Partida Rol por web

Sales del comedor para ir al bosque a tomar el fresco. Por muy poco no coincidiste con AnyKiller, Kromen ni Sylvana.

Una vez sales te encuentras con Arthur, quien está viendo cómo su halcón hace piruetas en el cielo, aparentemente ensimismado.

Observa durante un rato al halcón. Es tan bello el volar, ser libre, vivir aventuras... Es verdad para eso vine aquí y lo único que hago es ir a clase, es hora de hacer otras cosas... Se dirige hacia el bosque.

- ¿Vas al bosque? - te pregunta el pícaro, con un tono de voz despreocupado - Te acompaño si no te importa, así mi compañero puede juguetear allí.

Arthur se incorpora y camina a tu lado. Sin darte cuenta ves que el halcón se ha posado en su hombro, empezando a acicalarse las alas.

- ¿Vas a darte un paseo para despejarte, o para pensar en lo ocurrido anoche? No me mires así, estoy enterado de todo - es sorprendente la calma con la que Arthur ha soltado aquello, es como si no fuese nada importante

Me preocupa el no estar viviendo como deberia, vine aquí para ser aventurero y solo hago que aprender, me apeteceria hacer algo mas en mi tiempo libre. He pensado que quizas el bosque me daria alguna respuesta o señal. Se espera un rato antes de decir, me siento tentado a investigar sobre esa hechicera. ¿Quien era y porque nos intentó utilizar a nosotros para matar a Anykiller? Lo mira detenidamente un momento. ¿Vosotros la conoceis verdad?

- Lo cierto es que no sé mucho, sólo que era una conocida de Any, Keyleth y Maya, y que guarda mucho rencor hacia los dos primeros - Arthur hace una pausa, observando cómo el halcón revolotea entre los árboles. Está relajado, disfrutando del paseo - Igual os habrá preocupado la elfa, pero Any está absolutamente tranquilo. Ya sabes lo que dicen:

"mete a un pícaro en una batalla llena de asesinos, y saldrá ileso y con los bolsillos llenos"

Además, estamos hablando de Any, su fama se extiende por buena parte de Faerun. Si sobrevivió a peligros como asesinas drow, contempladores, gigantes de escarcha o incluso un dracoliche, va a ser muy difícil que aquí, en su hogar, le ocurra nada.

Arthur observa detenidamente los alrededores.

- Además, te confesaré una cosa. Desde que regresó Any con los nuevos instructores, no se han adentrado más orcos por el bosque. Aniquilaron al batallón que se estaba preparando para la invasión y el resto huyeron aterrorizados. Créeme, una sombra asesina disuade mucho, y dos ya ni te digo.

Ves cómo el pícaro esboza una sonrisa enigmática antes de desaparecer de pronto

Poderse ocultar así es todo un talento realmente. Por cierto, no sabes de nada interesante que hacer por aquí, necesito un reto nuevo. Estooo... ¿Sigues aquí verdad? Fijate en el halcón, le tiene mucho cariño y no lo dejaria por aquí suelto. O no.

Apenas terminas la frase y sientes el filo de una espada corta junto a tu cuello. Notas una extraña presencia detrás tuya, en tensión, antes de escuchar una carcajada. Entonces se aparta la hoja. Cuando te giras ves a Arthur riéndose.

- Lo siento... pero es que de imaginarme tu cara acojonada me parto... ay... espera... ¡jajajajaja! A ver... ya está... Perdona, quería mostrarte un pequeño ejemplo de lo aterrador que puede ser un danzarín sombrío. Si yo apenas soy un novato, imagínate a alguien curtido como Any - Arthur envaina su espada corta en su cinturón (ahí tiene envainada otra, gesto inequívoco de que ataca con dos armas) y se queda pensativo - Hombre, se me ocurre volver loco a Deekin escondiéndole uno de sus libros o cabrear a Harold y salir corriendo... o también puedes explorar el bosque mientras no te alejes de mí. Recuerda que no tenéis permitido adentraros en el bosque sin permiso... pero no creo que nadie se entere de nada si te quedas conmigo. También está la mina abandonada yendo por ese sendero

