Partida Rol por web

El tiempo se detuvo por un momento para vosotros.

De repente la voz de la persona que teníais delante se apago, escuchabais el silencio si es que tal cosa tiene sentido.

Os encontrabais en aquel restaurante reacondicionado que daba a un gran ventanal. Algo llamo la atención en vuestra visión periférica, algo que iba muy rápido, dos luces tambaleándose a gran velocidad.

Un coche parecía fuera de control y se abalanzaba a gran velocidad hacía la cristalera del restaurante.

Decenas de preguntas aparecieron en vuestra mente, pero vuestra adrenalina se activó de repente, bombeando una extraña energía y sensación de irrealidad, no había tiempo para preguntas.

Vuestros músculos se tensaron, vuestra mente de agudizó.

La conversación con Allison pareció detenerse en el tiempo cuando notó en el exterior un vehículo que se acercaba a trompicones hacia el ventanal del restaurante. -¡Cuidado!- Gritó mientras tomaba de la mano a Allison para empujarla hacía él y esquivar el peligro si ella no lo hacía por si misma.

- En cuanto lleguemos a Kansas, iremos al hopital donde trabajo y lo arreglare... - Y no me dio tiempo a decir nada más. El coche golpeando en el exterior y el aviso de Ronald, fueron suficientes como para intentar ponerme a cubierto y de paso tirar de Ronald, que pareció quedarse parado al darme el aviso y sostener mi mano, haciéndole correr conmigo lejos del lugar por donde parecía que entraría el coche.

El tiempo se detuvo por un momento para vosotros.

De repente la voz de la persona que teníais delante se apago, escuchabais el silencio si es que tal cosa tiene sentido.

Os encontrabais en aquel restaurante reacondicionado que daba a un gran ventanal. Algo llamo la atención en vuestra visión periférica, algo que iba muy rápido, dos luces tambaleándose a gran velocidad. A la vez, el movimiento rápido de Allison y Ronald para esquivar el impacto os sacó del sopor.

Un coche parecía fuera de control y se abalanzaba a gran velocidad hacía la cristalera del restaurante.

Decenas de preguntas aparecieron en vuestra mente, pero vuestra adrenalina se activó de repente, bombeando una extraña energía y sensación de irrealidad, no había tiempo para preguntas.

Vuestros músculos se tensaron, vuestra mente de agudizó.

Sam al ver el grito de Ronald en la otra mesa giró la cabeza para ver como los faros del coche que se aproximaba prácticamente estaban encima de él, así que se levantó de sopetón para salvarse y de ser posible ayudar también a Destiny ya que la tenía prácticamente al lado.

Kate estaba levantando la cerveza helada que había pedido para beber cuando vio como Ronald gesticulaba, sus pupilas se dilataron por el peligro  y la adrenalina en cuanto comenzó a percibir aquellas dos luces que estallaron contra la cristalera.

Sin saber muy bien como , salto de su silla lanzando la cerveza y el resto de las pertenencias en una huida precipitada hacia un lado fuera de la trayectoria del coche

-Joder, Joder, Joder….- exclamaba en una letanía mientras se movió rápidamente rodando a un lado.

Estaba ahí, un poco ensimismado mirando a Kate como pasaba las hojas de la libreta y observando mis dibujos. -Gracias.

Aunque la verdad, no me parecía que ni los dibujos ni yo mismo suscitaran interés en Kate. Bueno, era el inicio de la cita y...y la primera...y...¡coño!

El aviso de Ronald, las luces, el ruido de motor, los gritos de Kate. No me dio tiempo a más de coger la mochila y lanzarme a un lado, después de Kate, que había reaccionado como un felino de rápidos reflejos. 

Destiny agarró una mano a la mesa y se giró rápidamente al escuchar la advertencia de Ronald. Poco más pudo distinguir más allá de las luces. Si bien la cegaban en contraste con la oscuridad del restaurante no le fue muy difícil deducir de qué se trataba, especialmente tras el grito de alarma. ¿Pero hacia dónde moverse cuando una no sabe con certeza qué obstáculos tenga a su alrededor? No hay mucho que plantear cuando el instinto toma el control, su cuerpo actuó solo. Eso de esquivar cosas era una constante en su día a día, pero no en tales dimensiones. 

Sintió algún movimiento por parte de Sam, pero antes de que a este le diera tiempo a actuar, Destiny saltó como un rayo fuera de la trayectoria del coche y del espacio de Samuel. No quería darse con él y que fuera un obstáculo, o más bien al revés, entrar en pánico y entorpecerlo y que se hirieran los dos. Se cubrió la cabeza con los brazos al no estar segura de si habría algo con lo que se golpearía allá hacia donde se estaba lanzando, y continuó protegiéndose al escuchar los cristales. 

