Partida Rol por web

A place to stay

Apropiación cultural (Escena 1)

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29/08/2018, 15:13
Tobias Melfwackter

La verdad que si es un gran problema, todo, en este pacífico pueblo.... - dice mientras se encaminaba a la máquina de café, para sacar un café para el policía y un capuccino para el.

Ya había terminado de comer, se había comido el postre y ya le faltaba su capuccino.

Creo que escuche algo de un acto vandalico por parte de algunos alumnos , pero no sabía los detalles ni quien eran los responsables, así que tu hija se junta con malas influencias ... - no puede evitar que le recorra un escalofrío por la espalda, no le gustaría que le pasase eso mismo a él, con una de sus hijas.

Espero que tu hija se aleje de esa chica o al menos, que dejen de hacer ese tipo de cosas, en cuando al tema de los federales, si es extraño, no me creo la historia que hayan venido para tantear los daños , realmente  estén por aquí,  para ver los resultados de lo que sea a pasado, seguro que tienen algo que ver.. - dice dando al poco un sorbo de su capuccino.

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30/08/2018, 00:10
Joshua Crawford

El piloto brindó con ella y se tranquilizó, al menos un poco. Aunque lo que ella dijo al final no ayudó demasiado. Sin embargo, era cierto... podía ser un problema acuciante para él, y un problema que podía afectarle a ella negativamente. Habría que pensar que cartas tomaba sobre el asunto. Bebió un trago y compartió una mirada. Él, que no era un ángel, estaba a solas con una mujer... una mujer de muy buen ver. No obstante, no quería forzar su suerte. Un paso en falso y podría terminar durmiendo debajo de un puente.

-Entonces tendré que dejar de ser... yo. Pero me haría falta ayuda, claro. Ignoro casi todo de ésta época moderna. Aunque supongo que hay cosas en las que podría seguir ganándome la vida...

Parpadeó, sonriendo.

-De acuerdo, Kerry-Anne. En mi época el tuteo era casi una falta de respeto. Pero entiendo que hoy no os andáis con tantos formalismos.

Bebió otro pequeño sorbo.

-Quizá podamos ayudarnos mutuamente. Yo podría partirle la cara al tal Harold y tu enseñarme como se usa un... ¿Móvil? -sonrió al borde de la risa complice.

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30/08/2018, 00:25
Director

El jefe de policía se limitó a cumplir las ordenes de la teniente de alcalde, aunque filosóficamente no las compartiera. Abrió la celda con el sistema de desbloqueo eléctrico y le acercó al hombre la bolsa que solía llevar encima, y que le habían decomisado hacía unos días.

-Levántate, Dom, te vas con éstos señores.

El pordiosero remoloneó un poco pero finalmente, con un par de tirones amistosos al brazo, se levantó de su postración y caminó con un ademán indiferente hacia la salida de la comisaría. Tras darle las gracias al jefe, los dos hombres de Shangri-la salieron de allí y se encontraron al tipo sentado encima del capó del deportivo de Osvaldo, con los brazos en jarras mirando el horizonte.

-Qué coño queréis de mi -preguntó sin ambajes.

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30/08/2018, 00:31
Terence Hawkins

El policía escuchó lo que él decía, reflexionando sobre el tema. Luego le hizo un resumen de su punto de vista, que seguramente se había callado desde el día anterior.

-Ayer mismo paró por la mañana un convoy de militares en una gasolinera, camino del parque natural. Últimamente hemos visto muchos en la zona. Alguno se ha ido un poco de la lengua con un par de cervezas en el bar de los moteros. Parece que han vuelto a abrir Fort Copper, en el lago Applegate, para algún proyecto de lo que sea. Y éstos dos atufan a militares que echan para atrás.

Negó, despacio.

-¿Te acuerdas del Huracán Katrina? Tardaron semanas en llevar ayuda federal, fue un maldito desastre. Con el 11-S casi lo mismo, y en el atentado de Boston se pasaron días de tira y afloja hasta que pillaron a los dos terroristas cabrones.

Dio otro sorbo al café.

-Lo que ha pasado aquí es doblemente raro. Es decir, no ha habido casi ninguna víctima, y parece que tenían preparada tanto la respuesta de los servicios de emergencia como la de los comunicados de prensa. ¿Y además nos van a dar dinero para la reconstrucción a partir de mañana? No se, profesor, pero no me suena muy bien todo ésto. Parece que ellos sabían que la podían cagar, y tenían prevista la respuesta para que la gente no hiciera muchas preguntas incómodas.

