Partida Rol por web

A Partir de Ahora.

Capítulo 1

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20/09/2008, 00:46

Susanne y Anabel se encuentran discutiendo, en términos afables, la directiva de evitar que el hombre las vea o presentarse, o al menos no ocultarse. La hermana mayor cree que eso es lo correcto ya que el señor podría pensar mal de ellas de lo contrario. La otra joven no está tan segura. Es en ese momento que escuchan un ruido de cascos galopando hacia ellas. En menos de lo que canta un gallo el joven se está presentando ante ellas. Por lo visto, ya habían sido descubiertas mucho antes de tomar cualquier elección.

El caballero, se acercó a las damas con un trote largo, elegante. Al llegar a su altura, el trote se convirtió en un paso corto, y luego en el frenado pausado y completo de su montura. Las observó un momento, con cierta curiosidad, e intentó esbozar una sonrisa.

-Disculpen, señoritas. ¿Puedo ayudarlas en algo?

Parpadeó un momento, pensativo. Ahora su sonrisa fue sincera. En su voz apareció el deje típico de un acento irlandés.

-Perdonen... ¿Donde están mis modales? Patrick Collins, a su servicio.
 

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20/09/2008, 04:23
Susanne Cornwell

Sue se queda callada apenas oír los cascos del caballo, sin duda el jinete se les está acercando y mira a su hermana con expresión de "¿Ves? Te lo dije". Vuelve la vista al frente y empieza a caminar, mas imposible es que evite mirar al jinete que galopa directo hacia ellas. Lo ve grande, imponente, aunque atribuye que esa impresión quien en realidad la causa es el excelente caballo que está guiando.

Al ver que el desconocido va enfrenando la montura con claras intenciones de detenerse, Sue, que no se suelta del brazo de Anabel, hace lo propio y detiene su andar.

-Buenas tardes, señor -saluda después que él les habla soltándose del brazo de su hermana para hacer la reverencia que las buenas costumbres y el protocolo exigían-. Ella es Anabel y yo Susanne Cornwell -le dice luego que él se ha presentado- y le ruego nos disculpe por pasarnos sin permiso por su propiedad -esboza una sonrisa bastante similar a la de un niño cuando es descubierto en una travesura-, ha sido culpa mía que le he dicho a mi hermana que acortemos camino por vuestras tierras... suelo hacerlo, el ama de llaves, la señora Spooner le puede decir que es cierto lo que digo... pero no se preocupe, no lo volveré a hacer.

Notas de juego

Una acotación: Anabel es la mayor de las hermanas y Elizabeth la menor ^o^

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20/09/2008, 13:04
Anabel Cornwell

Cuando su hermana la increpa con la mirada, Anabel le da un pequeño codazo en el costado teniendo que contener la risa antes de que el elegante corcel y su jinete se aproximen hasta su posición, sintiéndose sin duda incómoda y algo avergonzada, aunque no demuestra ninguno de esos dos sentimientos, ya se ha convertido en toda una experta para mostrar simple neutralidad o pasividad.
Su hermana se encarga de hacer las presentaciones, siempre ha sido la "experta" en protocolos y educación, desde pequeña fue una de sus asignaturas favoritas... Así que se limita a imitarla en cuanto efectúa la reverencia, y hay que admitir que se nota que están acostumbradas a dichos movimientos.

-Así es, creíamos que la finca seguía vacía excepto por los sirvientes... Fue un error, no volverá a suceder- el tono de Anabel es más serio, aunque enseguida vuelve a su expresión afable cuando vuelve a rodear el brazo de su hermana con toda la intención de llevarla con ella.
En realidad podría preguntarle muchas cosas a ese hombre para apaciguar su curiosidad, pero probablemente no sea apropiado.

Notas de juego

¿Pero estamos dentro? Yo sólo estaba mirando a través de la valla que yo sepa xDDDD

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20/09/2008, 13:43
Patrick Collins

El irlandés reflexionó sobre lo dicho, y pensó que quizá se había expresado mal. Viendo que su posición sobre el caballo podía resultar algo intimidante, desmontó y tomó las riendas, respondiendo a sus reverencias con una protocolaria inclinación de torso.

-Ruego que me disculpen si he sido rudo en el tratamiento -dijo.

Miró un momento hacia Skylands Manor.

-No es mi casa, yo solo la administro provisionalmente. El propietario es mi señor, Lord Heddington, que llegará en unos días.

