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A Sangre y Fuego

A Sangre y Fuego - Segunda Parte: En la Oscuridad

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02/10/2013, 16:55
Stig Silvanus

Del orgullo pasa a estár decepcionado. Ningún enemigo había caido. Con parsimonia se pone en pié y recoje sus pertenencias. Antes, se sacude polvo y tierra y mira a todos. Se encamina al elevador y extiende el brazo hacia el arbitres para que vean que les pide un segundo.

 

Ya estnado listo se sube la montacargas con cuidado de no hacer demasiado ruido. Discreo, no como antes.

Se agazapa y espera movimiento.

 

Cuando ya han pasado unos instantes y nada ha ocurrido, extiende el pulgar y el brazo. Ok.

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02/10/2013, 18:23
Reshi

Tuve que hacer un autentico esfuerzo por evitar reirse del soldado. Al constatar que ya estaba bien me disponía a accionar la palanca por pura curiosidad cuando Hieronymus decide que investigue yo. El más adecuado dice... Pienso entre orgulloso y preocupado. Soy un carnicero, no una sombra...

-Voy...-Dije mientras rezaba para no armar mucho ruido. Me acerco al montacargas con el dedo en el gatillo y la vista fija en el aparato de metal, acercándome en silencio.

- Tiradas (1)
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02/10/2013, 19:30
Director

No detectas ningún ruido, fuerte o leve, que provenga del montacargas (y por ende, del hueco por el que sube/baja)

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03/10/2013, 23:08
Director

Mientras Reshi se acercaba al montacargas el resto permanecisteis en tensión, esperando cualquier tipo de interrupción, sin embargo, de nuevo no ocurrió absolutamente nada.

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04/10/2013, 15:08
Stig Silvanus

A Stig, se le empieza a pasar por la cabeza que somos algo paranoicos, pero las precauciones no están de más.

 Se pone en pie, buscando algún tipo de botón o indicador, panel de control o algo que se le parezca. Por supuesto, no lo toca, pero es para avisar a los demás que vengan y jueguen ellos con botoncitos y palancas.

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04/10/2013, 15:38
Hieronymus Homron

- Maldita sea - masculló. Si los rebeldes no habían preparado aqui una emboscada, seguro que lo habían hecho más adelante - para una vez que estábamos preparados...

Recogió su linterna y señaló a Stig, que estaba junto a los controles y le hizo un gesto para que activara la palanca. Parecía no haber otra opción. Esperaba que el ruido y la luz no alertaran a quien fuera que acabara con los guardias. Después de todo aún no habían encontrado cadáveres o restos de lucha. Era posible que los rebeldes estuvieran más adelante.

Mientras pensaba así, se acercó a Reshi, sólo a unos pasos de distancia - no me gusta tener que depender del ascensor, una sola entrada y una sola salida, pero tengo una idea, si hiciera falta que alguien lo activara desde dentro, los demás podrían viajar en el techo.

Notas de juego

(Marco el mensaje para todos, porque estoy dispuesto a repetir lo dicho a Reshi a Heinrich y a Stig).

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05/10/2013, 13:31
Reshi

Desde mi posición hago una señal con la linterna.

-Todo despejado- Dije con un susurro mientras me reunía con ellos. -Solo hay silencio... No me gusta nada de nada.

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07/10/2013, 13:27
Director

Al activar la palanca, y tras un ligero chisporroteo comenzaron a activarse las luces de la sala y los túneles. No todas las luces funcionaban, y algunas parpadeaban amenazando con apagarse en cualquier momento, pero ya había suficiente luz como para hacer innecesarias las linternas.

También el montacargas dio una ligera sacudida antes de detenerse de nuevo, y las compuertas enrejadas que lo cubrían se soltaron de la pared con un chasquído permitiendo que se abrieran.

Si bien la activación de la luz podría haber llamado la atención tanto como los movimientos del grupo hace un momento, tampoco ahora surgieron enemigos de las sombras, ni se oyeron sonidos más preocupantes que los que había activado la palanca. Tal vez solo fuera una paranoia, tal vez el grupo estuviera preocupándose por nada. 
Tal vez lo que se veía ahora por la ventanilla de las puertas de acero que no pertenecían al montacargas no era realmente la huella ensangrentada de una mano humana...

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07/10/2013, 13:56
Heinrich

Heinrich respiraba un poco mejor. Si había de enfrentarse a algo, prefería que fuera viendo a que se enfrentaba, y la luz ayudaba bastante a ello. Sin soltar su rifle, pero con el dedo fuera del gatillo, se desplazó despacio hasta el montacargas y lo revisó entero, por si las moscas. Estaba despejado.

