ahora la necesitaría para dormir.

Pero elfouno rompió algo. El pistolero carraspeó y señaló hacia el cristal. - Creo que lo has roto. - advirtió. - Así como opinión objetiva y comentario aleatorio. - Pero lo peor fue llegar a la siguiente habitación, con todos aquellos cachibaches.

- Me cago en la madre del amor hermoso. Ya se que estais pensando. - Se quejó, quitándose el sombrero y entregándoselo a elfodos, sease, Shahnaz. - Cuidalo ¿Eh? - Se quitó la gabardina, esta la dejó caer al suelo y estudió la forma de proceder de las hojas, para acabar tirandose al suelo, arrastrándose en dirección al otro extremo de la habitación.

- Soy demasiado viejo y estoy demasiado borracho para estas cosas... - se quejó, mientras avanzaba.

El comemtario de Marcus, lejos de ponerme de mal humor, sólo puso una sonrisa en mi boca.

¿Tu crees? ¡Qué va! Un poco de cera caliente y lo arreglo, aunque pensándolo bien, mejor lo arrojo al magma no vaya a ser que esos chuchos regresen. - respondo con cierto sarcasmo al tiempo que arrojo el fragmento al magma.

Al llegar a la siguiente habitación mi rostro se tornó serio.

Malditos dragones y sus estúpidas trampas. Podría pasar usando magia, pero sería un desperdicio. - pienso mientras busco una via para avanzar sin ser despedazado por las cimitarras.

De pronto Marcus se arrojó al suelo y empezo a reptar por debajo de las cuchillas para cruzar la habitación y desactivar el mecanismo.

Bueno a esperar se ha dicho.

¡Ey Marcus!  Mejor espérate.  Quizá haya una forma de evitar esta rasurada gratuita.  Ella no quería perder las trenzas en el intento.  

Panacea se puso a ver al fondo de la sala.  ¿Alguien ve un mecanismo para detener esta chunche?  De ser así mejor se desliza uno, el o la más ágil y pequeña -implicaba ella, halfling, pero dejaba la decisión al consenso- y le echo el hechizo de "Gracia Gatuna", para que lo sea aún más.  Así llega al final, desactiva, y todos pasamos tan campantes. 

¿Que les parece?   Auuch.

Les hizo gestos a todos para que colaboraran a descubrir el mecanismo desactivador porque a ella le había entrado una basura al ojo, una mega-basura.

Todavia no estaba claro quien iba a cruzar, aunque el vaquero parecia disponerse a ello, de todas formas, dedicaron unos minutos a ver el funcionamiento de todo el mecanismo de aquella sala

COLUMNA DE CUCHILLA
Numerosas cuchillas afiladas se unen a las dos columnas centrales que giran rápidamente en la habitación. Un personaje que se aproxima a 10 pies de una columna toma 4d6 puntos de daño (Reflej DC 15 mitad); Los PJs adyacentes a la columna reciben el mismo daño sin salvar. Un personaje está sujeto a daño adicional cada ronda al principio de su turno, siempre y cuando se mantenga dentro de los 10 pies de una columna. Para medir la distancia desde la columna, contar las diagonales como 1 cuadrado cada uno (como si una columna fuera una criatura con alcance de 10 pies). El mecanismo de conducción de las columnas no se puede desactivar mediante la habilidad Disable Device. Cada columna tiene una dureza de 10 y 150 puntos de golpe.

CUCHILLAS HORIZONTALES
Una cuchilla corta en un plano horizontal desde un canal colocado en la pared. Cualquier personaje que entre en la zona semicircular de una hoja horizontal está sujeto a un ataque de cuchilla (+7 melee, 1d8 + 3 / 18-20 / × 2). Cada hoja cortante es considerada mágica con el propósito de superar la reducción de daño. Un personaje en el rango de una hoja está sujeto a un ataque adicional cada ronda al comienzo de su turno a menos que se caiga tumbado Un personaje tumbado o arrastrandose no está sujeto a ataques de cuchillas horizontales, un pícaro puede intentar una comprobación de Desactivar Dispositivo (2d4 rondas, DC 22) para desarmar una cuchilla horizontal, pero el fallo de 5 o más significa que el PJ es golpeado automáticamente por la cuchilla. Los personajes también pueden intentar soltar una hoja. Cada hoja tiene una dureza de 11, 15 PV, una bonificación de +4 contra intentos de sunder (para un total de bonificación en el tirón de ataque de +11), y se considera una criatura Mediana. Un personaje que intenta soltar una hoja pero y no la destruye está sujeto a un ataque inmediato a menos que este tumbado.