Volvió a mirarlas, esbozando una sonrisa. Procuraba ser amable, pero estaba algo nervioso. Era indudable que eran dos chicas muy guapas, y eso le hizo recordar durante un momento sus pensamientos de días pasados.

-No quisiera ser el causante de su retraso. Por lo que a mi respecta, no hay problema alguno en que ustedes usen los jardines de esta casa para llegar antes a su hogar.

Miró el sol, y calculó la hora (mañas de soldado). Luego, pensó en que no estaría mal aprovechar el incidente para comenzar a conocer un poco más a la gente de la región. Carraspeó, acariciando sus dedos guante sobre guante, con cierto nerviosismo sincero.

-El sol amenaza con esconderse pronto y me preguntaba, señoritas...

Retomó la frase, tras una breve y profunda respiración.

-Me preguntaba si me concederían el honor de poder escoltarlas hasta su casa.

Esperó su respuesta, dibujando una sonrisa en su rostro.

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20/09/2008, 19:08
Susanne Cornwell

Sue retrocedió un paso al verlo desmontar y habría retrocedido más de no ser porque Anabel la tenía tomada del brazo. Se dio cuenta que su apreciación había estado algo errada: el hombre era tan imponente como su montura. El se estaba mostrando amable, lo cual se agradecía, y se ofrecía, como todo un caballero, a escoltarlas.

En ese instante miró a su hermana, buscando en sus ojos la respuesta a la pregunta de si debían aceptar o no. A Susanne no le pareció fuese impropio aceptar el ofrecimiento del señor Collins, diferente sería si ella o Anabel hubieran andado solas, pero no era el caso y no estaba mal visto el que dos señoritas pasearan con un caballero. Además así podrían intentar enterarse de algo más e ir bien con el chisme a su madre y Elizabeth. Esbozó una sonrisa al imaginarse la cara de su hermana cuando le contaran.

-Es usted muy amable, señor Collins -hizo una reverencia otra vez-, y para nosotras también sería un honor que nos escolte, pero... ¿Está seguro que no le distraeremos de sus labores? Después de todo no es la primera vez que caminamos solas a casa y a estas horas.

Miró a su hermana otra vez, esperando que ella la relevara en la conversación y bien aceptara que él las acompañara o se negara.

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20/09/2008, 23:14
Anabel Cornwell

Anabel observa a Patrick con cierta curiosidad, bastante más relajada después de que admita que él mismo trabaja para el tal "Lord Heddington". Incluso el nombre resulta rimbombante, habría que ver cómo es el propio Lord... O mejor no, no le interesan demasiado ese tipo de estirados elitistas. Demasiada hipocresía para mantener una conversación digna con ellos.

Su mirada se desvía a la de su hermana, totalmente cómplice con ella, después del amable ofrecimiento del caballero.
¿Han sido imaginaciones suyas o por un instante se puso nervioso...? Seguro que fueron imaginaciones, se le ve muy capaz, cualquiera siente que desprende clase y seguridad en sí mismo, aunque eso no es en absoluto lo que llama más la atención de la mayor de las Cornwell.

-A bien seguro que si se ha ofrecido tan amablemente es porque puede permitírselo- responde a su hermana con dulzura cuando esta la mira, cómo esperando su consentimiento u opinión.
Empieza a andar de nuevo con ella cogida del brazo, a un ritmo calmado, paseando.
-Supongo que será mejor que dejemos este atajo si Lord... "Hedinton" va a venir- comento con tono despreocupado, dejando bien claro que en realidad no sucede nada ni supone demasiado inconveniente

-Le agradecería si pudiera decirnos cuando tiene previsto llegar al pueblo el tal Lord, creo que está armando un buen revuelo...- en realidad no está segura de que la actual agitación se deba a ello, pero intuye que es una alta probabilidad, no parece haber más buenos motivos para ello.

Notas de juego

*Lord Heddington lo dice mal, sí =P

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21/09/2008, 00:25
Patrick Collins

-No me distraen, se lo aseguro -contestó, respondiendo a Susanne.

Comenzó a caminar con ellas, con las riendas de su caballo tomadas con la mano y escuchando sus observaciones. Iba observando la senda y el camino, agradado por el paulatino cambio de paisaje. Sin embargo, la pregunta de la señorita Anabel le hizo sonreir.

