Partida Rol por web

Te levantas en casa de los Dubois, familia que desde que tienes uso de razón recuerdas que había apoyado a tu familia incondicionalmente. Cuando llegaste a este pueblo y te encontraste con Gerald no dabas crédito. Llevabas mucho tiempo deambulando por las calles sin tener dónde dormir ni qué comer.

Encontrarte con ellos te cambió la vida, te dieron de comer y un sitio dónde dormir. Cuando les contaste tu experiencia con el fuego y enseñaste la marca de tu brazo empezaron a tratarte como una clase de dios. Te sentías algo extraño ya que desde hacía mucho todo el trato que habías recibido de un humano eran patadas y escupitajos cuando te acercabas a alguna tienda a robar algo para comer.

Gerald, en cambio, era el único que te trataba como a un igual. Incluso después de contarle lo del tatuaje. El te consideraba un amigo y siempre estaba dispuesto a echarte una mano con tus problemas.

La habitación no es la gran cosa, realmente es pequeña y todo parece muy antiguo y gastado. La cama tiene un colchón de pocos centímetros, en el que a cualquier persona le costaría horrores dormir, pero a ti te parece la mejor cama del mundo. Entra algún rayo de sol que se deja entrever por las cortinas. 

Toda la casa es pequeña y las paredes parecen de papel. Seguramente es debido a que cuando tuvieron que abandonar su antigua residencia en la capital no pudieron llevarse mucho dinero y sólo se pudieron permitir algo así.

Ayer decidiste con Gerald que hoy iríais a Thou, un pueblo que está a unos kilómetros donde él conoce a un amigo que te puede ayudar a alistarte a la CPP.

Como de costumbre escuchas que Gerald ya está despierto y se está moviendo por su habitación.

Me quedo mirando el techo, sabiendo que hoy mi viaje va a dar por fin comienzo. Sentimientos cruzados de pena por tener que dejar este lugar en el que ahora puedo llamar hogar y emoción por empezar mi nuevo camino. Me levanto por fin de la cama y me dirijo al comedor. Me pongo a desayunar sobras que quedaron de la cena mientras pienso en dar comienzo cuanto antes a mi viaje hacia Thus.

Mientras estás desayunando escuchas que alguien baja por las escaleras, acto seguido aparece Gerald.

—¡Buenos días! ¿aún estás en pijama? yo pensaba coger un trozo de pan y chocolate y salir ya. —Se acerca a la despensa y empieza a coger comida. —Si tardamos mucho se nos escapará el tren y tendremos que ir con carruaje. —Empieza a comerse con mucha delicadeza. —¿Quieres que me adelante y vaya comprando los billetes? Nos podemos encontrar en la estación.

- Claro! ves adelantándote. - dejo los platos en la pica y me empiezo a dirigir hacia la habitación, me giro y continuo - En un minuto salgo para la estación.

 - Claro! ves adelantándote.

 —De acuerdo, ¡nos vemos en la estación en 5 minutos! —Clava el chocolate dentro del pan, se lava las manos con un trapo de la cocina, y se va.

Subes por la escalera y te diriges a tu habitación. Parece que el hermano de Gerald y sus padres aún están durmiendo.

Me dirijo al armario y cojo mi ropa, un pantalón oscuro, una camisa roja y una chaqueta marrón fina. "Espero que sea suficiente". Me quito el pijama y me pongo la ropa que acabo de coger. Encuentro unos calcetines de Gerald y se los cojo "no creo que le importe". Me coloco los zapatos y cojo la mochila que ayer por la noche preparé con cosas básicas para el viaje. Salgo rumbo a la estación.

Al salir de casa ves que hace un día esplendido, no hay ninguna nube y el sol justo acaba de salir. No hay demasiada gente andando, aún se están montando las tiendas y la gente empieza a abrir los porticones.

El tren que vais a coger es el que coge la mayoría de gente que trabaja en otras poblaciones, pasa a primera hora y así la gente puede llegar a una hora razonable al trabajo.

