Partida Rol por web

A place to stay

Apropiación cultural (Escena 1)

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24/08/2018, 10:30
Kerry-Anne Van Ewen

Tras musitar un breve, “sí, sí, claro, cuídate", la rubia colgó el teléfono, el ceño fruncido con una arruga de preocupación. Orlando, en su condición de hombre, le había recordado algo que a una mente femenina no se le hubiera ocurrido a priori. Aprovecharse de una situación de caos para saqueos, violaciones y demás ejercicios de violencia.

Se volvió hacia el piloto, cuyo farfullo sinsentido terminó por agobiarla.

-Sí, una paliza genial. Dos bombas atómicas que mataron a cientos de miles de personas, destrozaron vidas y familias durante generaciones y unas condiciones de rendición muy amables -dijo en un tono gélido que demostraba lo genial que le parecía aquella paliza-. Ahora centrémonos. Cuanto antes regresemos a casa mejor. Es posible que haya saqueos y violencia generalizada tras lo ocurrido. Parece que lo que afectó a su avioneta y a mi vehículo es algo generalizado y en la ciudad reina el caos. Le ayudaré a encontrar esta rama para entablillar su tobillo y a hacer esa camilla. El tiempo corre en nuestra contra.

No perdió el tiempo y se dispuso a dar con algo que le sirviera al militar. Le fue mostrando las diversas ramas que encontraba para que él diera su visto bueno. Cuando llegaran a casa los tres enviaría la ubicación a Orlando para que los servicios de emergencias fueran hasta allí y se hicieran cargo de los dos hombres. 

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24/08/2018, 16:09
George E. Weaver

-Veo que lo llevas bien dentro de lo que cabe. En mi trabajo igual... cristales, gente por el suelo... - recordó la imagen de Michelle- Oye... donde estuviste -empezó a preguntar tímidamente- ¿nadie se fusionó con ningún objeto? quiero decir ¿nadie se quedó pegado a nada? una compañera se ha quedado pegada la máquina de café...-luego zarandeó la mano hacia la tv y señaló su tablet- aquí no dicen nada de eso, me niego a creer que sea un simple "zumbido" ¿qué sonido puede fusionar cuerpos con máquinas? esto parece una película, pero una película de mierda.

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25/08/2018, 01:23
Director

El típico claustro de profesores. Como era un campus grande, con muchas facultades, tenían que utilizar uno de los auditorios para aquella reunión multitudinaria. Algunos estaban ausentes, por problemas médicos derivados del día anterior, mientras que otros mostraban signos de haber sido afectados como vendajes o apósitos en los oídos. Pero ahí estaban, después de todo, dando el callo.

La rectora y la junta de administración de la universidad tenían la voz cantante. Sin embargo, tuvieron la deferencia de hacer una votación a mano alzada para conocer su opinión: posponer el inicio de las clases a la semana siguiente o seguir con la vida de campus con la mayor normalidad posible. La mayoría de profesores votaron ésta segunda opción, pues como buenos progres creían que aquello era como ponerse un lacito en el perfil de las redes sociales: demostraba espíritu de superación y se contraponía la normalidad a la excepcionalidad dolorosa, propia de un atentado terrorista. Pero aquello no era si no un desastre natural, algo como el Huracán Katrina, pero sin tantos muertos. Tenían que quedar bien, que dar una sensación de unión frente a lo sucedido el día anterior, donde se vivieron muchas escenas vergonzosas de insolidaridad.

Por eso, se quiso dar un reconocimiento público a los profesores y alumnos que ayudaron durante "la catástrofe". Y tal efecto fueron fotografiados por la prensa junto a dos enviados del gobierno federal que explicaron como se iba a repartir la ayuda y como se estaba actuando para paliar los daños materiales y sanitarios causados por el extraño suceso del día anterior. Tobias tuvo que estrechar algunas manos y le echaron fotos, recibiendo felicitaciones por su actuación.

Al final de las dos horas de largas explicaciones, donde les quedó claro que la solidaridad tenía un pero (el mobiliario no público recibiría ayudas del resto de fondos federales en forma de créditos sin interés a devolver en 12 meses), los profesores "protagonistas" de la jornada anterior recibieron un ágape en forma de catering servido en una sala anexa. Las clases de la mañana quedaban oficialmente cortadas, pero se reanudarían por la tarde (en el caso de las actividades deportivas) o al día siguiente (las clases teóricas y el resto, para que diera tiempo a anunciarlas).

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25/08/2018, 01:38
Wayne Foxx

Cuando Tobias se había ido a un aparte para comer el contenido del primer plato que se había servido, una figura se acercó a él. Sienna estaba todavía en las mesas del cátering, y no pareció darse cuenta en un primer momento. El tipo era el representante federal que había hablado antes. Un hombre pulcro y simpático que hablaba con corrección y sabía explicar muy bien los detalles.

Venía acompañado por su compañera, que se había presentado antes como la delegada de la Oficina de Emergencias del estado de Oregón.

-Siga comiendo, no queremos interrumpirle más de lo preciso.

Sonrió, con las manos en los bolsillos.