-He decir, señorita, que desgraciadamente el revuelo del que usted habla no tiene más causante que mi persona. Mi señor vendrá a mediados la semana entrante, y la señora Spooner me dijo que sería conveniente que hiciéramos una fiesta para presentarlo en sociedad. Yo he estado organizándolo todo, y he dejado una serie de tareas por hacer... Entre ellas el reparto de invitaciones.

Miró a ambas, con una sonrisa, y luego al paisaje.

-Hace mucho tiempo, estuvimos aquí con el finado Lord Heddington padre, pero eso fue antes de la Península. He de confesar que guardaba muy buen recuerdo de los campos y gentes de esta región, aunque nuestra estancia fue breve.

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21/09/2008, 01:51
Susanne Cornwell

Cuando escucha la pregunta de Anabel, Susanne la mira con expresión divertida, sin duda nadie mejor que ella para averiguar cosas, ya que pregunta con tal naturalidad que nadie diría que lo hace para que después puedan chismear a gusto entre ellas.

Sue escucha las palabras del señor Collins con velada atención. El menciona lo de la fiesta y Sue aprieta, disimulada, el brazo de su hermana. No pregunta nada respecto a qué familias serán las invitadas ni tampoco lo hará, ellas ya han hecho mención de sus apellidos y él no dio señal alguna de haberlo oído así que para ella eso es signo inequívoco de que en la mentada lista su familia no está y, aunque no lo admita, igual se había medio ilusionado con la posibilidad de ser invitadas.

-Señor Collins -le dice en tono afable-, no he podido dejar de notar que posee un acento bastante particular -lo mira a la cara, sin ninguna clase de animadversión- ¿Usted no es inglés, cierto? -pero apenas formula la pregunta baja la vista, avergonzada-... Perdone, no he querido ser indiscreta -dice en tono bajo.

Sigue caminando, con la cabeza gacha y dejando mejor que sea Anabel quién haga las preguntas.

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21/09/2008, 18:56

Luego de hablar de las señoritas Hancock, ambos jóvenes deciden que, una buena manera de conseguir trabajo y conocer a las muchachas es presentarse en la mansión de las jóvenes. Jean puede enseñar francés y Grégoire hacer trabajos en el jardín. Por lo que conocen de la familia no tendrán incoveniente en recibir una paga acorde a sus servicios. Además les parece propicio encontrar alguna residencia que los cobije a ambos y así poder dividir el alquiler entre los dos.

De paso por el pueblo conocen el nombre de la posada Dihflew. Podrían averiguar si hay habitaciones, cosa probable debido al tamaño del pueblo, reducido y sin mucha gente.

Jean piensa si deben ir primero a la residencia de las jóvenes a averiguar la posibilidad de conseguir empleo o, a la posada, para ver si hay habitaciones. También podrían comer algo primeramente o averiguar más sobre los habitantes de Windfield.

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21/09/2008, 19:03

Avon vuelve a su residencia. El encuentro con la muchacha fue agradable pero alargar demasiado la charla podría ser visto como no correcto, dada las costumbres de la sociedad en la que vivía.

Ni bien cruzó el umbral de la casa, una de las sirvientas se le aparece con una carta en la mano. La misma está lacrada. Se la entrega con un gesto rápido y desaparece. Avon se sienta y observa el lacre con detenimiento. Parece de una familia importante. Abre el sobre y lee la misiva con atención.

Cita :
 

Heráldica de la familia Spencer impresa en xilografía)

Estimado Señor Charles Patrick Avon 
Me complace comunicaros que sir Francis Percival Spencer, nuevo lord Heddington, visitará Winfield en la semana entrante. En nombre de mi señor, me complace invitarle a usted y a su familia a la gran fiesta y baile de etiqueta que se celebrará el viernes a partir de las 20:00 hs. en Skylands Manor.

Deseando fervorosamente su asistencia y la de los suyos, quedo de usted:

Mr.Patrick Collins
Skylands Manor

 

La mención a la familia era algo usual que indicaba que la invitación se extendía a los parientes o conocidos que el señor quisiera llevar. Era una buena ocasión para conocer gente.