No pasan muchos trenes, uno cada unas 2 horas (si no se retrasa). Por lo que Gerald, que siempre es muy disciplinado y no le gusta llegar tarde a los sitios, te estuvo repitiendo ayer varias veces a que hora teníais que salir.

Al llegar a la estación ves a Gerald apoyado en una columna, mirándote con cara de agobio.

—¡Venga! ¡Que el tren está a punto de pasar! —te mira de reojo mientras empieza a avanzar hacia donde se colocan los tíquets, extendiendo su brazo para darte el tuyo —Me habías dicho un minuto, ya pensaba que no llegábamos. —Empieza a meter su tíquet por una de las máquinas. —Eres consciente de lo que vamos a hacer, ¿no? ... lo digo porque es algo muy arriesgado y tienes que ser muy valiente...

Coloco rápidamente el ticket y me coloco al lado de Gerald. -No te preocupes, todo irá bien. Mientras llega el tren me pongo a pensar en si nos recibirá el contacto en Thou y si decidirá ayudarnos. Aunque Gerald parece preocupado yo confío en que todo irá bien. Echo un ultimo vistazo a la mochila y veo los bocatas y agua. Una pequeña navaja y la cartera.

Hay bastante gente en el andén, la mayoría van bien vestidos y tienen una cara de sueño notable. Se escucha el silbato del tren que se aproxima. Cuando quedan escasos metros ves como unas runas pránicas situadas en las vías del tren, justo delante del andén, empiezan a iluminarse. 

El tren se para haciendo muy poco ruido. Y automáticamente se abren todas sus puertas y baja una rampa que permite subir sin dificultad. Gerald ya se había colocado donde sabía que quedaba una puerta, por lo que es el primero en subir.

—Venga vamos, cojamos sitio. —Te da un pequeño tirón de la ropa.

Os sentáis en el tren y en pocos segundos todo está ocupado y hay gente de pie. Cuando termina de subir la última persona el tren cierra las puertas automáticamente y empieza a emprender la marcha.

—Y bien, ¿sabes que tendrás que olvidar todo para poder entrar a la CPP?  —Te pregunta para sacarte tema. —le diré a ver si puede hacer que cuando te modifiquen la mente me recuerdes de otra manera, para que cuando salgas de allí pueda orientarte hacia las pruebas...

Sí soy consciente de ello, y es quizá lo que más me preocupa. El olvidar quien soy, el olvidar mi cometido el porqué quiero hacer todo esto... Pero si es la única manera, iré con todo. - Se que lo que viene a partir de ahora no será fácil, pero estoy convencido de que voy a lograrlo, por ellos. Me quedo pensativo mirando al paisaje mientras el tren sigue su camino.

 —¡Bueno no te preocupes! Estaré yo para guardar tus recuerdos y devolvértelos cuando todo acabe.

El tren avanza con rapidez. Hace algunas paradas por los pueblos entre Miselle y Thou.

No hay nada que te llame la atención, todo avanza con normalidad y simplemente ves que Gerald mueve una pierna con nerviosismo. En una de las paradas, Gerald se gira hacía ti y dice:

 —Parece que es la siguiente parada, ves preparándote para salir.

El tren llega a Thou y las puertas se abren automáticamente y la gente empieza a bajar, Gerald ya se había levantado unos segundos antes y baja por una de las puertas.

Solo salir del tren te das cuenta de que el olor de esta ciudad es completamente diferente al que estás acostumbrado, huele a playa. La estación es toda blanca decorada con piedras azuladas.

Bajo del tren admirando la ciudad. Me parece todo muy raro y diferente a lo que era mi ciudad. Me giro para hablar con Gerald. - Me encanta el olor de esta ciudad. La casa de tu amigo, ¿queda muy lejos de aquí? Sigo observando los detalles de la decoración de la estación. Todo me parece muy extraño, como ha ido el destino abriéndome camino hasta conseguir esta oportunidad única. Tengo todo el plan organizado, solo falta llevarlo acabo sin contratiempos. Se que soy un elegido y se que voy a poder lograrlo.

