Partida Rol por web

- ¿Un paladín? -Intervengo, decidiendo posponer lo del problema de la comida para luego, para cuando me enterase de lo que había sucedido. No podía ignorarlo, pero tampoco podía hacer mucho más por él... de momento. Además, me ha llamado la atención la cría de Dragón.

- No, no es un paladín - responde la cría de dragón, agitando la cola juguetona - Ánimo, es fácil

- Si tú lo dices... - Silvan está pensativo, buscando en el comedor algo - ¿La pata de una mesa?

- ¿Eh? - Redrak mira a Silvan extrañado, inclinando ligeramente la cabeza hacia un lado. Es obvio que no es la respuesta correcta.

Cornelius se arrastra adormilado hasta su plato, lo mira y entonces le pregunta a Redrak. ¿No será plato? Se pone a comer, su cerebro aún no esta en sus plenas facultades.

- No. Vale, veo que os está costando, así que os daré una pista: es algo que no es común ver vivo en un comedor

"Hmmm". ¿Para qué servirá ésa adivinanza? "¿Es algún entrecijo del señor?". ¡Seguro! ¡Seguro que sí! He de descubrir qué ve la cria de dragón que empiece con "P", éso me llevará a... ¿A dónde? Aah, es tan complicado el camino del Paladín. Siempre buscando cruzadas imposibles de entender...

- P... p... -Miro alrededor. Algo que no suele ser visto vivo en un comedor-. ¿Un pato?

Redrak, al escuchar al paladín, mira inconscientemente hacia un lado del comedor, concretamente hacia donde estaban los estantes de animales disecados, antes de volver a girarse hacia el joven paladín.

- No, no es un pato pero casi

Camino por el comedor observando a los alumnos que ya se estaban acomodando en sus mesas. Las lecciones me tenían cansada por lo cual era mejor andar a cuatro patas. Escucho como juegan en una mesa y me acerco sigilosamente hacia ellos sin ser vista.

Toco con mi cola el hombro del dragón. Tal vez una pantera. Acaricio su rostro mientras me dispongo rondar los surcos entre mesa y mesa.

Algunas veces veo a ese dragón sumamente apetitoso. 

Redrak niega con la cabeza, a la par que sentía cosquillas, terminando por estornudar.

- ¿Ser un pájaro? - preguntó Deekin, quien hablaba por primera vez durante esta tanda.

A Redrak se le iluminaron los ojos, mirando hacia Deekin.

- ¡Sí, sí! ¡Es un pájaro, un pájaro!

- Oye, dragoncito, aquí no veo a ningún pájaro vivo - replica Silvan, mosqueado por ser superado por el kóbold.

- Deekin ver un pájaro ahí, donde los animales disecados - afirma el kóbold, señalando hacia los estantes de los animales disecados

Entre los animales disecados podéis ver a un elegante halcón peregrino gris, acicalándose las alas tranquilamente. Podéis ver que en sus patas tiene adosado un papelito. Tras arreglarse las alas gira su cabecita enérgicamente, como si buscase algo, y finalmente revolotea entre los estudiantes hasta posarse en el antebrazo de Arthur Cage, quien había entrado en el comedor sin ser visto.

Veis cómo el halcón agacha la cabeza para recibir las caricias del pícaro.

- Yo también me alegro de volver a verte, amigo mío - responde éste, dándole un pequeño trozo de carne antes de acariciarle la cabeza. Después se gira hacia los chicos - Ah, os presento a Flecha Gris, mi leal compañero. Es un halcón peregrino con el que trabé amistad hace un tiempo, cuando lo encontré malherido y le curé las heridas, y es ahora mi más fiel compañero de aventuras.

Arthur se fija en la nota que lleva en la patita del animal y lo retira delicadamente, procurando no romperlo ni molestar al ave, antes de desenrollarlo y desdoblarlo.

- Vaya, tenemos noticias de Pelidia, el reino de la Justicia. Van a visitarnos algunos de los famosos Caballeros de Pelidia a dar una charla aquí, y puede que se queden para las olimpiadas de la academia. Se lo comentaré a Any, seguro que se alegrará.

Arthur se retira con la nota y su halcón, quien se posó en su hombro, y sale del comedor con paso tranquilo

Me acerco al pícaro alumno de Anykiller mientras doy un trago a mi jarra de cerveza. Eso quiere decir que ya nos conocen por ahí, ¿no? Vaya vaya... vamos a ser importantes antes de abandonar este sitio... qué bien me siento...