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30/08/2018, 03:55
Tobias Melfwackter
Sólo para el director

No sabia lo de los cowboys militares, según parece lo que ha pasado, tienen toda la pinta de que han sido responsables, como si estuviesen probando algún tipo de arma nueva.. - dice a Hawkins

La pregunta es, ¿ por qué en este pueblo?, ¿ por qué hacerlo en un pueblo con gente adinerada y no en un pueblo rural perdido  a saber donde? - pregunta al inspector de policía.

Tendremos que ir con mil ojos por si acaso, pero primero es lo primero y es tu hija, debes de centrarte sobretodo en ella.. - dice poniendo una mano en el hombro de su vecino.

Con el resto de cosas, a ver si se va aclarando o arreglando el asunto, pero si, pinta todo muy mal.. - asiente con la cabeza.

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30/08/2018, 12:03
Mahendra Singh Rajneesh
Sólo para el director

El swami parpadeó confuso ante tanta franqueza. No estaba acostumbrado. Aquel tipo era militar. Apreciaría las instrucciones sencillas y claras, sin preocuparse mucho por su moralidad. O así lo esperaba. Y no. Alguien como Dom no se iba a dejar engatusar con la chorrada de la secta. Había visto demasiada mierda como para creerse nada de lo que pudiera decirle sobre paz y armonía.

Sonrió al hombre e intercambió una mirada con Osvaldo.

Me gusta este tipo.

Luego volvió a mirar a Dom.

Te queremos a ti. Necesitamos tu experiencia militar para proteger nuestra finca. Queremos que instruyas a algunos también. El año pasado nos robaron durante la feria y no quiero que se repita. Necesitamos el asesoramiento de un profesional, y nos consta que tú lo eres.

También le interesaba tener a ese escuadrón para cubrir su retirada si añgún día las cosas se ponían verdaderamente feas, pero eso no era necesario que lo supiera.

A cambio te podemos ofrecer un techo, comida, ropa... Y estudiar tu caso para intentar conseguir un régimen de visitas con tu hijo. Conocemos a varios funcionarios y técnicos que pueden revisar tu expediente.

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31/08/2018, 12:30
Kerry-Anne Van Ewen

-Me empiezas a caer muy bien -dijo Kerry-Anne riendo ante la propuesta de intercambio de Crawford. Cuando las risas decayeron, su rostro adquirió un matiz pensativo, reflexionando acerca de lo dicho por el piloto-. Sí, ser Joshua Crawford no creo que sea positivo en este momento. No al menos de forma pública y hasta que veamos qué ocurre. De hecho, creo que hasta seria bueno para ti abandonar esta zona. Si cuanto se empieza a rumorear en las redes es cierto, habrá algún tipo de intervención militar y eso será más rápido que tarde. Puede incluso que sometan a Ashland a algún tipo de cuarentena -el cerebro de la rubia trabajaba rápido- y no me gustaría quedarme encerrada aquí. 

Se levantó del sofá, y caminó por el salón, vaso en mano y haciendo tintinear los hielos, como si fuera el engranaje de sus neuronas trabajando. 

-Deberíamos hacer algo con tu aspecto. Modificarlo un poco para que, al menos, no seas reconocible a primera vista si hay alguien que te busque llegado el momento. Lo más fácil sería teñirte el pelo. Eso y unas gafas servirían para empezar. Quizá exagere y me haya convertido en uno de esos frikis amantes de la conspiración, pero algo me dice que esto va a complicarse. Conseguirte una identidad nueva, con su correspondiente documentación es algo posible, aunque no tengo ni idea de cómo lograrlo -por su mente pasó la cara de Orlando. La rubia era víctima de los prejuicios propios de la sociedad blanca estadounidense y entendía que el mero hecho de tener sangre negra corriendo por el cuerpo, era una especie de salvoconducto hacia las actividades ilegales y el conocimiento propio de las mismas-. Pero entiendo que podría solucionarse mas o menos fácilmente. Pero lo más importante es sacarte de aquí. Un tiempo alejado de Ashland y viendo qué es lo que ocurre para decidir los siguientes pasos. Te ayudaré en este proceso, por supuesto. Estaba pensando en una pequeña casa en las montañas o en un lago en mitad de la nada. Tendríamos que conseguir un coche. El mío está en el túnel y el cacharro que esta ahí fuera dudo que pueda recorrer muchos más kilómetros. 

Calló y se quedó mirando a Joshua. No quería agobiarlo en exceso y quería saber qué le parecía lo que le decía. 