—Me encanta el olor de esta ciudad. La casa de tu amigo, ¿queda muy lejos de aquí?

  —Mi amigo se encuentra en la iglesia del pueblo. Ayuda a las familias que siguen el camino de nuestros dioses y que por culpa de la maldita CPP ahora están en la miseria. Malditos pecadores, algún día pagaran por todo lo que están haciendo.

Gerald empieza a avanzar hacia fuera de la estación. Al salir veis que estáis en una de las partes más altas de la ciudad, desde donde se ve todo el mar y casi todo el pueblo.

 —Es por eso que el olor es diferente, estamos justo frente al mar. —Señala con el dedo hacia una dirección. —¿Ves ese edificio más alto de allí? Eso es la iglesia, vayamos.

Las calles están llenas de gente, se nota que la gente ya se ha despertado. Estáis justo en una plaza y parece que la calle más ancha que baja hacia el mar también pasa por la iglesia.

 —Bajemos por aquí, creo que es la rambla principal del pueblo.

- Se nota que es la rambla, esta abarrotada de gente. - Me quedo un momento admirando la iglesia - ¿Todas las iglesias son parecidas a ésta? Desde aquí parece que sea muy grande. - Continuo caminando siguiendo el paso de cerca de Gerald. Toda esta gente está al corriente de lo que la CPP ha hecho en contra de mi gente? Ojalá reciban lo que se merece. Por cierto Gerald, ¿en la iglesia encontraremos a tu amigo?

 —¿Todas las iglesias son parecidas a ésta? 

 —Bueno, la de Miselle es la excepción. En general todas son grandes como esta. Supongo que no te acuerdas de la que teníamos en nuestra ciudad de pequeño. Esa iglesia si que era bonita...

Avanzáis por la rambla con tranquilidad. Nadie se os acerca demasiado y podéis pasear tranquilos. La brisa marina es muy agradable y te ayuda a tranquilizarte.

 —Por cierto Gerald, ¿en la iglesia encontraremos a tu amigo?

 —Si, allí estará.

Llegáis a la iglesia y entráis para dentro. Te das cuenta de la gran diferencia que tiene con la de Miselle, esta está muy cuidada y a pesar de la poca luz en su interior, te asombra lo hermosa que es.

^{Iglesia por dentro}

La iglesia parece vacía pero al final del pasillo se encuentra alguien rezando justo delante del altar. Puedes escuchar perfectamente como está murmurando algunas oraciones.

  —Buenas Thomas, por fin hemos llegado. ¿Has leído mi mensaje de esta mañana?

La persona se levanta y se gira.

^Thomas

 —Buenos días Gerald, cuanto tiempo. Si, lo he leído, os estaba esperando. —Te mira. —Tu debes ser Raito, ¿no? Bienvenido a mi iglesia, adoradora del todo poderoso Dios Hesopo, el que nos guía y nos protege.

Gerald hace una reverencia poniendo una rodilla en el suelo y agachando la cabeza.

Imito la reverencia de Gerald poniendo una rodilla en el suelo y agachando la cabeza. - Así es yo soy Raito. Esta iglésia es increíblemente hermosa. No se hasta donde te ha contado Gerald, pero me gustaría si me lo permites mostrarte algo. - Me remango la camisa y giro el antebrazo para enseñarle la marca. - Creo que estás al tanto de mis intenciones, pero además me gustaría saber todo lo que implica esta marca, cuales son mis límites. Me vuelvo a colocar la manga de la camisa y miro a Thomas.

