Partida Rol por web

La pelea seguía y parecía que el Sargento no se aburriría jugando con nosotros. Por mucho que nos afanábamos por encontrar una brecha en sus defensas, el enorme Astartes eludía la gran mayoría de envites, y aquellos que no los evitaba, simplemente los ignoraba.

Intentando una maniobra arriesgada, cambio el objetivo y si antes ataqué a la cabeza, el punto elegido ahora es la parte inferior del torso. Sin embargo fallo el ataque... parece que no tengo los brazos aún desentumecidos del todo.

El combate se estaba volviendo más duro. Micah se sentía frustrado por sus anteriores fracasos, el último muy vergonzoso. Pero no iba a darse por vencido. Esperó su oportunidad y volvió a atacar.

Esta visto que a este gigantón es difícil tocarle, pero no puede ser imposible, somos mas y yo soy bastante rápido, así que viendo todo como se resuelve a mi alrededor, decido prepararme bien, como esta entretenido con Rennard apunto al águila y espero la ocasión propicia para atacar, (acción completa apuntar-> 1 turno), el combate se resuelve, todos atacan a saco sobre Iah que con una habilidad increíble se deshace de todos como hasta ahora lo ha echo conmigo, pero esto va a cambiar, poco a poco me coloco en posición y dejo que las esquivas de Iah dejen su águila a descubierto, momento en el que salto sobre el gritando(ataque total-> 2 turno):

-Ya eres Mio!!!!!!!

Si no me para sigue esto:

Pillo a Iah desprevenido y mi bastón impacta contra el águila con tal fuerza que se deshace hasta que mi mano llega a 2 centímetros del águila. y me quedo con cara de pasmado al ver como se ha desintegrado el palo. Al momento reacciono y grito:

-Biieeeennn, si Señor!!!, lo logre!, como usted quería señor, en el Águila señor, quiere que haga algo mas Señor?

Con un mero empujón me desplaza 4 metros por el aire y acaba diciendo:

- Aparta mierdecilla aun tengo cosas que enseñar a tus compañeros, luego hablaremos.

Y si me para:

Con gran facilidad con su brazo derecho desplaza mi palo haciendo que choque contra otro y evitando que le toque el águila.

-Prueba otra vez mierdecilla, es que no has aprendido nada? que coño has estado haciendo en mis clases?, dormir como las marmotas?

Definitivamente Iah es más que un humano, es una máquina de combatir que sin dudar está parando los golpes de todos ustedes, aunque lo superen en número malamente, aunque hagan llover sobre él palos y fintas y golpes.

Micah consigue hacer una estocada con el bastón una fracción de segundo antes de que Iah pueda advertirle y lo golpea en la cabeza. En un acto reflejo, el sargento toma el bastón con su mano, pero esto lo deja abierto para el movimiento de Litilus, que con un rápido cambio de dirección en el extremo de su arma, estrella la misma contra el pecho del marine.

El bastón impacta contra el águila con tal fuerza que se deshace hasta que su mano llega a 2 centímetros del águila. y se queda con cara de pasmado al ver como se ha desintegrado el palo. Al momento reacciona y grita:
-Biieeeennn, si Señor!!!, lo logre!, como usted quería señor, en el Águila señor, quiere que haga algo mas Señor?

Con un mero empujón lo desplaza 4 metros por el aire y acaba diciendo:
- Aparta mierdecilla aun tengo cosas que enseñar a tus compañeros, luego hablaremos.
 

El bastón de Micah todavía está en sus manos, pero el sargento evidentemente se ha relajado. Les hace señas para que bajen las armas, los convoca frente a él, y los demás, Marines, exploradores, se acercan también. De repente se ha hecho un gran silencio. El bastón de Micah sirve de sostén, mientras el Sargento pone ambas rodillas en tierra y lo tiene entre sus manos, vertical, como un cetro. Todos los Astartes alrededor lo imitan; algunos apoyan sus espadas en tierra, otros sostienen frente a sí bolters, escopetas, el arma que sea como ofrenda durante la oración.