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01/09/2018, 04:29
Alex (Juniper Clayton)
Sólo para el director

Yorick aceptó el apretón y así la tregua se selló, aunque él no lo hizo con su sangre, decepcionante, parecía bastante fuera de su rollo y de hecho apretó el paso de vuelta a la casa. Llegó el primero, dio unas cuantas instrucciones a sus adláteres y se fue a otra habitación a hacer lo que fuera...
Faith la ayudó a llegar hasta la casa porque no andaba muy bien de equilibrio, bueno ni de equilibrio ni de nada, estaba lívida cubierta en sudor frío, solo el orgullo y el abrazo de su compañera la mantenían en pie. Les trajeron un botiquín, moderno, afortunadamente, pues por un momento temió que se compusiera de cataplasmas, sanguijuelas y un astrolabio para dilucidar la mejor poción según la alineación de los astros. Sonrió maligna por la concesión a la contemporaneidad.
Se curaron la una a la otra maldiciendo en arameo por rabia más que por dolor, se lavaron con una jofaina y entre las dos gastaron una buena cantidad de yodo, alcohol y apósitos. Alex hasta hizo gárgaras con el alcohol, dejando a todos boquiabiertos, por eso de haber dado un bocado al rubio. Faith se había pelado los nudillos y llevaba un par de buenas ostias en la cara, Alex por su parte necesitó tiritas tipo grapa para cerrar la brecha de la ceja. Ahora si que iba a necesitar los analgésicos que le habían recetado ayer o no podría mover ni un dedo sin gritar. Las medias fueron directas a la basura (demasiado rotas incluso para una punky), la chaqueta había aguantado como una campeona pero le rozaba de un modo insoportable, al quitarsela quedó al descubierto su otrora “hermosa piel de alabastro” (como una vez le dijo alguien), que ahora parecía un cónclave a punto de elegir Papa.
Por último pidió un refresco o en su defecto (dado el sitio en el que se encontraban) agua con azúcar, tenía el tembleque típico de la tensión baja, en su lugar le dieron hidromiel “tócate los cojones”.Ni se le ocurrió pedir hielo o bolsas de congelados (que buena falta les hacían) por que suponía que no tendrían frigorífico.
Las atendieron los novatos en un aparte sin dejarlas solas ni un segundo. Aquello le olió a cuerno quemado, especialmente cuando después les hicieron el tour por la casa ¿En serio? Osea... “rescatas” a dos tías de una paliza gitana, les ofreces hospitalidad y las dejas en manos de segundones y las pones a pasear? Ambas se miraron, ambas sospechaban, parecían estar entreteniendolas pero... ¿Para que? Por si acaso y como buenas víboras que eran calcularon cuantas vías de escape pudieron y cuantos objetos podían ser usados cómo arma.
Mientras tanto la perra se quedó tan contenta sentada en la entrada, menudo negocio habían hecho con el bicho...
La magnífica mansión Elizabetan les escoció fuerte en el orgullo, mucho defender las excelencias del género femenino pero bien sabían ellas que las chicas eran más guarras, desastradas, y desorganizadas que los chicos, no había más que comparar la pedazo de casa museo que se habían currado estos y la cueva de ladrones en la que vivían ellas. Era un crimen como tenían su super casa de diseño, más de una vez había pensado que cuando terminara de estudiar allí en vez de ordenarla y limpiarla lo mejor sería prenderle fuego (por vagancia principalmente y porque queda muy cool eso de lanzar una cerilla y andar con las llamas de fondo, o para danzar alrededor en pelotas)... patriarcado 1 - femicracia 0
El rollo reenactor le interesó en su día y el tour le recordó su acercamiento al germen de la Band actual, cuando todo eso que ahora veía era solo un proyecto. Con gusto se habría zambullido en una de las camas haciendose un ovillo con las sábanas y que no la sacaran de allí hasta que todo se hubiera arreglado o hasta que el mundo se hubiera ido definitivamente al pedo.