En un primer momento Cornelius no oye nada, el susto ha sido monumental, creí que ya me iban a matar... Ha de ser horrible morir a manos de gente así de letal. ¿Ha dicho mina abandonada? ¿Explorar el bosque? Genial. Vale vayamos por el bosque, así podría buscar un familiar. Luego si no te molesta me gustaria ir a la mina abandonada para ver donde esta. Esboza una sonrisa optimista a pesar del susto de antes.

- Por supuesto - responde sonriente, antes de iniciar la marcha por el bosque.

Tras una media hora de relajado paseo llegáis a un claro, por donde la luz del sol cae en el césped. En la rama de uno de los árboles que rodean el claro puedes ver cómo descansa una lechuza, y un poco más a la derecha, entre un par de árboles, hay unas telarañas que cubren todo el espacio entre ambos, unos 5 metros. Arthur extiende su brazo y su halcón se posa elegantemente en el brazalete que lleva puesto.

- Aquí me encanta perder el tiempo tumbado en el suelo, escuchando la naturaleza - aclara

¡Espera, espera! Hago gestos a Sylvana para que nos siga. Y camino junto a Anykiller en dirección al comedor. ¿Cómo es eso de que tengo que preocuparme si soy de lo mejorcito? Creo que está claro, ¡soy la estrella de los alumnos! ¿De qué tengo que preocuparme? Vamos Any, colega, cuéntamelo, ¡no me dejes así de intrigado! Voy hablando con mis manos y gesticulando mucho, como si estuviese muy nervioso, de hecho era eso mismo lo que me pasaba.

¿Y si me sacan de la academia? No tío, ¡menuda mierda! No podré reírme de Lightfighter, no podré ligar con Lissana, no podré picarme con Cornelius a ver quién es mejor en las clases de magia ¡ni podré ver a Kronnal gritar de nuevo! Espera... eso último no es tan malo... Pero lo demas sí. A ver qué me dice Any, tengo que ser paciente...

¡¿DE QUÉ TENGO QUE PREOCUPARME ANYKILLER?!

Suspiro antes de contestar.

- Créeme, para ti sería malo que te escogieran como futuro miembro de la guardia de Pelidia, tu personalidad no es compatible con las estrictas normas que siguen allí y la isntrucción es mucho más dura que la de Kronal o Jozan. No podrías ligar con las mujeres, ni montar timbas ni salir cuando te apetezca a tomar alguna bebida... en todo caso, los soldados de la unidad de élite tienen más libertad, pero es difícil entrar allí. De todos modos, aunque fueses el mejor, Erion te descartaría por tu personalidad, es muy parecida a la mía.

Me detengo antes de abrir la puerta y le miro de reojo.

- Tú eres más de vivir aventuras de pueblo en pueblo, no te veo siendo un guardia de castillo obedeciendo órdenes de clérigos o paladines

-Y...y... ¿la gente no puede negarse? Es decir, Anykiller, no me malinterpretes... Yo no estoy entre los mejores, vamos... que me quedda mucho por aprender- comentaba, sonriendo- pero... ¿no podría rechazar el irme si realmente fuera elegida como uno de ellos? - pregunté. La verdad es que no sabía quiénes serían los mejores estudiantes, no tenía ni idea: No había podido ver el potencial de ninguno de ellos, al menos no en todo su esplendor, por lo que suponía que la gente tendría sus ases bajo la manga.

-¿Y si te dicen que vayas, Marcus? ¡Sería una gran oportunidad para ti! ¿Pero no te daría pena? Es decir, ya nos estamos acostumbrando los unos a los otros... aunque algunos me den miedo, como Elmore- susurré esto último y miré en todas direcciónes: Tenía la creencia de que podía aparecer en cualquier momento.

