Partida Rol por web

Ainhoa salió de aquel fatidico lugar con Inna en la camilla a todo correr, cruzó los metros que separaban el deposito de cadaveres con el hospital y entró empujando la camilla al hall del hospital Sacred Heart. El brazo de Inna seguía chorreando sangre y la muchacha no daba señales de reacción.

La gente miró soprendida a Ainhoa y la dantesca situación pero nadie hizo nada, eran simples espectadores de aquello. Una doctora con bata blanca y pelo rubio que estaba hablando por teléfono se volvió sorprendida hacía ella y rápidamente colgó el teléfono y se giró dispuesta a ir hacía donde se encontraban.

El alivio me embarga al ver que alguien se acerca por fin. Suelto la camilla para seguir presionando la herida mientras con voz levemente histérica trato de explicar:

- Le han disparado. No sé realmente qué ha sucedido, pero  le han disparado. No consigo parar la hemorragia, ni recuperarla. Ayúdeme, por favor.

La mujer joven de profundos ojos azules camina apresuradamente al encuentro de la camilla, los flecos picudos de su cabello agitandoce con cada paso. En su rostro se podria notar el cansancio de incontables horas mas sus ojos despedian un brillo y se movian a una velocidad impresionante evaluando de rapidos vistazos la situacion. Lo primero que hizo fue llevar su mano a una de paredes del hall para arrancar de un rapido jalon la cubierta plastica trasparente que teniendo unas letras negras sobre fondo amarillo advertian que aquella persona que ilegalmente apretara el boton podria ser confinado con una multa y años de carcel. Sin dudar, la mujer apreto el boton, para cualquiera podria confundirce con una alarma para incendios pero el ojo entrenado podria advertir que ni las luces pestallearon ni siquiera una alarma de sonido se habia disparado.
Sin duda era una alarma pero de otro tipo, advirtiendo en central de una emergencia.
Rebusca un segundo en su bolsillo y con la velocidad casi de un relampago finos pero resistentes guantes cubrian sus manos y evaluaban a la paciente.
La sangre parecia provenir de su brazo asi que siguiendo el origen del flujo busca donde estaba la herida y nota la mano de la acompañante haciendo presion.
-No levantes la mano, presiona con fuerza y ayudame con la camilla.
Le indica con el menton uno de los cuartos que se prestaban para esos menesteres, la ayuda no tardaria en llegar.....pero debia reponer el volumen perdido. En el cuarto habre uno de los estantes sacando varios objetos donde se podian identificar algunos como gruesas gasas, bandas de gomas elasticas con aspecto plegable como las de los goteros, todo dentro de unos paquetes que rapidamente rompe y deposita en una de las mesas contiguas. Sin pestañear en el brazo contrario limpia la piel con alcohol e inserta una aguja que rapidamente con habilidosos movimientos mantiene en lugar con las gazas y tape, coloca el gotero con la solucion. Las gruesas gasas las desliza sobre la herida casi debajo de la mano de la acompañante para detener el eflujo y ganar unos minutos mas...la ayuda no tardaria en llegar.

Por fin, había conseguido que nos ayudaran. La doctora me impresionó por su decisión, su rapidez y su precisión de movimientos. Noté como una lágrima de alivio resbalaba por mi mejilla, mientras hacía lo que me decía, seguir sujetando la herida y ayudar con la camilla.

- Inna, venga, ya está, ya nos ayudan.- susurro a la chica de la camilla.

La joven que había llegado presentaba una herida de bala en el hombro, justo en el punto del emplame acromioclavicular, sin orificio de salida. Las dos mujeres estaban manchadas de sangre pero no parecía perder demasiada sangre por la herida. El disparo y quizá la tensión de la situación la habían dejado incosciente. Pero a Tracy no le pareció un caso extremadamente grave.

La mujer tenía rasgos tipicos de la Europa del Este, era morena, con ojos azules y cristalinos, facciones delgadas, tez blanca. Era bella, muy bella. Tanto que paraba la circulación y dejaba a uno absorto en su belleza, incluso si quien la miraba se trataba de una mujer.

No entendia porque demoraban tanto, pero en lugar de quedar esperando la doctora comienza a preparar algunos equipos y demas implementos, maguerillas, jeringas y medicamentos. Ya no tenia que preocuparce por la linea IV ni el gotero siendo lo primero que habia puesto, pero apesar que estaba convencida que no era una herida extremadamente grave no podia seguir esperando.
-Por favor lavace las manos en aquel lavamanos con anticeptico, use las toallas, me temo que tendra que ayudarme si no llega nadie.