El andrógino y petulante individuo que les habían puesto por guía las condujo finalmente a una especie de salón de reuniones improvisado donde ¡Oh sorpresa! había un proyector nada period y dos personas de lo más inesperadas: la presidencia de la hermandad Tesla, o como ella los apodaba “el rey de los nerds y señora”¿Que era esto? ¿El concilio de Elrond?
-Lady Alex y su lacaya
Exclamó el nomenclator, madre del Señor... ¿Alex? ¿En serio? -Alexandra- dijo mientras Faith le daba su propia respuesta. Ignoró las provocaciones del señor y la señora Nerd para lanzar una mirada severa a Yorick, no había aceptado una tregua para que las insultaran. Lo mismo que había entrado pacificamente se podía largar y desatar a todos los demonios del infierno, consciente de ello el anfitrión llamó a la calma con diplomacia y agasajos.
-Nada alcohólico para nuestros amigos los alquimistas- “los alquimistas” reprimió la risa -no queremos que se exciten demasiado- tomó asiento -entonces no los mojes ni les des de comer después de las 12, a lo de que no les de el sol ya vamos tarde- ¡BOOM!
Faith fue a poner los pies sobre la mesa pero le hizo gesto de que no, no de momento.
Alex no tenía el chichi para farolillos y cuando Yorick empezó con el rollo del “templo de sabidurida” el dolor de cabeza le dio un repunte, agarró una de las botellas (que estaban fresquitas recién salidas de la fresquera) y se la pegó a la ceja para intentar aliviar la hinchazón -Voy a dejar el papel un momento, lo siento- “Gracias... espera ¿Que?” el gesto de sorpresa le hizo soltar un pequeño quejido de dolor, pero es que eso no había pasado... ¡Nunca! ¿Otra señal del apocalipsis? Esa actitud seria offrol de Yorick le pareció muy sexy, más sexy de lo que ya eran las pintas de espadachín que llevaba siempre, pintas que la ponían burra (para que nos vamos a engañar), de hecho iba a estar difícil concentrarse con esas piernas en calzas. Se enfadó consigo misma y apretó la botella contra la ceja.

Las feministas se miraron cuando explicaron lo del perro y la chica de la cafetería, vale, ni estaban locas ni los rumores se habían ido de madre ¿Tranquilizador? Tanto como ver el vídeo de su accidente y que su conciencia terminara de asumir que todo aquello era real... por disparatado que fuera, que lo era un rato largo, era el puto sueño mojado de Mulder, todas las temporadas de “Más allá del límite” a la vez ¿Humanoides en Medford? Quería creer que se trataba de una broma acojonantemente bien montada, pero ni poniendo de acuerdo a todo el campus hubiera resultado tan veraz. Mecawenlaputa...
¡Eh! Lo del experimento Philadelphia lo había oído y lo de la vibración de la materia... no era eso de la teoría de cuerdas?
-Hay un par de tipos rondando el pueblo, haciendose pasar por agentes federales- esa información captó su atención particularmente, al final iba a resultar que su paranoia era simple y bien engrasado instinto. Lo demás seguía sonando tan peliculero... pero agentes del gobierno encubiertos (fueran o no hombres de negro) eso si que la ponía nerviosa. Como antisistema esa clase de personas eran el verdadero peligro. “Chico listo” pensó en reconocimiento al descubrimiento de su némesis, no en vano, a su criterio, era el macho alfa del campus. Pero que lo pensara no hacía que le cayera mejor la manera de mirarle y hablarle que utilizó al final de su intervención “no quiero señalar a nadie ññññ... ahora vamos a hablar las verdades...” -Nosotros hemos puesto las cartas sobre la mesa. Os toca a vosotras- Su primer impulso fue reirse como la señorita Carapapel de los Simpsons “¿Pero tu quien coño te crees para venirme con exigencias?'”. Dejó la botella en la mesa y tamborileó los dedos en ella, igual que él había hecho. Sonrió después de un prolongado silencio.
-¿Que vosotros habeis puesto las cartas sobre la mesa?- soltó una risilla ronca  -y que cartas son esas?- cruzó los brazos -porque yo solo he visto un digest de secretos a gritos (pedazo de farol) y ninguno os toca particularmente, cosa que a nosotras...- balanceó los ojos indicando las magulladuras del accidente -Por cierto, estamos bien gracias eh? No hace falta que os preocupeis ni nada semejante...- el reproche iba especialmente dirigido a los Tesla a los que miró de soslayo, pero bien podía extenderse a la Band ¿Las habrían ayudado de no haber querido reunirse con ellas? La duda era grande. Soltó aire como dando por terminado el inciso -Por cierto buena idea lo de reunirnos aquí por eso del más que posible espionaje gubernamental (ya que la casa era un desierto tecnológico)- una de cal y una de arena -¿Algo gordo? No teneis ni idea. En resumen... nos vamos a tomar por culo- sopesó cuales serían sus siguientes palabras. En otra situación se habría guardado la información para sí pero la paliza de hace unos minutos le hizo reconsiderar su modus operandi. Tenían por delante una tarea que ellas solas no podrían abarcar casi de seguro -Emi, porque “el robot”- hizo gesto de comillas con las manos -tiene nombre, dice que algo ha desencadenado el colapso del espacio tiempo y que las dimensiones, universos o lo que sea están colisionando unos con otros justo aquí, en Ashland, y que si no averiguamos el que y lo arreglamos (si es que se puede) esto chapa, finito, bajamos el telón del tó y pa siempre, caput- ea, lo escupió con su natural delicadeza -Am, se me olvidaba, ella viene del futuro, un futuro bastante cacafuti por cierto...- hablaba en un tono desconcertante entre la indiferencia, el sarcasmo y el humor. La verdad era que no tenía muy claro si quería hacer algo por salvar el mundo, no es que el futuro pintara como una mierda, es que creía que la actualidad ya era una mierda con difícil solución -pero tranquilos que no es ninguna terminatrix, es más en plan asistente ¿Contentos?- estaba molesta por la encerrona -Y ahora ¿Que?- clavó la mirada en Yorick convencida de que la únicas con derecho a pedir exigencias eran ellas.