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21/09/2008, 19:11

Elizabeth vuelve a entrar a su casa. Ya son cuatro y media y sus hermanas deben de estar por llegar. Su madre viene a su encuentro tan rápido que la muchacha cree que la ha visto conversar con el joven que se ha encontrado, sin embargo, sus motivos son de otra índole. Le entrega un sobre diciendo, con bastante exitación:

-¡Ay Elizabeth, mis plegarias han sido escuchadas!¡Querida hija, querida hija!- le entrega la misiva mientras da vueltas por la habitación con una sonrisa de boba. La joven la lee en voz alta, a pedido de su madre.

Cita :
 

Heráldica de la familia Spencer impresa en xilografía)

Estimado Señora Cornwell 
Me complace comunicaros que sir Francis Percival Spencer, nuevo lord Heddington, visitará Winfield en la semana entrante. En nombre de mi señor, me complace invitarle a usted y a su familia a la gran fiesta y baile de etiqueta que se celebrará el viernes a partir de las 20:00 hs. en Skylands Manor.

Deseando fervorosamente su asistencia y la de los suyos, quedo de usted:

Mr.Patrick Collins
Skylands Manor

 

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21/09/2008, 19:45
Elizabeth Cornwell

Ocultando el leve sonrojo de quien piensa que ha sido descubierto, Elizabeth escucha a su madre con precaución...

Pero, al comprobar que sus motivos eran totalmente distintos a los que ella pensaba, su tensión afloja...

Toma el sobre que su madre le ofrece, lo abre, y lee con voz tranquila. Al acabar, no puede evitar dejar entrever una pequeña sonrisa, al ver lo animada que está su madre.

-Vaya, madre... Esto es fantástico...!-Vuelve a sonreír, aunque en su interior, un caos revuelve su alma... "Espero no aburrirme demasiado... Bueno... Seguro que al menos, podré charlar con mis hermanas, aunque... Si están ocupadas... Ughh..."

Pese a la expectación que a su madre le produce el evento, a ella no le hace demasiada gracia... Nunca ha ido a uno antes... Y teme ser presentada en sociedad... Más que nada...

Notas de juego

Bueno... Esto de lo de la presentación en sociedad acabo de inventármelo ahora.. xD

Pero.. No sé... Si te parece bien, podría ser... Al ser la más joven, es casi imposible que haya ido antes a un Gran Baile de estos...

Pero si te parece mal, nada, lo cambio y ya... :)

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21/09/2008, 20:50
Anabel Cornwell

-Ahá, una fiesta... Imaginábamos algo así, sin duda es lo más acertado para dar la bienvenida y presentarse en una nueva ciudad- ahora es Anabel la que observa a su hermana con una sonrisa traviesa que transmite un "te lo dije", sin propósito de enfadarla, simplemente poseen la suficiente confianza y aprecio la una en la otra para poder permitirse este tipo de "juegos".

Después sigue centrando su atención en el sr. Collins, asintiendo a lo que dice demostrando su interés por sus anécdotas. Es lo mínimo que puede hacer ya que tan amablemente las informa de manera tan informal, lo cuál para Anabel resulta un alivio.
Se dispone a decir algo más, pero su hermana se adelanta. Parece ser que tener la lengua algo suelta es innato en todas las Cornwell, sin embargo la educación de Sue provoca que enseguida se arrepienta y enrojezca de forma visible.
Su hermana mayor la mira divertida y comprensiva, pero en ningún momento osa reírse a sabiendas de que la avergonzaría todavía más.

-Seguro que al sr. Collins no le importa, eso demuestra lo observadora que eres... Además no hay nada de malo en ello, ¿verdad?- dirige el último hincapié a su acompañante masculino para que alivie la incomodidad de Sue.
Al menos por el momento no parece el tipo de hombre prepotente que se enojaría por un comentario tan inocente...

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21/09/2008, 21:16
Claire Windsor-Hancock

Levanté la invitación sonriente entre mis manos, aquello podia ser algo muy bueno y quizás mi primo estaba invitado también. Así que teníamos tiempo para comprar lindos vestidos y hacer los arreglos pertinentes, a saber cuándo llegarían mi padre y su esposa pero mejor si lo hacían después de la fiesta.

-Bien, tenemos tiempo... ¡Seremos las bonitas de esa fiesta!

Y lo creía de verdad. No es que la vanidad me ganara pero siempre ser el centro de atención era agradable, mejor si era por algo bueno pero una buena fiesta estaba bien.

-Mejor que lo planeemos todo.

Me dirigí a mi hermana y recibí una mirada de desaprobación de las institutrices pero no me importó, estaba demasiado emocionada para reparar en ellas.