-Nos han encargado que aclaremos los sucesos de ayer. Estamos elaborando un informe para enviar a los científicos y que de ésta manera podamos todos comprender mejor lo sucedido ayer. Se habrá dado cuenta de que están todos muy desconcertados. Realmente, nunca había sucedido algo de éstas características, al menos no a éste nivel. Hay gente que nos ha dado declaraciones muy... extrañas.

Parpadeó.

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25/08/2018, 01:44
Joan Galindo

La mujer parecía más profesional y envarada que su compañero, que se esforzaba por resultar simpático. Hay personas así, un poco asperger, que gustan de la distancia social y de reducirlo todo a cifras y datos medibles. Se notaba en su ademán, simplemente por la forma de caminar, un tanto envarada. Había personas un tanto frías en su aproximación a los demás, y sin duda ella era una de esas.

-Es importante que ustedes, que han estado más involucrados en los acontecimientos, debido a su honroso esfuerzo por ayudar a los demás, nos ayuden a juntar las piezas del puzzle. ¿Podría, por favor, describirnos los acontecimientos desde su punto de vista?

Parecía dispuesta a tomar nota con una libreta y un bolígrafo.

Notas de juego

Tira Perspicacia + Alerta - Delirios

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25/08/2018, 01:51
Jonas Merritt

Escuchó lo que le preguntaba mientras se sentaba en el sillón. Su sillón. Era muy puntilloso con eso. George podía usar el sofá como le saliera del pijo, pero el sillón del salón, el que estaba frente a la tele, era suyo. Como se atreviera a sentarse ahí y él lo viera, ya la tenían liada. Bebió un trago y luego asintió un par de veces.

-Si, ha pasado en más sitios. Yo he visto a un perro fusionado con un banco. Los bomberos han tenido que cortar las patas del banco y llevárselo entero. Ha sido la caña, creo que ya están circulando videos de eso. Y luego está lo de que me comentas, y ahora se donde ha pasado. Lo han llamado "la chica de la cafetera". Se estaba comentando en la cola del centro de salud. Flipante, tío.

Le señaló con el dedo meñique. Él era un tipo al que le encantaba ver mierdas en la tele, en canales de poca monta. Uno de ellos era el canal historia.

-¿Sabes a que me recuerda ésto? Me recuerda a eso que salió en el programa "De Costa a Costa". Mmmm.... ¿Como era? Nosequé movida de la Segunda Guerra Mundial, un experimento para volver invisible un barco. Y el barco desapareció y surgió a nosecuantos kilómetros del puerto. Recuerdo que decían que la peña estaba así, como fusionada con los mamparos y todo eso. Me acuerdo por que cuando lo contaron me quedé flipado. Pero obviamente decían que el ejército afirmaba que eso era puta patraña y que tal experimento nunca existió.

Chasqueó los dedos de la otra mano, reprimiendo un eructo del carbónico de la cerveza.

-Ah si. Experimento Filadelfia. Lo puedes buscar en Google. Y luego la mierda esa del CERN, que la gente comentaba que "the hum" había sonado por allí también. No se, tío. Ésto ha sido muy raro. Me cuadra totalmente que la hayan cagado con algún experimento raro.

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25/08/2018, 02:03
Director

Al final, el tipo raro se demostró más mañoso de lo que parecía. Tras ayudarle a hacerse un entablillado, construyó una camilla con dos palos y la lona del paracaídas, que cortó con un cuchillo que llevaba en el equipaje. Con ella a cuestas andaron el camino de vuelta, a través de la oscuridad, hasta llegar a donde el coche siniestrado. El lugar se estaba llenando de humo por uno de los coches accidentados, lo cual dificultaba la visión.

Finalmente, vieron que el hombre que estaba en el suelo había recuperado el conocimiento, pero solo se había movido unos metros para apoyarse en la pared y toser. Así, en esa postura, le reconoció. Era Michael Ballantine, uno de los mejores amigos de su exmarido, un baboso de campeonato y un capullo integral.

-Kerry... Anne... -dijo entre toses.

El militar comprobó los coches entretanto, para ver si había alguna otra víctima, pero estaban solos. Lo que si averiguó fue que el coche que habían abandonado, el primero en accidentarse, todavía funcionaba. El morro estaba deformado y los faros eran historia, pero el motor seguía funcionando. Benditos coches viejos a gasolina.

Pitó para atraer su atención. Ahora tenía que tomar una decisión: ayudar a aquella persona, a sabiendas de quien era, de las muchas veces que había tenido ganas de clavarle un tenedor en el ojo, o dejarle allí "hasta que llegara la ambulancia".

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25/08/2018, 11:14
Kerry-Anne Van Ewen

Kerry-Anne no pudo evitar sentir cierta admiración por aquel extravagante piloto que, con la pericia de sus manos y una simple navaja, supo aprovechar los escasos recursos existentes para hacerse un aparente entablillado y construir la camilla. Sin duda, debía ser uno de esos fanáticos de la supervivencia, algo que en aquel momento le venía de perlas. 