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01/09/2018, 15:48
George E. Weaver

-La cafetería... - pensó volviendo al mundo real-Menuda me espera mañana de trabajo... - no compartía sueños de grandes fortunas en internet y menos cuando ha podido estar a punto de convertirse en carne morbosa de internet, de no ser por la cámara frigorífica podría haberse convertido en una masa de ravioli humana.-Pero voy a seguir atento a todo esto, sólo por seguridad...

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01/09/2018, 21:26
Director

Algo había cambiado. Se notaba en el aire, se notaba en el agua. Bueno, quizá exagerado pero... estaba claro que algo había cambiado. La ayuda llegó rápida, tanto para unos como para otros. Kerry Anne recuperó su coche, aunque según el tipo de la grúa y una llamada al taller, pasarían unos días hasta que pudiera volver a utilizarlo. El coche con el que se había "quedado", que era de un vecino siniestrado, fue recuperado por la policía. Habría que ser cauteloso a la hora de pensar en los siguientes pasos a dar.

De momento, tuvieron que acostumbrarse a la vida con los recién llegados. Shangi-la había ganado un guardia de seguridad, al que afeitaron, arreglaron y armaron. Ésto último fue quizá lo más difícil, por que oficialmente tenía un par de sentencias que declaraban su inestabilidad mental... pero el mercado negro es amplio y está lleno de recovecos, y más en Estados Unidos. Alex tuvo que acostumbrarse a la presencia de Emi en sus vidas, y del cuelgue de Faith con cierta persona... que comenzó a traducirse en ausencias nocturnas de su amiga. No había mal que por bien no viniera, por que Alex aprovechó éstas ausencias para escaparse a cierto bar con cierto motero, que se aprovechó de ella bastante "vilmente". Y por último, como no, Kerry Anne tuvo que acostumbrarse a la presencia de un hombre en casa. Un hombre que no era su amante o su marido, lo cual era ciertamente una novedad. ¿Un amigo? Ella había creído que tal cosa no era posible en el mundo moderno. Pero a veces, te equivocas.

George abrió una cuenta de Tuipter llamada "Ashland toda la verdad", y comenzó a documentar cosas raras. Algunas, la mayoría, eran paranoias y chorradas propias de la conspiranoia clásica. Pero la gente estaba canina por información, así que un tiempo record llegó a los 14.000 followers. Mientras, la vida en la colina de los hippies seguía con cierta normalidad, entre perfume de velas pijas y acordeones de guitarra, al sonido de la caja registradora (más bien de datáfono) al que los incautos cuyo espíritu se había conmovido por la honda sónica se reparaba a golpe de cuenta corriente. Mientras tanto, los primeros ensayos de "Cardenio" tuvieron lugar en la facultad, bajo la atenta mirada del profesor Melfwackter, el héroe local, que soñaba con el pelotazo que iba a pegar con la obra perdida de Shakespeare.

Los federales fueron eficientes. El dinero comenzó a llegar y, con él, una legión de empresas y particulares de lo más oportunista. Una legión de "contratistas" (obreros) autónomos o de empresas reconocidas comenzaron a reparar el mobiliario público, reemplazar cristales y realizar las labores de limpieza, para que la ciudad volviera a lucir sus mejores galas en tiempo record. Y no era para menos, pues con la cercanía de la Feria Renacentista de Ashland, se esperaba un lleno casi completo en los hoteles, albergues y casas particulares que ofrecían Bed and Breakfast o habitaciones de alquiler. La ciudad volvió a la vida, y los efectos de honda, ligeros para la mayoría de ashlatinas, pasaron con un par de días de biodraminas. Las empresas de menaje del hogar hicieron también su agosto, vendiendo palés llenos de bombillas, vasos, copas y platos de cristal. El servicio de recogida de residuos del Valle también hizo caja, pues con tanto cristal roto las empresas y centros de reciclaje trabajarían a pleno rendimiento.