Le habla Tracy a la joven acompañante, no era lo que queria hacer pero se temia que con la cuarentena la ayuda podria demorar. Lo primero que hizo fue ponerle un sedativo a la chica, estaba inconciente pero el dolor podia hacerla despertar y alterarce, para luego inyectar la anatoxina tetanica intramuscular y bencilpenicilina intravenosa.Con unas tijeras razga la ropa de la paciente sin lastimar la herida y se dispone a limpiar la zona con anticeptico removiendo tejido muerto y los jirones de ropa. Se puso unso guantes esteriles y levanto la vista a la acompañante.
El corazon le latia a mil por hora pero sus manos trabajan rapido y eficazmente, taponeo la herida y le hablo a la acompañante, le sonrio para infundirle animos.
-Necesito que me alcanzes de aquel estante, hay una serie de cajas hermeticamente cerradas saca una que dice vascular menor y ponla en la mesa. No tienes que hacer nada mas solo romper los sellos, abre la tapa y ven aca despues...ves este tubo plastico?..tomalo en el extremo distante y la punta sumergela solo ocupa de succionar cuando la sangre llene la herida.

Verifico la respiracion de la chica para ver si ya estaba bajo los efectos de la anestesia y si no se ahogaba, si era favorable procederia a sacar una pinza vascular bastante larga y un bisturi y a trabajar...chicas guapas y una herida de bala...demaciado soprechoso..y donde estaba el maldito personal medico..si Tracy era de amable por otro lado tampoco toleraba las demoras y la ineficiencia . Con esta demora amonestaria a muchos y demaciados en un turno de la mañana donde deberian llegar frescos ..verdaderamente estaba enojada, pero eso no empañaba su juicio medico y continuo trabajando para remover la bala y reparar arterias y tejido.

El tono profesional de la doctora me devuelve a mis años de interna. Sin pronunciar palabra, con una leve sonrisa procedo a lavarme las manos, colocarme los guantes. Procedo a acercarla lo que me va pidiendo y sólo entonces le murmuro:

- Soy médico también. Mi especialidad es psiquiatría, pero creo que puedo echarle una mano en todo lo básico.

Sus manos no dudan ni un momento, es como si hiciera esto todos los dias.

El grupo de médicos llegó a toda prisa a la sala de urgencias, el agente Kerenksy caminaba unos metros por detrás de ellos, los doctores parecían ignorar su presencia y se pusieron en la tarea de sanar la herida de Inna. Junto con la doctora Grant, extrageron la bala, cosieron la herida y la dispusieron para llevarsela a una sala de cuidados, donde la tendrían vigilada y se asegurarían de que su evolución fuera positiva.

Se disculparon por el retraso, y le contaron a la doctora Grant que estaban llegando extraños casos que les habían tenido de un lado para otro.

Tracy sonrio complaciente y aliviada en cierto modo que la acompañate no se turbara y tuviera entrenamiento medico. Afortunadamente la ayuda finalmente llego y pudieron ocuparce de la paciente.
Tracy escucho la razon de la demora, y a pesar que su rostro lucia sereno sus ojos bien podrian estar gritando presa del panico y el horror.
Cerro los ojos un instante para ubicar sus ideas y dirigirce al de mayor rango entre los recidentes.
-Que casos extraños?...Han llamado los de la CDC?..ya debian estar aqui fueron notificados desde anoche.
Hizo una pausa y se volteo a la chica rubia, la psiquiatra
-Lo lamento, mucho gusto Tracy Grant..si no le molesta llenar los papeles de internado para su amiga y muy importante no abandone el hospital, quedese con ella apenas tenga una oportunidad ire a verlas.
Cielos tenia tanto que hacer que el tiempo no le parecia suficiente, camino con los colegas para que le explicaran lo de los nuevos casos.
Inmediatamente le puso un biper al jefe de piso para que el devolviera la llamada y al encargado sanidad animal.
Se fijo en un hombre que no era del cuerpo de guardia, Tracy hizo esfuerzos para sonreir estaba tan cansada pero eso no le impedia ser amable como siempre
-Disculpe le puedo ayudar en algo?

- No se preocupe doctora. Estaba con nosotras. Es el oficial Keransky.

Avanzo hacia él para preguntarle en voz baja:

- ¿Se puede saber de qué va esto? Casi nos matan a todos, sobre todo a Inna, y yo aún no sé de la misa la media.

Tratando de que se me pase el enfado por mi sentimiento de impostencia en todo esto, le miro de arriba a abajo

- ¿Está bien, o le han herido?

Estoy bien. Solo me alcanzo el chaleco. Sonrió cruelmente mientras respondo a Ainhoa.. Me alegra decir que el tirador que hirió a Inna no es tan afortunado. Le guiño un ojo a la siquiatra...aun noto la adrenalina corriendo por mi organismo.

Me giro a la doctora que atendió a Inna y le tiendo la mano.

Usted saco de peligro a la señorita Jovanevic?. Le estoy muy agradecido.Si no les importa, guarden la bala y la ropa de la herida, que son pruebas en un caso federal y local.