-Buen trabajo, teniente -le dijo antes de encabezar la pequeña marcha al interior del túnel. 

El interior del mismo empezaba a convertirse en una pesadilla. Sin duda, el sistema de extracción de humos no funcionaba y el aire empezaba a cargarse. Costaba ver con claridad y costaba respirar. Y así, medio a ciegas y tosiendo de vez en cuando, ambos llegaron a la altura del coche para descubrir que el accidentado había recuperado la consciencia y se recostaba contra la pared del túnel. 

La rubia le reconoció al instante y su cara se convirtió en una máscara inexpresiva. Ante ella nada más y nada menos que el gilipollas del íntimo de su ex. El soplapollas que había palmeado la espalda de Harold mientras le ponía unos cuernos mas grandes que los de un big horn y que lo había jaleado en su divorcio. Un imbécil integral que tras la firma del divorcio, había ido a visitarla para decirle que aquel divorcio no debía ser un obstáculo a su amistad. Todo ello, claro, mientras le miraba sus caras tetas sin mayor disimulo. Y ahora le tenía ante ella. Vulnerable, débil y a la altura perfecta para darle una patada en la boca. 

Pero Kerry-Anne no era mujer que desaprovechara las oportunidades. Pasar de él era lo fácil y lo que deseaba. Pero en esta vida no siempre se hace lo que se quiere o debe hacerse lo que se quiere. Era una máxima que había aplicado cuando debía animar el flácido y pálido pene de Harold como si fuera la fluffer de una película porno. Ayudar a aquel cabronazo, podía traerle ventajas en un futuro. 

-¡Michael! -exclamó con un tono de adecuada preocupación y sorpresa, falsa la primera y auténtica la segunda. 

Fue justo el momento en el que el militar atrajo su atención. Quizá ni siquiera haría falta arrastrar aquel escombro en una camilla. Asintió en dirección a Crawford y le hizo un gesto de OK. 

-¿Crees que podrías ponerte en pie y caminar hasta el coche? Hay que salir de aquí de inmediato -no hizo amago de tenderle una mano para ayudarle a ponerse en pie, pero tampoco se retiró. Si quería ayuda, tendría que pedirla. 

 

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25/08/2018, 14:11
Tobias Melfwackter

La verdad que poco podía decirles, preparaba con un alumno, una idea para la futura representación Shakesperiana para el evento de este año, tuvimos la suerte de  tener acceso a una buena obra de teatro y fuimos a la sala insonorizada, para leer  por encima la obra y así sacar alguna buena idea , como saben cada año es una pequeña competición entre varias agencias de teatro y demás sitios, para hacer una representación, hablando antes con mis alumnos, lleguemos a la conclusión de que este año no repitamos alguna obra que siempre han hecho, de  hacer algo nuevo e innovador, mi mano derecha en las clases de interpretación, nos fuimos a la zona insonorizada para leer un poco la obra y ver si realmente merecía la pena el riesgo, de hacer esa obra .... -  se explica Tobias.

Dentro escuchemos algo extraño, una vibración, que nos alerto, la idea era estar ahí dentro para que no nos molestaran al leer y ojear la obra, pero aun estando insonorizado todo, aun se percató algo de sonido, sobretodo vibración y temblor, al salir rápidamente, vimos el panorama de cristales rotos, alumnos y profesores inconscientes algunos, otros con sangre en los oidos etc.., nos pusimos enseguida a atender a los que teníamos mas cerca, yo me encargué de los heridos leves y dije de pasaran el comunicado entre ellos, los que mejor estaban , en empezar ayudar a los demás, Yorick le dije que llevara en el auto a los que estaban en peores condiciones, para ser tratados inmediatamente en el hospital, mientras yo y algunos que estaban mejor, llevábamos a algunos heridos a la enfermería y nos poníamos con los primeros auxilios...- prosigue en explicar.

No tendrán nada que ver ustedes con lo que paso, no se, algún experimento fallido de algún arma sónica o a saber que? - dice con cierto aire de no fiarse del todo de los agentes federales.

- Tiradas (1)

Notas de juego

A ver que me aclare con las Tiradas...

Perspicacia tengo -1 , en Alerta tengo +1  y lo de Delirios -1 . En total -1 , es lo que he puesto en el modificador, no se si he hecho bien, si he hecho mal la tirada, me lo comentas y das una pequeña explicación rápida de como va la cosa.

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26/08/2018, 01:04
Wayne Foxx

Escucharon atentamente todo lo que dijo, tomando nota de algunas cosas que llamaron su atención. Compartieron un par de miradas mientras hablaba, como haciéndose cargo de lo que decía o sus implicaciones. Hubo un momento en el que ella tuvo el acto reflejo de cerrar la libreta, creyendo que ya había terminado. La primera página de la libreta, la portada, era de cartón gris, con un membrete que le sonaba mucho.

A la última pregunta, parpadearon con cierta molestia. La mujer se puso muy seria, mientras el hombre sonreía como si la pregunta le hiciera mucha gracia.