CUCHILLAS VERTICALES
Las líneas en el mapa indican los canales a través de los cuales las cuchillas cortan en un plano vertical. Cualquier personaje que cruce una línea de este tipo está sujeto a un ataque de la hoja vertical (+7 melee, 1d8 + 3 / 18-20 / × 2). Cada hoja cortante es considerada mágica con el propósito de superar la reducción de daños. Un personaje puede pasar 1 ronda para cuidadosamente, de un intento, de cruzar un canal de hoja vertical. Si tiene éxito en un control de Des DC 15 o un cheque DC 15 en la siguiente ronda, puede mover 5 pies y evitar el ataque de la hoja. Un personaje que vuela está sujeto a ataques verticales de las cuchillas cuando salen más láminas del techo. Un ladron adyacente a un canal de cuchilla vertical puede intentar una comprobación de Desactivación de Dispositivo de  (2d4 rondas, DC 22) para desarmar una cuchilla vertical, pero el fallo de 5 o más significa que el carácter es golpeado automáticamente por la cuchilla. Los personajes también pueden intentar soltar una hoja. Cada hoja tiene una dureza de 11, 15 CV, una bonificación de +4 contra intentos de sunder (para un total de bonificación en el tirón de ataque de +11), y se considera una criatura Mediana. Un personaje que intenta soltar una hoja pero no la destruye está sujeto a un ataque inmediato

Marcus, ¿requieres algún tipo de hechizo de apoyo?  -la halfling estaba pensando que quizá él era mejor para desarmar trampas que ella y valdría mejor la pena concentrar todo el reforzamiento en uno sólo, uno que detuviera hojas verticales y horizontales con algunos turnos de mano y mucha, mucha, suerte.

Le aplicó el hechizo de "guidance" con una palmada en la espalda, bueno, no llegó tan lejos, estaba chaparrita.

Una gota de sudor caía por su frente, miraba a Marcus con atención, esperaba que ese hombre encontrara aquellos recobecos y pudiera desactivar uno a uno aquellas herramientas infernales. Esperaba también que aceptará los hechizos de Panacea para facilitar su paso. - Tu puedes Marcus, otro barril de cerveza a mi cuenta si nos consigues abrir paso. dijo animando al pistolero al conocer previamente sus motivaciones.

- Bueno, bueno... joder... - Se quejó, cuanto más tiempo estaba allí, más jodido lo veía. Que allí había más cuchillas que huesos tenía él. Y encima le estaba dando el tembleque de no beber. - A ver... - Inspeccionó la primera cuchillas. - Creo que si toco aquí... - comenzó a decir, mientras acercaba la mano y una cuchilla, que hasta el momento no había visto y le pego un feo, pero que muy feo corte.

Tanto que le hizo caer de espaldas. - ¡La ramera que lo parió! - Tenía un corte un tanto feo, y estaba a un hilo de quedarse incosciente. Aun así, parecía más enfadado que otra cosa. - ¡Malditas sean las perras del averno! ¡Cúrame! ¡Haz eso de la magia! ¡Esto no va a quedar así! -

Al ver la herida de Marcus, agradezco mentalmente a Mystra que me haya dado la sensatez de permanecer en mi lugar mientras alguien más entendido que yo se hacía cargo de la parte mecánica, al tiempo que comienzo a evaluar la posibilidad de usar magia nuevamente.

Malditas cuchillas, si me pescan a mi me despedazan, yo no tengo esos reflejos. - pienso buscando una ruta viable para mi.

Esto va a estar más difícil de lo que pensaba.

Panacea sacó un par de pergamino como de rayo y los leyó, dejando que su energía curativa detuviera el profuso sangrado de Markus.  Sabía la druida que debía guardar su magia curativa personal para las situaciones de combate, donde celeridad y oportunidad eran críticas.  Esperaba que encontraran otro objeto mágico.  A ella sólo le quedaban tres pergaminos de estos más.  Había tenido suerte que saliera tan bien la magia.

Ya se, tengo un pergamino de Bigby's fist, y lo podemos usar a distancia para que rompa o suelte una de las cuchillas.  Para desarmar, creo que podemos reptar los dos Markus, y usar sinergia para lograrlo.  Era mejor ladrón sin duda Markus, pero una ayudita, mágica y con sus manitas, podrían hacer funcionar esto.  No podían permitirse muchas más cuchilladas. 

¿Regresamos ahora con las cuchillas verticales?  Mostró sus afilados dientes halflings, en reto.  Sacó el pergamino, buscando permiso de sus compañeros para usarlo.