-Mucho gusto y por supuesto
contesta la mujer, no era la primera vez que atendia una herida de bala y su equipo medico sabia perfectamente como proceder con evidencia de este tipo, las utltimas indicaciones son dadas a los asistentes de primer año.
Los escucha hablar de lo parecia un tiroteo, y a ciencia cierta aquello le podia interesar menos, ya escucharia distraida las noticias en la tele esa noche, demaciadas cosas ocupaban ahora su atencion..sonrio educadamente excusandoce ante el agente y psiquiatra
-Con permiso
Tracy tomo del codo al de mayor rango de los doctores alejandoce, sin duda la amable doctora queria respuestas y por el cansancio que se marcaba en su rostro se adivinaba que estaba sumamente preocupada.

-Bien, creo que ya va siendo hora de algunas respuestas. ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué quiere matar a la chica? Y qué demonios pinta un psiquiatra en todo esto.

Aunque intento mostrarme enfadada estoy demasiado cansada para ello. Mi estómago me recuerda que ni siquiera hemos cenado. El saber que Inna está bien me ha devuelto a mi normalildad.

- ¿Qué hacemos oficial? ¿Nos quedamos aquí a velarla y me trae todos los informes, o podemos irnos a algún sitio- miro mi ropa manchada de sangre- cambiarnos, y mirarlo todo con calma?.

Ese hombre era quien estaba en el piso de los asesinatos...quien me dio el nombre de Inna, y quien creemos que mato al policía...Aparte de eso, poco mas se de el... Suspiro y me estiro disimuladamente .

Si quiere irse a cambiarse y a descansar, llamare un coche para que la lleve. Quería que una siquiatra me ayudase a trazar el perfil del asesino y ver si podía distinguir si Inna ocultaba algo.

- Un momento que no lo entiendo. Si ese hombre estaba en el lugar de los asesinatos, ¿Por qué no está detenido? ¿Y por qué le dio el nombre de Inna?

Me dejo caer en una de las sillas de la sala de espera, y me aprieto las sienes tratando de ordenar los hechos.

- Esta historia está manga por hombre. De Inna sólo le puedo decir que no tenía intención de soltar palabra delante de mi. Ahora creo que la víctima era ella, no su compañera y ella lo sabía. Pero sólo son conjeturas.

- ¿Tiene todos los informes con usted? Porque puedo pedirle a la doctora que me deje una bata, lavarme un poco y consultarlo todo aquí.

El hombre escapo del lugar del crimen, porque se hizo pasar por el portero de edificio...como no le conocía, pues me la dio con queso. Para cuando vi que algo fallaba, había huido.

Carraspeo algo incomodo al recordar el incidente y lo estúpido que me sentí.

Aunque esta claro que quería matar a Inna...me pregunto por que la disparo, en vez de estrangularla, como al resto de sus victimas. Si hubiese hecho eso, no nos habríamos enterado. Usted es siquiatra...cree que un asesino en serie que estrangula a sus 5 primeras victimas, luego usaría un arma?.

En cuanto a los informes, no los tengo aquí...aunque puedo llamar para que me los manden, junto a los que tendré que rellenar por el tiroteo. Por cierto, si se lo pide a algún medico, seguro que dejan que se de una ducha en la sala de médicos, y cambiarse con algo.

Me doy cuenta de que esta algo superada por lo sucedido, así que intento animarla, aunque con mi torpeza habitual.

Lo hizo muy bien ahí atrás...Inna le debe la vida...

Me encojo de hombros tratando de centrar los hechos.

- Si, puede cambiar de método si se trata de algo ritual y el objeto principal fuese Inna. Todos los demás podrían ser para "invocar" algo, pero el alma deseada es el de ella.- Me miro. Ni siquiera me he quitado los guantes de látex.

- Si va a pasar aquí la noche, voy a hablar con la doctora a ver si consigo cambiarme. Que le traigan todos los informes, y en la sala de café podemos tomar algo ligero mientras repasamos todo. Hay muchas cosas que tengo en el aire. ¿Le parece bien la idea?

De acuerdo doctora. llamare ahora mismo para que me acerquen las cosas.

Cuando la doctora se marche a cambiar, llamo a la oficina y pido que manden un agente con los archivos e informes, y los papeles que tengo que rellenar.

Me acerco hasta la recepcionista del hospital.

- Perdone, soy la doctora Fairway. He venido con una chica herida de bala, y ya vé en qué condiciones me encuentro. ¿Habría manera de que me dejaran usar una ducha y me prestasen una bata? No voy a poder ir a mi casa, y me parece que llamo demasiado la atención asi.

Extiendo las manos para que vea que estoy manchada de sangre.

La mujer sonrió forzadamente.

Lo siento, según la politica del hospital las duchas solo son para los enfermos que esten ingresados. Su voz era muy aguda y chirriante.