-¿Nosotros? Bueno, si, tenemos algo que ver, y es que hemos tenido que venir aquí para ver como se palía ésta emergencia, señor Melfwackter. Como ya le hemos dicho, somos de las agencias de control de desastres y emergencias.

No, pero ahora caía en la cuenta del significado de ese membrete, cuya libreta ella ya se guardaba. Era un membrete del ejército, del ejército de Estados Unidos. ¿Una coincidencia o es que realmente ellos eran militares disfrazados?

-Bien, gracias por la información. Seguro que es de mucha ayuda a los científicos que están investigando ésto. Y gracias de nuevo por sus desvelos.

Dieron la vuelta, buscando con la mirada al siguiente incauto para interrogar.

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26/08/2018, 01:32
Alex (Juniper Clayton)
Sólo para el director

Mientras Faith y Emi juntaban cosas para llenar maletas que apoyaran la tapadera de cara a la resi Alex decidió ir por su lado a la pelu canina. Se vistió sorprendentemente sencilla, más que nada por ir a lo rápido y cómodo, “Libres Domingos y domingas” que diría Homer, con tanto cardenal no quería nada que apretara ni lo más mínimo (como mucho las bragas).
Se puso los “tapalitros”, se encendió el primer cigarro del día y salió de casa en busca de un café con su nueva mascota. Por las mañanas no era muy sociable así que mejor que se diera una vuelta. “Esta noche me voy al bar” se dijo a si misma pensando en que una mancha de mora con otra de verde se quita, además tenía que apurar los días antes de la visita paterna ¿Que le depararía el futuro? ¿Como se jodería todo? Ni siquiera le dio por idear un plan, su padre tenía el poder de desarmarla por completo, no en vano era la fuente de sus males (sin quitarle mérito a su madre que también opositaba lo suyo). El paisaje iba a juego con su mente, caminaba sobre cristales rotos por calles que parecían un decorado televisivo. Era muy extraño, después de lo que había pasado todo el mundo parecía seguir como si nada, afanandose en que pareciera que no había pasado nada. Parpadeó, se le antojó... robótico. Apretó el paso y procuró no quedarse mirando nada de forma cantosa, la paranoia le hizo creer que quizás la estaban observando y que si se notaba que la cosa le escamaba la borrarían del mapa.
Compró tabaco y chicles en previsión, enganchó un par de cafés más y unos rollitos de canela y se unió a sus compañeras, ahora sí, con su perra del infierno. Que por cierto aun no tenía nombre ¿Harpía? ¿Erinia? ¿Esfinge? ¿Pentesilea? ¿Lilith? ¿Lisistrata? Alex era muy de teatro clásico y mitología antigua por eso de que se consideraba neopagana y era un rollo que le molaba bastante más que lo Shakespiriano, donde se pusiera Eurípides con sus Bacantes y Troyanas que se quitaran todos esos machistas elizabetan “¡Puto Yorick!” (de paso que el Misisipi pasa por Nueva Orleans). De pronto una idea -Lisi (Lisistrata) aguanta un poquito que luego te llevo a hacer caca a un sitio ideal...- Lisistrata... sep, le molaba. Sonrió malévola.

Pasó por casa para soltar todo lo que había comprado (cama, sacos de comida, comederos, complementos varios, juguetes, mantas, etc) para luego volver a salir a acompañar a Emi a la resi. No se fiaba del todo de dejarla allí, la veía muy cándida y estaba convencida de que se descubriría nada más cerrar la puerta tras ellas. El hecho de tener que compartir habitación era un riesgo de cojones. Si hacía falta contrataba un detective para hacer averiguaciones sobre la compañera, nada ni nadie se interpondría entre ella y su nueva super arma.
Iba totalmente dispuesta a marcar territorio así que lo último que se esperaba era asistir a... “Ariadna y el Minotauro in love”, de no haber llevado las gafas puestas se le habrían salido los ojos de la cara. Francamente muy incómodo todo, si aumentaba más el nivel de hormonas en la habitación seguro que saltaba la alarma anti-incendios. Amor... que puto asco.
Por contrapartida Emi la sorprendió (para bien) actuando enteramente como una japonesita de intercambio, al fin y al cabo no había mucha diferencia entre un robot y un japonés ¿No era ese el sueño anhelado de los nipones? Amputarse todo lo humano para alcanzar la máxima eficiencia. No le extrañaría que fueran ellos los que en el futuro desarrollaran la tecnología de la que estaban hechos los “sintéticos”.
La rubita empezó con la típica berborrea de quien está nervioso porque le han pillado en bragas (casi literalmente) -Es un placer conoceros chicas- “Sí, seguro...” Alex no se lo tragaba, ese rollito de rubita tontuela -¿¿Teneis una perra feminista?? Jajajaja. Mola mogollón- arqueó la ceja por encima de los cristales tintados (no se había quitado las gafas) “La llamaré Stacy Malibú” pensó para sí.
-Podemos quedar para tomar algo luego- ¿What? -Sí, eso estaría muy bien- giró la cabeza hacia Faith como la niña del exorcista -...Dale a Cordelia mi teléfono...- ¡Por favaaaaarrrrrr! Alex compuso una sonrisa de apenas un segundo a modo de despedida y tiró de su atontada amiga -Sí sí... luego nos vemos... Emi, andate con cuidado- la señaló -cualquier cosa- e hizo gesto de que las llamara.
Salieron de la residencia entre los cuchicheos de quienes las conocían y de los que aun no pasando del culo de todos. Alex alimentando su ego con aquel desfile y Faith con una cara de gilipollas de flipar.
Fuera del edificio rompió el hielo -¿No me vas a hablar de su culo? Porque menuda radiografía le has hecho, te ha faltado abrirle la bata y mirarle las peras. Seguro que tiene una rajita preciosa- la parafraseó en un tono claramente de choteo -Tía, estas en celo o que te pasa? Primero Emi y ahora ésta? Te ha faltado tiempo para decirle de quedar. Tu lo que quieres es montarte un trio!- la chinchó clavandole un dedo en el costado -Me apuesto lo que sea a que has mojado las bragas- sacó la lengua haciendose la amiga cachonda -A ti lo que te pone es el rollito niña buena, además es hija de profes... seguro que usa ropa interior blanca con estampados cuquis. Oye, a lo mejor está sin estrenar y la tienes que enseñar...- estaba siendo mala a posta para ponerla a prueba, a ver por donde salía y calibrar el estado de la cuestión.