No podéis evitar imitarlos, arrodillarse frente al Sargento.

La voz que tanto han aprendido a temer en el entrenamiento, corta la noche clara y fuerte.

- ¿Cuál es tu vida?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡Mi honor es mi vida!

- ¿Cuál es tu destino?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡Mi deber es mi destino!

- ¿Cuál es tu miedo?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡Mi miedo es fallar!

- ¿Cuál es tu recompensa?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡La salvación es mi recompensa!

- ¿Cuál es tu talento?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡Mi talento es la muerte!

- ¿Cuál es tu juramento?!

Los demás presentes contestan, una sola voz: - ¡Mi juramento es el servicio eterno!

Iah se pone en pie, se acerca a ustedes, le devuelve el bastón a Micah. - Gloria Imperatus, les dice, asintiendo con la cabeza.

Se gira hacia sus compañeros. Uno levanta un decorado puño de combate. - Gloria Imperatus!

- GLORIA IMPERATUS! Responden todos a uno, sus pequeñas voces de reclutas sumadas a la de los Astartes, como una.

Los Astartes y exploradores que estaban de guardia se retiran, pero algunos se quedan unas horas más junto a ustedes, incluso luego de que Iah se retire. Comparten una fuerte cerveza, bromas y chistes. Aunque ustedes están ansiosos por preguntar sobre los Astartes, sobre lo que hacen, todos ellos desvían la conversación con"es tema para otra oportunidad," "no seas tan curioso, ya lo averiguarás," y frases del mismo tenor.

Eventualmente el fuego se convierte en meras ascuas, el sol comienza a teñir de rojo el horizonte, y solo queda el Explorador Cleptus con ustedes. Mientras junta su capa para retirarse, los saluda.

- Pronto tendrán el Rito. Confíen en el Emperador. Confíen en lo que el Hermano Iah les ha enseñado, él es el mejor. Y además, confíen en ustedes mismos. Hace 15 años, ni uno de mi grupo pudo tocarlo. Hoy bailaron como Astartes, contra uno de los mejores Dientes. Siéntanse orgullosos.

Con estas palabras se retiró. Pronto, por el camino, se sintió el sonido de una persona al trote, viniendo hacia ustedes. 

- ¡Mierdecillas, arriba! ¡Vamos, que esto no es un campamento de verano! ¡Hoy aprenderán a no tropezarse con ramitas, ni a hacer enfadar a alguien más grande que ustedes, mierda!

Mirando a unos y a otros  - esto se llama humildad chicos, asi que intentamos sacarle aun mas partido a esta noche - con un derroche de adrenalina, haciendo caso omiso al leve cansancio que susurra en mi cabeza, suelto el palo que aun tengo en la mano, y maravillado me sacudo la tunica con orgullo, uno no es lo que tiene, y lo que nosotros tenemos es un tremendo potencial e Iah lo esta sacando a la velocidad que se vaciaria una presa, que ha sido previamente destrozada por un par de misiles.

Esta noche sera fructifera, y estamos mas cerca del capitulo de sus creencias, de sus valores, del mismisimo emperador.

Levanto el dedo gordo del a mano derecha a Litilus y hago un asentimiento de cabeza, no se si ha sido el mejor de nosotros, pero malditasea, a sido un buen golpe.

La adrenalina aun fluía por su cuerpo, no había sucumbido, su abuelo estaría orgulloso de él.

-Bien, ahora si estamos listos.- dice Rennard ante la voz ordenando correr una vez mas y sacando a relucir que no son precisamente lo mas silencioso de este planeta.

Razor parece despertar del ensimismamiento en el que se había sumido tras las inspiradoras palabras del Sargento Iah. Casi recuperado ya de las quemaduras causadas por el plasma (sensación que preferiría no volver a recordar), prefirió no enfrentarse contra el sargento creyendo que ya tenía suficientes adversarios. Al parecer, se equivocaba: el sargento parecía capaz de enfrentarse a una docena de superhombres y tumbarlos a puñetazos... una vez más se sintió admirado por la sensación de cuasi omnipotencia que emanaba aquel hombre. Sin duda el Emperador estaba con él.