Una vez pasado el pico del peligro, la joven se levantó y miró alterada a su alrededor. Su pecho subía y bajaba con rapidez. - ¡¿Sam?! ¡¿Estáis todos bien?! - Preguntó, buscando a los demás desde donde estaba sin mucho éxito, tal vez alguien que la ayudara a guiarse en la oscuridad sin meter la pata.

Un gran estruendo sonó dentro de aquel sitio. No fue solo un sonido, sino cientos y miles de sonidos combinados: un gran cristal rompiéndose en mil pedazos, decenas de piezas metálicas retorciéndose, sillas volando por los aires, mesas astillándose, huesos rompiéndose, cuerpos impactados, chispas.

Silencio

.

..

...

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

Es como si acabaseis de despertaros. Un sonido molesto e ininterrumpido sonaba.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

El calor y el bochorno de aquella noche volvió a escupiros en vuestros rostros, había un gran boquete en lo que antes era una gran cristalera que había en aquel restaurante, que daba al parking. Ahora rota en cientos de miles de pedazos, aquellos cristales cubrían todo el suelo alrededor del accidente.

Con diferentes grados de agilidad pudisteis escapar de las garras de aquel accidente y salir ilesos. Algunos de vosotros presentabais algún que otro corte o contusión, pero nada grave.

Un coche, un sedán gris, estaba a medio entrar en aquel establecimiento. De su motor salía humo, un humo negro con bastante mala pinta. El coche estaba completamente destrozado por delante, aunque aun conservaba un reflejo de su forma por detrás.

Algunas chispas saltaban. De la pared rota colgaban algunos cables y la letra de neón, parecía una W estaba medio colgando del techo.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

Aquel claxon no paraba de sonar.

Había alguien en el coche. La cabeza incrustada en el volante.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

Detrás vuestro, por la puerta de la cocina, asomaban rostros que no conocíais, menos el de Carla. Gritaban y decían cosas, pero no se escuchaba nada mas que..

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....

Vaya hostia. Pensé. No veas. Tirado en el suelo, todavía sin saber reaccionar, mirando el coche destrozado y el desastre causado. Y tras esos segundos incapacitado mental y físicamente, comencé a tener conciencia de la situación. O algo así. Kate.

-¡Kate! ¡Kate! –fue a la primera persona que busqué con la mirada. ¿Estás bien? ¿Ilesa?

¿Y yo? Comprobé mi propio estado. Nada…nada roto, ninguna herida, bueno, algún pequeño corte en el dorso de la mano, quizás en la mejilla, de algún trocito de vidrio.

Me puse en pie y corrí hacia la chica. Luego, miré en derredor, buscando a los demás. Se movían, se levantabam, parecía que habían evitado el desastre.

-Pero…¿Pero qué ha sucedido?¿Un conductor borracho?-la verdad es que no se si alguien me oiría aunque gritase con aquel pitido insistente del claxon.

No atiné a más de momento, ni reparé en la puerta de la cocina, bueno, miré un segundo, también salía gente, claro, espantados y alarmados por el ruido de la tremenda colisión.

Sam se tocó la cabeza en el suelo mientras se levantaba lentamente y maldecía un poco. - Pero que cojones.. afinaba la vista para mirar el coche humeante y el claxon sonando continuamente le perforaba los oídos.

Viendo que Destiny había sido más rápida que él miró con más tranquilidad a su alrededor sabiendo que se había apartado de la zona de impacto, pero igualmente se levantó como pudo para ver si el resto también estaban bien, como Ronald, la doctora Allison, Paul y Kate.

Trastabilló un poco para los lados cuando se levantó y de soslayo vio la puerta de la cocina para mirar a Carla y a lo que parecía el personal de la bolera. Se tapaba un oído con una mano con tal de que fuera menos perforante el claxon.

Carla fue la primera en asomarse tras la puerta del restaurante. Detrás suyo se amontaban varias personas intentando mirar que había pasado.

Lo único que fue capaz es de soltar un grito del susto.

— ¡¡AAAaaaaAaaa!! Noo...

Se llevó las manos a la boca. Era la primera vez que estaba al cargo de un evento y Michael le había advertido de primeras que era posible que fuese el último si no salía bien. Todo iba mal pero eso ya era demasiado.