-La perra tiene que hacer caca ¿Te parece que nos demos un paseo hasta la Band of Brothers?- Alex era más sibilina en cuanto a sus filias -Luego podemos comer por aquí ¿Te apetece pizza de pato pekín?*-

Notas de juego

*El look del día

*guiño a Gozushi :P

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26/08/2018, 01:40
Michael Ballantine

Allí estaba, débil como un bebé, tosiendo cada dos por tres y con una brecha en la cabeza. Podría haberle dado un par de patadas y, seguramente, le hubiera terminado de romper el coco contra el duro hormigón de la pared del túnel. La tentación era grande, pero ella no era una karateka, y además tenía otros planes para aquel tipo.

Finalmente, el hombre antaño atractivo y ahora algo ajado, la miró como un niño de pecho incapaz de salir de la cama por que le habían subido las paperas. Estiró los brazos, pero ella no hizo nada. Se hizo la sueca. Intentó moverse, pero estaba claro que estaba bastante mareado, por no decir mucho.

Finalmente, consiguió incorporarse contra la pared, aunque a aquella altura el humo era mucho peor. Se dejó caer sobre ella, que tuvo el acto reflejo, finalmente contenido, de retirarse. Se apoyó en su hombro femenino, hablando entre toses.

-Ayúdame... a caminar... por favor...

Arrastraron los pies hasta el coche, que el piloto acercó. Luego lo difícil fue meterle con la cabeza por delante en los asientos traseros y cerrar la puerta (lo hizo sin importarle que tuviera que contraer violentamente los pies). Finalmente, se montó en el asiento del copiloto y se largaron del túnel.

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26/08/2018, 01:41
Joshua Crawford

Siguió conduciendo, carretera abajo, hasta salir del túnel. El de atrás seguía tosiendo, pero no le importaba. El coche no era suyo, como si quería vomitar en él... puta piltrafa patética.

-No es nada, lo he visto muchas veces. Un golpe en la cabeza y un incendio. Se quedan desorientados por la falta de oxígeno, pero se recuperará pronto. Un par de días en una cama echando flemas, tosiendo y bebiendo agua, pero poco más. Lo de la frente, un par de puntos si la hemorragia no se corta sola. Lo puede hacer cualquiera.

Finalmente, entraron al residencial. El residencial junto al lago artificial, una de las zonas más caras del estado de Oregón. Un complejo de villas de ensueño donde los super ricos se refugiaban en verano, y los muy muy ricos vivían su retiro dorado tomando el sol y bebiendo vinos gran cru en copas enormes de cristal tintineante.

Michael tenía mujer, sabía donde vivía. Así que fueron a dejarle a la puerta de su maldita casa, donde inmediatamente la asistenta se interesó por su estado y les dio las gracias. El propio Michael la miraba como flipando, ahora más consciente, sin saber muy bien por qué le había salvado. Ella sonreía y era amable, dando consejos, antes de volver a meterse en el coche.

Estaba pensativa por todo lo sucedido. No era para menos, no. Lo que pasó aquel día posiblemente traería cola. Pero en momentos así las personas demuestran que tienen algo dentro, aparte de órganos, sangre y grasa, o que no lo tienen. ¿Había ella pasado la prueba? Solo sabía que tenía ganas de darse un baño y comerse una hamburguesa. ¿Había pensado ella eso? Dios, una hamburguesa jugosa y grasienta... Demonios, si que tenía hambre.

El piloto detuvo el coche delante de su casa. El automóvil mostraba signos de que no iba a durar para siempre, y menos con el frontal hundido y abollado de una manera preocupante y algo espectacular. Ella le había indicado que aquella era su parada, y había tenido tiempo de coger la bolsa de equipaje que estaba en la parte de atrás de su coche. Su coche... a saber que iba a pasar con él. Muchas preocupaciones para ella, acostumbrada a una vida sin tanto sobresalto.