Miró a todos sus compañeros y tras un rato dijo:

-Bueno, ¿bajamos?

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07/10/2013, 18:16
Stig Silvanus

Stig no lo dudó un momento. Empezó a entrar. Puso un pie. Dio varios apretujones, para ver si era firme, y en cuanto estaba seguro y se sentía confiado, subió y se acomodó en el centro. Sentado como un monje persa. Piernas cruzadas y aire taciturno.

Notas de juego

Miércoles viaje a casa hasta el lunes.

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08/10/2013, 18:00
Hieronymus Homron

- Sagrado Emperador - masculló el arbites y más sonó a una maldición que a una plegaria. No era la huella ensangrentada de una mano lo que le preocupaba, sino la ausencia de enemigos. No dudaba que en algún momento caerían sobre ellos, sólo esperaba que cuando ocurriera estuvieran preparados. Siempre era así, una patrulla tranquila por la colmena hasta el momento en el que todo se convertía en una lluvia de fuego y muerte. Lo que había acabado con la Guardia sin duda podía acabar también con ellos y Hieronymus sabía, con certeza, que les estarían esperando.

Hieronymus entró en el montacargas detrás de Stig y echó un vistazo al mismo, evaluando los controles de éste. Si podían manejar el sistema desde el interior podrían pararlo a voluntad o abrir y cerrar las puertas si lo necesitaban, ojalá que las paredes resistieran un disparo.

- Stig, Heinrich, Reshi. El montacargas es una ratonera a no ser que lo empleemos a nuestro favor. Podríamos usarlo como plataforma elevada de disparo o como un búnker improvisado - tampoco había abandonado la idea de viajar, al menos algunos de ellos en el techo, eso seguro sorprendería al enemigo.

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08/10/2013, 18:44
Reshi

Miro al montacargas y niego con la cabeza rapidamente.

-No... Mas alturas no... No me gusta el montacargas...- Dije lentamente. Y aun así me posicioné al lado de Hieronymus.- Pero... Tu diriges. Me guste o no si dices que subamos, subiré.

Me giré encarando al arbitres nervioso. Podía tirarme de cabeza contra orkos, hacer bailar el cuchillo con quien fuera, disparar a 3 kilometros a las alas de una mosca encima de un eldar... Pero no mas alturas. Al menos no hoy.

-Dime que no vamos a subir Emperador bendito...- Musité nervioso.

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09/10/2013, 10:03
Stig Silvanus

Ya montado, pensaba justo lo contrario que su compañero RESHI. Además, como plataforma de tiro podrái ser interesante, y ya había tenido suerte una vez con las caidas, no había que tentar a la prividencia, pero "El Emperador Protege".

 

Silencioso esperaba el siguiente paso del grupo, a la espera de poder hacer frente al enemigo y conseguir un avance en su misión. En la misión de todos.

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09/10/2013, 13:48
Director

Al pulsar el botón, el montacargas se puso en marcha con un crujido y comenzó su descenso, adentrándose aún más en el corazón de la mina. Aunque tembloroso, el descenso parecía seguro. El montacargas se encontraba completamente rodeado por piedra y tierra, y unas luces superiores iluminaban el pequeño espacio que ocupaba durante todo el trayecto.


El montacargas apenas tardó uno o dos minutos en llegar a su destino, un pequeño tramo de apenas unos metros de túnel.

Haciendo honor a su sobrenombre, alcanzáis a ver escombros y rocas desprendidas alrededor de la entrada; una sustancia viscosa y líquida de color grisáceo gotea de diversas grietas en la pared y se acumula formando charcos en la base de los muros. La compuerta, con una sencilla ventanilla de plástico o cristal, está sucia y mugrienta, y tan solo dispone de un burdo volante como mecanismo de apertura.

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11/10/2013, 20:14
Heinrich

Heinrich se acuclilló nada mas subir al montacargas para poder ver mas rápido lo que había en la planta inferior, y dispararle si era preciso antes de que le pudiese atacar.

Al comprobar el estado de la planta inferior no pudo evitar expresar su aprobación de tal escenario con un - PUAJJ -. Sin soltar el rifle y sin el seguro puesto (aunque con el dedo fuera del gatillo).

Con una mano intentó girar el volante para abrir la puerta, y examinar mejor el exterior, por que fuera lo que fuera aquella pasta viscosa, no podía ser bueno, y seguro era el motivo de que la hubieran sellado.