Me pongo al lado de la oreja de Arthur y le susurro. ¿Y vendrán tías buenas?

Arthur se detiene antes de salir al escuchar a Kromen.

- Entre los Caballeros de Pelidia no hay muchas mujeres, y me temo que no vendrán, pero allí hay un par de amiguetes míos y les encantan las apuestas, las peleas y el buen alcohol (uno de ellos no bebe otra cosa que cerveza enana) - murmura a Kromen - Créeme, te caerán bien

Dicho esto, saca de su bolsillo otro taco de carne y se lo da a su halcón, quien lo engulle gustosamente.

- ¿Me acompañas, Kromen? Voy a entregarle la nota a Any

Logras fijarte en la nota, y tiene mucho texto como para decir solo lo que mencionó Arthur. También te fijas en el sello al final de la nota, es claramente un sello real. ¿Qué ocurre aquí?

-¡Yo quiero ver a Any! ¡Tengo que comentarle una cosa!- dije, mientras cotilleaba eso último que había dicho Arthur. Miré a Redrak-  También tengo que comentarte algo a ti, pequeñajo. Sonreí alegremente y miraba de un lado a otro, con ese nerviosismo característico de mí- Oye, Arthur... ¿qué hacen exactamente los caballeros esos? ¿qué hacen exactamente ellos? ¿luchar contra el mal? -pregunté, con curiosidad.

Intento leer parte de la nota, aunque sea parcialmente o alguna palabra suelta. Me fijo sobretodo en el sello y si hay alguna firma de quién la ha escrito. ¿Qué cojones? ¿Un sello real? La hostia... aquí está pasando algo y gordo... Orcos, instructores que vienen, instructores que se van... y ahora esto. ¿Cómo podría relacionarlo todo? Pensaba mientras intentaba leer la carta de la forma menos descarada posible.

Luego podré chantajear a Arthur, si no me dice qué es lo que dice en la carta le chantajearé diciendo que le diré a todo el mundo que tiene un sello real. Así provocaré algo de caos...

- ¡Claro, guapa, acompáñanos! - invitó Arthur a Syl para que les acompañasen, y ellos 3 salieron del comedor

Por supuesto Arthur. Así podremos hablar personalmente con Anykiller del tema de la bruja... Sonrío a Syl viendo que nos va a acompañar. ¡Vaya! Nuestra compañera más hermosa nos acompaña, es todo un placer Syl. Mantuve la sonrisa mirando a Sylvana y salí junto con el pícaro de la estancia.

Acompañáis a Arthur por los pasillos, hasta llegar hasta la puerta de la habitación de AnyKiller. Allí siguen Keyleth y Maya, charlando, cuando ve que os acercáis.

- ¡Hola, guapísimas! ¿Qué tal la mañana? - su saludo es enérgico y alegre, esbozando una sonrisa de oreja a oreja.

- Estás muy zalamero hoy, pequeñín. ¿Será porque ha regresado tu pajarillo? - replica Maya tocando levemente la cabeza del halcón a modo de burla, antes de fijarse en vosotros - ¿Qué queréis vosotros?

Arthur despliega la nota y se lo enseña a Keyleth.

- Mi fiel compañero ha vuelto con este mensaje del reino de Pelidia.

Keyleth coge la carta y la lee detenidamente, para después poner un rostro de sorpresa.

- ¿Él va a venir? - pregunta la elfa

- Claro que sí, y también mis buenos amigos Tanzir y Evan, seguro que os acordaréis de ellos

Maya pone mala cara.

- Ese rubito ligón me pone enfermo... en cuanto llegue se pondrá a tirarle los tejos a Keyleth, Maya... o incluso a ti - la drow se dirige a Sylvana

- ¡Mira quién se ha puesto celosa! Tranquila, cielo, me tienes a mí... - En cuanto Arthur termina la frase Maya le da una patada en la espinilla - ¡Auch!

Keyleth no puede evitar soltar una leve y adorable risotada, antes de entregar la nota a Arthur.

- Any está despierto, cambiándose ahora mismo. Entrad y entregadle la nota - Keyleth toca la puerta levemente y la abre, dejando paso a Arthur y cerrando la puerta tras él - Vosotros esperad aquí un momento, por favor

Finalmente Arthur se va del comedor, acompañado por Kromen y Sylvana