Al parecer, la unión de la servoarmadura con su cuerpo es íntima, como si solo fuesen uno. Parece la voluntad de un dios, del Dios Emperador, que se transmite desde tan sagrado artefacto y que combinada con el fervor santo de un Marine es capaz de llevar a cabo hazañas que casi desafían la razón. Así es, aún estamos lejos de llegar a tan elevado objetivo, pero estamos siendo preparados para ello: para portar su sagrado bolter y la reverenciada servoarmadura para aplicar la justicia a todos los herejes que han de ser castigados por el bien de toda la Humanidad... Por dicho destino merece la pena atravesar ríos de plasma repetidas veces, y no hay nada que deba apartarme de él. Con fe y esfuerzo llegaré algún día a servir con dignidad, no como ahora, que apenas soy un desecho humano...

Las voces sacan a Zartian de dichos pensamientos, y a un tiempo aplica la disciplina aprendida tras años de dedicación e inmediatamente, casi de forma inconsciente, se pone a correr junto a sus nuevos compañeros. ¿Qué fue de los otros?

Murieron por el emperador -casi piensa en voz alta -para enseñarme a mi y a todos que ha de respetarse el espíritu de la máquina y tratar con el debido cuidado y reverencia los sagrados artefactos. Aprovechemos esta lección: nuestros hermanos murieron por enseñárnosla. Ellos ya han cumplido su deber para con el Emperador...pero -eleva el tono de voz de forma que sea audible, aunque incoscientemente- ¡para los vivos no hay descanso, y el deber solo termina con la muerte!

Litius estaba pensando en toda al preparación, que le había llevado a conseguir aquel golpe, todos los intentos anteriores habían fracasado, pero aquella preparación, poniéndose en manos del emperador que le tranquilizo e indico el momento en que tenia que golpear fue aleccionadora, ahora comprendía las pequeñas frases, notas y charlas que durante estos años había tenido con con capellanes del capitulo, quizás tendría que profundizar mas en sus enseñanzas.

levanto la vista y vio a Larkin haciéndole un gesto de aprobación, al que asintió y sonrió, aun no se lo creía, pero la fe en el emperador parecía obrar milagros.

Luego Rennard comenta algo a lo que contesta

-Puede que si, pero lo veremos en breve, esperemos que si y que la fuerza y visión del emperador nos guié para llevar nuestra misión a buen termino.

Seguido y por primera vez escucho a Razor y cuando acaba, le digo recordando las palabras de un amigo capellán de la 2ª Compañía:

-Lo sagrado hay que cuidarlo, las armas que proyectan la ira del emperador sobre sus enemigos no son cosa de broma, hay que darles el debido respeto que se merecen honrarlas antes de la batalla para que estén contigo, cuidándolas durante ella y alabándolas después del combate para que el espíritu maquina del arma no se enfade y sea propicio a los intereses del emperador aumentando mas aun su ira y canalizándola sin error posible hacia el odiado enemigo. Que esto te sirva como recordatorio del poder que llevas en tus manos cuando vas al combate y que si lo cuidas bien, ese daño que has sufrido hoy sera el daño que hagas al enemigo.

Esas palabras que había pronunciado, repetición de las charlas con el capellán con el que había entablado amistad y que hasta entonces tenían aun poco significado para mi, ahora que las pronunciaba iban cogiendo cada vez mas importancia y poco a poco tomaban mas sentido y verdad, tanta como que el Dios-Emperador nos da la fuerza sobrehumana cuando depositamos nuestra fe en el.

Bien esta que sepamos quien eres, yo al menos se quienes son ...- dice señalando al resto de reclutas-...-pero no puedo decir lo mismo de ti, yo soy Rennard

Es verdad Rennar, lo primero y mas importante es presentarse, que descorteses hemos sido.

Mi nombre es Litius, vengo de Infernis, un Subcolmena,dinos como te llamas y de donde eres?