-¿Es esa su casa? -le preguntó.

Posiblemente no hubiera visto una mansión de aquel tipo en su vida. Pobre... Sería un chico de pueblo o algo así, acostumbrado a otro nivel de vida. Apagó el motor y fue a abrir la puerta para escoltarle como un caballero, pero antes tuvo que decirle algo.

-No quiero abusar de su hospitalidad, pero... Solo tengo cincuenta pavos en la cartera y un viaje muy largo por delante. Me vendría bien poder descansar la pierna. Aunque no quiero asustar a su familia...

Miró sus manos, y no vio anillo pero si marca de él. Luego volvió a mirarla a ella.

-En realidad, no tengo un sitio claro a donde ir. Es una larga historia, larga y muy extraña.

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26/08/2018, 02:06
Faith Hawkins

Lo que dijo Alex la azoró. A ella, flipante. Bueno, también se enfadó un poco. De repente había comenzado a pensar en otra persona en términos no netamente de gorila, como si fuera una persona enamorada y no una máquina de sexo lésbico lubricada con el aceite de su propio flujo. Parpadeó, resoplando. Se notaba que estaba disimulando un poco.

-No se, será la primavera de Ashland, que rompo los consoladores de goma. Pero no se, Emi... es curiosidad. O era. Con ésta, pues me mola. No se, quizá me gusta corromper las flores bonitas, llevarlas por la mala vida.

Sonrió, socarrona.

-Pero tu ya estabas corrompida de fábrica. Y por eso somos BFs. Ey...

Parpadeó, mirándola.

-No te metas, ¿Eh? Lo quiero hacer bien con ésta chica. No la quiero asustar así de primeras.

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26/08/2018, 02:53
Director

Alex pensó "como viene siendo costumbre". Pero no dijo nada. Era lo suficientemente inteligente para saber como comportarse en cada caso. Otra cosa es que le saliera del coño hacerlo, lo cual no era ni mucho menos habitual. Siguieron su camino por los terrenos del campus, hasta la zona de las casas de hermandad y sororidades.

La fraternidad de la Band of Brothers ocupaba un edificio con un estilo arcaico, que había sido un aulario para estudios shakespereanos hasta la creación de nuevos edificios. Ahora era técnicamente una "residencia privada masculina autogestionada" que fungía en el registro casas de hermanad como la Beta Omega Beta, pues eran las siglas de la Band of Brothers.

Los jardines inmediatos al edificio solían ser escenario de duelos al sol con espada y daga, trovas en fa sostenido, partidas de pall mall y patio exterior de alguna que otra fiesta loca. A pesar de que técnicamente el campus controlaba mucho el tema del exceso de ingesta de alcohol, no era menos cierto que el "traga, traga, traga" y las fiestas de beber eran tan inseparables al espíritu universitario norteamericano que si las prohibías podías terminar con un motín en toda regla.

La perra empinó el culo en el portal, y con el clásico e inquietante tembleque del can que aprieta el duodeno para poner en funcionamiento la manga pastelera, regó el portal con una bonita y clásica mierda. Un par de ladridos, con ellas alejándose entre risas, y saliendo por la puerta un par de los adláteres de Yorick que pisan el truño y se ponen furiosos, gritando en la lejanía.

Mucho ruido y pocas nueces, como rezaba el título de la obra. Aún podían haber vuelto y haberles partido la cara, pero la verdad es que no tenían ganas de meterse en otro lío con la policía del campus. No después de la que habían liado el día anterior. Si hubo insultos en la distancia y amenazas de lo más variopintas.

Finalmente, pasaron a comer a una franquicia de Gozushi, revisando los mensajes del móvil y planeando su próximo movimiento. Hablaron un poco, mayormente tonterías y planes para el fin de semana, pensando en que mañana deberían dejarse caer por clase, ya que oficialmente las reanudaban. Había que llevar el "asalto" en un power point y explicarlo en clase como un éxito de la eterna lucha del feminismo contra el heteropatriarcado. Fue en ese momento, cuando volvían hacia su "casa", cuando la suerte (o la mala suerte) quiso que sus problemas se multiplicaran. A veces no llama a la mala suerte, si no que la mala suerte acude a uno sin comerlo ni beberlo. Y fue exactamente eso lo que sucedió cuando enfilaron un solitario paseo con bancos por detrás de la biblioteca.

La Hermandad de Nod era el grupo más peligroso de la universidad. Un fraternidad de estudiantes de sociología que creía que la sociedad necesitaba un buen correctivo. Eran anarquistas convencidos, los reyes de la repetición de curso y la amonestación del rectorado. Podrían haber sido unos aliados cojonudos del movimiento feminista, y de hecho a veces salían para alguna demostración en una fecha significativa, como el Día del Orgullo o el Día de la Mujer. Pero lo suyo era montar fiestas cañeras fuera de los terrenos de la facultad, buscar problemas por la calle y emprenderla a golpes con el mobiliario público, las cámaras (cuando descubrían alguno) y los cajeros de banco. Era un secreto a voces que ellos eran responsables de aquel vandalismo, y de no ser otras personas seguramente estarían ya en la cárcel. Pero un par de esos tipos, con aspecto de no lavarse mucho, era hijo de alguien importante en el mundo de Ashland. Alguien como el alcalde, decían las malas voces. Y así pasaban las cosas como "chiquilladas". En realidad, si Faith hubiera nacido hombre y no fuera un paladín feminista, seguramente hubiera terminado en la hermandad de Nod, poniéndose hasta las cejas de metanfetamina casera cocinada por algún paleto de la provincia.