-Cuidado aquí- dijo recalcando lo obvio.

Notas de juego

Si doy abierto la puerta yo solo, salgo, y me quedó al lado de la puerta apuntando, mientras los demás salen. Si está recio el volante, pido ayuda.

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13/10/2013, 12:24
Reshi

Me quedé de piedra al ver el estado de la planta. 

-Esta sustancia puede ser peligrosa... No parece muy natural, hay que andarse con ojo.- Dije mientras acariciaba la empuñadura de mi espada monofilamento. Aun estaba resentido por mis compañeros por tener que usar el montacargas, pero la idea de meter la pata en uno de esos charcos me daba muy mal royo.

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13/10/2013, 17:56
Director

El volante no parecía moverse tan solo por la fuerza de uno de los brazos de Heinrich. Tras unos esfuerzos entre dos de los acólitos conseguísteis abrir la compuerta, aunque el olor que salió del otro lado era tan fuerte que os obligó a retroceder unos pasos antes de poder continuar.

Al otro lado de la puerta contempláis una macabra escena. Un corredor de dos metros de ancho se extiende frente a vosotros. La titilante luz generada por unos focos verdes encajados en los soportes lo baña todo con un fulgor enfermizo. El suelo está cubierto de sangre, lo que sugiere que aquí tuvo lugar una terrible masacre. Trozos de carne y órganos húmedos confirman vuestras sospechas. Dispersos por todo el lugar hay uniformes mojados de la Guardia Imperial, algunos de los cuales todavía visten partes de la carne de sus antiguos propietarios. Hay una compuerta en la pared del oeste, pocos metros más adelante, y dos amplios corredores se abren a izquierda y derecha en este corredor.

 

Notas de juego

MAPA_ESCOMBRERA

*Por si hay alguna duda, la marca azul es una puerta


Tirada de Resistencia todo el mundo por los gases de la zona (los que tengáis filtros nasales, aplicáis el bono)

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13/10/2013, 20:48
Hieronymus Homron

- ¡Sagrado Emperador! - a pesar de los filtros nasales el olor de la escombrera era insoportable y los ojos parecían dispuestos a empezar a llorar. La visión añadía un toque aún más espeluznante

- ¡Atentos! - susurró el arbites - ¡Linternas! Si van a caer sobre nosotros será aqui y ahora, y ya saben que estamos aqui. ¡Soldados! cubrid los flancos - dijo de nuevo en un susurro, suponía que los guardias serían buenos tiradores, seguramente, mejores que el mismo - yo cubriré el centro - y dando ejemplo, se arrodilló ante la puerta del montacargas iluminando con la linterna sujeta al rifle, el pasillo que se extendia hacia el frente.

- Reshi - el muchacho no dejaba de aferrarse a su espada, así que el arbites supuso que esa debía ser su especialidad - preferiría que te quedaras junto a nosotros y detuvieras a quien se nos echara encima, pero si prefieres explorar, no te lo impediré - aunque en su interior, le estremecía la idea de Reshi caminando en la semioscuridad entre charcos de aquella herética asquerosidad, si se caía como había hecho Stig, podía ocurrir algo que lamentaran.

- Tiradas (1)

Notas de juego

(Me ha ido de un pelo 51 de 52).

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13/10/2013, 21:32
Reshi

Al recibir el hedor de los gases me aparto del grupo sin salir del montacargas y vomito.

-Agggg... Esto es... Pero que asco... Buarrrrrg- Dije mientras procuraba no respirar de esa peste que emanaba del lugar. Aferré con fuerza la espada al oir hablar a Hieronymus y asentí como pude.- Descuida... En un minuto estoy contigo... Buarrrrrrg.- Musite entre compulsiones y arcadas.

- Tiradas (1)

Notas de juego

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14/10/2013, 15:53
Stig Silvanus

No era la primera vez que Stig veía este panorama. Cuerpos desmenbrados, organos sin dueño y sus pertenencias en múltiples grados de "destropicio". Cuando empieza a hablar dice - Un panorama digno de una buena batalla. Todo esto es dicho con su primera bocanada de aire, - Pero estos restos son muy frescos como para ...  pero al empezar a respirar todo esto para seguir hablando se le empezaron a tragantar las palabras, que terminaros con arcadas. Tiempo es la única palabra que se entendía de entre el asco que embriagaba todos sus sentidos.

- Tiradas (1)