 —Si, Gerald me ha informado de tus intenciones. Has venido al lugar acertado. Respeto a tu marca... Entiendo que le es otorgada a los elegidos del Dios Fletus, como supongo que ya sabías. No se exactamente que límites tiene, pero mientras siga viendo algo interesante en ti esta marca te puede hacer realmente devastador. Las marcas realizadas por los dioses permiten que estos presten parte de su poder al portador, además genera una conexión directa entre ambos. Seguramente no te has dado cuenta, pero al tener esta marca Fletus puede inculcarte ideas, pensamientos, gustos y más cosas. Sígueme.

Thomas empieza a caminar hacia la parte izquierda del altar, dónde al final hay una puerta. Saca su manojo de llaves de la cintura y abre la puerta.

 —Bueno, entonces quieres olvidar tu pasado para así poder infiltrarte en la CPP ¿no? 

Entráis a la sala y parece una clase de comedor antiguo con una mesa de madera y cuatro sillas. Además hay algún armario que podría ser una despensa y un grifo. Thomas aparta uno de los armarios y ves que justo detrás hay un pasadizo secreto con unas escaleras que bajan hacia algún lugar. Por la dirección de estas parece que va justo debajo del altar principal.

 —Aquí abajo realizaremos el ritual para liberarte de esos recuerdos. ¿Tienes alguna duda que quieras que te resuelva sobre el tema? —Empieza a bajar las escaleras.

Sigo a Thomas por las escaleras a una corta distancia. - Se que el perder estos recuerdos es un mal necesario, pero ¿podré recuperarlos en algun momento? Además que pasará con los recuerdos de mi ciudad, mi familia, Gerald... Olvidaré todas estas personas de mi vida como si nada hubiera pasado? - Siento que no puedo honrar a mi familia ni a los dioses si pierdo todo esto de mí. - Igualmente se que es un paso necesario y pienso hacerlo por todos los que me han ayudado a llegar hasta aquí. Sé que mientras los dioses estén de mi parte voy a poder conseguirlo. - Sigo bajando los escalones en silencio y pensativo.

 —Si, tus recuerdos quedaran guardados en un cristal y luego podré recuperarlos. Este proceso durará bastante porque tendré que entrar en lo más profundo de tus recuerdos, guardarlos en el cristal y luego sobreescribirlos con recuerdos falsos. Para que esto sea posible tendrás que estar lo más predispuesto posible a dejarme entrar y no ofrecer resistencia. —Llegáis a la sala. —Por lo que no recordarás nada ni nadie de tu pasado. De todas formas haré que Gerald sea un amigo tuyo de la infancia con el que has crecido. Por otro lado he pensado que simplemente te crearé una vida en la que has seguido el camino de tus padres y has acabado estudiando el prana del fuego para entrar a la CPP. Hay un tema muy importante, la magia de fuego que uses será la proporcionada por Fletus, pero tu creerás que has aprendido a usarla estudiando. El único problema lo tendrás si en algún momento te preguntan o te hacen usar el prana de fuego... pero tendremos que asumir ese riesgo...

La sala en la que os encontráis tiene una cama que está justo en medio de unas escrituras y unos círculos pintados en el suelo. La única luz que hay es la que proporcionan las velas que justo acaba de encender Thomas. Gerald te sigue pero no dice nada, se le ve nervioso y preocupado.

 —Aunque la sala parezca un poco macabra, todo esto es necesario para hacer el ritual a el Dios Hesopo, que es quien me proporciona el poder para modificar tu mente. Así que si no tienes más dudas... estírate en esta cama y empezaremos con el proceso.

Me estiro encima la mesa. - Estoy decidido a ello. - Miro hacia la posición de Gerald. - Gracias por todo, de verdad. Gracias por todo el apoyo brindado hasta aquí. Lo haré posible te lo prometo y aunque me quede sin recuerdos siempre estarás ahí.  - Me estiro boca arriba y cierro los ojos. Siento la calor que irradia de las velas y un silencio casi absoluto. Apenas puedo escuchar mi respiración y los latidos de mi corazón. Siento que va a llegar el momento. Respiro hondo y espero.