La vida, en fin, fue recuperando su pulso, pues el ser humano ansía sobre todas las demás cosas, la estabilidad y la tranquilidad, y aún sometido a un proceso tan traumático, ésta se convierte en su primera prioridad. La prensa dejó de hablar de gente fusionada con cosas, o de extraños sucesos, aunque se mantuvo cautelarmente la presencia de la policía estatal. Mal no iban a venir los refuerzos de cara a la feria, pues la policía local se vería como cada año desbordada por la afluencia de visitantes.

La Feria Renacentista.

Imaginaos un pueblo cuyo mayor atractivo es un teatro del siglo XVII y la obra de Shakespeare, que tiene tiendas que venden ropa para actores o recreadores históricos. ¿Como no tomarse en serio una Feria Renacentista? La de Ashland era, sin duda alguna, una de las mejores ferias de todo el país. Muchos grupos a escala nacional venían, montando sus tiendas y chiringuitos junto a negocios locales.

La feria era un espectáculo ciertamente ecléctico, pues podía disfrutarse de caballeros medievales, personajes de fantasía histórica de las películas, gente que iba totalmente period y turistas en pantalones cortos y camiseta que compraban crepes y mojitos "medievales" a empleados de restauración vestidos con sayas, gregüescos y camisas.

Perroflautas vestido de elfo, de fauno, de orco del Señor de los Nibelungos, de steampunk, de lo que fuera. Codo con codo con malabaristas, tragafuegos, exhibiciones de esgrima histórica, mujeres pechugonas con escotes y corsés realzadores, espectáculos callejeros, música en directo, lansquentes, danzarinas del vientre, piratas del caribe, mierdas faéricas, escenas "espontáneas" o de figurantes, concursos de lo más variopinto, desafíos de comida, baños químicos y el incomparable marco del bellísimo Parque Lithia, por que el circulaban auténticas hordas de turistas y locales, que disfrutaban de una oferta casi ilimitada de restauración y ocio cortesía del ayuntamiento de Ashland, que se había volcado con la fiesta para "endulzar los recientes y traumáticos sucesos".

Era un sábado a mediodía y el buen tiempo acompañaba. Paralizada por la fiesta, Ashland no estaba para otra cosa. Talleres y tiendas habían cerrado, y muchas de ellas se trasladaban a la propia feria para ofrecer sus servicios. Para los universitarios, que seguían teniendo clase, el primer fin de semana de la fiesta era "divertirse hasta reventar". Las hermandades tenían permiso para montar puestos en el "área universitaria", y competían entre si con descocados concursos como "el copón de vinate" (un traga-traga para mayores de 18), "tiro a la damisela" (con globos de agua), "batalla de trovadores" o "La copa de Kékrates" (una rocambolesca gimkana por toda la feria protagonizando escenas de lo más vergonzoso).

Durante unos días, casi obligatoriamente, había que disfrutar de aquello. El servicio de autobuses del valle había extendido sus viajes al sábado por la mañana, pero fiel a su política no habría vuelta hasta el lunes de la siguiente semana, técnicamente laborable. Los que no tenían coche no podían hacer otra cosa que esperar, pues uber y otros sistemas estaban colapsados... con visitantes que venían, no que salían.

Pero... ¿A quien no le gusta una buena feria medieval?

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01/09/2018, 22:11
Director

El campamento de la Band of Brothers era una de las principales atracciones del recinto universitario. Por ello, el ayuntamiento, que ya les conocía, les dejaba unos terrenos muy bonitos y generalmente libres de "anacronismos" con los que poder lucirse y destacar.

Allí la recreación histórica llegaba a su máxima expresión. Stitch nazis que competían por las ropas más vistosas y correctas, codeándose con artistas marciales que entrenaban en un entorno bucólico, ropera en mano, y dejaban participar a niños y visitantes con elementales medidas de seguridad.

Contaban además con puestos de armeros que vendían género de reproducción totalmente funcional, pista para practicar el tiro con longbow y ballesta, música en directo de un ensemble de música renacentista que venía desde California, cata de productos y recetas del periodo elizabethan, así como escenas de teatro y declamación del inveterado pentámetro yámbico, talleres de danza popular, explicaciones de expertos y mil y un otras actividades por las que el ayuntamiento, de hecho, les pagaba un buen dinero.