Empezaba a ver borroso, no sabía si alguien había sido atropellado o si el conductor seguía vivo. Pensó en los dos meses que debía de alquiler y en como Rob la iba a culpar por todo lo sucedido.

Su mente se bloqueó y se desmayó.

Detrás suyo, un hombre alto y de origen indio, se asomaba también al ver que había sido aquel estruendo. Llevaba un turbante enroscado en su cabeza en aquella forma tan típica.

Apenas pudo reaccionar cuando notó el cuerpo de Carla desfallecer y casi como un acto automático, la cogió de los hombros y amortiguó su caída al suelo.

— Theek hai, ise rikord karana hoga — exclamó en hindi.

Mientras sostenía a Carla iba haciendo movimientos de cuello como si fuera un pollo, intentando atisbar lo que podía del destrozo.

Ronald y Allison estaban tomados de la mano, y ambos parecieron tirar el uno del otro para esquivar el inminente choque del vehículo, lo que consiguieron, pero a su vez trastabillaron juntos por la misma razón, cayendo al suelo.

La doctora estaba arriba de Ronald y ambos estaban de frente, cara a cara.

-Allison, ¿Estás bien?- Le preguntó mientras le corría un mechón de pelo de la cara y se lo acomodaba detrás de la oreja. Pero con el claxon del vehículo sonando la pregunta era prácticamente inaudible, y lo poco que podía sentirse era el cálido aliento de cada uno acariciando el rostro del otro.

-Ahh, Ronnie, mira a esta zorra, la que si conocía a alguien quería ir despacio, ¿Sabes dónde meterle mano verdad? Jeeeeejee.-

Cuando estuvo levantado, miró rápidamente el panorama y nadie parecía estar herido seriamente. Buscó en el suelo su sombrero texano y lo sacudió un poco para quitarle los fragmentos de cristal antes de ponérselo, no se sentía cómodo sin él.

Se acercó al auto con el ceño fruncido, entre que ya iba muy demorado con su medicación, Charlie que estaba insoportable y el maldito choque con el puto claxon reventándole los tímpanos, se estaba estresando mucho, y eso no era bueno para su salud mental.

Desde fuera podía verse a una persona con el cráneo incrustado en el volante. Cuando pestañeó y volvió a abrir los ojos, por un segundo ya no estaba en el Bowling Paradise, estaba en Irak, y el cuerpo que ahora observaba era el de un antiguo compañero de pelotón, destrozado por una granada de fragmentación.

Volvió en sí.

-¡Ah! Cuántos buenos recuerdos Ronnie... ¿Te acuerdas que buen equipo hacíamos? Daba placer matar iraquíes codo a codo, buenos tiempos, ¡si señor! Hace mucho que no hacemos nada parecido, desde aquél día... debe ser por la falta de iraquiés en la zona, pero bueno, ¿Sabes? Ya ves que la gente de aquí tienen los mismos colores por dentro del cuerpo y seguro gritan del mismo modo... ¡Ja ja ja!-

-Que te calles, Charlie.- Exteriorizó susurrando, se permitió ese lujo puesto que el claxon tapaba todo.

En algún momento Kate dejo de chillar, aunque su respiración era agitada, su mirada pasaba frenética de un sitio a otro fruto de la adrenalina que bombea por sus venas.  Sus manos palparon rápidamente su cuerpo, pero no había sufrido mas daños que algún rasguño fruto de la caída para apartarse.

La situación era un caos, de gritos y chillidos mezclados con cristales y humo del motor, pero parte de su instinto la hizo reaccionar de forma natural, y trato de chillar lo menos posible se dirigió al asustado Paul- Si, si, si estoy bien si- le dijo mientras se ponía en pie --rápido llama a una ambulancia, hay que ayudar a esa gente- le exhorto mientras se levantaba rápidamente y poco a poco con paso inseguro sobre aquel mar de cristales y mesas tiradas se dirigió hacia el coche para auxiliar a los supervivientes.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

...

...

Algunos os empezabais a aproximar a aquel coche. Estaba bastante destrozado por delante, toda la luna delantera estaba rota en mil pedazos, aunque no había terminado de desprenderse, pero había una mesa clavada en ella.

El morro del vehículo parecía un acordeón o una nariz arrugada y se había comprimido, el motor delantero parecía haber sido desplazado hacia dentro del coche.

El cuerpo parecía de un varón, adulto de unos 50-60 años seguramente. A simple vista se podían observar varias heridas o manchas de sangre por la cabeza apoyada en el volante. Uno de sus brazos estaba apoyado en el volante y también sangraba, el otro parecía estar retorcido en una postura imposible.