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21/09/2008, 23:37
Patrick Collins

Patrick caminaba, con las riendas en la mano. Le gustaba escuchar sus preguntas, oir sus voces de mujer, con aquel timbre suave. Acostumbrado desde hacía cinco años a voces en grito, órdenes y contestaciones en tono marcial, aquello era música para sus oídos. Sonrió un momento, pues en realidad se sentía bastante bien en aquella compañía y con aquel paisaje.

La pregunta, sin embargo, le hizo parpadear y perder la sonrisa. Entonces, se acordó de aquel sargento en la academia, que gritaba en su cara recordándole lo que era: un beodo y subversivo irlandés, siempre de poca confianza entre "la gente decente". Y, en verdad, él se sentía muy irlandés. Y todavía se sentía más irlandés cuando recordaba los maltratos, el hambre, las familias desesperadas con hijos y hermanos sirviendo a los ingleses en la marina y el ejército, haciéndoles el trabajo sucio para ganarse el pan, mientras nobles ingleses o pro-ingleses se pavoneaban en las verdes praderas de Eire, con sus opulentos trajes y sus modales coloniales.

No era muy agradable, ni descansado, ser irlandés en aquellos días. Siempre mal visto, siempre con la etiqueta de borracho, de traidor. Y, realmente, no habían sido los irlandeses quienes habían invadido Inglaterra, sino al revés. Por eso entendía, hasta cierto punto, a aquellos compatriotas que a veces se echaban al monte, luchando por su libertad y por el fin de la opresión. Pero esos valientes, invariablemente, terminaban muertos por los mosquetes de los casacas rojas, muy a menudo disparados por pobres irlandeses tan desesperados como ellos.

-No me molesta -repuso a Anabel- Sí, en efecto, nací en Irlanda, aunque he pasado toda mi juventud en Inglaterra, y el resto de mis días en compañía con ingleses, escoceses, irlandeses y otras muchas naciones de gente.

Recordó un momento aquellas vivencias, sonriendo. Volvió a recuperar la confianza en si mismo.

-¿Saben que en España lo normal es que el cielo no tenga ninguna nube, y sea luminoso y azul? Allí los días son cálidos, y solo en invierno y en ciertas regiones su clima podría asemejarse al que nosotros tenemos aquí.

Reflexionó un momento, respirando hondo.

-En verdad es una tierra bella, habitada por gentes de carácter singular. Pero no conozco lugar más bello en este mundo que Winfield... ni mujeres tan hermosas como las que esta tierra da.

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22/09/2008, 01:59
Susanne Cornwell

-Jajajaja seguramente dice lo mismo en cada una de las tierras que visita, señor Collins, y no me extrañaría que fuera así, no lo digo por usted, claro que no, no vaya usted a creer que le llamo mentiroso o dudo de su palabra sino más bien que me parece que ese es un cumplido obligado para un hombre, incluso para una mujer, el decir que no conoce tierras más bellas que aquellas que está visitando.

Sue no puede evitarlo, el comentario le sale del alma, pero es que ha escuchado tantas veces frases similares a esa que no le sorprende ni sonroja. Y no es porque fuesen dirigidas a ella en particular, cosa que sin duda sabía no era, de las tres hermanas ella sabíase la menos agraciada así que de sobra sabía a quién iban dirigidos los cumplidos cuando con alguna de ellas se encontraba.

Esta vez no esconde el rostro sino que lo mira directo a la cara mientras le habla. Vuelve a adquirir una actitud serenamente seria, aunque vaya a saber uno por cuánto tiempo sería, sin duda hasta que él o Anabel dijeran algo que la hiciera salir con una de las suyas otra vez.

-Entonces -carraspea- ¿Ha viajado usted mucho, señor Collins? Ha dicho usted que estuvo aquí en Winfield, entiendo que harán unos años y si guarda buen recuerdo de las gentes que conoció he de suponer que ellas también lo guardan de usted... sin duda a esas gentes les agradará saberle otra vez de visita y estarán complacidos de asistir a la fiesta.

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22/09/2008, 09:05
Mary Ann Windsor-Hancock

- Bueno bueno, con pasar una buena tarde y conocer apuestos caballeros está bien, no hace falta ser las más bonitas. Sino no nos dejarán ni comer (adoraba los dulces que llevaban a las fiestas), estar rodeada de jovenes ricachones sin cerebro no me apetece en absoluto. Es mejor pocos y bueno que... no terminé la frase porque Claire ya no me escuchaba... se había marchado a mirar sus vestidos y ver qué tenía o no que comprar.