Normalmente, sus agrupaciones coexistían, dedicadas a fines diferentes. Otras, sin embargo, se armaba una buena batalla campal. Y ríete tú de los mariquitas disfrazados de la Band of Brothers, por que entonces llovían las hostias como aspas de molino. Ésta vez, además, les acompañaba un elemento femenino, una chica morena a la que no conocían.

-¿Son ellas, no? -preguntó el alto y rubio, que sabían que se llamaba Myke.
-Si, son ellas.

Y Myke se levantó del banco, basculando chulescamente su bate de baseball. Aquellos tipos no estaban para bromas.

-Me preguntó por que nuestras hermanas feministas... atacan a niñas inocentes. ¿Que clase de locura se ha apoderado de ellas, queridos hermanos?

Rieron, excitados por la paliza que les iban a pegar.

-Habéis jodido a los niños equivocados, pedorras.
-¡Mi hermana ha tenido que ir al psicólogo! 
-dijo la chica.

El círculo se cerraba en torno a ellas, haciendo que la escapatoria no fuera posible. Ruido de cadenas y puños americanos, pues las armas blancas afiladas no estaban permitidas en el campus, así como las de fuego. Aunque sin duda alguna, si la cosa se ponía fea no dudarían en tirar de navaja. Bien sabían que las tenían.

-La policía está ocupada, pero hemos pensado que necesitabais una buena lección... -dijo, acercando un momento el bate a la cara de Alex- Jarabe de palo.
-La letra, con sangre entra
 -dijo el asiático del grupo.

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26/08/2018, 02:55
Faith Hawkins

Para momentos como aquel era para los que Faith estaba a su lado. Era fiel como un perro... de presa. Así que sin decir nada, la apartó para ponerla tras de ella, cogiendo las cadenas de su pantalón como si fueran un puño americano. La cita con la rubia tendría que esperar, al menos aquel día. No iba a ir todo rodado, aunque era posible que hoy terminaran cuerpos rodando por el suelo. ¿La meterían en la trena finalmente? Quizá era lo único que la asustaba, pasarse de rosca y partirle el cráneo a alguno de aquellos gilipollas antisistema.

-Vamos allá, vikingo de pacotilla...

Allí iban a caer hostias como aspas de molino. Pero las matemáticas salían mal. Demasiados ellos y muy pocas ellas. Lo que había comenzado con un intercambio de golpes a larga distancia, podía terminar en paliza gitana. Y de eso tenía toda la pinta cuando cayeron sobre ellas desde todos los ángulos. Solo el cuerpo grande de Faith pudo protegerla, en parte, de los primeros y más dolorosos golpes. La perra ladró, fiera, pero finalmente la espantaron con un par de golpes y se quedó cerca de ellas, pero sin poder intervenir.

Al final quizá terminarían en el hospital... y no serían los únicos. Su compañera enganchó un golpe de cadena al ojo del negro del grupo, que retrocedió un par de pasos cagándose en todo.

-¡Hacedlas mierda! -gritó la chica desde atrás.

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26/08/2018, 03:01
Shay LaVache "Yorick"

De repente, la escena más surrealista que concebirse pueda. Provisto de un montante flamigero que molaba tanto que debería estar en un museo, el líder de una banda de energúmenos atléticos vestidos con gregüescos y jubones apareció de entre los setos gritando algo no menos irreal.

-¡Dios, por Enrique, Inglaterra y San Jorge!

La Band of Brothers casi al completo, con sus armas arcaicas de entrenamiento, sin filo ni punta, se sumaba al combate. El problema es que aunque de otro siglo, esas armas estaban diseñadas para hacer daño... mucho daño. Espadas esclavonas, broqueles, puntiagudas roperas y siniestras dagas que se abatieron sobre cuerpos desprevenidos. Muchos newtons sobre blancos muy pequeños, que amenazaron con visitas a la planta de traumatología. Y para postre, un montante que por si solo, por mero peso o inercia, podía matar a una persona hundiéndole la cabeza o partiendo algún miembro.

Y allí estaba Alex, en el suelo, con los ojos muy abiertos y sangre chorreándole de un corte en la ceja, viendo como su peor enemigo la salvaba del modo más heteropatriarcal posible. Y por un momento, olvidó el feminismo y todo lo que conllevaba, y solo pudo ver aquellas piernas bien torneadas, moviéndose con elegancia felina con pasos de esgrima de polvorientos tratados de una era ya pasada, repartiendo con elegancia y plasticidad golpes que sonaban propinados por una barra de acero inmisericorde, basculando el peso del montante y el cuerpo tras él, como si solo fueran uno.