Y allí estaba "lady Alex" con "su lacayo". Habían cogido el testigo de la coña y ella iba vestida de supernoble, rodeada por una corte de criadas y damas de compañía (las chicas de su clase). La protegía la imponente figura de Faith, vestida como un hombre de la época, pero que llevaba puesto un peto de acero y llevaba un gran sombrero emplumado, y por armas una espada schiavona y un broquel puntiagudo y amenazante, con unas altas botas de montar. Al lado de ella estaba Emiko, la estudiante japonesa de intercambio y compañera de cuarto de Cordelia en la residencia.

Y del otro lado venían por la misma avenida los Melfwackter. Tobias, vestido como un cortesano de la época de la reina Isabel, y su mujer de noble y esposa (muy elegante y llamativa), con sus hijas como dos chicas de familia bien de la época Tudor, con sus tocas y escotes.

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01/09/2018, 22:38
Emiko Tanaka

Se había teñido el pelo (una vez más), ésta vez a un moreno natural. Caminaban tirando de la correa de la perra Lisístrata a la que habían puesto un ropa homenaje a cierta película, peluche incluído. Se acercó a la familia con una sonrisa, para abrazar a Cordelia y luego encarar a sus padres. Quiso hacer una reverencia japonesa, pero luego se acordó e hizo una genuflexión al estilo barroco, pues la ropa se prestaba para ello.

-Es un placer conocerles, señores Melfwackter. Su hija me ha hablado mucho de ustedes.

 

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01/09/2018, 22:43
Angelo Sykes

Desde la tienda de campaña se levantaron un par de picheles de cerveza. La Band of Brothers estaba allí, con ánimo festivo. Estaban disfrutando, totalmente en su salsa, de aquel que era su día grande durante todo el curso.

-¡Magister! -exclamó- ¡Ha llegado el magister!

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01/09/2018, 22:45
Ryan Richardson

El compañero se adelantó, y en un momento estuvieron cerca de ambas comitivas, con los brazos en jarras y actitud divertida.

-Vive Dios que viene vuestra merced bien acompañado, magister. Damas de tanta posición y belleza que a los ojos la vista daña.

Se acercó a Cordelia y con un afán teatral tomó su mano y la besó, casi sin tocarla.

-Sois, mi señora, como un rayo de sol en una noche sin luna...

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01/09/2018, 22:47
Faith Hawkins

El gigante verde que venía con el pelo recogido dentro del sombrero, sin la mayoría de los piercings y con los tatuajes tapados parecía más persona y menos agresiva. Pero obviamente, eso era hasta que abría la boca. No había quitado ojo a Cordelia desde que había llegado, y ahora la escena del petimetre la cabreó.

Lo siguiente que sintió Richardson fue su bota en su hombro, empujándole hasta que cayó al suelo.

-¡Descocado irreverente! -dijo, siguiendo el rollo de todo aquello- ¿Como osáis ser tan fresco?, ¿Es que no véis que es una dama de posición?

Se tocó el ala del sombrero, como si hubiera hecho un servicio para proteger a la dama en apuros.

-Milady...

Ella sonrió con agrado.

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01/09/2018, 22:50
Cordelia Melfwackter

Sacó el abanico y dándose aire sonrió al aire divertido.

-Caballeros, caballeros... no es menester pelearse. Aquí delante de mis señores padres, que vergüenza, que bochorno. Más sois gentilhombres esforzados. Podríais batiros, de modo amistoso, con espadas negras. Digamos que a primera sangre. Y al vencedor, además de una prenda que le dejaré, un beso casto en la mejilla.

Miró a su progenitor.

-¿Os parece bien, padre?

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01/09/2018, 22:53
Shay LaVache "Yorick"

De una tienda salió el Bander alfa, presidente de la asociación. Tocaba una vihuela, y en ella una canción muy bonita, que atrajo la atención de los demás. Se acercó a los presentes, y parecía por un momento que iba a sumarse a la pelea por Cordelia. Pero nada más lejos de la realidad.

Sus pasos la encaminaron, sin tardanza alguna, delante del fruto y depositaria de aquellos versos. Una depositaria igualmente rubia, pero cuyo rostro mostraba secuelas de una ordalía sucedida hacía unos días. La música cesó, y ambos se quedaron mirándose frente a frente, como midiéndose.

Con un gesto rápido, ofreció el instrumento de cuerda a Angelo, que lo tomó. Hecho ésto, el caballero se destocó con una graciosa reverencia.

-Lady Alex, al fin habéis llegado.

Volvió a ponerse el sombrero, cambiando el peso en la cadera y tendiéndole una mano.