- Gracias, gracias. - agradeció a la mediana. Y se giró, carraspeando. Entonces vió el hueco. Como algún tipo de ilumnación trascendental, algún tipo de manifestación de un cuerpo superior: Lo vió. Vió el momento, el hueco, el agujerito, el sitio o como quieras llamarlo. - Si alguna vez le contais esto a alguien, sabed que os mataré mientras dormis. - les amenazó, señalandolos con el dedo antes de darse la vuelta y coger aire.

Lo que ocurrió a continuación, solo puede ser excplicado a través de la magia, la ciencia ficción, lo bizarro, lo extraño, lo inusual y propio de la imaginación de un enfermo cuyo cerebro esta siendo sujeto de pruebas de algún azotamentes. Porque Marcus se hizo al suelo, se estiró como un palo y puso las manos junto a los costados de su cuerpo, perpendicular a la pared. Así, tumbado, miró al techo.

- Soy demasiado viejo para estas cosas. - acabó por decir, como si de su epitafeo se tratara cuando torsionó su propia cadera y comenzó a hacer la croqueta. Si, alguien de su edad y habilidades haciendo la croqueta a gran velocidad en un mar de cuchillas. Y debíamos hacer mención de lo bien que se le daba todo aquel asunto, porque se adentró en el mar de cuchillas con una pasmosa y ridícula facilidad a la voz de - UUUUuuuuuUUUUUUUuuuuuUUUUUUUUUuuuuuhhh.... - Sí, la intensidad de los "UUU" crecía cada vez que pasaba por aquellas cuchillas verticales que salían del suelo.

Pero como si se tratara de un milagro... ¡¡SE LEVANTÓ!!

- ¡SI! - exclamó, mientras se ponía en pie y hacia una particular -y ridícula- danza de la victoria. - ¡MYSTRA HA SALIDO DEL EDIFICIO! ¡ESTO SI ES MAGIA! - Celebró, mientras hacia esos... movimientos extraños. Bueno, ahora quedaba coger a por lo que había venido a buscar...

Panacea guardó la varita.  Bien le servía al grupo, había valido bien el conseguirla, además de que al ser druida, Panacea podía usar divinamente esa magia divina.  Luego, lo que vió la dejó boquiabierta.

 Pues parece que Markus es adivino, ¡miren cómo pasa las cuchillas! 

¡Bravo pistolero!  

Ha de tener sangre de víbora.

¡Buen trabajo amigo mio! Ahora busca como apagar este chisme para que todos podamos cruzar. - digo bastante animado, pese a la mención tan irreverente que Marcus hizo de Mystra.

Ya sólo quedaba cruzar la estancia y reclamar nuestro premio.

Como si de un juego se tratara,  pasa por un lado de la sala calculando que sus posibilidades sean mayores, y salvo la primera que pasa cerca pero no le hace daño, el agilidoso pistolero supera las tres cuchillas , sin percance alguno. Es decir, sería fácil si un par de perseguidores persistentes no saliera de detrás de paneles secretos en las paredes y atacaran. Los aguiluchos persistentes (Magia de Eberron 153) fueron creados para funcionar dentro de esta cámara, y están programados para evitar fácilmente las palas. Las PJs en medio de las cuchillas tienen que luchar desde una posición inclinada para evitar ser cortadas en rodajas.

  Los perseguidores persistentes emergen tan pronto como cualquier criatura se mueve más allá en la habitacion. La multitud de hélices da a las criaturas dentro de la habitación da cobertura contra cualquier enemigo no adyacente (por ejemplo, contra los ataques a distancia o los ataques de alcance cuerpo a cuerpo). La puerta en el extremo más alejado de la habitación está bloqueada con tres cerraduras separadas, cada una de las cuales requiere una comprobación de abrir cerradura  DC 25 satisfactoria.

Panacea prepara los gestos de su hechizo de "earthbind", se espera que aquellos extraños constructillos pasen cerca de una de las hojas para atacar a Markus, y en eso lo suelta.  El hechizo brilla y va directo a uno de ellos sin necesitar más nada que el que sea su objetivo.  De fallar su fortaleza, aquel aguilucho mecánico dejará de volar, y caerá en medio de aquella rebanadora de metal. 

Una pena.  Me hubiera gustado poderme quedar con uno.   La artífice analiza si eso es posible, de alguna manera.  Por lo pronto uno de ellos caerá y el otro será más fácil de evadir, o tirar. 

Con habilidad asombrosa Marcus avanzó entre las cuchillas, parecía que tenía dominado el paso hasta que dos aves mágicas que se movían con agilidad entre las cuchillas hostigando a Marcus que se encontraba en una posición muy precaria. Debían como fuera facilitar el camino al hombre por lo que recurriendo a sus poderes arcanos apuntó con uno de sus dedos hacía uno de los pájaros y lanzó un orbe de color verdoso que tendría que recorrer el camino hasta la posición de aquellas criaturas.