Y finalmente, la Hermandad de Nod abandonó el campo de batalla, no sin antes proferir doscientas amenazas. Lo cierto es que aquella batalla la habían perdido, y ellos la habían ganado. Ellos, no ellas. Ahora se detenían formando un muro que impedía que las cámaras pudieran verles, diciendo cosas a los que se largaban como "¡Non fuyáis, malandrines!". El peligro había... ¿Pasado?

Yorick se agachó apoyado en la enorme cruceta del montante, mirándola fijamente. Faith se levantaba poco a poco, todavía en guardia, como si tuviera que seguir partiendo caras aquella tarde. Pero no parecía que la banda de reenactors estuviera con ánimo de agredirlas. Al contrario.

-No iba a dejar que me privaran de mi mejor enemigo, ¿No te parece? -le dijo a ella.

Le ofreció la mano para levantarse y Faith la apartó de un manotazo, pero él insistió.

-Ésto no va contigo, Hawkins. Te has batido como buena, y eso te honra.
-Tu tampoco has peleado mal... para ser tan mariquita.
-Homofobia, que inesperado placer de tus labios. Pero no estamos aquí para pelearnos, si no para aunar fuerzas.
-¿Te has levantado mal de olla hoy?
-Quizá si, quizá no. Pero no gano nada si os envían al hospital unos comunistas de mierda.
-Ya...
-En la casa de hermandad tenemos para curaros. Eso si, si aceptáis entrar en ella sin destrozarla. Una tregua, es lo que pido. Hay cosas que deben ser habladas. Cosas... importantes.

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26/08/2018, 06:52
Tobias Melfwackter

Que tengan un buen día .. - respondió respondiendo en un tono afable.

Luego siguió con su comida, si quería dar clases, necesitaría energías.

El membrete no le hizo mucha gracia, si algo sabía seguro, es que si el ejército visitaba después de un acontecimiento extraño, era muy mala señal.

Solo esperaba que no les diera por eliminar testigos.

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27/08/2018, 10:21
Kerry-Anne Van Ewen

Ya lo decía el dicho. Había que tener conocidos hasta en el infierno. Y la cara de estupefacción de Michael a modo de despedida fue altamente satisfactoria, una satisfacción que se encargó bien de ocultar a base de buenas palabras y consejos, aquellos que el piloto había dicho bastarían para su pronta recuperación. Y en ese tiempo, Michael pensaría. En el porqué de aquel gesto, en si debía sentirse agradecido o en deuda, una duda que le corroería hasta que ella la resolviera en el momento adecuado. 

Y al compás de aquella pequeña victoria en un inesperado campo de batalla, Kerry-Anne descendió la pequeña cuesta hasta el coche en el que aguardaba el teniente, sonriendo al aire, al sol, a sí misma, inconsciente de que con su pelo recogido en una coleta, la cara lavada tras el gimnasio y aquellas prendas no destinadas más que a la comodidad destilaba una belleza y elegancia naturales que hubieran provocado suspiros en muchos hombres y mujeres a su paso. Nada como la luz interna como tratamiento de belleza. 

Cerró la portezuela de un golpe seco y dio instrucciones de cómo llegar a su casa, sintiendo un hambre canina tras aquella pequeña aventura. Cuando finalmente llegaron, se dispuso a bajar pero vio el gesto de él, dispuesto a salir y abrirle la portezuela y le dejó hacer. Pero antes de que llegara a abrirla...

Kerry-Anne le miró desde la atalaya de sus ojos azules. No dijo nada de forma inmediata mientras su cerebro calibraba los pros y los contras. Era cierto que no parecía un mal tipo. Más bien al contrario, uno de esas almas naturalmente dispuestas a ayudar a lo demás, uno de esos tipos que se compraría una casa con porche y sentado en la mecedora, bebería limonada o alguna cerveza helada, viendo cómo se ponía el sol. Además, estaba herido. No de gravedad pero era evidente que no engañaba en cuanto a sus molestias. Y le había echado un cable a ella. Cierto que ahora pedía la compensación y es que nada había gratis en esta vida, pero había un deje de desesperación contenida en su voz que la enterneció. Además, no quería comer sola y hasta que todo aquello se solucionara, hasta que el caos desatado volviera al necesario equilibrio, tener al militar a su lado era una ventaja. 

-No hay problema, teniente. Pase adentro. Necesita una buena ducha y creo que aún hay alguna prenda de mi exmarido que podrá servirle -dijo sin tapujos-. Luego podremos comer juntos y me cuenta esa historia suya. Veremos si podemos hacer algo para solucionar sus problemas -¿un militar sin un destino al que ir? ¿Una historia larga? No podía negar que había despertado su curiosidad. No quería adelantar acontecimientos pensando en una posible deserción, prefería escuchar aquella historia de su boca. 

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27/08/2018, 12:08
Mahendra Singh Rajneesh
Sólo para el director

Ya de vuelta, jefe!! :-)