-Tú... ¿conoces desde hace mucho tiempo a ese instructor? Ese, del que estábamos hablando-  era muy raro que yo fuera capaz de aprenderme un nombre, a no ser que conociera a esa persona. En el caso de... ese tipo... no, no había manera de que se me quedara. ¿ Qué tipo de personas le gustan?

Miro seriamente a Sylvana.

- No digas eso, has mejorado muchísimo... es más, ahora mismo podrías hacérselas pasar canutas a los orcos de aquella mina si te hubieses topado con ellos ahora. Y claro que podéis negaros a unirse a la guardia de Pelidia, no hay problema alguno. No tendría sentido reclutar a alguien que no quiere - reflexiono unos segundos - Conozco a Erion desde hace mucho tiempo, cuando empezaba a vivir mis aventuras... de hecho soy amigo de su hija.

Él busca a gente disciplinada, leal, sin vicios... es decir, gente que por comportamiento pudiese seguir la senda del paladín si quisiera, que sigas sus órdenes sin rechistar, sepan actuar en cualquier situación y estén dispuestos a sacrificar sus vidas por la causa. Gente dedicada al deber. Por eso Erion es el encargado de la Iglesia de Lathander en Pelidia.

Entonces se escucha un ruido: mi estómago rugiendo.

- Vaya, tengo hambre... ¡jajajaja!

Uff... suspiré aliviado. Bueno, si podemos decirle que no a Erion no habrá problema alguno. Sonrío. Creo que tenemos muchas cosas en común, Any, quizá en el futuro no seamos alumno y maestro, sino compañeros de la misma aventura en igualdad de condiciones. Le miré con algo de rivalidad, aún quedaba mucho para que pudiese hacerle frente... pero cada día que pasaba estaba más cerca de ser alguien de su nivel.

No sé quién de la academia querría irse con Erion, la mayoría de personas que he visto son tan liberales como yo. Quizá ese paladín, Azoth, quiera irse. A mí me da igual, total, no le conozco... Espero que Anykiller abra la puerta del comedor para entrar con él.

Nosotros estamos a medio comer...

Hace un buen rato que Cornelius se fue para dar un paseo. Elmore, tras hablar con Harold, se sentó en la mesa con un pavo asado jugoso y bien aliñado... un pavo entero.

Poco después veis cómo entran Kromen y Sylvana, acompañados por AnyKiller.

- Buenos días, chicos - saludó éste, antes de tomar asiento. Entonces Harold se acerca y le planta un plato con... 3 espárragos

- Harold... ¿me estás tomando el pelo? ¿Dónde está mi trozo de pan y la mantequilla?

- Te aguantas, éste es tu desayuno de hoy. Me marcho a limpiar los baños - le replica el gnomo, justo antes de salir del comedor

"Brrr... este Harold no cambiará nunca"

Me levanto y marcho a la cocina para hacerme mi propio desayuno. Total, no me importa. Poco después salgo con un trozo de pan y una porción de queso, y lo coloco junto a los espárragos.

- Sí señor, ahora sí que parece un desayuno.

Es fantástico este lugar... Se aproxima a la lechuza y intenta simpatizar con ella.

La lechuza está tan dormida que no se da cuenta siquiera de tu presencia... al ver que no ha surtido efecto te fijas y te das cuenta de que está dormida. Escuchas un ruido procedente de un árbol cercano, como de algo moviéndose.

- ¿Quieres un aventura? Acércate a esa telaraña - te reta Arthur, apuntando hacia la telaraña. El ruido que escuchaste antes proviene de uno de los árboles que la sostiene

Se aproxima con cautela a la telaraña, examinandola detenidamente, buscando a su alrededor de donde viene el peligro.

Te acercas lentamente, buscando el origen del ruido, cuando logras ver entre las ramas del árbol a una araña terrible. Te observa fijamente y parece tremendamente peligrosa, pero no parece que vaya a hacer movimiento alguno. De pronto escupe un líquido verdoso hacia ti.