-¿Seríais tan dichosa de ofrecer a aqueste caballero que suspira por vos, un baile con los acordes de ésta cortesana vihuela?

Notas de juego

Ya está todo xD

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01/09/2018, 23:00
Tobias Melfwackter

Tobias asintió ante el saludo de Emiko.

Un placer correspondido, cabe decir.. , espero que lo que hablo , fuera bueno y no malas palabras...- responde a Emiko, la verdad que gustaba que sus alumnos, realizaran aquellas representaciones.

Incluso Faith, que no esperaba que siguiera la corriente con todo aquello.

Agradecido me hallo ante tal defensa de mi hija..- dice con una leve reverencia a Faith y otra a Cordelia.

Si nos disculpan, nos gustaría proseguir nuestro paseo por estos lares, bendecidos por nuestro señor... - dice con voz educada, noble y sincera.

Aunque las palabras de su hija, freno su avance, sonrió...

Veo sabias las palabras de mi adorable hija, que así sea... , si los pretendientes a tal recompensa aceptan- dice a Cordelia, para luego mirar a Faith y Ryan.

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01/09/2018, 23:38
Director

Era el segundo día y ya estaba hasta los huevos del rollo de santón. Maheendra había tenido que estrechar muchas manos, sonreír a muchas personas y firmar muchas fotos. Cientos de velas perfumadas vendidas, y las que iban a serlo todavía, decenas de amas de casa insatisfechas que pasaba a la "tienda de los masajes" y la voz se corría. Ya había colas allí, en la puerta de la haima-santuario, vigilada por la poli (cortesía de la teniente de alcalde). Estaban haciendo su agosto, y eso que era mayo. Con jornadas como aquella, ganaban pasta para los meses siguientes, especialmente los de "sequía" que eran durante el invierno (la gente no va a orar a una montaña bajo nubes grises donde el aire pega fuerte y el frío es intenso).

Osvaldo se quedó guardando el fuerte, mientras él se excusó... para ir al excusado. Se había puesto algo por encima de la toga, por que no quería ser reconocido por ahí, y unas gafas de sol grandes. Pensaba en que quizá se pararía en algún puesto para comerse algo grasiento y en cantidad: algún menú de patatas con hamburguesa o kebab turco. Tenía hambre, y sed.

Sus pasos le llevaron hasta otro Shangri-la. Un grupo de jóvenes estaba en una de las carpas donde se podía consumir alcohol, una suerte de tasca mierdeval donde también hacían comida rápida. La mierda la llevaban ellos encima, pues habían participado en cuanto concurso de beber se habían topado. Y ahí estaban, en el "desafío del barril". Un barril enorme de plástico, lleno de birra barata al punto glacial, un tubo de goma y una bomba. George estaba tumbado sobre la "banqueta del beodo", una especie de diván acolchado, y sus amigos le estaban amorrando el tubo de la birra, que salía sin prisa pero sin compasión.

-¡Traga, traga, traga, traga! -coreaban.

Que envidia le daban. Él podría correrse una buena juerga también. Ponerse hasta las trancas de beber y de alguna que otra droga, y luego dejar que su máxima acólita obrara milagros en el catre. De hecho, ella le acompañaba, vestida "de calle" (un vestido normalito, unas sandalias y un bolso). No era conveniente que el líder saliera solo por ahí, a la buena de Dios. De hecho, los acólitos pensaban que para las cosas terrenas (incluídas las compras), debían acompañarle.

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01/09/2018, 23:48
Salma

La rubia se detuvo misteriosamente en la cabecera del diván de borrachos, instalado para evitar que los que coqueteaban con el coma etílico cayeran al suelo. Los servicios de emergencia merodeaban por la fiesta, atentos a la llamada para llevarse a algún incauto y meterle suero salino para que potara todo el alcohol acumulado.

El diván era bajito, y su vestido no muy largo. George abrió los ojos y en vez de ver a sus colegas, lo primero que vio fue unas piernas, lo que parecían unas bragas y lo que juraría que era un cameltoe. Y luego ella dio un paso atrás y lo que vio fueron unos misteriosos ojos rubios, que se agachaban para mirarle mejor. Como si en vez de una persona fuera un curioso animalillo que a ella le fascinara. Sus colegas se pensaron que la rubia quería hacer alguna coña o quería rollo, por que empezaron a corearle. Él, mientras tanto, seguía tragando cerveza.

-Levanta, George Weaver. Por que eres uno de los escogidos -dijo con voz dulce.

Al santón le dio un escalofrío que le recorrió de arriba a abajo. Sabía lo que aquello implicaba.