- ¡AH! suspiré... que terremoto de hermanita. Bueno yo debo centrarme también en escoger mi vestido, debe ser atrevido pero no lo suficiente para ser la comidilla de Winfield toda la primavera.

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22/09/2008, 11:58
Anabel Cornwell

Irlanda... cierto, Anabel ha oído todo tipo de cosas sobre ellos, en realidad no muy buenas... Pero no dejan de ser habladurías, los cotilleos y charlas amenizadas con crítica son el pasatiempo favorito de la mayoría de damas e incluso de muchos hombres.
Además, sólo hay que fijarse en él para darse cuenta de que ninguno de esos estereotipos se cumplen, puede que alguno sea borracho o poco trabajador, pero podría afirmar con seguridad que el sr.Collins no es de esos.

Mis trivialidades interiores se detienen al igual que mi cuerpo, algo tensa, tras las palabras de mi hermana.
Creo que se le ah soltado demasiado la lengua, eso ha sido un poco grosero por su parte, aunque sé que no lo pretendía pero no debería haberlo admitido ante un caballero que está siendo amable y apenas conocemos.
Anabel carraspea sonoramente, volviendo al paso enseguida sin que apenas se den cuenta de que se detuvo un instante.

-Sue, esas cosas no se dicen...- le murmuro por lo bajo pretendiendo que sólo me oiga ella, con un tono algo severo pero no demasiado.
Después alza el rostro al cielo que les cubre, cubierto parcialmente con algunas nubes grisáceas que auguran una posible lluvia. Sería estupendo para las cosechas...
Se evade, cómo tantas otras veces, con expresión soñadora mientras intenta imaginar el paisaje de España anteriormente descrito, sonriendo por un instante antes de volver a poner los "pies sobre la tierra".

-Apuesto a que sí, pero hermanita, recuerda que la fiesta no es su competencia, él aún debe repartir las invitaciones y supongo que a dichos invitados los eligió Lord Heddington en persona...- la frase queda en el aire mientras la duda la asalta -Hace tanto tiempo que no organizamos una que apenas recuerdo el procedimiento adecuado- admite con una sonrisa despreocupada, alejándose cada vez más de la imponente mansión para ir atravesando diferentes campos y senderos en dirección al pequeño hogar Cornwell.

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22/09/2008, 15:31
Patrick Collins

Patrick escuchó las desvergonzadas palabras de la señorita Susanne, y casi se rió. En realidad, aquello le hizo sentir bien. Él no era precisamente un snob y un estirado, sino más bien lo contrario. De hecho, es estaba esforzando por parecer pulcro y correcto, dar una buena imagen.

-Pero en este caso, señorita Cornwell -le contestó- El cumplido no es inmerecido, se lo puedo asegurar.

Miró a la señorita Susanne. Su rostro le parecía gracioso y divertido.

-He visto bastantes sitios, señorita. Mi Irlanda natal, un viaje fugaz a Escocia, este país, Portugal, España y el pirineo francés. También he visto algunas islas, como Menorca.

Escuchó las palabras de Anabel. Ella parecía más madura, pero soñadora. Una mujer ciertamente interesante. Respondió a las preguntas de ambas, creyendo detectar el matiz oculto.

-En verdad, las familias invitadas las he decidido yo, aconsejado por los buenos criados de Skylands Manor.

Miró la hora en su reloj de bolsillo, y luego al cielo. Quizá le llovería encima de vuelta a casa.

-De hecho, he invitado a casi todas las familias de Winfield y algunas del condado. La familia Cornwell no ha sido una excepción.

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22/09/2008, 18:29
Claire Windsor-Hancock

Enseguida me fui a mi alcoba, quería ver los vestidos que tenía disponibles, aunque ya me había encaprichado en que fuera uno nuevo. Me asomé por la ventana unos instantes, desde allí pude ver al joven caballerango que le agradaba a mi hermana y entendía muy bien el por qué. Volvió la vista y entonces, sonriendo, no tuve más opción que saludarle con la mano que no cogía un vestido.

Vaya, si es guapo...

-No todos los jóvenes y ricos, son cabezas huecas como piensa Mary Ann-dije en voz muy baja porque sabía que pronto, todas estarían allí.